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EL PROBLEMA DE SOCRATES
Para comenzar repasemos algunas claves citas que nos dan una idea general de la postura
de Nietzsche ("Siempre y en todas partes han sabido de su boca el mismo tono, un tono
lleno de dudas, de melancolía, lleno de cansancio de la vida" (Nietzsche, 1994, p.10). "ese
consenso sapientium (consenso de los sabios) (...) prueba antes bien que ellos mismos
coinciden fisiológicamente en algo para adoptar, para tener que adoptar una misma
actitud negativa frente a la vida" Nietzsche, F. (1994). Como vemos, Nietzsche tiene una
visión muy crítica de los grandes filósofos griegos como Sócrates, a los que considera
representantes de la decadencia y el pesimismo, no de la sabiduría; Según Nietzsche, los
grandes filósofos griegos como Sócrates expresaban en sus doctrinas un pesimismo frente
a la vida que denotaba decadencia, no verdadera sabiduría. Esto se evidencia en el "tono
lleno de dudas" y "cansancio" que Nietzsche detecta en sus discursos.
Es decir, Nietzsche vio que estos pensadores tenían una actitud vital negativa, un rechazo
de la vida, que reflejaba cuestiones fisiológicas y psicológicas más profundas. Su
pesimismo no cirugía de una reflexión serena, sino de un estado enfermizo interiorizado.
Por ejemplo, podemos comparar la actitud de Sócrates con la de un artista consumido por
la melancolía y el autosabotaje. En lugar de aprovechar su creatividad para producir obras
vibrantes, el artista se paraliza con dudas, se autocrítica despiadadamente y acaba
rindiéndose a la apatía. Así interpreta Nietzsche la postura vital de Sócrates: como un
síntoma de decadencia paralizante en lugar de una muestra de fortaleza y sabiduría
creativa.
Creía que la filosofía griega clásica derivaba hacia el pesimismo vital por un egotismo
interno de sus exponentes, no por razones estrictamente intelectuales. Esto invalidaba su
supuesta "sabiduría".
Nietzsche ve en Sócrates a un hombre feo, plebeyo, que incluso podría ser considerado un
"criminal típico" debido a su apariencia monstruosa ya los "vicios y apetitos malos" que
ocultaba. Lo describe como un caso de "desenfreno y anarquía de los instintos", lo cual
era una muestra de decadencia. (“la fealdad, en sí una obsesión, es entre los griegos casi
una refutación (...) “monstrum in fronte, monstrum in animo (monstruo de aspecto,
monstruo de alma)" Nietzsche, F. (1994). Nietzsche hacía una descripción muy negativa de
Sócrates, presentándolo como un hombre feo y decadente que ocultaba vicios e instintos
descontrolados, lo consideraba un "monstruo" tanto en apariencia como en espíritu, que
iba en contra del ideal griego de belleza armónica.
Incluso insinuaba que Sócrates y otros filósofos de su época ya no tenían "firmes las
piernas", es decir, que su debilidad física y agotamiento vital se reflejaba en sus doctrinas
pesimistas. Estaban enfermos y sus filosofías eran síntomas de esa decadencia.
Podemos comparar la descripción que hace Nietzsche de Sócrates con la visión negativa
que tuvo Nabokov del personaje Quilty en su novela "Lolita". Quilty es presentado como
un degenerado y pedófilo, con una apariencia patética pero que enmascara una mente
retorcida. Del mismo modo, Nietzsche retrataba a Sócrates como un decadente oculto
tras una máscara de sabiduría. Ambos eran vistos como "monstruos" que amenazaban los
valores sociales tradicionales.
Esta visión de Sócrates nos lleva a la idea central de Nietzsche en este texto sobre la
dialéctica socrática. La conocida ecuación socrática "razón = virtud = felicidad",
calificándola de extravagante y contraria a los instintos. Así mismo Considera que con
Sócrates se impuso el gusto por la dialéctica.
"Con Sócrates el gusto griego da un cambio a favor de la dialéctica (...) La dialéctica solo
puede ser un recurso obligado, en manos de quienes no tienen ya otras armas" (Nietzsche,
1994). Lo cual implicaba que la plebe se situaba por encima de la aristocracia. Para
Nietzsche, Sócrates impuso la dialéctica como un arma de la plebe contra la aristocracia
griega. Podemos decir que Nietzsche ve en Sócrates al gran "propagandista" del
racionalismo en la Grecia clásica. Difundió la noción ilusoria de que la razón bastaba para
alcanzar la virtud y la felicidad, restándole peso a los aspectos irracionales de la existencia
humana.
Ahora bien, ¿por qué surgía esta necesidad de imponer la razón según Nietzsche? Aquí
entra su idea de que en la Grecia de Sócrates había una decadencia generalizada, un
descontrol de los instintos. "Cuando se tiene necesidad de hacer de la razón un tirano,
como hizo Sócrates, por fuerza se da un peligro no pequeño" Nietzsche, F. (1994). Imponer
de repente medidas disciplinarias, prohibiendo toda conducta espontánea e imponiendo
un rígido control. Es probable que así se generen más problemas que soluciones, pues
reprimir excesivamente los instintos vitales tiende a producir frustración, hipocresía y
resentimiento
"vieron lo que había detrás de sus aristócratas atenienses, comprendieron que su caso, la
idiosincrasia de su caso, no era ya un caso excepcional" Nietzsche, F. (1994).
El filósofo alemán sostiene que Sócrates comprendió que su caso de decadencia no era
excepcional, sino que se extendía por toda Atenas. “Vieron lo que había detrás de sus
aristócratas atenienses, comprendieron que su caso, la idiosincrasia de su caso, no era ya
un caso excepcional" Nietzsche, F. (1994). Por ello, se presentó como un "médico" y
"salvador" que ofrecía la racionalidad como remedio contra los instintos desbocados.
Sócrates ofrecía la racionalidad como “supuesta cura”, como un tirano que somete los
instintos.
Pero Nietzsche objeta que esta fe de Sócrates en la razón no era más que una ilusión "El
salir está fuera de su fuerza: lo que ellos escogen como remedio, como salvación, no es a
su vez más que la expresión de su decadencia" Nietzsche, F. (1994). La moral racional de
Sócrates y Platón no podía curar realmente la decadencia griega, sino que era solo una
expresión más de ella.
"razón = virtud = felicidad (...) tiene en contra suya, es especial, todos los instintos del heleno antiguo"
Nietzsche, F. (1994).
Nietzsche apunta que Sócrates pudo finalmente reconocer que su supuesta "cura" era
también parte integral de su enfermedad. “Sócrates comprendió al final de su vida que él
mismo había estado enfermo durante mucho tiempo y que no era realmente un médico,
sino otro enfermo más”. Nietzsche, F. (1994).
CITAS Y BIBLIOGRAFÍA
Nietzsche, F. (1994). Crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa a martillazos (A. Sánchez
Pascual, Trad.). Madrid: Alianza.
1. Crítica al pesimismo de los grandes filósofos griegos sobre la vida. Nietzsche considera que su
pesimismo no demuestra sabiduría sino decadencia fisiológica:
"Siempre y en todas partes han sabido de su boca el mismo tono, un tono lleno de dudas, de
melancolía, lleno de cansancio de la vida" (Cap. 1).
"ese consenso sapientium (consenso de los sabios) (...) prueba antes bien que ellos mismos
coinciden fisiológicamente en algo para adoptar, para tener que adoptar una misma actitud
negativa frente a la vida" (Cap. 1).
2. Fealdad de Sócrates como signo de degeneración. Es un "monstruo" que encarna los vicios en
oposición a los ideales griegos:
"la fealdad, en sí una obsesión, es entre los griegos casi una refutación (...) monstrum in fronte,
monstrum in animo (monstruo de aspecto, monstruo de alma)" (Cap. 3).
"Habría que examinarlos de cerca primero, acaso es que ninguno de ellos se sostenía ya firme
sobre sus piernas, acaso es que eran hombres tardíos, que se tambaleaban, decadentes" (Cap. 1).
"Antes de Sócrates la gente en la buena sociedad repudiaba los modales dialécticos, eran
considerados como malos modales" (Cap. 5).
4. La racionalidad socrática como respuesta enfermiza e ilusoria ante el descontrol de los instintos
en la decadencia griega:
"Cuando se tiene necesidad de hacer de la razón un tirano, como hizo Sócrates, por fuerza se da
un peligro no pequeño" (Cap. 10).
"vieron lo que había detrás de sus aristócratas atenienses, comprendieron que su caso, la
idiosincrasia de su caso, no era ya un caso excepcional" (Cap. 9).
5. Crítica a la moral racional de Sócrates y Platón como remedio ilusorio contra la decadencia:
"El salir está fuera de su fuerza: lo que ellos escogen como remedio, como salvación, no es a su vez
más que la expresión de su decadencia" (Cap. 11).
"razón = virtud = felicidad (...) tiene en contra suya, es especial, todos los instintos del heleno
antiguo" (Cap. 4).