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INGENIERÍA SOCIAL

11 de febrero de 2024

Julio César Rodríguez Gómez


jcrg.emperador@gmail.com

La ingeniería social es un conjunto de tácticas utilizadas para obtener información confidencial


mediante la influencia, distorsión o engaño. Su objetivo principal es acceder a sistemas o
información privilegiada para engañar y estafar.

A menudo, en política, se utiliza con el objetivo de anular el pensamiento crítico y la


racionalidad de las personas, para obtener de ellas la difusión de noticias falsas, presentar una
imagen desfavorable de alguien, para desacreditarla o conducirlas a realizar ciertas acciones
que cumplen el propósito maquinado de estafa o de desinformación. Se accesan de manera
ilegal conversaciones, contactos, cuentas o plataformas, utilizando herramientas tecnológicas,
haciendo uso de la manipulación psicológica, interpersonal o emocional, en narrativas
engañosas o la utilización de cualquier clase de trucos e infiltraciones, para lograr los fines
perversos.

En Colombia, es lamentablemente común encontrar en el ámbito periodístico y en los medios


de comunicación, ya sea en revistas, prensa o noticieros, una profesión que no siempre se
ejerce con los rigurosos estándares de calidad ética y objetividad, necesarios para garantizar
la credibilidad de lo informado, de ahí que se debe hacer uso de medios alternativos que
transmitan verdades, sin juicios de valor, dado que para las controversias opositoras,
necesarias en una democracia, hay otros espacios específicos.

El desafío de transparencia para recuperar credibilidad y respeto es complejo y se ve


obstaculizado por los poderes económicos, cuyos intereses socavan la confianza de los
lectores y oyentes, que en tal razón, maximizan la desconfianza y minimizan su fatal influencia.
Crece, así sea a paso lento, sorprendentemente, una independencia de pensamiento menos
inducido, lo que impedirá la manipulación de los futuros procesos electorales. No será fácil
para imperios que no luchan por los intereses del pueblo, asi no lo crean, ya fue probado.

Es imperativo que los grupos partidistas, cualquiera sea su orientación, reconozcan la


necesidad de realizar las transformaciones constitucionales perentorias, que promuevan la paz
social. Ignorar esta urgente demanda sería un grave error, especialmente cuando se busca
alcanzar objetivos mediante procesos de elección popular. En este contexto, es crucial
comprender que la ingeniería social no puede ser la estrategia predominante. Todo poder o
engaño que se crea absoluto, tiene límites, venga de donde venga.

Las redes sociales, en su evolución, parecen haber desviado su propósito original de avance
tecnológico, al convertirse en plataformas propicias para la proliferación de engaños y estafas.
Esta tendencia de manipulación y fraude, desde perfiles falsos hasta hackeos, mina la
integridad de los procesos democráticos y debilita la credibilidad en las instituciones
gubernamentales. La ingeniería social utilizada para desinformar y estafar, al afectar la vida,
las decisiones y la convivencia de los individuos, también aumenta la prevención contra tales
prácticas. En este contexto, se torna esencial abordar estos desafíos para preservar la
integridad y la confianza en el entorno digital.

Teniendo clara la información de ingeniería social, es válido concluir que en Colombia, como
estado unitario y la manera como se elige la estructura del estado, no hay separación de
poderes, no se tiene autonomía y el régimen de turno, de no ser autoritario, tiene que concertar
con los demás, porque cada uno de ellos defiende los intereses partidistas, de acuerdo a las
disposiciones de otros poderes o de si mismos, desconociendo equivocadamente, el poder del
pueblo.

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