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La Penitenciaria Central de Guatemala se construyó entre 1877 y 1892 para mejorar las condiciones de las cárceles existentes. Fue diseñada inicialmente para albergar a 500 reclusos pero llegó a albergar más de 2,500, lo que generó hacinamiento y corrupción. La Penitenciaria contaba con instalaciones como dormitorios, cocina y áreas para deportes pero con el tiempo su capacidad fue rebasada.
Descripción original:
historiA
Título original
EVOLUCIÓN HISTORICA DEL SISTEMA PENITENCIARIO GUATEMALTECO (1)
La Penitenciaria Central de Guatemala se construyó entre 1877 y 1892 para mejorar las condiciones de las cárceles existentes. Fue diseñada inicialmente para albergar a 500 reclusos pero llegó a albergar más de 2,500, lo que generó hacinamiento y corrupción. La Penitenciaria contaba con instalaciones como dormitorios, cocina y áreas para deportes pero con el tiempo su capacidad fue rebasada.
La Penitenciaria Central de Guatemala se construyó entre 1877 y 1892 para mejorar las condiciones de las cárceles existentes. Fue diseñada inicialmente para albergar a 500 reclusos pero llegó a albergar más de 2,500, lo que generó hacinamiento y corrupción. La Penitenciaria contaba con instalaciones como dormitorios, cocina y áreas para deportes pero con el tiempo su capacidad fue rebasada.
En Guatemala, ya desde 1542, según Real Cédula emitida por Carlos V, se fundó la Real Audiencia de los Confines de Guatemala y Nicaragua. “Una de las dependencias de toda Audiencia era la Real Cárcel de Corte, y en ella se internaban a los detenidos por orden de ese alto Tribunal, ya fuera por medida de seguridad o bien porque las causas estaban pendientes de ser juzgadas por la Audiencia”. Luego ha existido una diversidad de leyes tales como la Ley sobre Evasión de Presos, las leyes sobre el Derecho de Carcelaje, leyes sobre la Higiene y la Alimentación en la Real Cárcel, Leyes para evitar la relajación en la Real Cárcel, Ley sobre el Tormento, leyes sobre Destinos, Servicios y Protección de los Presos, así como diversos acuerdos de Cabildo. En los inicios de la época independiente, en 1820, la Real Cárcel de Corte se fusionó con la Cárcel del Ayuntamiento de la Ciudad, adoptándose para ambas el nombre de Cárcel Pública, que quedó en dependencia directa del Ayuntamiento, hasta llegar al período de la Penitenciaria Central. La Municipalidad, en su sesión ordinaria del 17 de diciembre de 1875, aprobó la construcción de la Penitenciaria Central. El martes 27 de febrero de 1877, a las 7:30 a.m., en el terreno denominado ‘El Campamento’ (donde actualmente se encuentra ubicada la sede de la Corte Suprema de Justicia y la Torre de Tribunales), se llevó a cabo la colocación de la primera piedra de tal Penitenciaria. Al acto asistieron el General Justo Rufino Barrios, los secretarios de Estado, el Presidente y magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Alcalde, los concejales y el Rector Magnífico de la Universidad. Construcción de la Peniténciaría Central Por acuerdo Gubernativo del 28 de junio de 1888 se manda trasladar a todos los reos de la Cárcel Pública de Hombres de la Ciudad a la Penitenciaria Central. La Penitenciaría Central de Guatemala fue construida, casi en su totalidad durante la administración del Presidente, General Justo Rufino Barrios. Fue planificada inicialmente por el ingeniero Julián Rivera, con capacidad para 500 hombres y se iniciaron los trabajos de construcción el día 27 de febrero de 1877. Un artículo titulado "Higiene de Cárceles y Penitenciarías", publicado 1 el 15 de marzo de 1878, decia: "En esta Capital se está edificando con actividad, la Penitenciaría que reemplazará a las inmundas cárceles que hoy tenemos. Por sus dimensiones amplias, es de esperar ,que reúna las condiciones indispensables, para el resguardo de la salud de los reclusos" El Señor Quezada plasma en su informe el desastroso estado de dicha cárcel, haciendo énfasis en que los reclusos eran tratados de manera inhumana, pues aparte del hacinamiento, las celdas no contaban con ningún servicio y eran similares a caballerizas, los reclusos se enfermaban y morían por falta de atención medica. Este informe llego a manos del General Justo Rufino Barrios, quien gobernaba en ese entonces, ordenando que se iniciara la construcción de la Penitenciaria Central, el 11 de enero de 1877. El lugar en el cual se inicio la construcción era conocido como El Campamento. El General Justo Rufino Barrios murió en 1885, ascendiendo al poder el General Manuel Lizandro Barillas, quien continúo con el proyecto de construcción de la Penitenciario Central. El día 10 de febrero del año 1883 se emite un acuerdo gubernativo, por el cual se adopta un nuevo plano, para que, conforme a él, se continúen las obras de la Penitenciaria Central, ya bastante avanzadas, pues del plano que hizo el ingeniero Rivera y que adoptado por acuerdo gubernativo el día 14 de enero de 1879, ofrecía algunos inconvenientes al ser puesto en práctica. Los materiales que se utilizaron para su construcción fueron adobe, terrón y madera, ocupando una extensión de 19,900 metros cuadrados. La obra fue inaugurada el 3 de octubre de 1892, para esos entonces, la Penitenciario Central era un centro moderno que contaba con instalaciones completas como Capitanía de Cárceles, estacionamiento para vehículos, oficinas de servicio civil, espacio para deportes, despensa, dormitorios y cocina. En ese entonces los reclusos se clasificaban en: Trabajadores de buena conducta, músicos, inválidos, ancianos, obreros, tuberculosos y homosexuales. La capacidad de dicho centro era para 500 reclusos y en un principio era solo para penados, pero posteriormente por Acuerdo Gubernativo, se dispuso que también fuera para preventivos. Con el paso de los años, la Penitenciaria Central empezó a sufrir de hacinamiento, llegando a albergar a más de 2,500 reclusos, lo que la convirtió en un centro de corrupción y muerte. Para las mujeres existió la cárcel llamada Ciudad de Mujeres o Casa de Recogidas, lugar en el cual se recluía a mujeres de la vida alegre o con desorden. Se dice que el creador de dicha cárcel fue Andrés de las Navas y Quevedo. El acuerdo gubernativo del 28 de febrero de 1887 establece que la Penitenciaría Central pase a depender de la Secretaría de Gobernación y Justicia, en vez de la de Fomento, a la cual había pertenecido desde el principio de la construcción hasta la fecha indicada en el presente Acuerdo. El día 30 de septiembre de 1892, el Jefe Político de Guatemala, señor F. E. Asturias, con instrucciones del Ministro de Gobernación y Justicia y Asuntos Eclesiásticos, invitó al Alcalde Primero Municipal y a la corporación Edilicia, para que estuvieran presentes el 3 de octubre siguiente a las 11 horas, en la inauguración de las obras de maestranza de la Penitenciaría. A las 12 horas los asistentes se trasladaron al segundo patio de la Penitenciaría, donde el Presidente General José María Reyna Barrios declaró inauguradas las obras de maestranza y tomaron la palabra varios reclusos y los señores Timoteo Miranda y Julio Lozano. Características de la Penitenciaría Central
La Penitenciaría Central ocupaba
un área de dos manzanas, en ros llanos denominados entonces "El Campamento". Corresponde al área comprendida de la 21 a la 22 calles y de la 7 a la 9 Avenidas, zona 1, donde actualmente se han edificado la Corte Suprema de Justicia y la Torre de los Juzgados con sus correspondientes estacionamientos, integrando el Centro Cívico de la Ciudad Capital. En aquella época el lugar estaba a las afueras de Guatemala y totalmente despoblado. El muro exterior del edificio tenía una altura aproximada de 7 metros por uno de ancho, sobre el cual había 6 torreones de vigilancia ubicados uno en cada esquina, otro sobre la pared del Triángulo y otro en el centro de la pared de Ia 9 Avenida. Además había un emplazamiento, consistente en una garita sencilla, instalada en el segundo piso, junto a la Dirección del Centro Penal. A un lado del 1 portón de entrada de vehículos, había también una garita de control. Constaba la Penitenciaría Central de las siguientes dependencias : Almacén de Ventas de los productos elaborados por los reos, instalado en la planta baja y a mano izquierda, según se entraba por la puerta principal; Dirección del Centro y Sala de Espera, ambas en el segundo piso sobre la fachada de la séptima avenida; Subdirección, .Alcaidía, Departamento Fotográfico, Planta Eléctrica de Emergencia, Control de Encomiendas, Control de Correspondencia y de dinero, Control de Registro y Sector de Reservados, Departamento de Ficha, Oficina de Contabilidad y Caja, Archivo, Departamento Judicial o de Notificaciones, Dormitorio de Oficiales con su servicio sanitario, Botiquín de Tropa, Oficina de Ayudantía, Barbería de Jefes y Oficiales, Barbería de Tropa y Lavandería de Tropa. Todas estas dependencias estaban en la planta baja, daban a la fachada principal de la séptima avenida y comunicaban con el primer patio. El Personal estaba Clasificado de la siguiente forma: en la primera, segunda y tercera cuadras estaban los reos que trabajaban para el Centro Penal y los que tenían buena conducta; en la cuarta estaban los músicos; en la quinta los inválidos y ancianos; en la décima y en la catorce los obreros; en la 15 los tuberculosos. Los reos tuberculosos fueron traslados al Hospital Cristóbal Colón el día 12 de octubre de 1958 situado en la finca "La Verbena'', zona 7, en donde permanecieron hasta que cesó dicho pabellón como Centro Hospitalario, el día 3 de septiembre de 1974. En la dieciséis, los homosexuales ; en la séptima los demás reos no comprendidos en fase anteriores. La once era una cuadra muy pequeña; y la doce estaba ubicada en el Triángulo, ambas para reos comunes. Reos en la Penitenciaría Central
La Penitenciaría fue construida para albergar a 500
reos, pero el número de presos aumentó desmesuradamente, hasta tal extremo, que a principios de siglo ya había más de 1,500 hombres recluidos, cifra que fue creciendo hasta llegar en algunas ocasiones, especialmente durante los años comprendidos de 1954 a 1957, a 2,500 hombres. Una estadística detallada sobre la Penitenciaría Central. hecha por la Capellanía General de Cárceles el día 31 de marzo de 1962, nos indica que en esa fecha había en la Penitenciaría Central 850 presos sentenciados y 983 pendientes de sentencia, sumando en total 1,833 reos. Se realizaron traslados de reos la cual se consumó el cese definitivo de la Penitenciaría Central, el día 12 de enero de 1968. Figuró como Centro Penal de la República, durante 87 años, desde el 8 de noviembre de 1881, hasta el 12 de enero de 1968. Desde que se efectuó el último traslado de los reos a Pavón, las instalaciones de la Penitenciaría Central quedaron abiertas al público durante tres meses, concediéndole el Ministerio de Gobernación, el derecho al Cuerpo Voluntario de Bomberos, a efecto de que organizara y cobrara las visitas del público razón de diez centavos por persona. Fue visitada por 112,700 personas, haibiendo dejado una utilidad de Q. 11,270.00 en beneficio del citado Cuerpo de Bomberos. De esta forma el público pudo observar y comprobar que todo lo que se decía respecto a la situación de los reos en el viejo edificio era verídico. El día 15 de mayo de 1968 se acabó la demolición de la Penitenciaría Central. Origen de las Granjas Penales
El acuerdo gubernativo emitido el día 25 de marzo
de 1963 crea legalmente las GRANJAS PENALES, las cuales se instalaran en el departamento del Petén, con el fin de absorber la población reclusa de la Penitenciaría Central. Este proyecto no contemplaba a los reclusos originarios de zonas frías. Por otro lado, en dicho acuerdo se consideraba a reos sentenciados a penas menores de dos años. Encontró la realización de las Granjas Penales en el Petén, gran oposición oficial y popular, por lo que no tuvo efecto y se derogó el acuerdo el día 29 de junio de 1966. Sin emisión de nuevo decreto, se planificaron las tres Granjas Penales en Pavón, Escuintla y Quetzaltenango. La de Pavón, Guatemala, para los reos del área central de la República y sería de carácter eminentemente industrial. La de Cantel, Quezaltenango, para reclusos de zonas frías, y la de Canadá, Escuintla. para internos de zonas calientes. Hasta que, por fin, durante la administración del Coronel Enrique Peralta Azurdia se inicia la construcción de las Granjas Penales, las cuales fueron producto de un largo período, desde que se planificaron, hasta que se llevaron a cabo, encuadrado en la Reforma Penitenciaria de nuestra patria. Se culmina de este modo la parte arquitectónica y de instalaciones materiales penitenciarias. Queda aún pendiente, para la efectividad de esta Reforma, la promoción de recursos humamos con la selección y formación de personal penitenciario, para la rehabilitación de los reos, mediante una adecuada planificación del trabajo y de la educación. El 26 de agosto de 1889 se emitió el Reglamento para la Penitenciaria Central. El mismo contemplaba lo relativo al personal y sus funciones, servicios médicos, servicios educativos, de los inspectores, de los presos, visitas y régimen laboral. Este Reglamento fue derogado por el del 12 de julio de 1937, el cual contemplaba algunos aspectos más. En general contenía disposiciones acerca de la organización, personal, servicios médicos y dentales, personal auxiliar, del Inspector General, del Inspector General de Talleres y de los jefes de talleres (estos inspectores y jefes eran escogidos entre los reclusos de buena conducta, siendo personal auxiliar del alcaide), del hospital y sus anexos, de la escuela, director y profesores, premios, recompensas y sanciones. Mediante Acuerdo del 21 de abril de 1920 se crean las granjas penales y se ordena demoler el edificio de la Penitenciaría Central. Sin embargo, no fue sino hasta 1965 que se efectuó el traslado de los reos a la Granja Penal de Pavón, en tiempos del gobierno de facto presidido por el Coronel Enrique Peralta Azurdia. El 31 de diciembre de 1965 se creó la plaza de Director General; la Dirección General de Cárceles no se instituyó en la misma forma que la Inspección General de Cárceles, que fue el organismo que le precedió, sino por la inclusión en los presupuestos de la Nación de una plaza nueva. Sin existir una Ley Penitenciaria se trató por otros medios de contar con algunas normas que coadyuvaran a que el tiempo transcurrido en prisión tuviera una razón de ser; es así que se emite la primera Ley de Redención de Penas por el Trabajo, mediante el Decreto 1560 del Congreso de la República, emitido el 24 de noviembre de 1962. Ésta fue sustituida por el De 56-69 del Congreso de la República, del 15 de octubre de 1969, que contenía la Ley de Redención de Penas (derogada por la actual Ley del Régimen Penitenciario). LEY FUGA
Se entiende por aplicación de la ley fuga el acto de dar muerte a un reo en
el momento que éste intenta escapar de la vigilancia de su custodio, ya sea la evasión espontánea u ofrecida por el propio agente de seguridad. Debemos decir que no hemos encontrado ninguna definición de esta famosa ley, pero según se practicó en tiempos pretéritos aquí en Guatemala, parece que ésta describe bastante bien lo que es la aplicación de la misma. En "El Imparcial" del viernes 9 de marzo de 1923 leemos: "La misteriosa ejecución de Fruto Meza A. ante el pueblo y ante el Gobierno". Deja en la miseria a siete niños y a una esposa sin consuelo. Le fue aplicada la ley fuga a inmediaciones del Puente las Vacas". El día 11 de abril de 1935 le aplicaron la ley fuga a Benito Cortés Cerén. El día 3 de junio de 1938 le aplicaron la ley fuga a Max Aldana junto a los baños de Ciudad Vieja. José Luis Sánchez Batten fue asesinado aplicándole la ley fuga en el Campo de Marte el día 27 de septiembre de 1943. Hemos visto distintas informaciones de prensa en las cuales se narran estos hechos trágicos pro medio de los cuales se eliminaba a las personas sin motivo alguno A través del Acuerdo Ministerial 268-98, del 31 de agosto de 1998, el Ministerio de Gobernación creó la Comisión de Transformación del Sistema Penitenciario, como un ente ad honorem, cuyo objeto era plantear las políticas de transformación del Sistema Penitenciario del país. La Comisión, dentro de sus acciones, presentó un anteproyecto de Ley que fue entregado a la Comisión de Gobernación del Congreso de la República el 19 de mayo de 1999, para su discusión y promulgación. Este anteproyecto consolidó todos los proyectos que a la fecha habían sido presentados al Congreso y que por falta de voluntad política no se entraron a conocer en su momento. Luego que la Comisión Consultiva elaboró el referido anteproyecto, el mismo fue trasladado a la Subcomisión de Seguridad y Justicia de la Comisión Nacional de Seguimiento y Fortalecimiento de la Justicia. Ésta realizó varias reuniones para socializarlo con todos los entes que conformaban dicha subcomisión. Como resultado de este proceso se le introdujeron varias reformas al mencionado anteproyecto. El informe de verificación de MINUGUA, elaborado a inicios del 2000, presentó la siguiente recomendación al Congreso de la República para la aprobación de una ley penitenciaria: “Es vital que el país cuente con la normativa necesaria para dar soporte legal al ordenamiento institucional del sistema penitenciario; hasta la fecha, distintas instituciones han elaborado proyectos de ley penitenciaria, pero ninguno ha contado con la voluntad política necesaria para su aprobación. Por ello se considera fundamental que, luego de la decisión del Ministerio de Gobernación de apoyar una propuesta de ley, acorde con las exigencias de la realidad y los compromisos de los Acuerdos de Paz, el Congreso le otorgue prioridad a su discusión y posterior aprobación”. Posteriormente fue creada la Comisión Consultiva del Sistema Penitenciario Nacional, mediante Acuerdo Gubernativo 270-2001 del 2 de julio de 2001. En el mismo se estableció: “La Comisión dentro del plazo de su mandato deberá convocar a la Subcomisión de Seguridad y Justicia de la Comisión Nacional de Seguimiento y Fortalecimiento de la Justicia, con el propósito de analizar un Proyecto de Ley del sistema Penitenciario, para que la misma sea elevada por el Organismo Ejecutivo, con carácter de iniciativa de ley ante el Congreso de la República”. Dicho anteproyecto fue entregado al Ejecutivo para que se enviara como iniciativa por parte del mismo. Ese proyecto, con algunas reformas, es la Actual Ley del Régimen Penitenciario, Decreto 33-2006, que el 6 de octubre de 2006 fue publicado en el Diario Oficial. Tal ley, en su artículo 102, contempló que entraba en vigencia seis meses después de su publicación en el Diario Oficial; indudablemente este período fue previsto para que la institución se acomodara a los cambios de su organización interna, necesarios para el cumplimiento de la misma.