Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(Recopilado, analizado, sintetizado y actualizado por el Obst. Mg. Carlos Antonio Carrillo y
Espinoza)
En el presente siglo puede que estemos frente otro "escándalo sanitario" por el ácido valproico
(valpakine, depakine, etc.); llamada la nueva “talidomida”. El ácido valproico es un anticonvulsivante
utilizado en casos de epilepsia.
En España; no hay datos ni registros específicos, sólo una unidad de referencia en el Hospital
Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia) "se han notificado 19 casos de malformaciones o
trastornos del neuro – desarrollo desde hace más de 30 años; "cifra irreal", por analogía con otros
países de Europa, se calcula que habría unos 9,000 casos.
En el Reino Unido entre 2010 y 2012 unos 77,000 niños nacieron con problemas de salud, desde
que se receta hace más de 50 años.
En Francia, entre 1967 y 2014, tomaron unas 41,000 mujeres gestantes y unos 11,500 recién
nacidos (RN) resultaron afectados por malformación, retraso del desarrollo neurológico y cognitivo
o ambas.
En España, se autorizó su uso en 1970; en 1979 ya había 10 estudios que lo asociaban con una
incidencia del 10% de espina bífida, dismorfismo facial, labio leporino y paladar hendido,
craneoestenosis, hipospadias, varias cardiopatías, defectos urogenitales, renales y en las
extremidades (síndrome valproico). Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos
Sanitarios (AEMPS), recién se advirtió en 1990 de tales malformaciones.
A fines de 1980 la francesa Marine Martin, tenía constancia de los primeros casos de retraso
intelectual y autismo, en 2007 retraso mental, trastornos del espectro autista y/o problemas de
coordinación motora en 40% y en 2011 trastornos por déficit de atención con hiperactividad
(TDAH) en 30%.
En octubre de 2014, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la AEMPS recomendaron evitar
el valproato en niñas y mujeres en edad fértil o gestantes, a menos que los tratamientos
alternativos no son eficaces o no se toleren y obligaron a reforzar la información de los prospectos.
Una encuesta realizada en 2016 demostraba que un 20% de las mujeres con epilepsia que
tomaban el ácido valproato no eran conscientes de los riesgos del fármaco durante el embarazo.
En 2017 un 18% desconocía los peligros y un 28% respondió que no habían sido informadas.
Un político británico aseguraba que se había ocultado información de los efectos secundarios de
forma deliberada y exigía al gobierno apoyo económico las víctimas y a fines de 2016 el parlamento
francés votó por unanimidad una ley de compensación a las víctimas con un fondo de 10 millones
de euros y una condena contra Sanofi; el laboratorio fabricante.
Rafael Basterrechea en representación de las víctimas de la talidomida, “creía que después de la
talidomida, era imposible que volviese a pasar que un medicamento potencialmente teratogénico
se prescribiera a las embarazadas sin la mínima información ni control”.
Según la decisión de la EMA, las compañías fabricantes deberán llevar a cabo estudios adicionales
sobre la naturaleza y la amplitud de los riesgos, así como un plan para monitorizar uso del fármaco
y sus efectos a largo plazo. Artículo publicado por Laura Tardón (Madrid) 23 MARZO 2018.
Además de las embriofetopatías, la administración de medicamentos antes del parto pueden
provocar trastornos funcionales en el recién nacido como hipertensión pulmonar por cierre precoz
del ductus arterioso, síndrome de abstinencia con trastorno del sueño, intranquilidad, depresión
respiratoria, sedación y otras alteraciones del SNC.
No caben dudas que, el embarazo es una situación riesgosa para el uso de medicamentos; como
dijimos la experiencia de la talidomida y recientemente del ácido valproico, frustran y limitan el
desarrollo de nuevas drogas para tratar enfermedades que se asocian al embarazo, como en otras
especialidades.
Los medicamentos específicos para tratar las complicaciones que se presentan durante el
embarazo son pocos y además; todas llevan las advertencias de su uso por no tener la certeza
definitiva de su inocuidad, precepto que se debe tener en cuenta, aún con las drogas más
conocidas y usadas en el campo de la obstetricia.
La dificultad de realizar investigaciones clínicas en obstetricia para producir nuevas medicamentos
o drogas no sólo radica en las situaciones éticas, morales, de organización, de seguridad y
económicas; por las complicaciones más comunes que se pueden presentar en el campo de la
obstetricia, sino porque la mayor parte de investigaciones de las farmacéuticas transnacionales se
centran en los beneficios económicos, más que en la eficacia de los medicamentos que producen.
Thomas Arthur Steitz: Premio Nobel de química (2009), junto a Venkatraman Ramakrishnan y
Ada Yonath; por el estudio de la estructura y función del ribosoma, Steitz quien es biofísica
molecular del Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad de Yale, New Haven,
Connecticut, EEUU y con ocasión de su participación en el Congreso Internacional de
Cristalografía (Estudia la estructura ordenada de los átomos en los cristales de la naturaleza), que
se llevó a cabo en Madrid, Dijo: las farmacéuticas no quieren que la gente se cure, centran el
negocio en los medicamentos para tomar durante "toda la vida", “las grandes farmacéuticas han
cerrado sus investigaciones sobre antibióticos porque estos curan a la gente.
En el caso de la tuberculosis, Steitz ha averiguado el mecanismo de acción que debería seguir un
nuevo antibiótico para combatir cepas resistentes que surgen, sobre todo en el sur de África. El
científico comentó en una rueda de prensa que el desarrollo de este medicamento precisa una
gran inversión económica y colaboración de las grandes farmacéuticas para avanzar en las
investigaciones. "Nos resulta muy difícil encontrar una farmacéutica que quiera trabajar con
nosotros porque, para estas empresas vender antibióticos en países como Sudáfrica generan muy
poco dinero y prefieren invertir en medicamentos para toda la vida".
Según Steitz, estos nuevos antibióticos son "sólo un sueño, una esperanza hasta que alguien esté
dispuesto a financiar el trabajo". Steitz y los españoles Enrique Gutiérrez Puebla y Martín M. Ripoll,
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hicieron un llamado a los países para
que inviertan más en ciencia; puesto que la resistencia de las bacterias a los antibióticos hará
necesario continuar investigando "indefinidamente". Artículo publicado por la agencia EFE el 26 de AGOSTO 2011.
(1) https://tendencias21.levante-emv.com/descubren-como-produce-danos-la-
talidomida_a42826.html#:~:text=Dentro%20de%20las%20c%C3%A9lulas%2C%20cereblon,formaci%C3%B3n%20de%20nuevos%20vas
os%20sangu%C3%ADneos.
(2) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5574216/