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Investigación

Alisson Rojas 4-792-2222

- Orientación.
¿Dónde está usted? ¿Qué hace allí? ¿En qué fecha estamos? ¿Quién es usted? Una gran mayoría
de personas va a poder responder a estas preguntas.

Sin embargo si estas mismas cuestiones se realizan a alguien con lesiones cerebrales o que se
encuentran intoxicados con algunas drogas o medicamentos es posible encontrarnos en que no
saben responderlas, que existan serias dudas o que las respuestas sean completamente erróneas
Se trata de personas que manifiestan la existencia de trastornos de la orientación.
Antes de definir los diferentes trastornos de la orientación es necesario especificar a qué se refiere
este concepto. Se considera orientación a la habilidad cognitiva que permite ser capaz de
determinar nuestra posición en el espacio y en el tiempo a partir de las referencias ambientales,
así como quienes somos y qué hacemos en dicha posición espaciotemporal.

La mayoría de las personas identifica con el concepto orientación únicamente con la capacidad de
determinar nuestra relación con el medio y situarnos en un espacio y un tiempo determinados. A
este tipo de orientación se la denomina alopsíquica.

Sin embargo existe otro tipo de orientación, la orientación autopsíquica. Ésta hace referencia a la
orientación vinculada hacia el propio ser: sabemos que nosotros somos nosotros, o que nuestra
mano u otras partes de nuestro cuerpo son parte nuestra y no pertenecientes a otra persona.

La orientación se encuentra muy vinculada a otros procesos tales como la conciencia, la atención y
la memoria, y puede verse influida por fallos en alguna de dichas habilidades o procesos. Por
ejemplo, a través de la memoria somos capaces de establecer y ordenar nuestras experiencias en
el tiempo o recuerda el significado o el concepto del lugar donde está.

Los principales trastornos de la orientación

Entendido ya lo que significa el término orientación, podemos identificar diferentes procesos de


orientación patológicos: los trastornos de la orientación. En este sentido podemos encontrar las
siguientes patologías o problemas.

1. Desorientación

Se entiende por desorientación a la pérdida de la capacidad de emplazarse a uno mismo en el


espacio y/o el tiempo de forma correcta. El sujeto no identifica su situación y no sabe responder si
le preguntan dónde está o la fecha. Dicha desorientación puede ser solo temporal o espacial, o
aparecer de manera conjunta ambas.

También es posible que dicha desorientación no sea completa: por ejemplo el paciente puede
saber que estamos en 2017, pero no el mes ni el día.

La desorientación también puede darse (sea sólo o junto a las anteriores) a nivel autopsíquico,
desconociendo quien es, que hace en ese lugar o no reconociéndose.

2. Doble orientación
La doble orientación se da cuando el sujeto es capaz de de orientarse en determinados momentos
o bien hace una mezcla entre la situación real y elementos irreales o anormales. Por ejemplo
puede decir que está en un hospital en una colonia en Marte, siendo cierto que está en un
hospital.

3. Orientación confabulada o falsa orientación

El sujeto se considera orientado y proporciona datos respecto a su ubicación espacio temporal o


quién es, pero las respuestas que proporciona son irreales y elaborados por el propio sujeto
ignorando las respuestas reales.

Algunos elementos cerebrales afectados

Las alteraciones en la orientación pueden provenir de la afectación de diferentes cerebrales. Por


ejemplo, la gestión de la orientación en el espacio se ha vinculado con el funcionamiento del
hipocampo, el cual permite establecer un mapa mental del espacio. El tiempo y su medición se
vinculan a menudo con el estriado, el núcleo supraquiasmático y la gestión de los biorritmos.

Un mal funcionamiento de las conexiones nerviosas que van del tálamo a la corteza y viceversa
puede generar que existan alteraciones como la confabulación. Lesiones del lóbulo parietal
también pueden explicar la presencia de desorientación.

¿En qué contextos aparecen?

Los trastornos de la orientación pueden aparecer en una amplia variedad de situaciones. Es común
que aparezcan ante cualquier situación en que haya alteraciones de conciencia. También se
vinculan a la degeneración cortical y subcortical y a problemas de memoria y atención.

Uno de los trastornos en que suelen aparecer es la esquizofrenia junto con otros trastornos
psicóticos, siendo posible observar en muchos casos la orientación confabulada o la doble
orientación. En algunos episodios maníacos también pueden observarse. Asimismo es muy
frecuente que aparezca alguno de los anteriores trastornos en enfermedades neurodegenerativas
como el Alzheimer u otras demencias.

La intoxicación orgánica por consumo de sustancias tóxicas, drogas o algunos medicamentos


también pueden generar trastornos de la orientación. No es raro que aparezca en el síndrome de
Wernicke-Korsakoff, o en síndromes de abstinencia.

Por último, la desorientación puede ser generada mentalmente en trastornos como los
disociativos (por ejemplo la desrealización o despersonalización), las agnosias o en algunos casos
de trastornos del estado del ánimo o de ansiedad.

Conciencia
Bleuler (1857-1939), psiquiatra suizo, definió la conciencia como el conocimiento del
conocimiento propio.
De esta manera, la persona con una alteración de conciencia era incapaz de responder de forma
adecuada y comprensible a las exigencias del medio, y tampoco a estímulos internos. En base a
esta definición, se organizó la psicopatología de la conciencia.

Trastornos deficitarios de la conciencia: perdidos en un sueño

La psicopatología de la conciencia incluye los trastornos deficitarios de la conducta. Estos se


caracterizan por cuadros cerebrales donde la persona presenta dificultades para despertar,
orientarse y responder a estimulación sensorial. Parecen perdidos en el tiempo o en el letargo.
Existen tres tipos de alteraciones deficitarias de la conciencia:

Letargia, somnolencia o sopor: son individuos incapaces de mantener la atención y la alerta


aunque se esfuercen en hacerlo. El letargo no es una sensación subjetiva de sueño por haber
descansado mal, pero una alteración donde apenas existe estimulación física o verbal.

Obnubilación: la persona se encuentra en un estado más profundo de distraibilidad y falta de


estimulación, y se siente confuso e irritado cuando otro sujeto trata de sacarlo de ese estado. Hay
una perturbación de todo su funcionamiento psicológico, y también hay distorsiones perceptivas
auditivas, visuales.

Estupor: el estupor puede verse en afecciones como la esquizofrenia catatónica. El sujeto


abandona todo movimiento voluntario y su verbalización es incoherente y apenas entendible.

La ausencia completa de conciencia se da cuando la persona entra en coma, donde desparecen


los reflejos como el pupilocorneal, y se muestra un electroencefalograma plano durante treinta
minutos. Es en ese momento cuando podemos decir que ya no hay conciencia en la persona.

Trastornos productivos de la conciencia: la alucinación en el exceso

En la psicopatología de la conciencia también encontramos alteraciones que sugieren que, aunque


hay conciencia, esta está alejada de la realidad, dando lugar a cuadros de alucinaciones y delirios.

El onirismo, o delirio del sueño, entendido como confusión entre lo real y lo imaginario, aparece
en todos los trastornos productivos de la conciencia. En esta confusión, las personas imaginan
estados semejantes al sueño, intercalados con momentos de lucidez. El onirismo o confusión se
puede ver a través de estos trastornos:

Estadio asténico-apático: aparece en su mayoría en personas mayores, precediendo cuadros


tóxico-confusionales. El estadio asténico-apático puede aparecer en personas con riesgo de
padecer un delirium, y se caracteriza por la labilidad afectiva, la irritabilidad, la fatigabilidad y la
apatía. También hay alteraciones en funciones psicológicas como la memoria o la atención.

Estadio confusional: precede al estado confusional agudo o delirum. Se dan síntomas como la
pérdida de coherencia, distorsión de la memoria, lenguaje incomprensible y desinhibición de la
conducta.
Delirium: el delirium es una disfunción cerebral aguda que produce una alteración global del
estado mental y que se caracteriza por una alteración de la conciencia, donde hay marcadas
alteraciones atencionales, y trastornos de la percepción, el pensamiento, las memorias a corto y
largo plazo, la actividad psicomotriz y el ciclo sueño-vigilia.

Trastornos del estrechamiento del campo de conciencia: división entre pensamiento y conducta

Estos trastornos se caracterizan por la falta de continuidad entre percepción y cognición, pero que
cursa con una conducta aparentemente normal, llena de automatismos.

Encontramos como principal trastorno del estrechamiento del campo de conciencia los estados
crepusculares. En el estado crepuscular, la conciencia está totalmente obnubilada, pero la
comprensión del mundo, aunque falseada, es parcial.

El comportamiento del sujeto parece en consonancia con el entorno y esto se da porque aparecen
automatismo en su conducta. Estos automatismos son movimientos involuntarios ,es decir, no se
realizan desde la conciencia que el sujeto sabía hacer antes del estado crepuscular.

Esto los diferencia de personas con esquizofrenia, por ejemplo, cuyos automatismos dan lugar a
una conducta extraña.

En los estados crepusculares también pueden aparecer impulsiones. Las impulsiones son
conductas impulsivas sin base cognitiva ,esto las diferencia de las compulsiones que pueden
aparecer, por ejemplo, en el TOC.

Los estados crepusculares, no obstante, vienen de manera abrupta, pero también desaparecen
bruscamente. Estos suelen durar unas horas o unos días, y el sujeto no se acuerda del episodio
que acaba de experimentar.

Hombre intentando recordar

Alteraciones circunscritas de conciencia: no llegan solas

La psicopatología de la conciencia también se encuentra en trastornos psicológicos o neurológicos


sin que esta sea el problema principal. Es el caso de alteraciones como la despersonalización y la
desrealización que suelen aparecer en cuadros de ansiedad y pánico y cuadros neuróticos.

La despersonalización es definida por Cruzado, Núñez y Rojas (2013) como una alteración de la
conciencia del yo, donde la persona se siente a sí misma como distante y lejana; el sujeto es mero
espectador de los procesos mentales y su cuerpo; solo es capaz de definir sus síntomas con
expresiones como como si por la dificultad que presenta su descripción.

La despersonalización, aunque se encuentra en cuadros psicológicos y psiquiátricos, también


aparece en personas sin alteraciones a causa del agotamiento físico, emocional, estrés o privación
del sueño.
La desrealización es una alteración parecida, no obstante, esta implica un cambio en la vivencia y
percepción del mundo y no de uno mismo
Actitud

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