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TRABAJO DE PARTO Y PARTO

¡CRECIENDO JUNTOS!

SESIÓN 2. “PREPARÁNDOME PARA UNA LLEGADA SIN RIESGOS”

TEMA: Trabajo de parto, parto, respiración, ejercicios.


FECHA: octubre
DURACION: 60 Minutos

1. OBJETIVOS

1.1. OBJETIVO GENERAL

Brindar a las familias gestantes información relacionada con el trabajo de parto y el parto,
complicaciones y signos de alarma que se pueden presentar en cada una de las etapas.

1.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

 Identificar signos y síntomas que indican el comienzo del trabajo de parto.

 Conocer las fases del trabajo de parto y parto.

 Enseñar a las gestantes las técnicas no farmacológicas para aliviar el dolor.

 Identificar signos de alarma durante el embarazo y sus posibles consecuencias.


2. MARCO TEÓRICO

2.1. ¿QUÉ ES EL PARTO NORMAL?

El parto normal es el proceso fisiológico con el que la mujer finaliza su gestación a término
(entre la 37 y las 42 semanas). Su inicio es espontaneo, se desarrolla y finaliza sin
complicaciones, culmina con el nacimiento de un bebé sano y no necesita más
intervención que el apoyo integral y respetuoso. Después de dar a luz, tanto la madre
como su bebé se encuentran en buenas condiciones.
La evolución del parto está influida no sólo por factores biológicos propios de cada mujer y
bebé, sino también por factores psicológicos, culturales y ambientales.

2.1.1. TRABAJO DE PARTO Y PARTO

La Gestación está terminando y el feto llega a un punto de madurez, en que puede


sobrevivir fuera del útero. Es decir, es el momento en que el feto es expulsado.
El nacimiento es un proceso natural y normalmente se produce sin que haya necesidad
de ninguna intervención; pero a veces, se pueden presentar complicaciones que ponen en
peligro la vida de la Madre y el niño.

Unas dos semanas antes del parto, el bebé se alista para nacer y empieza a bajar hacia
la pelvis. Normalmente los niños nacen de cabeza por lo tanto al descender tratan de
meter la cabeza dentro de la pelvis. La Madre nota que el niño ha bajado, ya que parece
que el útero es más pequeño y puede respirar con más facilidad, pero se le hace más
difícil caminar; pueden haber calambres en las piernas en nota que tiene que orinar con
más frecuencia.

Al mismo tiempo que el bebé se alista, el útero empieza a tener contracciones no


dolorosas, estas contracciones son de como el útero se prepara para poder realizar las
verdaderas contracciones que necesitará en el momento del parto, para expulsar el bebé.
Las contracciones son una extensión aumentada de los músculos, parecida a calambres.
Al principio al trabajo de parto no son dolorosas, pero a medida que el trabajo progresa el
útero se contrae con más fuerza y al hacerlo produce dolor. Es de dolor puede
aumentarse por el estiramiento de los tejidos del canal del parto, al descender el niño y la
misma tensión muscular a causada por las contracciones y el miedo.

Durante estas últimas dos semanas, las contracciones pueden volverse cada vez más
intensas y dolorosas, pero lo más importante para saber si la llegado el inicio del trabajo
de parto, es estar segura de que las contracciones son regulares, es decir que se
presentan con intervalos de 10 a 15 minutos. Cuando esto suceda, es el momento en que
la madre deberá irse para la institución en donde se atenderá el parto.
De aquí en adelante, el trabajo de parto puede durar más o menos 12 horas, si es la
primera vez; y unas siete horas en personas que ya han tenido otros partos.

Otro signo del cual la Madre debe estar pendiente es la salida de un solo flujo vaginal con
moco o sangre; aproximadamente 24 horas después de se inicia el trabajo de parto. En
algunos casos la mujer puede sentir salida de un chorro de agua o un constante goteo de
líquido tibio y amarillento, que sale por la vagina.
Esto quiere decir que “rompió fuente” y debe ir inmediatamente a la institución para evitar
complicaciones del parto.
Es importante que la Madre recuerde, que si se presenta cualquiera de estas situaciones
deberá irse inmediatamente a la institución en donde se atenderá el parto.

Contrataciones dolorosas de cada diez minutos.


Salía de moco sanguinolento.
Salida de agua por la vagina es decir rompe la bolsa de aguas.

El parto debe ser siempre atendido en una institución de salud porque puede presentarse
complicaciones en las cuales, sólo el médico con los recursos de la institución puede
evitar consecuencias graves.

Algunas de estas complicaciones que se pueden presentar son:

Que el bebe este atravesado.


Que el bebe sea muy grande (Macrosomico).
Que la placenta tape el cuello del útero y no deje de salir al bebe.
Que la placenta se desprenda, antes de nacer el bebe.

Cualquiera de estas situaciones podría ocasionar uno la muerte del bebe o de la Madre, si
no es atendido rápidamente.
Hay signos que le indican a la Madre que puede estar ocurriendo algo anormal, algunos
pueden ser: dejar de sentir al niño, Hemorragia vaginal, dolor fuerte y sostenido en el
abdomen.
Cuando la Madre inicia el trabajo de parto, no debe comer alimentos sólidos, solamente
líquidos. Al llegar a la institución el médico hará un tacto vaginal para revisar cuanto ha
dilatado el cuello uterino, como está la bolsa de las aguas y si el niño ha descendido o no.
Se rasurará y aplicará un lavado intestinal para limpiar el intestino y evitar la salida de
materia fecal durante el pujo del trabajo de parto.
El médico hará nuevos tactos para vigilar el progreso de la dilatación. Cuando haya
dilatado completamente, se rompe la bolsa de las aguas o el médico la rompe.

2.2. FASES DEL PARTO


En el parto se distinguen tres periodos o fases bien diferenciadas:

1. Fase de dilatación: las contracciones del útero hacen que el cuello uterino se dilate
hasta permitir el paso del cuerpo del bebé. Es la fase más larga del parto, dependiendo
generalmente del número de partos anteriores, y la que resulta más pesada para la mujer
debido a su duración (de 5 a 12 horas en las primíparas y de 2 a 8 en las mujeres que ya
han tenido un parto o más). El bienestar del niño se registra mediante un sistema llamado
“monitorización”.

Esta fase, a su vez, tiene dos partes:

 Borramiento del cuello: primero se producen unas contracciones cortas, poco


intensas y bastante espaciadas, cuya finalidad es ablandar y acortar el cuello del
útero hasta que desaparece. Es aconsejable pasear y relajarse, reservando las
energías para más adelante.
 Dilatación: Aumenta la intensidad, frecuencia y duración de las contracciones,
apareciendo cada 2-3 minutos. Es importante estar tranquila y relajada, siguiendo
las indicaciones de la matrona y practicando los ejercicios aprendidos durante el
embarazo. Mediante exploración vaginal se mide la dilatación, que será completa
cuando alcance los 10 centímetros.

2. Fase de expulsión: Las contracciones uterinas ayudan al descenso de la cabeza del


niño. La duración de esta fase varía de unas mujeres a otras y también influye si es el
primer parto o ya ha habido otros. Se tienen ganas de empujar y hay que seguir las
indicaciones de los profesionales sanitarios (respiración, momento para empujar,
relajación, etc.). Cuando asome la cabeza del niño y para impedir desgarros a veces es
necesario realizar un pequeño corte o “episiotomía”. Dura 30-60 minutos. Una vez que el
niño ha salido se pinza y corta el cordón umbilical, se le aspiran las secreciones de boca y
nariz antes de que comience a respirar y enseguida empezará a llorar, llenando sus
pulmones de aire por primera vez. Es muy importante favorecer un primer contacto entre
madre e hijo poniendo al recién nacido sobre el abdomen de la madre.

3. Fase de alumbramiento: Una vez que ha salido el niño y después de una breve pausa
vuelven las contracciones, de manera más suave, para expulsar la placenta y la bolsa que
contenía al niño (bolsa de las aguas). Ocurre a los 10 minutos del nacimiento del niño.

2.3. SIGNOS Y VIVENCIAS DEL PARTO

Signos y síntomas que indican que el trabajo de parto ha comenzado. Identificar


cuándo se debe acudir al hospital:

Cuando la mujer dispone de la información adecuada, es capaz de distinguir los signos


que indican el inicio del trabajo de parto y los síntomas por los que debería ponerse en
contacto con un centro hospitalario. Esta información fomenta su seguridad ante nuevas
situaciones y la ayuda a aminorar su angustia. Para poder identificar el momento del inicio
del trabajo de parto, la mujer debe reconocer una contracción uterina y valorar su
periodicidad. Se debe explicar que, al comienzo del parto, las contracciones rítmicas no
siempre están asociadas a una sensación dolorosa y que la aparición de contracciones
rítmicas antes de las 36 semanas puede indicar una amenaza de parto prematuro, caso
en el que debería acudir al hospital para valorar la necesidad de pararlo o no.
Otro signo que debe ser capaz de reconocer es la ruptura de la bolsa de las aguas,
puesto que también es un motivo por el cual deberá ir al hospital.
También debe saber que el color normal de las aguas es claro y transparente y que la
presencia de coloración verdosa es un signo de alerta. Igualmente, la pérdida de sangre
en cantidad considerable es siempre un signo de alerta, ya que puede significar un
desprendimiento de la placenta y, por lo tanto, un riesgo de sufrimiento fetal. Es, pues,
causa de consulta urgente con el profesional correspondiente del centro hospitalario.
Según una revisión bibliográfica de la Cochrane (2006a), se evidencia que la información
sobre el autodiagnóstico del trabajo de parto activo suministrada en la fase educativa
prenatal reduce el promedio de visitas anticipadas al parto.
El parto es el proceso que consigue que el feto transite desde la cavidad uterina al
exterior del organismo materno. Generalmente se considera que el parto se ha iniciado
cuando existe una actividad uterina rítmica de 2 o más contracciones uterinas cada 10
minutos, el cuello del útero presenta cambios hacia la maduración y ha comenzado la
dilatación (Departamento de Salud, 2003). El trabajo de parto es un esfuerzo muy
considerable en el que se consumen grandes cantidades de energía.
¿Cómo reconocer una contracción?

A continuación, se define aquello que caracteriza a una contracción:


1. El útero, como cualquier otro músculo, se endurece cuando se contrae. Por lo tanto, las
paredes uterinas se tensarán y no se podrán detectar las partes fetales ni percibir los
movimientos fetales con claridad.
2. Si se tuviera que definir el camino que recorre la intensidad de una contracción, se
representaría con el dibujo de una montaña. Inicialmente, las fibras uterinas se contraen
de forma suave, aumenta progresivamente la intensidad hasta llegar a su máximo y,
entonces, decrece paulatinamente, desapareciendo poco a poco la sensación de
contracción.
3. La duración de la contracción varía según la fase del parto. Al principio puede
prolongarse hasta unos 30 segundos y, al final, como máximo, hasta unos 60 segundos.
4. La sensación de dolor durante la contracción cambia bastante en función de la persona
y de la fase del parto. La sensación se podría comparar con un dolor menstrual y, a
veces, con un dolor lumbar.

Motivos para acudir al hospital

1. Experimentar contracciones uterinas rítmicas (1 cada 5 minutos en un período de una


hora) que no ceden con el reposo.
2. Romper la bolsa de las aguas: Se debe de observar la hora de la ruptura y las
características de las aguas. Su color normal es transparente. La presencia de líquido
verde puede evidenciar signos de sufrimiento fetal y es preciso consultar con urgencia al
centro hospitalario.
3. Metrorragia (pérdida de sangre por vía vaginal); puede revelar que existe un
desprendimiento de la placenta y se debe consultar al hospital con urgencia.

2.4. RESPIRACION:

Es el acto de inspirar y espirar aire de los pulmones para introducir oxígeno y eliminar
bióxido de carbono la cual es de suma importancia en las gestantes ya que necesita
oxígeno en la sangre fetal, durante el embarazo la gestante va a aumentar de peso y ese
aumento de peso le exigirá mayor trabajo muscular, por lo tanto un mayor consumo de
oxígeno y sus células nerviosas necesita mucho más oxigeno porque va a tener un
trabajo más intenso en el momento del parto.
Cuando la gestante no respira bien durante el parto, el oxígeno que le llega es bastante
escaso y el corazón trata de compensar esto aumentando el número de latidos, y su
circulación es más rápida, por consecuente será un mayor trabajo y un mayor esfuerzo
para el corazón.

2.4.1. Respiración completa

Colocar una mano sobre el pecho y otra sobre el abdomen, inhale de manera que los
expanda posteriormente exhale. Al final de la espiración elevar el abdomen hacia adentro.
Volver a tomar aire expandiendo primero el abdomen lentamente y luego el pecho; espirar
elevando el abdomen hacia adentro fuertemente. Repetirlo varias veces igualar la
duración de la inspiración y de la espiración contando 1 2 3 4.
Si comienza a sentirse mareada o que el bebe se mueve mucho respire un poco más
despacio para calmar ambos síntomas. Un buen ritmo es de 4 a 6 respiraciones
completas por minuto.

2.4.2. Respiración costal y torácica


Ponga ambas manos sobre las costillas tocándose las puntas de los dedos. El
pulgar hacia atrás.
Inspire separando las puntas de los dedos al estirar las costillas.
Espire y deje que los dedos se vuelvan a tocar.

La respiración más superficial y más rápida, entre 12 y 20 respiraciones por minuto.

La respiración costal es superficial y se caracteriza por movimientos del tórax hacia arriba
y hacia afuera. En la respiración costal interviene los músculos intercostales externos y
accesorios de la respiración.

2.4.3. Respiración diafragmática o abdominal

Incluye el uso del diafragma en vez de los músculos intercostales.


La respiración diafragmática es profunda se caracteriza por movimientos de la pared
abdominal causada por contracción y descenso del diafragma.
Se debe hacer de la siguiente manera:
Ambas manos sobre la parte inferior del abdomen controle el movimiento de estos
músculos.

Es importante durante las contracciones uterinas del parto ya que mantiene relajados los
músculos para que el útero se mueva más libremente.
Se debe intentar conseguir de 6 a 10 respiraciones por minuto.

2.4.4. Jadeo o respiración rápida y superficial

La madre se puede sentar en posición de sastre y extender un poco la cabeza; colocar la


punta de la lengua sobre el paladar para evitar resequedad en la boca. Se mantendrá
húmeda, evitar resequedad excesiva de la garganta.
Acelere el ritmo hasta una exhalación por segundo y luego disminúyalo. El aire debe
tardar tanto en entrar como en salir.
Un aumento de la presión en el momento de la contracción produce un dolor; ya que el
diafragma puede ser muy útil para expulsar al inspirar y retener el aire; peor es
inconveniente en la dilatación. Para este momento es más aconsejable realizar una
respiración lenta y profunda acompañada de relajación muscular.
Entonces cuando las contracciones sean rítmica la respiración empieza y termina con la
contracción (no más de 9/min).
La respiración rápida y superficial debe realizarse cuando la intensidad de las
contracciones es mayor, generalmente al final de la dilatación, y seguir el ritmo de estas.
Entonces la respiración va a la par de las contracciones: a medida que la contracción se
hace más seguida la respiración es más superficial, para evitar la presión del diafragma
en el fondo del útero; cuando estas disminuyen la respiración se hace más lenta y
profunda.
Utilice la respiración lenta todo lo que pueda, así tomara un control y ahorrara energía.
No es necesario empezarla sino hasta que las contracciones estén rítmicas y regulares.
En lenta debe procurar respirar no más de 6 a 9 veces por minuto.
Se debe relajar el abdomen y observar la elevación del tórax en cada inspiración.
Esta respiración inicia y termina con una respiración profunda inspirando por la nariz y
expirando por la boca.
Se debe sentir como el aire entra y sale, se debe iniciar a una velocidad a la cual se
sienta cómoda e ir acelerando poco a poco hasta que adquiera práctica.
La velocidad en esta respiración no es lo más importante, sino su aumento controlado.
Teniendo en cuenta que la velocidad de la respiración debe ir a la par con la intensidad de
la contracción, es recomendable iniciar con una respiración profunda y no muy rápida a
medida que la intensidad de la contracción aumente.
Cuando la intensidad de la contracción empieza a disminuir, la respiración será menos
rápida y más profunda para terminar en una respiración profunda.

2.5. EJERCICIOS:1

El Ejercicio físico es la actividad física del sistema músculo-esquelético que realiza la


mujer durante la gestación para ejercitar el cuerpo y la mente generando gasto de
energía, y es una de las formas como las mujeres gestantes se preparan para el parto, y
evitar así complicaciones2; Otro tipo de ejercicio es la actividad diaria de caminar como
mínimo 30 min diarios. Estos ejercicios realizados durante la gestación permiten disminuir
los cambios generados en organismo de la madre como lo son la mala circulación, el
edema en miembros inferiores, la flacidez en los músculos entre otras cosas.

Los ejercicios prenatales se clasifican en dos grupos:

2.5.1. Ejercicios diarios de precalentamiento

El precalentamiento va preparando el cuerpo de para el esfuerzo, en forma gradual;


mejora la circulación de los músculos y disminuye algunas molestias comunes en el
embarazo, como lo son las varices y calambres. Estos ejercicios deben realizarse
diariamente, por la mañana o después de la siesta.

1. Sentarse en el suelo con las piernas entrecruzadas (posición de buda), brazos al


frente y las manos en posición horizontal con las palmas mirando al suelo. Doble
las muñecas, elevando los dedos hacia arriba; luego, hacia abajo y repita.
2. Trece círculos amplios, con las manos, cinco veces hacia derecha y cinco hacia la
izquierda.
3. Luego, doble ligeramente los brazos, de modo que las palmas miran hacia arriba.
Abra y cierre el puño con fuerza, varias veces. Luego acerque las palmas de las
manos frótelas con fuerza.

1
León, Martha Elena. Enfermera especialista en administración de salud. Servicio de Salud de Santander. Sarmiento,
Lucia Victoria. Enfermera docente Universidad Industrial de Santander. PREPARACION DE LA GESTANTE PARA LA
MATERNIDAD. Bucaramanga,2019

2
SUÁREZ D. y MUÑOZ L. La condición materna y el ejercicio en la gestación favorecen el bienestar del hijo y el parto.
Artículo de investigación
4. En la misma posición, eleve el brazo izquierdo hacia arriba, luego dóblelo por el
codo, dejando caer la mano sobre la espalda trate de bajar la mano, lo que más
pueda.
5. Eche hacia atrás el brazo derecho, tratando de tocar la mano izquierda, por la
espalda. Mantenga esta posición durante 20 segundos y repita el ejercicio
alternando los brazos.
6. Sentada con las piernas entrecruzadas, coloque las dos manos en la espalda, con
las palmas mirando hacia arriba. Luego vuelva las palmas hacia adentro de
manera que queden pegadas a la espalda; al hacerlo, los codos se mueven hacia
afuera y hacia atrás. Mantenga durante 20 segundos.
7. En la misma posición, ponga la mano derecha detrás de usted en el suelo, y la
mano izquierda sobre la rodilla derecha. Gire el tronco hacia la derecha, tratando
de estirar los músculos de la cintura. Tome aire, y regrese a la posición central.
Luego gire hacia la izquierda. Repita cinco veces por cada lado.
8. Sentada con las piernas estiradas y cabeza recta eleve ligeramente la pierna
derecha, doble la rodilla y estira la nuevamente. Repita y hágalo con la otra pierna.
9. Sentada con las rodillas y las palmas de los pies tocándose y los talones pegados
al cuerpo. Inclínese suavemente hacia adelante tratando de empujar las rodillas
hacia el suelo. Mantenga y respire suavemente.
10. En posición de gateo, los brazos y piernas bien derechos; estirar la espalda hacia
arriba todo lo que pueda, luego relájela suavemente y repita por cinco veces.
11. 11. De rodillas, tomé aire y mientras va expulsándolo gire el hombro hacia la
cadera derecha; tome nuevamente aire y regrese al centro. Repita alternando los
hombros.
12. De rodillas con los codos en el suelo, caderas en alto contraiga los músculos del
recto y de la vagina mantenga los contraídos y luego relaje los. Repita.

2.5.2. Ejercicios de preparación física para el trabajo de parto

El propósito fundamental de este tipo en preparación, es fortalecer los músculos que


participarán en el evento del parto, y orientar la Madre sobre la manera de pujar, durante
el nacimiento del bebé. Debe iniciarse hacía los 7 ½ meses de embarazo y cada Madre
deberá adaptar los ejercicios, a su propia capacidad y resistencia. Éstos deben realizarse
con suavidad y de forma gradual y nunca deben hacerse hasta causar dolor o fatiga.

1. Parada frente a la pared, y pies separados; inclínese hacia adelante y apoyar las
palmas en la pared, un poco más debajo de la altura de los hombros, con los
dedos apuntando hacia la otra mano. Acercarse a la pared doblando los brazos y
dejando que el cuerpo caiga hacia adelante. Luego vuelva a la posición inicial,
repita.
2. De pie frente a la pared, junte los pies; apoye las manos en la pared y póngase en
puntillas, tratando de estirar los pies lo más que pueda. Vuelva a la posición inicial
y repita.
3. Parece con los pies ligeramente separados y el cuerpo recto. De uso de luego,
inclínese se adelante doblando un poco las piernas y con los brazos estirados
como si fuera tirarse al agua. Enderécese llevando los brazos hacia atrás, repita.
4. Póngase en rodillas, las palmas de las manos sobre el suelo. Eleve La rodilla
hacia atrás y bájela nuevamente estire la pierna atrás y recoja la nuevamente.
Repita y alterne la pierna.
5. De ellas con las manos apoyadas en el suelo, llegar el brazo izquierdo al costado
derecho, rotando la espalda y acompañando el movimiento respiración. Luego
lleve el brazo hacia afuera, levantándolo por encima de la cabeza y
acompañándolo de la mirada. Repita y alterne el brazo
6. La misma posición con las palmas de las manos bien apoyadas en el suelo,
contraer los músculos del espalda, levantando la cabeza. Luego arquear la
espalda lo más posible, bajando la cabeza entre los hombros.
7. Continuando de rodillas doble los brazos y apoye la cabeza sobre ellos, y
contraiga los músculos de la espalda, levante la cabeza. Después a arquee la
espalda y baje la cabeza. debe hacerse despacio y repetirse varias veces.
8. Acostada boca arriba, con las piernas ligeramente dobladas, contraíga los
músculos de la espalda, en forma lenta. Luego baje la espalda para que descanse
sobre el suelo. Repita.
9. A continuación, levantar las caderas del piso manteniendo las piernas dobladas
balanceando ligeramente el tronco a la derecha y a la izquierda. Regrese luego a
la posición inicial y repita.
10. En posición boca arriba con piernas dobladas, lleve las rodillas juntas primero a la
derecha y luego la izquierda contrayendo los músculos. Retira.
11. Finalmente relájese suavemente haciendo respiraciones profundas tomando el
aire por la nariz y expulsándolo por la boca.

2.6. ORIENTACIONES PARA VALORAR LOS SIGNOS DE ALARMA


Es importante que la gestante vaya a la consulta médica o al hospital (en función de la
gravedad de la situación) si aparece alguno de los siguientes síntomas:

Alteraciones visuales importantes.


Dolor de cabeza muy intenso (cefalea).
Sensación de mareo.
Náuseas muy frecuentes.
Vómitos incoercibles.
Problemas respiratorios.
Dolor abdominal intenso.
Dolores en la boca del estómago (el epigastrio).
Pérdidas de líquido o sangre por los genitales externos.
Edemas exagerados en las extremidades inferiores, manos y cara.
Sensación de malestar general.
Fiebre elevada.
Molestias urinarias.
Modificación de las características del flujo vaginal (color, olor, cantidad).
Diarrea intensa.
Ausencia de la percepción de movimientos fetales a partir del quinto mes.
Contracciones uterinas dolorosas.
Alergias. Erupciones en la piel.

Es motivo de consulta pero no urgente y, se valorará en cada caso, el dolor dental leve
inespecífico. La gestante puede tener problemas por carencia de calcio y por inflamación
de las encías.
Por el contrario, son signos de bienestar los movimientos fetales y las contracciones de
Braxton Hicks.
Los movimientos fetales en las primíparas (gestantes de su primer hijo o hija) se
comienzan a percibir sobre las 18-20 semanas, mientras que las multíparas los
comienzan a notar antes, sobre las 16-18 semanas de gestación. Al principio, estos
movimientos son muy suaves o sutiles, pero a medida que el embarazo evoluciona, se
hacen mucho más perceptibles e incluso pueden llegar a ser molestos. Los movimientos
fetales nos proporcionan información sobre el bienestar del feto y, por lo tanto, son
positivos.
La percepción de los movimientos fetales en la exploración abdominal se puede comenzar
a observar sobre las 20 semanas de gestación. Su ausencia es motivo de consulta.
Las contracciones de Braxton Hicks, a diferencia de las contracciones que desencadenan
el trabajo de parto, tienen una frecuencia e intensidad muy bajas. A partir de la segunda
mitad de la gestación, la embarazada puede empezar a apreciar estas contracciones en
forma de endurecimiento del útero, pero no se producen modificaciones a nivel cervical.
Puesto que las contracciones de Braxton Hicks aumentan su intensidad y frecuencia de
forma progresiva hasta el momento del parto, se pueden confundir con las contracciones
de parto, aunque son muy diferentes.
A diferencia de las contracciones de parto, la frecuencia de las de Braxton Hicks es
irregular a lo largo de la gestación. Su función es únicamente madurar el cuello uterino y
prepararlo para el parto. No participan en su dilatación. Estas contracciones son indoloras.
La ruptura prematura de las membranas (amniorrexis) consiste en el rompimiento
de las membranas ovulares antes del inicio del trabajo de parto, con la
consecuente salida del líquido amniótico y la comunicación de la cavidad
amniótica con el canal endocervical del cuello uterino y de la vagina. En la mayoría
de casos (80%), la ruptura se produce cuando la gestante está a término y,
seguidamente, la gestante inicia el trabajo de parto.

La importancia de este proceso radica en que se trata de una de las causas más
relevantes de parto prematuro. En los partos a término, la frecuencia de complicaciones
es pequeña, pero puede ser grave, como sucede en el caso de corioamnionitis, la
endometritis y la fiebre puerperal. Ello puede provocar un aumento de las intervenciones
obstétricas. Los factores de riesgo que pueden originar una ruptura prematura de
membranas son:

Debilidad congénita de las membranas.


Fumadoras.
Déficit nutritivo de cobre y ácido ascórbico.
Incompetencia cervical.
Infecciones vaginales y, sobre todo, cervicales.
Metrorragias durante la gestación.

Si se produce una ruptura prematura de membranas, debe distinguirse si es a término o


pretérmino. Si se produce pretérmino, es necesario un ingreso hospitalario urgente. Si la
ruptura es a término, debe distinguirse el color de las aguas. Si las aguas son claras, la
gestante se encuentra bien, no sufre contracciones uterinas y percibe movimientos
fetales, el ingreso puede demorarse hasta 6 horas después de la ruptura. Si las aguas son
teñidas (meconiales) o hemáticas, el ingreso se hará rápidamente.
A veces la gestante puede dudar si se ha producido o no la ruptura de membranas.
Si la ruptura es baja, a causa de la gravedad, se pierde más cantidad de líquido amniótico
y la rotura es muy evidente. Si la ruptura es alta, se pierde menos cantidad de líquido y
esto crea incertidumbre sobre la posible ruptura.
En cualquier caso, ante la duda, se deberá consultar. Es fácil confundir el líquido
amniótico con la orina o con el flujo vaginal, ya que durante el embarazo aumenta y
cambia sus características.
3. METODOLOGIA

ACTIVIDAD DURACION
Bienvenida: Se dará la bienvenida a las gestantes y a
sus parejas. Se hará la introducción en el tema de la 2 minutos
sesión: el proceso del parto.

Desarrollo del tema:


 Se propondrá a los participantes que se agrupen,
en función del número de asistentes, en grupos de
un máximo de cuatro personas cada uno
procurando, cuando sea posible, que en cada
grupo exista, como mínimo, una persona que haya
sido madre. Para poder guiar la discusión en
grupo, harán preguntas para mujeres que no han
sido madres, y otras para mujeres que sí lo han 10 minutos
sido (Anexo 1). Se designará una portavoz en
cada grupo que se encargará de trasladar al
conjunto de los participantes de la sesión las
reflexiones comentadas sobre cada una de las
preguntas planteadas.
 A partir de un video se ilustrará que sucede
durante el nacimiento, se explicarán las diferentes
fases del parto, cuánto duran y qué ocurre en cada 10 minutos
una de ellas. (Anexo No. 2)
 A continuación, se expondrán diferentes
situaciones con frases que expresan las
decisiones ante los signos de alarma y bienestar
Cada participante tendrá una cartulina roja, otra
naranja y otra verde. La roja significa “alarma, se
debe consultar al profesional sanitario”; la naranja
significa “tengo dudas sobre cómo actuar” y la 10 minutos
verde representa “es una buena señal, puedo
estar tranquila”. El facilitador irá leyendo cada una
de las oraciones que aparecen en la columna
izquierda de la Tabal (Anexo 3) y las gestantes
deberán levantar la cartulina con el color que
consideren que es la reacción adecuada ante la
situación aludida. A medida que se planteen las
diversas situaciones, el facilitador ofrecerá las
explicaciones pertinentes que hacen que cada una
de ellas se considere un signo de alarma o un
signo positivo dentro de la normalidad de la
gestación.
 Se explicará a las gestantes las razones para
hacer cesárea. Finalmente, se indagará en las
10 minutos
gestantes sobre los elementos que deben llevar al
hospital, tanto para ellas como para el bebé.
 Para finalizar se harán ejercicios físicos. (Anexo
No. 4) 15 minutos
Evaluación: Se desarrollará través de una dinámica
denominada “Mochila de evaluación”, que consiste en
3 minutos
recoger una nota de reflexión sobre la sesión, estas notas
o dibujos se discutirán en conjunto.

4. ANEXOS

Anexo No. 1
Responde a las siguientes preguntas en grupos máximo de 4 personas:
Primigestantes Multíparas

¿Cómo te imaginas que serán las ¿Cómo recuerdas tus


contracciones? contracciones?
¿Cuándo son contracciones ¿Cómo te sentiste?
verdaderas y cuando falsas? ¿Qué te hizo acudir al hospital?
¿Qué sentimientos esperas que ¿Qué llevarías al hospital?
se den?
¿Qué te hará decidir ir al
hospital?

Anexo No. 2 “Video parto y nacimiento”

http://www.youtube.com/watch?v=DdJvQkYSWL0

Anexo No. 3 “Decisiones ante los signos de alarma y bienestar”

Situaciones para valorar Explicación de la respuesta


Mujer de 34 semanas de gestación que rompe Amniorrexi en gestante pre
X
la bolsa. término.
Mujer de 32 semanas de gestación con Descartar amenaza de parto
X
contracciones regulares. prematuro.
Gestante a término con bolsa rota y salida de X Las aguas claras son un signo de
líquido claro. bienestar fetal. Requiere ingreso,
aunque no urgente.
Gestante con dolor dental leve inespecífico Conducta expectante pendiente
X
(encías-dientes). de evolución.
Gestante con fiebre de 39°C. X Tratar la fiebre y descubrir el foco.
Gestante que evidencia ausencia Consultar con urgencia, puede ser
X
movimientos fetales por más de 12 horas. debido a diferentes motivos
Gestante a término y pérdida del tapón El tapón mucoso no es signo de
X
mucoso. parto inmediato.
Gestante con episodio de diarrea. Conducta expectante pendiente
X
de evolución.
Gestante que orina a menudo. X La gestante tiene polaquiuria.
Gestante a término con bolsa rota y salida de Las aguas teñidas pueden ser un
X
líquido teñido de meconio. signo de sufrimiento fetal.
Gestante a término con contracciones Puede ser inicio del trabajo de
regulares. X parto, conducta expectante
pendiente de evolución.
Gestante con movimientos fetales Los movimientos fetales son señal
disminuidos. de vitalidad fetal. Tomar azúcar y
X estimular el movimiento
abdominal puede ayudar a
aumentar el movimiento fetal
Anexo No. 4
5. BIBLIOGRAFIA:

 Cutillas R., Signos premonitorios de Parto. Radio NederlandWereldomroep.


Consultado: 29 de noviembre de 2019. disponible en:
http://static.rnw.nl/migratie/www.informarn.nl/salud/cie_arc_maternidad/
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Industrial de Santander. PREPARACION DE LA GESTANTE PARA LA
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