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1.

CERVANTES Y EL QUIJOTE

Cervantes vivió en los siglos XVI y XVII, época crucial en la historia y la cultura
españolas. Conoció el esplendor del Imperio español y sus primeros signos de
decadencia y culturalmente estuvo entre el Renacimiento (siglo XVI) y el Barroco
(siglo XVII), los dos períodos que forman el llamado Siglo de Oro de las letras
españolas.

Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) nació en Alcalá de Henares


(Madrid). Tuvo una vida azarosa. Su padre era cirujano, lo que en su infancia le obligó
con frecuencia a trasladarse de domicilio. No llegó a realizar estudios universitarios,
fue autodidacta. Con algo más de veinte años se fue a Roma, al servicio del cardenal
Giulio Acquaviva, recorrió Italia y se entusiasmó con el Renacimiento. Ingresó en la
Armada española y en 1571, en la célebre batalla de Lepanto, quedó herido y perdió
la movilidad del brazo izquierdo. Participó en otras campañas militares y en 1575 fue
apresado por corsarios turcos y llevado preso a Argel, donde permaneció cinco años
(1575-1580). Al volver, encontró a su familia en la ruina. Se casó con una joven
toledana y consiguió un trabajo como recaudador de impuestos, pero volvió a prisión
varias veces más. En estas fechas escribió algunas obras y publicó la primera parte
del Quijote (1605), con gran éxito, aunque la penuria económica le acompañó
siempre, hasta el día de su muerte.

LA OBRA DE CERVANTES

Cervantes siempre quiso triunfar en el teatro y la poesía y, aunque no lo logró,


escribió diversas obras en ambos géneros. Como obra poética cabe señalar el
Viaje del Parnaso. En el género dramático, lo más destacable son sus
entremeses, aunque escribió otras obras, como Los tratos de Argel o El cerco
de Numancia.
La novela es el género en que demostró su verdadero oficio como escritor.
Cervantes fue un buen conocedor de los géneros narrativos de su tiempo, en
especial de los españoles y los italianos.
En esta época había prosa narrativa pero la novela no existía como género
literario. Se puede decir que Cervantes inventó el género de la novela, en la
cual integró su teoría narrativa.
Antes de escribir el Quijote, Cervantes cultivó todos los géneros narrativos del
Renacimiento: La primera parte de La Galatea (1585), obra que nunca llegó
a terminar, es una novela pastoril en la que se desarrolla el tema
renacentista del amor idealizado.
Las Novelas ejemplares, que escribió entre la publicación de las dos partes del
Quijote, pertenecen al género de la novela corta. Cervantes introdujo en
España el término italiano novella, que significa ‘novela de poca extensión’
y es considerado el creador de la novela corta. Sus doce novelas
ejemplares se denominan así porque el autor pretendía que los lectores
sacasen de estos relatos algún provecho o enseñanza para su vida.
Presentan argumentos sorprendentes, reflejan de forma realista su época
y muestran un magnífico retrato psicológico de los personajes. Son muy
conocidas La gitanilla y La ilustre fregona como novelas idealistas, y
Rinconete y Cortadillo como novela picaresca.
Los trabajos de Persiles y Sigismunda es una novela bizantina que cuenta el
viaje y las aventuras fantásticas de dos príncipes enamorados obligados a
separarse hasta que llegan a su destino y consiguen casarse.

EL QUIJOTE
Cervantes como escritor no tuvo éxito hasta 1605, año de publicación de la primera
parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La obra tuvo tal repercusión
que se hicieron hasta seis ediciones antes de que se publicara la segunda parte
(1615).
El argumento general es la narración, en clave de humor, de las andanzas de don
Alonso Quijano, un hidalgo manchego que, trastornado por la lectura de libros de
caballerías, decide hacerse caballero andante con el propósito de participar en
aventuras que le hagan merecedor del amor de una bella dama, Dulcinea, que en
realidad es un labradora llamada Aldonza Lorenzo, y restaurar la justicia en el mundo.
En la primera parte realiza dos salidas por la Mancha. En la primera de ellas se provee
de un viejo caballo, Rocinante, y le acontecen algunas aventuras en solitario. Vuelve
a su pueblo y para la segunda salida va acompañado por un labrador vecino suyo,
Sancho Panza, al que promete convertir en gobernador de un ínsula. La locura de
don Quijote hace que su imaginación transforme la realidad, lo cual da lugar a una
serie de divertidos y disparatados sucesos: confunde los molinos de viento con
gigantes, cree que la venta (una posada) es un castillo, imagina que los rebaños de
ovejas son ejércitos...
En la segunda parte, publicada diez años más tarde, don Quijote es consciente de
ser un personaje famoso. Junto con su escudero Sancho emprende la tercera salida
y viajan hasta Barcelona. Su personalidad cambia bastante y las aventuras que le
suceden ya no son fruto de su locura sino que es víctima de engaños con los que los
demás quieren aprovecharse de él. Una vez de vuelta a casa definitivamente, don
Quijote recupera el juicio antes de morir.
Características del Quijote como primera novela moderna:
La obra constituye un denso documento social de la época. El realismo y la
verosimilitud de los textos da credibilidad a la historia. Aparecen lugares reales
y personajes y hechos históricos. Con más de setecientos personajes de
diferentes estamentos sociales, es una síntesis de la España de Felipe II y
Felipe III. Arriba, los reyes; abajo, labriegos, pastores, arrieros, criados,
soldados, mercaderes, venteros, mozas, pícaros, galeotes, peregrinos,
bandoleros, moriscos, titiriteros...; en medio, varios escalones de la nobleza:
caballeros ricos, hidalgos en apuros, escuderos al servicio de un señor...
También destaca la complejidad psicológica de los dos protagonistas. El escalón
de los hidalgos, generalmente con poca hacienda, está representado por
Alonso Quijano; el pueblo llano lo representa el labrador Sancho Panza.
Ambos son seres complementarios: el sentido práctico de la vida y el apego
de Sancho por lo material se enfrentan a la entrega de don Quijote a un ideal
libremente asumido. Se nos muestra una relación entre la locura-cordura del
caballero y el sentido común del escudero. El carácter de ambos personajes
evoluciona en la obra; a través del diálogo, cada uno adquiere características
del otro.

El Quijote es una obra clásica de fama universal, que ha tenido una enorme influencia
en toda la literatura posterior y que permite multitud de lecturas e interpretaciones.
Así, en su época representó una sátira contra los libros de caballerías. Pero la novela
entraña además una crítica abierta o distanciada contra diversos aspectos de la
sociedad del momento y muestra simpatía hacia la clase popular. En ella se
representa simbólicamente la complejidad del ser humano, materialista e idealista a
la vez, desde múltiples perspectivas. Las diversas situaciones, se resuelvan
positivamente o no, se acometen desde un sentido universal de la justicia y a favor
de los valores de la persona, y presentan al hidalgo, loco o inocente, como el más
solidario de los caballeros. El Quijote es una magnífica síntesis de la vida y la
literatura, una genial integración de realismo y fantasía y un ejemplo de humanidad
que trasciende el tiempo y el espacio.
2. EL BARROCO

CARACTERÍSTICAS DE LA LITERATURA BARROCA

El Barroco fue el movimiento artístico y cultural dominante en el siglo XVII en toda


Europa. En este período se produce una evolución de las ideas, los temas y las
formas del Renacimiento y se intensifican algunos de los tópicos más negativos de
dicha época. El pesimismo, el desengaño, la desconfianza en el ser humano, la
fugacidad de la vida, la angustia existencial, la complejidad del mundo, la obsesión
por la muerte y la exaltación de lo feo, lo extravagante y lo grotesco serán las premisas
con que trabajarán los artistas, que tratarán de reflejar estos sentimientos por medio
de:
 La utilización de la sátira, la ironía y lo burlesco.
 El empleo de los recursos literarios de una forma acumulativa y exagerada.
 El uso de juegos verbales complejos, huyendo de la vulgaridad hasta llegar al
abuso de los recursos expresivos (conceptismo y culteranismo).
 El contraste entre todos los planos de la realidad: lo cómico y lo trágico, lo bello
y lo feo, el sueño y la realidad...
 La búsqueda de la originalidad, tratando de sorprender, entretener y divertir a
un público amplio y heterogéneo.

EL CONCEPTISMO: QUEVEDO

El conceptismo es una forma de expresión que profundiza en el significado o concepto


de las palabras por medio de una asociación ingeniosa entre palabras e ideas. Se
basa en concentrar el máximo de pensamiento con el mínimo de palabras. En estos
juegos de ingenio, hay que buscar en las palabras significados ocultos: las frases
tienen doble o triple sentido. Los recursos literarios más utilizados para lograr este
objetivo son la elipsis o eliminación de palabras, la antítesis, la paradoja, la ironía y la
hipérbole.
El mayor exponente de esta corriente fue Francisco de Quevedo.
Francisco de Quevedo y Villegas nació en Madrid en 1580. Estudió en Alcalá de
Henares y en Valladolid. Se dedicó a la literatura y a la política en la corte de Felipe
III y Felipe IV. Fue encarcelado varias veces por cuestiones políticas. La crítica de la
gestión del conde-duque de Olivares en Flandes lo llevó a prisión durante cinco años.
En 1643 salió achacoso y enfermo de su encierro, se alejó de la Corte y falleció en
1645.
Quevedo, a través de sus obras y de su increíble dominio de la lengua, nos muestra
la España decadente del siglo XVII (política, moral y religiosa), aunque sin olvidar,
desde un punto de vista moderno, sus prejuicios antisemitas y misóginos.
Para criticar su época utiliza la ironía, con la que a menudo ridiculiza los defectos
físicos y morales de los diferentes personajes individuales o colectivos.
En su obra poética encontramos tres grandes grupos: poesía filosófica y moral,
poesía amorosa y poesía satírica y burlesca. La mayor parte de su obra en prosa es
satírica; destaca la novela picaresca La vida del Buscón llamado don Pablos, en la
que se hace un retrato cruel de la esencia humana.

EL CULTERANISMO: GÓNGORA

El culteranismo es una forma de expresión en la que la forma prevalece sobre el


contenido. Las frases, al contrario que en el conceptismo, encierran más palabras que
ideas. Se busca la belleza exuberante por medio de la utilización de un léxico rico y
culto y de diversos artificios del lenguaje: hipérbatos, neologismos, alusiones a la
mitología, cultismos, metáforas puras y perífrasis.
El mejor representante del culteranismo fue Luis de Góngora.
Luis de Góngora y Argote nació en Córdoba en 1561. Tomó órdenes menores en
1585. Desde muy joven se dedicó a la poesía y con el tiempo llegó a tener tal prestigio
que Felipe III lo nombró capellán real en 1617. Vivió en la Corte hasta 1626.
Arruinado, volvió a Córdoba y murió en la extrema pobreza en 1627.
En su obra poética encontramos poemas populares (desenfadados, escritos en forma
de romances o letrillas) y poemas cultos, escritos en arte mayor (sonetos, octavas
reales, silvas...) y con un estilo plenamente culterano, entre los que destacan la
Fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades.

EL TEATRO: LOPE Y CALDERÓN

El teatro barroco, en el siglo XVII trajo la innovación de este género literario con la
creación de la comedia española de la mano de Lope de Vega, hasta convertirse en
el género de mayor éxito en este período. Así, se crearon espacios escénicos
específicos para las representaciones teatrales: los corrales de comedias, patios
traseros con casas en tres de sus lados. Al principio, los corrales de comedias eran
rudimentarios, sin demasiada decoración. Los espectadores se separaban por sexos
y categoría social: las mujeres se situaban en el fondo del patio, en un lugar llamado
cazuela, y los hombres contemplaban la función de pie en la zona central del patio.
Los balcones y ventanas de las casas que daban al corral hacían de palcos y se
alquilaban a un público más selecto (nobleza, clero, etc.).
Las funciones duraban varias horas: se comenzaba con una introducción o loa, en
ocasiones cantada; a continuación se representaba el primer acto de la comedia;
después del primer acto se solía representar un entremés; tras el segundo, se
cantaba una jácara; y, finalmente, la función se acababa con una mojiganga o un
baile.
Lope de Vega aprovechó las innovaciones del teatro popular para crear la comedia
nueva, que incumplía los principios del teatro clásico, con lo que se ganó el favor del
público y revolucionó el mundo del teatro. Sus características son:
 En contraposición con el teatro clásico, se impone la estructura de tres actos
(planteamiento, nudo y desenlace), con lo que la acción se hace más dinámica
y la intriga resulta más viva e intensa. A diferencia de las tragedias clásicas, el
final ha de ser feliz o justo.

 La acción dramática se desarrolla en más de un lugar, el tiempo puede durar


lo que sea necesario y es posible que haya más de una acción si todas están
conectadas con la principal.

 Buscando la musicalidad, se adopta el lenguaje versificado: se utilizan


diferentes tipos de estrofas según la situación (romances, redondillas, tercetos,
sonetos...). Lope utilizó predominantemente el verso octosílabo.

 Sus comedias son de enredo. Se presentan situaciones comprometidas o


complicadas entre los personajes. La intriga, los celos, las galanterías, los
desdenes, etc., se alternan con enfrentamientos callejeros entre los rivales. En
una misma obra se mezclan lo cómico y lo trágico, lo cual dota a la obra de
contrastes.

 Se tratan en las comedias innumerables temas, inspirados en leyendas y en el


rico y variado mundo del romancero.

 Se suelen repetir los mismos personajes, que se caracterizan ligeramente para


centrarse más en la acción: el galán, apuesto, noble y valeroso; la dama, bella,
noble y apasionada; el gracioso (uno de los personajes que Lope introdujo),
que solía ser el criado del galán y servía de contrapunto cómico de la acción y
encarnaba lo popular o grotesco... Otros personajes eran el antagonista, el
villano, el noble, rey, el cura, etc.

 Lo que mueve a los personajes en las comedias de Lope es el amor,


principalmente, así como el honor, la honra y los celos.

Félix Lope de Vega y Carpio nació en Madrid en 1562. Estudió en Alcalá de


Henares. Se casó y enviudó dos veces, y mantuvo relaciones sentimentales con otras
mujeres. La muerte de su segunda esposa y la de su hijo Carlos Félix lo sumieron en
una profunda crisis y se ordenó sacerdote, lo que no impidió que siguiera llevando
una vida agitada sentimentalmente. Falleció en Madrid en 1635.
Lope es uno de los autores más prolijos de nuestra literatura. Cervantes lo calificó de
“monstruo de la naturaleza”.
 Obra poética. Escribió numerosos poemas amorosos, sacros, burlescos,
épicos, históricos..., entre los que se pueden destacar, por ejemplo, las Rimas
o La gatomaquia.
 Obra en prosa. Escribió varias novelas, la más destacable de las cuales es La
Dorotea.
 Obra dramática. A menudo construyó sus obras sobre un fragmento de
crónica, una leyenda o una canción popular. Se conservan más de
cuatrocientas obras teatrales de Lope de Vega. Se pueden clasificar en:
Comedias de historia y leyenda españolas. Forman el grupo más numeroso.
Algunas de sus mejores obras tratan el tema del honor popular, como El mejor
alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y Fuenteovejuna.
 Comedias cómicas de enredo y de capa y espada. Acaban felizmente: La
dama boba, El perro del hortelano...
 Tragicomedias. En ellas, la pasión amorosa y los celos llevan a la muerte del
protagonista, como en El caballero de Olmedo.

Lope creó una importante escuela de seguidores, entre los que destaca Tirso de
Molina, cuya obra El burlador de Sevilla y convidado de piedra puso en escena a un
mito literario de carácter universal: don Juan Tenorio.

Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681) fue el más notable continuador del
teatro de Lope de Vega y remató el proceso de perfeccionamiento técnico iniciado
por sus antecesores. Calderón, además de contar con el espacio del corral, dispuso
de teatros cortesanos que poseían recursos escénicos como decorado, tramoya,
orquesta... Se ganó el aprecio del rey Felipe IV, que empezó a hacerle encargos para
los teatros de la Corte, ya fuera el salón dorado del desaparecido Alcázar o el recién
inaugurado Coliseo del Palacio del Buen Retiro.
Las principales características de su obra son:
 La acción se concentra en torno a los momentos más importantes.
 Se reduce el número de personajes y la acción se enfoca en el personaje
protagonista, del que se realza su personalidad.
 Incorpora el lenguaje culto del culteranismo y del conceptismo y usa recursos
como el paralelismo, la repetición o la paradoja.
 Adquieren una gran importancia lo filosófico y lo ideológico. Los personajes
constituyen símbolos universales (la vida, el honor, la libertad, el destino...). El
pensamiento y las ideas de los personajes estarán por encima de la acción. El
tema del honor es uno de los más importantes.
Calderón de la Barca fue autor de más de cien comedias, en las que se tratan temas
variados: comedias filosóficas, como La vida es sueño; de honor, como El médico de
su honra; de enredo, como La dama duende y Casa con dos puertas, mala es de
guardar; histórico-legendarias, como El alcalde de Zalamea; de tipo religioso, como
El mágico prodigioso...
Los autos sacramentales, derivados de los autos del siglo XV, son piezas alegóricas
que se representaban en el Corpus como exaltación de la eucaristía. A los elementos
teológicos y morales, Calderón añadió recursos dramáticos, literarios y
escenográficos, con lo que convirtió los autos en un género con identidad propia.
Escribió más de setenta, con obras como El gran teatro del mundo.

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