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Estas son una de las grandes dudas cuando tenemos una molestia o dolor ¿me pongo frío o
calor? Hoy abarcaremos esta duda.
Uno de los aspectos fundamentales para usar uno u otro es el tiempo que pasó desde que me
hice la lesión, es decir, ver si la lesión es aguda o crónica. No obstante, esto no es una regla
que se aplique a la totalidad de lesiones, por ello, la mejor recomendación es que acudas al
médico o fisioterapeuta, ya que lo más apropiado cuando tenemos una lesión es:
1.- ¿Saber exactamente qué nos sucede? es decir, tener un buen diagnóstico de la lesión. Para
ello debemos acudir al médico.
2.- ¿Usar los medios adecuado para curar esa lesión? es decir, realizar el mejor tratamiento
específico para la lesión y nuestras características individuales. Aquí la mejor ayuda es la de un
fisioterapeuta.
No obstante, en ocasiones son molestias y dolores que no parecen una lesión grave por las que
no nos decidimos a ir al médico, es aquí donde buscamos un “auto tratamiento” y surgen las
dudas sobre si debo usar frío o calor.
¿Aplicar FRÍO?
Reduce el espasmo muscular agudo, por lo que es ideal aplicarlo tras el ejercicio o el
entrenamiento como medio de recuperación.
¿Cómo aplicarlo? de 5 a 10 minutos unas 2-4 veces al día. * Nunca aplicar directamente sobre
la piel, usar por ejemplo una bolsa de guisantes envuelta en una tela de sábana.
¿Cómo aplicarlo? un máximo de 20 minutos usando bolsas de gel o mantas eléctricas. Cuidado
con las quemaduras.
POR EJEMPLO: usar calor para ese dolor crónico de espalda que tenemos hace tiempo.
Agrego este cuadro con el fin de conocer sobre todo las indicaciones y contraindicaciones de
aplicar frío o calor en una lesión:
Una terapia muy utilizada en fisioterapia son los baños que alternan frío y calor. Se usan en
rehabilitación de fracturas o largas inmovilizaciones de extremidades, para disminuir el edema,
o en algunos casos de artritis. Consiste en sumergir la extremidad en agua caliente (a una
temperatura entre 38 y 44 °C) durante algunos minutos, para después pasar con rapidez a otro
recipiente donde la temperatura ronda los 10 – 20 °C. Se van alternando los ciclos hasta
completar una media hora de tratamiento. Estos baños provocan episodios de
vasoconstricción y vasodilatación cutánea, cuyo objetivo es aumentar la circulación. Se
recomienda que siempre la lleve a cabo un especialista.