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DIETA 

PARA BAJAR LA TENSIÓN ALTA -


HIPERTENSIÓN
La hipertensión arterial (HTA) es el aumento de la presión arterial de forma
crónica con valores iguales o superiores a 140 mm de Hg (mercurio) de presión
sistólica y 90 mm de Hg de presión diastólica. La HTA es un factor de riesgo
cardiovascular. La presión arterial se puede elevar sin una causa previa
conocida, por algunas enfermedades (endocrinas, renales...) y por el consumo
de algunos fármacos. Otras causas son el abuso de tabaco, el abuso de alcohol,
el estrés, el sobrepeso, la falta de ejercicio... y por seguir una dieta con exceso
de sal.
Numerosos estudios demuestran que reducir la cantidad de sodio en la dieta reduce la presión
arterial. La sal es necesaria en el organismo en pequeñas dosis, pero si se sobrepasa la cantidad
adecuada se puede producir retención de líquidos y aumento de la presión arterial. Necesitamos
1,25 g de sal al día y tenemos que tratar de mantener su ingesta por debajo de los 6 g al día (1
cucharilla de café): 6 g de sal = 2,5 g de sodio = 2.500 mg de sodio.

La sal de los alimentos


La forma más fácil de reducir la sal en la dieta es no añadirla a los alimentos. Los alimentos frescos
suelen tener una concentración de sal mucho más baja que los preelaborados o precocinados.
De mayor a menor contenido, los alimentos más ricos en sal son: cubitos de caldo, sopas
comerciales, bacalao salado, tocino de cerdo, caviar, pizzas, bacón, precocinados (croquetas,
empanadillas...), queso azul, kétchup, jamón serrano, aceitunas, jamón cocido, queso manchego,
patatas fritas comerciales, frutos secos, embutidos...

Importancia del etiquetado


Es muy importante leer bien el etiquetado de los productos para compararlos entre sí y eligir
aquellos con un contenido bajo en sal. Ten en cuenta que los ingredientes se colocan en la lista en
orden descendente de cantidad. Es decir, cuanto antes aparezca la palabra sal en la lista de
ingredientes, mayor proporción contiene. Por ello, es aconsejable escoger los productos en los que
la sal esté hacia el final de la lista.
Otro consejo importante es tratar de elegir siempre alimentos que contengan menos de 0,5 g o 500
mg de sodio por 100 g de producto. Si queremos calcular cuánta sal tiene un producto, debemos
multiplicar la cantidad de sodio por 2,5, ya que un gramo de sodio equivale a 2,5 gramos de sal.

Fármacos con sodio


Las personas que tengan restringido el consumo de sodio también deben saber que algunos
fármacos tienen un alto contenido de este elemento, especialmente aquellos con una presentación
efervescente.

Sustitutos de la sal
Para hacer más sabrosos los platos utiliza especias y hierbas como sustitutos de la sal. Por
ejemplo, cuando prepares una carne puedes emplear laurel, nuez moscada, pimienta, salvia,
tomillo, ajo, cebolla, orégano o romero. En el caso de los pescados, suele irles mejor curry en polvo,
eneldo, mostaza, zumo de limón o pimienta. Y para los vegetales, lo más apropiado es romero,
salvia, eneldo, canela, estragón, albahaca o perejil.

Dieta baja en sal


Junto con la reducción en el consumo de sal, el tratamiento dietético de la HTA consiste en una
dieta rica en verduras, frutas, legumbres, pescado, aceite de oliva y alimentos que contengan poca
grasa. El alcohol y sustancias excitantes como la cafeína producen un aumento de la presión
arterial. Por ello, se aconseja limitar su ingesta:

 Los hombres, menos de 30 g de alcohol diarios; las mujeres, menos de 20 g.

 No más de dos o tres cafés al día.


Y recuerda: los hábitos de vida saludables como el ejercicio, no fumar, el control del peso y una
dieta adecuada te pueden ayudar a controlar la HTA.
Dieta para diabéticos
Introducción
Si tiene diabetes, su cuerpo no puede producir o utilizar la insulina adecuadamente. Esto conduce a
una elevación del nivel de glucosa (azúcar) en la sangre. Una alimentación sana ayuda a mantener
el azúcar de la sangre en un nivel adecuado. Es una parte fundamental del manejo de la diabetes,
ya que controlando el azúcar en la sangre (glucemia) se pueden prevenir las complicaciones de la
diabetes.
Un nutricionista puede ayudarlo a diseñar un plan de comidas específico para usted. Este plan debe
tener en cuenta su peso, medicinas que esté tomando, estilo de vida y otros problemas de salud
que usted pueda tener.

Una alimentación saludable para un diabético incluye

 Limitar alimentos con altos contenidos de azúcar


 Comer porciones pequeñas a lo largo del día
 Prestar atención a cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos consume
 Consumir una gran variedad de alimentos integrales, frutas y vegetales
 Comer menos grasas
 Limitar el consumo del alcohol
 Usar menos sal
DIETA LIQUIDA

Como muchos de ustedes sabrán, la nutrición hospitalaria hace referencia a la alimentación específica
que reciben los pacientes de acuerdo a sus necesidades fisiológicas. En este sentido, la nutrición de cada
paciente debe ser atendida a partir de diferentes tipos de dietas, entre las cuales encontramos la dieta
líquida.

La dieta líquida suele utilizarse en hospitales y clínicas en pacientes con tratamientos pre operatorios o
post operatorios. También son factibles para evitar trastornos digestivos en pacientes con problemas de
masticación o de tipo gastrointestinal.

La dieta líquida se basa estrictamente en la ingesta de sustancias líquidas durante un período de tiempo
determinado. Los líquidos que se utilizan en la dieta pueden ser caldos, gelatina, jugos de fruta,
infusiones y obviamente agua. La cantidad y el tipo de líquido va a depender de la necesidad de
nutrientes que requiere cada paciente en particular, de acuerdo a su enfermedad o tratamiento. Por
ejemplo, en algunos casos también se pueden sumar a la dieta líquida alimentos como el puré, los
batidos y yogures.

En nutrición hospitalaria, cuando se habla de una dieta líquida clara, se hace referencia a la dieta
quirúrgica, en la cual se debe suministrar al paciente estrictamente líquidos claros como el té, el caldo
sin grasa o la gelatina. El objetivo de este tipo de dieta es evitar la deshidratación del paciente y darle de
beber un líquido para saciar su sed.

¿Qué otro fin tiene la dieta líquida?

Además de utilizarse con fines terapéuticos, la dieta líquida se puede utilizar para desintoxicar el
organismo y para tratar la obesidad. Sin embargo, en cada caso el profesional a cargo de elaborar la
dieta debe tomar las precauciones adecuadas.

Hasta acá hemos visto de qué se trata la dieta líquida en nutrición hospitalaria. Si te gustaría aprender
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DIETA BLANDA

La dieta blanda contiene vegetales cocidos no flatulentos,


cereales refinados, carnes blancas y pescados blancos,
etc. Todo ello con cocciones suaves.

Lo que a nivel hospitalario se conoce con el nombre de dieta blanda en realidad no es


una dieta que sea blanda en el sentido literal de la palabra. Es una dieta de fácil
digestión, adecuada para recuperarse tras algún proceso en el que el sistema
digestivo requiere realizar el mínimo esfuerzo para volver a la normalidad.

La dieta blanda evita un exceso de fibra y grasas. Se trata de una alimentación


basada en cocciones fáciles de digerir que incluye cereales refinados, vegetales no
excesivamente fibrosos, carnes magras y pescados blancos, etc.
DIETA HIPOSODICA

Como sabrás un exceso de sal en la alimentación puede elevar la presión


arterial, o aún peor, podemos poner en riesgo nuestra salud, en especial la
del corazón y los riñones. El sodio es necesario para nuestro organismo,
además es uno de los minerales que ayudan a mantener nuestro pH
correcto.

Según los especialistas, la dosis diaria recomendable no debe ser superior


a 3 miligramos, pero esto no siempre es así, sin darnos cuenta, muchas
veces superamos los 10 miligramos y esta medida constituye un nivel
peligroso para quien sea hipertenso.

El sodio atrae el agua y como consecuencia, ocasiona una mayor retención


de líquidos y por consiguiente aumenta el caudal sanguíneo y finalmente
aumenta nuestra tensión arterial. Sabiendo todo esto, el primer paso que
deberemos tomar para prevenir la hipertensión con la alimentación será
vigilar la ingesta de sal, la cual utilizamos en muchos alimentos y además
deberemos vigilar los productos envasados que contienen sodio como
aditivo oculto. Un ejemplo de estos productos serían los alimentos
desecados con sal, como el bacalao o la carne ahumada, los envasados
concentrados como la sopa o las salsas y condimentos como el kétchup y
las mayonesas.

Hay una gran cantidad de combinaciones que se pueden realizar con una
dieta baja en sodio que ayudará a mantenernos sanos y regularán la
hipertensión en el caso de padecerla. Es posible que en principio la comida
no agrade tanto y que se encuentre algo insípida, pero es el mejor
momento para utilizar especias y hierbas que otorgarán a los platos un
gran sabor y salubridad.
Los alimentos bajos en sodio como las verduras, las legumbres, los frutos
secos o las frutas son ideales para realizar una dieta hiposódica. Si tienes
algún problema de hipertensión, es conveniente realizar una dieta baja en
sal para garantizar tu bienestar.

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