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regreso a su casa después de años de servicio en el

extranjero. Mi vida, antes llena de disciplina militar,


había quedado suspendida en el tiempo, como un reloj
detenido. La guerra me había arrebatado años de mi
juventud, pero ahora ansiaba encontrar una forma de
sincronizarse con la vida civil.

Pasaba mis
noches en el
muelle, mirando
el cielo
estrellado, como
un observador de
constelaciones perdido en su propia vida. Las estrellas
eran mis guías, un recordatorio de que el tiempo no se
detiene y que debía encontrar mi lugar en este mundo,
al igual que las estrellas
siempre encontraban su
posición en el firmamento.
En una pequeña ciudad costera, Una tarde, mientras pescaba
me encontraba yo, un veterano en el muelle, encontré una
soldado de la marina, que vieja caja de recuerdos que
había dejado atrás antes de partir a la guerra. Entre las
fotografías y cartas, encontré una medalla que me
habían otorgado por valentía en el campo de batalla.
Aquella medalla se convirtió en un símbolo de mi
pasado, un dragón que había enfrentado y que ahora
me recordaba la importancia de honrar mis propios
logros y superar los demonios del pasado.

Decidí que era hora de aprender a vivir de nuevo.


Como un paracaidista
que se lanza al vacío,
me aventure en nuevos
territorios. Comencé a
asistir a reuniones de
veteranos,
recordatorio constante de que el tiempo estaba en
marcha y que debía aprovecharlo al máximo. El reloj
marcaba el ritmo de mi vida, un latido constante que
me impulsaba hacia adelante.

Después empecé a trabajar en la restauración de un


antiguo barco pesquero, un proyecto que me permitía
reconectar con la tranquilidad de la mar y perseguir
mis sueños.
Los peces en
el mar
simbolizaban
la esperanza
de un futuro
mejor, un
donde compartí mis experiencias y encontré un apoyo futuro que yo mismo estaba construyendo.
inesperado en la comunidad.

Con el tiempo, encontré la paz y la alegría que siempre


Me di cuenta de que cada día era un regalo, una había estado buscando. Aprendí a vivir en sincronía
oportunidad de avanzar y construir un futuro. con el mundo que me rodeaba, como un reloj que
Comencé a llevar un reloj en mi muñeca como un finalmente encuentra su ritmo. Las estrellas seguían
brillando en el cielo, pero ahora eran un faro que
iluminaba mi camino.

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