Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“La filosofía es un intento del espíritu humano para llegar a una concepción del universo
mediante la autorreflexión sobre sus funciones valorativas, teóricas y prácticas… la reflexión del
espíritu sobre sí mismo es el medio y el camino para llegar a una imagen del mundo, a una visión
metafísica del universo”
“El sol calienta la piedra”, afirmamos fundándonos en ciertas precepciones, vemos cómo el sol
ilumina la piedra y comprobamos tocándola y su calentamiento paulatino. Aquí, nuestro juicio
presenta un elemento que no está contenido en la experiencia, nuestro juicio no dice meramente
que el sol ilumina la piedra y que ésta se calienta, sino que afirma que entre estos 2 procesos
existe una conexión íntima, una conexión causal. La experiencia nos revela que un proceso sigue
a otro. Nosotros agregamos la idea de que un proceso resulta del otro, es causado por el otro. El
juicio “el sol calienta la piedra” presenta 2 elementos de los cuales uno procede de la experiencia
y el otro del pensamiento, Bien, ahora ¿Cuál de los factores es el decisivo? La conciencia
cognoscente se apoya preferentemente o exclusivamente, en la experiencia o en el pensamiento
¿De cuál de 2 las fuentes de conocimiento saca sus contenidos? ¿Dónde reside el origen del
conocimiento? ¿En qué se funda la validez del conocimiento?
El idealismo filosófico supone que la realidad misma está en la naturaleza de las ideas o, en
forma más moderada, que, entre todas las clases de realidades, las ideas son las más
destacadas. (Martindale, P. 61)
El idealismo objetivo dice que las ideas existen por sí mismas y que sólo podemos aprehender o
descubrirlas (Platón, Leibniz, Hegel, Bolzano, Dilthey, Frege)
“El filósofo debe centrarse en el sujeto viviente y no intentar descubrir el Mundo” Heidegger.
El enfoque idealista de la historia, plantea que son las ideas las fuerzas del desarrollo social,
además, en las teorías, en la conciencia del hombre, están estas fuerzas. Explica el desarrollo
social por acción de la “idea absoluta”, en la “razón universal”, “una conciencia supraindividual”. El
materialismo mecanicista, dice que el curso de la historia depende del desarrollo de las
concepciones del conocimiento, por ejemplo Feuerbach relaciona los períodos de la historia con
los cambios habidos en la religión.
Las sensaciones pueden revelar la riqueza de un hecho pero no el hecho en toda su riqueza…
…El fenomenismo exige que diferenciemos entre lo que está realmente contenido en los datos de
la experiencia y la extrapolación ilegítima que hace pasar las cualidades de nuestras percepciones
por propiedades acopladas a la naturaleza de las cosas… el fenomenismo tiende a negar toda
cualidad primaria o, mejor, a admitir que lo no percibido o susceptible de ser percibido pueda ser
una cualidad y, por tanto, una realidad; a separar absolutamente el sujeto del predicado en todo
juicio.
La experiencia permite establecer con certeza el modo en que una cosa se nos presenta, pero que
no es legítimo concluir que esta cosa es precisamente tal como es, por ejemplo, se puede hacer la
experiencia del calor del fuego, pero no se puede inferir que el fuego, en sí, es caliente (Hume).
Para Heidegger, la fenomenología es un imperativo que señala a las cosas mismas y representa,
por tanto, una actitud en la cual se deja mostrar a todo fenómeno en cuanto “lo que se hace
patente por sí mismo y desde sí mismo”
Charles Sanders Peirce, padre del pragmatismo y de la semiótica moderna, es considerado por muchos como el
filósofo más importante y original que las Américas jamás han producido. En mi opinión, con el paso del tiempo será
reconocido como una de las grandes figuras de la filosofía occidental, a la par de Aristóteles y Kant por la amplitud
de su visión arquitectónica. Alguna vez dijo: Para erigir un edificio filosófico que haya de sobrevivir a las vicisitudes
del tiempo, debo cuidar no tanto que cada ladrillo se ponga con la mayor exactitud, sino que los cimientos sean
masivos y profundos. Aristóteles construyó sobre algunos conceptos deliberadamente elegidos —tales como materia
y forma, acto y poder—, que eran muy amplios, y a grandes líneas vagos y rústicos, pero sólidos, inquebrantables y
no fácilmente socavados […] La empresa que este volumen inaugura es la de hacer una filosofía como la de
Aristóteles, es decir, esbozar una teoría tan comprehensiva que, durante muchos años, toda la labor de la razón
humana, en la filosofía de toda escuela y corriente, en matemáticas, psicología, ciencia física, historia, sociología y en
cualquier otra división que pueda haber, aparecerá como una faena consistente en ir completando sus detalles. El
primer paso hacia esto es el de hallar conceptos simples aplicables a toda cuestión [OFR, 1:290].
Para el empirismo, las verdades exigen: la necesidad, la universalidad, la inmutabilidad. Para ellos
estos rasgos se dan en el conocimiento sensible, “no puedo no ver lo que veo”. Todos ven o
pueden ver lo que yo veo, siempre puedo volver a ver lo que veo y otros pueden verlo y lo han
visto. La blancura de la nieve se me impone y se impone a todos siempre como un hecho
innegable, en cambio –dicen- no sucede esto con el pensamiento, ni la verdad de los sistemas
filosóficos, ni la moralidad de una conducta, ni la justicia de un fallo, tiene esa universalidad y
necesidad e inmutabilidad, por tanto, ni la necesidad, ni la universalidad ni la inmutabilidad no
aparecen el en pensamiento.
En suma, no hay hecho más indiscutible que el de la sensación.
Para el neopositivismo, por lo general, ignoran cualquier implicación de la conducta social por factores
materiales, para ellos, la conducta social es una manifestación de la ENERGÍA PSICOLÓGICA. Disuelven
la materia en la energía psicológica.
La visión positivista era totalitaria y, como todo totalitarismo, era inflexible con cualquier desviación
de la ortodoxia. Nicola Abbagnano ofrece esta elocuente descripción del positivismo: «La
característica del positivismo es la romantización de la ciencia, su exaltación como única guía de la
vida particular y asociada del hombre, esto es, como único conocimiento, única moral y única
religión posibles». Los positivistas siempre fueron muy claros en este punto: para que un
conocimiento sea legítimo, tiene que ser necesariamente un conocimiento científico. Si no hay
manera de verificar que una hipótesis es verdadera o falsa, no es conocimiento. El conocimiento
científico retrata fielmente el mundo real, lo describe objetivamente, y de ese conocimiento derivan
leyes que permiten predecir sucesos reales. Todo lo demás no es sino «metafísica».
Para Hume.- Divide las ideas (percepciones) en impresiones e ideas. Las impresiones son las
vivas sensaciones que se tienen cuando vemos, oímos, tocamos.
Hay pues percepciones de las sensaciones y de las reflexiones. Las ideas son las
representaciones de la memoria y la fantasía menos vivas que las impresiones y que surgen
sobre la base de éstas. “Todas las ideas proceden de las impresiones, son sólo copias de las
impresiones… todos los conceptos se pueden reducir a algo intuitivamente dado, sólo así se
justifican.
Berkeley demostró que no se puede justificar la existencia de un mundo físico sobre la base de
la experiencia. Para Craidoff, la ciencia debe utilizar las teorías como instrumento para predecir
fenómenos observables y debe renunciar a toda explicación, sólo la metafísica pretende
explicar.
Para Locke “Supongamos que la mente sea papel blanco, ausente de todos los símbolos y de
todas las ideas ¿cómo es que se llena de ellos? ¿De dónde llega esa inmensa colección que la
activa e ilimitada inclinación humana ha pintado en ella con una variedad casi infinita? A esto
contesto: de la experiencia, en la que se funda todo nuestro conocimiento y de la que, en última
instancia, todo él se deriva. Para él, nuestras ideas provienen de 2 fuentes distintas: las
sensaciones y la percepción de la operación de nuestra mente.
Locke dijo que también existen cualidades primarias y secundarias y que aquéllas existen porque sus
componentes invisibles (átomos o corpúsculos) también las poseen (se refiere a esas cualidades) aunque
nosotros no los conocemos directamente, por tanto, este conocimiento sólo se alcanza por revelación
divina. Para él, “los hombres, con el sólo empleo de sus facultades naturales, pueden alcanzar todo el
conocimiento que tienen sin la ayuda de impresiones innatas… para esto, primero, los sentidos dejan entrar
ideas particulares y las pasan a la cámara que hasta entonces estaba vacía, al irse familiarizando la mente
con algunas de ellas, las aloja en la memoria y les va dando nombres, Después, siguiendo el proceso, la
mente las abstrae y aprende gradualmente el empleo de los nombres generales”
Para Locke, que combate las ideas innatas, hay una experiencia externa (sensaciones) y una experiencia
interna (reflexión). Los contenidos de las experiencias son ideas o representaciones, ya simples, ya
complejas, éstos se componen de ideas simples. Las cualidades sensoriales primarias y secundarias
pertenecen a éstos últimos, por ejemplo, una idea compleja es la idea se substancia o cosa que es la suma de
las propiedades sensoriales, el pensamiento no agrega nada nuevo, ningún elemento, se limita a unir unos
con otros los diferentes datos de la experiencia.
Pero, desde el punto de vista lógico, para Locke, el valor lógico de los conocimientos, no se limita a la
experiencia, existen verdades que son independientes de la experiencia y son universalmente válidas, por
ejemplo, la matemática. El fundamento de su validez no está en la experiencia sino en el pensamiento.
Si sometemos las ideas tradicionales a la experiencia, muchas de ellas quedan liquidadas.
Berkeley demostró que no se puede justificar la existencia de un mundo físico sobre la base de la
experiencia.
HUME, no hay nada en ningún objeto, considerado en sí mismo, que pueda darnos una razón para sacar una
conclusión más allá de él, y que incluso, después de observar la frecuente conjunción de objetos, no hay
razón para inferir nada que se refiera a otro objeto fuera de aquellos de los que tuvimos experiencia.
Berkeley, que rechazó la dicotomía: substancia o materia y cualidades (extensión, color, olor, etc.) y que
sostuvo que lo único que percibimos son sólo cualidades y que la materia o substancia sólo la suponemos y
que se debería eliminar ésta para que quede sólo la mente y las ideas que ella experimenta directamente… y
que nuestras experiencias son sólo secuencias de ideas que ocurren en la mente sin relación causal alguna
con el mundo exterior y que el sabor de un dulce es el único objeto de conocimiento.
Ernest Mach (1838-1916, Moravia) La ciencia debe estudiar sólo las apariencias o fenómenos,
intentar estudiar algo que no se nos presente directamente a los sentidos es hacer metafísica. La
metafísica es sólo palabrería sin sentido. Para este autor, la ciencia debe trabajar con las cosas,
que es todo lo que se puede conocer, ni siquiera necesitamos plantearnos el problema de si existe
o no un mundo exterior; lo que la ciencia diga no puede ser sino lo que el mundo de los sentidos
nos permite conocer. Conceptos como causas, fuerzas, mundo exterior, son conceptos metafísicos
que la ciencia no puede necesitar para progresar. (Lo apoyaron Heisenberg, Born, Jordan) Para él
“la física debe estar libre de la metafísica, la ciencia está totalmente dentro de la fenomenalidad, de
las cosas mismas, sólo el fenómeno y no “la cosa misma” es accesible a la experiencia o
sensaciones, afirmar algo sobre las cosas equivale a una legítima transposición del campo de lo
dado lo supuesto, de la sensación a la idea, del fenómeno a la substancia. Toda suposición de
substancialidad (ya sea en la psique, ya en las cosas) es totalmente metafísica, es una afirmación
arbitraria que no puede ser confirmada. La ciencia y la filosofía deben limitarse a lo dado, a
describir lo dado… la ciencia se hace posible y legítima en la medida en que sea una adaptación
del pensamiento a los hechos”.
Sólo los estudios empíricos se consideran ciencia. LA CIENCIA es el conjunto de operaciones
observables (el positivismo defiende el método científico como única forma de conocimiento. El
neopositivismo, va más allá, limita el método científico a lo empírico y verificable)
Cuando las ideas tradicionales se someten a la prueba de la experiencia, muchos de ellos quedan
liquidados.
El EMPIRISMO LÓGICO, plantea 2 tesis:
1) reducir la filosofía al análisis del lenguaje (sintáctico y semántico),
2) imposibilidad de justificar teóricamente, la existencia de la realidad objetiva. Los conceptos sólo
son formas adecuadas de la organización de las sensaciones, NO REFLEJOS de la realidad.
No existen verdades independientes de las operaciones que las establezcan, para el
OPERACIONALISMO, el sentido de una proposición es el método de su verificación: toda
proposición es verdadera si puede ser verificada en la experiencia, POR ESO, EL LENGUAJE
DEBE ELIMINAR TODOS LOS TÉRMINOS DESPROVISTOS DE SIGNIFICACIÓN EMPÍRICA.
En general, el idealismo y el positivismo, consideran nuestras percepciones más seguras y más
ciertamente reales que la realidad física.
Para NEURATH, cualquier concepción del mundo o afirmación de la realidad, en sí, ya es
metafísica.
Una realidad no empírica, trascendental (que está más allá de los límites de cualquier conocimiento
posible. Es creer en una realidad superior que la adquirida mediante la experiencia o una clase
superior de conocimiento que el logrado por la razón) no puede ser objeto de conocimiento.
PARA COMTE, La ciencia en el estado positivo tiene 4 rasgos, 1) se propone como ley de subordinación
constante de la imaginación (fuerza puramente especulativa) a la observación, así, toda proposición que
no sea reducible al mero enunciado de un hecho particular o general no puede tener sentido real o
inteligible… en el estadio positivo, el principio de las causas finales es sustituido por la doctrina de las
condiciones de existencia, que es más significativa y fecunda. 2) La relatividad de toda ciencia y de sus
resultados. Se debe renunciar a toda noción absoluta, las diferentes teorías son sólo aproximaciones a la
realidad nunca del todo desvelada, pero satisfactorias al estado de evolución de cada época. 3) el tercer
carácter del estado positivo consiste en estar igualmente alejado, tanto del empirismo como del misticismo,
entendiendo el empirismo la simple erudición que acumula maquinalmente los hechos y se limita a
comprobarlos sin intentar deducir los unos de los otros. 4) regla: el dogma fundamental de la invariabilidad
de las leyes naturales. Este postulado no es noción primitiva o innata, sino, resultado de una lenta
inducción gradual. Ningún motivo racional, independientemente de la experiencia, indica el principio de la
invariabilidad de las leyes físicas, pues el espíritu humano los debe desconocer por provenir de agentes
sobrenaturales, En esto, Comte sigue a Descartes y Newton; su concepción del mundo físico, químico y
biológico es determinismo mecanicista.
En suma, en el estado positivo, no hay lugar para otro saber especulativo de la realidad que el empírico-
racional de los fenómenos mediante el establecimiento de sus leyes invariables, toda otra investigación
sobre la naturaleza íntima de las cosas, su origen, formación y destino o sobre sus causas eficientes y
finales, pertenece al muso de las entelequias teológicas.
La filosofía es el conjunto de todas las ciencias positivas (matemática, física, astronomía, química,
biología, sociología) este es su objeto, es un sistema de conocimientos universales y científicos o
sistematización de las ciencias. No le toca resolver problemas nuevos, desconocidos en la ciencia, sino,
unificar las múltiples soluciones científicas cuyo conjunto debe satisfacer cumplidamente a la razón
humana. El filósofo positivo debe ejercitarse en ver cómo han surgido las diversas ciencias, el orden
sucesivo de su dependencia y encadenamiento, en suma, el contenido de la filosofía es el contenido de las
6 ciencias fundamentales.
Comte, no está de acuerdo con la especialización de la ciencia, hay otras reglas que impone pero que
obstaculizan la investigación, por ejemplo, en matemáticas, es hostil al cálculo de probabilidades creado
por Laplace, en astronomía, condena todo esfuerzo para determinar la constitución física de los astros
(rechazó como quimera el análisis espectroscópico de las estrellas) y no acepta que se sobrepase el
sistema solar ni que se extiendan hipótesis cosmogónicas como la de Laplace. En física, no quiere que se
intente determinar la constitución de la materia y considera la teoría atómica como semimetafísica. En
química, dice, debe deshacerse de las hipótesis metafísicas como la unidad de la materia, fundada sobre
el deseo de unidad del entendimiento, la de diferenciar la química orgánica de la inorgánica, las hipótesis
de las afinidades y la de reducción de la afinidad química a la fuerza eléctrica que reduciría la química a la
física. En biología, condena toda teoría acerca de la evolución de las especies y es enemigo de la teoría
celular, pues más allá de los tejidos -decía- no hay organización.