LA DESINFORMACIÓN SOBRE LOS DEBERES QUE IMPLICA LA LIBERTAD

DE EXPRESIÓN

Monica Andrea Prada Ortiz

Universidad Francisco de Paula Santander

Maestría en TIC aplicadas a la educación

Dc. Freddy H. Vera Rivera

07 de abril del 2024

 LA DESINFORMACIÓN SOBRE LOS DEBERES QUE IMPLICA LA LIBERTAD
DE EXPRESIÓN

La desinformación sobre la libertad de expresión es un tema delicado e importante,

sobre todo en estos momentos en donde la generación actual defiende mucho este derecho.
La libertad de expresión es un derecho fundamental que permite a las personas expresar sus
opiniones y compartir información de manera libre, siempre y cuando no se infrinjan los
derechos de otros o se difundan informaciones falsas que puedan causar daño. La libertad de
expresarse no consiste en poder decir lo que a uno plazca, sino que aboca necesariamente a
comunicar lo que se entiende por verdadero, a la honestidad en el diálogo, a poder declarar,
defender y propagar lo que se entiende como verdadero en público, a no ser forzado a decir,
defender o propagar la falsedad (Santos-Rodríguez, P., 2022, p. 2).

En el contexto de Colombia, la desinformación sobre los deberes que implica la

libertad de expresión podría referirse a la responsabilidad de garantizar que la información
compartida sea veraz y no cause perjuicios innecesarios. Esto es especialmente relevante en
el ámbito de los medios de comunicación y las redes sociales, donde la difusión de noticias
falsas puede tener consecuencias graves para la sociedad.

Es importante fomentar la educación y la conciencia sobre el uso responsable de la

libertad de expresión, promoviendo la verificación de fuentes, el pensamiento crítico y la
responsabilidad en la difusión de información. Nosotros como educadores tenemos que
abordar estos dos temas, que son muy comunes entre nuestros jóvenes, ya que ellos tienen a
la mano una cantidad de información que muchas veces no es verídica y estos en la búsqueda
y la defensoría de su libertad de expresión la propagan entre ellos. Los métodos y
herramientas para propagar desinformación incluyen redes sociales, memes, trolls y bots. Se
implementan sofisticadas técnicas que incluyen la utilización de perfiles falsos, destinados a
crear corrientes de opinión en un determinado sentido. Esta información es multiplicada en
diversas plataformas por la acción de usuarios que utilizan perfiles falsos -trolls- y de cuentas
denominadas bots (Malm Green, 2023, p. 8).

Teniendo en cuenta lo anterior es necesario reconocer que todos estamos expuestos a

las libres opiniones de la sociedad y aunque sea responsabilidad de todos ser prudentes y no
causar daño, también debemos buscar la forma de construir una personalidad fuerte que
mantenga sus criterios a pesar de las múltiples opiniones sobre algún tema, la libertad de
expresión lleva al ser humano a un crecimiento intelectual y moral que propicia su realización
personal al estar expuesto a una diversidad de ideas y pensamientos que le permiten ir
forjando una personalidad e ideales propios (Ferrer Comer Borja, 2018, p. 12).

De esta generación actual hemos escuchado que son personas frágiles ante las
opiniones de los demás, pero son muy defensores de sus derechos y quieren expresar
libremente sus criterios, sin permitirse ampliar sus conocimientos, al tener una mente abierta,
al leer, al escuchar, manteniendo la desinformación y olvidando que la libertad de expresión
es un derecho fundamental que implica responsabilidades para asegurar un ejercicio
responsable y respetuoso, ya que es importante compartir información veraz y basada en
hechos comprobables y así evitar difundir rumores o noticias falsas que puedan generar
confusión o daño a terceros. Las redes sociales, que en la actualidad tienen alta influencia en
el entretenimiento, la comunicación, la educación, el comercio y la forma de adquirir
información, entre otros, son entendidas como un conjunto de aplicaciones basadas en
Internet, que permiten la creación y circulación de contenidos generados por los usuarios
(Malm Green, 2023, p. 8).

La libertad de expresión no debe utilizarse para difamar, insultar o violar los derechos
de otras personas. Es fundamental respetar la dignidad y la integridad de los demás en todo
momento, la expresión de ideas no debe fomentar la violencia o el odio hacia grupos o
individuos. Se deben evitar discursos que puedan incitar a la discriminación, la violencia o el
extremismo. Además es necesario respetar la privacidad de las personas y evitar divulgar
información personal sin consentimiento.

En otro campo en donde la desinformación afecta mucho a esta nueva generación es

el poder democratico de Colombia, ya que al no estar disponibles a escuchar al otro y a abrir
su mente para tener un criterio más común y responsable, nos podemos someter a un grupo
de personas que se están tomando la mayoría del país y que en algún momento serán los que
tomen las decisiones. Uno de los problemas de que adolece este aluvión informativo radica
en la falta de rigor que cabe apreciar en una considerable cantidad de los mensajes que
contiene, la cual incide sobremanera en la toma de decisiones de los individuos en los
procesos democráticos (Sanchez Estefania, 2022, p. 3).
 Esta desinformación sobre nuestro país y su situación y la búsqueda de la libre
expresión por sobre todas las cosas, puede generar preocupación y confusión. Todo esto
genera ciertos problemas como divisiones y polarización en la sociedad, creando conflictos y
dificultando la colaboración y el diálogo constructivo, disminución de la confianza en
instituciones públicas, medios de comunicación y figuras de autoridad, lo que debilita la
cohesión social. Las noticias falsas tienen un 70% más de posibilidades de ser replicadas y
llegan más lejos, más rápido y más profunda y ampliamente que la verdad en todas las
categorías de información, observándose que los efectos son más pronunciados en contenidos
de política que en terrorismo, desastres naturales, ciencia, leyendas urbanas o información
financiera (Vosoughi; Roy; Aral, 2018).

Si las personas toman decisiones políticas sobre información incorrecta esto puede
llevar a políticas y acciones inadecuadas que no abordan adecuadamente los problemas
reales, pudiendo también desviar recursos y esfuerzos hacia problemas inexistentes o mal
entendidos, lo que podría impedir el progreso en áreas clave como la educación, la economía
y la innovación. La desinformación siempre va un paso por delante. Los avances tecnológicos
preceden cualquier medida o legislación que pretenda regular sus efectos (Carme Colomina,
2019, p. 62).

No solo a nivel país nos afecta este gran problema de la desinformación, sino en
muchos otros aspectos, solo que este es el líder y el generador del resto de problemas sociales
de nuestro país, por esa razón es importante mantenernos informados basándonos en buenas
fuentes y compartiendo entre nuestros estudiantes las formas de confirmar lo propagado por
los medios más asequibles. Como la búsqueda y confirmación en fuentes de noticias
confiables y verificadas, consumir información de diferentes fuentes para obtener una
perspectiva amplia y equilibrada de la situación y así evitamos depender únicamente de una
fuente de noticias.

Es importante que entre nosotros y en nuestros jóvenes creemos un pensamiento

crítico al evaluar la información considerando el contexto, la credibilidad de la fuente y
posibles sesgos antes de sacar conclusiones, participando en debates sobre temas relevantes
para estar al tanto de diferentes puntos de vista y enfoques.
Como conclusión final, podemos decir que a cualquier edad es importante siempre confirmar
cualquier tipo de información antes de utilizar nuestro derecho de libre expresión, para evitar
crear confusiones y generar cualquier tipo de daño basado en información falsa. Además es
indispensable estar abiertos de mente y escuchar, leer y atender con precaución la
información que nos llega por cualquier tipo de medio y buscar la forma de verificarla, antes
de creerla y de propagarla, porque hoy en día al tener acceso a muchos medios de
comunicación se hace fácil la mal interpretación, manteniendo viva la desinformación.