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Antecedentes históricos

De acuerdo con Mancillas (2007), la revisión o “auditoría” surge de la necesidad de controlar algo. Los
problemas administrativos, su estudio y evaluación dieron lugar a nuevas dimensiones en el
pensamiento administrativo mediante el uso del método científico, lo que permitió generar la técnica
de la auditoría administrativa.

Antecedentes de la auditoría administrativa


El marco histórico para el estudio de la auditoría administrativa es tan extenso como el de la
administración misma, en general, es posible hallar referencias de estas actividades en las actividades
de las primeras civilizaciones, por lo que podemos remontarnos a fechas tan antiguas como el año
5,000 a.C., en el que se encuentran indicios de prácticas de control administrativo en la civilización
Sumeria tales como el registro diario y la revisión mensual y anual de las actividades económicas
(Mancillas, 2007), mientras que en los egipcios, entre los años 4,000 y 2,000 a.C. reconocieron la
necesidad de planear, organizar y regular, así como la implantación de consejos para ordenar las
acciones de los gobernantes.
Cerca del año 1,800 a.C., pero en Babilonia, se establecen controles en el comercio mediante el Código
de Hammurabi. Entre las antiguas civilizaciones destaca la China, que cuenta como parte de sus
aportes el empleo de técnicas administrativas de control en sus gobiernos territoriales (1994 a.C.), el
uso de sistemas y estándares (500 a.C.) y la reestructuración de los órganos de gobierno imperial y
local para centralizar la administración, así como la preparación de leyes administrativas y penales
referentes a esta reestructuración (618-917 d.C.); finalmente entre 1368 y 1644 d.C., se establece un
cuerpo central de Censores que tenían derechos de control e inspección sobre los cuerpos inferiores
de la administración (Franklin, 2013).
No fue sino hasta el siglo IX en Europa, con la comennda y con las collegantias del siglo X, cuando las
transacciones y sociedades comerciales se incrementaron entre los particulares y se volvieron
complejas, que se sintió la necesidad de contar con alguna retroalimentación informativa de carácter
netamente contable. Informes que retroalimentaran especialmente al socio capitalista, quien, siendo
parte de la asociación comercial, no participaba directamente en las actividades diarias del negocio,
y necesitaba contar con informes confiables de los resultados de las operaciones comerciales
(Mancillas, 2007).
Según Franklin (2013), a finales de la Edad Media encontramos también como antecedentes de la
auditoría administrativa el uso de controles contables, de inventarios y costos, así como control del
personal de las flotas navales en el Arsenal de Venecia. Por otro lado, en el siglo XIX surge en Inglaterra
una corriente en la que se hacía énfasis en la revisión de procedimientos con la intención de
uniformar las políticas en las organizaciones de acuerdo con los conceptos de eficacia y eficiencia,
prevaleciendo los conceptos de estandarización y medición; dentro de esta corriente destacan las
aportaciones de James Watt y Mathew Bolton, quienes de manera específica señalan la utilización
de la auditoría como mecanismo de evaluación. Por otro lado, Mancillas (2007) señala que la auditoría
como profesión fue reconocida en Inglaterra en 1862 debido a “la conveniencia de que las empresas
llevaran un sistema metódico y normalizado de contabilidad, y la necesidad de efectuar una revisión
independiente de sus cuentas” (p. 17).
En los albores del siglo XX surge la administración científica con los trabajos de Frederick Winslow
Taylor y Henry L. Gantt, quienes establecieron la utilización del método científico para analizar el
trabajo y la utilización de gráficas de control para elevar la eficiencia de las tareas de producción.
Posteriormente, en la escuela del proceso administrativo, Henri Fayol señaló en 1925 que la mejor
manera para analizar las organizaciones es estudiar el mecanismo administrativo para determinar si
sus elementos (planeación, organización, mando, coordinación y control) son adecuados.
Para 1945 el Instituto Americano de Auditores Internos proporciona los primeros escritos sobre la
auditoría de operaciones, mientras que en la década de los 50 Jackson Martindell publica la obra
Apreciación de la gerencia para ejecutores e inversionistas, en la que desarrolla uno de los primeros
programas de auditoría administrativa, mientras que George R. Terry propone cuatro procedimientos
para evaluar a una organización a través de una auditoría.
Aunque la auditoría administrativa como tal fue concebida en 1932 por T.G. Rose, en 1961 presentó
una nueva propuesta para su empleo en las organizaciones, mientras que al año siguiente William P.
Leonard realizó un estudio completo de la auditoría administrativa. En 1968 John C. Burton sugiere
realizar un esfuerzo por construir un marco total para la auditoría administrativa y publica Auditoría
administrativa en “The Journal of Accountancy”, mientras que en 1970 F.E. Norbeck elabora un
compendio de temas abordados por varios especialistas en el que se analizan los fundamentos de la
auditoría administrativa (Franklin, 2013).
De acuerdo con Mancilla (2007), la auditoría puede ser estudiada considerando cinco etapas que
evolucionaron a partir de las necesidades de las empresas y el desarrollo de las actividades
económicas:
• Etapa 1 – Necesidad de la revisión contable
En un principio, la auditoría tenía dos objetivos: en primer lugar, detectar y prevenir fraudes,
el segundo objetivo corresponde a la detección y prevención de errores, así como asegurar el
cumplimiento de los principios de contabilidad generalmente aceptados. Posteriormente, se
percibieron otro tipo de necesidades, que de una u otra manera podían ser satisfechas por la
auditoría, dando paso a lo que se conoce como auditoría interna.
• Etapa 2 – Necesidad de revisar el control interno
En su desarrollo evolutivo, la auditoría contable dio un paso al frente al considerarse que el
trabajo del auditor independiente debía ser realizado por personal capacitado dentro de la
misma empresa y de manera continua. Con el paso del tiempo, la auditoría interna tomó otra
característica diferente de la auditoría contable ya que no sólo se limitaba a dictaminar sobre
la exactitud de los estados financieros, sino que también revisaba algunos procedimientos u
operaciones realizados que estuvieran relacionados con los registros contables, lo anterior con
la finalidad de evitar posibles fraudes, naciendo así el control interno.
En esta etapa de la auditoría, el profesional encargado de llevarla a cabo empezó a introducirse
en aspectos administrativos que, aunque relacionados con el ámbito puramente contable que
tenía originalmente la auditoría. Esto obligó al auditor a que se informara más y mejor de
algunos aspectos administrativos de la empresa y se enterara de algunos aspectos teóricos de
la administración como ciencia, de tal manera que pudiera opinar o asesorar con más
conocimiento de causa.
• Etapa 3 – Necesidad del análisis de las operaciones
La auditoría operacional, como respuesta a otra necesidad, se desarrolló a consecuencia de la
complejidad del tamaño que las empresas empezaron a tener, provocando que los altos
directivos de la empresa dejaran de ejercer la supervisión directa en funciones como
producción, mercadotecnia, administración de recursos humanos y finanzas, por lo que se
vieron en la necesidad de emplear a otras personas para que se diera esta atención a las
operaciones.
Es importante decir que, aunque ha sido el contador quien en principio ha creado este nuevo
tipo de auditoría, el hecho de abarcar ámbitos que no son naturales de su profesión le han
dificultado lograr un auténtico éxito en el ejercicio de la misma, pues se ve en la necesidad de
introducirse al campo natural del administrador profesional, quien ha sido preparado
formalmente en el campo de la planeación, donde se definen no sólo los procedimientos u
operaciones sino también los métodos, sistemas, programas, políticas, objetivos, etc. y que
frecuentemente son el objeto de estudio de la auditoría operacional.
• Etapa 4 – Necesidad de la investigación administrativa
La cada vez más frecuente necesidad de poder evaluar no únicamente aspectos financieros,
sino netamente administrativos, originó una nueva evolución de la auditoría: la auditoría
administrativa.
Lo que la auditoría administrativa pretende evaluar es cómo los dirigentes de la empresa
están utilizando la metodología de trabajo que les marca la ciencia administrativa ya que, de
no estarse administrando correctamente, llegaría el momento en que por mala
administración no habría estados financieros que dictaminar, pues la empresa habría
fracasado en su propósito.
• Etapa 5 – Necesidad de la evaluación integral
La necesidad de contar con un panorama amplio y completo respecto a una empresa u
organización marca un nuevo camino al que se denomina “evaluación integral” (Fleitman,
1994), que es la metodología por medio de la cual se estudian, analizan y evalúan las fuerzas,
debilidades, oportunidades y amenazas de las empresas, sirviendo como instrumento para
analizar y evaluar el entorno de un organismo.
La evaluación integral rebasa a la auditoría administrativa en cuanto al alcance, pues abarca
aspectos que no son cubiertos por ella como los aspectos legales de la empresa, entorno
económico, análisis financiero e informático, por lo que debe ser realizado por un equipo
multidisciplinario.
Antecedentes de la auditoría administrativa en México
De acuerdo con Franklin (2013), el antecedente más antiguo de la auditoría administrativa en nuestro
podemos durante la época colonial: en 1554 se crea en la Nueva España la Junta Superior de Hacienda,
que a través del Consejo de Finanzas y la superintendencia de la Real Hacienda realizaban
investigaciones administrativas llamadas “visitas”, pudiendo ser de carácter general o específica.
Ya en el México independiente, la auditoría administrativa comenzó en el siglo XX, específicamente a
finales de los años cincuenta y en el transcurso de los sesenta y setenta, en empresas transnacionales
y posteriormente en empresas mexicanas, aunque su aplicación no se ha generalizado totalmente.
Hablando de fechas específicas, resalta en 1960 la publicación de La auditoría de las funciones de la
gerencia de las empresas de A. Mejía Fernández, mientras que en 1962 Roberto Macías Pineda
presenta un trabajo sobre auditoría administrativa en el doctorado de Ciencias Administrativas en el
IPN. En 1966 José Antonio Fernández Arena propone la realización de la auditoría administrativa
combinando los análisis objetivos, de los recursos y el proceso administrativo. Finalmente, en 1978, la
Asociación Nacional de Colegios de Licenciados en Administración (ANCLA) publica un trabajo en el
cual se sientan las bases normativas de la auditoría administrativa, su alcance, características del
auditor y del informe, entre otros temas.
Cabe resaltar que la auditoría administrativa en México continúa evolucionando y que la elaboración
de trabajos y documentos relativos a ella se ha mantenido desde entonces, ya sea de carácter público
o para uso privado de despachos de consultoría.
Conceptos y definiciones
Necesidad de la auditoría administrativa
De manera general, entendemos por auditoría la revisión de la contabilidad de una empresa o
negociación, pero técnicamente se conoce como un proceso debidamente sistematizado que
examina evidencias y hallazgos relacionados con actividades de muy distinto género e informa sobre
sus resultados. La auditoría tradicional (financiera) se ha preocupado históricamente por cumplir con
los requisitos de reglamentos y de custodia, sobre todo se ha dedicado al control financiero
(Sotomayor, 2008).
Con el desarrollo de la tecnología de sistemas de información ha crecido la necesidad de examinar y
evaluar de manera adecuada la información administrativa, así como su exactitud. Además de los
registros financieros de un organismo, es necesario auditar también los medios de que se vale la
dirección superior, con el fin de poder determinar la pertinencia de la información que se le
suministra para la planeación, la organización, el control administrativo y el sistema operativo de la
empresa (Rodríguez,2016).
En la actualidad es cada vez mayor la necesidad, por parte de los funcionarios, de contar con alguien
que sea capaz de llevar a cabo el examen y evaluación de:
• La calidad, tanto individual como colectiva, de los gerentes.
• La calidad de los procesos mediante los cuales opera un organismo.
Y que cubran la totalidad o parte del organismo, en cuanto a planes y objetivos, estructura
organizacional, sistemas y procedimientos, información, métodos de control, etc.
Los organismos sociales en general, sean industriales, comerciales o de servicios, grandes, medianos
o pequeños, pertenezcan al sector público o privado, se encuentran en distintas ocasiones a lo largo
de su vida con la necesidad de examinar su situación. Los directores saben que constantemente hay
que adaptarse a nuevas situaciones que les impone la realidad.
Resulta conveniente examinar y evaluar a la organización cuando exista la necesidad de redefinir
objetivos, planes, políticas y presupuestos, sistemas y procedimientos administrativos, cuando se
encuentre ante una gestión deficiente o condiciones externas desfavorables que puedan situarla en
una posición difícil, con la finalidad de detectar problemas, sus causas y valorar su importancia para
proponer recomendaciones adecuadas.
Definiciones de diversos autores de la auditoría administrativa
La extensión de algunas tareas o funciones, como consecuencia del desarrollo tecnológico, ha hecho
que los expertos se vieran obligados a buscar nuevas designaciones para la auditoría. Así, al término
auditoría se ha adicionado la palabra administrativa, para denotar la expansión de las actividades de
examen y evaluación a ciertas áreas o funciones operacionales, no relacionadas directamente con los
aspectos cubiertos por la auditoría financiera.
Etimológicamente, el concepto de auditoría deriva del latín audere, que significa oír y escuchar, por
lo que se desprende que el auditor es el especialista que escucha, interpreta, revisa, analiza e informa
los resultados. La auditoría administrativa ha representado desde su origen una visión constructiva y
de apoyo a las actividades que se desarrollan en las organizaciones, que además, es una herramienta
de control de gran accesibilidad para todos los involucrados (auditado, auditor y ejecutivo que recibe
la información)… se identifica plenamente con las organizaciones, por lo que es preciso que el
personal que la practica esté consciente de que representa una evaluación constructiva, de apoyo y
predominantemente proactiva.
Enrique B. Franklin: “Una auditoría administrativa es la revisión analítica total o parcial de una
organización con el propósito de precisar su nivel de desempeño y perfilar oportunidades de mejora
para innovar valor y lograr una ventaja competitiva sustentable”.
Alfonso Sotomayor: “La auditoría administrativa representa un examen, ya sea integral o específico,
realizado por un profesional de las ciencias económico-administrativas o afines, sobre la actividad
administrativa de una organización, así como de los elementos que la integran, a efecto de evaluar
su desempeño, excelencia y apego al control establecido”.
William P. Leonard: “Es un examen comprensivo y constructivo de la estructura de una empresa, de
una institución o de cualquier parte de un organismo, en cuanto a los planes y objetivos, sus métodos
y controles, su forma de operación y sus equipos humanos y físicos”.
E. Heffernon: “Es el arte de evaluar independientemente las políticas, planes, procedimientos,
controles y prácticas de una entidad, con el objeto de localizar los campos que necesitan mejorarse y
formular recomendaciones para el logro de esas mejoras.”
Chapman y Alonso: “Es una función técnica, realizada por un experto en la materia, que consiste en
la aplicación de diversos procedimientos encaminados a permitirle emitir un juicio técnico”.
J.A. Fernández: “Es la revisión objetiva, metódica y completa de la satisfacción de los objetivos
institucionales, con base en los niveles jerárquicos de la empresa, en cuanto a su estructura, y la
participación individual de los integrantes de la institución”.
Objetivos de la auditoría administrativa
El objetivo general de la auditoría administrativa es el de evaluar la efectividad de las operaciones
desarrolladas en la organización con la finalidad de contrarrestar las deficiencias e irregularidades
existente o, en su caso, apoyar las prácticas de trabajo que son llevadas a cabo en forma apropiada y
diligente. En consecuencia, la auditoría administrativa constituye una herramienta fundamental para
impulsar el crecimiento de las organizaciones, toda vez que permite detectar en qué áreas se requiere
de un estudio más profundo, qué acciones se pueden tomar para subsanar deficiencias, cómo
superar obstáculos, cómo imprimir mayor cohesión al funcionamiento de dichas áreas y sobre todo,
realizar un análisis causa–efecto que concilie en forma congruente los hechos con las ideas.
En virtud de lo anterior, es necesario establecer el marco para definir objetivos congruentes cuya
cobertura encamine las tareas hacia resultados específicos. Entre los criterios más sobresalientes para
lograrlo se pueden mencionar:
a) De control: Destinados a orientar los esfuerzos en la aplicación de la auditoría y evaluar el
comportamiento organizacional en relación con estándares preestablecidos.
b) De productividad: Encauzan las acciones de la auditoría para optimizar el aprovechamiento
de los recursos de acuerdo con la dinámica administrativa instituida por la organización.
c) De organización: Determinan que el curso de la auditoría apoye la definición de la estructura,
competencia, funciones y procesos a través del manejo eficaz de la delegación de autoridad y
el trabajo en equipo.
d) De servicio: Representan la manera en que la auditoría puede constatar que la organización
está inmersa en un proceso que vincula cuantitativa y cualitativamente con las expectativas y
satisfacción de los clientes.
e) De calidad: Disponen que la auditoría tienda a elevar los niveles de actuación de la
organización en todos sus contenidos y ámbitos, para que produzca bienes y servicios
altamente competitivos.
f) De cambio: Transforman la auditoría en un instrumento que hace más permeable y receptiva
a la organización.
g) De aprendizaje: Permiten que la auditoría se transforme en un mecanismo de aprendizaje
institucional para que la organización pueda asimilar sus experiencias y las capitalice para
convertirlas en oportunidades de mejora.
h) De toma de decisiones: Traducen la puesta en práctica y los resultados de la auditoría en un
sólido instrumento de soporte del proceso de gestión de la organización.
i) De interacción: Posibilitan el manejo inteligente de la auditoría en función de la estrategia
para relacionar a la organización con los competidores reales y potenciales, así como con los
proveedores y clientes.
j) De vinculación: Facilitan que la auditoría se constituya en un vínculo entre la organización y
un contexto globalizado.
Alcance de la auditoría administrativa
Mancillas (2007) y Franklin (2013), señalan que el alcance de la auditoría administrativa está dado por
el ámbito de aplicación de la auditoría administrativa, pudiendo abarcar una función específica o
bien, la totalidad de una organización en lo correspondiente a su estructura, niveles, relaciones y
formas de actuación. Esta connotación incluye aspectos como: naturaleza jurídica, criterios de
funcionamiento, estilo de administración, enfoque estratégico, sector de la actividad, giro industrial,
ámbito de operación, tamaño de la empresa, número de empleados, relaciones de coordinación,
desarrollo tecnológico, sistemas de comunicación e información, nivel de desempeño, trato a
clientes, entorno, generación de bienes, servicios, capital y conocimiento y sistemas de calidad.
Campo de aplicación
La función de la auditoría administrativa consiste en realizar el análisis y dictamen de las actividades
que lleva a cabo una unidad administrativa para verificar que se ajusten los objetivos y políticas
establecidas, así como para comprobar la utilización racional de los recursos técnicos, materiales y
financieros, y el aprovechamiento del personal en el desarrollo operacional y evaluar las medidas de
control que aseguran los resultados esperados. Así mismo, puede instrumentarse en todo tipo de
organizaciones, ya sean públicas, privadas o sociales.
En el sector público, la auditoría se emplea en función de la figura jurídica, atribuciones, ámbito de
operación, nivel de autoridad, relación de coordinación, sistema de trabajo y líneas generales de
estrategia, teniendo como resultado esperado la mejora en la actuación de los órganos y mecanismos
que lo integran considerando sus acciones particulares y la interacción proveniente de la naturaleza
de sus funciones, a partir de la idea de que el poder legislativo determina el orden jurídico, el poder
ejecutivo lo implementa y el poder judicial vigila su cumplimiento.
En el sector privado, la auditoría se aplica tomando en cuenta la figura jurídica, objeto, tipo de
estructura, elementos de coordinación, área de influencia, relación comercial y pensamiento
estratégico sobre las características de la empresa como su tamaño, tipo de industria, naturaleza de
sus operaciones y enfoque estratégico (Franklin, 2013).
Clases o tipos de auditoría
De acuerdo con Rodríguez (2016), existen cuatro clases principales de auditoría: financiera, interna,
de operaciones y administrativa, teniendo como características en común:
• Toda auditoría efectúa mediciones referidas a normas predeterminadas y aplicables.
• Las cuatro tienen carácter deductivo y por tanto, son disciplinas en las que se requiere juicio.
• Aunque el proceso de formular juicios se asemeja al de la ciencia, en las auditorías las
conclusiones alcanzadas se basan en muestras más pequeñas.
• La independencia es imperativa en todas las clases de auditoría.
Existen, sin embargo, diferencias reales o postulados entre las diversas clases de auditorías, por lo que
merecen ser definidas.
Auditoría financiera: Consiste en una revisión exploratoria y crítica de los controles subyacentes y los
registros de contabilidad de una empresa, realizada por un contador público, cuya conclusión en un
dictamen acerca de la corrección de los estados financieros de la empresa.
Auditoría interna: Proviene de la auditoría financiera y consiste en una actividad de evaluación que
se desarrolla en forma independiente dentro de una organización, a fin de revisar la contabilidad y
las finanzas y otras operaciones como base de un servicio protector y constructivo para la
administración (gerencia). Es un instrumento de control que funciona por medio de la medición y
evaluación de la eficiencia de otras clases de control, tales como: procedimientos, contabilidad y
demás registros, informes financieros, normas de ejecución (como presupuesto y costo estándar), etc.
Auditoría de operaciones: Se define como una técnica para evaluar sistemáticamente la efectividad
de una función o una unidad con referencia a normas de la empresa, utilizando personal no
especializado en el área de estudio, con objeto de asegurar a la administración que sus objetivos se
cumplan y determinar qué condiciones pueden mejorarse.
El conocimiento de las normas de la empresa depende mucho de la documentación estudiada. A
continuación, se dan algunos ejemplos de la auditoría de operaciones:
• Evaluación del cumplimiento de políticas y procedimientos.
• Revisión de prácticas de compras.
• Revisión de condiciones generales de trabajo y normas de seguridad.
• Revisión de procesos de producción y de informes sobre bajas de equipo.
Fundamentalmente, las auditorías operacionales se plantean el cómo y el por qué se hacen las cosas
y tratan de medir la realidad en comparación con las normas de desempeño.
Auditoría administrativa: Se define como un examen detallado de la administración de un
organismo social realizado por un profesional de la administración, con el fin de evaluar la eficiencia
de sus resultados, sus metas fijadas con base en la organización, sus recursos humanos, financieros,
materiales, sus métodos y controles, y su forma de operar.
El concepto de auditoría administrativa es una nueva herramienta de control y evaluación
considerada como un servicio profesional para examinar integralmente un organismo social con el
propósito de descubrir oportunidades para mejorar en su administración. A su vez, existen cuatro
clases principales de auditoría administrativa:
• Auditoría del proceso administrativo: Consiste en realizar un examen y evaluación de las
funciones administrativas a fin de detectar deficiencias e irregularidades y proporcionar las
conclusiones y recomendaciones respectivas.
• Auditoría funcional: Consiste en realizar un examen y evaluación de los sistemas funcionales
con el propósito de detectar deficiencias e irregularidades y proporcionar las conclusiones y
las recomendaciones pertinentes.
• Auditoría de estructuras y procesos: Consiste en realizar un examen y evaluación del sistema
operativo con el propósito de detectar deficiencias e irregularidades y proporcionar las
conclusiones y las recomendaciones correspondientes.
• Auditoría del entorno: Consiste en realizar un examen y evaluación de factores externos con
la finalidad de detectar deficiencias e irregularidades y proporcionar conclusiones y
recomendaciones respectivas.
Auditoría fiscal: Consiste en verificar el correcto y oportuno pago de los diferentes impuestos y
obligaciones fiscales de los contribuyentes desde el punto de vista del fisco: Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, direcciones o tesorerías de hacienda estatales o tesorerías municipales.
Auditoría de resultados de programas: Esta auditoría implica la eficacia y congruencia alcanzadas
en el logro de los objetivos y las metas establecidas, en relación con el avance del ejercicio
presupuestal. El análisis de la eficacia se obtendrá revisando que realmente se alcanzaron las metas
establecidas en el tiempo, lugar, cantidad y calidad requeridos. La congruencia se determinará al
examinar la relación lógica que existe entre el logro de los objetivos y las metas de los programas y el
avance del ejercicio presupuestal.
Auditoría de legalidad: Este tipo de auditoría tiene como finalidad revisar si la dependencia o
entidad, en el desarrollo de sus actividades, ha observado el cumplimiento de disposiciones legales
que sean aplicables (leyes, reglamentos, decretos, circulares, etc.).
Auditoría integral: Es un examen que proporciona una evaluación objetiva y constructiva acerca del
grado en que:
• Los recursos humanos, financieros y materiales son manejados con economía, eficacia y
eficiencia.
• Las relaciones de rendición de cuentas son razonablemente cumplidas.
En síntesis, la auditoría integral es el proceso que tiende a medir el rendimiento real en relación con
el rendimiento esperado. Además, los puntos centrales que distinguen este tipo de auditoría son:
valor por el dinero y rendición de cuentas, variable sobre las que se basa y alrededor de las cuales gira
la auditoría integral.

Genéricamente, la técnica de la auditoría es un servicio profesional regulado por principios técnicos,


con características y objetivos específicos enfocados a estudiar una situación o problema. Esto lo
realiza un profesional (no necesariamente un contador público, a excepción la revisión de los estados
financieros) y debe concluir con un informe.
Con gran frecuencia, no se aplica la auditoría ad hoc o en la secuencia correcta. Para el empresario
existen dos objetivos básicos: el incremento de la eficiencia de operación y la rentabilidad de la
empresa, lo que implica resolver grandes y pequeños problemas, para lo cual se requerirían los
servicios de un licenciado en administración que coadyuve en la solución de problemas.
En la práctica ocurre que el hombre de negocios contrata una auditoría para efectos de los accionistas
o fiscales, cuando en realidad lo que necesitaba la administración de la empresa era el
establecimiento de sistemas y procedimientos, la fijación de políticas, manuales administrativos, etc.,
es decir, se requería la solución a problemas que el empresario percibe, sabe cuáles son y desea
resolverlos, pero no sabe exactamente cómo hacerlo.
Podemos decir que la clasificación más genérica de la auditoría es la que la divide en numérica y no
numérica.

Auditoría numérica (auditoría financiera)


Consiste en la revisión de los estados financieros:
1. De balance.
2. De resultados.
3. Especiales.
a. Enfocados específicamente en descubrir fraudes, desperdicios, errores.
b. Peritajes, prueba pericial contable, para dilucidar una controversia de carácter: fiscal-
legal-civil.
c. Para la compra o venta de una empresa.
4. Parciales: de un área de los estados financieros como:
a. Inventarios.
b. Ventas.
c. Depuración de cuentas.
Por consecuencia, parte de la auditoría interna se realiza aplicando la auditoría numérica. Por lo
general, toda revisión encaminada a la verificación de un salado o una cuenta tendría el carácter de
auditoría numérica o financiera.

Auditoría no numérica
Este tipo de auditoría va más allá de las funciones generalmente atribuidas a la auditoría financiera;
se refiere a actividades no financieras que, tarde o temprano, quedan expresadas cuantitativamente
en los registros de la empresa. Fundamentalmente, estas auditorías se plantean el cómo y el por qué
se hacen las cosas y tratan de medir la realidad en comparación con las normas de desempeño. Lo
anterior abarca un plano mucho más amplio que la auditoría financiera y niveles superiores de
complejidad. Dentro de este tipo de auditoría están la administrativa y la de operaciones.
Estas auditorías salen del mundo de los números para dedicarse a realizar un análisis de situaciones,
hechos y circunstancias, y relacionarlos apropiadamente con su labor. En conclusión, son un
instrumento de información administrativa especializada.
Cada una de las auditorías tiene un campo de acción determinado, ciertas características y objetivos
específicos. Es necesario que se combinen algunas de las auditorías mencionadas, como pueden ser
la financiera y la administrativa.
Consideremos que la auditoría, cualquiera que sea su tipo, debe aplicarse en la empresa para tener
una apreciación integral. En la siguiente figura se muestra un cuadro donde se localizan los diferentes
tipos de auditoría, en el que podemos apreciar cuáles son las bases de los diversos tipos de auditorías,
que potencialmente pueden aplicarse en cualquier organismo social, su objetivo, elementos de
estudio y ubicación dentro del marco general de las mismas.

Figura 1
Tipos de auditoría

Toma de decisiones

Dictamen Informe final

Auditoría Examen y Auditoría


Examen de financiera administrativa
evaluación
estados
Auditoría de procesos y Auditoría de
financieros
interna funciones operaciones

Normas de Principios de Normas de Principios de


auditoría contabilidad auditoría administración
Bases
Código - Código -
ética ética
Fuente: Rodríguez, J. (2016). Auditoría administrativa.

Como conclusión se puede decir que:


1. La auditoría es dinámica.
2. Debe aplicarse formalmente en toda la empresa, independientemente de su magnitud y
objetivos, aun en empresas pequeñas, donde llega a considerarse inoperante (incosteable).
3. Su aplicación debe ser secuencial y concatenada para lograr la eficiencia.

Auditoría interna y externa


Si bien en México la auditoría administrativa se encuentra en proceso de desarrollo, el profesional de
la administración está, por tanto, en una posición favorable para practicarla en forma interna (que
dependa directamente de una unidad administrativa de la empresa) o externa (por auditores
administrativos independientes), en cualquiera de los casos, los principios básicos son consistentes.
La auditoría administrativa, tanto interna como externa, representan un fuerte apoyo para la alta
gerencia, que al contar con una u otra tiene la seguridad de que la vigilancia de su actividad financiera
y administrativa se está efectuando a tiempo, con oportunidad y resultados, ya que tienen el mismo
interés fundamental, que puede derivar de las siguientes premisas:
1. Existe una interrelación entre todas las funciones de la empresa.
2. En términos de reducción de costos e incrementos de eficiencia es preferible una acción
preventiva, cuando es posible, a la acción terapéutica.
3. Probablemente sea más efectivo que un grupo de análisis efectúe la revisión y evaluación de
toda la empresa, que hacer que varios especialistas independientes intenten aislar y examinar
separadamente los problemas que están inextricablemente conectados.
4. La administración de empresas no puede separarse de los hombres de empresa; la auditoría
administrativa es, por su intención, un plan interesado en las personas, su interés principal
está en el quién de la administración.
La auditoría administrativa, tanto interna como externa, deberá aplicarse pensando en que la
empresa es un sistema y no un rompecabezas de funciones, puestos y procedimientos aislados –se
tiene el mejor argumento para asegurar que el análisis debe ser integral–. La empresa en su totalidad
será sometida a examen y evaluación estado en condiciones de detectar las verdaderas causas de los
problemas.
Las herramientas de análisis serán comunes y específicas, pero siempre sencillas y poco costosas en
su aplicación. El aplicar un enfoque sistemático y abarcar con el mismo todas las áreas y actividades
de la empresa asegura en gran parte el resultado de la auditoría administrativa.
La auditoría interna
Constituye propiamente un mecanismo de control establecido en la organización, que cuenta con
personal de la propia empresa designado para el desempeño de actividades de tipo interdisciplinario
enfocadas al cumplimiento de los aspectos de vigilancia y sistematización.
El comité de investigaciones del Institute of International Auditors define a la auditoría interna como
“Actividad de evaluación independiente dentro de una organización, dedicada al análisis de la
contabilidad, de las finanzas y de las demás operaciones como base de un servicio a la dirección”, en
México, esta función puede ser clasificada como:
• Empresas sin auditoría interna: En México es muy alto el porcentaje de empresas que no
cuentan, dentro de su estructura organizacional, con una unidad de auditoría interna. En
general se trata de empresas medianas (y a veces grandes) que son dirigidas por una persona
o por los familiares de ésta.
• Empresas con auditor fuera de funciones: Otras empresas responsabilizan a una persona al
nombrarla auditor interno, pero, en realidad, está dedicada a todo tipo de funciones y muy
rara vez a la actividad de auditoría interna.
• Empresas con auditor interno en funciones: Se considera a este grupo como el mayoritario;
una sola persona realiza funciones de auditor interno. Aunque de inicio es bueno, es lógico
pensar que sus limitaciones de tiempo son decisivas para el desarrollo de su trabajo.
• Empresas con departamento de auditoría interna: Aquí se representa al grupo minoritario.
Cuentan con una unidad orgánica compuesta por un equipo de trabajo profesional. Se trata
de empresas grandes, cuyo volumen de operaciones y la diversificación de su producción
dispersa la localización geográfica de sus centros de venta, con gran cantidad de personal, lo
que hace indispensable la función de auditoría interna.
Las funciones de la auditoría administrativa deben quedar enmarcadas en la organización de una
empresa en una unidad o departamento que, por su situación jerárquica, le permita la consecución
de sus fines. En el transcurso del tiempo se ha ubicado en el área administrativa en diferentes
jerarquías. Inicialmente, dependía de la función contable por requerir de la verificación y seguimiento
de las operaciones financieras; posteriormente, al consolidarse la labor de contraloría en las
organizaciones como una corriente americana que aparece en nuestro país en la década de los
sesenta y que persiste hasta la fecha, la auditoría dependió de ella y en la época contemporánea se
elige entre hacerla depender de la dirección o de la gerencia general. El nivel donde deberá quedar
la unidad de auditoría administrativa reunirá las características siguientes:
• Jerarquía suficiente para poder inmiscuirse en cualquier unidad administrativa de la empresa.
• Que el tipo de funciones de dicha unidad sea en todo lo relacionado con la dirección, control
y coordinación.
• Que tenga suficiente autoridad sobre los demás departamentos.
Por lo anterior, la unidad de auditoría administrativa deberá ejercer el control superior en lo que se
refiere a la eficiencia de las operaciones, midiendo y evaluando resultados. Las funciones que debe
desarrollar son las siguientes:
1. Investigación constante de planes y objetivos.
2. Estudio de las políticas y sus prácticas.
3. Revisión constante de la estructura orgánica.
4. Estudio constante de las operaciones de la empresa.
5. Analizar la eficiencia de la utilización de recursos humanos y materiales.
6. Revisión constante del equilibrio de las cargas de trabajo.
7. Revisión de los métodos de control.
Este trabajo no debe considerarse como un proceso intimidatorio, ya que ello provocaría
predisposición del personal; tampoco es conveniente que se aboque en forma preponderante a
actividades de depuración contable, ni que intervenga en despidos de personal o en su defecto se
acomode a cualquier otra función, ya que ello demeritaría sus objetivos primarios.

La auditoría externa
Es utilizada cuando la empresa no cuenta con los recursos suficientes para sostener un programa
interno y cuando se requiere de una opinión de carácter independiente; representa un trabajo
profesional independiente que va enfocado básicamente a la evaluación, pero también a la
consultoría en varias especialidades; es realizado por personal ajeno a la organización, el cual presta
sus servicios mediante un contrato o carta compromiso que define la actividad que habrá de
desarrollarse, tiempos, honorarios, así como tipo y calidad del personal que intervendrá y la fecha de
terminación. La actuación del licenciado en administración de empresas contratado especialmente
por una empresa para mejorar ineficiencias operativas ya sea detectadas por la propia dirección o
resultantes de tareas relacionadas con una auditoría tradicional (contable), implica la realización de
un trabajo de consultoría de empresas.
La consultoría administrativa es una función muy importante en nuestros días, de la cual citaremos
algunos aspectos necesarios. Desde su comienzo, la consultoría administrativa ha sido un servicio
especializado y los directivos de las empresas han solicitado los servicios de especialistas en diversas
áreas como consecuencia del crecimiento de las empresas; debido a la gran complejidad de sus
operaciones, los cambios en los sistemas, métodos y procedimientos, nuevas formas de distribuir los
artículos, la competencia, etc., se ha ocasionado un desequilibrio administrativo.
Para efectuar la consultoría administrativa hay que tener en cuenta tres aspectos principales:
1. Un proyecto que incluya el propósito y los recursos (humanos–materiales–técnicos).
2. El tiempo requerido.
3. El dinero de que se dispone.
El proyecto implicará una responsabilidad compartida entre el cliente y el consultor. De esta relación
se derivará que los funcionarios y subordinados involucrados conozcan y entiendan la actividad que
se va a realizar, por qué se va a hacer, el plazo disponible para su realización, el alcance de la actividad
y los objetivos que se persiguen, etc.
Diferencia entre la auditoría administrativa y la financiera
Vista la auditoría administrativa en forma integral vemos que existe una relación natural con la
financiera. De hecho, la auditoría administrativa se desarrolla en una parte muy impotante de la
auditoría interna, la cual se efectúa como una extensión gradual del trabajo tradicional del contador.
Antes de establecer la diferencia entre ambos tipos de auditoría, es necesario analizar sus conceptos
y objetivos.
La auditoría financiera
Este tipo de auditoría está plenamente identificada con las organizaciones, ya que fue la pionera en
el campo evaluatorio. Es un examen sistemático de los libros y registros de un organismo social, con
el fin de determinar o verificar los hechos relativos a las operaciones financieras y los resultados de
éstas para poder informar sobre los mismos. Estos resultados y opinión se presentan en un
documento formal denominado dictamen, en donde se hace referencia a la situación financiera,
estado de resultados, variaciones en el capital contable y los cambios en la situación financiera, lo cual
resulta de especial importancia para los inversionistas y medio externo.
La auditoría financiera mira hacia el pasado, es decir, versa sobre las transacciones que ya se han
efectuado. Por ejemplo, los informes de auditoría de estados financieros son medios para satisfacer a
bancos, proveedores, accionistas, etc., a esta técnica le interesan los derperdicios, errores, fraudes
pasados, etc., y se enfoca a la mera situación financiera.
Objetivos de la auditoría financiera
Sus objetivos son confirmar un estado de asuntos financieros, verificar que los principios de la
contabilidad hayan sido aplicados en forma consistente y expresar una opinión acerca del manejo
financiero.
La auditoría administrativa
Esta técnica mira hacia delante y es claramente constructiva en su concepto. En términos generales,
proporciona una evaluación cuantitativa de la eficiencia, con la que cada unidad administrativa de la
empresa desarrolla las diferentes etapas del proceso administrativo.
En otras palabras, proporciona un panorama administrativo general de la empresa que estamos
auditando y señala el grado de efectividad con el que opera cada una de las funciones que la integran;
por consecuencia, señala aquellas áteas cuyos problemas exigen una mayor atención por parte de la
dirección de la empresa.
Objetivo de la auditoría administrativa
Proporciona un panorama administrativo general de la empresa que se audita, señalando el grado
de efectividad con que opera cada una de las funciones (compras, ventas, personal, etc.) que la
integran. Es decir, asegura mejores resultados, ayudando a la dirección a lograr y mejorar la posición
de la empresa,
La auditoría financiera cubre exclusivamente un aspecto particular y concreto de lo que debe ser una
auditoría integral, como lo es la auditoría administrativa. En la mayoría de las empresas industriales,
comerciales o de servicio, se practica una auditoría de sus cuentas financieras cuando menos una vez
al año con la finalidad de asegurarse de su idoneidad, exactitud y para descubrir cualquier debilidad
en los controles financieros que pueda requerir alguna corrección, es por ello que cuando se trata el
tema de la auditoría en términos generales se piensa de manera inmediata en una auditoría de tipo
contable; sin embargo, en toda empresa, el gerente general tendrá la necesidad de tener información
acerca de las deficiencias en aspectos administrativos, seguridad de que la práctica de funciones
administrativas es consistente, información sobre el grado de efectividad en que los objetivos y planes
están siendo cumplidos en todos en todos los niveles, información acerca de las deficiencias en los
controles administrativos, ayuda para evaluar la eficiencia de las operaciones mediante información
relativa a la calidad y costo del trabajo y su apego a los planes y programas de acción.
Para comprender mejor la auditoría administrativa conviene realizar un análisis comparativo con la
auditoría financiera:
Tabla 1
Diferencias entre las auditorías administrativa y financiera.
Factores Auditoría financiera Auditoría administrativa
Naturaleza Técnica de control financiero. Técnica de control
administrativo.
Propósito Dictaminar los estados Evaluar y mejorar la
financieros. administración.
Alcance El sistema contable. La eficiencia y efectividad del
La situación financiera. proceso administrativo.
La situación administrativa.
Factor funcional.
Factor procesal.
Factor analítico.
Factor medio ambiente.
Fundamentos Las normas de información La ciencia administrativa, el
financiera y normas de estado y la normatividad de la
auditoría. empresa.
Necesidad Requerida legalmente. Requerida potencialmente.
Metodología Técnicas y procedimientos Ecléctica, apoyada en el
predeterminados. método científico.
Objetivos Expresar una opinión sobre las Verificar, evaluar y promover el
cuentas, rubros y conceptos cumplimiento y apego al
examinados, para dar correcto funcionamiento de las
confiabilidad a los estados fases o elementos del proceso
financieros. administrativo y lo que incide
en ellos. Evaluar la calidad de la
administración en su conjunto,
para efectos de intereses
internos de la empresa.
Aplicación A los estados financieros. La empresa y sus funciones
básicas.
Medición Las normas de información Los principios de la teoría de la
financiera. administración.
Evaluación Objetiva. Objetiva/Subjetiva.
Resultados Precisos. Interpretativos.
Aceptación Interna y externa. Sólo interna.
Orientación Hacia los estados financieros Hacia la situación
de las empresas desde el punto administrativa y operativa de
de vista retrospectivo. los organismos sociales en el
pasado, presente y futuro.
Proyección Hacia el pasado. Hacia el futuro.
Uso Generalizado. Limitado.
Regularidad Anual. Esporádica.
Antigüedad Más de un siglo. Medio siglo.
Realización Contadores públicos. Profesionales de la
administración.
Catalizador Por tradición. La necesidad de revisar y
evaluar lo administrativo en un
organismo social a petición de
la dirección superior.
Frecuencia Regular: cuando menos una Periódica, pero su periodicidad
revisión al año. es indefinida en la mayoría de
los casos.
Se propone un periodo de 1.5 a
2 años.
Informe Muy conciso. Amplio.
Fuente: Rodríguez, J. (2016). Auditoría administrativa.

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