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UNIVERSIDAD CATOLICA DE COLOMBIA

ESPECIALIZACIÓN EN SISTEMA PENAL ACUSATORIO


APORTES DE LA PSICOLOGÍA FORENSE AL SPA
DOCENTE: JONATHAN SANDOVAL
ESTUDIANTE: JUAN RINCÓN.

PROBLEMA METODOLÓGICO, EPISTEMOLÓGICO O NORMATIVO;


RELACIONADO CON LOS DELITOS SEXUALES Y EL PAPEL DEL
PSICÓLOGO

En Colombia, la gran variedad de definiciones de delitos sexuales ha causado


muchos problemas de interpretación de hallazgos. Las definiciones existentes son
imprecisas, careciendo de delimitación taxonómica, lo que acarrea dificultades en la
determinación del grado y tipo de abuso existente, adicional a ello, por que la
mayoria de psicologos que hacen las valoraciones; en muchos de los casos no son
capacitados para ellos, sino que se guían de los formatos que tiene la entidad
receptora en el momento, cabe resaltar que los psicólogos que trabajan en cargos
públicos, muchos de ellos son puestos a dedo, lo que limita mucho el papel del
psicólogo en los delitos sexuales, pues son personas que están en ese cargo solo por
el factor dinero, y no por sus cualidades humanas y profesionales.

En general, tanto las definiciones legales como médicas son restrictivas, y se suelen
apoyar en la evidencia física del abuso o acto sexual, que normalmente no está
presente. Esto es más evidente en el caso de los niños más pequeños, donde la
penetración suele ser menos frecuente que en niños mayores, o en los casos de las
niñas que tienen himen complaciente y no se logra observar un daño científico,
significando esto que la prueba científica tendría más peso que la prueba que pueda
realizar un psicologo desde un aspecto superficial y desde lo cognitivo, esto es un
problema demostrativo para la psicología; pues si una niña es abusa sexualmente,
pero el examen médico arroja una prueba negativa de la ruptura del himen, la
entidad acusadora pondría entre dicho esa situación, así el psicólogo manifestara
que la niña efectivamente fue abusada.

A esta imprecisión en la determinación conceptual de los delitos sexuales, hay que


añadir el que éstos habitualmente en el acceso carnal o acto sexual abusivo con
menores de edad, sean cometidos por personas muy allegadas a los niños y con
concepciones sexuales muy diferentes entre sí, así por ejemplo, lo que para uno es
una actividad inocente como bañar al niño, para otros tiene componentes aberrantes
al interpretar que se aprovechan esas ocasiones para tocar los genitales del niño con
fines de gratificación sexual, teniendo esto una ambigüedad en la interpretación, y
siendo esto un tema difícil de demostrar para la psicología, generando entonces un
problema metodológico para esta ciencia, pues el método que se utilice, puede ser
soporte para las dos hipótesis, generando así una duda razonable, frente a la posible
comisión de un delito.

Esta situación se puede agravar cuando hay de por medio una situación de litigio,
por ejemplo el divorcio en el que no es infrecuente que se recurra a este tipo de
denuncias para obtener algún beneficio. En este problema intervienen además de las
características sociales del entorno en que se produzca, la implicación de alguno de
los padres como presunto culpable o inductor, además de problemas de separación y
tutela que suelen complicar notablemente el proceso, siendo esto muy común,
porque muchos de los procesos penales que se siguen por algún tema sexual,
normalmente el agresor viene siendo del núcleo familiar y la persona que denuncia
normalmente es también del mismo núcleo familiar o cercano, teniendo esta
situación mucha relevancia para el estudio de la psicología.

No hay que olvidar que un peritaje o estudio psicológico sobre delitos sexuales lleva
implícita no sólo la demanda de evaluar la realidad de esos hechos y las secuelas que
haya podido dejar en la víctima, sino además, la de esclarecer si se ha inducido al
menor o mayor de edad para denunciar tales hechos sin que se hayan cometido, así
como detectar si el presunto culpable sufre de algún trastorno mental, como por
ejemplo parafilias, que le induzcan a la comisión de tales hechos a menores. En este
sentido el proceso de evaluación es enormemente complejo, ya que requiere el que
sea integrada toda la información diagnóstico proveniente de varios individuos
implicados en el caso, haciendo de este un problema metodológico, dejando por
sentado que sería complejo para el profesional de la psicología determinar
exactamente qué fue lo que sucedió.

Un problema normativo y procedimental, es que en Colombia al profesional de la


psicología, no se le valora como debería de ser, con el rigor y la seriedad de la prueba
científica demostrativa, pues los jueces toman esta prueba en muchas ocasiones
como una prueba de referencia, o como una posición personal del profesional, mas
no se le da el carácter de prueba científica demostrativa, generando entonces un sin
sabor para los profesionales de la psicología, es importante resaltar esto, porque la
declaración del psicólogo no tiene ningún peso si la víctima no va a declarar y a
corroborar lo que dijo el profesional.

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