EVALUACIÓN Y LIMITACIONES PARA UNA ADECUADA GIRH
EN EL PERÚ 2024.
POR: CARRION USTO, GONZALO ALMANSO
1. INTRODUCCION
El objetivo del presente ensayo, es contrastar la
vigencia normativa del principio de la gestión
integrada de los recursos hídricos (GIRH), en el
Perú, dado que existen 03 vertientes, con 159
unidades hidrográficas, distribuidas 62 unidades
hidrográficas en la vertiente del pacifico, 84
unidades hidrográficas en la vertiente del
amazonas, 13 unidades hidrográficas en la
vertiente del lago Titicaca, en un área de 1,285
215,60 km².
Figura N° 1. Mapa de Unidades Hidrográficas
Fuente: Google Earth /
https://www.geogpsperu.com/2020/09/descargar-cuencas-
hidrograficas-del.html
2. DESARROLLO
2.1. Situación actual del Perú, en la GIRH
En la actualidad la provisión del servicio de agua no
beneficia aun a toda la población del país y se
estima que aproximadamente el 10% (3.4 millones)
de peruanos carecen de agua potable y más del
26% (8.3 millones) carecen del servicio de
alcantarillado. Dichas limitaciones se ven en mayor
grado, en la vertiente del pacifico, en donde las
ciudades de Lima y Callao, tienen una brecha del
25% sin acceso a los servicios básicos.
Hace unos meses, el Proyecto GEMI (Monitoreo
Integrado de las Metas de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible-ODS relacionado con el
Agua y Saneamiento), de las Naciones Unidas, en
coordinación con la ANA, elaboró
multisectorialmente una línea de base del Perú.
Para este proyecto tomaron en cuenta cuatro
componentes: entorno propicio (crear condiciones
políticas, normas legales y herramientas de
planificación estratégica), instituciones (roles y
funciones de instituciones u organizaciones),
instrumentos de gestión (herramientas para toma
de decisiones, racionales e informadas) y
financiamiento (recursos disponibles para el
desarrollo de los recursos hídricos y la gestión). El
resultado fue que nuestro país ha
implementado la GIRH en un 29%.
(https://www.sutesal.org/).
¿Entonces, es posible implementar oportuna y
adecuadamente la Gestión Integral de los
Recursos Hídricos en el Perú?, según la ANA, La
GIRH está basada en el uso sostenible y la
gestión eficaz y equitativa del agua para
garantizar la atención de las demandas
multisectoriales (agrarios y no agrarios), y de los
diferentes usos en cantidad, calidad y oportunidad.
(ANA/ Fernández Amarildo, 2020: pág. 16).
2.2. La GIRH y los esquemas fallidos de
intervención estatal.
A pesar que en el Perú, se tiene el ente rector de la
administración del agua (ANA), Ley de Recursos
Hídricos N° 29338 y otros conexos, el problema es
que todos estos esfuerzos normativos e
institucionales se han quedado cortos ante la crisis
de gestión del recurso en nuestras cuencas. Y ello
se debe, en gran parte, a la inadecuada aplicación
del principio de la gestión integrada de los recursos
hídricos que existen en el país, y que de por sí ya
son muchos.
Las normas y políticas oficiales no han logrado
articular las aspiraciones de sostenibilidad, gestión
eficaz, gestión participativa con las prácticas y
dinámicas vigentes localmente. Más bien han
tendido a favorecer a los usuarios más poderosos
en detrimento de principios como la equidad, la
participación y la sostenibilidad en la gestión del
agua.
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Este fracaso, se debe a múltiples razones, entre las
cuales, por un lado, la articulación con las fuerzas
políticas con la población es débil o nula en el Perú,
sobre todo en las partes altas de las cuencas.
Esto contribuye a empeorar la crisis de gobernanza
del agua y revela que la GIRH es, hasta el
momento, un esquema fallido de intervención
estatal.
A ello se suma, que la gestión de recursos hídricos,
inclina el uso de recursos que tienen las cuencas,
en su aspecto económico, por lo que, abriéndose
paso la corrupción, se encuentra presente, lo que
genera consecuencias, de inequidad, no
participación de los actores, entre otros que hacen
que cualquier sistema fracase en su aplicación.
Como se observa, las cuencas tienen diferencias
sociales marcadas, en los actores que viven en la
parte alta, y los que viven en las partes bajas, y
entre los que viven en zonas urbanas y zonas
rurales, diferencias de niveles de ingreso
económico, por lo que, sus intereses y usos del
agua son totalmente diferentes, en cantidad y
calidad.
No obstante, los intereses de las comunidades
tampoco son idénticos. por el contrario, hay
desacuerdos respecto de la delimitación
geopolítica de las tierras y sobre el desarrollo de un
proyecto, la existencia de problemas de
superposición de límites de tierras de las
comunidades campesinas y de los Gobiernos
locales, pues los límites no coinciden entre ellos,
esto se debe a que, los distritos, provincias y
regiones, no tienen delimitación por cuencas, sino
delimitación geográfica.
Figura N° 2. Violencia en Apurímac: Dos muertos y mas
de 60 heridos, conflictos territoriales
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=T-Ur6SXuVJo
Las tradiciones tampoco son iguales en las
comunidades. Algunas conservan celebraciones
comunitarias y a veces rituales, como las
1
El megaproyecto se basa en la derivación de parte del caudal
de los ríos andinos Huancabamba, Tabaconas y Manchara,
hacia la costa para irrigar las pampas desérticas de Olmos
(Lambayeque) y generar energía hidroeléctrica. Para ello se
planificó la construcción de un embalse y túnel trasandino de 9.3
Km, así como la construcción de una central hidroeléctrica y
obras de irrigación.
champerías, las faenas comunales, para la marca
del ganado, mientras que en otras han caído en
desuso, sobre todo en las nuevas generaciones, de
modo que algunos ritos tienen mayor arraigo en
unas comunidades y menos en otras.
De otro lado, las organizaciones de usuarios en
general están desarticuladas, concretamente las
organizaciones tienen diferentes intereses los
cuales básicamente buscan autonomía propia, lo
que hace perder financiamientos de proyectos que
sean más o menos integrales.
En general, la articulación entre las poblaciones
locales, es débil, lo que se observa durante la
formulación de programas, proyectos de inversión
pública, los planes de desarrollo municipales
tampoco las involucran, además de no tener
carácter vinculante para otros instrumentos de
gestión, como planes de desarrollo nacional o
departamental, por lo que su incumplimiento no
genera responsabilidad, constituyéndose
básicamente en documentos declarativos.
La misma normativa sobre gestión de recursos
hídricos señala que la gestión del agua debe
articularse con la planificación sobre el desarrollo
del territorio, pero, como vimos, las poblaciones
locales están en gran parte a merced de la
capacidad de los líderes locales de articular sus
iniciativas con programas del Estado.
Para citar algunos ejemplos más evidentes, en el
Perú, el Proyecto de Irrigación Olmos-Tinajones1el
acceso al agua y a la infraestructura para el
aprovechamiento del recurso no se ajustan al
principio de la GIRH. A lo largo de su desarrollo
no se ha logrado articular los derechos e intereses
de la diversidad de actores involucrados en esta
importante iniciativa ubicada en la costa norte. Por
eso, más allá de las ilusiones desarrollistas, el
proyecto generó un gran conflicto por tierras y agua
con la comunidad campesina Santo Domingo de
Olmos2; cuando las tierras de la comunidad fueron
expropiadas para ejecutar el proyecto el conflicto
alcanzo niveles de violencia, así el 2011 el estado
dispuso la “relocalización involuntaria” para las
decenas de familias desalojadas de los sectores de
Pan de azúcar, Vinguar grande y abrigos de pañala
en las zonas de Huabal, CC Santo Domingo de
Olmos, en general lo sucedido en Olmos muestra,
el conflicto por el agua y la infraestructura para
administrarla brotan de la concentración del agua
en pocas manos y de la falta de consensos locales
sobre el contenido de los derechos de uso. Como
2
María Luisa Burneo y Susana Ilizarbe, Tierras comunales y
conflicto con el estado: el caso de Olmos (Lima: Centro Peruano
de Estudios Sociales, 1999). Disponible en http://www. allpa.
org.pe/apc-aa/archivos, consultado el 3 de Julio 2018.
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en otros megaproyectos de irrigación, el Estado
favorece la concentración de las nuevas tierras y,
en consecuencia, del agua trasvasada de las
cuencas andinas, en manos de pocas empresas
agroindustriales.
La acumulación de derechos de agua también se
comprueba al revisar los precios de la tierra a ser
subastada y de las tarifas de agua. Los primeros
eran altos y las últimas caras para los regantes
comuneros y las cooperativas, mientras que para
las grandes empresas agroexportadoras intensivas
en capital y tecnología resultaban manejables. La
inequidad en el acceso a tierra y agua fue
denunciada por los pequeños y medianos
empresarios agrícolas, quienes no pudieron
acceder en forma individual o asociada a los
beneficios del proyecto3.
Por ejemplo, una vez concesionado a Odebrecht el
sistema de irrigación para abastecer de agua a las
nuevas tierras, la subasta partió del precio base de
US$ 4 250, una suma alta para los productores
pequeños y medianos. Al no venderse todas, una
parte fueron adquiridas por el concesionario, el que
luego la subastó a US$ 6 500 y US$ 7 500 por
hectárea 4en el marco de 5 modificatorias al
contrato de concesión. Como resultado de este
proceso, solo catorce empresas adquirieron 28,000
hectáreas de las 38,000 hectáreas de la irrigación.
Figura N° 3. Diario el Comercio, Proyecto Olmos
Fuente: Diario el Comercio; Contraloría detectó favorecimiento
a empresa vinculada a Odebrecht en venta de lotes agrícolas
De esta manera, se observa que el proceso de
implementación del proyecto Olmos exhibe rasgos
de exclusión de los agricultores locales, sean estos
la comunidad campesina, cooperativas o pequeños
productores tradicionales. Más bien, el acceso a las
nuevas tierras irrigadas por el agua trasvasada tuvo
un claro sesgo a favor de grandes empresas
dotadas de capital y tecnología. Solo una autoridad
de aguas con capacidad técnica y de articulación
pudo haber reivindicado su autonomía frente al
3
Jaime Escobedo, «Más tierras menos esperanzas», en La
Revista Agraria, Año 14, Nº 151, mayo 2013, 12-13.
4
Takeshi Chacón. 2013. «Odebrecht subastará en octubre
5075 Hectáreas en Proyecto Olmos», Diario Gestión, 26 de
sector privado y a los planificadores de un proyecto
tan sesgado, pero sabemos que otra fue la historia
2.3. La GIRH y sus limitaciones
La gestión integrada de los recursos hídricos
(GIRH) ha venido a ocupar una posición
hegemónica a nivel internacional sobre cómo hacer
gestión del agua abarcando la multiplicidad de retos
que le son inherentes. La definición se entiende
como el “proceso que promueve la gestión y
desarrollo coordinado del agua, la tierra y los
recursos relacionados, con el fin de maximizar el
bienestar social y económico resultante, pero de
manera equitativa, y sin comprometer la
sostenibilidad de los ecosistemas” Aunque dicha
definición no está exenta de ambigüedad, ni
responde plenamente al cómo implementarla.
Hay críticos de la GIRH por diversas razones: por
ser adoptada con el discurso de sostenibilidad, sin
valorar críticamente los paradigmas de la
industrialización y la modernización; por servir a
una visión estatal que en la práctica desintegra la
gestión del agua a nivel local y no reconoce
autonomía a los actores reales de la gestión del
agua; por debilitar sistemas de agua que funcionan,
postergando las agendas de reformas pendientes e
incluso sirviendo como fachada para esconder
otras agendas. Por otra parte, debemos entender
que la GIRH no es una receta que se sigue al pie
de la letra, sino que más bien ayuda a proveer una
dirección y unos principios a fin de que, partiendo
de los objetivos de desarrollo, se promueva una
coordinación multiactor.
Muchos estudiosos, cuestionan que la propuesta
de la GIRH de alcanzar muchas metas de
naturaleza distinta de forma simultánea sea
siquiera posible. Además, esto distrae la atención
de una agenda de problemas críticos en la cuenca,
lo que puede acarrear parálisis al tener una larga
lista de cosas que hacer en simultáneo. Por ello, se
propone justamente en priorizar las acciones clave
en la cuenca, bajo un enfoque de cierre de brechas
(Invierte.pe), sin perder de vista el marco de los
principios de la GIRH.
Para implementar la GIRH, dado que se tratan en
forma integral, demandan gran financiamiento,
entonces es deducible que, en amplias cuencas,
las restricciones asociadas con la escasa
información disponible, políticas, conocimiento,
logística, variabilidad social, hace imposible
procurar una GIRH ideal que involucre o beneficie
a todos los actores.
agosto. Acceso el 28 de abril de 2014.
https://archivo.gestion.pe/empresas/odebrecht-subastara-
octubre-5760-hectareas-proyecto-olmos-2074549
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En razón de lo cual, a través de los mecanismos positivos, su implementación como tal, resulta
que ya existen en el Perú, como son la formulación muchas veces complejo y/o un ideal.
de proyectos bajo un enfoque multianual alineado
a un cierre de brechas, lo cual nos permite enfocar En el ejemplo del caso del proyecto de trasvase e
sin demora en las acciones prioritarias a partir de irrigación Olmos, se muestra una clara y evidente
los problemas identificados en terreno, débil intervención de las instituciones articuladores
jerarquizarlos, antes que, en principios generales, de intereses locales, y su limitada capacidad de
esto resulta en programas operativos y proyectos hacer efectiva la normatividad de gestión integral
viables, sin el gran financiamiento que de los recursos hídricos, en particular la historia de
comúnmente demanda el marco comprensivo que este proyecto nos muestra como frente a proyectos
plantea el ideal GIRH. productivos de gran envergadura, el marco
normativo termina favoreciendo a las empresas
Para que la GIRH no sea un emblema de los privadas algunas incluso extranjeras, en desmedro
esquemas fallidos que el Estado pretende imponer de las competencias de la ANA, así como de los
sobre las cuencas, que le resultan ilegibles o intereses de actores locales como comunidades
inmanejables por su complejidad se requiere: campesinas y/o pequeños a medianos agricultores.
i) Una integración institucional, que garantice la 4. REFERENCIAS
fortaleza y autonomía de la Autoridad Nacional del
Agua para que ésta aplique criterios que • Del dicho al hecho hay mucho trecho: Sobre la
promuevan la participación, sostenibilidad y gestión integrada del agua en el Perú,
equidad en la gestión del agua. En el caso de Armando Guevara Gil, Lucia Nuñovero
ejemplo Olmos, se demuestran que las decisiones Cisneros, 03/10/18.
técnicas están teñidas de intereses particulares • Revisión Crítica de los alcances y límites de la
que sesgan las políticas, regulaciones y decisiones Gestión Integrada de Recursos Hídricos
sobre el agua. (GIRH), el caso de la subcuenca santa Eulalia,
de Víctor Guevara Floridez, julio 2019.
ii) Una integración social, que considere aquellos • From Integrated to Expedient: An Adaptive
actores que representan formas de organización y Framework for River Basin Management in
gestión local del recurso, y que permita enfrentar la Developing Countries, de Bruce A. Lankford,
debilidad institucional y fomentar buenas prácticas Douglas J. Merrey, Julien Cour and Nick
de gobernanza transparente, con el objeto de Hepworth.
prevenir la manipulación de figuras jurídicas y • Gestion Integrada de los Recursos Hidricos,
normativas que, si bien son tributarias de la GIRH, Ing. Amarildo Fernandez Estela – Jefe de la
terminan sirviendo intereses particulares o ANA – Agosto 2020.
clientelistas. Solo así se logrará dar vida social al
derecho humano al agua.
3. CONCLUSIONES
Siendo el Perú, un país, pluricultural, desde
tiempos antiguos, hasta ahora con diferentes
prácticas, costumbres y formas de concebir la vida,
resulta, un ideal la GIRH, como una receta única de
solución, por lo que, cada cuenca requiere de un
adecuado diagnóstico, línea de base; análisis y
planteamiento de soluciones prácticas bajo el
enfoque multianual de cierre de brechas, a sus
principales problemas.
Como se observa, son distintos los intereses, los
contextos culturales de los actores de las cuencas,
por ejemplo, las comunidades y las empresas,
parecen tener dificultades en encontrar puntos en
común, lo cual no permite una adecuada
concertación a fin de lograr un ideal de la GIRH.
El enfoque mismo de la GIRH, a la luz de lo que se
observa en el Perú, debiera ser materia de
evaluación de sus alcances y sus limitaciones,
pues, aunque promueve principios generales

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