Introducción:

Para empezar, en nuestro comentario expondremos algunas ideas respecto al pensador

Ortega y Gasset, sobre su texto "Unas lecciones de metafísica", escrito en 1966, en la
época contemporánea. Esta se caracteriza por problematizar la existencia de la
"imposibilidad del saber", pues el saber por sí mismo está fraccionado sin poder ser
absoluto.

Desarrollo:
El extracto que analizaremos trata acerca de la existencia vista desde dos puntos; idealismo
y realismo, dos miradas que se contraponen entre sí. Según el filósofo y autor Ortega y
Gasset, el realismo trata acerca de "el mundo o realidad, o lo que verdaderamente es [...]
Su modo de ser, su tipo de realidad, es el que se nos ofrece ante cualquiera de esos algos
que llamamos cosas" (O. G. 1966). El realismo, en definitiva, nos plantea un punto de vista
desde la razón corpórea, basada en lo tangible, sobre cosas que se encuentran dentro de
una gran cosa que entendemos como el Mundo.

El idealismo, por su parte, no se limita únicamente a ello: lo material, lo físico, no es

relevante como lo es el pensamiento. Prioriza la idea en la mente del individuo que puede
experimentar el mundo. Entonces, esta idea en la razón, genera una realidad, pues “Afirmar
que la realidad radical son las cosas era un error, porque la realidad de las cosas solo es
segura mientras un sujeto pensante asiste a ella” (O. G. 1966). De esta manera, “la cosa”
no puede existir cuando no hay un ser pensante que las experimente con su razón o las
sensaciones mismas.

Bajo estos dos principios, Ortega y Gasset nos plantea además dos tipos de estructura de
vida, con cosmovisiones contrarias, y a su vez, carentes en algunos aspectos. Carmen E,
Villacorta (2000, p.92-93), resume su reflexión explicando la "estructura que da a la vida la
convicción realista", en contraposición a la vida que se estructura a partir de la convicción
idealista. ". Nos dice que en el realismo "Vivir es encontrarse desde luego en lo seguro, en
la tierra firme del mundo. Necesita ir averiguando en su detalle cómo es ese mundo, las
leyes de su conducta o ser. Pero sabe de antemano que hay en él esas leyes, que tiene un
ser" Carmen E, Villacorta (2000, p.92-93). Nos lo expone como la aceptación pasiva en el
cual éste se adapta a las leyes o normas impuestas por la sociedad o la vida en sí, sin
resignación u oposición alguna de ellas, logrando conformarse con el mundo, siendo el
realismo una suerte de conformismo.

Por otro lado, el idealismo es de quién "Se encuentra con que le han quitado lo seguro, el
mundo de debajo de los pies: se ha quedado sólo el sujeto como única realidad … No
puede, en consecuencia, apoyarse en nada porque no hay nada fuera de él…" Carmen E,
Villacorta (2000, p.92-93). El sujeto idealista no se adapta a lo que por defecto ya es o ya
está, como lo hace el realismo. Al contrario, construye su propio mundo autónomo, y vive
conforme a sus pensamientos o las ideas que representan su realidad, siendo lo opuesto al
mundo externo expuesto, a la “gran cosa”.