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TEMA : Alteraciones de la atención y percepción

Atención y Percepción
Carlos Valls Serrano

Grado en Psicología
Introducción
• La atención y la percepción tiene, del mismo modo que el resto de los distintos
constructos cognitivos, una función adaptativa a las respectivas demandas del
ambiente y del propio individuo. Cuando estas funciones fallan, decimos que
estamos ante disfunciones perceptivas o atencionales.
• Durante todo el curso hemos abordado desde una perspectiva teórico-
experimental, los procesos atencionales y perceptivos. El objetivo de este
capítulo es describir algunas alteraciones o patologías relacionadas con estos
constructos. Cabe destacar que este capítulo no constituye en ningún momento
una clasificación extensa y completa, sino la descripción de algunas alteraciones
neurocognitivas que destacan por la presencia de fallos atencionales o
perceptivos. El abordaje de patologías que presentan fallos atencionales, como
pueda ser el déficit de atención con hiperactividad, o fallos perceptivos, como
pueda ser la esquizofrenia, se llevará a cabo con mayor profundidad en otras
asignaturas de carácter aplicado.
Atención Percepción

Edad Acromatopsia

Síndrome de
Sinestesia
Balint

Negligencia
Agnosia visual
espacial

Prosopagnosia

Acinetopsia

Simultagnosia

Afasia de
Wernicke
Cambios en la atención selectiva asociados a la edad

La atención selectiva es una capacidad que suele estar bien conservada


hasta aproximadamente los 80 años. A partir de esta edad, se suele
producir una reducción en la velocidad en la que estas personas dirigen
la atención a ciertos estímulos y la flexibilidad con la que lo hacen.
Estos déficits suelen ser más llamativos en trastornos como el
alzheimer. El alzheimer es considerada una enfermedad degenerativa y
progresiva que afecta al sistema cognitivo en general. En estos casos los
déficits en la atención selectiva se manifiestan por una dificultad para
inhibir una respuesta automática o sobreaprendida (evaluada mediante
pruebas tipo stroop) (García-Ogueta, 2001).
Negligencia espacial
Esta alteración atencional, que suele producirse como consecuencia de
derrames, tumores o traumatismos craneoencefálicos, se manifiesta
por la incapacidad de detectar o responder a estímulos en
localizaciones espaciales contralaterales al hemisferio cerebral dañado.
Aunque se suele manifestar en distintas modalidades (visual, táctil,
auditiva y olfativa), la más estudiada ha sido la modalidad
visuoespacial. La manifestación más frecuente y grave es la que afecta
al campo visual izquierdo, tras la lesión del hemisferio derecho.
Negligencia espacial
Negligencia espacial
Esto es debido a que el hemisferio izquierdo tiene la capacidad de prestar atención
al campo visual derecho, mientras que el hemisferio derecho tiene la capacidad de
prestar atención tanto al campo visual izquierdo y derecho. Por lo tanto, en el caso
de que se produzca la lesión en el hemisferio izquierdo, el derecho puede suplir
estos déficits. Por el contrario, si el hemisferio derecho resulta dañado, el izquierdo
sólo podrá atender al campo visual derecho, por lo que la persona tenderá a
ignorar lo que pase en el campo visual izquierdo (Allegri, 2000).
Rafal (2000) señala que la negligencia espacial es un trastorno heterogéneo en el
que intervienen varios mecanismos:
• Orientación desinhibida hacia el campo ipsilateral (mismo lado que la lesión)
• Representación del espacio inadecuada
• Deficiencias en la retirada de la atención de un objeto
Negligencia espacial
Las personas con estas alteraciones suelen ignorar el campo visual
izquierdo. Por lo tanto, ejecutan mal tareas que requieren prestar
atención a la totalidad de un área espacial. La evaluación de estos
trastornos suele llevarse a cabo con test específicos de copia de dibujos
o de bisección de líneas.
Síndrome de Balint
El síndrome de Balint fue descrito en 1909 por el médico húngaro Rezso Balint a partir del caso de
un paciente el cual presentaba problemas atencionales. El paciente podía ver un solo objeto en
cada ocasión y era incapaz de dirigir su atención hacia otro objeto presente en el espacio. El
paciente presentaba también una gran dificultad para alcanzar el objeto que estaba viendo en ese
momento, o incluso seguirlo con la mirada cuando se movía en el espacio.
El síndrome de Balint se caracteriza por presentar alteraciones desde un punto de vista triádico, los
cuales se describen a continuación.
a) Simultagnosia. El paciente tenía dificultades para percibir al mismo tiempo distintos objetos
presentes en su campo visual.
b) Parálisis psíquica de la mirada (Apraxia óptica): incapacidad para dirigir voluntariamente la
mirada a estímulos específicos, a pesar de no presentar problemas de movilidad ocular.
c) Ataxia óptica: El paciente mostraba también una gran dificultad para alcanzar el objeto que
estaba viendo en ese momento, o incluso seguirlo con la mirada cuando se movía en el espacio
La evaluación postmortem de los pacientes con el síndrome de Balint apuntan a que la alteración es
debida a lesiones en ambos hemisferios a nivel parietal (Serrano, 1994).
Sinestesia
La palabra sinestesia significa “sensación unida”, que a su vez comparte la raíz con la palabra anestesia, que significa
“no sensación”. La sinestesia es considerada un fenómeno neurológico en el que la estimulación de una vía sensorial
genera de modo automático una activación sensorial en otra vía sensorial. Es decir, la persona es capaz de oír
colores, saborear sonidos y una larga lista de interferencias sensoriales difíciles de imaginar para la mayoría de las
personas. Del mismo modo, un sinestésico también puede experimentar una percepción al estar asociada a un
procesamiento cognitivo, como por ejemplo ver colores al producir el habla (Ward, 2004).
Las características principales de la sinestesia son (Cytowic, 1989):
a. La asociación entre el estímulo real percibido y el estímulo experimentado es idiosincrática. Es decir, la experiencia
es personal y pertenece al propio sujeto.
Dos sinestésicos no tienen por qué percibir el color azul cuando vean el número 4.
b. Es involuntaria y automática.
c. Es consistente y duradera a lo largo del tiempo.
d. La experiencia es unidireccional, es decir, el número cuatro puede generar la percepción de un sabor salado. Pero
la percepción de ese sabor salado no generará la percepción del número cuatro.
e. Es localizable en el espacio. Según Dixon y cols. (2004), existen dos tipos de sinestesia palabra-color. Los
“proyectores” los cuales perciben un halo de color que ilumina el estímulo y por otra parte los “asociativos” los
cuales observan el color “en su mente”.
Sinestesia
• Respecto a la base neuroanatómica de la sinestesia, las personas
presentan niveles de activación cerebral normales, excepto en las
áreas cerebrales correspondientes a la experiencia sinestésica
particular (Rich y cols., 2006).
• Base genética
• Probabilidad de encontrar sinestésicos en la misma familia: 44%
• Datos descartan que esté asociado al cromosoma X. Misma proporción de
hijos e hijas de madres sinestésicas.
• Pero… ¿se hereda el mismo tipo de sinestesia?. Resultados: no
• Genes implicados en la interconectividad cortical.
Sinestesia
• Modelos psicológicos
• Explicación: Proceso inconsciente para mejorar aprendizaje
• Modelos asociativos
• La percepción está acompañada de un componente emocional
• La emoción es relevante pues magnifica la experiencia (condiciones de estrés)
• En cambio, las relaciones sinestésicas (letra P color verde) no son congruentes
con la realidad. Las asociaciones deberían de ser más “comunes” (letra P tinta
negra).
• Tampoco explicarían la extinción del aprendizaje, pues estas asociaciones
luego no se refuerzan.
• Si bien se pueden obtener efectos conductuales, la sinestesia no se puede
aprender
Sinestesia
• Modelos neurobiológicos
• Teoría del fallo en la diferenciación
• Cambios en el neurodesarrollo
• Los niños son más sinestésicos
• Conexiones entre sistema visual y auditivo
• Fallo en la apoptosis neuronal (muerte neuronal programada)
• Estudios de neuroimagen
• Se activan ambas áreas (concurrente e inductor)
• La conexión entre ambas áreas está desinhibida
Agnosias visuales
• Las agnosias visuales son definidas como la incapacidad por parte de la persona
de reconocer objetos con la vista en ausencia de problemas oculares. Para
entender esta patología debemos de describir las dos vías de procesamiento de la
información visual existentes. La primera de ella, llamada la vía ventral o “sistema
qué” (corteza inferotemporal), permite la identificación visual de objetos. La
segunda es la llamada vía dorsal o “sistema dónde” (corteza occipitoparietal) la
cual permite la localización del objeto. Lesiones en la corteza visual asociativa,
situada en el lóbulo occipital, temporal y parietal producen las agnosias visuales.

• Según la vía dañada: prosopagnosia, acinetopsia, etc.


Prosopagnosia
La prosopagnosia se define como la imposibilidad de reconocer caras,
objetos o incluso a sí mismo en el espejo. Estas personas aprenden una
serie de reglas internas para poder identificar a personas u objetos
según características específicas, ej. Reconocer al vecino por la barba.
La prosopagnosia es una alteración rara y no suele presentarse de
manera aislada. Existen distintas causas que pueden generar este tipo
de alteraciones, como traumatismos craneoencefálicos, tumores,
trastornos congénitos, etc. Aun así, la zona específica la cual se ha
asociado a la prosopagnosia son las lesiones producidas en el
hemisferio derecho, es decir en la vía ventral, “sistema qué” (Álvarez y
Masjuan, 2015).
Acinetopsia
La acinetopsia o ceguera para la percepción del movimiento representa
un trastorno muy poco frecuente, producido por daños en la vía dorsal
o “sistema dónde”. Las personas que sufren acinetopsia son incapaces
de percibir el movimiento como continuo y fluido, de manera que
perciben los objetos como si fuesen fotogramas de una película. Para
estas personas cualquier actividad como llenar un vaso de agua o
cuando cruzar una calle pueden ser tareas muy complejas. Estas
personas, también presentan dificultades para juzgar si un objeto en
movimiento se está acercando o alejando (Barton, 2014).
Simultagnosia
La simultagnosia es otra alteración causada por lesión en la vía visual dorsal. Las
personas que presentan esta disfunción son incapaces de ver más de un objeto a la
vez. Estas personas si son capaces de describir la forma, color, tamaño o localización de
los objetos por separado, pero no pueden establecer una relación entre ellos para
crear una imagen global coherente (Álvarez y Masjuan, 2015). Por ejemplo, si un
naranjo se presenta en su campo visual, son capaces de ver la naranja, pero no el
árbol, o al contrario, ver el árbol pero no la naranja. A continuación, se presentan dos
imágenes, un paciente con simultagnosia percibirá las letras T y no la H en la imagen
de la izquierda, o verá un hombre y no las frutas en la imagen de la derecha
(Darlymple, 2013).
Afasia de Wernicke

Según la definición de Gónzalez y Hornauer-Hughes (2014), “la afasia es un trastorno del lenguaje
adquirido a consecuencia de un daño cerebral que por lo general compromete todas las modalidades del
lenguaje: expresión y comprensión oral, escritura y comprensión de lectura. Cada una de las modalidades
se puede comprometer cualitativa y cuantitativamente en forma diferente conformando grupos
sindromáticos, pudiendo coexistir con deficiencias en el procesamiento cognitivo”.
El estudio de las afasias es antiguo, pero centrándonos en la época más reciente podemos remontarnos
hasta la frenología, con las concepciones localizacioncitas y los trabajos de Broca (1861) y Wernicke (1874).
Esta corriente localizacionista defiende la noción de modularidad, como correspondencia puntual cerebro-
conducta. Esta corriente localizacionista ha sido puesto en duda, dado que con el avance de las técnicas de
neuroimagen se ha demostrado que la mayor parte del cerebro está implicado en el lenguaje. Aun así, en la
actualidad se tiene una concepción clara de que existen determinadas zonas llamadas “centros del
lenguaje”. Uno de estos centros del lenguaje es el área de Wernicke, situada en el lóbulo temporal
izquierdo.
Afasia de Wernicke

La función principal de esta zona es la decodificación auditiva, por lo que daños en esta
área afectan al proceso de comprensión del lenguaje. Las personas con afasia de
Wernicke presentan un discurso fluido, pues las zonas del cerebro encargadas de la
articulación de las estructuras orofaciales (psicomotricidad) están intactas. Por lo tanto,
muestran un habla logorréica y su comprensión también está alterada. En este caso
estaríamos hablando de una alteración perceptiva de alto orden, pues estas personas no
muestran problemas en su sistema auditivo, el problema está en el procesamiento
superior, en la decodificación auditiva de los estímulos.

Cabe resaltar que las afasias se consideran trastornos del


lenguaje y no de la percepción. Se describe dicha afasia por su
relación con el proceso de codificación auditiva.

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