Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
II
* Ambos errores los comete el autor, citado en la "Introducción-, del artículo sobre -La ópera moderna».
p o e m a era insípido e insignificante. Cuan p o c o entendió este músico, el más ricamente
d o t a d o de todos, las muestras de h a b i l i d a d de nuestros fabricantes de música m o d e r n o s
al construir torres musicales centelleantes de o r o sobre una base trivial e ingenua y jugar
a los arrebatados y entusiasmados allí d o n d e toda obra poética está hueca y vacía, para
mostrar así convenientemente que el músico es el verdadero as y puede hacer t o d o , i n -
cluso crear algo de la nada -¡Igual que el b u e n Dios! ¡Oh, cuan entrañable y d i g n o de
v e n e r a c i ó n m e es M o z a r t p o r q u e no le fue p o s i b l e idear para Tito u n a música c o m o la
de Don Juan, para Cosifan tutte una. c o m o la de Fígaro.; ¡cuan vergonzosamente h u b i e -
ra tenido que deshonrar esto a la música!-. Mozart h i z o de c o n t i n u o música, p e r o jamás
p u d o escribir una música bella sino cuando estaba inspirado. Si esta inspiración había de
venirle de dentro, de su p r o p i a capacidad, brotaba e n él clara y brillante sólo c u a n d o
llegaba a ser estimulada desde fuera, cuando el a m o r más d i v i n o le era mostrado al genio
e n el objeto d i g n o de amor, que él, apasionadamente o l v i d a d o de sí m i s m o , podía estre-
char entre sus brazos.
Y así, precisamente el más absoluto de todos los músicos, Mozart, h u b i e r a sido aquel
q u e nos habría resuelto hace ya t i e m p o el p r o b l e m a de la ópera, esto es, el q u e habría
a y u d a d o a realizar el drama más auténtico, más b e l l o y más acabado, si le h u b i e r a salido
al e n c u e n t r o justamente el poeta al q u e él hubiera p o d i d o sencillamente ayudar c o m o
músico. Pero el poeta n o v i n o a su encuentro: sólo u n a b u r r i d o pedante o u n f r i v o l o y
despabilado hacedor de textos operísticos le presentaron sus arias, duetos y conjuntos
para q u e los compusiera, y él les puso música, según el calor que podían despertar e n
su ánimo, de m o d o q u e recibieran siempre la expresión más conveniente a l o q u e p o -
dían suscitar de acuerdo c o n su c o n t e n i d o . 25