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TEMA 5

Las normas jurídicas y sus clases. Efectos de las normas jurídicas:


el deber de cumplimiento y la sanción por el incumplimiento. La
nulidad: presupuestos para que opere y consecuencias. El fraude
de ley: efectos. El abuso de derecho: Efectos. Límites a la fuerza de
obligar de las normas en el espacio: Derecho interregional y
Derecho internacional privado. Límites a la fuerza de obligar de las
normas en el tiempo: entrada en vigor y fin de la vigencia;
retroactividad e irretroactividad.

1.- Las normas jurídicas y sus clases.

Concepto de norma jurídica

En sentido general, la palabra norma se refiere a toda pauta a que se


someten los fenómenos de la naturaleza (leyes o normas naturales) y el
comportamiento humano (leyes o normas morales, sociales y jurídicas).

Una subespecie de las normas jurídicas son las leyes positivas, que son
las normas en las que nos vamos a centrar.

El profesor Albadalejo define la norma jurídica positiva como “todo


precepto general cuyo fin es ordenar la convivencia de la comunidad y
cuya observancia u obligatoriedad puede ser impuesta de forma coactiva”.

Elementos de la norma jurídica

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a) Supuesto de hecho: es la situación fáctica o de hecho existente en
la realidad y contemplada por la norma. Puede tratarse de un hecho
humano (por ejemplo: nacimiento, matrimonio, celebración de un
contrato) o un hecho natural (por ejemplo: la mutación del cauce de
un río).
b) Consecuencia jurídica: es el efecto o respuesta jurídica previsto en
la norma para una determinada realidad social o supuesto de hecho.

Ejemplo: El artículo 138 del CP contempla:


Un supuesto de hecho: Una persona que mata a otra.
Una consecuencia jurídica: el que mata a otro será castigado como reo de
homicidio con la pena de prisión de diez a quince años.

Clases de normas jurídicas

A) Normas imperativas y dispositivas

Toda norma jurídica contiene un mandato. Sin embargo, tal mandato no


siempre implica una imposición o una prohibición para los ciudadanos.

Las normas imperativas o de “ius cogens” se caracterizan porque el


mandato contenido en la norma no permite a los ciudadanos realizar
modificación alguna al mismo. Tienen este carácter las normas de
carácter penal, fiscal, administrativo o procesal.

Las normas dispositivas son mandatos reguladores de supuestos de


hecho que pueden ser modificados o sustituidos por las personas
interesados en ellos. La norma jurídica desempeña una función supletoria.
En términos generales, el derecho civil está compuesto por normas de
este carácter, sobre todo en materia de obligaciones y contratos.

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Ahora bien, existen otras materias civiles como la referida a las personas,
capacidad civil de éstas, menores o personas con discapacidad, en las
que las normas son imperativas e indisponibles.

B) Normas comunes y particulares

Esta distinción atiende al ámbito territorial de aplicación, según rijan en


todo el territorio nacional o en parte del mismo.

C) Normas generales y particulares

Se llama general a la norma que contiene un mandato o disposición


general.
Ejemplo: El artículo 1964 del CC es una norma general porque establece
que las acciones personales que no tengan señalado término especial de
prescripción prescribirán a los cinco años desde que pueda exigirse el
cumplimiento de la obligación. Sin embargo, el artículo 1968 del CC es
norma especial en materia de prescripción porque establece que prescribe
por el transcurso de un año la acción para exigir indemnización de los
daños y perjuicios sufridos por culpa extracontractual.

2.- Efectos esenciales de las normas jurídicas

Dos son los efectos esenciales de las normas jurídicas:

1º.- El deber jurídico de cumplimiento de la norma


2º.- La eficacia sancionadora para el caso de incumplimiento

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1º.- El deber jurídico de cumplimiento de la norma

Toda norma jurídica contiene un mandato de observar una


determinada conducta o comportamiento por parte de los destinatarios.
Por ejemplo: pagar un determinado impuesto cuando se compra una
determinada cosa, como por ejemplo una vivienda; cumplir con la
obligación de pagar el precio en un contrato de compraventa que se ha
celebrado; prestar alimentos a un pariente que los necesita.

Cuando tal comportamiento se realiza, entonces se cumple con la norma.

*** Aspectos relacionados con el deber jurídico de cumplimiento


de las normas.

Hemos dicho que todas las normas jurídicas contienen un mandato que
sus destinatarios deben cumplir. Pero, podemos preguntarnos qué
trascendencia tiene conocer o no conocer la norma, padecer un error
sobre ella o si es posible excluir la aplicación de una norma al caso por
ella regulado. Es lo que conocemos como:

a) La trascendencia de la ignorancia de las normas o su desconocimiento.


b) La trascendencia del error de derecho.
c) La posibilidad de excluir la aplicación de la norma a un caso o de
renunciar a los derechos en ella reconocidos.

a) La trascendencia de la ignorancia de las normas o su


desconocimiento

Existe un deber inexcusable de cumplir las normas, sin que sirva de


justificación para no hacerlo el hecho de desconocerlas.

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Por eso el artículo 6-1 del Código Civil señala que "la ignorancia de las
leyes no excusa de su cumplimiento".
El fundamento de ello se encuentra en que el conocimiento es posible
debido a que las normas se publican en los boletines oficiales. Pero, sobre
todo, el fundamento está en la necesidad social de que el cumplimiento
de la norma no puede depender de que se conozca o no. Eso traería
desigualdad en la aplicación de la norma y absoluta inseguridad jurídica.

b) La trascendencia del error de derecho

Pese a que la ignorancia de la norma no excusa de su cumplimiento, es


posible que tenga efectos la creencia errónea o equivocada sobre la
existencia, vigencia y obligatoriedad de una norma. Por ejemplo, creo que
existe una norma que me obliga a hacer algo, cuando no es así. O creo
que existe una norma que contempla unas consecuencias jurídicas para
un acto cuando, en realidad, las consecuencias jurídicas son otras
distintas de las que yo creo.
Es lo que se conoce como error de Derecho. A él se refiere el artículo
6-1 párrafo segundo del Código Civil, que indica que "el error de
derecho producirá únicamente aquellos efectos que las leyes determinen".

Por ejemplo, si yo pago una determinada cantidad de dinero a Hacienda


porque creo que estoy obligado a ello por una norma tributaria, cuando en
realidad no es así.
O cuando yo entrego alimentos a alguien que los necesita porque creo
que tengo obligación legal de hacerlo aunque no tenga parentesco con
esa persona, cuando en realidad la norma sólo obliga a pagar alimentos si
existe relación de parentesco entre quien los da y quien los recibe.
En ambos supuestos he incurrido en un error de derecho y tengo derecho

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a pedir la devolución de lo indebidamente pagado ( es lo que se conoce
con el nombre de "cobro de lo indebido", regulado en el artículo 1895 del
Código Civil).

c) La posibilidad de excluir la aplicación de la norma a un caso o de


renunciar a los derechos en ella reconocidos.

Por último, en relación con el deber jurídico de cumplimiento de las


normas se ha de tener en cuenta la posibilidad de exclusión voluntaria
de la ley aplicable y la renuncia a los derechos en ella reconocidos.
Dice el artículo 6-2 del Código Civil que "La exclusión voluntaria de la ley
aplicable y la renuncia a los derechos en ella reconocidos sólo serán
válidas cuando no contraríen el interés o el orden público ni perjudiquen a
terceros".
La exclusión voluntaria de la ley aplicable sólo es posible si estamos ante
una ley dispositiva para los destinatarios, pero nunca si es una ley
imperativa.
Por ejemplo: según el artículo 1935 del CC se puede renunciar a la
prescripción ganada, pero no al derecho a prescribir en lo sucesivo.
La renuncia a los derechos reconocidos en la ley sólo será válida cuando
no contraríe el interés o el orden público ni perjudiquen a terceros. Por
ejemplo, la Ley de Arrendamientos Urbanos establece en su artículo 6 que
serán nulas, y se tendrán por no puestas, las estipulaciones que
modifiquen en perjuicio del arrendatario las normas de la ley que regulan
el arrendamiento de vivienda, salvo los casos en que la norma
expresamente lo autorice.
Así, por ejemplo, el plazo de duración del contrato es el libremente
pactado, pero si dicho plazo es inferior a cinco años, una vez vencido se
prorrogará obligatoriamente para el arrendador y voluntariamente para el
arrendatario hasta que alcance un mínimo de cinco años (artículo 9-1 de

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la LAU).
Otro ejemplo: la Ley de Arrendamientos Rústicos establece un plazo
mínimo de duración del arrendamiento de cinco años, que es
irrenunciable.

2º.- La eficacia sancionadora para el caso de incumplimiento

La contravención o incumplimiento de una norma se produce cuando el


destinatario de ella realiza aquello que la norma prohíbe o deja de realizar
aquello que la norma ordena que se haga ( por ejemplo: conduces por
una calle en dirección prohibida, o dejas de pagar un impuesto que tienes
que abonar).
La consecuencia jurídica del incumplimiento o contravención es la
imposición de una determinada sanción. Así, matar a otro es algo
prohibido; si alguien mata a otra persona se le sanciona con la pena de
prisión prevista en la norma.
Si alguien no cumple una norma obligatoria de tráfico (ejemplo, no
respeta un stop), se le sanciona por ello con una multa. Si además, por
saltarse el stop, provoca un accidente y daños a terceros, viene obligado
a indemnizar a los perjudicados por el daño causado.
Si alguien va en contra de una norma imperativa, su acto se le sanciona
con la nulidad y ausencia de efectos.

3.- La nulidad: presupuestos para que opere y consecuencias

Como sanción de carácter civil debe considerarse también la nulidad


de los actos jurídicos realizados o ejecutados en contra de lo dispuesto en

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una norma imperativa o prohibitiva, que pasamos a estudiar en esta
pregunta.

El artículo 6-3 del Código Civil señala que "Los actos contrarios a las
normas imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno derecho, salvo
que en ellas se establezca un efecto distinto para el caso de
contravención".

Presupuestos para que opere la sanción de nulidad

1º.- Que se haya producido un acto en que haya intervenido la voluntad


humana ( un contrato, una declaración o manifestación de voluntad y, en
general, cualquier acto jurídico).

2º.- Que exista una norma imperativa o prohibitiva. Si la norma es


dispositiva, permitirá a la persona o personas acogerse a ella o apartarse
de ella, por lo que su contravención no es relevante.

3º.- Que el acto ejecutado sea contrario a lo dispuesto en la norma


imperativa o prohibitiva.

Para que exista esa contradicción es preciso que la norma esté dirigida a
impedir el acto de que se trate y que tal acto haya sido realizado con el
fin de obtener un resultado contrario a lo ordenado por la norma.
Por ejemplo: La norma prohíbe casarse a una persona que ya está
casada. Si lo hace, el segundo matrimonio es nulo y, además, trae
consigo otra consecuencia jurídica, que es cometer delito de bigamia.

4º.- Que la norma contravenida no establezca la sanción de nulidad del

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acto, sino otro efecto distinto.
Ejemplo: Cuando un préstamo se declara usurario por haberse fijado unos
intereses muy elevados o desproporcionados, el artículo 3 de la Ley sobre
Represión de la Usura de 23 de julio de 1908 no establece que el
préstamo celebrado sea nulo e ineficaz. Lo que establece es que el
prestatario (el que ha recibido el dinero prestado) sólo estará obligado a
devolver la cantidad recibida, quedando dispensado de pagar cualquier
tipo de interés al prestamista.

Consecuencias

Un acto contrario a una norma imperativa o prohibitiva es un acto nulo de


pleno derecho.
Un acto nulo de pleno derecho no produce efecto jurídico alguno desde el
inicio.
Un acto nulo de pleno derecho no puede ser objeto de subsanación ni de
confirmación posterior.

4.- El fraude de Ley: efectos.-

El fraude de ley es un acto realizado al amparo de una norma para burlar


o eludir la aplicación de otra norma imperativa o prohibitiva, intentando
conseguir de esta forma un resultado prohibido por la norma eludida o
contrario a ella.
Dice el Tribunal Supremo que el fraude de ley se caracteriza por la
presencia de dos normas y un fin:
a) La norma de cobertura, que es la norma en la que se ampara quien

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intenta el fraude.
b) La norma que se trata de eludir a través de la norma de cobertura,
que por eso se llama norma eludible;
c) fin: se persigue conseguir un resultado contrario a lo ordenado por la
norma eludida o prohibido por ella.

Ejemplo de fraude de ley:

Supongamos que un ciudadano chino lleva residiendo en España


legalmente dos años y quiere adquirir la nacionalidad española por
residencia.
Sabe que necesita 10 años de residencia para ello, según el artículo 22-1
del Código Civil.
Sabe que el artículo 22-2 del Código Civil establece la posibilidad de que
un extranjero de su nacionalidad puede adquirir la nacionalidad española
por residencia legal en territorio español durante un año si, al tiempo de
solicitarlo, el extranjero lleva un año casado con español o española.
Para adquirir de forma más rápida la nacionalidad española, conviene con
una española casarse con ella a cambio de precio, celebran un matrimonio
de conveniencia, de forma que el ciudadano chino obtiene con él, al cabo
de un año, la nacionalidad española, y la española un dinero.
La norma eludida es el artículo 22-1 del CC.
La norma de cobertura son los artículos del código civil que regulan el
matrimonio.
El fin perseguido es reducir el plazo de residencia establecido en el
artículo 22-1 para aplicar el previsto en el artículo 22-2.

5.- El Abuso de derecho: Efectos

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El artículo 7 del Código Civil establece lo siguiente:

1. Los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la


buena fe.

2. La Ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial del


mismo. Todo acto u omisión que por la intención de su autor, por su
objeto o por las circunstancias en que se realice sobrepase
manifiestamente los límites normales del ejercicio de un derecho, con
daño para tercero, dará lugar a la correspondiente indemnización y a la
adopción de las medidas judiciales o administrativas que impidan la
persistencia en el abuso.

Según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la buena fe en el ejercicio


de los derechos significa adoptar un comportamiento que sea honesto,
justo, leal y lógico, que además ha de ser congruente con lo dicho y
hecho con anterioridad al ejercicio de tales derechos.

La regulación actual del abuso del derecho partió de una conocida


sentencia dictada por el Tribunal Supremo el día 14 de febrero de 1944,
que lo puso de relieve como principio general del derecho.

Para apreciar el ejercicio abusivo de un derecho se exige:


1º.- Uso de un derecho objetivo y externamente legal.
2º.- Causar un daño a los intereses de un tercero
3º.- Que el daño causado sea inmoral o antisocial, manifestado de forma
subjetiva (se ejercita el derecho con intención de dañar a otro) o de
forma objetiva (ejercicio anormal del derecho, de forma contraria a los
fines económico-sociales del mismo, sin que exista un interés serio y
legítimo).
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4º.- Que se trate de un caso patente y manifiesto de abuso de derecho

6.- Límites a la fuerza de obligar de las normas en el espacio

Derecho internacional privado

El Derecho Internacional Privado es la rama jurídica que busca la


reglamentación más adecuada de las relaciones o situaciones
internacionales entre particulares y la solución más apropiada de los
litigios que nacen en dichas relaciones.

La relación entre particulares (sean personas físicas o jurídicas) es


internacional cuando en ella aparece al menos un elemento de
extranjería: la relación se produce entre personas de distintas
nacionalidades; o en relación con un bien situado en un país extranjero,
por ejemplo. El Derecho Internacional Privado cumple la función de
determinar cuál es la normativa aplicable, de entre las concurrentes
pertenecientes a distintos Estados, en una determinada relación o
situación internacional, y también qué órganos judiciales van a resolver el
litigio que se plantee con ocasión de esa relación o situación internacional.

Los artículos 8 a 12 del Código Civil contienen una serie de normas


de derecho internacional privado que tienden precisamente a determinar
cuál haya de ser la ley aplicable a una relación o situación internacional.

Así, el artículo 8 del CC señala que las leyes penales, las de policía y las
de seguridad pública obligan a todos los que se hallen en territorio
español. Ejemplo: un mejicano que comete un delito en España, se le
aplica el código penal español.

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El artículo 9-1 del CC indica que la ley personal correspondiente a las
personas físicas es la determinada por su nacionalidad. Dicha ley regirá la
capacidad y el estado civil, los derechos y deberes de familia y la sucesión
por causa de muerte. Ejemplo: un mejicano que muere en España, su
herencia se rige por la ley mejicana.

Y el artículo 10 del CC señala que la posesión, la propiedad y los demás


derechos sobre bienes inmuebles o muebles, así como su publicidad, se
regirán por la ley del lugar donde se hallen. Ejemplo: un mejicano que
compra una casa que está en España, la propiedad de esa casa y los
derechos y deberes que de ello derivan se rigen por la ley española.

El artículo 107-2 del Código Civil establece que la separación y el


divorcio se regirán por las normas de la Unión Europea o españolas de
Derecho Internacional Privado.

En esta materia ha de tenerse muy en cuenta las normas de derecho


internacional privado que se contengan en los Tratados y Convenios
internacionales en los que España sea parte y que se hayan incorporado
al ordenamiento jurídico español; y especialmente la normativa de la
Unión Europea.

Derecho interregional

Cuando una determinada relación o situación jurídica es susceptible


de ser regulada por legislaciones correspondientes a territorios o regiones
distintos dentro del mismo Estado, entonces hablamos de derecho
interregional ( por ejemplo, el régimen sucesorio de una persona o el
régimen económico de un matrimonio).

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Ya hemos estudiado que en España, en materia civil, junto con el derecho
civil general o común contenido básicamente en el Código Civil, existen
ordenamientos jurídicos privados en determinados territorios regionales o
forales ( Cataluña, Aragón, Baleares, Navarra, etc). Esta coexistencia de
ordenamientos jurídicos es lo que impone la existencia de una serie de
normas tendentes a determinar cuál de esos ordenamientos concurrentes
resulta aplicable a un caso o situación concreta.

El artículo 14 del CC señala que la sujeción al derecho civil común o al


especial o foral se determina por la vecindad civil.

El artículo 16 del CC tiene el siguiente contenido en orden a la resolución


de la legislación aplicable:

1. Los conflictos de leyes que puedan surgir por la coexistencia de


distintas legislaciones civiles en el territorio nacional se resolverán según
las normas contenidas en el capítulo IV (normas de derecho internacional
privado de los artículos 8 a 12 del CC) con las siguientes particularidades:

1.a Será ley personal la determinada por la vecindad civil.

2.a No será aplicable lo dispuesto en los apartados 1, 2 y 3 del artículo


12 sobre calificación, remisión y orden público.

A continuación establece unas normas específicas referidas a Aragón y


para una institución específica como el derecho de viudedad.

El usufructo viudal corresponde también al cónyuge supérstite cuando


el premuerto tuviese vecindad civil aragonesa en el momento de su
muerte.

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Por último, en el apartado 3 del artículo 16 se dice que los efectos del
matrimonio entre españoles se regularán por la ley española que resulte
aplicable según los criterios del artículo 9 y, en su defecto, por el Código
Civil.

En este último caso se aplicará el régimen de separación de bienes del


Código Civil si conforme a una y otra ley personal de los contrayentes
hubiera de regir un sistema de separación.

7.- Límites a la fuerza de obligar de las normas en el tiempo:


entrada en vigor y fin de la vigencia; retroactividad e
irrectroactividad.

Los límites temporales de la eficacia de las leyes están marcados por


su entrada en vigor y por el fin de su vigencia.

A) Entrada en vigor de las leyes

El artículo 9-3 de la Constitución española garantiza el principio de


publicidad de las normas, porque esa publicidad de la norma es requisito
necesario para su conocimiento por todo el mundo.

El artículo 91 de la Constitución española establece que el Rey


sancionará las leyes aprobadas por las Cortes Generales (Congreso de los
Diputados y Senado), y las promulgará y ordenará su inmediata
publicación.

Producida la publicación de una norma en el Boletín Oficial del Estado o


de la Comunidad Autónoma podremos saber cuándo tal norma va a entrar
en vigor y resulta aplicable.
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El artículo 2-1 del Código Civil establece que "Las leyes entrarán en
vigor a los veinte días de su completa publicación en el «Boletín Oficial del
Estado», si en ellas no se dispone otra cosa".

De este artículo podemos extraer lo siguiente:

1º.- Tenemos una ley que, por ejemplo, se publica en el Boletín Oficial
del Estado el día 1-2-2019.

2º.- Si en la Ley no se dice nada sobre cuándo entrará en vigor,


entonces sabemos que entrará en vigor a los veinte días de su completa
publicación (en el caso del ejemplo, cuando llegue el día 20 empezando a
contar desde el día 2-2-2019). Se empieza a contar desde el día siguiente
a su publicación porque el plazo está señalado por días (artículo 5 del
Código Civil).

3º.- Si en la Ley que se publica se indica cuándo va a entrar en vigor,


hay que estar a esa indicación, que puede establecer un plazo mayor o
menor al de los veinte días. Así, por ejemplo, si la Ley publicada dice que
entrará en vigor al día siguiente de su publicación, entrará en vigor ese
día (en el caso del ejemplo, entrará en vigor el día 2-2-2019) . Si se dice
que entrará en vigor a los tres meses de su publicación, entrará en vigor
transcurridos esos tres meses ( en el caso del ejemplo, entrará en vigor el
día 1-5-19, porque el plazo es de fecha a fecha, y la fecha o el año del
mes correspondiente es en la que entrará en vigor la ley).

4º.- Si desde que se publica la Ley hasta que entra en vigor pasa un
tiempo (veinte días, un mes, tres meses…), ese periodo de tiempo se

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conoce con el nombre de “vacatio legis”: la norma, pese a estar
promulgada y publicada, no ha entrado en vigor.

5º.- Este periodo de “vacatio legis” es importante porque permite el


estudio y conocimiento de la ley antes de que produzca sus efectos y
deba ser interpretada y aplicada.

Las normas muy importantes o muy extensas suelen tener un periodo


de “vacatio legis” más largo, para conseguir su mejor conocimiento.

6º.- Para contar el periodo de “vacatio legis”, los días que se cuentan
son días naturales, es decir, no se excluyen los días festivos.

Recapitulando:

-Para que una Ley entre en vigor, primero se tiene que publicar en un
Boletín oficial (normalmente en el BOE).

- Para saber cuándo o en qué fecha entrará en vigor la Ley, hay que
ver que dice al respecto la propia Ley.

-Si no dice nada, entrará en vigor a los 20 días naturales siguientes


al de su publicación.

-Si dice algo la Ley, hay que estar a lo que diga, que puede ser al
día siguiente de su publicación, a los 15 días, a los tres meses, al año, etc

-Para el cómputo del plazo de entrada en vigor de una Ley señalado


por días, son días naturales y no se cuenta el día de la publicación (el
primer día, por tanto, será el siguiente a la publicación de la Ley), y
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llegado el último día del plazo de vacatio legis es cuando la ley entrará en
vigor. Por ejemplo: la ley se publica el día 1-2-2019; en ella se dice que
entrará en vigor a los 20 días de su publicación; esa ley entrará en vigor
el día 21-2-2019.

-Si el plazo estuviera señalado por meses o por años, se cuenta de


fecha a fecha (en el ejemplo, si la ley se publicó el día 1-2-2019 y tiene
un plazo de “vacatio legis” de tres meses, sabemos que entrará en vigor
el día 1-5-2019).

El artículo 2-1 del Código Civil es aplicable a toda clase de normas


(leyes, reglamentos, decretos, órdenes ministeriales, etc).

B) Fin de la vigencia de las leyes

Las normas dejan de tener vigencia cuando desaparecen como tales


del ordenamiento jurídico. La cesación de los efectos de las normas puede
tener lugar por dos motivos:

1º.- Por caducidad de la norma, que se produce:

-Cuando la ley nació con un plazo predeterminado de vigencia y dicho


plazo ya ha transcurrido.

-Cuando la ley se dictó en atención a una determinada situación que


posteriormente ha desaparecido (ej. una guerra, una epidemia).

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2º.- Por derogación de la norma

El artículo 2-2 del CC establece que "Las leyes sólo se derogan por
otras posteriores. La derogación tendrá el alcance que expresamente se
disponga y se extenderá siempre a todo aquello que en la ley nueva,
sobre la misma materia sea incompatible con la anterior. Por la simple
derogación de una ley no recobran vigencia las que ésta hubiere
derogado".

Atendiendo a dicho precepto, caben las siguientes formas o


modalidades de derogación de una ley anterior:

-Derogación expresa determinada: Cuando el legislador, a través


de una nueva ley, determina expresamente lo que constituye objeto de
derogación ( ejemplo: queda derogada la ley de 27 de octubre de 2001; o
quedan derogados los artículos 20 a 25 del Código Civil).

-Derogación expresa indeterminada: Cuando el legislador


manifiesta expresamente su voluntad derogatoria pero no determina de
manera concreta cuáles sean las disposiciones derogadas, sino que se
limita a referirse a ellas con una fórmula amplia (por ejemplo: "quedan
derogadas cuantas leyes y disposiciones se opongan a la presente ley").
Requiere una labor de búsqueda e interpretación muy delicada.

-Derogación tácita: Se entiende que concurre este tipo de derogación


cuando la ley nueva, sobre una misma materia, resulta incompatible con
la ley anterior. La derogación tácita puede ser total o parcial, como la
expresa, y plantea problemas de interpretación importantes. Habrá que
estar al texto de la nueva ley, a la finalidad de su dictado, etc.

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Por último el Código Civil señala que "por la simple derogación de una
ley no recobran vigencia las que ésta hubiera derogado".

Esto quiere decir lo siguiente:

- La ley X, al entrar en vigor, derogó a la Ley B

- La Ley X es posteriormente derogada por la Ley A

- La derogación de la Ley X no hace que vuelva a regir la Ley B que


quedó derogada al entrar en vigor la Ley X

- Pero es posible que la Ley A restaure la vigencia de la Ley B

8. Los cambios legislativos y el derecho transitorio.


Retroactividad e irretroactividad.

Los cambios o modificaciones legislativas y, en general, la sustitución


de una ley anterior por otra posterior, plantea el problema de decidir por
cuál de las dos legislaciones, la antigua o la nueva, han de regularse los
actos realizados y las situaciones creadas o nacidas bajo la vigencia de la
antigua ley cuyos efectos todavía persisten al entrar en vigor la nueva
ley.

Este problema es el que tratan de resolver las normas de derecho


transitorio.

A) Retroactividad e irretroactividad de la ley nueva

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Se dice que la ley nueva es retroactiva cuando se aplica a los actos
realizados y las situaciones creadas o nacidas bajo la vigencia de la
antigua ley.

Se dice que la ley nueva es irretroactiva cuando sólo se aplica a los


actos que se realicen y a las situaciones que se creen o que nazcan
después de su entrada en vigor.

El criterio de la irretroactividad aparece como una exigencia de justicia


y del principio de legalidad, sobre todo cuando se trata de leyes penales o
de leyes sancionadoras. No es posible castigar o sancionar un
determinado acto que no era punible o sancionable cuando se produjo,
aunque una ley posterior a su realización lo venga a considerar punible
(por ejemplo, no era delito casarse dos veces y alguien lo hace; después
de haberlo hecho se dicta una nueva ley que castiga como delito de
bigamia al que se casa dos veces; la nueva ley no se aplica con carácter
retroactivo ). Por eso el artículo 1-1 del Código Penal señala que no será
castigada ninguna acción u omisión que no esté prevista como delito por
ley anterior a su perpetración.

Pero si bien es cierto que en los anteriores casos la retroactividad de la


norma conduciría a consecuencias injustas, también es cierto que hay
otros casos en que la injusticia se produciría si existiera una absoluta
irretroactividad de la ley nueva. El ejemplo recurrente es el de una ley
nueva que abole la esclavitud en un determinado País. Sería injusto que
de la abolición de la esclavitud sólo se beneficiaran los que nacieran de
hijos de esclavos después de la entrada en vigor de la ley, pero no los que
ya fueran esclavos cuando entró en vigor, que deberían seguir siéndolo
hasta su muerte.

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B) Retroactividad e irretroactividad en el Código Civil y en la
Constitución española de 1978

El artículo 2-3 del Código Civil recoge como regla general la de


irretroactividad de las leyes. Por eso establece que "las leyes no
tendrán efecto retroactivo, si no dispusieren lo contrario".

Regla general: Irretroactividad de las leyes.

Excepción: La retroactividad. Si la ley nueva establece que tendrá


carácter retroactivo a actos realizados y situaciones creadas antes de su
entrada en vigor, habrá que estar a lo que establezca.

La excepción, es decir, la posibilidad de que las leyes tengan carácter


retroactivo, tiene unos límites en la propia Constitución de 1978. Esos
límites se encuentran en el artículo 9-3, que garantiza "la
irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o
restrictivas de derechos individuales".

El principio de irretroactividad así consagrado en la Constitución opera


a favor de los derechos de los ciudadanos, es una consecuencia del
principio de seguridad jurídica y constituye un límite del poder legislativo,
que no podrá disponer en ningún caso que una norma sancionadora no
favorable o restrictiva de derechos individuales tenga carácter retroactivo.
A sensu contrario, lo normal será que una norma sancionadora favorable
tenga siempre efectos retroactivos, lo que es muy frecuente en las
normas de reforma penal que resulten más favorables al reo.

Por último decir que la retroactividad puede ser expresa o tácita.

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La retroactividad es expresa cuando se consagra de esa forma en la
nueva norma.

La retroactividad es tácita cuando cabe deducirla del espíritu y


finalidad de la norma. Así, por ejemplo, se considera que tienen
retroactividad tácita las normas meramente interpretativas de una
disposición anterior, o las de carácter complementario de una norma
también anterior.

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