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TERAPEUTICA Y EMPLEO DE LAS DROGAS DURANTE EL EMBARAZO

(Recopilado, analizado, sintetizado y actualizado por el Obst. Mg. Carlos Antonio Carrillo y
Espinoza)

Riesgo del uso de fármacos durante el embarazo.


El embarazo representa un problema terapéutico único, por la presencia de dos pacientes; madre
y feto, en caso de existir una enfermedad materna el tratamiento farmacológico está orientado a
la madre; pero el mismo tratamiento puede afectar directa y adversamente el bienestar del
producto de la concepción; a pesar que la terapia está orientada a beneficiar principalmente a la
madre, con el obvio deseo de prevenir todo impacto teratógeno de importancia sobre el producto.
Por tanto, el tratamiento farmacológico a una embarazada debería ser diferente a la mujer no
embarazada, principio que debe ser aplicado tanto en la elección de los fármacos y en la dosis.
Sin embargo, hoy en día es casi cotidiano que las mujeres se auto mediquen; en algunos casos
incluso las embarazadas, toman drogas que no han sido prescritos por un profesional autorizado;
esta práctica es frecuente, sobre todo en la última mitad del embarazo y con relativa frecuencia en
el primer trimestre de la gestación, conociendo y sin tener en cuenta del potencial riesgo
teratógeno sobre el producto.
Algunas gestantes utilizan las drogas sin tener en cuenta las consideraciones de una adecuada
evaluación clínica o por causas justificadas; sino por situaciones triviales, sólo la quinta parte o
menos de las gestantes toman drogas prescritas por un profesional autorizado.
La experiencia demuestra que los antibacterianos, analgésicos, antipiréticos, antiinflamatorios, anti
anémicos y antiácidos son los medicamentos usados con mayor frecuencia durante el embarazo.
Se sabe que los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) o inhibidores de la enzima convertidora
de la angiotensina (ECA), que son usadas para tratar las complicaciones o enfermedades pre
existentes, afectan el desarrollo y función renal del feto; incluso el feto corre el riesgo potencial de
padecer insuficiencia renal o muerte perinatal.
La magnitud y severidad de la acción teratógeno de un medicamento, sobre en el desarrollo fetal
o su reactividad, está determinada por la edad del feto, potencia y la dosis del medicamento.
La terapia durante el embarazo es una práctica creciente y debe ser mucho más sofisticada y
específica en cada caso de prescribir un medicamento.

Investigación de nuevas drogas en obstetricia


Por mucho tiempo se creyó que la placenta durante la gestación constituía un órgano protector de
los efectos teratógenos de las drogas sobre el producto de la concepción; en la actualidad no se
tienen ese mismo concepto por lo observado en la práctica de la medicina basada en evidencias
y la experiencia clínica.
Una experiencia nefasta para la medicina que no puede dejarse de comentar fue el desastre de la
talidomida; droga que tiene efecto sedante y anti emético, estuvo en el mercado para tratar las
náuseas durante el embarazo en las décadas del 50 al 60 (1957 a 1961); pero pronto dejó terribles
efectos secundarios, causando malformaciones congénitas en brazos y piernas en más 20,000
fetos, en 46 países y se dejó de vender; hasta entonces nadie sabía el mecanismo de acción de
la talidomida que provocaba tales malformaciones.
Esta situación trajo consigo la “regulación” del desarrollo de nuevas drogas en el campo de la
obstetricia y enlenteció los estudios e introducción de nuevas drogas; especialmente en el campo
de la obstetricia.
Después de muchos años, un equipo de investigadores japoneses reveló el mecanismo de acción
de la talidomida que provocaba las malformaciones en el embrión; así mismo explican cómo
evitarlo, descubrieron que la talidomida afecta el cereblon; es una proteína que produce el ser
humano, los peces y pollos.
El cereblon se une a las proteínas CD147 y MCT1; estas proteínas se producen normalmente en
la fabricación de sangre, las células inmunes, promueven la proliferación, el metabolismo y la
formación de nuevos vasos sanguíneos (1). Al unirse la talidomida a la proteína cereblon, inhibe la
actividad enzimática de cereblon (2).
Los científicos japoneses del Instituto de Tecnología de Tokio, dirigidos por Hiroshi Handa;
determinaron que las crías de peces cebra y pollos, cuyas madres fueron inyectados con
talidomida, nacían sin extremidades debido a que daña la proteína cereblon; que es esencial para
el desarrollo de las aletas de los peces y alas de los pollos.
Cuando los investigadores inyectaron a los embriones una forma de cereblon insensible a la
talidomida, los efectos del fármaco quedaron anulados y las crías de los peces y pollos se
desarrollaron con normalidad y nacían sin deformaciones. Aún está por confirmar, si el mecanismo
de acción del cereblon insensible a la talidomida se produciría en humanos; los investigadores
creen que el hallazgo aportaría formas más seguras del fármaco.
En la actualidad, la talidomida tiene una segunda oportunidad; porque según la OMS es efectiva
para tratar la lepra, leucemia y el mieloma múltiple. Artículo publicado el 12/03/2010 en MADRID.

En el presente siglo puede que estemos frente otro "escándalo sanitario" por el ácido valproico
(valpakine, depakine, etc.); llamada la nueva “talidomida”. El ácido valproico es un anticonvulsivante
utilizado en casos de epilepsia.
En España; no hay datos ni registros específicos, sólo una unidad de referencia en el Hospital
Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia) "se han notificado 19 casos de malformaciones o
trastornos del neuro – desarrollo desde hace más de 30 años; "cifra irreal", por analogía con otros
países de Europa, se calcula que habría unos 9,000 casos.
En el Reino Unido entre 2010 y 2012 unos 77,000 niños nacieron con problemas de salud, desde
que se receta hace más de 50 años.
En Francia, entre 1967 y 2014, tomaron unas 41,000 mujeres gestantes y unos 11,500 recién
nacidos (RN) resultaron afectados por malformación, retraso del desarrollo neurológico y cognitivo
o ambas.
En España, se autorizó su uso en 1970; en 1979 ya había 10 estudios que lo asociaban con una
incidencia del 10% de espina bífida, dismorfismo facial, labio leporino y paladar hendido,
craneoestenosis, hipospadias, varias cardiopatías, defectos urogenitales, renales y en las
extremidades (síndrome valproico). Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos
Sanitarios (AEMPS), recién se advirtió en 1990 de tales malformaciones.
A fines de 1980 la francesa Marine Martin, tenía constancia de los primeros casos de retraso
intelectual y autismo, en 2007 retraso mental, trastornos del espectro autista y/o problemas de
coordinación motora en 40% y en 2011 trastornos por déficit de atención con hiperactividad
(TDAH) en 30%.
En octubre de 2014, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la AEMPS recomendaron evitar
el valproato en niñas y mujeres en edad fértil o gestantes, a menos que los tratamientos
alternativos no son eficaces o no se toleren y obligaron a reforzar la información de los prospectos.
Una encuesta realizada en 2016 demostraba que un 20% de las mujeres con epilepsia que
tomaban el ácido valproato no eran conscientes de los riesgos del fármaco durante el embarazo.
En 2017 un 18% desconocía los peligros y un 28% respondió que no habían sido informadas.
Un político británico aseguraba que se había ocultado información de los efectos secundarios de
forma deliberada y exigía al gobierno apoyo económico las víctimas y a fines de 2016 el parlamento
francés votó por unanimidad una ley de compensación a las víctimas con un fondo de 10 millones
de euros y una condena contra Sanofi; el laboratorio fabricante.
Rafael Basterrechea en representación de las víctimas de la talidomida, “creía que después de la
talidomida, era imposible que volviese a pasar que un medicamento potencialmente teratogénico
se prescribiera a las embarazadas sin la mínima información ni control”.
Según la decisión de la EMA, las compañías fabricantes deberán llevar a cabo estudios adicionales
sobre la naturaleza y la amplitud de los riesgos, así como un plan para monitorizar uso del fármaco
y sus efectos a largo plazo. Artículo publicado por Laura Tardón (Madrid) 23 MARZO 2018.
Además de las embriofetopatías, la administración de medicamentos antes del parto pueden
provocar trastornos funcionales en el recién nacido como hipertensión pulmonar por cierre precoz
del ductus arterioso, síndrome de abstinencia con trastorno del sueño, intranquilidad, depresión
respiratoria, sedación y otras alteraciones del SNC.
No caben dudas que, el embarazo es una situación riesgosa para el uso de medicamentos; como
dijimos la experiencia de la talidomida y recientemente del ácido valproico, frustran y limitan el
desarrollo de nuevas drogas para tratar enfermedades que se asocian al embarazo, como en otras
especialidades.
Los medicamentos específicos para tratar las complicaciones que se presentan durante el
embarazo son pocos y además; todas llevan las advertencias de su uso por no tener la certeza
definitiva de su inocuidad, precepto que se debe tener en cuenta, aún con las drogas más
conocidas y usadas en el campo de la obstetricia.
La dificultad de realizar investigaciones clínicas en obstetricia para producir nuevas medicamentos
o drogas no sólo radica en las situaciones éticas, morales, de organización, de seguridad y
económicas; por las complicaciones más comunes que se pueden presentar en el campo de la
obstetricia, sino porque la mayor parte de investigaciones de las farmacéuticas transnacionales se
centran en los beneficios económicos, más que en la eficacia de los medicamentos que producen.

Thomas Arthur Steitz: Premio Nobel de química (2009), junto a Venkatraman Ramakrishnan y
Ada Yonath; por el estudio de la estructura y función del ribosoma, Steitz quien es biofísica
molecular del Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad de Yale, New Haven,
Connecticut, EEUU y con ocasión de su participación en el Congreso Internacional de
Cristalografía (Estudia la estructura ordenada de los átomos en los cristales de la naturaleza), que
se llevó a cabo en Madrid, Dijo: las farmacéuticas no quieren que la gente se cure, centran el
negocio en los medicamentos para tomar durante "toda la vida", “las grandes farmacéuticas han
cerrado sus investigaciones sobre antibióticos porque estos curan a la gente.
En el caso de la tuberculosis, Steitz ha averiguado el mecanismo de acción que debería seguir un
nuevo antibiótico para combatir cepas resistentes que surgen, sobre todo en el sur de África. El
científico comentó en una rueda de prensa que el desarrollo de este medicamento precisa una
gran inversión económica y colaboración de las grandes farmacéuticas para avanzar en las
investigaciones. "Nos resulta muy difícil encontrar una farmacéutica que quiera trabajar con
nosotros porque, para estas empresas vender antibióticos en países como Sudáfrica generan muy
poco dinero y prefieren invertir en medicamentos para toda la vida".
Según Steitz, estos nuevos antibióticos son "sólo un sueño, una esperanza hasta que alguien esté
dispuesto a financiar el trabajo". Steitz y los españoles Enrique Gutiérrez Puebla y Martín M. Ripoll,
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hicieron un llamado a los países para
que inviertan más en ciencia; puesto que la resistencia de las bacterias a los antibióticos hará
necesario continuar investigando "indefinidamente". Artículo publicado por la agencia EFE el 26 de AGOSTO 2011.

Drogas usadas con frecuencia durante el embarazo


1. Antibacterianos. - Son usados con frecuente durante todo el embarazo, tanto como medida
profiláctica o tratamiento específico en las infecciones instauradas; especialmente de las vías
urinarias, ruptura prematura de membranas u otro tipo de complicaciones infecciosas.
Los principales antibacterianos de uso frecuente podemos mencionar:
a) Penicilina (B). - Son antibióticos bactericidas, considerados seguros durante la
gestación; además de las complicaciones infecciosas que puedan presentarse en la
gestante, es el antimicrobiano de elección en el tratamiento de sífilis latente durante
embarazo y es considerada capaz de prevenir los efectos de la sífilis congénita sobre el
feto.
La infección primaria o secundaria con sífilis en los primeros meses de gestación
representa más del 75% de infección fetal, 25% de abortos y 50% de sífilis congénita en
el recién nacido (RN).
Si la mujer con sífilis latente tardía se embaraza, el riesgo de transmisión es 10%, de
muerte fetal es 10% y de sífilis congénita es 5%, manifestado tempranamente con
osteocondritis de fémur y tibia (el hueso que se encuentra debajo del cartílago de una
articulación muere debido a la falta de flujo sanguíneo), vesículas y bulas o tardíamente
con dientes de Hutchinson y tibia en sable.
b) Cefalosforinas (B). - Son similares a las penicilinas, tienen efecto bactericida y son de
amplio espectro en bacterias proliferantes; pero no en las que están en reposo.
Pueden producir sensibilidad cruzada con las penicilinas, los principales efectos
colaterales son reacciones alérgicas, riesgo de nefrotoxicidad, leucopenia y
trombocitopenia.
A medida que evolucionaron, de generación a generación; han ganado mayor actividad
antimicrobiana y resistencia a la beta lactamasa.
c) Macrólidos (B). - Antibióticos de acción bacteriostática, alternativos cuando existen
antecedentes de anafilaxia con las penicilinas; se clasifican de acuerdo al número de
anillos que poseen en su molécula:
- Los de 14 átomos: eritromicina, claritromicina, etc.
- Los de 15 átomos: azitromicina.
- Los de 16 átomos: lincomicina, espiramicina, etc.
d) Gentamicina (D). - Son usados con relativa frecuencia durante la gestación contra
bacilos Gram positivos y Gram negativos; y estafilococos, son de amplio espectro; pero
son ototóxicos y nefrotóxicos.
e) Cloranfenicol (D). - Pueden ser usados en el tratamiento de infecciones bacterianas de
la gestante. No se han reportado efectos tóxicos en madres tratadas con este
antimicrobiano, a pesar que no pueden ser metabolizados por el producto de la
concepción; por esta razón se le relaciona con el "síndrome del niño gris".
f) Tetraciclinas (D). - No es de uso común durante la gestación puesto que existen otras
alternativas para la terapia.
Los productos que han sido expuestos intraútero a las tetraciclinas se caracterizan por
presentar coloración amarillenta de los dientes, menor resistencia a las caries, hipoplasia
del esmalte y retraso del crecimiento óseo porque estos se concentran y depositan en
huesos y dientes fetales, especialmente cuando son administrados entre la mitad y el
final del embarazo.
2. Antipiréticos. - No olvidar que, los procesos febriles estás relacionados por la presencia de
infecciones sub clínicas; recordar que las repercusiones de estas drogas son mayores si son
administradas en el primer y último trimestre de la gestación.
El antipirético y analgésico recomendado por la FDA es el paracetamol. El ácido acetil
salicílico (AAS), ha demostrado tener efectos indeseables en el embarazo, especialmente
cuando se administran en el último trimestre; puesto que está relacionado con embarazos
prolongados, incluso a dosis terapéuticas, a pesar de este efecto no se demostró efectos
teratógenos del AAS.
3. Analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINES). - Estudios recientes
demostraron que el ibuprofeno está asociado con abortos; no es recomendable su uso en
pacientes con antecedentes de abortos recurrentes, a pesar de ello no tiene relación alguna
con malformaciones congénitas, bajo peso al nacer o partos pre términos.
También al ibuprofeno se le relaciona con la inhibición en la síntesis de las prostaglandinas y
pueden prolongar la gestación, trabajo de parto e incrementar la hemorragia posparto por
atonía uterina.
4. Antihistamínicos. - A pesar de no mostrar efectos adversos en animales de estudio, es
preferible no usarlo hasta después del primer trimestre; la seudoefredrina demostró mayor
riesgo de gastroquisis (fisura congénita en la porción anterior de la pared abdominal, a los
costados del ombligo).
5. Antirretrovirales. - Todas las gestantes portadoras del VIH deben recibir terapia
antirretroviral con zidovudina; pero la seguridad de los antirretrovirales en el primer trimestre,
aunque ha sido cuestionado, sobre todo durante el periodo de organogénesis.
La zidovudina demostró que disminuye el riesgo de transmisión perinatal del VIH hasta en
66%; administrando a partir de las 14 semanas de gestación, 100 mg vía oral 5 veces al día.
Durante el parto 2 mg/kg durante una hora y luego 1 mg/kg EV por hora hasta el
alumbramiento y el RN debe recibir 2 mg/kg vía oral cada 6 horas durante las primeras 6
semanas de vida.
La gran mayoría de las infecciones perinatales ocurren en países subdesarrollados donde
este esquema de manejo no se ha podido aplicar por su complejidad y costo.
Garantizar que las portadoras del virus deben recibir tratamiento con la finalidad de disminuir
la carga viral al mínimo posible y de este modo minimizar el riesgo de transmisión al producto
durante el embarazo y sobre todo el parto; en caso de no ser así, la probabilidad de
transmisión al producto es del 15 al 30% durante el embarazo.
6. Vacunas. - Las vacunas con virus vivos atenuados deben evitarse en las gestantes o cuando
se sospecha que la mujer está embarazada.
Las vacunas anti rubéola administrada a gestantes se relaciona con defectos congénitos.
En el primer trimestre puede producir infección placentaria asociada con aborto espontáneo,
muerte fetal, restricción del crecimiento intrauterino (RCIU), malformaciones óseas,
neumonitis, hepatitis, miocarditis, meningoencefalitis, trombocitopenia, anemia hemolítica,
acucia uni o bilateral, malformaciones cardiacas, lesiones oculares, encefalopatía con retraso
mental, alteraciones conductuales y trastornos del aprendizaje.
Cuando son administrados luego del primer trimestre las malformaciones son raras; pero no
se recomienda.
Las vacunas contra el cólera, hepatitis A y B, sarampión, parotiditis, gripe, poliomielitis, rabia,
tétanos y difteria, varicela y fiebre amarilla pueden ser administrados después del primer
trimestre, siempre y cuando exista exposición y riesgo elevado de infección de la gestante.
Las vacunas contra la influenza y neumococos se pueden usar durante el embarazo; pero la
respuesta es mucho menor por la alteración de la respuesta inmune que se aprecia en el
embarazo.
7. Narcóticos y antipsicóticos. - Los recién nacidos de madres tratadas con narcóticos,
pueden desarrollar adicción a la droga y presentar síntomas por privación a los 6 a 8 días del
nacimiento.
Las benzodiacepinas (diazepan) administrados al final del embarazo, presenta depresión,
irritabilidad, temblor e hiperreflexia; cuando se administran antes del parto producen
hipotonía, hipotermia, Apgar bajo, alteración metabólica, estrés por frío y depresión del SNC
en el recién nacido.
Los antidepresivos no incrementan el riesgo de teratogénesis; pero se debe tener cautela,
porque podrían provocar partos pre términos y trastornos metabólicos por mala adaptación
del recién nacido al medio extrauterino.
8. Corticoides. - La prednisona es segura durante el embarazo; incluso a altas dosis, se
demostró que atraviesan la barrera placentaria con dificultad, a pesar que los estudios en
animales sugieren mayor incidencia de paladar hendido, envejecimiento placentario y
restricción del crecimiento intra uterino severo (RCIU).
9. Hormonas sexuales. - Los andrógenos y progestágenos pueden producir masculinización
de los genitales externos en fetos de sexo femenino y los estrógenos pueden producir
feminización de los fetos masculinos, sobre todo cuando estas son administradas en las 12
primeras semanas de la gestación.
10. Hipoglucemiantes. - Los hipoglucemiantes orales administrados durante el embarazo han
sido proscriptos por el riesgo potencial de teratogénesis e hipoglicemia neonatal en las
gestantes diabéticas.
La terapia con insulina se indica cuando no se cumplen con los objetivos terapéuticos con la
dieta y con ello descender la incidencia de macrosomía fetal y morbilidad perinatal.
Es importante tener en cuenta que la diabetes pre gestacional complica el 3% del total de
embarazos; pero la incidencia de muerte fetal a partir de las 36 semanas es el doble en
relación a las no diabéticas y la incidencia de malformaciones congénitas son mayores.

Normas básicas para emplear drogas durante el embarazo:


1. Considerar posible embarazo en toda mujer en edad fértil; hasta demostrar lo contrario, antes
de iniciar un tratamiento.
2. Prescribir cualquier tipo de drogas o sustancia, sólo si son realmente necesarios.
3. No considerar inocuo a ninguna droga, por seguro que se crea o haya demostrado durante el
tiempo de uso.
4. Antes de prescribir alguna droga, valorar el beneficio – riesgo en la madre y el producto de la
concepción.
5. Al prescribir una droga, hacerlo con las más conocidas y seguras como de primera elección.
6. Utilizar menores dosis, garantizando su eficacia.
7. Recordar que, las características farmacocinéticas y farmacodinamias del feto no son iguales
que la madre.
8. Tener presente los cambios farmacocinéticas producidos durante el embarazo y desaparición
después del parto.
9. Informar a la gestante sobre la acción teratógena de las drogas para evitar el miedo infundado
o supersticioso; ello garantiza el tratamiento completo y adecuado.
10. Educar a la mujer para evitar auto prescribirse y los hábitos tóxicos.
11. Evitar las drogas de recién salen al mercado, muchos de ellos son comercializados sin tener
estudios completos.

(1) https://tendencias21.levante-emv.com/descubren-como-produce-danos-la-
talidomida_a42826.html#:~:text=Dentro%20de%20las%20c%C3%A9lulas%2C%20cereblon,formaci%C3%B3n%20de%20nuevos%20vas
os%20sangu%C3%ADneos.
(2) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5574216/

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