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EVOLUCIÓN

HISTORICA DEL
SISTEMA
PENITENCIARIO
GUATEMALTECO

Doctor. Julio César Diaz Camey


En Guatemala, ya desde 1542, según Real Cédula
emitida por Carlos V, se fundó la Real Audiencia de los
Confines de Guatemala y Nicaragua. “Una de las
dependencias de toda Audiencia era la Real Cárcel de
Corte, y en ella se internaban a los detenidos por
orden de ese alto Tribunal, ya fuera por medida de
seguridad o bien porque las causas estaban
pendientes de ser juzgadas por la Audiencia”. Luego
ha existido una diversidad de leyes tales como la Ley
sobre Evasión de Presos, las leyes sobre el Derecho de
Carcelaje, leyes sobre la Higiene y la Alimentación en
la Real Cárcel, Leyes para evitar la relajación en la Real
Cárcel, Ley sobre el Tormento, leyes sobre Destinos,
Servicios y Protección de los Presos, así como diversos
acuerdos de Cabildo. En los inicios de la época
independiente, en 1820, la Real Cárcel de Corte se
fusionó con la Cárcel del Ayuntamiento de la Ciudad,
adoptándose para ambas el nombre de Cárcel
Pública, que quedó en dependencia directa del
Ayuntamiento, hasta llegar al período de la
Penitenciaria Central.
La Municipalidad, en su sesión ordinaria
del 17 de diciembre de 1875, aprobó la
construcción de la Penitenciaria Central.
El martes 27 de febrero de 1877, a las
7:30 a.m., en el terreno denominado ‘El
Campamento’ (donde actualmente se
encuentra ubicada la sede de la Corte
Suprema de Justicia y la Torre de
Tribunales), se llevó a cabo la colocación
de la primera piedra de tal Penitenciaria.
Al acto asistieron el General Justo Rufino
Barrios, los secretarios de Estado, el
Presidente y magistrados de la Corte
Suprema de Justicia, el Alcalde, los
concejales y el Rector Magnífico de la
Universidad.
Construcción de la Peniténciaría Central
Por acuerdo Gubernativo del 28 de junio de 1888
se manda trasladar a todos los reos de la Cárcel
Pública de Hombres de la Ciudad a la
Penitenciaria Central.
La Penitenciaría Central de Guatemala fue
construida, casi en su totalidad durante la
administración del Presidente, General Justo
Rufino Barrios. Fue planificada inicialmente por el
ingeniero Julián Rivera, con capacidad para 500
hombres y se iniciaron los trabajos de
construcción el día 27 de febrero de 1877.
Un artículo titulado "Higiene de Cárceles y
Penitenciarías", publicado 1 el 15 de marzo de
1878, decia: "En esta Capital se está edificando
con actividad, la Penitenciaría que reemplazará a
las inmundas cárceles que hoy tenemos. Por sus
dimensiones amplias, es de esperar ,que reúna
las condiciones indispensables, para el resguardo
de la salud de los reclusos"
El Señor Quezada plasma en su informe el desastroso
estado de dicha cárcel, haciendo énfasis en que los
reclusos eran tratados de manera inhumana, pues aparte
del hacinamiento, las celdas no contaban con ningún
servicio y eran similares a caballerizas, los reclusos se
enfermaban y morían por falta de atención medica. Este
informe llego a manos del General Justo Rufino Barrios,
quien gobernaba en ese entonces, ordenando que se
iniciara la construcción de la Penitenciaria Central, el 11
de enero de 1877. El lugar en el cual se inicio la
construcción era conocido como El Campamento. El
General Justo Rufino Barrios murió en 1885, ascendiendo
al poder el General Manuel Lizandro Barillas, quien
continúo con el proyecto de construcción de la
Penitenciario Central.
El día 10 de febrero del año 1883 se emite un
acuerdo gubernativo, por el cual se adopta un
nuevo plano, para que, conforme a él, se continúen
las obras de la Penitenciaria Central, ya bastante
avanzadas, pues del plano que hizo el ingeniero
Rivera y que adoptado por acuerdo gubernativo el
día 14 de enero de 1879, ofrecía algunos
inconvenientes al ser puesto en práctica.
Los materiales que se utilizaron para su
construcción fueron adobe, terrón y madera,
ocupando una extensión de 19,900 metros
cuadrados. La obra fue inaugurada el 3 de octubre
de 1892, para esos entonces, la Penitenciario
Central era un centro moderno que contaba con
instalaciones completas como Capitanía de
Cárceles, estacionamiento para vehículos, oficinas
de servicio civil, espacio para deportes, despensa,
dormitorios y cocina. En ese entonces los reclusos
se clasificaban en:
Trabajadores de buena conducta,
músicos, inválidos, ancianos, obreros,
tuberculosos y homosexuales. La
capacidad de dicho centro era para
500 reclusos y en un principio era solo
para penados, pero posteriormente
por Acuerdo Gubernativo, se dispuso
que también fuera para preventivos.
Con el paso de los años, la
Penitenciaria Central empezó a sufrir
de hacinamiento, llegando a albergar
a más de 2,500 reclusos, lo que la
convirtió en un centro de corrupción y
muerte.
Para las mujeres existió la cárcel
llamada Ciudad de Mujeres o Casa de
Recogidas, lugar en el cual se recluía a
mujeres de la vida alegre o con
desorden. Se dice que el creador de
dicha cárcel fue Andrés de las Navas y
Quevedo.
El acuerdo gubernativo del 28 de febrero de 1887
establece que la Penitenciaría Central pase a
depender de la Secretaría de Gobernación y Justicia,
en vez de la de Fomento, a la cual había pertenecido
desde el principio de la construcción hasta la fecha
indicada en el presente Acuerdo.
El día 30 de septiembre de 1892, el Jefe Político de
Guatemala, señor F. E. Asturias, con instrucciones del
Ministro de Gobernación y Justicia y Asuntos
Eclesiásticos, invitó al Alcalde Primero Municipal y a
la corporación Edilicia, para que estuvieran
presentes el 3 de octubre siguiente a las 11 horas, en
la inauguración de las obras de maestranza de la
Penitenciaría.
A las 12 horas los asistentes se
trasladaron al segundo patio de la
Penitenciaría, donde el Presidente
General José María Reyna Barrios declaró
inauguradas las obras de maestranza y
tomaron la palabra varios reclusos y los
señores Timoteo Miranda y Julio Lozano.
Características de la Penitenciaría Central

La Penitenciaría Central ocupaba


un área de dos manzanas, en ros
llanos denominados entonces "El
Campamento". Corresponde al
área comprendida de la 21 a la 22
calles y de la 7 a la 9 Avenidas,
zona 1, donde actualmente se han
edificado la Corte Suprema de
Justicia y la Torre de los Juzgados
con sus correspondientes
estacionamientos, integrando el
Centro Cívico de la Ciudad Capital.
En aquella época el lugar estaba a
las afueras de Guatemala y
totalmente despoblado.
El muro exterior del edificio tenía una altura
aproximada de 7 metros por uno de ancho,
sobre el cual había 6 torreones de vigilancia
ubicados uno en cada esquina, otro sobre la
pared del Triángulo y otro en el centro de la
pared de Ia 9 Avenida. Además había un
emplazamiento, consistente en una garita
sencilla, instalada en el segundo piso, junto a
la Dirección del Centro Penal. A un lado del 1
portón de entrada de vehículos, había
también una garita de control.
Constaba la Penitenciaría Central de las siguientes
dependencias : Almacén de Ventas de los productos elaborados
por los reos, instalado en la planta baja y a mano izquierda,
según se entraba por la puerta principal; Dirección del Centro y
Sala de Espera, ambas en el segundo piso sobre la fachada de la
séptima avenida; Subdirección, .Alcaidía, Departamento
Fotográfico, Planta Eléctrica de Emergencia, Control de
Encomiendas, Control de Correspondencia y de dinero, Control
de Registro y Sector de Reservados, Departamento de Ficha,
Oficina de Contabilidad y Caja, Archivo, Departamento Judicial o
de Notificaciones, Dormitorio de Oficiales con su servicio
sanitario, Botiquín de Tropa, Oficina de Ayudantía, Barbería de
Jefes y Oficiales, Barbería de Tropa y Lavandería de Tropa. Todas
estas dependencias estaban en la planta baja, daban a la
fachada principal de la séptima avenida y comunicaban con el
primer patio.
El Personal estaba Clasificado de la siguiente forma: en
la primera, segunda y tercera cuadras estaban los reos
que trabajaban para el Centro Penal y los que tenían
buena conducta; en la cuarta estaban los músicos; en la
quinta los inválidos y ancianos; en la décima y en la
catorce los obreros; en la 15 los tuberculosos.
Los reos tuberculosos fueron traslados al Hospital
Cristóbal Colón el día 12 de octubre de 1958 situado en
la finca "La Verbena'', zona 7, en donde permanecieron
hasta que cesó dicho pabellón como Centro
Hospitalario, el día 3 de septiembre de 1974.
En la dieciséis, los homosexuales ; en la séptima los
demás reos no comprendidos en fase anteriores. La
once era una cuadra muy pequeña; y la doce estaba
ubicada en el Triángulo, ambas para reos comunes.
Reos en la Penitenciaría Central

La Penitenciaría fue construida para albergar a 500


reos, pero el número de presos aumentó
desmesuradamente, hasta tal extremo, que a
principios de siglo ya había más de 1,500 hombres
recluidos, cifra que fue creciendo hasta llegar en
algunas ocasiones, especialmente durante los años
comprendidos de 1954 a 1957, a 2,500 hombres.
Una estadística detallada sobre la Penitenciaría
Central. hecha por la Capellanía General de Cárceles
el día 31 de marzo de 1962, nos indica que en esa
fecha había en la Penitenciaría Central 850 presos
sentenciados y 983 pendientes de sentencia,
sumando en total 1,833 reos.
Se realizaron traslados de reos la cual se consumó el
cese definitivo de la Penitenciaría Central, el día 12
de enero de 1968. Figuró como Centro Penal de la
República, durante 87 años, desde el 8 de
noviembre de 1881, hasta el 12 de enero de 1968.
Desde que se efectuó el último traslado de los reos
a Pavón, las instalaciones de la Penitenciaría Central
quedaron abiertas al público durante tres meses,
concediéndole el Ministerio de Gobernación, el
derecho al Cuerpo Voluntario de Bomberos, a efecto
de que organizara y cobrara las visitas del público
razón de diez centavos por persona.
Fue visitada por 112,700 personas, haibiendo
dejado una utilidad de Q. 11,270.00 en beneficio del
citado Cuerpo de Bomberos.
De esta forma el público pudo observar y
comprobar que todo lo que se decía respecto a la
situación de los reos en el viejo edificio era verídico.
El día 15 de mayo de 1968 se acabó la demolición
de la Penitenciaría Central.
Origen de las Granjas Penales

El acuerdo gubernativo emitido el día 25 de marzo


de 1963 crea legalmente las GRANJAS PENALES, las
cuales se instalaran en el departamento del Petén,
con el fin de absorber la población reclusa de la
Penitenciaría Central. Este proyecto no contemplaba
a los reclusos originarios de zonas frías. Por otro
lado, en dicho acuerdo se consideraba a reos
sentenciados a penas menores de dos años.
Encontró la realización de las Granjas Penales en el
Petén, gran oposición oficial y popular, por lo que
no tuvo efecto y se derogó el acuerdo el día 29 de
junio de 1966.
Sin emisión de nuevo decreto, se planificaron las tres Granjas
Penales en Pavón, Escuintla y Quetzaltenango. La de Pavón,
Guatemala, para los reos del área central de la República y
sería de carácter eminentemente industrial. La de Cantel,
Quezaltenango, para reclusos de zonas frías, y la de Canadá,
Escuintla. para internos de zonas calientes.
Hasta que, por fin, durante la administración del Coronel
Enrique Peralta Azurdia se inicia la construcción de las Granjas
Penales, las cuales fueron producto de un largo período,
desde que se planificaron, hasta que se llevaron a cabo,
encuadrado en la Reforma Penitenciaria de nuestra patria. Se
culmina de este modo la parte arquitectónica y de
instalaciones materiales penitenciarias. Queda aún pendiente,
para la efectividad de esta Reforma, la promoción de recursos
humamos con la selección y formación de personal
penitenciario, para la rehabilitación de los reos, mediante una
adecuada planificación del trabajo y de la educación.
El 26 de agosto de 1889 se emitió el Reglamento para
la Penitenciaria Central. El mismo contemplaba lo
relativo al personal y sus funciones, servicios médicos,
servicios educativos, de los inspectores, de los presos,
visitas y régimen laboral. Este Reglamento fue
derogado por el del 12 de julio de 1937, el cual
contemplaba algunos aspectos más. En general
contenía disposiciones acerca de la organización,
personal, servicios médicos y dentales, personal
auxiliar, del Inspector General, del Inspector General
de Talleres y de los jefes de talleres (estos inspectores
y jefes eran escogidos entre los reclusos de buena
conducta, siendo personal auxiliar del alcaide), del
hospital y sus anexos, de la escuela, director y
profesores, premios, recompensas y sanciones.
Mediante Acuerdo del 21 de abril de 1920 se crean
las granjas penales y se ordena demoler el edificio
de la Penitenciaría Central. Sin embargo, no fue sino
hasta 1965 que se efectuó el traslado de los reos a
la Granja Penal de Pavón, en tiempos del gobierno
de facto presidido por el Coronel Enrique Peralta
Azurdia. El 31 de diciembre de 1965 se creó la plaza
de Director General; la Dirección General de
Cárceles no se instituyó en la misma forma que la
Inspección General de Cárceles, que fue el
organismo que le precedió, sino por la inclusión en
los presupuestos de la Nación de una plaza nueva.
Sin existir una Ley Penitenciaria se trató por otros
medios de contar con algunas normas que
coadyuvaran a que el tiempo transcurrido en prisión
tuviera una razón de ser; es así que se emite la
primera Ley de Redención de Penas por el Trabajo,
mediante el Decreto 1560 del Congreso de la
República, emitido el 24 de noviembre de 1962.
Ésta fue sustituida por el De 56-69 del Congreso de
la República, del 15 de octubre de 1969, que
contenía la Ley de Redención de Penas (derogada
por la actual Ley del Régimen Penitenciario).
LEY FUGA

Se entiende por aplicación de la ley fuga el acto de dar muerte a un reo en


el momento que éste intenta escapar de la vigilancia de su custodio, ya sea
la evasión espontánea u ofrecida por el propio agente de seguridad.
Debemos decir que no hemos encontrado ninguna definición de esta
famosa ley, pero según se practicó en tiempos pretéritos aquí en
Guatemala, parece que ésta describe bastante bien lo que es la aplicación
de la misma. En "El Imparcial" del viernes 9 de marzo de 1923 leemos: "La
misteriosa ejecución de Fruto Meza A. ante el pueblo y ante el Gobierno".
Deja en la miseria a siete niños y a una esposa sin consuelo. Le fue aplicada
la ley fuga a inmediaciones del Puente las Vacas". El día 11 de abril de 1935
le aplicaron la ley fuga a Benito Cortés Cerén. El día 3 de junio de 1938 le
aplicaron la ley fuga a Max Aldana junto a los baños de Ciudad Vieja. José
Luis Sánchez Batten fue asesinado aplicándole la ley fuga en el Campo de
Marte el día 27 de septiembre de 1943.
Hemos visto distintas informaciones de prensa en las cuales se narran estos
hechos trágicos pro medio de los cuales se eliminaba a las personas sin
motivo alguno
A través del Acuerdo Ministerial 268-98, del 31 de
agosto de 1998, el Ministerio de Gobernación creó
la Comisión de Transformación del Sistema
Penitenciario, como un ente ad honorem, cuyo
objeto era plantear las políticas de transformación
del Sistema Penitenciario del país. La Comisión,
dentro de sus acciones, presentó un anteproyecto
de Ley que fue entregado a la Comisión de
Gobernación del Congreso de la República el 19 de
mayo de 1999, para su discusión y promulgación.
Este anteproyecto consolidó todos los proyectos
que a la fecha habían sido presentados al Congreso
y que por falta de voluntad política no se entraron a
conocer en su momento.
Luego que la Comisión Consultiva elaboró el
referido anteproyecto, el mismo fue trasladado a la
Subcomisión de Seguridad y Justicia de la Comisión
Nacional de Seguimiento y Fortalecimiento de la
Justicia. Ésta realizó varias reuniones para
socializarlo con todos los entes que conformaban
dicha subcomisión. Como resultado de este proceso
se le introdujeron varias reformas al mencionado
anteproyecto.
El informe de verificación de MINUGUA, elaborado a
inicios del 2000, presentó la siguiente recomendación
al Congreso de la República para la aprobación de una
ley penitenciaria: “Es vital que el país cuente con la
normativa necesaria para dar soporte legal al
ordenamiento institucional del sistema penitenciario;
hasta la fecha, distintas instituciones han elaborado
proyectos de ley penitenciaria, pero ninguno ha
contado con la voluntad política necesaria para su
aprobación. Por ello se considera fundamental que,
luego de la decisión del Ministerio de Gobernación de
apoyar una propuesta de ley, acorde con las exigencias
de la realidad y los compromisos de los Acuerdos de
Paz, el Congreso le otorgue prioridad a su discusión y
posterior aprobación”.
Posteriormente fue creada la Comisión Consultiva
del Sistema Penitenciario Nacional, mediante
Acuerdo Gubernativo 270-2001 del 2 de julio de
2001. En el mismo se estableció: “La Comisión
dentro del plazo de su mandato deberá convocar a
la Subcomisión de Seguridad y Justicia de la
Comisión Nacional de Seguimiento y
Fortalecimiento de la Justicia, con el propósito de
analizar un Proyecto de Ley del sistema
Penitenciario, para que la misma sea elevada por el
Organismo Ejecutivo, con carácter de iniciativa de
ley ante el Congreso de la República”. Dicho
anteproyecto fue entregado al Ejecutivo para que se
enviara como iniciativa por parte del mismo.
Ese proyecto, con algunas reformas, es la Actual Ley del
Régimen Penitenciario, Decreto 33-2006, que el 6 de
octubre de 2006 fue publicado en el Diario Oficial. Tal
ley, en su artículo 102, contempló que entraba en
vigencia seis meses después de su publicación en el
Diario Oficial; indudablemente este período fue previsto
para que la institución se acomodara a los cambios de
su organización interna, necesarios para el
cumplimiento de la misma.

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