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Infancias Imágenes

http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/infancias
UNIVERSIDAD DISTRITAL DOI: 10.14483/udistrital.jour.infimg.2015.2.a01
FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

imágenes de investigación

Disyuntivas en la construcción de la noción de niño*


Dilemmas in the Construction of Child Notion

Clara Inés Carreño Manosalva**

Para citar este artículo: Carreño, C. I. (2015). Disyuntivas en la construcción de la noción de niño. Infancias
Imágenes, 14(2), 9-24.

Recibido: 29-julio-2015 / Aprobado: 9-octubre-2015

Resumen Abstract
En este artículo se plantea un diálogo entre diver- This article proposes a dialogue between different
sas nociones de niño moderno. Para ello se toma notions of modern child. This is done by taking the
la propuesta de Heather Montgomery (2009), quien proposal of Heather Montgomery (2009), who sug-
sugiere que los niños son seres en acto y estado de gests that children are beings in act and state of trans-
transformación como cualquier otro sujeto. Desde formation as any other subject. From this perspective,
esta perspectiva, se analiza y cuestiona su recono- its effective recognition as producers of culture in
cimiento efectivo como productores de cultura en the various notions that circulate about them is ana-
las diversas nociones que circulan sobre ellos. No lysed and questioned. Nevertheless, the absence of
obstante, se encuentra en este diálogo la ausencia its participation is found in this dialogue and, for it,
de su participación y, por ello, la negación de su the denial of its own experience. The dialogue then
propia experiencia. El diálogo se centra entonces en focuses on the ideas that take place and are woven
las ideas que se producen y se tejen sobre ellos, en on them, in difficult power relations, meanwhile they
conflictivas relaciones de poder, en tanto proyectan project their attributes and weaknesses as fixed and
sus atributos y debilidades como planteamientos fi- univocal statements, which are placed in times, spac-
jos y unívocos, que se sitúan en tiempos, espacios y es and relations.
relaciones.
Keywords: representations, childhood, modern no-
Palabras clave: representaciones, infancia, nociones tions, attributes, rights
modernas, atributos, derechos

* Artículo resultado de la revisión crítica de la literatura sobre la configuración de la noción de protección infantil. Se realiza en el marco de la
investigación doctoral “Miradas etnográficas a los usos y sentidos de la protección infantil en la ciudad de Bogotá”, que adelanta la autora.
** Antropóloga; magíster en Desarrollo Educativo y Social, Universidad Pedagógica Nacional-Fundación Centro Internacional de Educación y
Desarrollo Humano (Cinde); candidata a doctora en Antropología, Universidad Nacional de Colombia. Docente e investigadora, Universidad
de La Salle. Correo electrónico: cicarreno@unisalle.edu.co

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Nosotros no nos encontramos nunca con los niños, Margaret Mead (1985) sobre los niños, las cuales
nos encontramos siempre con ideas sobre los niños, a problematizaron la idea universal de niño como
través de las cuales los vemos, incluso cuando creemos primitivo. Según la autora, existen unas diferencias
verlos in vivo. de comportamientos humanos, no explicadas en la
idea de evolución, sino en las diversas relaciones
Estanislao Zuleta (1980) que adultos y niños construyen.
Las diferencias entre los miembros de diferentes
Zuleta (1980) propone aprender a pensar la in- culturas, así como las que se dan entre individuos
fancia como producto de una serie de ideologías de una misma cultura, pueden apoyarse casi en su
persistentes, hasta el punto de creer que cuando totalidad en las diferencias de condicionamiento,
vemos in vivo un niño es idéntico a las ideas que sobre todo en la primera infancia, y la forma de
tenemos sobre él. De hecho, el niño es moderno, ese condicionamiento se halla determinada por la
su expresión en singular masculino, su deseable cultura (Mead, 1985, p. 236).
silencio, la esperable ingenuidad de sus palabras, Sus preguntas y afirmaciones innovadoras son
su infantil pensamiento, la necesaria inspiración una respuesta que interpelaba otro tipo de expli-
de ternura, son atributos que develan esa serie de caciones, altamente dominantes en el campo de
ideologías y por consiguiente la necesidad de pre- la antropología, venidas en especial de la escue-
guntarse sobre cómo se produce tal o cuál noción la evolucionista, que abordaré en los párrafos
social de infancia en tiempos contemporáneos. siguientes1.
En las siguientes páginas abordo brevemente la Montgomery (2009) reconoce que la importan-
construcción moderna de la noción de niño, que cia atribuida al niño en las teorías evolucionistas
posteriormente se pone en discusión con el reco- del siglo XIX, y primeras décadas del XX, se explica
nocimiento del niño y niña como productores de en la relación que esta escuela hacía entre ontolo-
cultura. Sigo la propuesta de Heather Montgomery gía y filogenia, según la cual, en la transformación
(2009), quien plantea que los niños son seres en de un individuo se reflejaba el desarrollo de la raza
acto y en estado de transformación hacia algo, humana, que llevó a hacer un paralelo explicativo
como en general puede comprenderse a cualquier del desarrollo del sujeto desde la infancia hasta la
sujeto. Su condición de productores permite verlos madurez, como el desarrollo de las especies huma-
en el centro de las relaciones sociales, donde el nas, desde lo salvaje a lo civilizado.
eje de la interacción no son ellos y ellas, sino las Como ejemplo de estas afirmaciones, Taylor
relaciones de poder, los conflictos, y los atributos (1913 [1871]) afirmaría que los juegos que prac-
y fines de grupos sociales situados en el tiempo y ticaban los niños eran ecos de las maneras en las
en el espacio. que nuestros ancestros vivieron, puesto que “estos
juegos mantienen el registro de primitivas artes bé-
NIÑOS, PRIMEROS PRIMITIVOS: LA TA- licas, por lo que se reproducen juegos y lecciones
REA DE SU NORMALIZACIÓN desde las primeras etapas de la historia de las tribus
infantiles de la humanidad” (pp. 73-74). La postu-
Es ya una entrada clásica en la antropología de la ra de Taylor y otros representantes de la escuela
infancia, reconocer el tipo de preguntas que se hizo evolucionista, como C. Staniland Wake (1878) y

1. Entre los postulados centrales del pensamiento evolucionista en antropología, se encuentra la existencia de una única unidad psíquica y
biológica fundamental de la especie humana, que implica a todos sus miembros como portadores de las mismas cualidades mentales; y la
variedad social y cultural que se explica según el estadio en que se encuentre un grupo humano, de acuerdo con la trayectoria unilineal de la
evolución por el que todos los grupos humanos transitan, según las diferentes fases o etapas en la evolución social; para lo cual se tomaron
como referente la clasificación de Morgan (1877): salvajismo, barbarie y civilización.

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John Lubbock (1978), fue interpretada en el con- La anterior cita de Ximena Pachón explica el im-
texto geopolítico de la época, haciendo natural la pacto de los planteamientos de la escuela evolu-
idea de que el más alto estado de evolución era el cionista en las instituciones del Estado colombiano
hombre adulto europeo, mientras que el salvaje, la y en las disciplinas que se ocuparían del niño, por
mujer y el niño estaban en el fondo de la jerarquía cuanto se había naturalizado la idea de que el ser
política, social y económica. humano evoluciona siempre desde estadios primi-
En el contexto de los estudios evolucionistas, la tivos hacia estadios evolucionados y, por ello, era
investigación con niños tomó fuerza: necesario educar su evolución.
Así, la educación del niño cobra sentido en la
[…] los niños fueron utilizados como especíme- construcción de nación, ella será la vía para alcan-
nes para la aplicación de medidas, test, muestras, zar el estadio de civilización. El planteamiento usa
entre otros, desarrollados por la antropología físi- la educación de la infancia como medio civiliza-
ca a principios del siglo XX. Se utilizaron también torio y hace un paralelo comparativo con las ideas
para comparar la manera como variaba el tamaño de los estadios evolutivos de la humanidad. “En
y el color de la piel de niños de diferentes nacio- los primeros años del mundo humano, este estuvo
nalidades. Se coleccionaron sus objetos y perte- en su infancia, y desde ese estado ha progresado,
nencias, y hasta sus juegos y canciones. (Pachón, a pasos graduales y ahora se puede decir que se
2009, p. 441). ha alcanzado, en la gente europea, al menos, una
madurez vigorosa” (Montgomery, 2009, p. 19).
Esta corriente de pensamiento tuvo un alto im- A esta idea de evolución Mead (1985) respondió
pacto en la Colombia de principios del siglo XX, con una argumentación contra la homogeneidad cul-
sobre todo a través de pensadores como López de tural, y planteó la inexistencia de una noción absoluta
Mesa (1927) y su escuela. o universal de niño. Develó igualmente la necesidad
Desde 1920, la divulgación de las conferencias de dar sentido a las particularidades con que cada
de Miguel Jiménez López contribuyó al posicio- grupo social hacía la relación entre adultos y niños.
namiento de consideraciones relacionadas con la
subordinación, a propósito de sus afirmaciones so- LA INFANCIA: LA EDAD EDUCABLE
bre la naturaleza del pueblo colombiano. Desde
esa década se empezó a promulgar la idea de que La edad se usa para configurar la minoría social
los problemas de la sociedad obedecían a la de- y moral de los niños. La argumentación sobre la
generación de la raza, a sus taras hereditarias y a minoría de edad se ha desarrollado a través de los
una predisposición biológica natural que lo redu- fundamentos disciplinares especialmente del de-
cían a la inferioridad. Lo interesante de la difusión recho, la pedagogía, la medicina y la psicología.
de estos discursos de la subordinación asociados a Al respecto vale la pena recordar que la edad no
la racialización es que la infancia empezó a ocu- es un dato puro, aislado y neutral; por el contrario,
par un lugar central, no solo en relación con los está dotada de la producción cultural que un grupo
enunciados que se dedicarían a su estudio —desde humano hace de ella, de determinados atributos
la medicina y la psicología naciente—, sino que que dependen de la organización jerárquica y de
orientaron los mecanismos de intervención sobre los conflictos que suscita, lo cual hace altamente
estos sujetos, en este caso, a través de las políticas variado e interesante su uso.
macrosociales y sus dispositivos de acción medica- Sobre la edad de los niños, Feixa (1996) propo-
lizantes, psicologizantes y educalizantes (Baquiro, ne un primer acercamiento crucial para evitar el
2009, pp. 243-244). adultocentrismo:

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La ciencia del hombre no solo ha sido etnocéntri- materia inmadura. El segundo pilar lo conforman sus
ca y androcéntrica, sino que también ha sido adulto- miembros, órganos y sentidos: pese a su debilidad,
céntrica. Pero mientras la crítica relativista y feminista se transforman y afectan al niño por ser instrumentos
hace tiempo que ha hecho mella en la consideración de la inteligencia (Pedraza, 2008, p. 224).
de la diversidad cultural, la crítica generacional no
ha conseguido todavía deconstruir los estereotipos La edad sirve para posicionar la idea de que
predominantes sobre los grupos de edad subalternos, solo con el paso del tiempo de las instituciones
percibidos a menudo como preparación al —o como sobre el cuerpo del niño, se superará tal anormali-
regresión del— modelo adulto” (p. 333). dad, logrando al fin, en algún momento del tiempo
progresivo, medido con la edad, su condición de
Siguiendo a Feixa (1996), podemos afirmar que normal.
la minoría de edad es una construcción del Estado, La noción de niño es entonces un cuerpo en
apoyado en las disciplinas modernas para legitimar determinada edad, generalmente entre los 0 y los
la condición de subordinación de los niños en las 18 años, aunque cobra fuerza otra suerte de subcla-
relaciones con los adultos, que los sitúa en condi- sificaciones en este mismo rango de edad, que se
ción de inferioridad, frente a figuras como el padre, diferencian por el grado de necesidades corporales
el maestro, el funcionario, el médico. y morales, por cuanto dichas necesidades también
La minoría de edad se asocia con la debilidad sugieren un grado de dependencia y de intereses
moral y la ausencia de racionalización, desde don- educativos que diversos actores sociales hacen cir-
de se explican situaciones como la delincuencia; cular con variados grados de aceptación.
La edad infantil se usa como dato universal y
El cataclismo orgánico —que así puede llamar- unívoco para justificar los procesos educativos so-
se—, propio de esta edad, explica el desarrollo anor- ciales y morales. Procesos progresivos, sistemáticos
mal de las pasiones, el ímpetu desenfrenado de los y orientados para llegar a ser el ciudadano y sujeto
instintos, la exageración de una emotividad congé- moderno esperado y necesitado, tanto para la re-
nita, el periodo agudo de una psicastenia, de una producción de capital como en la reproducción del
neurastenia, de una esquizomanía, la curva fuerte- orden moral y social. Este es el mismo uso que uni-
mente onduladas de la ciclotimia y, por consiguien- versalizó la Convención Internacional de los Dere-
te, la exacerbación de todas las causas, congénitas chos de los Niños, pues la infancia se representa
o adquiridas, que pueden impulsar a un menor a en cuerpos frágiles y en riesgo moral, entonces se
cometer un delito (Baquiro, 2009, p. 36). hace universal su educación. Al respecto, estudios
como los de Abadía (2011) hacen énfasis en tomar
La edad se convierte entonces en un parámetro distancia de los estudios que privilegian la edad
para verificar la anormalidad del niño, por cuanto como dato y condición del niño, ya que existe el
se erige como lugar de la normalidad la edad adul- riesgo de hacer de ella un estigma justificado en la
ta y que al mismo tiempo justifica la educación de idea de vulnerabilidad, irracionalidad y carencia.
ese cuerpo infantil en el orden moral dominante: La edad del niño se llena de atributos de caren-
cia, como la fragilidad, la ternura y la encarnación,
En los niños, con constitución física igualmente ideas que van saliendo del mundo de la ciencia,
blanda, débil y acuosa, se destacan otros elementos: la academia y, en especial, de las disciplinas e in-
el más relevante es el de no ser su cuerpo una esen- gresan de manera paulatina al mundo cotidiano.
cia sino una potencia. La materialidad corporal es Allí empieza a emerger el término infancia como
un sustrato para el paulatino desenvolvimiento de un signo universal para denominar la condición
las capacidades que superarán las limitaciones de la de niño y niña, adquiriendo características más

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abstractas y universales. Y es en particular la refe- no pueden resolver, hagan acomodaciones, ya sea


rencia a la edad sobre la que se señala una relación creando nuevas estrategias o modificándolas para
entre tiempo, cuerpo y socialización; desde esta enfrentar de este modo la situación (Piaget et al.,
perspectiva, no se ve al niño como un conjunto 1977).
unitario, sino de acuerdo con unas etapas etarias Con Piaget y su escuela, la edad queda intrín-
(Carreño y Rey, 2010). secamente relacionada con una noción de cre-
Estas etapas son fundamentales en la historia cimiento y de desarrollo del niño. Cada periodo
reciente de la noción de niño, dada su eficacia en etario se usa para identificar procesos educativos
la organización de la vida educable. Desde estas que llevarán a la maduración progresiva y positiva
fases, las instituciones empiezan a relacionarse con de las estructuras mentales del niño, ofreciendo las
los niños, y se advierte que la relación con ellos no posibilidades para evolucionar. Lo esencial de esas
es inocente o ingenua, todo lo contrario, va carga- construcciones sucesivas subsiste en el curso de
da de una especie de contrato a través del cual se los estadios ulteriores en forma de subestructuras,
espera un producto moral, encarnado en el cuerpo sobre las cuales habrán de edificarse los nuevos
del niño, producido por la interacción intencional caracteres (Piaget y Bärbel, 1976). De crecer, vi-
de adultos racionalizados y comprometidos con el viendo estos periodos sucesivos, concatenados y
orden institucional. ordenados, se deduce la eficiencia del pensamien-
Es quizás Jean Piaget (1979) quien mejor cris- to adulto, por cuanto cada estadio pasado en el
taliza el sentido de esas fases, al responder a las trascurrir de la edad educada corresponde a un ni-
preguntas de las instituciones modernas, encarga- vel más o menos elemental o elevado de la jerar-
das de la educación del niño. Piaget encuentra un quía de las conductas.
punto de equilibrio sobre lo justo y lo debido del La organización de la edad desarrollada por Pia-
intercambio entre afectividad e inteligencia1 en el get es definitiva en la orientación de las relaciones
acto educativo. Tiene su teoría bases de la escuela entre adultos y niños de las sociedades nacionales
evolucionista, y por ello del siglo XX, dado el carácter universal con que
se difundieron y la penetración que hicieron en
[…] define la vida por la capacidad de adap- las instituciones sociales de los Estados modernos,
tación, pero el criterio de adaptación estriba en como la familia y la escuela. Sus explicaciones han
mantener vivo lo vivo. [Por esta razón] […] todo sido usadas para dar cuenta de lo que es un niño y
comportamiento es una adaptación, y toda adapta- para, desde allí, dar un sentido homogéneo y abso-
ción el restablecimiento del equilibrio entre el orga- luto a la relación educativa y formativa entre niños
nismo y el medio. (Piaget et al., 1979, pp. 20-22). y adultos, imaginada con un propósito concreto:
la provisión de necesidades morales, en el sentido
El autor plantea dos polos de adaptación: asi- en que los adultos deben brindar y suplir, de forma
milación y acomodación, desarrollados en la cog- adecuada y pertinente, encada etapa del desarro-
nición3, que son los que permiten que los niños llo, lo que el niño requiere.
asimilen información adecuada a su desarrollo Sin embargo, según Jociles y otros críticos de
mental y la clasifiquen de acuerdo con lo que ya esta perspectiva, es bastante problemático porque
saben o que, cuando se enfrentan a problemas que mezcla lo biológico con lo cognitivo:

2. Para Piaget (1977), la afectividad cumplirá pues el rol de una fuente energética de la cual dependerá el funcionamiento de la inteligencia,
pero no sus estructuras. Piaget se concentra en argumentar que la afectividad no genera estructuras cognitivas ni modifica el funcionamiento
de las estructuras en las que interviene.
3. La cognición en Piaget (1979) es definida como: “La adquisición sucesiva de estructuras lógicas cada vez más complejas, que subyacen a las
distintas tareas y situaciones que el sujeto es capaz de ir resolviendo a medida que avanza en su desarrollo” (p. 102).

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La idea de crecimiento así como la noción de pensamiento, entonces, ¿qué era el pensamiento de
desarrollo que se le asocia cumplen un papel no- los niños primitivos? (Pachón, 2009, p. 446).
dal y estructurante en este marco de pensamiento.
Los signos de crecimiento y de las transformaciones A pesar de las críticas, la noción de niño caren-
físicas, así como la relativa dependencia y vulnera- te, sin razón, sin acción, sigue siendo central en
bilidad que de ello deriva, al menos en los prime- los principios de disciplinas como el derecho, la
ros años de la niñez, han favorecido y reforzado la pedagogía, la pediatría y la psicología.
transposición metonímica de los procesos biológi- La categoría de infancia está orientada por inte-
cos a los cognitivos y socioculturales que concier- reses sociopolíticos; incluye, bajo diferentes figuras
ne a la infancia (Jociles et al., 2011, p. 11). encubiertas, una aparente uniformidad que ha per-
Esta crítica se convierte en una advertencia episte- mitido concebir proyectos educativos elaborados
mológica para quienes nos hacemos preguntas en tor- en función de grupos de edad y de prestigio, y que
no a los niños, considerando la tendencia a desarrollar hace viables códigos científicos como los discur-
estudios desde la fragilidad, la vulnerabilidad o la in- sos pedagógicos, la medicina infantil o la psicolo-
genuidad de su edad; situación que podría explicar- gía evolutiva. Todos estos saberes son inseparables
se en que nuestra subjetividad ha estado fuertemente de las instituciones, de las organizaciones y de los
influenciada por las teorías del desarrollo cognitivo, reglamentos elaborados en torno a la categoría de
lo que, al mismo tiempo, impide ver al niño como infancia que a su vez se ve instituida y remodelada
sujeto histórico, cultural y político, con capacidad de por ellos (Alzate, 2002, p. 4).
acción y de reflexión, con intereses, con pensamiento El planteamiento de Alzate sitúa las ideas que
estratégico y capaz de enfrentar negociaciones en la tenemos sobre la infancia son producto del consen-
relaciones sociales de las que hace parte. so de algunos grupos sociales y de las relaciones de
fuerza y estrategias de dominio con otros grupos.
DEBATES SOBRE LOS ATRIBUTOS DE A continuación, se explora esta idea desde di-
LOS NIÑOS versas corrientes de pensamiento y algunos autores
que han criticado la noción moderna de niño, cen-
Montgomery (2009) ha planteado que la mirada trada en la edad frágil, en la vulnerabilidad moral y
convencional sobre los niños, estos son objetos pa- en la incompletud de su existencia.
sivos, espectadores de poca ayuda en los medios “El modelo de la ‘infancia moderna’ en tanto
sociales, ambientales, culturales y políticos que los separada del mundo adulto y en transición hacia él
afecta; se los ve como individuos que asimilan con- es un constructo forjado y delimitado bajo las cons-
tinuamente, aprendiendo y respondiendo al adulto, tricciones, cambios productivos y demográficos co-
sin una clara autonomía y que contribuyen de for- rrelativos al desarrollo del capitalismo industrial”
ma mecánica en la construcción de los valores o (Jociles, 2011, p. 16). Con este planteamiento, Jo-
comportamientos sociales del grupo en el que está ciles llama la atención sobre el contexto histórico,
involucrado. De la misma manera, Pachón (2009) económico y demográfico del modelo de infancia
recuerda cómo Margaret Mead ya se inquietaba moderna; lugar en el que la noción de fragilidad
frente a cómo ver a los niños en sí mismos y la probada en las ideas sobre el cuerpo y la edad que
complejidad que ello implica para el investigador: configuró la escuela evolucionista sobre el niño,
justificó las prácticas de tutelaje de la libertad in-
De manera particular, me preguntaba si Freud, dividual relacionadas con los actos educativos:
Levy-Bruhl, Piaget y otros estaban en lo correcto en “[…] lo fundamental es la relación entre cuerpo y
afirmar que la gente primitiva, los niños civilizados aprendizajes cognitivos, entendiendo la educación
y los neuróticos eran semejantes en sus patrones de del cuerpo como un facilitador para introducir al

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sujeto en los conocimientos que requieren grados […] la adaptación temprana del lactante lleva a
de abstracción” (Milstein y Mendes, 1999, p. 28), la necesaria represión de las necesidades que el niño
abstracción para asimilar el orden de la nación y tiene de amor, respeto, eco, comprensión, solidari-
de la producción de capital. dad y reflejo. Lo mismo puede decirse de las reac-
En ese sentido, introducir la noción moderna de ciones afectivas ante los fracasos serios; ello conduce
niño en los ámbitos donde se disponen las relacio- a que determinados sentimientos propios (como, los
nes entre adultos y niños, como la familia, tiene una celos, la envidia, la ira, el abandono, la impotencia
eficacia social esencial para la asimilación moral o el miedo) no puedan vivirse en la infancia ni luego
del orden cultural arbitrario, en perjuicio incluso en la edad adulta. (Miller, 2009, p. 26).
del mismo individuo; tal perjuicio, en caso de ha-
cerse visible será atendido por las instituciones des- Los tránsitos de Miller por varias disciplinas de
tinadas a la corrección de la irregularidad del yo. las ciencias médicas y sus renuncias a algunas de
Precisamente Alice Miller (1923-2010), desta- ellas, dan cuenta de una constante disposición a
cada pensadora de la infancia del siglo XX, cuyos hacerse preguntas nuevas sobre las relaciones hu-
trabajos estuvieron sustentados en la terapia psicoa- manas, ya que las explicaciones universales moder-
nalítica —disciplina a la que renunció después— y nas no la satisfacían totalmente. En la mayoría de
en su interés por los fenómenos y trastornos de la sus obras plantea una relación umbilical entre la
infancia, expresó su preocupación constante por cotidianidad de las relaciones entre adulto y niño y
los resultados de las contradicciones de las institu- sus particularidades psíquicas, morales y políticas,
ciones clásicas de la modernidad encargadas de la con las estructuras políticas de sujeción, propias de
niñez, como la familia y la escuela, y de los efectos la modernidad. Miller en ese sentido, es fiel al pen-
de dichas contradicciones en la edad adulta: samiento del siglo XX sobre el niño, en especial,
con la tradición de la escuela freudiana4. Desde
[…] los niños no tienen derecho a defenderse de este lugar sustenta su llamado de atención sobre
la violencia de sus padres y están obligados a supri- los traumas y dramas que sobrevienen cuando las
mir y reprimir las reacciones naturales a la agresión estructuras implicadas no generan el equilibrio es-
de sus padres como la cólera y la angustia. Solo sien- perado en el sujeto moderno, y hace responsable
do adultos pueden descargar esas fuertes emociones de esa situación a la contradicción que habita las
sobre sus propios hijos, o en ciertos casos, sobre na- relaciones entre adulto y niño en ámbitos como la
ciones enteras. (Miller, 2008). familia.
En el mismo sentido, la escuela se ha estudia-
La obra de Miller planteó como eje central de su do y criticado como reproductora de un aparen-
crítica las prácticas represivas a las que son some- te consenso sobre la moral del orden cultural; de
tidos los niños y niñas por efecto de su relación de hecho, la escuela en América Latina “es asumida
subordinación legitimada en Occidente, en razón como una pieza fundamental del proceso de occi-
a la idea de su fragilidad moral y de la jerarquiza- dentalización colonial” (Saldarriaga y Sáenz, 2007,
ción que ganó en occidente la cognición sobre la 392). De hecho, la escuela se consolidó como un
afectividad. Al respecto plantea: dispositivo5 de discursos y prácticas que aportan a

4. Con Freud se hace público un modelo antropológico que habla de la necesidad de orientar los cambios que comienzan a darse desde el nacimiento
del individuo. Se nace, pero ese individuo no está garantizado, el individuo tiene que pasar por una serie de experiencias que garanticen el
funcionamiento de esas estructuras, de las energías que están implicadas en esa estructura y que si todo se mueve en esos márgenes, entonces se
puede dar cuenta de una persona sana, es decir: una persona que tiene un yo y que es capaz de sostener una lucha permanente por no perderlo.
5. Un dispositivo es un conjunto heterogéneo, que comprende discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias,
leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, filosóficos, morales y filantrópicos. Entre todos estos elementos se conforma una
especie de red por cuyos circuitos capilares circula el poder (Foucault, 1993, p. 46).

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la creación de un régimen de verdad que consti- sujeción que la misma Convención reproduce, in-
tuye un lugar de poder a la noción de niño frágil crustada en el orden geopolítico de subordinación
y carente. entre Estados Nación, podría decirse que ella mis-
La escuela hace pública una relación de subor- ma no es garantía de la titularidad de derechos de
dinación que en principio puede leerse como entre los niños y niñas latinoamericanos, en tanto en su
adultos y niños, pero que trasciende y se traduce, prédica no considera la agencia y acción de los ni-
se replica y se valida moralmente en las relaciones ños en los procesos de desarrollo desigual. Como
de desigualdad de la modernidad capitalista. lo advierte Galvis (2006), la Convención no logró
Así lo planteó Ariès (1987): desentrañar de la noción de niño frágil, inocente y
vulnerable, la esperada capacidad de los niños y
La escuela encerró a una infancia antaño libre niñas para ejercer sus derechos, puesto que conti-
en un régimen disciplinario cada vez más estricto, núa ausente su reconocimiento jurídico como titu-
lo que condujo en los siglos XVIII y XIX a la reclu- lar de sus libertades y de su existencia, lo que ha
sión total del internado. La solicitud de la familia, de generado igualmente un uso diverso y complejo
la Iglesia, de los moralistas y de los administradores del término niño sujeto de derechos. Profundizaré
privó al niño de la libertad de que gozaban entre los en tres de estos usos.
adultos (p. 542). El primer uso reivindica los derechos de los
niños y las niñas, sobre en una amplia gama de
Siguiendo el sentido de este autor, cada situa- narraciones descriptivas y en datos sobre las difí-
ción, cada elemento propio de la escolarización ciles situaciones sociales, culturales, políticas, re-
del niño le prepara para el orden; de esa forma sus ligiosas, educativas que viven los niños. En ellos se
lugares, su disposición corporal, las actividades en pone en evidencia la carencia de condiciones de
que se le involucra, su tiempo, y la base política todo orden, para garantizar sus derechos. Vinculan
de la relación entre adulto y niño, constituyen la además la vulneración de derechos de los niños y
arquitectura de la escuela, en tanto allí se preparan niñas con las acciones carentes y negligentes de los
los niños para la sociedad de los adultos: ámbitos sociales en los que adultos, niños y niñas
Diana Milstein y Héctor Mendes (1999) lo con- están involucrados (Durán y Torrado, 2007).
cluirían así: En estos mismos informes se manifiesta de modo
reiterado la preocupación por tal vulneración de
Lo relevante, en todo caso, no se sitúa en el plano derechos (Niño, 2011), que además fomenta los
de las variantes sino en el hecho de lograr la coin- discursos sobre la protección infantil. La amplia di-
cidencia grupal en relación con el uso del tiempo y fusión de los derechos de niños y niñas, por parte
en que sean los maestros quienes los deciden y los de organizaciones sociales estatales, privadas, co-
controlan. A los niños les corresponde interpretar las munitarias y religiosas busca incidir positivamente
señales de los adultos y “acomodarse” a ellas, lo que en las situaciones difíciles que viven niños y niñas.
implica la presencia de situaciones de “forcejeo” y Estos procesos corresponden a lo que se denomina:
tensión entre alumnos y maestros y también entre los transformación cultural, la cual persigue, por vía de
mismos alumnos (p. 47). la alfabetización sobre derechos, la promoción de
la denuncia de los hechos violatorios, el fomento
EL NIÑO COMO TITULAR DE DERECHOS de habilidades comunicativas, el diseño y ejercicio
de políticas estatales orientadas por la perspectiva
La noción de niño moderno es la tesis central de de derechos (Durán y Valoyes, 2010).
la Convención Internacional de los Derechos del En el campo de la antropología, tanto en el
Niño. Sin embargo, considerando los planos de plano nacional como en el internacional, varios

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estudios también abordan la vulneración de dere- de tales derechos que reconozca la no universalidad
chos de la niñez. Destaco aquí el desafío propuesto concreta de estos: la ciudadanía no es meramente un
por Myra Bluebond-Langer y Jill E. Korbin (2007), derecho individual adjudicado por un Estado a todos
quienes han estudiado la frecuencia de hechos de sus miembros. Ello hace necesaria la revisión crítica
injusticia, explotación y maltrato a los niños y a las de los procesos de institucionalización de principios
niñas, articulándose con otros campos de conoci- teóricos y jurídicos, analizando los distintos planos
miento e intervenciones, por medio de la llamada involucrados en su concreción. Es decir, al entender
transformación cultural. Igualmente, la aproxima- la ciudadanía como resultado de prácticas ciudada-
ción desde la antropología psicológica ha genera- nizantes, resulta necesario reflexionar sobre estas
do algunos aportes y nuevas preguntas acerca de prácticas, sobre los modos que adopta el discurso
la comprensión de los discursos de los derechos de derechos en la trama de las instituciones, sobre
humanos de la infancia (Lewis y Watson, 2004). el espacio de ciudadanización que aporta a niñas,
Estas diversas narrativas de derechos de la in- niños y adolescentes (p. 2).
fancia, que se centran en dar cuenta de su vulnera-
ción por parte de los adultos, casi siempre los más El segundo uso del término sujeto de derechos
cercanos, han generado un clima de fatalismo que ha sido la construcción de la situación irregular del
recalca nuevamente la condición de fragilidad y niño y la niña. La irregularidad de los niños em-
vulnerabilidad de los niños, en concordancia con pezó a operar en las instituciones públicas como
la Convención Internacional de los Derechos del reemplazo de términos como asilos y delincuen-
Niño. cia infantil. La irregularidad, definida por Baquiro
Una tensión clave pero generalmente ignorada (2009) será
en la construcción de la noción de niño e infan-
cia tiene que ver con las relaciones geopolíticas. […] la base de una intervención fundada en la
En ese sentido, Llobet (2009) sitúa el origen de los excepcionalidad, y la introducción de una serie de
derechos humanos como una construcción del de- mecanismos para tratar la desviación de manera radi-
recho propio de los ideales occidentalizados, de cal y con eficacia, así estas no fuesen acordes con el
los derechos autónomos del ciudadano que tienen ideal del interés prioritario del niño. La existencia de
aplicabilidad limitada fuera de las sociedades ge- la excepcionalidad (diferente, inadaptado, enfermo
nuinamente industrializadas y estructuradas en los terminal, síndrome irremediable), admitirá el confi-
Estados modernos, pues por fuera de estas socieda- namiento, el uso de paliativos para acompañar los
des la relación entre ciudadanos y Estado se sos- males orgánicos y mentales, incluso la desaparición.
tiene a través de una trama de relaciones de poder En suma, las intervenciones que subyacen en este
local diferente al modelo moderno laico, “de in- momento se convierten en la zona de vacío en la que
dividuos y ciudadanos libres e iguales ante la ley, el niño, a pesar de ser prioridad y un sujeto insacrifi-
pautada en el modelo del liberalismo y la democra- cable, en el marco de su anormalidad irremediable,
cia representativa” (Sandoval, 2009, p. 13). podrá ser objeto de intervenciones (p. 14).
Por ello, Llobet (2009) propone la no univer-
salidad de los derechos y la revisión crítica de los La condición de irregularidad se vincula con la
procesos de difusión de sus principios jurídicos y noción de niño moderno, por cuando es el produc-
teóricos: to de la desviación del proceso de normalización
esperable. Las situaciones irregulares de la infancia
La necesidad de concretar y especificar un con- se erigen como la imagen de lo no debido y como
junto de derechos humanos y de ciudadanía a una el resultado fallido de una relación moralmente no
población particular, requiere de una concepción aceptable entre adultos y niños. La noción y el uso

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de la irregularidad infantil se mueven en el mismo reduciéndose este contraste entra la situación y el


plano de la objetivación planteado por Foucault código de conducta de las clase dominantes y de las
(citado por Díaz, 1993) con respecto a las relacio- clase dominadas. A lo largo de esta evolución van
nes de poder difundiéndose entre todas las clases los rasgos de las
clases dominadas. (Elías, 1979, p. 467).
[…] a través de las cuales nos constituimos en
sujetos que interactúan con otros sujetos. Los suje- Aun así, la Declaración de los Derechos del
tos modernos surgen de prácticas individualizantes. Niño planteaba otra interpretación de la protección
Prácticas por medio de las que el sujeto se divisa a centrada en la palabra integral, la cual tendría el
sí mismo y es divisado por otros. Este proceso hace propósito de garantizar el ejercicio y la titularidad
de él una objetivación. Se establecen divisiones en- de derechos de los niños, en el papel central del
tre el loco y el cuerdo, entre el enfermo y el sano, Estado y la sociedad; supuesto que implica una in-
entre el infractor y el observante, entre el normal y teresante discusión sobre las cualidades de caren-
el anormal (p. 5). cia, inocencia, fragilidad, vulnerabilidad con que
el niño moderno ha sido definido.
La situación irregular de la infancia se estableció En la historia de Latinoamérica, la perspectiva
como doctrina jurídica y política de los Estados-na- jurídica de derechos de los niños oscila entre la no-
ción, incluso de aquellos mismos que en 1989 adop- ción e intervención normalizadora del niño irregu-
taron formalmente la Declaración de los Derechos lar y la protección integral a su dignidad humana,
del Niño. La doctrina de la situación irregular fue ambas erigidas como paradigmas políticos en cons-
una forma de interpretar la protección infantil permi- tante tensión, aunque advierte Galvis (2006) que
tiendo la naturalización de prácticas institucionales
y sociales dirigidas a la reconversión normalizadora […] hacer de la protección integral un paradigma
del niño y de la niña, desplegándose en torno a ella es, en cierta medida, continuar con la doctrina de la
una arquitectura institucional validada por los gru- situación irregular pero enriquecida con el discurso
pos dominantes de las sociedades latinoamericanas. de derechos. Esta posición hace de la protección el
Esta arquitectura se instituyó en prácticas en tor- propósito y se oculta la intención de proporcionar a
no a la desvalorización de otros modos de ser niño los niños, las niñas y las adolescentes las condicio-
o niña, impugnando y actuando de forma punitiva nes de ejercicio de sus derechos (p. 133).
contra ellas, trasladando la responsabilidad de la
condición irregular al mundo del yo y de las rela- Persistir en la doctrina de la situación irregular
ciones próximas del niño, como facultados de su corresponde al entramado de relaciones de poder
configuración y autorregulación. De esta forma el y subordinación característico de Estados-nación
niño en situación irregular deja de ser niño, pues que han limitado la regulación social y moral a la
con él se fracturan las características de ternura, reproducción del miedo, puesto que “los miedos
inocencia y cualidades de la edad, y su presen- constituyen unas de las vías de unión —y de las
cia interpela el orden moral de subordinación es- más importantes—, a través de las cuales fluye la
tablecido en las relaciones con los adultos, con el estructura de la sociedad sobre las funciones psí-
riesgo de enviar un mensaje no debido sobre las quicas individuales” (Elías, 1979, p. 527). Miedo
otras relaciones de subordinación de las socieda- que se liga a la ilusión de reconvertir el individuo
des modernas: que está en una doble condición de primitivismo,
niño-irregular, en el adulto racional moderno, es-
[…] una de las peculiaridades de la sociedad perable en la acción de la institución protectora,
occidental es que, en el curso de su desarrollo, va dirigidas a reordenar el borde de las pulsiones y

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controlar las características de las patologías mo- los niños como agentes e informantes de sus vidas,
rales y sociales que le hacen irregular, a través de de sus relaciones, de sus contextos, de su visión
operaciones que tiene el fin del nuevo aprendizaje de mundo.
sobre el autocontrol, la pasividad y la prudencia. El concepto de agencia rivaliza con el de so-
cialización6. La primera sugiere capacidades en los
En este espacio de dominancia de un dispositivo sujetos (individuales y colectivos) como interpelar,
psicológico, el universo de sentidos posibles es un reinterpretar y proponer: “[…] los niños tienen sus
laberinto de explicaciones psicopatológicas, de se- propios puntos de vista y que bajo la concepción
mantizaciones de la carencia, de curas por amor y de socialización como mera enculturación, ten-
por la palabra. Palabra disponible en tanto sea para drían que negar su propio punto de vista para ad-
nombrar aquello que debe ser nombrado, ¿bajo qué herirse y adaptarse al de los adultos” (Díaz, 2010,
condiciones las prácticas permitirían suspender, suje- p. 63). De esta manera, la agencia infantil implica
tar, la violencia de significar? (Llobet, 2006, p. 148). para la antropología nuevas preguntas que develen
tanto la tensión de la relación subordinada, como
Un tercer lugar esperanzador ligado al término la comprensión que el sujeto hace de ella, dado
niño titular de derechos es el reconocimiento re- que de estos dos aspectos deriva la subjetividad de
ciente de lo que algunos teóricos han denominado niños y niñas. Díaz (2010), en su trabajo con niños
la agencia. El término agencia ha sido utilizado en y niñas indígenas cubeos y ticunas plantea
la producción de conocimientos en Ciencias So-
ciales y Humanas de las últimas décadas para dar La escucha y la concepción del niño como un
cuenta de las actividades humanas, grupales e in- ser capaz, implican que en proceso de exploración
dividuales que unen la práctica con la estructura, el diálogo con los niños sea más fructífero que las
en el contexto de un cambio social. Por su par- instrucciones y las explicaciones. Se trata de reali-
te, el reconocimiento de la agencia de los niños zar preguntas que sustenten el sentido presente de
y las niñas es un asunto problemático debido a su la acción (p. 74).
condición de subordinación. Lo problemático ra-
dica en la idea de su fragilidad biológica y moral; En las relaciones modernas entre adultos y ni-
sin embargo, la agencia, en tanto sujeto titular de ños, la pregunta es la única oportunidad que el
derechos reconocería su involucramiento activo niño tiene para hacer sentir su punto de vista, cual-
con el mundo que vive y en las relaciones sociales quier otra forma de usar la palabra debe ser para
que constituye, en cuanto a que es soberano de su reproducir la explicación adulta. De hecho, los ni-
existencia. ños y las niñas, en especial aquellos de los ámbi-
Por esta razón Montgomery (2009) reconoce tos modernos, con frecuencia hacen uso de esta
que no es coincidencia la antropología contem- forma de relacionarse con los adultos, realizando
poránea, enfocada en el niños, que realice una diálogos debidos con ellos, claramente diferentes
mirada crítica a la Convención Internacional de a los que entablan con sus pares, lo cual devela su
los Derechos de los Niños, en razón de la imagen comprensión estratégica en el cambio de sentidos y
pasiva y dependiente que de ella se desprende, usos del lenguaje y de las realidades que se ponen
insistiendo así en la importancia de reconocer a en juego con los unos y con los otros.

4. La socialización es un proceso de influjo entre una persona y sus semejantes, un proceso que resulta de aceptar las pautas de comportamiento
social y de adaptarse a ellas. La socialización es el proceso mediante el cual se inculca la cultura a los miembros de la sociedad; a través de él,
la cultura se va transmitiendo de generación en generación, los individuos aprenden conocimientos específicos, desarrollan sus potencialidades
y habilidades necesarias para la participación adecuada en la vida social y se adaptan a las formas de comportamiento organizado característico
de su sociedad (Iglesias, 1988).

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De hecho, “es mucho más fácil que participen en Ariès, P. (1987 [1973]). El niño y la vida familiar en
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gando, abiertos, pero también es importante registrar Baquiro, J. C. (2009). La subordinación de la infan-
las historias de niñas y niños que pasan más tiempo cia como parámetro biopolítico y diferencia
adentro, ayudando a la familia. Que sean callados colonial en Colombia (1920-1968). Nómadas,
no quiere decir que no tengan nada que decir, sino 31, 241-256.
más bien indica que no sabemos escucharlos. (Arde- Bluebond-Langer, M. & Korbin, J. E. (2007). Cha-
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La agencia es una clara característica de un su- orientación del conocimiento en la educación
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culturales y políticos y ella aparece en el contrato zonas. En: M. Díaz Barón y S. Vásquez (ed.).
fraterno y solidario que el Estado hace con sus ciu- Contribuciones a la antropología de la infan-
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