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En general, tanto las definiciones legales como médicas son restrictivas, y se suelen
apoyar en la evidencia física del abuso o acto sexual, que normalmente no está
presente. Esto es más evidente en el caso de los niños más pequeños, donde la
penetración suele ser menos frecuente que en niños mayores, o en los casos de las
niñas que tienen himen complaciente y no se logra observar un daño científico,
significando esto que la prueba científica tendría más peso que la prueba que pueda
realizar un psicologo desde un aspecto superficial y desde lo cognitivo, esto es un
problema demostrativo para la psicología; pues si una niña es abusa sexualmente,
pero el examen médico arroja una prueba negativa de la ruptura del himen, la
entidad acusadora pondría entre dicho esa situación, así el psicólogo manifestara
que la niña efectivamente fue abusada.
Esta situación se puede agravar cuando hay de por medio una situación de litigio,
por ejemplo el divorcio en el que no es infrecuente que se recurra a este tipo de
denuncias para obtener algún beneficio. En este problema intervienen además de las
características sociales del entorno en que se produzca, la implicación de alguno de
los padres como presunto culpable o inductor, además de problemas de separación y
tutela que suelen complicar notablemente el proceso, siendo esto muy común,
porque muchos de los procesos penales que se siguen por algún tema sexual,
normalmente el agresor viene siendo del núcleo familiar y la persona que denuncia
normalmente es también del mismo núcleo familiar o cercano, teniendo esta
situación mucha relevancia para el estudio de la psicología.
No hay que olvidar que un peritaje o estudio psicológico sobre delitos sexuales lleva
implícita no sólo la demanda de evaluar la realidad de esos hechos y las secuelas que
haya podido dejar en la víctima, sino además, la de esclarecer si se ha inducido al
menor o mayor de edad para denunciar tales hechos sin que se hayan cometido, así
como detectar si el presunto culpable sufre de algún trastorno mental, como por
ejemplo parafilias, que le induzcan a la comisión de tales hechos a menores. En este
sentido el proceso de evaluación es enormemente complejo, ya que requiere el que
sea integrada toda la información diagnóstico proveniente de varios individuos
implicados en el caso, haciendo de este un problema metodológico, dejando por
sentado que sería complejo para el profesional de la psicología determinar
exactamente qué fue lo que sucedió.