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YADÓN, JUAN MANUEL

Universidad Siglo 21

Abogacía

Derecho Penal: Parte Especial

Trabajo Práctico 2

Alumno: Yadón, Juan Manuel (DNI: 30.474.464 – Legajo: VABG129996)

13 de mayo de 2023
YADÓN, JUAN MANUEL

A.

La situación problemática propuesta para el Trabajo Práctico detalla que al


regresar al domicilio de Raúl Rosales, en esta ocasión portando armas de
fuego, Maximiliano Ramos ingresó a la habitación en la que se refugiaban
César De Yuani y Marisa Amaya, abusó sexualmente de ella y se retiró
cruzando en la cerradura de la puerta un palo que había en el lugar para
impedir que salieran del dormitorio.

Ante dichas circunstancias, vale recordar que el Artículo 141 del Código Penal
de la Nación establece que “será reprimido con prisión o reclusión de seis
meses a tres años; el que ilegalmente privare a otro de su libertad personal”.

Sobre este delito, explica Núñez (2008) que “el objeto de la protección es aquí
la libertad de locomoción (ambulatoria o de desplazamiento) y de movimiento
corporal de las personas” (p. 175), y añade que contra ese aspecto de la
libertad individual se puede atentar mediante un encierro o detención ilegal,
entre otros actos.

Además, indica Núñez (2008) que “el delito se consuma con el impedimento de
la libre locomoción o movimiento de la víctima” (p. 175).

Del relato de los hechos en el caso analizado, resulta evidente que la conducta
de Maximiliano Ramos, al bloquear la puerta para que De Yuani y Amaya no
pudieran salir de la habitación, es decir privándolos de la posibilidad de
disponer libremente de su libertad de locomoción, se encuadra en el
mencionado delito.

Entre los agravantes de este tipo penal, el Artículo 142 del CP dispone que “se
aplicará prisión o reclusión de dos a seis años, al que privare a otro de su
libertad personal, cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes: 1.
Si el hecho se cometiere con violencias o amenazas o con fines religiosos o de
venganza”.

Este delito, según lo explica Núñez (2008), se agrava en razón del modo “si el
autor lo cometiere con violencias o amenazas (art. 142, inc. 1°)” (p. 176).

Este agravamiento se encuentra presente la conducta de Maximiliano Ramos,


quien portando arma de fuego ingresó en la habitación en que De Yuani y
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Amaya intentaban resguardarse del violento ataque, la agarró del cuello con un
brazo, le frotó libidinosamente la vagina con el otro, introduciéndole un dedo, la
interrogó a los gritos sobre el paradero de Raúl Rosales, quien era el objetivo
principal del ataque al domicilio, y tras no recibir respuesta se retiró dejándolos
encerrados, sin posibilidad de huir mientras continuaba merodeando en el
domicilio junto a su cómplice, advirtiéndole a éste de la presencia de las
víctimas en el dormitorio.

En consecuencia, corresponde que el Fiscal, entre las conductas penales


achacadas a los delincuentes, impute al señor Maximiliano Ramos por el delito
de privación ilegítima de la libertad agravada en razón del modo.

B.

La conducta de Maximiliano Ramos en relación con Marisa Amaya constituye el


delito de abuso sexual con acceso carnal agravado cometido con armas,
tipificado en el Artículo 119 cuarto párrafo inc. d del Código Penal de la Nación.

Es menester recordar que la situación problemática propuesta para el Trabajo


Práctico detalla que al regresar al domicilio de Raúl Rosales, Maximiliano
Ramos, portando un revólver calibre 38, ingresó a la habitación en la que se
refugiaban César De Yuani y Marisa Amaya, donde agarró a la mujer del cuello
con un brazo, al tiempo que con la otra mano por debajo de su vestido le frotó
libidinosamente la vagina, introduciéndole un dedo.

Núñez (2008) señala que “el bien de las personas ‘integridad sexual’ al que la
ley 25.087 brinda tutela, puede caracterizarse como el derecho de las personas
que tienen capacidad para expresar válidamente su voluntad, a tener un libre y
consciente trato sexual o a no tenerlo contra su voluntad” (p. 116).

En ese orden, el artículo 119 del CP argentino determina que “será reprimido
con reclusión o prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que abusare
sexualmente de una persona cuando ésta fuera menor de trece (13) años o
cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una
relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que
la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción”.
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Los agravantes de la figura se encuentran en los párrafos subsiguientes del


citado artículo. El segundo sostiene que “la pena será de cuatro (4) a diez (10)
años de reclusión o prisión cuando el abuso por su duración o circunstancias
de su realización, hubiere configurado un sometimiento sexual gravemente
ultrajante para la víctima”.

“’Someter’ a una persona es dominarla, humillarla, ultrajarla, tratarla con


desprecio. Es menoscabar al otro con la conducta de que lo hace objeto”,
expone Núñez (2008, p. 120).

En tanto que el tercer párrafo del Artículo 119 del Código indica que “la pena
será de seis (6) a quince (15) años de reclusión o prisión cuando mediando las
circunstancias del primer párrafo hubiere acceso carnal por vía anal, vaginal u
oral o realizare otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo
por alguna de las dos primeras vías”.

A continuación, el cuarto párrafo del artículo 119 determina que “en los
supuestos de los dos párrafos anteriores, la pena será de ocho (8) a veinte (20)
años de reclusión o prisión si: (…) d) El hecho fuere cometido por dos o más
personas, o con armas”.

“El abuso sexual se agrava cuando se cometiere con armas. El empleo de


armas califica el delito por el peligro que para la vida e integridad física importa
su uso y por el franco poder intimidante que ellas tienen aunque no resulten
operativas”, informa Núñez (2008, p. 126-127)

La conducta de Maximiliano Ramos se encuadra en este agravante, ya que


como se recordará agarra a Amaya del cuello con un brazo, al tiempo que con
la otra mano por debajo de su vestido le frotó libidinosamente la vagina,
introduciéndole un dedo, todo esto mientras portaba un revólver calibre 38. Es
decir, que aquel pone en peligro la vida e integridad física de la víctima,
ejerciendo poder intimidante por el empleo de un arma de fuego, mientras le
introduce una parte de su cuerpo (un dedo) en la vagina.

C.
YADÓN, JUAN MANUEL

Las acciones de Federico Ramos junto a su hijo Maximiliano, quienes en dos


oportunidades ingresaron al domicilio de Raúl Rosales, sito en calle Agustín
Garzón nro. 336 de la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, constituirían
el delito de violación de domicilio, tipificado en el Artículo 150 del Código Penal:
“será reprimido con prisión de seis meses a dos años, si no resultare otro delito
más severamente penado, el que entrare en morada o casa de negocio ajena,
en sus dependencias o en el recinto habitado por otro, contra la voluntad
expresa o presunta de quien tenga derecho de excluirlo”.

No obstante, dicho artículo hace la salvedad de que la violación de domicilio


será reprimida “si no resultare otro delito más severamente penado”. Como lo
explica Núñez (2008), “se trata de un delito cuyo castigo en forma autónoma es
subsidiario, porque solo procede si el mismo hecho que constituye la violación
del domicilio no constituye, también, un delito más severamente penado” (p.
193).

En ese sentido, de la lectura de la situación problemática propuesta para este


Trabajo Práctico se observa que en el hecho de la primera irrupción de los
señores Ramos a la vivienda, a la cual ingresan en contra de la voluntad de los
moradores, a Maximiliano le cabría la imputación de lesiones graves (Artículo
90 del CP) por el ataque perpetrado contra Giuliano Rosales.

Mientras que en ocasión del segundo ataque en la vivienda de Raúl Rosales, el


delito de violación de domicilio cede subsidiariamente ante distintas figuras
correspondientes a las acciones de los señores Ramos:

 Federico Ramos: homicidio simple en grado de tentativa (Artículo 79 y


44 del Código) en concurso ideal con lesiones gravísimas (Artículo 91)
por el ataque contra Carlos Rosales.
 Maximiliano Ramos: homicidio agravado por el uso de arma de fuego en
grado de tentativa (Artículos 79 y 44 del Código Penal de la Nación) en
concurso ideal con el delito de lesiones gravísimas (Artículo 91) por el
ataque contra César Luis De Yuani; y homicidio agravado por el uso de
arma de fuego en grado de tentativa (Artículos 79 y 44 del Código Penal
de la Nación) en concurso ideal con los delitos de abuso sexual con
YADÓN, JUAN MANUEL

acceso carnal agravado cometido con armas (Artículo 119 cuarto párrafo
inc. d) y aborto preterintencional (Artículo 87).

Referencias

Núñez, R. C. (2008). Manual de Derecho Penal: parte especial. Córdoba:


Lerner.

Ley N° 11.179 (1984). Código Penal de la Nación Argentina. Honorable


Congreso de la Nación Argentina.

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