Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fisiología
a función de las moléculas de hemoglobina contenidas en los hematíes es transportar
eloxígeno desde los pulmones hasta los órganos y tejidos del organismo. En la anemiafalciforme,
la hemoglobina que contienen los glóbulos es un tipo llamado hemoglobina S. Después de que
estas moléculas entregan su oxígeno, algunas de ellas se agregan formando fibras poliméricas,
que deforman el hematíe, de modo que pierde elasticidad y toma una forma alargada y encorvada
(falciforme, en forma de hoz)
Fisiopatología
A diferencia de los hematíes normales, que generalmente son
bicóncavos, con una forma similar a la de una rosquilla, los glóbulos
rojos falciformes no pueden pasar a través de loscapilares y
las vénulas. Se asocian unos con otros, quedan enganchados
debido a su forma curvada y causan obstrucciones en los vasos, lo
que producirá episodios periódicos de molestias. Debido también a
sus extremos puntiagudos, pueden llegar a desgarrar las paredes
de los vasos. A diferencia de los hematíes normales, que duran
unos 120 días en la corriente sanguínea, los falciformes son
elimnados después de sólo unos 10 o 20 días y, como no pueden
reponerse con suficiente rapidez, la sangre tiene insuficiencia
permanente de glóbulos rojos, causando una enfermedad conocida
como anemia.
Etiología
Gen autosómico recesivo. Modo de herencia entre dos portadores de un gen autosómico recesivo y monogénico.
http://es.wikipedia.org/wiki/Anemia_falciforme
UNIVERSIDAD JUAREZ DEL ESTADO DE DURANGO
FACULTAD DE MEDICINA
GOMEZ PALACIO
HEMATOLOGIA
“DREPANOCITOSIS”
6TO SEMESTRE
SECCION “A”
FECHA DE ENTREGA
INTRODUCCIÒN
Componentes de la sangre.
La sangre humana está formada por el plasma sanguíneo, los g1óbulos rojos o eritrocitos, los glóbulos
blancos o leucocitos y las plaquetas. Su temperatura es de los 36ºC, y una persona adulta tiene un promedio
de unos 5 litros de sangre, lo cual corresponde al 8% del peso de su cuerpo.
El plasma sanguíneo es el componente líquido de la sangre, es decir, una solución que contiene 90-92 % de
agua y transporta sus elementos sólidos (glóbulos y plaquetas). Además, presenta una gran variedad de
sustancias en disolución, como azúcares, proteínas, grasas, sales minerales, etc. que se pueden agrupar en
tres categorías:
• Sales inorgánicas: Se encuentran disueltas en forma de aniones (iones cloro, bicarbonato, fosfato y sulfato)
y cationes (sodio, potasio, calcio y magnesio). Actúan como una reserva alcalina que mantiene constante el
pH y regula el contenido de agua.
• Sustancias de transporte: son moléculas que proceden de la digestión (glucosa, aminoácidos) o de la
respiración (nitrógeno, oxígeno), residuos del metabolismo (dióxido de carbono, urea, ácido úrico), o bien
sustancias absorbidas por la piel, las mucosas, los pulmones, etc.
Son células de color rojo capaces de captar gran cantidad de oxígeno. En cada milímetro cúbico de sangre
existen entre 4,5 a 6 millones. Esta enorme abundancia hace que la sangre tenga un color rojo intenso.
Cuando una persona padece de anemia, la cantidad de glóbulos rojos baja de los niveles normales, según la
edad y sexo.
Los glóbulos rojos, también denominados eritrocitos o hematíes, son células sanguíneas en forma de disco
bicóncavo: un diámetro de 6-9 micras y un espesor de 1 micra, que aumenta progresivamente hacia los
bordes (2,2 micras). El ser humano cuenta con 4,5 o 5 millones de eritrocitos por mm3, que constituyen el 45
% del volumen de la sangre.
Los eritrocitos se producen en la médula ósea a partir de una célula madre y mediante un proceso de
eritropoyesis. Esta producción es continua porque, cada segundo, los macrófagos del bazo destruyen unos
dos millones de hematíes envejecidos que hay que reemplazar.
Se puede considerar que los glóbulos rojos son células «no vivas», ya que carecen de núcleo y de
mitocondrias, pero esto no les impide realizar su función: el transporte de oxígeno.
En su interior, los glóbulos rojos están formados básicamente por hemoglobina, una proteína constituida por
cuatro cadenas de aminoácidos. Cada cadena se asocia a un grupo molecular, el grupo hemo, cada uno de
los cuales cuenta con un átomo de hierro, que fija una molécula de oxigeno y la transporta desde los
pulmones hasta los tejidos.
Estructura Primaria
Las hemoglobinas de todos los mamíferos tienen un peso molecular aproximado de 65.000 y en esencia son
tetrámeros, que constan de 4 cadenas péptidas, cada una de las cuales esta unida a un grupo hem. Las
moléculas de hemoglobina se forman por combinación de dos subunidades de una cadena peptídica llamada
a y dos de b donde las cadenas polipeptídicas están constituidas por eslabones de aminoácidos (AA)
denominados residuos; conteniendo 141 residuos la cadena a y 146 la cadena b. Todo ser humano es capaz
de sintetizar (genéticamente) e introducir en la hemoglobina cuatro cadenas polipéptidas designadas a, b, g y
d. Con escasas excepciones las moléculas de Hb se forman por la combinación de dos cadenas a con dos g o
d. La Hb de una persona adulta normal se designa por Hb A = a 2A b 2A y de igual forma, la Hb fetal es Hb A
= a 2Ag 2F Las cadenas b, g, d contienen todas ellas 146 unidades que se asemejan mucho entre sí en la
secuencia de AA, hay solo 39 residuos de AA diferentes entre las cadenas b y g y solo 10 entre b y d.
Estructura Secundaria
La orientación de las cadenas polipeptídicas puede ser completamente extendida (que no es muy común), por
lo que es mejor clasificarlas como a) alfahélice, b) hoja plegada, c) al azar. El porcentaje de contenido de
alfahélice en las proteínas globulares es bastante variable (0 - 90%), en el caso de la Hb su contenido es de
un 75%. Existen dos factores (o mas bien aminoácidos que pertenezcan a la cadena polipeptídica) que
pueden interrumpir la orientación helicoidal: presencia de prolina la cual provoca una torsión de la cadena y, la
presencia de fuerzas electrostáticas localizadas de repulsión debido a un conjunto de grupos -R cargados
positivamente (lisina y argina), o negativamente (ac- glutámico y aspártico).
Estructura Terciaria
La Hb es casi esférica (globular), con un diámetro de 55 A, las cuatro cadenas están empaquetadas
conjuntamente en disposición tetraédrica (ver anexo 2b). Los grupos Hemo, están localizados en unas
oquedades cercanas al exterior de la molécula, uno en cada subunidad. Los 4 lugares de unión del oxígeno
están separados, la distancia entre los dos átomos de Fe más próximos es de 25 A e inclinados con ángulos
diferentes.
Cada grupo hemo se encuentra enterrado parcialmente rodeado por grupos -R Hidrofóbicos. Este se halla
unido a la cadena polipeptídica mediante un enlace coordinado del átomo de Fe con la HIS (histidina),
mientras el otro enlace de coordinación del Fe se halla disponible para el transporte del oxigeno. Existe una
gran cantidad de residuos hidrofílicos en la superficie de la cadena, pero el centro de la a - hélice es
especialmente hidrofóbico. Como en todas las proteínas existe una naturaleza anfipática, la cual hace que
existan diferentes regiones que presenten mayor o menor polaridad, esto depende de los tipos de residuos
que compongan la región. También existen fuerzas Vander Walls, aquellos que poseen un componente
electrostático que se presentan cuando dos regiones apolares se encuentran lo suficientemente cerca para
que se forme la fuerza entre los dipolos instantáneos o débiles (determinados residuos) y entre ellos producen
un campo eléctrico, igualmente, las interacciones electrostáticas o puentes salinos, que se presentan cuando
algunos iones se encuentran cercanos a la proteína y modifican el campo eléctrico, son importantes ya que
estos dan estabilidad a la forma de la Hb.
Por último en la estructura de la Hb no hay enlaces de tipo S-S, ya que los residuos Cys (cistina), no son
comunes en la cadena a aunque en la b si hay; pero no es posible que se establezcan este tipo de enlaces
entre las cadenas a y b de las globinas. Cada cadena a está en contacto con las cadenas b, sin embargo,
existen pocas interacciones entre las dos cadenas a o entre las dos cadenas b entre sí.
Estructura Cuaternaria
La Estructura cuaternaria modula las actividades biológicas de las proteínas. Tanto las proteínas
transportadoras (hemoglobina), como las enzimáticas (A,T, C-ASA) pierden buena acción específica al
fraccionarla en subunidades. La proteína íntegra al realizar la catálisis propia, admite una regulación en su
actividad es decir puede frenarse o acelerarse, en respuesta a metabolitos concretos que pueden ser el propio
sustrato o distintos moduladores alostericos, las propiedades alostéricas de la Hb se producen por la
interacción de las subunidades diferentes. La unidad funcional de la Hb es un tetrámero que consta de dos
clases de cadenas polipeptídicas.
La hemoglobina está clasificada dentro del grupo de las proteínas conjugadas ya que además de tener o
poseer aminoácidos contiene además una proporción significativa del grupo prostético hem pues cada cadena
del tetrámero está asociada a uno de estos. En el caso de la estructura de Hb se presenta el tercer caso que
es el de los monómeros de función análoga pero de estructura diferente de tal manera que no se pueden
sustituir unos por otros sin ciertas restricciones.
La asociación de diferentes tipos de globinas origina las diferentes especies tetraméricas de la Hb siendo
HbAa 2b 2, HbA2a 2d 2, HbFa 2g 2. Se conocen como hemoglobinas anormales como la Hbb 4 o la HbBartz
que es la d 4 con cuatro monómeros idénticos pero son funcionalmente inferiores a las antes mencionadas.
En este caso no son posibles estructuras intermedias con estructura impar de monómeros de cada clase,
ejemplo (a 3b ) Cuando se produce la oxigenación de la desoxihemoglobina, no hay variación alguna de la
estructura terciaria; pero cuando se une el O2 a los grupos hemo de esta, las subunidades a , b que
permanecen rígidas, cambian ligeramente de posición, aproximándose entre sí lo que presenta un cambio de
la estructura cuaternaria. Existen dos clases de regiones de contacto entre las cadenas a y b . Uno de los
tipos de contacto es (a 1b 2) que es idéntico al (a 2b 1); el otro tipo es (a 1b 1) y (a 2b 2). La estructura
cuaternaria de la desoxiHb se denomina forma T tensa o tirante; la oxiHb forma R relajado. El átomo de hierro
arrastra con él la histidina proximal cuando se introduce en el plano de la porfirina. Este movimiento de la
histidina F8 provoca una alteración de la estructura hélice F y en los acodamientos EF y FG. Estos cambios
conformacionales se transmiten a las interfases de las subunidades ocasionando la ruptura de los enlaces
salinos intercatenarios lo que provoca que la proteína cambie a la forma R.
Esta estructura cuaternaria le confiere propiedades adicionales extraordinarias (ausentes en la hemoglobina)
que la adaptan a sus papeles biológicos únicos y permiten una regulación precisa de sus propiedades. Las
fuerzas que mantienen unidas las cadenas peptídicas para dar una estructura cuaternaria suelen ser de tipo
fisicoquímico (asociación hidrofóbica), y el ensamblaje de monómeros se realiza espontáneamente, ocurre así
la ordenación cuaternaria adoptada, representa un mínimo de energía libre para la molécula.
Cuatro años después, Paulin (único ganador en dos oportunidades del Premio Nobel junto a Marie Curie)
reportó que la enfermedad de células en forma de hoz (falciformes) -descrita por primera vez por Herrick en
1910- podía tener origen en la alteración de una sola molécula del compuesto que transporta el oxígeno a los
tejidos, la hemoglobina (del griego haimatos, sangre).
DREPANOCITIS
Distribución geográfica.
Es probable que el padecimiento se haya originado en África, en donde en algunas zonas hay una prevalencia
de portadores que oscila entre 20 y 40%. En Estados Unidos, de 0.1 a 0.2% de la población de origen africano
sufre anemia drepanocítica (SS) y 8% es portador (AS) de la anormalidad.
Entre los descendientes de los esclavos de raza negra traída al Continente Americano, durante la época de la
colonización Española, la prevalencia de heterocigotos en algunas regiones es análoga a la de África Tropical.
En el Caribe, Centroamérica, Venezuela y Brasil, las anormalidades frecuente y, en algunos lugares, es muy
elevada, como ocurre en ciertas localidades de Panamá, en donde los heterocigotos ocupan hasta el 30% de
la población.
En México, Lisker y colaboradores demostraron que en ciertas zonas de las costas de Golfo y del Pacifico la
Hb S es frecuente y existen algunas poblaciones con alta prevalencia de portadores (fig 1.1).
Algunos investigadores han propuesto que la mutación de la Hb otorga resistencia, pero no inmunidad a uno
de los parásitos que causa el paludismo, Plasmodium Falciparum. Cuando los eritrocitos parasitados adoptan
la forma semilunar o drepanocítica, el parásito muere. Por otro lado, las áreas geográficas en donde prevalece
el P. Falciparum coinciden con las zonas donde han encontrado portadores de la Hb S.
Fisiopatología.
La Hb S (B6[A3]Glu Val) es el resultado de la sustitución de la base timina por la adenina en el codón 6 del
gen B de globina (GAG TC) con sustitución del glutámico (GLU) por Valina (Val) (fig. 1.2). La localización
superficial del aminoácido (residuo) mutado y su diferente carga eléctrica, explica que la Hb S pueda
distinguirse fácilmente de la Hb A normal por su menor movilidad electroforética. Como consecuencia de esta
mutación, cuando la hemoglobina se desoxigena (deoxi-Hb) sufre un proceso espontáneo despolimerización
por lo que adopta la estructura de un gel cristalino conocido como cuerpo tactoide. La estructura de este
polímero, se ha deducido a partir de estudios realizados mediante difracción de rayos X y microscopía
electrónica de transmisión. Cada polímero está formado por catorce tetrámeros de deoxi-Hb que se disponen
formando haces longitudinales unidos entre sí (Fig. 1.3). Esta alteración configura una estructura cilíndrica
insoluble y rígida que modifica drásticamente la forma del eritrocito, el cuál adopta una morfología que
recuerda a una hoz, el proceso de polimerización (drepanocitosis) no es instantáneo, si no que va precedido
de un periodo de latencia durante el cuál las moléculas de deoxi-Hb establecen contacto (formación de
pequeños agregado o nucleación) para finalmente polimerizar deforma explosiva en haces o fibras de cuerpos
tactoides insolubles que vuelven rígidos a los eritrocitos. Estos cambios impiden que la sangre circule
normalmente por los tejidos y se produce un estancamiento (fig 1.4). Este proceso requiere de un conjunto de
factores facilitadores entre los de destaca mucho el descenso de la presión parcial de oxígeno (PO2) cuando
esto sucede hay formación de cuerpos tactoides provocando el estancamiento y haciendo que la PO2
desciende más aún originándose un círculo vicioso: los eritrocitos falciformes incrementan el estancamiento,
deciente más la PO2 y la falciformación se acentúa (fig. 1.5)
Igualmente, el estímulo de la actividad macrofágica favorece la eliminación de los eritrocitos sensibilizados por
el SMF.
Manifestaciones clínicas
Existen dos formas clínicas de Hb S: Homocigoto (HbSS), en la que los pacientes sufren anemia falciforme
(anemia hemolítica y crisis vasooclusivas), y heterocigótica (HbAs), generalmente asintomática. La forma más
frecuente de la Hb S es el rasgo heterocigoto, del que se cree que existe en el mundo mas de 35 millones de
individuos afectados. La intensidad de las manifestaciones clínicas puede depender también de la
coexistencia de otras hemoglobinopatías asociadas.
Datos de laboratorio. Casi nunca existe y la morfología de los eritrocitos es normal. De manera excepcional se
encuentran drepanocitos en los extendidos convencionales se sangre. Para descubrir a los portadores se
requiere practicar pruebas de inducción de los drepanocitos y de solubilidad que son positivas. La
electroforésis de hemoglobina en acetato de celulosa, pH 8.4-8.6, que nunca debe omitirse, puede demostrar
el componente S de la hemoglobina, de motilidad electroforética más lenta que la Hb A. La combinación de un
patrón electroforético AS y una prueba de solubilidad positiva establecen el diagnóstico de portador (AS) de
esta variedad de hemoglobina.
En el caso de Hb SS la intensidad del cuadro clínico varía ampliamente de un paciente a otro y su inicio
debido al efecto protector de la Hb F durante el periodo neonatal, es siempre pasado de 6 a 4 meses de vida.
Los enfermos, en su mayoría de raza negra con rasgos negroides, generalmente son altos, delgados, con
cráneo en torre y articulaciones hiperextensibles (fig 1.6). Su crecimiento y maduración sexual están
generalmente retardados. Al examinarlos se aprecia ictericia conjuntival y no es raro que este dato desoriente
al médico no familiarizado con esta enfermedad y establezca el diagnóstico clínico de hepatitis. Los enfermos
sufren úlceras maleolares o cicatrices de úlceras antiguas. En el fondo de ojo, los vasos retinianos se
encuentran tortuosos o en “tirabuzón”.
Las crisis vasculares oclusivas son características de la afección, resultado de la oclusión de los vasos por
acumulación de drepanocitos que origina estancamiento e infarto.; aquellas ocurren a cualquier edad y tienen,
como denominador común, antecedentes de hipooxigenación excesiva, como la secundaria a procesos
infecciosos, deshidratación, ejercicios violentos, trabajo de parto y grandes altitudes, como a las que se
exponen las personas cuando viajan en aviones desprovistos de cabina de presión. La fiebre moderada
menudo se asocia con crisis vasoclusivas.
En los niños de nueve meses de edad, las crisis oclusivas que afectan a los huesos pequeños de manos y
pies determinan dactilitis o síndrome de “mano-pie” (fig. 1.7), caracterizado por la inflamación dolorosa del
dorso de estas regiones. A menudo ésta es la primera manifestación clínica de la enfermedad.
Las crisis aplásticas son resultado de la interrupción brusca de la eritropoyesis, con descenso de la
reticulocitosis y de los niveles de hemoglobina. La caída de ésta última puede ser muy grave y causar
insuficiencia cardiaca y muerte en pocas horas. Las crisis aplásticas se han asociado a diversas causas. Sin
embargo, algunos estudios epidemiológicos han demostrado infecciones por parvovirus B19 constituyen la
causa de la mayoría de ellas, y es posiblemente la de todas, las crisis aplásticas resultantes de la toxicidad
directa del parvovirus en los precursores eritroides, especialmente de las unidades formadoras de colonias
eritrocíticas.
En el desarrollo de de la anemia falciforme pueden considerarse tres fases evolutivas con sintomatologías
características: a) Fase estacionaria. B) Fase de expresividad aguda y fase de expresividad crónica.
Fase estacionaria.
Corresponde generalmente a los primeros años de vida (uno a cuatro años) y sus manifestaciones clínicas
son las propias de un síndrome hemolítico crónico moderado o intenso, (anemia, palidez cutaneomucosa,
subictericia conjuntival y retraso del crecimiento óseo y gonadal). En esta fase es característica una intensa
retención eritrocitaria esplénica (hiperesplenismo) con complicaciones vasooclusivas de carácter local y
progresivo que condicen a la pérdida de la función esplénica o autoesplenectomía. Esta puede ponerse
fácilmente de manifiesto mediante la visualización de vacuolas (pits) eritrocitarias cuando se observa una
suspensión de sangre con glutaraldehido mediante microscopia convencional y óptica de NOMARKI
Se inicia a partir de los cuatro años de edad con agravamiento agudo del cuadro anémico (Hb <80g/L) y
aparición de diversas manifestaciones clínicas de carácter agudo debidas a la crisis vasooclusivas que
afectan de forma importante diversos órganos aunque muy especialmente pulmón, riñón, y tejido óseo. Estas
se caracterizan por un dolor muy intenso en los territorios afectados (tórax, huesos, y zonas distales de las
extremidades), generalmente acompañadas de infecciones que suelen ser recidivantes.
Las crisis de dolor agudo constituyen, de hecho, la manifestación más característica de la anemia falciforme y
muchas veces su primer síntoma. Aunque pueden aparecer espontáneamente, suelen ser desencadenadas
por situaciones tan diversas como hipoxia, fiebre, infecciones, deshidratación, frío., cambios estacionales o
menstruación. Obedecen a oclusiones de la microvasculatura que pueden afectar distintos territorios del
organismo (crisis vasooclusivas). Una de sus manifestaciones más características es el dolor óseo
generalizado o limitado a huesos largos (húmero, fémur, tibias) en sujetos adultos o pequeños de las
extremidades superiores e inferiores (dactilitis) en los niños. La dactilitis da lugar al conocido síndrome mano-
pie, consiste en un dolor agudo y muy intenso con tumefacción subcutánea de la superficie dorsal de las
manos y pies acompañado de impotencia funcional. Este síndrome puede confundirse fácilmente de con
acceso de fiebre reumática o artritis séptica.
Otras regiones que también suelen afectarse en las crisis dolorosas son la condrocostal (dolor torácico),
vertebral (dolor dorsolumbar) y el vaso (cuadro de dolor abdominal agudo). En un gran número de pacientes,
la tomografía computarizada (TC) y la gammagrafía ósea permite detectar precozmente estas lesiones. Otro
territorio también afectado por las crisis vasooclusivas es el mesenterio, dando lugar a infartos de vasos
mesentéricos que son causa de dolor abdominal muy intenso y de carácter agudo (síndrome mesentérico).
Igualmente, la oclusión de los vasos cerebrales es causa frecuente de accidente neurológico agudo como
hemiplejía, monoplejía y convulsiones.
La aparición de fiebre taquipnea e incluso dolor torácico (síndrome torácico) constituye la causa más
frecuente de hospitalización con anemia falciforme. El síndrome torácico pone de manifiesto una afección del
sistema vascular pulmonar que casi siempre se acompaña de infección o hipertensión pulmonar y que suele
cursar con una insuficiencia cardiorrespiratoria que puede causar la muerte.
Menos frecuentes que las complicaciones pulmonares son las oclusiones vasculares agudas de otros
territorios en los que destacan la retina, el sistema nervioso central (SNC) y los cuerpos cavernosos del pene.
La trombosis de la arteria central de la retina puede constituir una causa de ceguera (amaurosis) y la de los
cuerpos cavernosos del pene de priapismo que, con el tiempo, se transforma en impotencia por fibrosis de los
tejidos esponjosos eréctiles del pene. Ambas complicaciones son en general menos frecuentes que la
trombosis cerebral, causa relativamente frecuente de apoplejía.
Es propia de los pacientes que han logrado sobrevivir la primera infancia, por lo que es característica de la
adolescencia y edad adulta (tabla).
El carácter evolutivo crónico de la anemia falciforme afecta de forma importante el crecimiento y desarrollo
corporal, el sistema nervioso central, cardiovascular, pulmonar, hepatobiliar y gastrointestinal. Asimismo,
condiciona lesiones de función renal y trastornos visuales que pueden conducir a la ceguera. Finalmente, otra
complicación relativamente frecuente de la drepanocitosis en su fase crónica son las úlceras maleolares de
evolución tórpida.
Todas estas alteraciones óseas pueden ponerse fácilmente de manifiesto mediante examen radiológico o
gammagrafía ósea.
Durante la fase crónica, aunque pueden observarse crisis de apoplejía, los trastornos más comunes son la
existencia de cierto retraso psicomotor que explica las dificultades de aprendizaje y el déficit neuropsicológico
que suelen presentar estos pacientes durante la edad escolar. Para evitar lo posible estas complicaciones,
resultado del sufrimiento cerebral crónico, es muy recomendable prevenir en lo posible su desarrollo mediante
técnicas que determinan la fluidez de la circulación cerebral, por ejemplo el Doppler transcraneal o que facilita
su observación precoz, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM)
Aparato cardiocirculatorio
Sistema pulmonar
Sistema hepatobiliar
En la anemia falciforme la hepatomegalia constituye un signo clínico prácticamente constante, casi siempre
consecuencia del proceso hemolítico crónico (hemosiderosis) y de infecciones víricas postransfusionales. Esta
hepatopatía se acompaña de signos biológicos de afección hepatobiliar (aumento moderado de las
transaminasas o fosfatasa alcalina del plasma) e histológicos de eritrofagocitosis con aumento de pigmentos
de hemosiderina y una grado variable de fibrosis periportal, otra consecuencia hepatobiliar de la hemólisis
crónica e hipercatabolismo de la hemoglobina es la litiasis biliar, que afecta a un 10-15% de los pacientes.
Función Renal
Trastornos oculares
Las complicaciones oculares obedecen a oclusiones de los pequeños vasos de la retina que ocacionan
subfusiones hemorrágicas y signos proliferativos característicos de neoformación vascular compensadora.
Debido a ello se produce una retinopatía proliferativa cuyas características y evolución son muy similares a las
de la retinopatía diabética: alteraciones de la visión con la aparición de fotopsias, moscas volantes, y
adherencias corioretinianas que con el tiempo pueden facilitar el desprendimiento de la retina. Otra
complicación relativamente frecuente, de la anemia falciforme, es el hifema o su fusión hemorrágica en la
cámara anterior de globo ocular.
Ulceras maleolares
Este trastorno se ha descrito siempre como una compli8caciñon característica de la anemia falciforme, ya que
se observa en más del 50% de pacientes. Constituye una complicación menos grave en comparación con las
mencionadas anteriormente y su aparición resulta favorecida por traumatismos y ciertas infecciones (linfangitis
y osteomielitis) aunque no son muy dolorosas las úlceras presentan un carácter torpido que dificultan su
resolución definitiva.
Impotencia
Consecuencia de la fibrosos de los cuerpos cavernosos del pene como resultados de las trombosis crónicas
con priapismo.
Rasgo falciforme
El rasgo falciforme corresponde al fenotipo de los portadores heterocigotos del gen B5 y se caracterizan por la
ausencia de signos clínicos de la enfermedad. La hemoglobinopatía solo puede ponerse de manifiesto
mediante procedimientos de laboratorio (electroforesis de Hb). Por ello, cuando en un individuo portador de
rasgo falciforme se aprecian signos clínicos de hemólisis es prudente revisar de nuevo el diagnóstico por si tal
manifestación pudiera corresponder a otra causa, el examen morfológico de los eritrocitos no muestra
alteración alguna y la concentración en sangre de reticulocitos, así como los índices eritrocitarios (BCM, HCM
y CCMH), son normales. Excepcionalmente la enfermedad puede manifestarse en situaciones de estrés como
disminuciones importantes de la PO2, altitud, submarinismo o anestesia., o tras la realización de un ejercicio
físico intenso ésa última posibilidad podría explicar la muerte súbita de deportistas o soldados después de una
marcha extenuante en cualquier caso, las manifestaciones clínicas del rasgo heterocigoto cuando existen se
refieren más a alteraciones vasooclusivas que a la anemia hemolítica. Así, una de ellas es la afectación del
riñones (hipostenuria con hematuria) por microinfarto de la médula renal o el dolor abdominal agudo por
microinfarto esplénico.
Diagnóstico de laboratorio
El hemograma muestra una anemia normocítica, o ligeramente macrocítica, con valores de Hb que suelen
oscilar entre 70 y 90 g/L y una reticulocitosis casi siempre superior a 150 x 10-9/L y que, en ocasiones, puede
llegar a 600 x 10-9/L. en individuos adultos con Hb SS, el VCM y el CCMH mediante sistemas independientes.
En cualquier caso en examen morfológico de la extensión de sangre muestra una proporción variable de
eritrocitos falciformes, junto a una leucocitosis neutrofílica moderada (15-30x109/L) y ligera trombocitosis.
La prueba de solubilidad es el procedimiento más simple para complementar la información aportada por el
hemograma y el examen morfológico de los eritrocitos, esta prueba consiste en observar la precipitación de la
Hb S cuando el bemolizado se incuba en presencia de bitionito sódico que actúa como agente reductor. La
prueba de la solubilidad puede complementarse con la llamada prueba de desoxigenación que consiste en
inducir la formación de eritrocitos falciformes in Vitro, exponiendo la sangre total a un estado de hipoxia. Para
ello se coloca una suspensión de eritrocitos sobre un portaobjetos, se añade una agente desoxigenante
(metabisulfito o ditionito sódico al 2%) y se cubre con un cubreobjetos sellando las esquinas para evitar en lo
posible el contacto de la sangre con el O2 ambiental, pasados unos minutos se observan en un microscopio la
posible inducción de eritrocitos falciformes. La erectroforésis de Hb a Ph alcalino es el procedimiento
diagnóstico que por su simplicidad, precisión y bajo costo ofrece un mayor rendimiento. Empleando esta
técnica los individuos homocigotos muestran una fracción de Hb mayoritaria que migra algo por detrás de la
Hb F y ausencia de Hb A. en caso de portadores heterocigotos se aprecian dos fracciones hemoglobínicas de
intensidad simi8lar y un moderado aumento de HbF en ambas situaciones la Hb A2 es normal. El empleo de
isofocalización y cromatografía líquida de alta resolución (CLAR) puede ser útil para la realización de estudios
familiares extensos o escrutinio de loa hemoglobinopatía.
Los problemas diagnósticos en casos de anemia falciforme surgen cuando junto a la Hb S coexisten otras
hemoglobinopatías estructurales o talasemias. La asociación de hB sC no suele crear problemas ya que le
electroforesis permite apreciar claramente las dos fracciones, S y C muy bien separadas. En caso de Hbs-
talasemia, por el contrario pueden existir dificultades. Estas aparecen caso de Hb S SB-talasemia, donde
existe un claro predominio de la Hb F sobre la A normal, (10-30%). Esta situación se diferencia de la
drepanocitosis heterocigoto, caracterizada por un moderado predominio de la Hb A sobre la S, en caso de la
Hb SB-0-talasemia y Hb S A-Talasemia el patrón electroforético es idéntico al de la drepanocitosis
homocigoto, excepto que en ambos casos suele observarse un aumento de la Hb A-2, junto a la disminución
del BCM. Por ello en ambas situaciones el diagnóstico diferencial exige el empleo de la biología molécular
aunque ninguna de ella debe olvidarse de una transfusión reciente puede falsear el patrón electroforético y
hacerse muy similar al de la drepanocitosis heterocigoto, debido a la perfusión de eritrocitos normales que
solo contienen HbA.
En resumen
Prueba de solubilidad positiva. Hay que recordar que todos los enfermos con genotipo S (SS, AS, SC, SD y
S-talasemia B) tienen esta prueba positiva.
La incorporación del diagnóstico precoz la educación sanitaria, y las posibilidades terapéuticas, has
significado una sensible mejora en el pronóstico y calidad de vida en los pacientes afectados de drepanocitos
homocigoto, es un hecho bien conocido que este trastorno presenta características clínicas muy variable, en
unas áreas geográficas es prácticamente asintomático en otros reviste la gravedad de las crisis vasooclusivas
y sus complicaciones. Actualmente se conocen los tres moduladores de la expresión clínica sobre los que se
podría intentar actuar con finalidades terapéuticas : concentración de hb F, coexistencia de genes talasemicos
y el sexo. La Hb F no participa en el proceso de polimerización de la desoxi-Hb S, por lo que cuando su
concentración intraeritrocitaria es elevada existe una menos tendencia ala falciformación, resulta evidente, por
tanto, que la concentración de Hb F constituye un factor de gran importancia pronostica de la anemia
falciforme. La mayor o menos concentración de Hb F comprende de varios factores en gran parte
constitucionales entre ellos destacan la edad, sexo, el numero de genes A, los aplotipos del gen B, y la
actividad del locus FCP. El locus FCP es un gen que regula la producción de Hb F en los pacientes con
anemia falciforme y se haya situado en el cromosoma sexual X (Xp22.2) lo que explica que la producción de
Hb F sea superior en mujeres independientemente de que sean portadores del gen Bs. Debido a ello, las
mujeres con anemia falciforme portadoras del aplotipo poseen mayor Hb F que los varones con idéntico
aplotipo la existencia de polimorfismos en el gen beta de globina parece determinar las diferencias de
comportamiento clínico entre razas africanas, mediterráneas y asiáticas, así, mientras en las proporciones
africanas y del mediterráneo el aplotipo predominante es el Benin, en las asiáticas es el cenagal. La
asociación de este ultimo a una mayor síntesis de Hb F explica su mejor comportamiento clínico y menor
predisposición a padecer crisis vasooclusivas o sus complicaciones la coexistencia en un mismo individuo de
un gen beta 5 alfa talasemia, es poco frecuente y se caracteriza pro una menor anemia y un moderado
aumento de la fracción Hb A2 con valores de VCM y CCMH algo disminuidos. Este comportamiento
hematológico junto con una menor proporción de drepanocitos irreversibles, explica la relativa benignidad del
cuadro clínico y su mejor pronóstico, por el contrario, la coexistencia de alfa-talasemia, al acompañarse con
un valor de hematocrito más elevado puede tener un riesgo mayor de crisis vasooclusivas, en cualquier caso
una de las mejores opciones para estos pacientes es prevenir en lo posible la aparición de cuadros agudos de
vasooclusión ya que constituyen la manifestación clínica más grave de dicha anemia. Para ello el Sickle Cell
Information Center de Georgia (EEUU) propone seguir las pautas que brevemente se prescriben a
continuación:
Administración de penicilina con carácter preventivo hasta los 6 años de edad para evitar en lo posible las
infecciones graves.
Tratamiento
La anemia falciforme debe ser tratada siempre teniendo en cuenta su carácter crónico, y la frecuencia de sus
complicaciones, por ello, el tratamiento debe ser ante todo preventivo, sobre todo con el consejo genético y
explicar los puntos importantes sobre su transmisión familiar:
También prevenir evitando las situaciones que favorecen loas crisis vasooclusivas como son las infecciones,
acidosis, hipoxemia y la exposición al frío, si no puede evitarse las crisis agudas, con aparición de dolor y
fiebres altas lo más pudente es la hospitalización del paciente para mejorar su estado de oxigenación, evitar la
deshidratación y administrar antibióticos. Cuando se presente deshidratación o como prevención se
administrará por vía parenteral o digestiva, liquido en cantidad de 2 a 4 L/m2 cada 24H.
Infecciones
Anemia
Los pacientes con anemia falciforme presentan un elevado grado de adaptación a ella inclusive para valores
muy bajos de concentración de Hb, en ocasiones no obstante la evolución en crisis de anemia agua hacen
necesarios recurrir a las transfusiones de sangre total o de eritrocitos esta practica debe indicarse en los
casos solo imprescindibles, ya que como es conocido, las transfusiones son causa de complicaciones como
inmunización alogénica, hemosideroris e infecciones víricas. En general consisten en la administración de
concentrados eritrocitarios hasta conseguir valores de concentración de Hb en sangre entre 100-120/L. es
muy importante no superar este limite ya que podrirán aparecer complicaciones por aumento de viscosidad y
bolemia en la sangre, se requiere administración simultánea de diuréticos.
Agentes antidrepanociticos.
Desde hace tiempo se han ensayado la administración por vía oral y parenteral de compuestos de triple
finalidad de disminuir la polimerización de desoí-Hb S, aumentar la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno
y mejorar las propiedades biológicas eritrocitarias. Estos compuestos, conocidos como agentes
antidrepanociticos, han basado su acción en un aumento de la síntesis de Hemoglobina fetal o en una
inhibición de la polimerización de desoí-Hb s a través
Datos de laboratorio. La anemia, habitualmente normocítica normocrómica, es grave. Oscila entre 5 a 9g/dL,
se inicia entre los seis y nueve meses de edad y se mantiene toda la vida. La anisocitosis es frecuente y se
observan numerosos dianocitos (eritrocitos en forma de “diana”)y drepanocitos. Los ovalocitos y esquistocitos
(eritrocitos fragmentados) también se encuentran. Se observan, asimismo, policromatofilia, eritrocitos
nucleados (normoblastos) y reticulocitosis. Como en todas las anemias hemolíticas, se demuestra
hiperbilirrubinemia indirecta (no conjugada); incremento de la deshidrogenasa láctica; disminución de los
niveles de haptoglobina en suero; acortamiento de la sobrevida de los eritrocitos, e hiperplasia eritroide en
médula ósea.
Tratamiento.
Por ahora no se dispone de ningún tratamiento específico. Ciertas medidas profilácticas y precauciones
generales contribuyen a reducir las crisis, como evitar cambios bruscos de temperatura, la deshidratación, y
las infecciones. Entre estas últimas las ocasionadas por Streptococcus pneumoniae pueden evitarse con el
uso de una vacuna específica y la aplicación profiláctica de penicilina de acción retardada, particularmente en
niños de cuatro meses a cinco años. Las vacunas en contra del Haemophilus influenzae, virus de la influenza
y de hepatitis b, ofrecen protección adicional a los pacientes. Como en todos los procesos hemolíticos
crónicos, debe administrarse ácido fólico permanentemente para impedir su déficit. Dentro de estas medidas
profilácticas puede incluirse la detección intrauterina de homocigotos, empleando técnicas de ADN
recombinante, cada día más perfeccionadas y con menor riesgo para el producto, pero aún limitadas a los
centros que las practican.
Las crisis vasoclusivas se tratan con reposo, rehidratación, oxigenación y analgésicos. Las infecciones se
investigan por medio de cultivos pertinentes y se tratan con antibióticos y agentes quimioterápicos requeridos.
La administración de eritrocitos empacados se utiliza cuando los síntomas y signos físicos lo sugieran. Hay
que tener en cuenta que muchos pacientes que padecen anemia crónica toleran muy bien las cifras muy bajas
de hemoglobina.
De algunos años a la fecha ha sido estudiado el empleo de varios compuestos químicos que impiden la
polimerización de la hemoglobina S o preservan la integridad de la membrana de los eritrocitos.
Desafortunadamente no se ha encontrado aún el medicamento idóneo, pero todo hace suponer que a la
postre habrá de descubrirse.
Entre los fármacos empleados pueden señalarse intravenosa, el cinato de sodio, el nitrógeno de mostaza y
los compuestos que preservan la integridad de la membrana como zinc, el cetiedil, el telurito. El transplante de
médula ósea constituye una alternativa para algunos pacientes. El consejo genético debe proporcionarse en
parejas de riesgo.
6. Bibliografía
http://www.araucaria2000.cl/scirculatorio/sistemacirculatorio.htm
http://uvirtual.sld.cu/
http://www.saludhoy.com/htm/adoles/articulo/drepanoc.html
Con microscopía electrónica los polímeros de HbS se ven como haces de 14 fibras que se orientan en el
sentido longitudinal de la célula.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs308/es/index.html
Drepanocitosis
Daños orgánicos
Definición
La anemia de células falciformes es un trastorno heredado de las células rojas de la sangre, o
eritrocitos.
Los eritrocitos normales tienen la forma de un anillo cerrado. Son flexibles y pueden pasar
fácilmente a través de las venas (pequeños vasos sanguíneos). En cambio, los eritrocitos
anormales de la anemia de células falciformes tienen un cambio congénito en una de sus
elementos (aminoácidos) que forma la hemoglobina (generando una hemoglobina anormal
llamadaS).
Por este motivo, el glóbulo rojo adquiere a una forma de curva u hoz después que ha
intercambiado oxígeno por dióxido de carbono. Los glóbulos falciformes se atoran y forman
tapones en los pequeños vasos sanguíneos, causando daño a los tejidos de los órganos como
cerebro, bazo y las extremidades.
http://www.paraqueestesbien.com/sintomas/sangre/sangre10.htm
Genética
Fisiopatología y diagnóstico
Rasgo falciforme
Manifestaciones clínicas
Tratamiento
Referencias
EPIDEMIOLOGIA
La mayor concentración del gen para la drepanocitosis ocurre en la población negra
de Africa Ecuatorial, donde hay grupos en los que el gen afecta hasta 40% de la población; el
rasgo falciforme es muy común en los negros americanos traídos de Africa como esclavos, en
los que alcanza hasta 8% de prevalencia1; en Brasil, en poblaciones con mezcla racial, el gen
alcanza entre 5% y 6% de prevalencia2.
En una población homogénea de raza negra, el riesgo de tener un niño con enfermedad
homozigota es de 1 en 600 recién nacidos vivos. En Colombia no hay estudios sistemáticos sino
parciales en algunas poblaciones a riesgo en los departamentos de Chocó, Antioquia y Valle del
Cauca, pero estos datosse pueden extrapolar para entender por lo menos la magnitud del
problema3,4. En un estudio de una población de raza negra en Salahonda (cerca de Tumaco) se
encontraron 10% de rasgo falciforme y 1% de hemoglobinopatías mayores5.
En el Cuadro 1 se describe el registro del Laboratorio de Hematología de la Universidad del
Valle, sobre las electroforesis de HGB realizadas en personas remitidas con sospecha de
hemoglobinopatías. Si bien no se trata de una muestra representativa de la población, por lo
menos permite tener una idea de la distribución de las diferentes entidades. Hay que tener en
cuenta que en poblaciones de alta mezcla racial, como sucede en algunas áreas de Colombia,
hay muchos pacientes aparentemente «mestizos» y aun blancos con estas enfermedades.
GENÉTICA
El gen para la producción de cadenas ß se localiza en el cromosoma 11, donde ha ocurrido
un cambio en el codón GAG a GTG, que da por resultado la sustitución de un aminoácido,
valina, por ácido glutámico en la posición 6 de la cadena ß, lo que origina una HGB anormal
llamada S' en lugar de la HGB A normal. El estudio de los padres de un niño con drepanocitosis
revela que hasta 40% de su hemoglobina es anormal; el resto sigue siendo HGB A. Los padres,
por tanto, poseen un gen normal para HGB A y otro responsable de la síntesis de S (AS).
Este gen es autosómico y su herencia sigue un patrón mendeliano común y corriente; sin
embargo, el hecho que el paciente heterozigoto (AS) tenga niveles importantes de HGB S,
indica que el gen se comporta como codominante1,6.
FISIOPATOLOGÍA Y DIAGNÓSTICO
La sustitución de un aminoácido genera cambios profundos en la solubilidad molecular de la
HGB. Las soluciones de HGB S, cuando la oxigenación es completa, son iguales a las normales;
sin embargo, cuando se deoxigenan se produce un aumento marcado en la viscosidad con
disminución de la solubilidad, lo que indica polimerización de la HGB; el cambio físico
depende de la formación de fibras polarizadas o tactoides largas y rígidas que se organizan en
paralelo, y esto se refleja en el aspecto de los eritrocitos que adoptan el tipo falciforme (en hoz).
Estas células pueden cambiar de forma, según el grado de oxigenación (reversibles), hasta que
llegan a ser irreversibles, muy densas, como las que se ven en los casos típicos de la enfermedad
homozigota. Tales eritrocitos tienen contenido bajo de K, concentraciones altas de Na y Ca,
agotamiento de ATP y del agua con HGB concentrada1,6.
Las pruebas de filtro (tamizaje) para buscar las células falciformes son muy sencillas,
especialmente la preparación de drepanocitos con metabisulfito; el diagnóstico se debe
confirmar por electroforesis de HGB en pH alcalino; ocasionalmente se requerirá electroforesis
en pH ácido para combinaciones con otras HGB, o cuantificación de HGB fetal y A2 cuando hay
talasemia asociada. Siempre que se encuentra un caso índice (de hecho se debería hacer prueba
de drepanocitos a todo niño de raza negra) es conveniente practicar electroforesis de HGB
a toda la familia o por lo menos prueba de drepanocitos, para la consejería genética apropiada.
RASGO FALCIFORME
Estos pacientes siempre tienen concentraciones de HGB S por debajo de 45% en
sus células rojas (el resto es HGB A); por tanto, en condiciones usuales, el rasgo falciforme no
tiene consecuencias fisiológicas o hematológicas importantes. El único hallazgo constante es un
nivel de HGB un poco menor que lo normal para la edad. Puede haber cierto grado de
hipostenuria, episodios muy raros de hematuria y casos de crisis vasooclusivas en situaciones
extremas de hipoxia. La importancia de esta condición radica en la presencia del gen y la
posibilidad de trasmitirlo a la mitad de la descendencia, además del riesgo de encontrarse con
otra pareja igual o con otras hemoglobinopatías o talasemias que se pueden combinar con HGB
S. En estainformación radica la importancia del descubrimiento del gen1,6.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Anemia de células falciformes. En los Cuadros 2, 3 y 4 se detallan las características de los
síndromes de hemoglobinopatías S más comunes, en un estudio realizado en la Clínica de
Hematología Infantil del Hospital Universitario del Valle, Cali. El más severo es siempre el SS,
el más leve es el SC y el S-Tal es intermedio, aunque algunos de estos últimos son bastante
sintomáticos. Llama la atención que un número importante de niños son blancos o mestizos
aunque, por supuesto, casi todos son negros; esto es importante en el medio de Cali por la
mezcla racial.
En los primeros 6 meses de la vida, es raro tener síntomas por la persistencia de la HGB fetal
hasta esta edad7-9. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad se caracterizan por sus
extremas variaciones de un paciente a otro, y aun en la misma persona en diferente época,
puede haber períodos de crisis repetidas o ausencia de síntomas por mucho tiempo. La
variabilidad puede ser espectacular en una misma familia, p.e., hermanos. Aunque la
enfermedad puede afectar cualquier órgano o sistema, en los niños se caracteriza por crisis
repetitivas e infecciones, mientras los adultos empiezan a sufrir los efectos crónicos de los
sucesos precedentes con daño estructural u orgánico. Un efecto notable en los niños es el
retardo marcado en el crecimiento corporal y en el desarrollo puberal. La expectativa de vida de
todos modos se afecta en forma notable y se correlaciona claramente con la frecuencia de las
crisis vasooclusivas7-9.
Crisis vasooclusivas. Son las más comúnes, muy dolorosas, afectan sobre todo los huesos y
los músculos y se pueden iniciar muy temprano en la vida (síndrome mano-pie) por
compromiso de los huesos de estas extremidades. En el caso de huesos, a veces es muy difícil
distinguir de la osteomielitis. Si hay compromiso abdominal se puede confundir con una
catástrofe intraabdominal y terminar en cirugía. Puede haber compromiso pulmonar que se
confunde con infecciones. Los fenómenos oclusivos del sistema nervioso central son muy
graves, pueden dar secuelas permanentes y ser repetitivos, por lo que se deben tratar de modo
muy activo. Un evento oclusivo, por fortuna poco común, es el priapismo. Vale la pena destacar
que las crisis vasooclusivas, en especial las de huesos y músculos, son muy dolorosas y en ellas
se debe tratar en forma intensa el dolor7-9.
Crisis de secuestración. En los niños pequeños con SS en quienes no ha ocurrido la
autoesplenectomía o en niños con SC o S-Tal puede haber acumulación masiva de sangre en el
bazo, con estados de hipovolemia aguda. Estos fenómenos pueden ser repetitivos, y dar origen
a la necesidad paradójica de la esplenectomía. La acumulación de sangre se puede hacer en el
hígado, pero por supuesto, el suceso es mucho menos dramático7-9.
Crisis aplástica. Consiste en una parálisis temoral de la producción eritroide, casi siempre
asociada con infecciones, con una caída brusca y peligrosa de la HGB, que ya estaba baja de por
sí. Se debe poner mucho cuidado al descenso de la cifra basal de reticulocitos, que siempre
precede a la HGB, lo mismo la recuperación. El fenómeno se puede presentar con todo tipo de
infecciones, pero se asocia más comúnmente con las producidas por parvovirus7-9.
Infecciones. Son la causa principal de muerte; el problema es más grave entre más pequeño es
el niño, en especial por debajo de 5 años. Estos pacientes desarrollan muy rápido, durante el
primer año de vida una asplenia funcional, atribuible a fenómenos vasooclusivos repetidos en
el bazo; además, el suero es deficiente en la actividad opsónica relacionada con la vía de la
properdina, que es específica para la fagocitosis de pneumococos. Por tanto,
losproblemas infecciosos se deben sobre todo a estos gérmenes y en segundo lugar a
Hemophilus influenzae, con una característica especial de agresividad y progresión rápida de la
infección, que se relaciona inversamente con la edad del niño.
En la actualidad se recomienda usar la vacuna contra H. influenzae desde el nacimiento; la de
pneumococo desde los 2 años y el tratamiento oportuno de los episodios infecciosos; la vacuna
de hepatitis B es obligatoria en estos niños. Se debe hacer un esfuerzo para el diagnóstico muy
temprano de la enfermedad (ojalá neonatal), para colocar al paciente con penicilina
profiláctica, por lo menos hasta los 3 años (mejor hasta los 5 años). Existe una susceptibilidad
particular a hacer infecciones óseas por Salmonella. La enfermedad da una protección relativa
para la malaria, pero no es absoluta; es decir, puede haber malaria en estos niños6-8.
Daños orgánicos. Prácticamente todos los órganos y sistemas se afectarán con el tiempo. En
el corazón se encuentran soplos de diversa magnitud, dilatación cardíaca y cardiomegalia. A
pesar de los fenómenos vasooclusivos típicos de la enfermedad el infarto del miocardio es
rarísimo.
En el sistema urinario hay hipostenuria con disminución de la capacidad de concentración de
la orina desde muy temprano en la vida, con pérdidas obligatoria de agua, aun en presencia de
deshidratación; la hematuria es relativamente común y recurrente; además, puede haber
síndrome nefrótico y, al final insuficiencia renal.
En el sistema hepatobiliar hay cálculos de bilirrubina que progresan con la edad y se pueden
descubrir en forma precoz con ultrasonido. Puede haber episodios oclusivos intrahepáticos,
hepatitis transfusional y daño hepático. En los ojos se desarrolla la tortuosidad y oclusión de
los vasos de la conjuntiva y la retina, y llegar hasta complicaciones muy serias como
desprendimiento retiniano o hemorragia del vítreo.
Las úlceras de las piernas no se presentan en los niños, pero empiezan a ser un problema a
partir de la adolescencia.
En los oídos hay una frecuencia notable de pérdida auditiva con carácter sensoineural.
Los cambio esqueléticos son muy comunes por expansión de la médula ósea, lo que puede
causar deformidades en la cara y el cráneo; además, los episodios repetidos de infarto óseo
pueden generar deformidades vertebrales; la necrosis aséptica es común, en especial de la
cabeza femoral, lo que origina una enfermedad semejante a la de Perthes.
En los pulmones las infecciones y los infartos repetidos van a llevar a disminuir la capacidad
pulmonar, pero el cor pulmonale como tal es relativamente raro.
Como las trombosis cerebrales son graves y repetitivas, necesitan un enfoque terapéutico
especial.
El peso al nacer es normal, pero el crecimiento y desarrollo son retardados,
con pubertad atrasada, aunque la talla final es alta por el cierre epifisiario tardío.
El número de crisis vasooclusivas por año guarda una relación inversa con la expectativa de
vida7-9.
TRATAMIENTO
Medidas generales. Estos pacientes deben tener un seguimiento clínico estricto; durante las
visitas regulares se deben hacer hemograma y recuento de reticulocitos para establecer los
valores basales de cada caso; hay que dar mucha educación a la familia para prevenir y manejar
las crisis e infecciones. Se debe insistir mucho en las inmunizaciones, incluyendo las de H.
influenzae, pneumococo y hepatitis B; además, ante la sospecha de infección respiratoria el
paciente se debe tratar en forma precoz con penicilina o ampicilina. La penicilina profiláctica se
debe dar en todo niño pequeño por lo menos hasta los 3 años (mejor hasta los 5).
El suministro de ácido fólico es importante a la dosis de 1 mg/día; la deficiencia de hierro es
rarísima.
Las crisis dolorosas se deben manejar con hidratación oral o parenteral según el caso; además,
el manejo de analgésicos debe ser liberal porque las crisis son intensamente dolorosas pero de
corta duración. Obviamente, el manejo individual también depende de la causa
precipitante1,6,10. La familia debe tener información para el manejo secuencial de analgésicos
en casa.
Transfusiones. No se usan en forma rutinaria sino por indicaciones específicas: secuestración,
priapismo, infarto del sistema nervioso central,embarazo, crisis aplástica, preparación para
cirugía e hipoxia por pneumonía.
Los programas de transfusiones prolongadas se usan para disminuir la producción de células
falciformes en forma mensual y en los siguientes casos: trombosis cerebral, priapismo
recurrente, úlceras rebeldes de las piernas, hematuria prolongada y embarazo1,6,10.
Para terminar, de todo lo anterior se deduce que el manejo es sintomático en cada
circunstancia clínica particular y que no hay medidas preventivas «antifalciformes» efectivas.
Existe una perspectiva muy promisoria con la consejería genética y el diagnóstico
prenatal1,6,11. Más recientemente se investiga y trabaja con drogas que activan la producción
de HGB fetal; hasta ahora sólo es útil la hidroxiurea con o sin eritropoyetina12. Hay
interrogantes muy grandes sobre el papel del transplante de médula ósea en esta
enfermedad13.
REFERENCIAS
1.
2. Miller DR. Blood diseases of infancy and childhood. 7th ed. St. Louis, Toronto. CV Mosby
Co., capítulo 12, p. 415, 1995.
3. Salzano FM. Incidence, effects and management of sickle cell disease in Brazil. Am J
Pediatr Hematol Oncol 1985; 7: 240-44.
4. Pereira FD, Sardi A. Hemoglobinopatías en niños. Acta Pediatr Col 1985; número 3: 15-8.
5. Restrepo A. Hemoglobinas anormales y talasemia. Antioquia Med 1963: 13: 581-93.
6. Muñoz N, Pereira F, Sáenz I. Hemoglobinas anormales en Salahonda (Tumaco). Acta
Pediatr Col 1994; número 1: 7-10.
7. Nathan DG, Oski, FA. Hematology of infancy and childhood. 4th ed. Philadelphia,
London, WB Saunders Co., capítulo 21, p. 732, 1993.
8. Honing GR. Sickling syndromes in children. Adv Pediatr 1976; 23: 271-313.
9. Bainbridge R, Higgs DR, Mande GH, Serjeant ER. Clinical presentation of homozygous
sickle cell disease. J Pediatr 1995; 106: 881-85.
10. Powars DE. Natural history of sickle cell disease. The first ten years. Sem Hematol 1985;
12: 267-85.
11. Vichinsky E, Lubin BH. Suggested guidelines for the treatment of children with sickle cell
disease. Hematol Oncol Clin North Am 1987; 1: 483-501.
12. Vichinsky E, Hurst D, Earles A, Kleman K, Lubin B. Newborn screening for sickle cell
disease: effect on mortality. Pediatrics 1988; 81: 749-55.
13. Scott JP, Hillery CA, Brown ER, Miswicz V, Labotka LJ. Hydroxiurea therapy in children
severely affected with sickle cell disease. J Pediatr 1996; 128: 820-28.
14. Walters MC, Patience M, Leisenring W. Bone marrow transplantation for sickle cell
disease. N Engl J Med 1996; 335: 369-76.
http://www.monografias.com/trabajos905/hemoglobinopatias-ninos-drepanocitosis/
hemoglobinopatias-ninos-drepanocitosis2.shtml
Drepanocitosis
Terapia Actual
Introducción
Debido a que la drepanocitosis es tan frecuente, la mayoría de los pediatras, en algún momento,
tendrán que manejar una crisis drepanocítica, por lo que es recomendable que se conozca la
fisiopatología de esta enfermedad, las complicaciones y sus medidas terapeúticas.
Genética
Fisiopatología
Terapia actual
El cuidado ideal de un paciente drepanocítico incluye un equipo multidisciplinario, que pueda dar
apoyo de tipo médico, social, genético y psicológico.
Actualmente se cuenta con diferentes opciones terapeúticas, que han surgido a raíz de un mejor
entendimiento de la fisiopatología de esta enfermedad. La mayoría se estas terapias tienen como
finalidad interrumpir el proceso de polimerización, las otras opciones médicas son de soporte y por
último encontramos el transplante de médula ósea, como la única alternativa de curación.
1. Medicamentos
1.1 Hidroxiurea
La principal interrogante es: ¿cuál es la edad ideal para su empleo? Estudios recientes demuestran
seguridad de su uso en poblaciones con edades entre 2 y 5 años. Dichos estudios mostraron
elevación de la Hb total, así como de la Hb F, también una disminución en el número de
hospitalizaciones y no se observó toxicidad inesperada, por lo contrario, el crecimiento y desarrollo
mejoraron en la mayoría de los pacientes (6)
La segunda interrogante sobre la hidroxiurea, ¿es cuando iniciar su uso? La finalidad de este
medicamento es disminuir las complicaciones clinicas de la enfermedad tales como sepsis,
dactilitis, secuestro esplénico, las crisis vaso-oclusivas, necrosis avascular, proteinuria, úlceras de
miembros inferiores y colelitiasis; así como las disfunciones orgánicas del bazo, riñón y cerebro.
Por lo tanto la decisión del inicio del tratamiento depende de cada caso en forma individual y
básicamente del criterio médico, con el fin de que los pacientes tengan un curso clínico estable con
un mínimo de hospitalizaciones.
Dentro de las consideraciones a tener con el uso de hidroxiurea son los efectos secundarios. La
hidroxiurea es un agente quimioterapeútico, que interfiere con la síntesis y la reparación del ADN,
por lo que no se conoce su efecto carcinogénico en pacientes drepanocíticos. Se ha demostrado
que de 30 niños nacidos de pacientes drepanocíticos tratados con hidroxiurea, ninguno presentó
algún efecto teratogénico (7) Por lo contrario, el uso de hidroxiurea ha disminuido la mortalidad del
paciente drepanocítico en un 40% y ha mejorado las tasas de crecimiento y de desarrollo en estos
pequeños.
Se debe recordar que un 40% de los pacientes no responden o presentan fallo orgánico progresivo
a pesar del uso de hidroxiurea, por lo que, en estos casos, se deben utilizar otras opciones
terapeúticas (5)
El uso del ácido valproico, aumenta la Hb F, al afectar la expresión génica de la globina y su gran
ventaja con respecto a la hidroxiurea, es que no produce mielosupresión, sin embargo inhiben la
proliferación de las células madre (5)
1.3 5-Azacitidina
Aumenta la Hb F por hipometilación del promotor gama, pero presenta un serio problema, al
demostrarse efectos teratogénicos (7)
1.4 Decitabina
Es un análogo de la azacitidina, por lo que aumenta la Hb total y la Hb F. Por lo anterior, esta droga
es utilizada como la mejor alternativa en pacientes resistentes a la hidroxiurea (7).
1.5 Clotrimazole
Es un bloqueador del canal de Gardos o canal activado de transporte Ca-K lo que disminuye la
polimerización (8) Al prevenir la polimerización inducida por el daño de la membrana del glóbulo
rojo, se evita la deshidratación y por ende se evitan los procesos de vaso-oclusión. De similar
forma actúa el pidolato de magnesio, el cual es un inhibidor del sistema del cotransporte K:Cl (9)
1.6 Sufasalazina
Estudios en vivo han demostrado que la adhesión endotelial del drepanocito activa las crisis vaso-
oclusivas. La sulfasalazina es un inhibidor del factor nuclear kappa-b que modifica la activación
endotelial. En estudios piloto se ha encontrado que reduce la expresión de la adhesión molecular
(10)
1.7 Anticoagulantes
Estudios usando anticoagulantes han mostrado una mejoría en los marcadores de la coagulación y
son capaces de disminuir el dolor (11)
El transplante de médula ósea es aceptado actualmente para niños sintomáticos, ya que puede
curar y/o dramáticamente disminuir la severidad de las crisis en pacientes drepanocíticos.
Hasta la fecha se han transplantado 201 pacientes con donador de hermano HLA idéntico,
logrando una sobreviva de 91%. De estos pacientes un 9% murieron por complicaciones
relacionadas al TMO, siendo la enfermedad de injerto versus huésped la principal causa de muerte
(15)
En la actualidad, los criterios de selección para TMO, son pacientes con HbSS, Hb SC, HbS-
talasemia y deben ser pacientes menores de 16 años, tener un donador relacionado HLA idéntico;
y debe haber presentado al menos uno de los siguientes eventos clínicos:
1. Infarto cerebral o evento del sistema nervioso central que dure más de 24 horas
5. Enfermedad pulmonar
3. 0 Trasfusión sanguinea
Desde los años 40 se ha aceptado que las transfusiones crónicas previenen las complicaciones de
las crisis vaso-oclusivas, al disminuir la concentración de Hb S por hemoglobina normal.
Actualmente se acepta que las transfusiones crónicas pueden prevenir las isquemias cerebrales, el
síndrome torácico agudo, la falla para progresar y la disfunción esplénica (15).
a. Esporádica
Conclusiones
Los programas de transfusión crónica no son lo más deseable, pero en casos específicos como
niños drepanocíticos con AVC o crisis pulmonares, este procedimiento es una alternativa para
evitar el daño orgánico permanente. Finalmente el transplante de médula ósea se debe reservar
para aquellos pacientes que no han respondido o son intolerantes a la hidroxiurea y cuya calidad
de vida mejoraría a pesar de los potenciales riesgos del trasplante.
Existen varias oportunidades capaces de prevenir la morbilidad de estos pacientes por medio de
estas diferentes y novedosas opciones terapéuticas; pero la gran mayoría de los niños no tienen un
acceso multidisciplinario, lo cual es indispensable que vaya de la mano con el tratamiento
farmacológico.
http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?pid=S1017-85462004000100009&script=sci_arttext
La anemia falciforme es una enfermedad de la sangre de origen hereditario que afecta
prioritariamente a las personas que tienen antepasados de raza negra, aunque también se da en
otros grupos étnicos, incluyendo las personas que tienen antepasados de origen mediterráneo o
de oriente medio.
En EE.UU., hay más de 70.000 personas afectadas por esta enfermedad. Aproximadamente dos
millones de norteamericanos —uno de cada doce— tiene el rasgo drepanocítico, lo que
significa que son portadores de un único gen de la enfermedad sin manifestarla.
La anemia falciforme ocurre cuando una persona hereda dos genes anómalos (uno de cada
progenitor), lo que determina que sus glóbulos rojos tengan una forma anómala. En vez de ser
flexibles y en forma de disco, son rígidos y curvos, adoptando la forma de una antigua
herramienta de labranza denominada hoz —de donde proviene el nombre de la enfermedad
(falciforme significa relativo a la hoz)-, parecida a una luna en cuarto creciente.
Los glóbulos rojos que contienen la hemoglobina normal (hemoglobina A o HbA) se desplazan
fácilmente por el torrente sanguíneo, repartiendo oxígeno a todas las células del cuerpo. Los
glóbulos rojos normales tienen forma de disco o rosquilla con el centro cóncavo y son blandos y
flexibles, lo que les permite pasar incluso a través de vasos sanguíneos muy estrechos.
La anemia falciforme tiene lugar cuando se produce una forma anómala de hemoglobina (HbS).
Las moléculas de HbS tienden a amontonarse, convirtiendo los glóbulos rojos en unas células
pegajosas, rígidas y más frágiles y haciéndoles adoptar una forma similar a la de una hoz.
Los glóbulos rojos que contienen HbS pueden ir alternando entre la forma normal y la forma
anómala hasta que a la larga acaban adoptando permanentemente la forma anómala. Entonces,
en vez de desplazarse fácilmente por el torrente sanguíneo, pueden obstruir vasos sanguíneos,
impidiendo que los tejidos corporales reciban el oxígeno que necesitan para funcionar y
mantenerse sanos.
Las personas con anemia falciforme también pueden tener complicaciones provocadas por los
problemas circulatorios, así como dificultades para luchar contra las infecciones. Por ejemplo,
tienen un riesgo incrementado de padecer determinadas infecciones, así como apoplejía y un
trastorno denominadosíndrome torácico agudo, provocado por la inflamación del tejido
pulmonar a consecuencia de los glóbulos rojos que quedan atrapados en los pulmones.
Puesto que la gente que solo hereda un gen de la drepanocitosis nunca llega a desarrollar la
enfermedad pero la puede transmitir a su descendencia, es posible que no sepa que es
portadora de ese gen. Por eso se recomienda a aquellos jóvenes que tengan dudas sobre si son
portadores del gen defectuoso que pidan a sus médicos que les haga una prueba para
dilucidarlo. El Instituto Nacional de la Salud (NIH por sus siglas en inglés) recomiendan hacer
pruebas de cribado a todos los recién nacidos para saber si padecen anemia falciforme y
actualmente estas pruebas son obligatorias en los recién nacidos de prácticamente todos los
estados de EE.UU. Esto permite que los lactantes que padecen la enfermedad reciban ni bien
nacen los cuidados y tratamientos que necesitan.
Signos y síntomas
Las personas que tienen anemia falciforme pueden desarrollarictericia, un trastorno provocado
por la elevada tasa de descomposición de los glóbulos rojos que se caracteriza porque la piel y el
blanco de los ojos adquieren una tonalidad amarillenta.
Las personas con anemia falciforme también pueden presentar episodios agudos de fuerte dolor
en el pecho, el estómago, los brazos, las piernas y otras partes del cuerpo. Esto se debe a que
los glóbulos rojos anómalos obstruyen el riego sanguíneo en esas partes del cuerpo. Estar muy
cansado y tener problemas para hacer frente a las infecciones también son síntomas frecuentes
entre los jóvenes con anemia falciforme, que pueden tener trastornos de crecimiento.
Los episodios de dolor, también denominados crisis de dolor, varían en intensidad, frecuencia y
duración. Mientras que algunas personas tienen un solo episodio de dolor al año, otras
experimentan este tipo de episodios mucho más a menudo. Estos episodios pueden ser de corta
duración o pueden durar horas, días e incluso semanas. El dolor puede afectar a cualquier
órgano o tejido corporal, por ejemplo, los brazos, las piernas, las caderas y los hombros. Cuando
una persona con anemia falciforme tiene un síndrome torácico agudo, puede presentar fuerte
dolor torácico y abdominal, fiebre, tos y dificultades para respirar.
Algunas crisis se pueden tratar en casa con analgésicos, reposo e ingesta de líquido en
abundancia. Pero, si una crisis es especialmente intensa, se deberá ingresar al paciente en el
hospital para que le administren fluidos por vía intravenosa (IV) y analgésicos más potentes. Los
afectados también pueden requerir oxígeno para aliviar los síntomas durante las crisis o
episodios de síndrome torácico agudo.
Los jóvenes que padecen esta enfermedad pueden requerir transfusiones de glóbulos rojos
sanos para que el oxígeno pueda llegar más eficazmente a todos los tejidos corporales, y
algunos de ellos necesitan someterse a transfusiones regularmente.
Los científicos están investigando constantemente para encontrar nuevas formas de ayudar a las
personas afectadas por esta enfermedad. Varios tratamientos nuevos, como el fármaco
hidroxiurea, han ayudado a reducir las crisis de dolor y los episodios de síndrome torácico agudo
en adultos. Estos medicamentos también han reducido la necesidad de hospitalización. Los
científicos están probando estos y otros medicamentos para dilucidar si también dan buenos
resultados en niños y jóvenes. En contadas ocasiones, las personas con anemia falciforme se
someten a un trasplante de médula para ayudarles a fabricar hemoglobina y glóbulos rojos
normales.
Los científicos también están estudiando la terapia génica como posible tratamiento de la
anemia falciforme. Algún día los médicos podrán curar esta enfermedad sustituyendo los genes
anómalos que la provocan por genes normales.
Adoptando las precauciones adecuadas, los jóvenes con anemia falciforme pueden hacer la
mayoría de las cosas que hacen todos los jóvenes. Para mantenerte lo más sano posible, sigue
estos consejos:
Toma suplementos vitamínicos, incluyendo ácido fólico, tal y como te los haya recetado tu
médico.
Haz ejercicio con regularidad pero con moderación. El ejercicio físico es importante para
mantenerse sano, pero pasarse de la raya puede desencadenar una crisis en algunas
personas, sobre todo si se deshidratan, se calientan excesivamente o se agotan.
Descansa mucho.
Evita el alcohol, las drogas y el tabaco, que pueden agravar la anemia falciforme y sus
síntomas. Algunas personas con anemia falciforme son proclives a desarrollar problemas
pulmonares, por lo que fumar está especialmente contraindicado.
Evita los lugares o situaciones poco oxigenados. (Por ejemplo, no es buena idea hacer
montañismo a auturas elevadas ni pasar mucho rato buceando.)
Previene las infecciones graves poniéndote en contacto con tu médico en cuanto aparezcan
los primeros síntomas. Asegúrate de llevar al día el calendario de vacunaciones que te
recomiende tu médico (por ejemplo, vacunándote contra laneumonía y la gripe cuando él te
lo indique) y llámale siempreque tengas fiebre alta (más de 38,3º C o 101° F).
Es posible que los jóvenes con anemia falciforme se vean obligados a poner ciertos límites en
sus vidas, pero, con la ayuda de sus médicos, amigos y familiares, pueden controlar su
enfermedad y llevar vidas plenas.
http://kidshealth.org/teen/en_espanol/enfermedades/sickle_cell_anemia_esp.html#