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La función de demanda de dinero en la que se basa la moderna teoría cuantitativa

tiene como argumentos las tasas relativas de rendimiento del dinero y los demás
activos, y la riqueza o algún sustituto como la variable de escala o la restricción
presupuestaria. Estas tasas incluyen la tasa de inflación o, en términos estrictos, la
tasa de cambio esperada en el nivel de los precios, así como la tasa nominal de
interés de los bonos, el rendimiento nominal de las acciones y otros rendimientos.
Los teóricos cuantitativos de Chicago han tratado de obtener algún apoyo empírico
para la proposición de que la función de demanda es estable a partir de datos
obtenidos en economías que han experimentado Hiperinflaciones severas.
Tales estudios incluyen el trabajo fundamental de Cagan (1956): La estabilidad de
la función de demanda de dinero es un tema básico de la modera teoría
cuantitativa. La importancia de esta investigación reside en el hecho de que, si se
observa que la función de demanda de dinero es estable durante Las
hiperinflaciones (los periodos en que el sistema monetario se encuentra bajo
severa tensión) el supuesto en cuestión habré pasado una prueba rigurosa.

El modelo se basa en una función de demanda de saldos monetarios reales de


forma:
Es decir, la demanda de saldos reales en el momento t (en términos loga-rítmicos)
es una función de la tasa de cambio esperada en el nivel de los precios, Pi (a y y
son parámetros). Esta función de demanda puede concebirse como una
abreviatura de la función de demanda general de Friedman, ya que relaciona la
demanda de saldos reales sólo con la tasa de inflación esperada y omite la otra
casa de rendimiento y las variables de escala especificadas. La justificación de
esta abreviatura es el hecho de que, durante las hiperinflaciones, los cambios de
la tasa de inflación son tan grandes que su efecto domina por completo el efecto
de los cambios de otras variables.

En esta función de demanda de dinero resulta decisivo el parámetro a. Dicho


parámetro determina la elasticidad de la demanda de saldos reales con respecto a
la tasa de inflación esperada. Así pues, entre mayor sea para cualquier valor
particular de la tasa de inflación esperada, mayor será la disminución porcentual
de la demanda de saldos reales inducida por un aumento de - por ciento de la tasa
de inflación esperada Veremos más adelante que el efecto de los cambios de la
tasa de inflación esperada sobre la demanda de saldos reales es fundamental
para determinar sí la inflación puede proseguir sin aumentos proporcionales de la
oferta nominal de dinero

El segundo componente del modelo es una teoría de las expectativas.Cagan


emplea el modelo de las expectativas de adaptación, o de ajuste del error:
En el modelo de Cagan aparece la expresión equivalente en términos de tiempo
continuo, y el error pertinente (el término que aparece entre paréntesis) se mide
instantáneamente (es decir, con el mismo subíndice de tiempo para la inflación
corriente y la inflación esperada). Así pues, la tasa de cambio de la tasa de
inflación esperada se escribe así:

El modelo considerado antes se


desarrolló como una teoría de la hiperinflación. Cagan justificó la especificación de
la tasa de inflación como el único argumento de la función de demanda
precisamente por el supuesto de que, en las hiperinflaciones, la tasa de la inflación
supera los efectos de las tasas de interés y del ingreso real sobre la demanda de
dinero. Sin embargo, esto restringe la aplicabilidad de su modelo. Para el análisis
del papel del dinero en inflaciones menos severas, debiéramos utilizar en principio
una función de demanda de dinero cuyos argumentos incluyan una variable de
escala y también variables de la tasa de rendimiento distintas de la tasa
inflacionaria. Friedman parece proveernos precisamente tal modelo, aunque su
aplicabilidad se ve severamente limitada por sus supuestos implificadores. Se
presenta como un modelo de la determinación del ingreso nacional, pero tiene
implicaciones para la tasa inflacionaria de equilibrio a largo plazo.

El modelo de Friedman, como el de Cagan, se basa en la función de demanda de


dinero, más bien que en las ecuaciones del mercado de dinero. Pero su función de
demanda toma en cuenta la idea de que los saldos monetarios deseados
dependen de una variable de escala ( el ingreso nominal en este caso) y de la tasa
nominal de interés de los activos financieros alternativos (los bonos):
Esta función tiene una inspiración keynesiana, pero mientras que los modelos
keynesianos de estática comparada pasan por alto la tasa de cambio de los
precios, esto no puede hacerse en un modelo destinado a permitir el análisis de
las situaciones inflacionarias.

También postula Friedman que la elasticidad-ingreso de esta función de demanda


es igual a uno de modo que puede expresarse como una función de velocidad

Friedman formula varios otros supuestos simplificadores. En particular, supone


que la tasa de interés nominal actual no es siempre igual a su valor esperado, el
que se supone igual a la tasa de interés real esperada y a la tasa de inflación

Luego observando que la tasa de inflación esperada puede definirse como la


diferencia existente entre las tasas de crecimiento esperado real y nominal

Suponiendo que la diferencia existente entre la tasa real esperada del rendimiento
del capital y la de crecimiento esperada del ingreso reales una constante q
Esta función de demanda tiene la implicación de que la velocidad desca-da, M"/Y,
es constante en el equilibrio a largo plazo. Aunque la velocidad deseada es una
función de q y de Y'. el primer término se supone constante, como hemos visto, y
el segundo término es constante en la ruta de crecimiento con equilibrio a largo
plazo por la definición de ese concepto.

Primero, oferta de bonos deriva sólo del desco de las empresas de invertir y emitir
bonos para financiar la inversión: la oferta planeada de bonos es igual al nivel
planeado de la inversión. La demanda de bonos surge sólo del deseo de los
consumidores de ahorrar y comprar bonos con la porción ahorrada del ingreso; la
demanda planeada de bonos es igual al ahorro planeado.Es decir, se supone que
una baja de la tasa de interés aumenta la inversión deseada, y por ende la oferta
planeada de bonos, de modo que la curva de oferta tiene pendiente negativa;
En este sencillo modelo real del mercado de bonos, tenemos una función de
demanda y una función de oferta, y la tasa de interés de equilibrio se determina
por su igualdad. La condición de equilibrio es

Dado que hemos supuesto que la demanda y la oferta de bonos se igualan al


ahorro y la inversión, podemos escribir la condición de equilibrio como

Así pues, en este modelo se determina la tasa de interés solo por la igualdad del
ahorro planeado y la inversión planeada.

El modelo se formula de nuevo en términos de la demanda y la oferta de flujos de


fondos prestables, de bonos nuevos. Pero ahora tomaremos en cuenta dos
fuentes de la demanda y dos de la oferta. Se supone que las fuentes de los fondos
prestables, o sea la demanda de flujo de bonos. son el ahorro planeado más
cualquier aumento del acervo de dinero durante la semana:

La demanda de fondos prestables, o la oferta de flujo de bonos, se supone


derivada de la demanda de financiamiento para invertir en bienes de capital más la
demanda de préstamos por parte de quienes quieren aumentar el acervo de sus
saldos monetarios:
Por lo tanto la condición de equilibrio en el mercado de bonos es

La idea de que la política monetaria (o fiscal) no tiene a largo plazo ningún efecto
sobre el empleo y el producto real deriva del trabajo fundamentail de Friedman
(19686) y Phelps (1968) sobre el concepto de la Curva.

La implicación del modelo de Friedman/Phelps en el sentido de que la política


monetaria no puede afectar el nivel del desempleo en el equilibrio a largo plazo
significa que no puede afectar el nivel del producto real (si suponemos una
relación única entre el producto y el desempleo). La tasa natural de desempleo
característica de ese equilibrio es un concepto del empleo pleno. Poe lo tanto,
existe la implicación de que, en el equilibrio a largo plazo, el producto se encuentra
a su nivel máximo y, dado que este equilibrio es estable, la economía tiende
automáticamente hacia este nivel." La teoría del ingreso nominal de Friedman es
una teoría de la inflación en el equilibrio a largo plazo que resulta equivalente a la
teoría cuantitativa elemental (prekeynesiana):

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