La hernia de hiato es una afección en la cual una porción del estómago sobresale a

través del diafragma hacia el tórax. El diafragma es un músculo grande y delgado que
separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal y ayuda en la respiración. La
apertura a través de la cual el esófago pasa del tórax al abdomen se llama hiato
esofágico. Cuando parte del estómago se desliza o se hernia a través de esta abertura, se
produce una hernia de hiato.

Existen dos tipos principales de hernias de hiato:

1. Hernia de hiato por deslizamiento: Esta es la forma más común de hernia de

hiato. En este caso, la unión gastroesofágica y una porción del estómago se
deslizan hacia arriba a través del hiato esofágico hacia el tórax.
2. Hernia de hiato paraesofágica: En este tipo menos común de hernia de hiato,
la unión gastroesofágica permanece en su lugar, pero una porción del estómago
se hernia a través del hiato esofágico y se ubica junto al esófago. Este tipo de
hernia puede ser más propenso a complicaciones, como la estrangulación, en la
cual el flujo sanguíneo al estómago herniado se ve comprometido.

Las causas exactas de la hernia de hiato no siempre están claras, pero varios factores
pueden contribuir a su desarrollo, como la debilidad de los músculos del diafragma, el
aumento de la presión en el abdomen debido al embarazo, la obesidad, la tos crónica o
el esfuerzo físico intenso, entre otros.

Los síntomas de la hernia de hiato pueden variar desde leves hasta graves e incluir:

 Acidez estomacal (pirosis)

 Regurgitación de alimentos o líquidos
 Dolor en el pecho, que puede confundirse con el dolor de un ataque al corazón
 Dificultad para tragar
 Sensación de plenitud en el abdomen después de comer
 Eructos frecuentes
 Tos crónica

El diagnóstico de la hernia de hiato generalmente se realiza a través de pruebas de

imagen, como la endoscopia, la radiografía con bario o la tomografía computarizada
(TC).

El tratamiento de la hernia de hiato puede incluir cambios en el estilo de vida para

aliviar los síntomas, como evitar las comidas grandes y grasas, evitar acostarse después
de comer, perder peso si es necesario y elevar la cabecera de la cama durante la noche.
En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para reducir la acidez estomacal. En
casos graves o complicados, puede ser necesaria la cirugía para corregir la hernia de
hiato y prevenir complicaciones futuras.