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Franciscanum.

Revista de las ciencias del


espíritu
ISSN: 0120-1468
franciscanum@usbbog.edu.co
Universidad de San Buenaventura
Colombia

CORPAS de POSADA, Isabel


Los ministerios eclesiales en la perspectiva del Concilio Vaticano II: Entre la doctrina y la práctica
Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, núm. 143, 2006, pp. 59-73
Universidad de San Buenaventura
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=343529894005

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los ministerios eclesiales en la
pers ctiva./d et<~ n il ()· Vaticano
11: Entre la doctrina y la práctica

Isabel CaRPAS de POSADA*


Nací antes del Concilio Vaticano 1I, cuando la Iglesia era el mundo de los sacerdo-
tes y ellos eran sus protagonistas. Los otros, los "simples bautizados", asumíamos una
actitud pasiva como receptores de los bienes de la salvación que ellos administraban y
nuestra única responsabilidad consistía en obedecer los mandamientos de la ley de Dios
y de la Iglesia, entre los que se incluía la "práctica" de los sacramentos. Era una visión
dualista y sacral de la realidad, que reducía a las almas y a la otra vida el don de la
salvación. Era, además, la visión de Iglesia que consagró la reforma gregoriana en el
siglo XI y quedó plasmada en el conocido texto de Graciano: "Hay dos géneros de
cristianos, uno ligado al servicio divino (...) está constituido por los clérigos. El otro es
el género de los cristianos al que pertenecen los laicos"l.

La misma visión de la encíclica Vehementer nos que escribió Pío X hace menos de
100 años y en la que la línea divisoria entre los dos sectores de la Iglesia estaba marcada
por el sacramento del orden que confiere a los unos los poderes y la autoridad de los
cuales carecemos los otros: "La Iglesia es una sociedad desigual que comprende dos

Docente de la Facultad de Teología en la Universidad de San Buenaventura, Doctora en Teología de la


Universidad laveriana, asesora de la Conferencia Episcopal de Colombia y miembro activo de los
grupos de investigación.
Duo sllnl genera eizrislianorllm. Esl aulem genliS UllU1Il, qllod mancipalum divino offieio, el dedilum
eOlllemp/alioni el oralioni, ab omni slrepilo lempora/illm eessare eonvenil. ul sllnl clerici. el Deo
devoli. vide/ice! eonversi. ¡nde izlljllsmodi nomines voeanlUr clerici. id est sorti e/eeti. (... ) A/illd vero
est genliS eizristianorum lit SUlU /aici. Graciano. C 7, C. XII, q. 1.
ISABEL CaRPAS DE POSADA
-------------------_._-------
categorías de personas, los pastores y el y de quienes, además, no pueden serlo, o
rebaño; los que ocupan un puesto en los sea, las mujeres. Y, desde entonces, hace
distintos grados de la jerarquía y la mu- unos 5 ó 6 años, he venido recogiendo un
chedumbre de los fieles. Y estas catego- cartapacio de apuntes que están ansiosos
rías son tan distintas entre sí que en el por convertirse en libro y uno de sus ca-
cuerpo pastoral sólo residen el derecho y pítulos, el que trata de la enseñanza del
la autoridad necesaria para promover y Concilio Vaticano II acerca de los ministe-
dirigir los miembros hacia el fin de la so- rios eclesiales es el que voy a compartir
ciedad. En cuanto a la muchedumbre, no con ustedes en este Coloquio de Profeso-
tiene otro deber sino dejarse conducir y, res de la Facultad de Teología de la Uni-
rebaño dócil, seguir a sus pastores"2. versidad de San Buenaventura, Bogotá.

Por eso, aunque estábamos en el He dividido la presente intervención en


postconcilio y, al menos en teoría, tenía- tres momentos: uno, las líneas eclesiológicas
mos la visión de Iglesia y la comprensión trazadas por el Concilio Vaticano II que fun-
de los ministerios que propuso Vaticano damentan la enseñanza sobre los ministe-
II, me tomó por sorpresa la invitación de rios eclesiales, así como la reflexión teológica
la Facultad de Teología de la Universidad y la misma praxis eclesial; dos, un repaso
de San Buenaventura para el curso de "Or- de los documentos del magisterio de la Igle-
den y ministerios": los prejuicios cultura- sia a partir del Vaticano II; y tres, la consta-
les pesaban -y siguen pesando- a la hora tación de la distancia que existe entre la teo-
de abordar un tema que parecía propio de ría y la práctica, constatación que se traduce
los hombres de Iglesia. No obstante, acepté en convicción y esperanza de que sí es po-
la invitación y descubrí que mi contribu- sible, en la Iglesia Comunión, poner en prác-
ción a la reflexión sobre los ministerios tica los ministerios ordenados y no ordena-
eclesiales aportaba la perspectiva de quie- dos al servicio de la comunión y la misión
nes no son sacerdotes, es decir, ellaicado, de la Iglesia.

Líneas eclesiológicas del Concilio Vaticano 11

La reflexión que el Nuevo Testamen- retomada por la eclesiología de la segunda


to hiciera de la experiencia eclesial fue mitad del siglo XX, principalmente por

Pío X. Encíclica Vehementer IIOS 17

60
Los MINISTERIOS ECLESIALES EN LA PERSPECTIVA DEL CONCILIO VATICANO Il...

o autores como De Lubac 3 , Congar4 , maba, también, la común vocación a la


5 6 7
:e Semmelroth , Rahner y Schillebeeckx , santidad y la igual dignidad de todos los
III quienes señalaron, de una y otra manera, cristianos en la diversidad de funciones.
)s que la Iglesia prolonga en la historia la sal-
a- vación de Cristo, sacramento de salvación. Fue así como el Concilio Vaticano II,
el Los teólogos recordaron también que la respondiendo a las circunstancias sociocul-
e- Iglesia del Nuevo Testamento, comunidad turales de la segunda mitad del siglo XX,
tir de los consagrados por el Espíritu Santo y acogió el aporte de los teólogos y volvió la
0- Cuerpo de Cristo, se entendió a sí misma mirada hacia los orígenes de la Iglesia para
n- como pueblo sacerdotal y nuevo pueblo revisar la tipología de Iglesia que, al paso
de Dios. del tiempo, se había ido desarrollando. Y
tomó partido por una eclesiología de sig-
en Esta auto comprensión de la Iglesia no comunitario que formuló en la visión
:as pretendía complementar la eclesiología del de la Iglesia como pueblo de Dios (Cf. LG
lll- Cuerpo Místico elaborada por el papa Pío 9), pueblo sacerdotal, profético y real, y
:te- XII en la encíclica Mystici Corporis, fun- en la imagen de la Iglesia como sacramen-
jca damentándose en la imagen paulina del to, es decir, signo e instrumento de la unión
aso cuerpo místico con el fin de responder del género humano entre sí y con Dios
­el~ teológicamente al compromiso de los lai- (Cf. LG 1) Y como sacramento universal
,ta- cos en la Europa de la década anterior al de salvación (GS 45). Vale decir, Iglesia
:eo- Concilio. Este modelo eclesiológico des- Comunión, que fue la idea central del Con-
uce tacaba lo que es común a todos los cris- cilio, como lo reconocieron los obispos re-
po- tianos -la consagración bautismal- y al unidos en el Sínodo Extraordinario de 1985
rác- reconocerse la Iglesia como pueblo sacer- con motivo de los veinte años de este acon-
­an~ dotal, afirmaba el sacerdocio común de los tecimiento eclesial:
,ión fieles -sacerdocio bautismal- como ante-
rior al sacerdocio ministerial. Así, la vi- La eclesiología de comunión es la
sión de la Iglesia como pueblo de Dios, idea central del Concilio. La
pueblo sacerdotal, profético y real, afir- koinonía-comunión, fundada en

mda
DE LUBAC. H. Meditación sobre la Iglesia. Bilbao: DDB, 1958
por
CONGAR, Y.M-J. Jalones para una teología del laicado. Barcelona: Estela, 1965
SEMMELROTH, O. La Iglesia como sacramento original. San Sebastián: Dinor, 1963
RAHNER, K. La Iglesia y los sacramentos. Barcelona: Herder, 1964
SCHILLEBEECKX, E. Cristo, sacramento del encuentro con Dios. San Sebastián: Dinor, 1963
ISABEL CaRPAS DE POSADA

la Sagrada Escritura, ha sido muy Desde esta interpretación de la Igle-


apreciada en la Iglesia antigua y sia, el bautismo es la razón de ser de la
en las Iglesias orientales hasta consagración y la misión, por lo cual la
nuestros días. Por esto el Concilio comunidad de los bautizados es anterior
Vaticano II ha realizado un gran a quienes ejercen en ella un ministerio,
esfuerzo para que la Iglesia en superando también cualquier dualismo y
cuanto comunión fuese compren- afirmando la unión de clérigos y laicos
dida con mayor claridad y concre- en una misma fidelidad a la vocación cris-
tamente traducida en la vida prác- tiana y a la misión de la Iglesia. Por eso,
tica. ¿Qué significa la compleja para la eclesiología del Vaticano n, la con-
palabra comunión? Se trata funda- sagración bautismal fundamenta la parti-
mentalmente de la comunión con cipación "en la misión de todo el pueblo
Dios por medio de Jesucristo en el cristiano en la Iglesia y en el mundo" (LG
Espíritu Santo. Esa comunión tie- 31), misión que el Concilio identifica como
ne lugar en la palabra de Dios y la triple función sacerdotal, profética y
en los sacramentos8 . real de Cristo.

la doctrina acerca de los ministerios eclesiales desde el Concilio


Vaticano 11 hasta el momento actual

La interpretación de la Iglesia como rios ordenados y que no dependen del sa-


la comunidad de los bautizados y no sólo cramento del orden, bien sea porque de él
como la jerarquía, tenía que replantear la derivan o porque permiten acceder a él.
interpretación de los ministerios eclesiales
y, consiguientemente, tenía que traducirse Los siguientes son los pronuncia-
en la praxis eclesial. Ahora bien, el Concilio mientos del magisterio eclesial acerca de
mismo no dio un paso significativo en la los ministerios: pronunciamientos de la
renovación de los ministerios eclesiales pero enseñanza conciliar, en primer lugar, y
sí fundamentó y motivó algunas reformas, pronunciamientos de Pablo VI y Juan
pero, sobre todo, hizo posible hablar de Pablo n enmarcados en las líneas traza-
otros ministerios, distintos de los ministe- das por Vaticano n.

Relación final del Sínodo Extraordinario de Obispos de 1985. Cita tomada de CL 18 y EE 34


Los MINISTERIOS ECLESIALES EN L\ PERSPECTIVA DEL CONCILIO VATICANO /l...

Igle- El sacerdocio común y el sacerdocio tos, el testimonio de la fe y el ejercicio de


de la ministerial en la Constitución Lumen la caridad.
ualla Gentium del Concilio Vaticano JI
¡terior Por otra parte, como antes lo anotaba
;terio, Aunque el Concilio Vaticano 11 sólo a propósito de la perspectiva ecl sioló~ica
,mo y se refirió a los ministerios eclesiales tradi- del Vaticano 11, la consagración bautismal
laicos cionales de obispo, presbítero y diácono, fundamenta la participación "en la misión
n cris- perfilando su identidad y misión en la cons- de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y
)r eso, titución dogmática sobre la Iglesia Lumen en el mundo" (LG 31). Esta misión de todo
acon- Gentium (LG 25-29), Y dedicando sendos el pueblo de Dios, el Concilio la identificó
parti- decretos al ministerio de obispos9 y pres- con la triple función de Cristo: la función
meblo bíteros lO , las líneas eclesiológicas traza- sacerdotal, en cuanto consagrados a Cris-
)"(LG das por Vaticano 11 abrieron la puerta a to, bautizados y bautizadas consagramos
lcomo una renovación de los ministerios eclesiales a Dios el mundo (LG 34); la función
;tica y desde la autocomprensión de la Iglesia profética, por la cual somos constituidos
como sacramento y pueblo de Dios. Pero en testigos para anunciar con fidelidad las
su aporte más significativo fue el recono- maravillas del amor de Dios y denunciar el
cer que la Iglesia es toda ella ministerial al pecado como atropello contra los seres
haber introducido el tema del sacerdocio humanos (LG 35); la función real, como
común en el capítulo sobre el pueblo de participación en la realización del reino de
Dios: "los bautizados son consagrados Dios (LG 36).
del sa- como casa espiritual y sacerdocio santo
le de él por la regeneración y por la unción del La reforma del diaconado
a él. Espíritu Santo" (LG 10) subrayando la
diferencia esencial y no sólo de grado Un cambio significativo en los ministe-
mncia- entre el sacerdocio común de los fieles y rios eclesiales ocurrió durante el Concilio Va-
:ercade el sacerdocio ministerial, pues cada uno ticano TI. Fue el restablecimiento del diaconado
)s de la "participa de forma peculiar del único como grado permanente de la jerarquía en la
lugar, y sacerdocio de Cristo" (Ibídem). Y preci- Iglesia latina que la constitución Lumen
y Juan só el Concilio que este sacerdocio común Gentium había ordenado (Cf. LG 29) Yque el
1Straza- es ejercido por medio de los sacramen- papa Pablo VI reglamentó en el motu proprio

Decreto Christlls Dominlls


\ 34 Decreto Presbyterorllm Ordinis
,--------------------_._--
ISABEL CaRPAS DE POSADA

Sacrum Diaconatus Ordinem (1967). Años en los ministerios eclesiales. Fue la refor-
después, la Congregación para el Clero pu- ma de las órdenes menores que habían
blicó el Directorium Pro Ministerio et Vita existido en la Iglesia como etapas o esca-
Diaconorum Permanentium (1998) y la lones de ascenso en el itinerario hacia el
Congregación para la Educación Católica, sacerdocio. El motu proprio de Pablo VI
por su parte, las normas para la formación Ministeria Quaedam (1972) redujo dichas
de los diáconos permanentes en la Ratio órdenes menores, que eran cuatro, a los
fundamentalis institutionis diaconorum ministerios de acólito y lector con autono-
permanentorum (1998). mía y estabilidad, aunque únicamente para
los varones. Con esta disposición, no sólo
La reforma del rito de ordenación se introdujo un cambio en el número sino
en su denominación y sentido, pues pasa-
También durante el Concilio se pro- ron de llamarse "órdenes" a llamarse "mi-
dujo otra reforma. Fue un nuevo rito de nisterios" y su colación, en lugar de lla-
ordenación de obispos, presbíteros y marse "ordenación", se llamó "institución".
diáconos aprobado por Pablo VI en la Además, quienes reciben estos ministerios
constitución apostólica Pontificalis Roma- permanecen en el estado laical, mientras
no Recognitio (1968) que definía la mate- quienes recibían las órdenes menores en-
ria y la forma del rito de las ordenaciones traban a pertenecer al estado clerical 11 • En
en la imposición de manos y la oración lo que no hubo cambio fue en que tanto
consecratoria, reforma que refleja la nue- quienes recibían las órdenes menores
va perspectiva ministerial del sacramento como quienes actualmente reciben los mi-
y que modificaba la definición tridentina, nisterios de acólito y lector eran y siguen
de perspectiva sacerdotal y sacrificial, en siendo únicamente varones.
la que la materia era la entrega del cáliz y
la patena y la forma eran las palabras con Los ministerios diversificados
que el obispo entregaba dichos instrumen-
tos para el sacrificio. Un paso más en la renovación de los
ministerios eclesiales fue el que dio el papa
La reforma de las órdenes menores y Pablo VI, en la exhortación Evangelii
la creación de los ministerios Nuntiandi (1975), al enumerar los agentes
instituidos responsables de la evangelización. Después
de señalar que la Iglesia toda es misionera y
Un tercer cambio, también muy sig- de mencionar las responsabilidades del papa,
nificativo, se produjo a raíz del Concilio los obispos, los sacerdotes, los religiosos,

11 Cf. ARNAU. R. Orden y ministerios. Madrid:. BAC. 1995. p. 291


Los MINISTERIOS ECLESIALES EN LA PERSPECTIVA DEL CONCILIO VATICANO /l...
.,.-~

da refor- los seglares, la familia y los jóvenes en la ción, la vida y el crecimiento de


e habían tarea evangelizadora de la Iglesia (Cf. EN la Iglesia y para su capacidad
lS o esca-
59-72), se detuvo en los ministerios de irradiarse en torno a ella y
) hacia el
diversificados que pueden ejercer los laicos hacia los que están lejos (EN 73).
Pablo VI
¡jo dichas y propuso la primera lista de ministerios dis-
fro, a los tintos del acolitado y lectorado: las "razones fundamentales" para no
nautono- ordenar a las mujeres
[ente para Los seglares también pueden
í, no sólo sentirse llamados o ser llamados En el mismo año, el papa Pablo VI,
nero sino
a colaborar con sus Pastores en fijó la doctrina sobre la ordenación de las
.ues pasa-
larse "mi- el servicio de la comunidad mujeres al expresar la posición de la Igle-
ar de lla- eclesial, para el crecimiento y la sia Católica en una carta al Arzobispo de la
¡titución". vida de ésta, ejerciendo minis- Iglesia Anglicana:
linisterios terios muy diversos, según la
mientras gracia y los carismas que el Se- No es admisible ordenar mujeres
:nores en-
ñor quiera concederles. (oo.) Ta- para el sacerdocio, por razones
lea}!!. En
les ministerios, nuevos en apa- verdaderamente fundamentales.
que tanto
,menores riencia pero muy vinculados a Tales razones comprenden: el
en los mi- experiencias vividas por la Igle- ejemplo, consignado en las Sagra-
[y siguen siaa lo largo de su existencia - das Escrituras, de Cristo que es-
catequistas, animadores de la cogió sus Apóstoles sólo entre
oración y del canto, cristianos varones; la práctica constante de
s consagrados al servicio de la la Iglesia, que ha imitado a Cris-
palabra de Dios o a la asistencia to, escogiendo sólo varones; y su
ión de los
de los hermanos necesitados, viviente Magisterio, que coheren-
lío el papa
Evangelii jefes de pequeñas comunidades, temente ha establecido que la ex-
os agentes responsables de movimientos clusión de las mujeres del
1.Después apostólicos u otros responsables- sacerdocio está en armonía con el
Ilisionera y son preciosos para la implanta- plan de Dios para su Iglesia 12 •
~delpa,
Jeligiosos,

...........................................
PABLO VI. Carta del Arzobispo de Cantórbery, Dr. F. D. Coogan, el 30 noviembre de 1975. Citada
en OS l
ISABEL CaRPAS DE POSADA
----------"._-------------"
Pero como la ordenación de mujeres (Ibídem); en segundo lugar, que si Jesús
seguía siendo motivo de discusión, Pablo no llamó a ninguna mujer a formar parte
VI encargó a la Congregación para la Doc- de los Doce, no se debía a condicio-
trina de la Fe una exposición doctrinal que namientos culturales (Cf. II 2); en tercer
aprobó y ordenó publicar en la declara- lugar, que María no fue "llamada a entrar
ción Inter Insigniores (1976) y en la que el al Colegio de los Doce" (II 3) y que, "a
argumento eran las mismas "razones ver- pesar de su papel tan importante en el
daderamente fundamentales" de la carta al momento de la Resurrección, la colabora-
Arzobispo de Cantórbery: el ejemplo de ción de la mujer no llega, para San Pablo,
Cristo que sólo escogió hombres como hasta el ejercicio del anuncio oficial y pú-
apóstoles, la tradición de la Iglesia, que ha blico del mensaje, que queda en la línea
imitado a Cristo; y el magisterio, que ha exclusiva de la misión apostólica"
establecido que la exclusión de las muje- (Ibídem); por último, que las prescripcio-
res al sacerdocio está en armonía con el nes paulinas referentes a las mujeres, como
plan de Dios para la Iglesia, subrayando el uso del velo, son de orden disciplinar y
en la Introducción de la carta que la Igle- ya no tienen valor normativo, mientras que
sia, "por fidelidad al ejemplo de su Señor, la prohibición de hablar en la asamblea
no se considera autorizada a admitir a las "está ligada al plan divino de la creación"
mujeres a la ordenación sacerdotal" (II, (II 4). Y el otro argumento, que calificó
Introducción). como enseñanza constante de la Iglesia,
fue que "el obispo o el sacerdote en el ejer-
La declaración de Pablo VI también cicio de su ministerio no actúa en nombre
argumentaba, en primer lugar, que la prác- propio, in persona propria; representa a
tica de no admitir que las mujeres pudie- Cristo que obra a través de él" (II 5), par-
ran recibir válidamente la ordenación sa- ticularmente en la eucaristía, cuando ac-
cerdotal "gozaba de la condición de túa "in persona Christi, haciendo las ve-
posesión pacífica y universal" (II 1) y que ces de Cristo" y "no habría esa 'semejanza
"la tradición de la Iglesia ha sido tan firme natural' que debe existir entre Cristo y su
a lo largo de los siglos que el magisterio ministro si el papel de Cristo no fuera asu-
no ha sentido la necesidad de intervenir" mido por un hombre" (Ibídem).
Los MINISTERIOS ECLESIALES EN LA PERSPECTIVA DEL CONCILIO VATICANO l/...

esús los ministerios que derivan del bautismo y la confirmación y los


!arte ministerios derivan del sacramento del orden
cio-
:rcer Acerca de los ministerios hubo un precisó que, por el don del Espíritu Santo,
l1trar nuevo pronunciamiento eclesial en la VII bautizados y bautizadas conformamos la
,~ "a Asamblea General de los Obispos de 1987, comunión eclesial que se configura como
m el en la que los padres sinodales pidieron "comunión orgánica caracterizada por la
Jora- mayor claridad sobre las palabras ministe- simultánea presencia de la diversidad y de
ablo, rio, deber y oficio. En esta ocasión, defi- la complementariedad de las vocaciones y
y pú- nieron el ministerio instituido como "ser- condiciones de vida, de los ministerios, de
línea vicio que debe ejercerse en nombre y con los carismas y de las responsabilidades"
lica" la autoridad de la Iglesia, establemente aun- (CL 20), todos los cuales "existen en la
pcio- que no necesariamente perpetuo, implican- comunión y para la comunión" (Ibídem).
:omo do una particular participación en la triple
nar y función de Cristo"l3 . Los padres sinodales En cuanto a los ministerios, escribió
lsque también pidieron la revisión del motu Juan Pablo que son, todos, "participación
nblea proprio Ministeria Quaedam con el fin de en el ministerio de Jesucristo" (CL 21).
ción" establecer "los criterios según los cuales Unos derivan del sacramento del orden por
Jificó han de ser elegidos los destinatarios de cada el cual los ministros ordenados reciben "la
~lesia, ministerio"14 y recomendaron respetar los autoridad y el poder sacro para servir la
1ejer- principios teológicos, "en particular la di- Iglesia in persona Christi capitis (personi-
Jmbre ferencia esencial entre el sacerdocio mi- ficando a Cristo Cabeza)" (Ibídem). Los
atn~ a nisterial y el sacerdocio común y, por con- otros ministerios derivan del bautismo y la
), par- siguiente, la diferencia entre los ministerios confirmación y son ejercidos por los lai-
io ac- derivantes del orden y los ministerios que cos, quienes "en virtud de su condición
as ve- derivan de los sacramentos del bautismo bautismal y de su específica vocación par-
y de la confirmación" (CL 23). ticipan en el oficio sacerdotal, profético y
ejanza
real de Jesucristo, cada uno en su propia
o y su
y la exhortación apostólica postsi- medida" (CL 23). Por eso el Papa reco-
asu-
nodal Christifideles Laici (1988), en la mendaba a los pastores "reconocer y pro-
perspectiva de la eclesiología de comunión, mover los ministerios, oficios y funciones

SINODO DE OBISPOS DE 1987. Proposición 18. Vida Nueva 160617 (1987). p. 60


Ibídem. Proposición 2
IS,IBEL CaRPAS DE POSADA

de los fieles laicos que tienen su funda- cuanto "es en el misterio de la Iglesia, como
mento sacramental en el bautismo y la misterio de comunión trinitaria en tensión
confirmación y, para muchos de ellos, misionera, donde se manifiesta toda iden-
además en el matrimonio" (CL 23). tidad cristiana y, por tanto, también la iden-
tidad específica del sacerdote y de su mi-
El sacerdocio como servicio y nisterio" (PDV 12). Por lo cual, concluía,
ministerio
No se puede definir la naturale-
Obviamente, el tema de los ministe- za y la misión del sacerdocio mi-
rios eclesiales volvió a aparecer en la VIII nisterial si no es bajo este multi-
Asamblea General Ordinaria del Sínodo de forme y rico conjunto de
los Obispos de 1990, dedicada a la forma- relaciones que brotan de la San-
ción de los sacerdotes, con la intención de tísima Trinidad y se prolongan en
poner en práctica la doctrina conciliar so- la comunión de la Iglesia, como
bre este tema, veinticinco años después signo e instrumento, en Cristo,
del Concilio y en un nuevo contexto histó- de la unión con Dios y de la uni-
rico y cultural. dad de todo el género humano
(Cf. LG 1). Por ello, la eclesio-
El papa Juan Pablo II recordó en el logia de comunión resulta deci-
documento postsinodal Pastores Dabo siva para descubrir la identidad
Vobis (1992) que la II Asamblea General del presbítero, su dignidad ori-
Ordinaria de 1971 había expuesto la doc- ginal, su vocación y su misión en
trina sobre el sacerdocio ministerial y so- el pueblo de Dios y en el mundo
bre algunos aspectos de la espiritualidad y (PDV 12).
del ministerio sacerdotal (Cf. PDV 3), y
que el Sínodo de 1990 se había ocupado También el papa Juan Pablo destacó
principalmente de la formación de los pres- en el mismo documento que "el sacerdocio
bíteros "para celebrar y vivir el sacramen- de Cristo, expresión de su absoluta 'nove-
to del orden" (PDV 3). dad' en la historia de la salvación, consti-
tuye la única fuente y el paradigma insus-
y para fundamentar teológicamente el tituible del sacerdocio del cristiano y,en
ministerio de los presbíteros, el Papa re- particular, del presbítero" (PDV 12), par-
cordó la exhortación Christifideles Laici, ticularidad que consiste en que "los pres-
que, sintetizando la enseñanza conciliar, bíteros son, en la Iglesia y para la Iglesia,
había presentado la Iglesia "como miste- una representación sacramental de Jesu-
rio, comunión y misión" (PDV 12), por cristo, Cabeza y Pastor" (PDV 15) y que,
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Los MINISTERIOS ECLESMLES EN LA U...
PERSPECTIVA DEL CONCILIO VATICANO

~mo "en virtud de la consagración sacramental a la comunidad anunciadora y testigo del


sión y de la configuración con él, Cabeza y evangelio (Cf. PDV 16).
den- Pastor de la Iglesia" (PDV 25), el presbí-
den- tero ejerce un triple ministerio: la Palabra, En cuanto a la relación y diferencia
ITll- el sacramento y el servicio de la caridad del sacerdocio ministerial, conferido por
luía, (Cf. PDV 26) como ministro de la Palabra el sacramento del orden, y el sacerdocio
de Dios; en la celebración de los sacra- común, el documento postsinodal recor-
le- mentos; y animando y guiando la comuni- dó que "aunque diferentes esencialmente
:ri- dad eclesial (Cf. PDV 17). entre sí y no sólo en grado (Cf. LG 10)
ti- están recíprocamente coordinados, deri-
de Si bien estos planteamientos ofrecen vando ambos --de manera diversa- del
ln- la tradicional perspectiva sacerdotal, tam- único sacerdocio de Cristo" (PDV 17).
en bién es explícita la perspectiva ministerial,
no por ejemplo, al precisar que el sacerdote la Iglesia definitivamente no admite
to, ministro es servidor de Cristo porque par- que las mujeres puedan recibir la
ni- ticipa en la unción y en la misión de Cris- ordenación sacerdotal
no to, prolongando en la Iglesia su acción
io- salvífica; servidor de la Iglesia misterio Otro pronunciamiento a propósito de
ci- porque realiza los signos eclesiales y los ministerios eclesiales fue la carta
lad sacramentales de la presencia de Cristo Ordinatio Sacerdotalis (1994), en la que
lri- resucitado; servidor de la Iglesia porque el papa Juan Pablo declaró en forma de-
en -unido al obispo y en estrecha relación con finitiva la exclusión de la mujer de los mi-
ldo el presbiterio- construye la unidad de la nisterios ordenados aduciendo las "razo-
comunidad eclesial en la armonía de las nes fundamentales" que Pablo. VI había
diversas vocaciones, carismas y servicios; planteado y que ya antes había repetido
stacó servidor de la Iglesia misión porque hace en Mulieris Dignitatem 15 y Christifideles
dacio
nove-
onsti- 15 Cristo, llamando como apóstoles suyos sólo a hombres, lo hizo de un modo totalmente libre y
nsus- soberano. Y lo hizo con la misma libertad con que en todo su comportamiento puso en evidencia la
dignidad y la vocación de la mujer, sin amoldarse al uso dominante y a la tradición avalada por la
y, en legislación de su tiempo. Por lo tanto, la hipótesis de que haya llamado como apóstoles a unos
, par- hombres, siguiendo Ja mentalidad difundida en su tiempo, no refleja completamente el modo de obrar
de Cristo (... ) En la eucaristía se expresa de modo sacramental el acto redentor de Cristo Esposo en
pres- relación con la Iglesia Esposa. Esto se hace transparente y unívoco cuando el servicio sacramental de
,aisel~ la eucaristía ---en la que el sacerdote actúa in persona Christi- es realizado por el hombre. Esta es una
explicación que confirma la enseñanza de la declaración Illter Insigniores, publicada por disposición de
Jesu- Pablo VI, para responder a la interpelación sobre la cuestión de la admisión de las mujeres al sacerdocio
y que, ministerial (MD 26).
ISABEL CORPAS DE POSADA

Laid 6 : Cristo sólo llamó hombres como función que habría podido ser ejercida
apóstoles y la Iglesia ha imitado a Cristo al después por cualquier miembro de la Igle-
no admitir que las mujeres recibieran la or- sia, sino que fueron asociados especial e
denación sacerdotal (Cf. OS 1-3), califican- íntimamente a la misión del mismo Verbo
do esta práctica como "designio eterno de encarnado" (Ibídem). También aducía el
Dios" (OS 2) Y"norma perenne" (Ibídem). Papa que "los Apóstoles hicieron lo mis-
mo cuando eligieron a sus colaboradores"
El planteamiento central de la carta es (Ibidem) y que "en esta elección estaban
el siguiente: incluidos también aquéllos que, a través
del tiempo de la Iglesia, habrían continua-
La ordenación sacerdotal. me- do la misión de los Apóstoles de represen-
diante la cual se transmite la fun- tar a Cristo" (Ibídem).
ción confiada por Cristo a sus
Apóstoles, de enseñar, santificar Al final de la carta, el Papa cuestionó
y regir a los fieles, desde el prin- las opiniones de quienes consideraban dis-
cipio ha sido reservada siempre cutible o atribuían valor meramente disci-
en la Iglesia Católica exclusiva- plinar a la decisión de la Iglesia de no ad-
mente a los hombres (OS 1). mitir a las mujeres a la ordenación, a pesar
de que la doctrina sobre la ordenación
Para declarar que "la Iglesia no se sacerdotal pertenecía a la Tradición cons-
considera autorizada a admitir a las muje- tante y universal de la Iglesia y recordada
res a la ordenación sacerdotal" (OS 2), el por el magisterio eclesial en recientes do-
papa Juan Pablo recordó que la llamada a cumentos, declarando en forma definitiva:
los apóstoles "fue hecha según el designio
eterno de Dios" (OS 2) Y que "la Iglesia En virtud de mi ministerio de
ha reconocido siempre como norma pe- confirmar en la fe a los herma-
renne el modo de actuar de su Señor en la nos (oo.) y con el fin de alejar toda
elección de los doce hombres, que él puso duda sobre una cuestión de gran
como fundamento de su Iglesia" (Ibídem) importancia, que atañe a la mis-
porque "ellos no recibieron solamente una ma constitución divina de la Igle-

16 En la participación en la vida y en la misión de la Iglesia, la mujer no puede recibir el sacramento del


orden; ni, por tanto, puede realizar las funciones propias del sacerdocio ministerial. Es esta una
disposición que la Iglesia ha comprobado siempre en la voluntad precisa -totalmente libre y soberana-
de Jesucristo, el cual ha llamado solamente a varones para ser sus apóstoles (eL 51).
~~~~~
Los MINISTERIOS ECLESIALES EN LA
..,-~
PERSPECTIVA DEL CONCILIO VATICANO n...

tcida sia (... ) declaro que la Iglesia no senta los ministerios eclesiales en clave de
.Igle- tiene en modo alguno la facultad comunión: los obispos como "promotores
cial e de conferir la ordenación sacer- de comunión" (EA 36), los presbíteros
Verbo dotal a las mujeres, y que este como "signo de unidad" (EA 39) y, al re-
Cía el dictamen debe ser considerado cordar los ámbitos en los que se realiza la
)mis- como definitivo por todos los fie- vocación de los laicos -el de las realidades
lores" les de la Iglesia (OS 4). temporales, que están llamados a ordenar
Itaban según la voluntad de Dios (Cf. LG 31) y el
través Pero como el debate no había queda- que podría llamarse "intraeclesial" -escri-
tinua- do cerrado, un año después el entonces bió sobre este último las siguientes palabras
cardenal Ratzinger publicó la "Respuesta de que recogen y sintetizan la enseñanza de
resen-
la Congregación para la Doctrina de la Fe a los documentos anteriores:
la duda acerca de la doctrina contenida en
la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis" Muchos laicos en América sienten
stionó
para aclarar que la declaración del Papa era el legítimo deseo de aportar sus
mdis-
definitiva e infalible y que todos los fieles talentos y carismas a la construc-
disci-
estaban obligados a aceptarla, no propia- ción de la comunidad eclesial como
no ad-
mente porque hubiera definido una doctri- delegados de la Palabra, catequis-
[pesar
na infalible sino porque las palabras del Papa tas, visitadores de enfermos o de
lación
se referían a una doctrina de suyo infalible. encarcelados, animadores de gru-
. cons-
pos etc. Los padres sinodales han
ad r~
Los diversos ministerios como manifestado el deseo de que la
:es do- Iglesia reconozca algunas de es-
camino de comunión
nitiva: tas tareas como ministerios laicales,
y el último pronunciamiento eclesial fundados en los sacramentos del
) de en relación con los ministerios eclesiales, bautismo y la confirmación, dejan-
ma- y también en la perspectiva de la do a salvo el carácter específico de
tada eclesiología de comunión, fue la exhorta- los ministerios propios del sacra-
gran ción apostólica postsinodal Ecclesia in mento del orden (oo.) y evitando,
mis- America (1999), que, acogiendo la ense- sin embargo, una posible confusión
Igle- ñanza conciliar y una de las proposiciones con los ministerios ordenados y con
del Sínodo, proclamó la Iglesia, como sa- las actividades propias del sacra-
cramento de comunión. mento del orden, a fin de distin-
3ento del guir bien el sacerdocio común de
esta una Desde esta perspectiva, en el capítulo los fieles del sacerdocio ministe-
oberana-
que traza el carnino para la comunión, pre- rial (EA 44).
ISABEL CaRPAS DE POSADA

Entre la doctrina y la pr~íctia eclesial

Hasta aquí lo que dicen los documentos de los que habló Evangelii Nuntiandi y
del magísterio publicados durante y después Christifideles Laici fundamentó en el bau-
del Concilio Vaticano II acerca de los ministe- tismo y la confirmación y, en algunos ca-
rios eclesiales. Sus propuestas, hay que reco- sos, en el matrimonio, con mucha frecuen-
nocerlo, son francamente innovadoras con cia quienes los ejercen no pasan de ser
respecto a anteriores documentos que, por auxiliares de los sacerdotes. En cuanto al
razones de tipo histórico, estaban enmarcados lugar de las mujeres en la Iglesia, no puede
en la perspectiva sacerdotal. haber distancia entre la teoría y la práctica,
ya que la discusión quedó definitivamente
En la práctica, por el contrario, los cerrada y tendremos que seguir excluidas
cambios no son tan evidentes. Porque la de la ordenación y, por consiguiente, de su
verdad es que, aunque el Concilio propuso organización jerárquica.
la perspectiva ministerial en lugar de la pers-
pectiva sacerdotal como clave de interpre- Por otra parte, los laicos no hemos
tación de los ministerios eclesiales, segui- asumido nuestra responsabilidad en la cons-
mos hablando de sacerdotes y seguimos trucción de la comunión eclesial que el Con-
considerándolos personas sagradas. Tam- cilio Vaticano II y los documentos poste-
bién creo que, a pesar de que el Concilio y riores nos mostraron: seguimos recibiendo
los documentos posteriores no hablan de los bienes de la salvación que la jerarquía
los ministerios ordenados en términos nos administra y a la que algunos respetan
cultuales ni los consideran dignidades, se- y otros tantos desprecian. Probablemente
guimos pensando que obispos, presbíteros porque a los laicos nos resulta más cómo-
y diáconos se ordenan para ejercer funcio- do asumir una actitud pasiva que vivir el
nes cultuales y consideramos que quienes compromiso bautismal y ejercer la misión
los ejercen ocupan grados superiores y sacerdotal, profética y real. 0, a lo mejor,
jerárquicamente ordenados. Además, los lla- porque el clero no nos ha dado espacio para
mados ministerios instituidos -lector y acó- hacer oír nuestras voces. En últimas, por-
lito- que Ministeria Quaedam estableció que los laicos no nos sentimos Iglesia ni la
como ministerios permanentes, siguen sien- jerarquía, en la práctica, nos lo permite.
do escalones de ascenso para la ordena-
ción sacerdotal. Y aunque comienzan a to- Pero desde las líneas eclesiológicas tra-
mar forma los ministerios diversificados, zadas por Vaticano II y desde el reconoci-
Los MINISTERIOS ECLESIALES EN LA PERSPECTIVA DEL CONCILlO VATICANO l/...

miento de que en la primera comunidad no ministerio supone un carisma o don del


existía una organización jerárquica ni figu- Espíritu para la construcción de la comuni-
ras sacerdotales, tengo la convicción y la dad, y carismas y ministerios se ejercitan
rndi y
esperanza de que hombres y mujeres, jerar- como participación personal en la misión
:1 bau-
quía y laicado, podemos asumir nuestra res- de la Iglesia: en la comunión y para la co-
.os ca-
ponsabilidad de bautizados y bautizadas en munión. Ahora bien, los ministerios supo-
~cuen­
la comunión eclesial y en la realización de la nen el reconocimiento de la comunidad, en
de ser
misión de la Iglesia en el mundo, que es anun- la persona del obispo, que confiere una res-
mto al
ciar con hechos y palabras la verdad del amor ponsabilidad en la misión común: unas ve-
puede
de Dios que es comunión, al mismo tiempo ces como un ministerio ordenado y otras
'áctica,
que abrimos a la comunión con Dios y a la como un ministerio diversificado según las
nnente
comunión fraterna que son las dos dimen- necesidades concretas, pero siempre como
cluidas
siones inseparables de la Iglesia-Comunión: expresión de la ministerialidad de toda la
:, de su
"comunión de los cristianos con Cristo y co- Iglesia y de su servicio a la comunión con
munión de los cristianos entre sí" (CL 19). Dios y a la comunión fraterna.

hemos
En esta comunidad convocada y en- Los nuevos caminos que se abren
lacons-
viada, los ministerios eclesiales están al ser- para los ministerios eclesiales en la Igle-
elCon-
o

vicio de la comunión. Comunión que se sia que es toda ella ministerial, no pueden
; poste-
configura, al decir de Christifideles Laici, entenderse -y menos aún vivirse- como
ibiendo
como "comunión orgánica caracterizada dignidades ni en función de un poder o
~ra quí
por la simultánea presencia de la diversidad autoridad que confiere el sacramento del
'espetan
y de la complementariedad de las vocacio- orden sino como servicio a la comuni-
Iemente
nes y condiciones de vida, de los ministe- dad. Tampoco pueden ofrecer segurida-
s cómo-
rios, de los carismas y de las responsabili- des tanto a quienes los ejercen como a
vivir el
~<:¡, dades", todos los cuales "existen en la quienes se benefician de las funciones que

tfu:;~ ' comunión y para la comunión" (CL 20).


Porque en la Iglesia, que es carismática y
realizan. Estos nuevos caminos permiten
vislumbrar, no sólo en los documentos
ciopara
ministerial, el Espíritu distribuye sus dones sino en la praxis eclesial, ministerios pro-
as, por-
y carismas para el bien de toda la comuni- bablemente distintos del ministerio orde-
sia ni la
dad y la acción del mismo Espíritu la anima nado, pero sí reconocidos como ministe-
mite.
y la organiza para el servicio. Por eso, cada rios en la comunidad.

~cas
tra-
econoci-

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