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Apoyo para examen.

de neonatología (Gonzalo Margery)


Drogas en el embarazo.

- Obstetricia, Williams. 2014.

- CONSUMO DE DROGAS DURANTE EL EMBARAZO


Efectos sobre el binomio materno-fetal, recién nacido y primera infancia.
Modalidades terapéuticas y estrategias de prevención. Dr. Antonio
Pascale

1) Tabaquismo:
El humo del cigarrillo contiene una compleja mezcla de sustancias que
incluyen nicotina, cotinina, cianuro, tiocianato, monóxido de carbono, cadmio, plomo
y varios hidrocarburos. Además de ser fetotóxicas, muchas de estas sustancias
tienen efectos vasoactivos o reducen la concentración de oxígeno. El resultado
mejor documentado en relación con el tabaquismo es una reducción de la dosis-
respuesta directa en el crecimiento fetal. carbono, cadmio, plomo y varios
hidrocarburos Además de ser fetotóxicas, muchas de estas sustancias tienen
efectos vasoactivos o reducen la concentración de oxígeno. El resultado mejor
documentado en relación con el tabaquismo es una reducción de la dosis-respuesta
directa en el crecimiento fetal. Se ha observado que el tabaquismo se relaciona con
un mayor riesgo de cardiopatía congénita en forma relacionada con la dosis. El
consumo de al menos 20 cigarrillos al día combinado con la administración de
fármacos vasoconstrictores, como anfetaminas y descongestionantes, también
parece incrementar cuatro veces el riesgo de gastrosquisis y atresia del intestino
delgado

Muchos resultados adversos se han asociado al tabaquismo durante el


embarazo. Los efectos teratógenos potenciales. Hay un riesgo dos veces más alto
de placenta previa, desprendimiento placentario y rotura prematura de membranas
en comparación con las no fumadoras.
Se han propuesto varios mecanismos fisiopatológicos para explicar estos
resultados adversos. Incluyen hipoxia fetal por aumento de la carboxihemoglobina,
reducción del flujo uteroplacentario y efectos tóxicos directos de la nicotina y otros
compuestos del humo (American College of Obstetricians and Gynecologists,
2005b; Jazayeri et al., 1998).

La nicotina es inmunosupresora y favorece la rotura de membranas por


infección
La transferencia de nicotina es tan eficiente que la exposición fetal a este
compuesto es mayor que la materna (Luck et al., 1985). Los fetos expuestos tienen
menor variabilidad de la frecuencia cardiaca por la alteración de la regulación
autonómica

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Consecuencias: RCIU, malformaciones congénitas, hipoxia fetal,
acidosis.

2) Alcohol:
El etanol es un teratógeno potente y puede causar síndrome de alcoholismo
fetal, caracterizado por restricción del crecimiento, anomalías faciales y disfunción
del sistema nervioso central.

Consecuencias: RCIU, malformaciones congénitas, retardo cognitivo


síndrome alcohólico fetal.

3) Consumo de drogas ilícitas:


Las sustancias incluyen heroína y otros opiáceos, cocaína, anfetaminas,
barbitúricos y marihuana. El consumo crónico de grandes cantidades es dañino para
el feto. Las secuelas incluyen sufrimiento fetal, peso bajo al nacer y cuadro de
abstinencia farmacológica poco después del parto.

- Anfetaminas: Estos fármacos simpatomiméticos pueden suministrarse


como estimulantes del sistema nervioso central, como anoréxicos o en el
tratamiento de la narcolepsia. Varias anfetaminas son teratógenas en dosis
muy altas.

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- Cocaína: Este alcaloide se deriva de las hojas del árbol sudamericano
Erythroxylon coca. Es un anestésico local y vasoconstrictor local muy efectivo
(Hipoxia placentaria) También es un estimulante del sistema nervioso central
por acción simpatomimética a través de la dopamina.
La mayor parte de los efectos adversos de la cocaína se debe a sus
efectos vasoconstrictores e hipertensores. El riesgo de rotura vascular dentro
del embrión, feto o placenta es más alto después del primer trimestre y es
probable que explique la mayor incidencia de óbito con esta droga. Se han
descrito varios trastornos congénitos relacionados con la cocaína causados
por la interrupción vascular e incluyen defectos craneales, aplasia cutánea,
porencefalia, quistes subependimarios y periventriculares, atresia ileal,
anomalías cardiacas e infartos viscerales. El consumo de cocaína incrementa
cuatro veces el riesgo de defectos en las vías urinarias. La cocaína se vincula
con microcefalia y anormalidades conductuales.

Estudios realizados a recién nacidos de madres consumidoras de


cocaína (incluyendo PBC) han revelado una mayor frecuencia de
inestabilidad autonómica, temblores y convulsiones25. También se ha
descrito un síndrome de abstinencia neonatal a cocaína (clorhidrato, pasta
base y crack), poco frecuente, de aparición en las primeras 48 horas de vida,
caracterizado por hipertonía, irritabilidad, dificultad en la succión y
alimentación61,71,72.

Consecuencias: Parto prematuro, DPPNI, Malformaciones


congénitas, RCIU, hipoxia fetal, acidosis, muerte fetal en útero.
Síndrome de abstinencia fetal.

Entre las complicaciones obstétricas relacionadas con este


mecanismo de acción tóxica se incluyen: mayor riesgo de aborto
espontáneo, desprendimiento prematuro de placenta normoinserta
(DPPNI) y restricción del crecimiento intrauterino (RCIU), esta última
relacionada con la disminución del aporte de oxígeno, aminoácidos y
nutrientes al feto.

- Heroína. Opiáceos (narcóticos): En casi todos los estudios, la frecuencia


de anomalías congénitas no es mayor con el consumo de heroína Otros tipos
de morbilidad, como la restricción del crecimiento fetal, muerte perinatal y
varias complicaciones perinatales, son frecuentes en los hijos de mujeres
adictas a narcóticos. No está claro si estas complicaciones se deben a la
exposición fetal a la heroína o a la salud materna en general deficiente. El
crecimiento posnatal de estos niños parece normal, aunque el perímetro
cefálico promedio es menor que el de niños no expuestos. También existe un
retraso ligero en el desarrollo o trastornos en el comportamiento Los
síntomas de abstinencia, como temblores, irritabilidad, estornudos, vómito,
fiebre, diarrea y convulsiones ocasionales, se observan en 40 a 80% de los
recién nacidos de mujeres adictas a la heroína (Aunque estos síntomas
pueden prolongarse, casi siempre duran menos de 10 días.
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Consecuencias: Riesgo de depresión respiratoria e hipercapnia, riesgo
de RCIU, microcefalia, síndrome de abstinencia. Depresión respiratoria
neonatal.

- Marihuana: También conocida como hachís, en los estudios iniciales la


marihuana era consumida casi por 15% de las mujeres embarazadas. El
ingrediente activo es el delta- 9-tetrahidrocannabinol (THC), que en dosis
grandes es teratógeno en animales. Sin embargo, no hay evidencia de que
la marihuana se relacione con anomalías en seres humanos. En algunos
protocolos se refiere que el peso al nacer de los fetos expuestos es menor,
pero no en otros.

Consecuencias: Si bien el policonsumo de marihuana y otras drogas


como alcohol y tabaco es muy frecuente, existen algunos reportes que
relacionan el uso de marihuana durante la gestación con restricción del
crecimiento uterino y recién nacidos con bajo peso al nacer, como
variable independiente del consumo de las otras sustancias. La
marihuana disminuiría la perfusión útero placentaria y eso explicaría la
reducción de aportes y nutrientes al feto con la consiguiente restricción
del crecimiento85,87. Algunos autores sostienen que la exposición
prenatal a marihuana retarda la maduración del sistema nervioso del
feto. El uso de marihuana durante el embarazo se ha asociado con la
aparición de trastornos neurocomportamentales en niños de madres
consumidoras (trastornos del sueño, alteraciones visuales, déficit
atencional, hiperactividad).

- Benzodiazepinas: Las benzodiacepinas atraviesan la barrera placentaria y


se distribuyen en los órganos fetales. Como fármacos son considerados por
la FDA (Food and Drug Administration de EEUU): categoría D (no deberían
ser utilizados normalmente en el embarazo: diazepam, alprazolam,
lorazepam, midazolam, oxazepam, flunitrazepam) y en algunos casos
categoría X (contraindicados en el embarazo). Las benzodiacepinas han
demostrado potencial teratogénico en el ser humano, de ahí su inclusión
en la categoría C y su recomendación de no ser utilizadas en el primer
trimestre del embarazo.

El uso de benzodiacepinas en los primeros tres meses de la gestación


se ha asociado con mayor riesgo de paladar hendido, asimetría
craneofacial e hipertelorismo ocular por algunos autores. La posibilidad
de causar otras malformaciones es controvertida. Si la mujer consume
benzodiacepinas próximo al término de su embarazo, existe riesgo de
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depresión neonatal. El recién nacido puede presentar un cuadro de letargia,
hipotonía, llanto monótono, dificultad para alimentarse, denominado
“Síndrome del recién nacido flácido.

Por otra parte el recién nacido puede presentar un síndrome de


abstinencia de severidad variable caracterizado por irritabilidad, temblor,
hipertonía, y en casos severos vómitos, diarrea, hipertermia, convulsiones y
disfunción autonómica con alteración
de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial. Su aparición puede tardar
varios días luego del nacimiento, por la menor capacidad de eliminación de
la sustancia como ya fue mencionado

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