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Paratetis, el mayor lago de todos los tiempos

Miles de especies de microorganismos y algunos mamíferos


marinos en miniatura hoy extintos proliferaron en el que fue el lago
más grande de la historia de nuestro planeta. Pero con la
desaparición de Paratetis, la Tierra cambió para siempre.

Reconstrucción paleogeográfica del mega lago Paratetis durante el Mioceno tardío (foto: Dan Palcu
et al).

Héctor Rodríguez
Editor y periodista especializado en ciencia y naturaleza

Poco se habla de los mares y océanos. Como seres terrestres que desempeñan la mayor parte
de su actividad en tierra firme, es lógico que centremos nuestra mirada en el suelo que
pisamos. Sobre la evolución de los continentes y el movimiento de las placas tectónicas han
corrido ríos de tinta. Puede suponerse un raro hecho que hoy en día el lector medio no haya
escuchado hablar sobre la Pangea, o sobre cómo el desplazamiento de las grandes masas de

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tierra sobre el manto de nuestro planeta a lo largo de millones de años ha otorgado a la Tierra
sus múltiples configuraciones y sobre cómo éstas han condicionado la vida en la Tierra.
Sin embargo, más allá de las masas terrestres emergidas, como si del negativo de una
fotografía se tratara, estos movimientos continentales también han dado lugar a grandes
cambios en lo que a la distribución de las grandes masas de agua de nuestro planeta se refiere.
Nos jactamos de vivir en un planeta llamado Tierra, pero al final del día habitamos en un
mundo azul dominado por el agua, fundamento y condición indispensable para la vida, por
lo que hoy dedicamos estas líneas al que fuera el mayor lago de agua dulce en la historia de
nuestro mundo: hablaremos de Paratetis, de su evolución y desaparición, y de cómo esta
segunda cambió para siempre las condiciones en las que desarrolla la vida.

Paratetis: particularidades de un paleolago


Para hablar de Paratetis hemos de remontarnos a comienzos del Mioceno tardío. Hace unos
11.6 millones de años el continente europeo era muy diferente al actual. Al oeste, África y
Europa se encontraban separadas por un archipiélago. Hacia el sur, lo que hoy corresponde
a las zonas de la península de Anatolia y los Balcanes era una masa continua de tierra que
comenzaba a dividirse y separarse dando paso a varios lagos que se convertirían en el
moderno mar Egeo. Mientras, las masas de tierra que hoy conforman la Italia actual se
hallaban esparcidas en un grupo de islas en lo que hoy es el mar Mediterráneo central.

En su mayor extensión, Paratetis se derramó desde los Alpes


orientales hasta lo que hoy es Kazajistán cubriendo de agua más de
2.8 millones de kilómetros cuadrados.

Y es que cuando las placas continentales colisionaron hace aproximadamente 12 millones de


años, no solo levantaron nuevas montañas en Europa, sino que crearon el lago más grande
que el mundo haya conocido. Este vasto cuerpo de agua se llamó Paratetis, que en su mayor
extensión se derramó desde los Alpes orientales hasta lo que hoy es Kazajistán cubriendo de
agua más de 2.8 millones de kilómetros cuadrados. Para hacernos una idea de sus
dimensiones, según se describe en un artículo publicado recientemente en la revista Science
Reports bajo el título Late Miocene megalake regressions in Eurasia, este enorme cuerpo de
agua ocupó un área mayor al actual mar Mediterráneo albergando en su momento de mayor
esplendor hasta 1.77 millones de kilómetros cúbicos de agua: más de 10 veces el volumen de
todos los lagos de agua dulce y salada de la actualidad.

¿Mares de agua dulce o lagos gigantes?


Pese a que Paratetis fue un lago, por su extensión y en analogía con los mares actuales bien
podríamos considerarlo un mar. De hecho, comenzó sus andanzas como tal, conformándose
inicialmente como un mar epicontinental que se formó a principios del Oligoceno, hace unos
34 millones de años, a partir de los remanentes del océano norte de Tetis.

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Sistema estable en el megalago Paratetis (foto: Dan Palcu et al.)

Sin embargo, más allá de su origen, lo que verdaderamente caracterizó a Paratetis fueron los
constantes episodios de inestabilidad hidrológica, desecación, fragmentación progresiva, así
como las constantes variaciones en el aporte y retirada de agua y sedimentos, y con ello de
su salinidad, debido principalmente a la tectónica de placas y a diversos cambios en el
sistema climático.
Así, aunque su cronología, magnitud e impactos todavía están poco documentados, este
colosal lago se caracterizó por varios episodios de inestabilidad volumétrica y desecación
parcial. Como decíamos, en sus comienzos a principios del Mioceno tardío, el antiguo mar
de Tetis se transformó en un mega lago caracterizado por salinidades anomalohalinas, que
generalmente oscilaron entre el 12 y 14 ups. Para obtener una comparación, diremos que los
actuales océanos y mares poseen una salinidad de entre 30 y 35 ups.

Cambio en el clima
Posteriormente diversos cambios en el clima y la tectónica de placas hicieron que el lago se
encogiera drásticamente en al menos cuatro ocasiones durante su vida de aproximadamente
5 millones de años. En uno de los eventos de desecación más acusados, se calcula que los
niveles de agua cayeron hasta 250 metros en tan solo 0.25 millones de años. Durante ese
mayor episodio de contracción, el lago perdió hasta un tercio de su agua y más de dos tercios
de su superficie lo que hizo que la salinidad del agua en la cuenca central del lago, la cual
hoy coincidiría con los contornos del Mar Negro, se disparara hasta alcanzar la salinidad de
los mares actuales.
"Nuestro estudio muestra que los principales episodios de desecación ocurrieron hace entre
9.75 y 7.65 millones de años" explica el paleo-oceanógrafo Dan Palcu, de la Universidad de
São Paulo, autor principal del artículo publicado en Science Reports. "Identificamos cuatro
regresiones principales que se correlacionan con eventos de aridificación, cambios de
vegetación y cambios de fauna en gran parte de Europa", prosigue.

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Sistema durante episodios de desecación parcial en Paratetis (foto: Dan Palcu et al.)

"Nuestras reconstrucciones paleogeográficas revelan que Paratetis se transformó


profundamente durante los episodios de regresión, perdiendo hasta un tercio de su volumen
de agua y aproximadamente el 70% de su superficie durante los eventos más extremos. El
agua restante se almacenó en un lago salado central y en cuencas desalinizadas periféricas,
mientras que vastas regiones de hasta 1.75 millones de kilómetros cuadrados se convirtieron
en tierras emergentes aptas para el desarrollo de paisajes de estepa forestal", añade.

Habitantes de un ecosistema extinto


Único en su naturaleza, y quizá irrepetible hasta nuevamente pasados millones de años en
nuestro planeta, de la misma manera Paratetis desarrolló en su seno una fauna y flora
endémica entre las que se encontraron, por ejemplo, diversos moluscos, ostrácodos e incluso
una especie conocida como Cetotherium riabinini, las ballenas más pequeñas conocidas.
Versiones en miniatura de los actuales delfines y focas bucearon en sus aguas. Sin
embargo, la naturaleza variable y abrupta del lago propició que su historia se viera
acompañada de múltiples crisis biológicas en las que la vida acuática, en el mejor de los
casos, se redujo considerablemente y en las que grupos completos de foraminíferos o
nanoplancton desaparecerían casi por completo.
Sin embargo, no fue la vida acuática la única que se vio afectada. Las constantes retiradas
del lago también propiciaron que, a medida que descendieron los niveles de agua, las costas
recién expuestas se convirtieran en pastizales y puntos calientes para la evolución. De
hecho, el registro fósil muestra que en las áreas ubicadas al norte de Paratetis, antepasados
de las cabras y ovejas actuales pastaron en compañía de antílopes primitivos. Con las diversas

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desecaciones estos animales acabarían migrando para establecerse en África y evolucionar
hasta conformar la biodiversidad actual de sabana africana.
Por otra parte, el destino de aquellas especies que no consiguieron adaptarse no fue tan
halagüeño. Según la cronología establecida por los investigadores, Paratetis se acercó a su
abrupto, aunque apoteósico, final entre hace unos 6.9 y 6.7 millones de años. Según la teoría,
la erosión acabaría creando una salida al mar en su parte sur adoptando la forma de una
impresionante cascada la cual hoy se cree enterrada en las profundidades del mar Egeo. Esta
cascada dio origen a un río que moriría en nuestro mar Mediterráneo, en el que con suerte en
estos momentos te encuentras a sus orillas leyendo este artículo. Y bañándote quizá, en
aquella misma agua, 11 millones de años después.

Referencia:

Rodríguez, Héctor, “Paratetis, el mayor lago de todos los tiempos”, Nacional Geographic
España. 14 de junio de 2021. <https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/paratetis-
historia-mayor-lago-todos-tiempos_17007>. Fecha de consulta 30-sept-22.

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