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MODELO DE MEJORA Y TRANSFORMACIÓN DE CENTROS EDUCATIVOS

Desde 1989 por medio de un estudio de Rosenhottz se distinguía entre dos culturas
escolares con características propias. Unas eran las “escuelas estancadas” donde los
profesores solían trabajar solos y era raro que se les pidiera ayuda; por consiguiente, los
alumnos presentaban bajos niveles de aprovechamiento escolar. Las otras escuelas eran
denominadas “escuelas en movimiento”, donde los docentes trabajaban más en
colaboración y creían que nunca dejaban de aprender a enseñar, confiaban más en sí
mismos y estaban comprometidos con el perfeccionamiento.
Con esta clasificación se puede hablar de centros favorecedores de la inclusión que exigen
una nueva organización institucional de amparo de un paradigma cultural pluralista que
deberá englobar movimientos como el de las escuelas eficaces, el desarrollo organizativo y
de la mejora escolar.
El movimiento de “Mejora de la Escuela” según murillo (2003) es “la capacidad de la escuela
para incrementar de forma simultánea, el aprendizaje de los alumnos y el desarrollo de la
comunidad escolar”. Este movimiento se basa en los siguientes fundamentos:

 Está centrada en la escuela.


 Implica a todo el personal del centro,
 Construye una comunidad de aprendizaje que incluye a la comunidad escolar en su
conjunto,
 Está guiado por la información obtenida tanto a partir de datos del centro docente
y sus alumnos como de la literatura de investigación,
 Potencia el desarrollo continuo del profesorado,
 Fomenta la capacidad de los alumnos para aprender, y
 Se centra en el análisis de la enseñanza y el currículo y el desarrollo de iniciativas
para mejorarlo.
De acuerdo a lo que dice Murillo (2003) “La lección más importante que podemos recoger
de este movimiento, es que es posible cambiar la educación y una de las estrategias más
eficaces para conseguirlo es mediante la transformación de los centros. Una transformación
que se ocupe de la organización y el currículo, pero, sobre todo, que se centre en la cultura
de la propia escuela.
La construcción de una escuela inclusiva implica una transformación de la cultura y la
organización de los centros educativos. Esa visión transformadora es una visión radical y
política que exige, a su vez, avanzar hacia una pedagogía radical de y a favor de la diferencia.
Para hacer posible la inclusión es importante trabajar desde las tres dimensiones que se
relacionan en la vida de las escuelas: las culturas, las políticas y las prácticas.
Las culturas inclusivas consisten en la creación de una comunidad escolar segura,
acogedora, colaboradora y estimulante, en la que cada uno es valorado, lo que conlleva a
obtener mejores resultados en el aprendizaje. También se refiere al desarrollo de valores
inclusivos, compartidos por todo el personal de la escuela, los estudiantes, los miembros
del consejo escolar y los padres de familia.
Las políticas inclusivas aseguran que la inclusión sea el centro del desarrollo de la escuela.
Las actividades que aumentan la capacidad de una escuela para dar respuesta a la
diversidad del alumnado son denominadas “de apoyo”. Todas las modalidades se agrupan
desde un único marco y tienen como perspectiva el desarrollo de los alumnos.
Las prácticas inclusivas reflejan la cultura y las políticas inclusivas de la escuela. Aseguran
que las actividades en el aula y las actividades extraescolares promuevan la participación
de todo el alumnado y tengan en cuenta el conocimiento y la experiencia adquirida por los
estudiantes fuera de la escuela.
El personal moviliza recursos de la escuela y de las instituciones de la comunidad para
mantener el aprendizaje activo.
Estas dimensiones se dividen en dos secciones, que se centran en un conjunto de
actividades en las que deben comprometerse las escuelas, como una vía para ir mejorando
el aprendizaje y la participación de todo el alumnado.
Secciones de cada dimensión

Dimensión A: Crear CULTURAS inclusivas


1. Construir una comunidad
2. Establecer valores inclusivos

Dimensión B: Elaborar POLÍTICAS inclusivas


1. Desarrollar una escuela para todos
2. Organizar el apoyo para atender a la comunidad

Dimensión C: Desarrollar PRÁCTICAS inclusivas


1. Orquestar el proceso de aprendizaje
2. Movilizar recursos

Los indicadores de cada sección son como una declaración de “aspiraciones” con las que se
compara la situación existente en la escuela para establecer las prioridades de desarrollo.

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