Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MEDIDAS CAUTELARES
INTEGRANTES:
DE ARMAS SAMUEL CALEB C.I V-11.848.853
FERRER LUIS FERNANDO C.I V-20.390.120
LOBATON JUAN MIGUEL C.I V-19.170.014
OROZCO MARTHA ELENA C.I V-13.210.525
CAMACARO YOLIS C.I V-14.157.189
RAMOS SOL DEL VALLE C.I V-11.851.167
PINEDA LISBETH C.I V-10.136.275
Señala el autor Rafael Ortiz – Ortiz , en su libro “El Poder Cautelar General
y las Medidas Innominadas”, lo siguiente: La más genuina manifestación del
contenido de nuestras reflexiones la encontramos en el campo del derecho del
trabajo: la consideración del trabajo como un hecho social más que un mero
contrato bilateral; la indexación en el pago de las prestaciones sociales con vistas
al arterismo procesal; la misma indexación en las deudas de valor y en algunas
deudas dinerarias; el fecundo campo de las máximas de experiencia; etc.; y en el
resto del ordenamiento jurídico se halla en constante revisión instituciones de
fundamental importancia como el tema de los avances tecnológicos en la
comunicación, informática, nuevas técnicas de reproducción humana, y
precisamente el campo del aseguramiento preventivo de la decisión judicial.
1
y que se suscita de manera recurrente en nuestra patria, referida específicamente
a la vulneración de algunas normas laborales, suscritas por Venezuela ante la
Organización Interamericana del Trabajo (OIT), de las cuales algunas se
encuentran en vigor, pero que no son cumplidas en nuestro territorio. Entre las
que podemos mencionar: la consulta tripartita y la fijación de salarios mínimos.
Siendo así las cosas, sería interesante que la tutela de esos derechos
comunitarios y de eminente trascendencia social, se plasme en una decisión
patria.
Esta finalidad superior en las funciones del juez, justifican a nuestra manera
de ver, la noción de función de tutela de los órganos jurisdiccionales, esto es, una
de las facultades de carácter preventiva y ejecutiva con vistas a la eficacia de las
normas generales de conducta, es a este hecho, que hemos aplicado el término
de PODER GENÉRICO DE PREVENCIÓN al lado de un poder cautelar general.
Nulidad de Matrimonio
Divorcio
Separación de cuerpos
2
Protección de niños, niñas y adolescentes
Los asuntos precedentes deben ser visualizados bajo la óptica de su particular
finalidad y el bien jurídico tutelado. Por cuanto este carácter nos permitirá justificar
las facultades oficiosas en este último campo, que se le adjudican al juez.
3
cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los
asuntos que sean de la competencia de éstos o éstas, y de obtener
oportuna y adecuada respuesta”.
En este sentido agregamos que los órganos del Estado tienen una básica
función de prevención que hemos denominado poder genérico de prevención. Dos
aspectos merecen una nota especial:
a. Los artículos 191, 171 y 174 del Código Civil Venezolano, son un claro
ejemplo de la función de tutela del juez, tal como hemos veremos a lo largo
de esta exposición.
b. En segundo lugar, la similitud de las potestades genéricas de cautela en
tanto que facultades a todos los órganos del poder público, generó la
confusión en parte de la doctrina, de las medidas administrativas con las
medidas cautelares o preventivas, siendo que son diversas su tramitación y
consecuencias jurídicas.
El poder cautelar, que se manifiesta en la posibilidad de decretar medidas
preventivas cautelares, puede tener dos modalidades:
4
de la filosofía jurídica, por qué no caben en esos procedimientos medidas
cautelares
Que sólo los órganos que componen definitivamente un litigio pueden
dictar medidas cautelares, en tanto que éstas están dispuestas al
cumplimiento de la decisión definitiva que se dicte.
Si bien todos los órganos del Estado están obligados a actuar
preventivamente, e incluso en muchas ocasiones de oficio (poder genérico de
prevención), sólo los órganos jurisdiccionales pueden decretar medidas
cautelares, ya fueren taxativamente previstas, ya fuere que se deje al juez la
determinación del tipo de medida que mejor se adecue a la necesidad del
solicitante (poder cautelar general).
Ello no obsta para que los mismos órganos jurisdiccionales tengan una función
de tutela in genere de derechos a los particulares, especialmente cuando se trata
de familia, menores etc., es decir, cuando esté interesado el orden público.
DISPOSICIÓN LEGISLATIVA
5
cónyuges, siendo potestativo optar entre una u otra; pero no podrán intentarse
sino por el cónyuge que no haya dado causa a ellas. Y a renglón seguido dispone:
A los fines de las medidas señaladas en este artículo el Juez podrá solicitar todas
las informaciones que considere convenientes”.
A modo de ejemplo, puede citarse la obra del Dr. Rafael Ortiz Ortiz, en las páginas
506 al 508 del Tomo I del Tratado de “Las Medidas Cautelares Innominadas,
Estudio Analítico y Temático”, quien estableció:
De la lectura del artículo 191 del CÓDIGO CIVIL surge la duda al intérprete
en cuanto a la posibilidad de que el Juez dicte las medidas de manera oficiosa, o
si por el contrario, habrá que sujetarse a la solicitud de las partes.
6
La redacción del artículo en su encabezamiento “Admitida la demanda de divorcio
o de separación de cuerpos, el Juez podrá dictar provisionalmente las medidas
siguientes...”. no permite afirmar que exista una facultad de obrar de oficio por
parte del juez, sin antes pasearse por otras posibles soluciones.
De forma pues que en el caso de nulidad del matrimonio sólo cuando uno de
los cónyuges sea menor de edad puede el juez actuar de oficio, siendo la regla
general que debe actuar a solicitud de parte. Por otra parte, y, como aspecto
distintivo dentro de sus facultades, dice DOMINICI que:
*... toca al tribunal apreciar si las circunstancias del caso exigen que se dicten
inmediatamente, o si puede esperarse que se practique la citación y comparezca
el demandado a dar su contestación, en cuyo acto es posible obtener la
conciliación de los litigantes.
7
La ley señala que el juez “podrá”, significa que le deja la facultad al juez de
acordarlas o no, según las circunstancias. Por otra parte, no puede afirmarse que
toda la materia de divorcio o separación de cuerpos sea de orden público, pues lo
que se debate en el caso concreto, son aspectos patrimoniales en los cuales si
bien hay un marcado interés público no por ello está presente el orden público, y
tanto es así que las partes pueden hacer convenios y transacciones a su libre
conveniencia.
CARACTERÍSTICAS
8
indispensable que la parte interesada las solicite; con vista de tal pedimento
y a su prudente arbitrio, el tribunal las decreta o las niega.
Además de lo expuestos anteriormente, estas medidas también revisten las
características de ser 'rogadas' y el principio dispositivo, según el cual sólo pueden
ser dictadas cuando alguna de las partes así lo solicite, pero excepcionalmente
pueden ser decretadas de oficio cuando se encuentre presente intereses que
corresponden a menores de edad, pues en estos casos el procedimiento adquiere
una nueva relevancia de orden público en cuanto el aspecto patrimonial de los
menores; en segundo lugar debemos destacar que si bien no se exige la prueba
del fumus boni iuris, sin embargo las partes deben aportar algún elemento de
convicción para el juez, del temor fundado del ocultamiento, dilapidación o ruina
de los bienes.
2°- El propósito de las medidas a dictarse según el ordinal 3° del artículo 191 es
'evitar la dilapidación, disposición u ocultamiento fraudulento de dichos bienes, lo
que implica que tal circunstancia debe estar acreditada en juicio.
Nuestro criterio en este sentido es el siguiente: el artículo 191 establece tres (3)
supuestos, en los dos primeros puede existir un interés de algún menor (si lo
hubiere desde luego), mientras que el ordinal 3° regula una situación patrimonial
que no siempre es el de la comunidad de gananciales por cuanto puede existir una
capitulación matrimonial. Sin duda alguna, cuando está algún menor involucrado
está interesado el orden público y las buenas costumbres, pero no así cuando
existen relaciones patrimoniales que compete exclusivamente a los cónyuges
involucrados, y ello es así porque no todo el juicio de divorcio o de separación de
cuerpos incumbe el orden público o las buenas costumbres, pues el régimen de
los bienes matrimoniales puede ser establecido por las partes.
9
El jurista patrio Rafael Ortiz Ortiz, sostiene que existe una clara
diferenciación entre las medidas de tutela de derechos y las medidas cautelares,
congruentes con base en esa diferenciación podemos señalar de antemano que
las medidas que puede adoptar el juez en esta materia, no tiene el carácter de
medidas cautelares sino de tutela de derechos, si bien ambos responden a
resguardar una situación jurídica determinada.
...la Sala aprecia, que este Poder Tutelar' consagrado por el Legislador en
el CODICO CIVIL. desde su inicio, está intrínsecamente unido a la
naturaleza de las Obligaciones, que, en razón de su investidura, poseen los
jueces de familia, y que están imperativamente orientadas a resguardar los
intereses de orden público, que el Estado celosamente le ha confiado al
Poder Judicial esta materia.
Al igual que las medidas cautelares, las medidas de Tutela de Derecho, son
accesorias, no pueden decretarse por vía principal, sino dentro del proceso de
separación de cuerpos o de divorcio; en algunas legislaciones pueden decretarse
de oficio y en otras, antes de haber instaurado el procedimiento principal, con la
condición de iniciar el proceso principal en un lapso perentorio.
10
facultad discrecional, pues no sólo se subvertiría el ordenamiento jurídico, sino
que se dejaría a la otra parte en la más completa indefensión.
11
ya aparecía en el artículo 191 del CÓDIGO CIVIL y en las normas colaterales
sobre el régimen patrimonial conyugal:
12
Ante esta disyuntiva debe revisarse lo que es jurisdicción contenciosa y
jurisdicción voluntaria, dependiendo de ello serán procedentes o no, las medidas
cautelares y las medidas de tutela de derechos del artículo 191 del Código Civil.
13
c. No pueden ser aplicables -a nuestro entender-las disposiciones prevista en
los artículos 754 y siguientes del CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL,
por cuanto en estos casos la Ley procesal regula demandas de divorcio y
separación de cuerpos, en cambio en el caso del artículo 185-A del
CÓDIGO CIVIL se refiere a solicitud; en todo caso serían aplicables las
reglas de la separación por mutuo consentimiento por la afinidad de la
naturaleza del pedimento
d. La sentencia que decide el divorcio según el artículo 185-A adquiere cosa
juzgada y, a nuestro modo de ver, es inapelable salvo que se decidan
cuestiones no solicitadas como régimen de bienes, visitas, etc., ajenos a la
solicitud del divorcio mismo.
El artículo 185-A, persigue como único objetivo disolver el matrimonio en un
breve lapso, pero en la solicitud que se realiza ante el Juez competente no se
dilucida la liquidación de la comunidad o la partición de los bienes; ésta viene a
ejecutarse, una vez que se produce la sentencia ejecutoriada que declara el
divorcio y así lo establece el artículo 186 del CÓDIGO CIVIL, que señala:
Ejecutoriada la sentencia que declaró el divorcio, queda disuelto el matrimonio, y
cesará la comunidad entre los cónyuges y se procederá a liquidarla...”.
14
Tampoco son procedentes las medidas innominadas previstas en los tres
parágrafos del artículo 588 pues como antes señalamos no hay técnicamente
hablando partes', sino solicitantes, por lo cual se hace improcedente el requisito
exigido por esta última normativa el fundado temor de que una de las partes cause
una lesión en el derecho de la otra.
15
particulares, se hace pleno el ordenamiento Jurídico y en consiguiente se percibirá
una verdadera legitimidad del estado. Es importante señalar que la ciencia
procesal aún no está conforme con la denominación de este tipo de medida de
prevención o aseguramiento. Esto se debe a que el análisis tiene mayores
pretensiones que discutir sobre las palabras, lo que se ha buscado es hallar su
verdadera esencia apegado a la raíz de su expresión nominativa, y allí se abre un
sinfín de hechos:
16
luego que hizo corresponder a cada una de ellas la reglamentan en el proceso de
conocimiento, el proceso de ejecución y el proceso cautelar.
La doctrina Colombiana, Que se divide entre los que consideran las medidas
cautelares como acción o cómo un proceso. En nuestro Criterio pensamos que los
errores de estas tesis derivan como consecuencia de no diferenciar entre la
“Acción y el contenido de la acción; esto es la “Pretensión”, la pretensión encierra
lo querido por las partes y expresa sus peticiones al órgano Jurisdiccional; la
acción en cambio tiende a darle vida al proceso, pues no es un ente estático, sino
más bien señala el maestro Niceto Alcalá. Zamora y Castillo se desarrollan
dinámicamente a lo largo del proceso, y por ello les pertenece a ambas partes. Es
decir, lo cautelar no es la acción, sino más bien la pretensión, pues lo que se
persiguen las partes con la solicitud de la medida es precisamente prevenir o
precaver un daño que por demás, es inminente. El hecho que la pretensión sea
cautelar no implica que todo el fenómeno sea pretensión, sino sólo un aspecto del
mismo por eso preferimos el término medida cautelar.
17
Dichas medidas pueden ser decretadas por el Juez, a instancia de cualquiera
de los conyugues y dentro de las mismas tenemos:
2. Confiar la guarda de los Hijos menores a uno sólo de los conyugues poner
a los menores en poder de terceras personas.
Ésta consideración nos permite señalar que, mientras el primer caso constituye
una muestra de la medida preventiva en la tutela de derechos; el segundo caso,
puede es, el supuesto más sólido de medidas preventiva Cautelar.
18
LAS MEDIDAS CAUTELARES COMO MANIFESTACION DEL DERECHO
CONSTITUCIONAL A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA.
19
que no se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales y que
el proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia.
20
exclusivamente en el ámbito procesal, pero cabe destacar que este peligro de
infructusidad no sólo se aplica a la desleal disposición de los bienes para
sustraerse del cumplimiento de la sentencia, sino también por aquellas
actuaciones (netamente conductuales) de las partes que puedan causar una
lesión irreparable y durante el curso de un proceso, a una de las partes.
El profesor Rafael Ortiz Ortiz señala que la regla general, según la cual las
medidas preventivas o cautelares sólo pueden decretarse con vista a un proceso
judicial en curso, se conoce doctrinariamente como instrumentalidad inmediata,
que, en palabras del mencionado profesor es definida como “ aquella situación
mediante la cual las partes pueden solicitar una medida cautelar en orden a
preservar la ejecución del fallo que ha de dictarse en un proceso actual en el cual
al menos se haya presentado el libelo de demanda y aun cuando la parte afectada
no estuviere citada.
Las medidas cautelares han tomado una suprema relevancia gracias a las
interpretaciones de la sala constitucional en los últimos tiempos y forman una
parte vital en el derecho y por supuesto el derecho a la defensa, tomando como
punto de partida la propia función del juez de juzgar y ejecutar siempre que se
cumplan con los requisitos de procedencia y con la forma más amplia para
garantizar la eficacia de la sentencia que decida sobre el fondo de la controversia.
Pero el contenido de una tutela judicial efectiva lleva implícito una serie del
principio que claramente fueron expuestos en la sentencia de fecha 20 de
septiembre del 2001con ponencia del magistrado Jesús E. Cabrera Romero.
Expediente Nro. 01-1114, sentencia Nro. 1745:
21
Si se observan detenidamente los principios enunciados en la sentencia en
comento, los mismos revisten carácter constitucional, no obstante, se esté
hablando de la tutela cautelar.
22
Son aquellas en las cuales la propia Ley señala el contenido de la medida y
reciben una denominación específica en el texto de la Ley: el embargo, secuestro,
prohibición de enajenar y gravar, o aseguramiento de bienes, ocupación judicial d
bienes, la suspensión de efectos de un acto administrativo, entre otras; en
segundo lugar, se encuentran:
EL EMBARGO:
CLASIFICACIÓN:
23
El embrago se divide en embargo preventivo y ejecutivo, haciendo la
salvedad que un sistema de medida cautelar solo podría admitir el embargo
preventivo pues el segundo tipo, el embargo ejecutivo, por su propia naturaleza no
responde a una finalidad cautelar pues sus efectos son definitivos y procede
cuando haya habido sentencia definitivamente firme y haya transcurrido el lapso
establecido en el artículo 524 sin que hubiere cumplido voluntariamente la
sentencia.
El Secuestro:
La voz secuestro proviene del latín “sequestrum” que alude a la acción y efecto
de secuestrar (sequestrare), esto es depositar judicilmente o
gubernamentalmente una alhaja en poder de un tercero hasta que se decida a
quien pertenece.
b) Secuestro judicial: Quintero Muro lo define como “el depósito de una cosa
hecho merced a un juicio; en tales casos el deposito deberá poner en la
conservación de los efectos embargados el cuidado de un buen padre de
familia, sea el cuidado clásico del bonus pater familiae”. Y para Ramón F.
Feo el secuestro Judicial es: “la aseguración por disposición del tribunal, de
la cosa y bienes litigiosos sobre que recae el litigio”.
BIENES SECUESTRABLES:
24
El secuestro no procede sino exclusivamente sobre bienes que sean objeto
de litigio, sean expresamente determinados o al menos determinables por la
autoridad judicial.
25
revele que su práctica o ejecución será infructuosa y por ello carecen de
autonomía, no pueden tampoco tener el mismo alcance que las innominadas, por
cuanto para que se dicte alguna de estas medidas se requiere necesariamente
que se cumplan los extremos del articulo 585 además del parágrafo primero del
articulo 588 ambos del texto procesal.
26
Es importante destacar que para poder establecer en el presente trabajo el
procedimiento cautelar este se señalara de acuerdo a cada medida cautelar
empezando por las medidas cautelares nominadas en nuestra legislación procesal
civil Venezolana a saber:
1. El Embargo Preventivo
2. El Secuestro
3. Prohibición de Enajenar y gravar
EN CUANTO AL EMBARGO.
Se debe entender que en todas las medidas cautelares nominadas deben estar
lleno como antes se ha señalado los extremos del 585 del código de
Procedimiento Civil, siendo estas el FOMUS BONI IURIS Y EL PERRICULUM IN
MORA.
Oportunidad para solicitar el embargo y decretarlo: El embargo preventivo
se puede decretar en cualquier estado y grado del proceso, es decir, que se puede
solicitar en cualquier oportunidad, siempre que se antes de la sentencia
definitivamente firme, ya que de ser luego de la decisión definitivamente firme ya
perdería el carácter cautelar y el carácter que tendría seria ejecutivo. Es de
destacar que esta oportunidad aplica para todas las medidas cautelares, sean
estas nominada o innominadas, y que no solo son referidas al demandante, sino
también al demandado.
Sobre las medidas cautelares solicitadas se debe aperturar un cuaderno
separado, ya que las medidas cautelares no forman parte del expediente principal,
es expediente constara de al menos el auto de apertura del cuaderno de medidas,
copia certificada de la solicitud de medidas cautelares realizada por el interesado,
y del decreto que acuerde o no las medidas cautelares.
Inclusive es motivo de llamado de atención para los jueces no aperturar el
cuaderno separado ya que causa indefensión, en sentencia Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 10 días del mes de mayo de
dos mil diez, Magistrado Ponente: PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ, señalo lo
siguiente:
Es cierto que el supuesto agraviante ha debido abrir el cuaderno de
medidas para que se pronunciaran sobre la solicitud que planteó la
parte demandante, ya que el trámite de las medidas preventivas es
autónomo y separado y se rige por su procedimiento propio y que se
lleva en el cuaderno respectivo, en el cual pueden surgir los incidentes
de oposición de parte o de tercero o el levantamiento de la medida
mediante caución sustitutiva; ello, debido al carácter de autonomía e
independencia del proceso cautelar…
Omisis…
Asimismo, se llama la atención a la abogada Keydis Pérez Ojeda,
Juez temporal de Primera Instancia Civil, Mercantil y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Lara, para que tenga más diligencia
en el manejo de los expedientes; ello, por cuanto, con motivo del
27
decreto de la medida de secuestro, no desglosó las actuaciones para la
formación del cuaderno de medidas, como correspondía, lo que trajo
como consecuencia una dilación indebida en perjuicio de los
justiciables.
28
La Legislación venezolana reconoce cuatro formas distintas para la intervención
del tercero, de acuerdo con el Ortiz, R (1997) estas son las siguientes:
1. La oposición de la medida alegando la posesión de
conformidad con el articulo 370 ordinal 2° en su parágrafo
segundo en concordancia con la última parte del articulo 546
ambos del código de Procedimiento Civil
2. La oposición a la medida alegando la propiedad de la casa
embargada en cuyo case debe presentar prueba fehaciente
de la misma, según lo establecido en el artículo 370 ordinal 2°
en su párrafo primero y en concordancia con el mismo artículo
546 eiusdem, y el artículo 377 del mismo Código.
3. La oposición prevista en el artículo 546 del CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL en los casos en que el tercero sea
poseedor y propietario.
4. El juicio de tercería de conformidad con los artículos 370 y
siguientes del mismo cuerpo normativo. (P. 159)
En los dos primeros casos no cabe la menor duda que la oposición del tercero
versa sobre una medida cautelar o preventiva; y de acuerdo a la jurisprudencia
también puede hacerse oposición con el tercero de acuerdo a las medidas
cautelares con el artículo 546 del código de Procedimiento Civil Venezolano.
En este sentido se puede afirmar que si el tercero es un propietario se podría
aplicar el uso del art. 370, ordinal 2°, primer párrafo, si es simplemente poseedor
se podría aplicar el art. 370, ordinal 2°, segundo párrafo, y en caso que él sea
poseedor y propietario se debe hacer uso íntegramente del artículo 370 y seguir el
procedimiento del artículo 546, no sólo por la remisión a dicho artículo que hace la
norma del 370 sino porque lógicamente el procedimiento aplicable es el del
artículo 546, todos del código de Procedimiento Civil Venezolano.
Otro aspecto de especial interés es el relativo al título jurídico mediante el cual
el tercero puede oponerse a la medida de embargo, pues el Código exige prueba
fehaciente de la propiedad de la cosa por un acto jurídico válido.
Igualmente, el Artículo 546 del Código de Procedimiento Civil requiere dos
extremos concurrentes para que proceda la oposición, tanto en los casos de
embargos preventivos, como de embargos ejecutivos lo cuales son: 1) Que sea
propiedad del que se opone y; 2) Que este en su posesión., entendiéndose que a
modo de que falte alguno de esto el Juez debería abrir la articulación probatoria,
para discutir la titularidad, entonces no debería suspender la ejecución, y en caso
de que se confirme la titularidad suspenderá el embargo como lo señala el
mencionado artículo.
Sin embargo el opositor solo lograre probar ser poseedor precario, o tener un
derecho exigible sobre la cosa embargada se mantendrá el embargo respetándole
el derecho al mismo.
Ahora bien en el caso de que el poseedor es al mismo tiempo propietario del
bien embargado, puede realizar la oposición prevista en el artículo 546 ejusdem y
29
el juez debe suspender el embargo si este acompaña prueba fehaciente, y abrirá
la articulación probatoria solo en el caso que la parte interesada en la ejecución de
la medida se opusiere con otra prueba fehaciente.
Entonces, se puede evidenciar que si existen cuatro mecanismos según el
Código de Procedimiento Civil Venezolano a saber:
1. Para el propietario que no es poseedor seria 370 ordinal 2, parágrafo
primero.
2. Para el Poseedor que no es propietario seria 370 ordinal 2, parágrafo
segundo.
3. Para el propietario que sea poseedor artículo 546.
4. Y el juicio de tercería aplica en todos los supuestos.
Recurso de Casación: Las decisiones que suspendan, revoquen o mantengan
las medidas cautelares son recurribles en casación, siempre y cuando pongan fin
al procedimiento cautelar, respetando los parámetros de la cuantía suficiente para
recurrir en casación, es decir, dar cumplimiento al artículo 312 del Código de
Procedimiento Civil Venezolano.
30
por haber dejado de hacer las mejoras a que esté obligado según el
Contrato.
También se decretará el secuestro de la cosa arrendada, por
vencimiento del término del arrendamiento, siempre que el vencimiento
de dicho término conste del documento público o privado que contenga
el contrato.
En este caso el propietario, así como en vendedor en el caso del
Ordinal 5º podrán exigir que se acuerde el depósito en ellos mismos,
quedando afecta la cosa para responder respectivamente al
arrendatario o al comprador, si hubiere lugar a ello
Como se puede observar son causales taxativas es decir, que procede solo
sobre bienes que sean objeto del litigio, y que sean determinados por la autoridad
judicial, y este procede contra bienes muebles e inmuebles, diferenciándose del
embargo que solo procede contra bienes muebles y la prohibición de enajenar y
gravar que solo procede contra bienes inmuebles.
De lo antes citado cabe señalar que existe salvedad en la aplicación del
supuesto establecido en el ordinal 7 ya que en materia de vivienda, locales
comerciales y arrendamiento inmobiliario, se ha vedado la posibilidad del
secuestro.
El secuestro no es susceptible de ser decretado constituyendo caucion, por
cuanto su especialidad taxativa no lo permite, al igual que tampoco puede ser
levantado por caución, ya que de nada serviría que se constituyera la caución y se
abarate o desaparezca el bien que tiene íntima relación con el proceso.
En cuanto a la procedencia de la Prohibición de enajenar y gravar: Se
entiende que solo procede contra bienes inmuebles y que los mismos sean
propiedad de contra quien obra la medida cautelar, pudiendo al igual que el
embargo ser decretado constituyendo caución en caso de no llenar los extremos
del 585 del Código Adjetivo.
Al igual que también pueden ser levantadas con caución por parte de contra
quien obra la medida, entendiendo de que se insiste en la medida cautelar la
oposición solo versara sobre la calidad de caución.
Oposición de parte y tercero: Cabe destacar que en Ortiz, R (1997) señala
que en la medida de secuestro y prohibición de enajenar y gravar no se puede
oponer los terceros y que solo tienen abierta la posibilidad de hacerlo mediante
juicio de tercería, sin embargo la jurisprudencia patria permitió que lo puedan
hacer también a través de la oposición de tercero establecida en el artículo 546 del
código de Procedimiento Civil Venezolano (Sentencia leída en clases), por lo que
aplica también la oposición antes señalada y explicada.
Por lo que a través de la jurisprudencia se permite la oposición de terceros
establecida en el artículo 546 ejusdem, dejando atrás la doctrina que solo era
posible a través de juicios de tercerías.
31
Asi fue establecido en la sentencia de la Sala Constitucional de este Máximo
Tribunal, mediante sentencia Nº 180-05 del 8 de marzo de 2005 (caso: Inversiones
Hoteles y Turismo C.A. Inhtur, C.A.), estableció que:
“…En efecto, bajo la perspectiva constitucional de los derechos a la
tutela judicial efectiva y al debido proceso, es criterio jurisprudencial de
esta Sala que la oposición que preceptúa el artículo 546 no sólo es
aplicable para el supuesto de afectación de la situación jurídica
subjetiva de un tercero por una medida de embargo, sino también para
el caso de que lo sea por causa de cualquier otro tipo de medidas
preventivas (secuestro, prohibición de enajenar y gravar o alguna
medida innominada), ‘pues aún cuando no sea parte en sentido estricto
(demandante o demandada) en el juicio respectivo, debe reconocerse a
quien resulta disminuido en su esfera de derechos, la misma libertad de
alegar y probar que es reconocida a quienes están desde el inicio en el
proceso del que surgió la providencia cautelar causante de la supuesta
afectación jurídica’. (Cfr. ss.S.C. Nos 1317 del 19.06. 2002 y 1620 de
18.08.2004)…”.
Del mismo modo, amparándose en la sentencia antes transcrita la Sala de
Casación Civil, del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los tres (3) días
del mes de abril de dos mil trece, Sentencia Nro. 0000126, Exp. AA20-C-2012-
0000542, Magistrado Ponente: Luís Antonio Ortiz Hernández, se estableció lo
siguiente:
32
añadir un requisito más que el Periculum in danni, que ya fue explicado con
anterioridad, y siendo el procedimiento cautelar el mismo anteriormente señalado.
33