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El poder judicial, es una de las funciones esenciales del Estado, pues es este el encargado
de administrar justicia a través de las aplicación de normas jurídicas, que tienen como
finalidad resolver los conflictos que puedan presentarse en la sociedad. Este poder lo ejerce
el Estado a través de los órganos judiciales o jurisdiccionales: juzgados y tribunales, que
ejercen la potestad jurisdiccional, y que , y que partiendo de la Teoría de la separación de
poderes goza de imparcialidad y autonomía aunque haga parte de los poderes públicos del
mismo estado.
Así pues, el Estado colombiano, establece en el título XVI del Código Penal, Ley 599 del
2000, los delitos contra la eficaz y recta impartición de justicia en donde el bien jurídico
tutelado se traduce en la Adecuada Administración de justicia que la Corte Suprema de
Justicia ha definido en la sentencia de casación del 05 de Diciembre de 1996 como "la
función jurisdiccional que resulta fundamental para la resolución de los conflictos
sociales, apreciada como la garantía de la transparencia de los procedimientos en bien de
todos y cada uno de los miembros de la colectividad". Así pues, estos delitos son una
infracción que afecta a los intereses concernientes al normal y eficaz funcionamiento de la
actividad judicial del Estado, entendiéndose este último como el sujeto pasivo.
Por tanto el objeto jurídico o le interés que el Estado busca proteger con la consagración
de los delitos que atentan contra la Administración de justicia es la eficacia, credibilidad y
confiabilidad por las decisiones en el curso de los procesos y actuaciones judiciales, que
eventualmente pudieren basarse en las declaraciones contrarias a la verdad.
La conducta de fraude procesal, consagrada en el artículo 453 del Código Penal, está
inscrita entre las infracciones penales que lesionan el bien jurídico de la "la eficaz y recta
impartición de justicia", por razón de la vulneración del principio constitucional de la
buena fe, exigible tanto a servidores públicos como a particulares.
Descripción típica
Art. 453.- Modificado. L. 890/2004, art. 11. Fraude procesal. El que induzca en error a
un servidor público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo contrario a la
ley, incurrirá en prisión de seis (06) a doce (12) años, multa de doscientos (200) a mil
(1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes e inhabilitación para el ejercicio de
derechos y funciones públicas de cinco (05) a ocho (08) años.
Art 453.- (sin modificaciones). Fraude procesal. El que por cualquier medio fraudulento
induzca en error a un servidor público para obtener sentencia, resolución o acto
administrativo contrario a la Ley, incurrirá en prisión de cuatro (04) a ocho (08) años...
- Incremento punitivo
En consecuencia, para que se pueda hablar de fraude procesal, es necesario "que exista
una actuación judicial o administrativa" ante los correspondientes funcionarios o
empleados oficiales y dentro de ellas deba resolverse algún asunto jurídico. Se ha de tener
en cuenta que las actuaciones procesales son de diferente naturaleza, según su funcionario u
organismo oficial que las conoce y la clase de situación jurídica objeto del trámite
respectivo. En toda actuación procesal deben existir partes o interesados en una gestión y
cualquiera de ellos puede inducir en error a quien tiene facultad de decisión sobre el
correspondiente asunto jurídico.
Es de tener en cuenta de que si por medio del fraude procesal, el agente perjudica el
patrimonio económico ajeno, con el fin de obtener un provecho ilícito, el delito es de estafa
(estafa procesal); es necesario saber diferenciar estos dos delitos, fraude procesal es un
delito contra la administración de justicia, estafa es un delito contra el patrimonio
económico. En el fraude procesal no se requiere que el propósito del agente sea
específicamente el de obtener un provecho ilícito en perjuicio de otro, sino el de crear
situaciones falsas que conduzcan a erróneas apreciaciones judiciales. La estafa procesal es
uno de los casos en que la víctima del error es distinta de la que sufre el perjuicio. Si, por
ejemplo, se introduce en juicio un recibo falso para exonerarse del pago de una obligación,
se comete delito de estafa procesal. Si se hacen desaparecer unas huellas con el fin de
engañar al perito o al juez en una diligencia de inspección ocular, se comete delito de
fraude procesal.
d. Tipo de peligro,
¿Admite captura?
Sí admite captura, siempre y cuando se den las formalidades legales y por motivos
razonablemente fundados, de acuerdo al artículo 221 de la Ley 906 de 2004, Código de
Procedimiento Penal.
¿Admite la coautoría?
Sí admite la coautoría.
¿Admite la participación?
¿Admite tentativa?
No admite tentativa, siendo este un dispositivo amplificador del tipo, en el que la
conducta punible no logra su consumación fundamenta la disminución punitiva en la menor
afectación del bien jurídico, la interpretación de la Corte también arrasa con este derecho en
cabeza de quien inicie una conducta de fraude procesal pero no logre el resultado típico por
motivos ajenos a su voluntad, porque al tratarse como un delito de mera conducta sin serlo,
no es conceptualmente posible imputar la tentativa, excluyendo la menor punibilidad y
sometiendo a un ciudadano a un sanción penal superior a la que dicta el ordenamiento
jurídico.
C.S.J. Sala de Casación Penal. Sentencia del 27 de junio de 1989. M.P. Jorge Carreño
Luengas. "para los fines de la prescripción de la acción penal, el término sólo debe contarse
a partir del último acto de inducción en error, o sea desde cuando la ilícita conducta ha
dejado de producir sus consecuencias y cesa la lesión que por este medio de venía
ocasionando a la administración de justicia"
Descripción típica
En muchas ocasiones los funcionario, a través de sus proveídos, imponen cargas a los
particulares, de cualquier índole (penales, civiles, administrativas, laborales, etc.). El deber
del ciudadano es acatar sus órdenes, Cuando la negativa obedece a cualquier de argucias,
mentiras, engaños, etc., desacata una orden legítima que está obligado a cumplir y por ello
su comportamiento debe reprimirse penalmente.
Por tal razón, la legislación penal eleva a la categoría de ilícito la conducta consistente en
sustraerse al cumplimiento de obligación impuesta en resolución judicial o administrativa
de policía.
Este tipo penal fue tomado del Código Italiano de 1930, siendo nuevo, puesto que no
había sido tratado en ninguna ley anterior, quedando reflejado en el artículo 184 del Código
Penal de 1980.
El delito se denomina "fraude a resolución judicial", expresión que significa todo acto
de impedir el cumplimiento de decisión judicial, aunque propiamente no sea una conducta
engañosa. El fraude, entonces, consiste en frustrar el cumplimiento de la ley o la
efectividad de los derechos que está declara o reconoce a través de las decisiones proferidas
por los jueces. Generalmente la conducta se realiza mediante ocultamiento de personas o de
cosa, pero también puede consistir en otro hecho que indique rebeldía frente a la autoridad.
¿Admite captura?
Sí admite la captura, siempre y cuando se den las formalidades legales y por motivos
razonablemente fundados, de acuerdo al artículo 221 de la Ley 906 de 2004.
La Ley 8490 de 2004 adiciona al título XVI del Libro Segundo del Código Penal,
"De los delitos contra la eficaz y recta impartición de justicia", con el Capítulo noveno
nominado "Delitos contra medios de prueba y otras infracciones."
Descripción típica
A la mismas penas previstas en los incisos anteriores incurrirá quien realice las
conductas sobre experto que deba rendir informe durante la indagación o
investigación, o que sea judicialmente admitido para comparecer en juicio como perito.
De acuerdo con la Real Academia Española, amenazar es dar a entender con actos o
palabras que se quiere hacer algún mal a alguien.
Los medios por los que se exprese la amenaza son del todo irrelevantes, en orden a la
tipicidad objetivas del comportamiento, basta según las determinaciones típicas, con
que se revele idoneidad para comunicar o transmitir el pensamiento; así, son suficientes
las señales, los gestos, la comunicación hablada o escrita y, obviamente, el emplear
cualquier forma o medio de comunicación verbal, escrito, gráfico o simbólico,
Si no se ejercita una fuerza o energía material sino una presión anímica o síquica que
es apta para anular la voluntad del sujeto pasivo, estamos ante la intimidación; aquí se
ataca el ánimo de la persona, su esfera síquica.
Se trata entonces de un constreñimiento síquico que anuncia un mal futuro y mayor
que el acto de constreñido, es decir, grave, próximo, posible e inminente; por medio de
tal instrumento se procura el acto-resultado exigido en el tipo.
Descripción típica
Art. 454B. Adicionado. L. 890/200, art. 13. El que para evitar que se use como
medio cognoscitivo durante la investigación, o como medio de prueba en el juicio,
oculte, altere o destruya elemento material probatorio de los mencionados en el Código
de Procedimiento Penal, incurrirá en prisión de cuatro (04) a doce (12) años de prisión
y multa de doscientos (200) a cinco mil (5.000) salarios mínimos legales mensuales
vigentes.
Se ha entendido así que, de acuerdo con esta descripción típica, la referida conducta
punible se estructura cuando el sujeto activo destruye, suprime u oculta, de manera total
o parcial, un documento público dotado de aptitud probatoria; comportamiento que debe
estar precedido del conocimiento y voluntad de afectar sus idoneidad demostrativa o de
acreditación.(Sentencia 31534 del 05 de Mayo de 2010).