Educación Vial-Ficha Nº15

Alumna: Reynoso Agostina

Docente: Moreno Patricia
Curso: 2”A”

1.
Eran más de las 23:00 seguramente, dos hermanas de 31 y 27 años iban en su auto
camino a casa, habían salido a un pequeño bar pero lamentablemente bebieron más
de lo que podían soportar. En la calle Luther King, en el pueblo Wordsworth, el
semáforo indicaba que se detengan.
-No hay necesidad- dijo la menor- No se vé a nadie.
Justo cuando pisó el acelerador cruzaron cuatro o cinco jóvenes de 14 y 15 años. Fue
una tragedia, Lucía tendría que haber parado pero no lo hizo, decidió violar las
normas. María, por su parte, no estaba del todo consciente así que no tuvo forma de
advertir a su hermana. ¿Las consecuencias? Tres años de prisión por Homicidio
Vehicular en estado de Ebriedad. Algo injusto a decir verdad: dos personas ebrias
matan a cinco adolescentes y sólo son castigadas tres años. ¿Es la misma cantidad de
tiempo de vida que le quedaba a cada joven víctima de esa tragedia? No, no lo creo.
Nadie advirtió a las hermanas, cuando notaron lo que habían hecho quedaron
devastadas: cinco jóvenes habían muerto y la responsabilidad era suya, ellas
causaron todo y ya no había vuelta atrás.

Dos formas de libertad

Mi libertad comienza cuando termina la del otro, Lucía dijo -No hay nadie- y supuso
que podía hacer lo que quería. Si no había nadie, no había más libertad que la de ella,
¿verdad? Evidentemente se equivocó, la libertad no comienza cuando termina la del
otro, no es infinita ni ilimitada, está determinada por una serie de cosas que nos
permiten y aprueban nuestras acciones, la leyes. Lucía decidió violar las leyes de
tránsito y causó una catástrofe.
Una persona es libre y es igual a mí en el momento en el que yo reconozco su
libertad, ¿no es así? Lucía no vió a nadie, no se imaginó que podía haber otras
personas, y al no hacerlo tampoco pensó en igualdad: ¿con quién se iba a igualar si
no había nadie? ¿se puede pensar en otra persona si no la estamos viendo? sí,
claramente sí, además es necesario, eso es lo que nos forma como ciudadanos
responsables.

Seres responsables
La responsabilidad, Lucía causó el incidente porque ella iba al volante, pero la
responsabilidad no sólo recae sobre ella sino también sobre María. Ella podría haber
advertido a su hermana, pero se sintió incapaz de hacerlo, María no pensó-en el bar-
sobre qué podía pasar si no se encontraba consciente camino a casa. La
responsabilidad es de ambas.
El sentido de las cosas
La ley es pareja para todos (o al menos así debería ser) y Lucía no lo pensó, jamás
creyó que pudiera haber otras personas, otros ciudadanos con los mismo derechos
que ella en ese mismo lugar. El no pensarlo, en mero hecho de no razonar, causó una
tragedia, algo irremediable.

Causa y Consecuencia
Al no pensar en el otro, al no creer en la libertad del otro, la posibilidad de conflictos
aumenta. Creemos que no hay nada ni nadie que pueda impedirnos algo, entonces
actuamos como si fuéramos los únicos seres y ahí es donde ocurren los accidentes.

¿Y qué sucede con los jóvenes? Ellos no eran culpables de nada, se encontraron con
una ciudadana que, en ese momento, carecía de empatía, eso es todo. Pero ese todo
les costó la vida. ¿Estaban realmente atentos a lo que ocurría en su entorno?
Probablemente no, pero eso no indica que sea culpa de ellos, obviamente no. María y
Lucía eran mayores, ellas estaban en el auto y ellas debían estar atentas a cómo se
trasladaban.