Está en la página 1de 8

Planeta oceano.

qxp 24/07/2009 13:54 PÆgina 9

AUTORES CIENTÍFICO-TÉCNICOS Y ACADÉMICOS

Planeta Océano
Antonio Rincón Córcoles

Cuán inadecuado es llamar al planeta Tierra, cuando en realidad es Océano


Arthur C. Clarke

M ares y océanos ocupan aproximadamente el 71% de la superficie


terrestre. El promedio de su profundidad se ha estimado en unos
3.800 metros. Por lo tanto, en la inmensa depresión de las cuencas
oceánicas se acumula una ingente masa de agua salada cuyo volumen
podría cifrarse en torno a 1.300 millones de metros cúbicos. Estas frías
cifras no recogen, sin embargo, la faceta fundamental de las aguas
oceánicas: ellas fueron el caldo de cultivo primordial en el que emer-
gió y se desarrolló la primera vida, y aún hoy guardan la clave para la
perpetuación de la diversidad biológica del planeta.

El ser humano es un animal terrestre. Acaso por ello no valore con


justeza la importancia de los océanos para su vida, devenir y evolu-
ción. Tal vez también porque los mares albergan parte de lo que es
aún ignoto, o mal conocido, para la ciencia. Así como algunos miste-
rios de la naturaleza y buena parte de la vida silvestre que aún pervi-
ve sobre la faz terrestre. Fosas abisales, inmensas cordilleras y cañones
submarinos, un inacabable lecho oceánico cubierto de gruesas capas
de fango y seres de formas insospechadas, no por conocidos menos
sorprendentes: praderas de posidonias batidas por las aguas, inteli-
gentes cefalópodos tentaculares, organismos planctónicos de singular
y microscópica belleza, peces cavernarios dotados de su propia luz,
corales pétreos y algas a la deriva sobre la superficie acuática no son
sino un breve muestrario de una infinidad de posibilidades.
Los océanos son esenciales como reguladores del clima, el estado
de la atmósfera y los ciclos geológicos no sólo de las cuencas marinas,
sino también de los continentes emergidos. En su composición inter-
viene, por ejemplo, uno de los gases de mayor efecto en el cambio cli-
mático en curso: el dióxido de carbono. Los informes internacionales,
como el del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC, por

9
Planeta oceano.qxp 24/07/2009 13:54 PÆgina 10

ACTA
Planeta Océano

sus siglas en inglés), han advertido desde hace déca- dinámicos. Territorios como las Maldivas y varios
das de las devastadoras consecuencias derivadas del estados insulares del Pacífico han lanzado llama-
ascenso de la temperatura media del planeta sobre mientos internacionales para recordar que está en
múltiples aspectos del desarrollo humano en forma juego su existencia misma, ante el riesgo de quedar
de sequías, inundaciones y alteraciones de los ciclos sumergidos bajo las aguas en unas décadas. En algu-
seculares de las temporadas de lluvias. Además, el nos se han desarrollado incluso planes de realo-
incremento de apenas unos grados en la temperatura jamiento de la población en territorios y países veci-
de las aguas oceánicas haría a éstas liberar ingentes nos, como Australia.
cantidades del dióxido de carbono que contienen
disuelto, con el consiguiente factor multiplicador Con todo, estos fenómenos no son en absoluto
sobre el efecto invernadero. nuevos en la historia de nuestro planeta. En su trans-
curso se han sucedido traumáticas extinciones masi-
Una parte notable de la multiplicidad de microorga- vas de especies, de las cuales surgieron otras nuevas
nismos, plantas y animales que acogen estas aguas en (los mamíferos, tras la desaparición de los grandes
su seno está amenazada por el cambio climático y la reptiles hace 65 millones de años) que alcanzaron,
modificación del entorno producida en los dos últimos aun sea temporalmente, la cima de la eficacia evolu-
siglos. El informe publicado a mediados de 2009 por la tiva. Los grandes periodos glaciares coincidentes con
Unión Internacional para la Defensa de la Naturaleza la prehistoria humana supusieron una retirada de las
(UICN) arrojaba una proyección sombría sobre el pre- aguas de los mares, que se concentraron en extensas
sente y el futuro de numerosas especies biológicas: unas placas heladas hasta zonas hoy templadas del plane-
16.900 se hallaban en peligro de extinción, mientras ta. Tras el término del último periodo glaciar se cerra-
que 1.160 podían considerarse ya desaparecidas. ron, anegadas por las aguas oceánicas, rutas de trán-
sito de la especie humana como la que sirvió para
Las especies acuáticas no salían bien paradas del poblar América desde Asia a través del estrecho de
informe. En sus páginas se desgrana que el 38% de Bering.
los peces se encuentran amenazados en Europa, y el
28% en el África oriental. Además, numerosas espe- En todos estos episodios, los océanos se han
cies marinas se enfrentan a una pérdida irreversible reservado un papel protagonista en la configuración
motivada por cinco factores principales: la sobrepes- de la geología, la biología y la historia. Así lo recogen
ca, el cambio climático, la extensión de las especies los mitos más antiguos de la humanidad, uno de los
invasoras a nuevos hábitats, el desarrollo económico cuales, el del diluvio universal, no sólo se sitúa entre
y urbano de las costas y la contaminación. Entre los los más extendidos sino que ha cobrado una inquie-
animales más amenazados por esta confluencia de tante actualidad. El océano alberga, sin duda, las últi-
factores se sitúan las aves marinas, el 27,5% de las mas regiones incógnitas e inexploradas del planeta.
cuales se halla en peligro de extinción, frente al 11,8% No obstante, los conocimientos y tecnologías de
de las aves terrestres. investigación desarrollados en las últimas décadas
han permitido sacar a la luz, tras tantos milenios de
Los datos esgrimidos por los científicos impresio- sombras, algunos de sus secretos mejor guardados.
nan. Los medios de comunicación se han hecho eco

à
de los mismos, en una labor divulgadora que ha pren-
dido en la conciencia ciudadana. La acción política,
titubeante en ocasiones, parece encaminarse trabajo- Origen y evolución
samente hacia la adopción de medidas que han de de los océanos
conciliar el respeto a la naturaleza con la necesidad
de superar la crisis en que se encuentra sumida la
economía mundial. La industria del ocio, con el cine Ciertamente, la Tierra no surgió de un océano pri-
a la cabeza, ha contribuido con su particular visión no mordial, como sostienen algunos mitos seculares. Las
exenta de tremendismo a difundir la gravedad de la extendidas leyendas de la espuma del tiempo o del
situación. Baste recordar el éxito comercial de la pelí- buceador de extraordinarias potestades engendrado-
cula El día después, de tintes catastrofistas, o el masi- ras tampoco se sostienen hoy en sentido literal. Car-
vo reconocimiento recibido por el documental Una gados con sus complejos instrumentales de medición,
verdad incómoda, impulsado por el ex vicepresidente en las costas, en expediciones oceanográficas o desde
estadounidense Al Gore. la lejanía de los satélites artificiales, los científicos han
hecho acopio de datos y, también, de teorías no siem-
Recurrentemente, en los medios aparecen noti- pre coincidentes sobre el origen y la evolución de los
cias que nos recuerdan que los océanos son entes océanos.

10
Planeta oceano.qxp 24/07/2009 13:54 PÆgina 11

Planeta
Océano

A pesar de todos sus esfuerzos, las hipótesis Otro cambio sustancial acaecido en la naturaleza
modernas acerca de la formación de los océanos no de los océanos provino de la intervención de los pri-
pueden considerarse concluyentes. No existe un meros seres vivos. Los vegetales verdes del mar, sur-
modelo que desvele definitivamente todas las incóg- gidos en épocas muy remotas, convirtieron una parte
nitas, aunque sí varias teorías que bosquejan un cua- del dióxido de carbono disuelto en los océanos en
dro descriptivo plausible. Según los modelos astronó- oxígeno por medio de la fotosíntesis. Este oxígeno se
micos y geológicos vigentes, la Tierra se formó hace liberó en grandes cantidades a la atmósfera, y su pre-
unos 4.500 millones de años por la acreción de mate- sencia en la envoltura gaseosa del planeta configuró
rial interplanetario. La dinámica de la rotación-trasla- un nuevo entorno apto para el desarrollo de los orga-
ción del planeta, tributario del Sol, conformó la distri- nismos biológicos aerobios. La composición atmosfé-
bución de sus elementos químicos constituyentes en rica inicial, dominada por la presencia de metano,
varias capas: los elementos pesados, sobre todo el amoniaco y ácido cianhídrico, se alteró radicalmente
hierro, se concentraron en el núcleo central; sobre y derivó en una mezcla de gases de oxígeno, nitróge-
ellos se acumularon los materiales menos densos que no, dióxido de carbono y vapor de agua, entre otros,
configuran el manto; los elementos químicos ligeros lo que hoy llamamos aire.
se dispusieron en la corteza o “piel” del planeta.
Tales procesos condujeron, en definitiva, a un
Esta distribución no ha sido, en modo alguno, entorno terrestre mucho más estable y benigno: el
estática. En un primer periodo marcado por un vulca- vulcanismo decreció y la corteza terrestre (compuesta
nismo terrestre muy activo, desde los conos volcáni- por la parte sólida o litosfera y la líquida o hidrosfe-
cos se eyectaban masivamente los productos resul- ra), siempre cambiante, se hizo a la vez más habita-
tantes de las reacciones químicas que tenían lugar en ble; la atmósfera engrosó y extendió un manto pro-
el interior terrestre. Principalmente vapor de agua y tector frente a la acción intensa de la radiación
dióxido de carbono, los subproductos habituales de ultravioleta solar: la capa de ozono, precisamente hoy
las combustiones químicas, pero también cloruro y amenazada por la agresión de los compuestos cloro-
sulfuro de hidrógeno y otros compuestos ácidos. La fluorocarbonados (CFC) de la industria y el uso
alta temperatura superficial de la Tierra, estimada doméstico. El delicado equilibrio de la atmósfera y los
entonces en torno a 600 ºC, llevaba obligadamente a océanos ha permitido así la proliferación de los seres
todos estos materiales a un estado gaseoso. vivos desde hace miles de millones de años.

à
El ambiente terráqueo era marcadamente inesta-
ble. La radiación ultravioleta de la intensa luz solar
actuaba sobre el vapor de agua para descomponerlo Circulación de las aguas marinas
en sus integrantes esenciales: hidrógeno, que tendía a
escapar al espacio exterior, y oxígeno, que permane- Según algunos cálculos científicos, una variación
ció en el entorno terrestre. Este último, un elemento de apenas un par de grados en la temperatura media
muy reactivo y agente causal de la oxidación, tuvo de los océanos podría inducir cambios sustanciales en
una acción determinante en la modelación de la la circulación de las aguas marinas. Este cambio apa-
superficie y la atmósfera terrestres. rentemente limitado tendría secuelas profundas en los
organismos vivos que habitan en estas aguas, y tam-
Entre tanto, la atmósfera se enfriaba progresiva- bién en la configuración de las costas con consecuen-
mente, hasta alcanzar temperaturas inferiores a 100 °C. cias serias para los asentamientos humanos y el apro-
Las ingentes cantidades de vapor de agua desprendi- vechamiento de los recursos económicos.
das de las reacciones químicas del interior terrestre
comenzaron a adquirir textura líquida y durante Cierto es que las manifestaciones más visibles y
varios millones de años el planeta sufrió lluvias conocidas de la perpetua agitación oceánica son las
torrenciales de gran intensidad. Unas lluvias suficien- olas y las mareas, en permanente escrutinio desde
tes para, acumuladas en las depresiones del relieve, hace milenios por parte tanto de los filósofos como de
conformar un océano primitivo, caliente y ácido, con los meros observadores y, en especial, de los pesca-
altas cantidades de cloruro y sulfuro de hidrógeno. El dores de bajura. Sin embargo, la dinámica de los
suelo marino fue ocupado progresivamente por un mares está regida por fenómenos de mayor calado e
lodo arcilloso sedimentario, el poso resultante de la influencia global: las corrientes oceánicas, en modo
reacción de los compuestos ácidos del agua con las alguno desconocidas para los marinos a lo largo de la
rocas del fondo. La sucesión de estas reacciones ter- historia. En tiempos antiguos, los navegantes se limi-
minó por neutralizar la acidez de los océanos, a los taban a recorrer las costas y rara vez se aventuraban
que dejó como legado una creciente salinidad. en los mares abiertos. Pero en la era de los grandes

11
Planeta oceano.qxp 24/07/2009 13:54 PÆgina 12

ACTA
Planeta Océano

descubrimientos geográficos, que alcanzó su cima trascendencia global. La Circumpolar Antártica pone
entre las potencias europeas desde el siglo XVI, las en conexión las tres grandes cuencas marinas (Atlán-
grandes rutas marítimas siguieron a menudo el tico, Índico y Pacífico) y penetra hasta el fondo oceá-
rumbo de las corrientes oceánicas. nico, a unos 4.000 m de profundidad. La de Hum-
boldt, o del Perú, nace en las latitudes antárticas y
Sustentadas por los principios físicos de la dinámi- asciende por la costa occidental de Sudamérica. Su
ca de fluidos y de la rotación terrestre que determinan excepcional profusión en plancton hace que en esta
también las pautas generales del clima y del compor- región se asiente uno de los caladeros de pesca más
tamiento de la atmósfera, las corrientes oceánicas con- agradecidos del planeta.
forman un ciclo muy definido: la fuerza de los vientos
y el efecto de tal rotación configuran las corrientes de Por su parte, la presencia de corrientes oceánicas
la llamada circulación superficial; los flujos de inter- profundas se explica por movimientos convectivos
cambio de energía (calor) y materia (agua) entre el entre masas de agua de distinta densidad. Evidente-
océano y la atmósfera. Dentro del mismo océano defi- mente, esta diferencia de densidad está provocada
nen la circulación de aguas profundas, conocida cien- por cambios en la temperatura y la salinidad: el agua
tíficamente como termohalina o termosalina. fría pesa más y se acumula en el fondo; la más calien-
Así, las aguas superficiales, hasta unos 100-300 m te “flota” sobre la anterior por encima de una capa
de profundidad, están a merced de los vientos domi- límite denominada termoclina. En determinadas cir-
nantes. El efecto es la formación de “ríos marinos”, cunstancias, este equilibrio se interrumpe y las aguas
bien conocidos por los navegantes, que recorren los superficiales “se hunden” por enfriamiento o por un
océanos en un giro global especialmente perceptible aumento brusco de la evaporación, lo que crea una
en los mares en sus confines occidentales (por efecto corriente de profundidad.
de la rotación planetaria). Por ejemplo, los navegan- Un ejemplo de corriente profunda se aprecia en
tes que viajaban desde Europa al recién descubierto los mares de Noruega, Groenlandia y el Labrador. Es
continente americano seguían corrientes ecuatoriales la llamada agua profunda noratlántica, ligada a la
que impulsan el agua a una velocidad de unos dos corriente del Golfo. Este río submarino discurre a
nudos (más de un metro por segundo) en el sentido entre 2 y 3 km bajo la superficie y es semejante al
propicio. “agua profunda antártica”, de principios similares y
Otras dos corrientes superficiales, la del Golfo, en originada en las regiones polares australes, en los
el océano Atlántico, y la de Kuroshio, en el Pacífico, mares de Weddell y Ross.
tienen una importancia vital en el desarrollo humano El modelo establecido en torno a estos descubri-
en el hemisferio norte. Sin la primera, la mitad sep- mientos ha permitido elaborar un patrón general que
tentrional de Europa se vería azotada por un clima interrelaciona las corrientes profundas y superficiales.
extremo. La húmeda y áspera climatología de Irlanda, Se ha bautizado con el nombre de “cinta transporta-
Gran Bretaña o Noruega es, con todo, bonancible dora”. El agua superficial de las regiones ecuatoriales
gracias a la corriente del Golfo que llega desde las y tropicales, calentada por la radiación solar y más
aguas tropicales de América. En su ausencia, estos salina por el fenómeno de la evaporación, cursa hacia
territorios serían páramos helados semejantes a Terra- el norte por la circulación general de los océanos. Al
nova o Groenlandia. alcanzar las regiones polares se enfría y se adensa,
Uno de los temores expresados por los científicos con lo cual se proyecta hacia el fondo a un ritmo de
procede de la posibilidad de que el cambio climático diez a quince millones de metros cúbicos por segun-
perturbe de manera traumática la circulación de esta do. Abastece así a ríos oceánicos situados a varios
corriente: así, paradójicamente, el calentamiento glo- kilómetros de profundidad que discurren hacia las
bal podría percibirse en sus fases iniciales como un zonas calientes del planeta para reiniciar un ciclo que
nuevo periodo glacial en el noroeste de Europa. Un tarda varios siglos en completarse.
efecto benéfico similar se asocia a la corriente de
Kuroshio que, también llamada del Japón, cursa
hacia el nordeste desde las islas Filipinas y asciende
por la costa oriental japonesa antes de unirse a la
corriente del Pacífico Norte, una masa fría de agua en
à Los océanos y el clima
El fenómeno de “cinta transportadora” de la cir-
movimiento, rica en plancton.
culación de las aguas oceánicas posee una influencia
El planeta es recorrido por otras corrientes super- trascendental en la regulación del clima a escala pla-
ficiales de menor resonancia histórica pero no menos netaria. En términos de dinámica de fluidos, la

12
Planeta oceano.qxp 24/07/2009 13:54 PÆgina 13

Planeta
Océano

atmósfera actúa como un gran reservorio de oxígeno, una orografía singular, excepcionalmente árida e
mientras que los océanos se comportan como inmen- incluso desértica. Las moles andinas impiden la llega-
sos depósitos de dióxido de carbono disuelto (amén da del aire húmedo de las selvas amazónicas, y la
de otras muchas sustancias, naturalmente). La inter- corriente marina de Humboldt que recorre sus costas
acción atmósfera-océanos adquiere una importancia desde la región antártica actúa como una barrera cli-
de primer orden en el devenir climático. En concreto, mática que dificulta la llegada de precipitaciones. No
los mares actúan como moderadores del clima, al ha de sorprender, por tanto, que el chileno desierto de
atemperar las variaciones térmicas del aire de la Atacama se haya significado como el lugar con menor
atmósfera. La experiencia cotidiana así lo demuestra: índice pluviométrico del planeta.
las temperaturas siempre son más benignas en entor-
nos próximos al mar, aun a costa de un incremento La pobreza agrícola que se asocia a esta situación
de la humedad relativa que influye en la sensación se ve compensada por la enorme riqueza pesquera de
térmica amplificando las percepciones del frío y el las costas del oeste sudamericano. Con temperaturas
calor. entre 5 y 10 ºC por debajo de lo que les corresponde-
ría y una extraordinaria riqueza en fosfatos y nitratos
En esencia, el océano absorbe y desprende el procedentes del suelo marino, estas aguas contienen
calor con mayor lentitud que la tierra emergida. una enorme abundancia de plancton y atraen a nume-
Como resultado, el clima junto al mar es comparati- rosas especies de peces y colonias de aves. Ahora bien,
vamente lluvioso y dulce. Las brisas marinas templan este ecosistema experimenta variaciones cíclicas de
la canícula en verano y ayudan a elevar las tempera- gran intensidad. Como observaron ya en el siglo XIX los
turas en invierno. En definitiva, los mares calientan la pescadores de la zona, en ocasiones la corriente oceá-
atmósfera cuando está fría y la refrescan cuando se nica fría desde el sur no alcanzaba a formarse y era sus-
calienta. Evidentemente, el escenario descrito es una tituida por otra cálida llegada desde el ecuador. En
simplificación de un panorama notablemente más tales condiciones, las extensiones de plancton mengua-
complejo. La atmósfera y la hidrosfera se comportan ban extraordinariamente, con gran perjuicio para
como un todo integrado que aloja un conjunto muy peces, aves y pescadores. La coincidencia del fenóme-
extenso de interacciones e intercambios de energía y no con la llegada de la Navidad austral explica el nom-
materia. bre coloquial de El Niño por el que se conoce.
A escala local, los ciclones y huracanes que azotan Hoy en día, El Niño se entiende como la manifes-
regularmente las costas del Caribe y el golfo de Méxi- tación local de un episodio climático y cíclico de natu-
co y los tifones del este asiático son manifestaciones raleza más global. Los vaivenes de las condiciones
extremas de las consecuencias asociadas a estos inter- meteorológicas navideñas en el oeste de Sudamérica
cambios. No en vano, estas gigantescas borrascas se han relacionado con alteraciones del clima en luga-
atmosféricas desfallecen cuando penetran tierra res muy distantes. La parte antagónica del ciclo, en la
adentro, donde dejan de nutrirse de su fuente primi- que las aguas del Pacífico tropical americano se enfrían
genia: su interacción con el mar. bruscamente junto con las masas de aire atmosférico
aledañas, se ha dado en conocer como La Niña.
Al efecto general descrito de atemperación del
clima se suman circunstancias locales derivadas de la Los meteorólogos han establecido una interesante
posible proximidad de corrientes oceánicas. Ya se ha relación entre el fenómeno de El Niño-La Niña y los
dicho que los países afectados por las corrientes del ciclos de los monzones en el extremo opuesto del
Golfo, en Europa occidental, o de Kuroshio, en el océano Pacífico, el Asia meridional. Las lluvias mon-
sudeste asiático, ven moderadas sus temperaturas. En zónicas se deben a un calentamiento de la cuenca del
América, en las últimas décadas se ha estudiado de océano en la franja ecuatorial, que provoca que las
cerca el comportamiento de un fenómeno denomina- masas fluidas calentadas se desplacen hacia el Asia
do El Niño, que afecta principalmente al oeste del sudoriental y descarguen en copiosas precipitaciones.
continente sudamericano y que influye de modo Como contrapartida, las costas sudamericanas del
determinante en los ciclos de lluvias y sequías de Pacífico reciben aire seco y frío, dado que la coopera-
lugares muy alejados en el globo terráqueo. ción de los vientos reinantes las priva de disfrutar del
aire húmedo y cálido que se desplaza hacia Asia. Sig-
Este fenómeno se aprecia en su mayor magnitud nificativamente, el nivel medio del océano en el sud-
en una región geográfica peculiar: la estrecha franja este asiático es unos 45 cm superior al medido en el
de terreno que se extiende por Sudamérica al oeste litoral pacífico sudamericano: es como si el agua de
de la cordillera de los Andes. Estos parajes, aun baña- esta gran cuenca oceánica fuera empujada global-
dos por las aguas del Pacífico occidental, muestran mente hacia Asia.

13
Planeta oceano.qxp 24/07/2009 13:54 PÆgina 14

ACTA
Planeta Océano

El fenómeno de El Niño altera de forma sustancial emergen de las profundidades submarinas, o las
estas pautas de comportamiento. Su aparición blo- sacudidas sísmicas que, en ocasiones, son responsa-
quea temporalmente la circulación de los vientos ali- bles de tsunamis tremendamente devastadores.
sios, con lo que llueve abundantemente en el oeste
sudamericano a la vez que disminuyen el plancton y La diversidad geológica de los fondos marinos es
la riqueza piscícola. Episodios de El Niño muy viru- conocida desde fechas relativamente recientes. Antes se
lentos, como los que tuvieron lugar en los periodos pensaba que el lecho oceánico era esencialmente
1982-83 y 1997-98, provocaron pobreza, hambru- plano, creencia que se perpetuó hasta los primeros
nas, revueltas sociales e incluso brotes de cólera en avances de la cartografía submarina desde la invención
zonas rurales de Ecuador, Perú y Chile. Al mismo del sónar o ecosonda. Las dos grandes guerras mundia-
tiempo, en el sudeste de Asia la temporada monzóni- les de 1914-18 y 1939-45 impulsaron, con las acciones
ca fue anormalmente seca y proliferaron incendios bélicas de los submarinos, la tecnología del sónar hasta
devastadores en Australia, Indonesia y otros lugares. extremos insospechados escasos años antes. El uso pos-
En este mismo sentido, los ecos de El Niño se han terior de sondas, expediciones oceanográficas especiali-
detectado, con menor magnitud, en el África subsa- zadas y, en las últimas décadas, la observación median-
hariana, Norteamérica y Europa occidental. te satélites artificiales han puesto al descubierto un
paisaje submarino de extraordinaria variedad.

à El relieve oceánico
Los grandes rasgos orográficos de las cuencas
Por ejemplo, del estudio sistemático de las profun-
didades marinas se desprende que las dorsales oceá-
nicas distan de ser fenómenos aislados. No sólo son
las más extensas cadenas montañosas del planeta.
oceánicas no difieren sustancialmente de los observa- Además, constituyen un sistema que recorre todas las
dos en las tierras emergidas. La corteza en las regio- cuencas oceánicas, conectado entre el Atlántico y el
nes submarinas está conformada por una sucesión de Índico doblando el cabo de Buena Esperanza y,
placas semirrígidas que se mueven continuamente desde allí, dividido en dos ramas, se prolonga hasta el
sobre el lecho fluido del manto terrestre. El movimien- golfo de Adén y confluye con la gran falla del Rift afri-
to de estas placas sigue las pautas del modelo de la cano, por una parte, y avanza hasta Australia y Oce-
tectónica de placas que explica la deriva de los conti- anía para alcanzar las costas occidentales de América
nentes. Según la geología moderna, existen unas del norte y del sur.
veinte de estas placas que no cesan de moverse den- En conjunto, estas dorsales centro-oceánicas tienen
tro del equilibrio dinámico terrestre, para alejarse o una longitud global superior a los setenta mil kilóme-
acercarse mutuamente y provocar, con sus roces, los tros de cordilleras submarinas interconectadas, aun
rasgos del paisaje (cordilleras, plegamientos) y los con sus ramificaciones y sus descomunales fallas, y con
movimientos telúricos. alturas medias sobre el suelo oceánico por encima de
Bajo el suelo oceánico, el encuentro entre estas 3.000 metros. Archipiélagos volcánicos distantes de los
placas provoca asimismo la elevación del terreno en continentes, como las Azores, la isla de Santa Elena (en
las denominadas dorsales oceánicas, ubicadas por lo la que murió Napoleón Bonaparte en el destierro),
común en regiones de intensa actividad sísmica y vol- Islandia y Hawai, son las cumbres convulsas de estas
cánica. En la proximidad de las costas emergidas se extensas cordilleras en sus puntos de máxima altitud.
alzan los márgenes continentales, o prolongaciones de No en vano, las crestas de las dorsales oceánicas están
los continentes anegadas por el mar. Estos márgenes atravesadas por profundas fallas que recogen intensos
terminan abruptamente en una pendiente acusada, o episodios telúricos. Por las costuras de estas crestas se
talud continental, que da paso a las extensísimas lla- expulsa continuamente magma procedente del interior
nuras que, monótonas y homogéneas, configuran terrestre, de manera que la lava emergida se enfría y
buena parte de las cuencas oceánicas abisales. Los solidifica a la vez que la corteza antigua se separa a los
buceadores que se aventuran hasta el fin de la plata- dos lados de la dorsal a razón de unos centímetros al
forma continental describen el talud como un inmen- año. La actividad geológica en estas regiones submari-
so precipicio submarino que da paso al vacío, a un nas es, así, muy intensa.
gran e inacabable abismo que se abre bajo sus pies.
Un elemento orográfico genuino de las dorsales
Por un fenómeno de sedimentación, el lecho oce- oceánicas procede de las denominadas grietas hidro-
ánico se halla cubierto de descomunales acumulacio- termales, unos manantiales submarinos de agua
nes de restos minerales y biológicos. No faltan tampo- caliente surgidos como consecuencia del sistema de
co en el seno de los océanos los volcanes que tectónica de placas. La secuencia de acontecimientos

14
Planeta oceano.qxp 24/07/2009 13:54 PÆgina 15

Planeta
Océano

es sencilla: en las crestas magmáticas de las cordille- que respondiera a una pregunta un tanto enigmática:
ras submarinas y otros lugares semejantes de alta acti- ¿cuánto mide la costa de Bretaña? En su argumenta-
vidad sismovolcánica se dan periodos ocasionales de ción, Mandelbrot aplicaba diversas ópticas de aproxi-
calma geológica durante los cuales el agua de mar mación, que lo llevaban desde los mapas de satélite
penetra en las hendiduras del fondo marino. Esta que trazaban líneas costeras casi lineales a la visión
agua se calienta muy rápidamente al contacto con el de las menores anfractuosidades de las rocas. Este
magma y reemerge por la grieta como una fumarola ejemplo le servía de introducción al concepto de frac-
sulfurosa a una temperatura que puede alcanzar tal, una descripción novedosa de la realidad según
350 ºC. Las zonas circundantes son asiento de una dimensiones fraccionarias basada en la propiedad de
flora y una fauna muy especiales que merecen una autosimilitud, por la cual cada una de sus divisiones
atención detenida de la comunidad científica acerca o agregaciones de un objeto produce otros de su
de la supervivencia de los organismos en condiciones misma naturaleza. Los fractales fueron descritos por
ambientales extremas. Mandelbrot como “modos de ver lo infinito con los
ojos de la mente”.
A las profundidades a que tienen lugar estos fenó-
menos no llega la luz solar, lo que hace imposible la Las irregularidades de las costas bretonas se expli-
fotosíntesis. En vez de algas fotosintéticas, unas bac- can en parte por la impetuosidad de las mareas del
terias del azufre perviven consumiendo los compues- Atlántico. Es bien conocido el ejemplo del Mont-
tos sulfurosos y se sitúan como base de la cadena ali- Saint-Michel, en los confines de Bretaña, cuyo pro-
menticia. En la pirámide trófica sustentada en estas montorio queda aislado del continente cuando las
bacterias prosperan extrañas comunidades de gusa- aguas de las mareas cubren el istmo que lo une. Al sur
nos tubícolas gigantes, mejillones, cangrejos, almejas de la región bretona, en el golfo de Morbihan, abun-
y quisquillas. No obstante, estos ecosistemas son muy dan ejemplos semejantes de penínsulas-islas según la
frágiles, dado que el mínimo cambio en las condicio- hora del día.
nes geológicas da al traste con la pervivencia de las
bacterias esenciales y, con ellas, de toda la comuni- En sus proximidades proliferan asimismo los yaci-
dad animal dependiente de ellas. En prospecciones mientos arqueológicos. El de la localidad de Carnac,
submarinas se han encontrado verdaderos cemente- con sus espectaculares alineaciones de menhires, es
rios de valvas de almejas y abundantes galerías prac- sólo el más conocido entre ellos. Lo cierto es que toda
ticadas en el terreno por gusanos tubícolas ya desapa- la región está salpicada de dólmenes, menhires y
recidos. cairns, monumentos megalíticos de extraordinaria
majestuosidad. Algunos de ellos se alzan en islas y
Grandes fosas oceánicas que se sumergen hasta junto a las costas. Uno, al menos, permanece semisu-
profundidades abisales de más de siete kilómetros mergido en las aguas al albur de las mareas.
también acogen extraños seres vivos, muchos de ellos
dotados de sistemas de bioiluminación para orientar- En las visitas guiadas a los monumentos se insiste
se en la más completa oscuridad. Los fondos oceáni- en una idea: los dólmenes y demás megalitos erigidos
cos están recorridos ocasionalmente por gigantescos por las poblaciones prehistóricas del occidente euro-
cañones submarinos ante los cuales palidecería el tan peo coronaban las colinas del territorio como las
célebre del río Colorado. No obstante, la inmensidad actuales iglesias y ermitas de los pueblos. Signo de
de los océanos cuenta en su suelo con inacabables religiosidad, pero también de identificación tribal, de
llanuras sedimentarias sin apenas signos orográficos orientación comunitaria. Hoy sus hitos, muchos
de interés y prácticamente desprovistas de vida. Tan derrumbados por la mano del hombre, se levantan en
sólo los márgenes o plataformas continentales rebo- un paisaje muy modificado, hundido bajo las aguas
san de vida. La imposibilidad de que la luz solar que ascendieron notablemente desde el fin de la últi-
penetre a más de unos centenares de metros bajo la ma glaciación. Las costas han retrocedido varios kiló-
superficie excluye la viabilidad de los grandes ecosis- metros desde los tiempos de aquellos nuestros ante-
temas biológicos a partir de cierta profundidad. pasados prehistóricos.

à
Así, buena parte de la plataforma continental
junto al entorno costero no es sino continente
¿Cuánto mide la costa de Bretaña? sumergido. Y el ser humano ha convivido con esta
magna modificación de la delimitación de la fronte-
El matemático de origen polaco Benoît Mandel- ra entre tierra y mar. Todo un presagio de las posi-
brot publicó en 1975 una obra científica llena de poe- bles consecuencias del calentamiento global en
sía: Los objetos fractales. En ella tentaba al lector a curso del planeta.

15
Planeta oceano.qxp 24/07/2009 13:54 PÆgina 16

ACTA
Planeta Océano

à
La llamada comunidad intermareal se distribuye
desde la marca de la pleamar hasta las aguas coste-
La vida acuática ras. Finalmente, la comunidad sublitoral vive más allá
de las zonas de marea, entre 150 y 4.000 metros. La
Según las estimaciones científicas, la vida en la profundidad inferior a 4.000 metros corresponde a
Tierra apareció en los mares primordiales hace casi los seres abisales, de morfologías y estructuras extra-
4.000 millones de años. Una antigüedad nada desde- ñas para resistir en un ambiente de enormes presio-
ñable sabiendo que la Tierra se formó hace unos nes y completa oscuridad.
4.600 millones. Los primeros seres fueron organismos
unicelulares de tipo bacterias y cianobacterias de los Sería imposible recoger aquí una muestra, aun
que, conforme a la teoría de la evolución vigente, fuera mínima, de los pobladores de los mares. Desde
evolucionaron todos los demás organismos vivos del las dorsales oceánicas a los arrecifes coralinos, de las
planeta. Hicieron falta 2.000 millones de años para fosas abisales a la zona intermareal, microorganismos,
que aparecieran las primeras células eucariotas, con algas, invertebrados, peces, reptiles y mamíferos se
la estructura típica de un núcleo rodeado por una extienden por doquier por los océanos. La presión de
membrana. Hace unos 420 millones de años, las pri- la pesca y la degradación ambiental sitúan a muchos
meras plantas comenzaron a colonizar las tierras de ellos en situaciones preocupantes, a veces críticas,
emergidas. Poco después, pasaron al territorio firme en lo relativo a su supervivencia. Aun así, las extensio-
los primeros artrópodos y, hace unos 360 millones de nes oceánicas siguen acogiendo la mayor diversidad
años, los vertebrados. Hoy en día puebla mares y tie- biológica de vida silvestre de todo el planeta.
rras una infinidad de microorganismos, plantas y ani-
males. Los océanos, con sus paisajes incógnitos y sus
moradores imposibles, han cautivado la imaginación
En los mares se distinguen dos grandes sistemas de la humanidad desde sus albores. Baste recordar a
biológicos: pelágico, puramente acuático en el medio uno de los visionarios más celebrados de la historia
marino, y bentónico, asociado al suelo firme de los de la literatura, Julio Verne. En las evocadoras pági-
océanos. Las comunidades biológicas son más abun- nas de su obra Veinte mil leguas de viaje submarino,
dantes por encima de la plataforma continental, en las fantasiosas y anteriores a la exploración de los fondos
cercanías del litoral terrestre. Allí proliferan los nutrien- oceánicos, se describen bosques junto a praderas “de
tes, en buena parte materiales disueltos de la erosión arena ardiente, sembradas de impalpable polvo de
y arrastre desde el continente, a menudo desde las moluscos”. Sirva como cierre y homenaje el siguien-
desembocaduras de los ríos. La penetración de luz te párrafo tomado del libro que narra las correrías
solar que hace posible la fotosíntesis (el 90% de la cual subacuáticas del capitán Nemo:
tiene lugar dentro de los océanos) es también mayor
en zonas relativamente superficiales de los océanos, lo «Observé que todas esas producciones del reino
cual favorece el desarrollo de la vida. Por debajo de vegetal se fijaban al suelo muy superficialmente. Des-
200 metros, la luz prácticamente se extingue. provistas de raíces, indiferentes al cuerpo sólido de
Sobre este sustrato se cimenta la cadena trófica de arena, conchas, caparazones de moluscos o piedras
los mares. Seres diminutos, como los que se agrupan como soporte, estas plantas no piden más que un punto
en el plancton (vegetal o fitoplancton, y animal o zoo- de apoyo, no la vitalidad. Estas plantas no proceden
plancton), sirven de base al alimento de otros orga- sino de sí mismas, y el principio de su existencia está en
nismos más complejos dentro del sistema pelágico. el agua que las sostiene y las nutre. En su mayor parte,
Los organismos planctónicos, o “flotantes”, que care- en vez de hojas formaban unas laminillas de aspectos
cen de medios propios de locomoción y se dejan caprichosos, circunscritas a una gama restringida de
arrastrar por las corrientes, se contraponen al necton, colores, apenas rosa, carmín, verde claro, oliváceo, rojo
u organismos “nadadores”: peces, mamíferos, reptiles oscuro y marrón. Allí vi, pero no disecadas como en las
y otros animales capaces de desplazarse por sus pro- vitrinas del Nautilus, las padinas o pavonias, desplega-
pios medios y con órganos especializados para buscar das en abanicos que parecían solicitar la brisa; ceramias
su sustento, a menudo plancton y otros organismos escarlatas; laminarias que alargaban sus retoños comes-
nectónicos. tibles; nereocísteas filiformes y onduladas que se expan-
dían a unos quince metros de altura; ramos de acetabu-
Por su parte, en el sistema bentónico existen seres larias cuyos tallos crecen por el vértice, y otras muchas
especializados para la supervivencia en las zonas de plantas pelágicas, todas sin flores. “Curiosa anomalía,
marea que, aunque no viven estrictamente dentro del extraño elemento, ha dicho un ingenioso naturalista, en
agua, dependen de este elemento para su existencia. el que florece el reino animal y no el vegetal”.»

16

También podría gustarte