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Funciones de la comunicación

Las funciones del lenguaje se refieren a los distintos fines que el lenguaje verbal puede cumplir dentro de
la sociedad, esto es, los distintos usos que los seres humanos podemos darle a la palabra.

Función fática. Esto quiere decir que la función fática tiene lugar cuando se utiliza el lenguaje para
verificar la disponibilidad e idoneidad del canal comunicativo, antes de comenzar el intercambio de
información. De este modo, se verifica que no existan tropiezos o barreras en el canal, los cuales podrían
deteriorar la calidad de la comunicación, cuando no impedirla del todo.
El lenguaje permite verificar que un canal de comunicación esté libre y que sea el apropiado para iniciar
un intercambio verbal. Esto ocurre, por ejemplo, cuando atendemos el teléfono o el intercomunicador y
decimos “Aló”, “Hola” o “Diga”, expresiones que no tienen ninguna otra función que informarle al
interlocutor que ya puede iniciar la comunicación.

Ejemplos:

¡Buenas noches!

¡Buen día!

Hola.

Función referencial o informativa. es la función del lenguaje relacionada con los factores de
la comunicación, el referente y el contexto; es decir, cualquier cosa exterior al propio acto comunicativo.
Se da cuando el mensaje que se transmite puede ser verificable y se reconoce la relación que se
establece entre el mensaje y los referentes externos del mismo. Los recursos lingüísticos principales de
esta función son los deícticos. Utiliza un lenguaje de significado denotativo (el significado primario de
las palabras). Prevalecen los sustantivos y verbos, la entonación enunciativa o aseverativa y el modo
verbal indicativo, que es el modo de lo real. Es la más común en textos informativos, científicos
y periodísticos (en el género denominado noticia). El lenguaje permite transmitir a terceros una
experiencia propia o una relación mental, o sea, transmitir información concreta. Ya sea con el fin de
facilitar a otros algún aprendizaje o para preservar el conocimiento en el tiempo. Esto ocurre, por
ejemplo, cuando un adulto le explica a un niño cómo diferenciar un perro de un lobo.

Ejemplos:

El arribo de la selección a Venezuela se producirá en


la noche del domingo.

El joven tiene 19 años.


El trabajo estará listo para el lunes próximo.

Función metalingüística. Esto le permite al lenguaje


explicarse a sí mismo, garantizar la comprensión del mensaje y evitar malentendidos. Incluso hace
posible hallar equivalentes entre los distintos códigos posibles existentes, cosa a la que se dedica la
traducción.

Al mismo tiempo, permite tender “puentes” de equivalencia hacia otros tipos de lenguaje, lo cual es
fundamental a la hora de aprender un lenguaje, como ocurre por ejemplo con el lenguaje de señas, o con
los signos de tránsito.

El lenguaje permite aclarar y corregir su propio funcionamiento. Esto ocurre, por ejemplo, cuando
consultamos un diccionario para definir una palabra, o cuando traducimos a su idioma un término que
alguien desconoce.
Ejemplo:

La primera palabra después de un punto se escribe con


mayúscula.
El término hermoso es sinónimo de bello.
Por es una preposición.

Función poética o estética. La función poética del


lenguaje, conocida también como función estética, ocurre cuando el discurso tiene un propósito estético,
de modo que las formas de enunciación adquieren un alto grado de importancia. Es una de las funciones
del lenguaje identificadas por Roman Jackobson.

Esto significa que el centro de la función poética está en la forma del mensaje que, más que privar sobre
el contenido, le imprime mayor significación y contundencia.

El lenguaje permite la construcción de enunciados cuya única finalidad es la belleza, la sonoridad o el


juego, y que normalmente se corresponden con las artes y la poesía. Esto ocurre, por ejemplo, cuando
un autor escribe un poema, un cuento o una novela.

Ejemplo:

En casa de herrero, cuchillo de palo.


Pablito clavó un clavito, ¿qué clavito clavó Pablito?
El amo ama al ama de llaves, pero el ama de llaves no ama al
amo.

Función expresiva o emotiva. También llamada función expresiva o función sintomática, la función
emotiva del lenguaje es aquella que, centrada en el emisor del mensaje, permite la comunicación de
sus realidades interiores, o sea, de sus sentimientos, deseos o estados de ánimo. Esto generalmente
se lleva a cabo mediante oraciones exclamativas, en primera persona, aunque también puede tener la
forma de preguntas retóricas o aseveraciones sarcásticas.
El lenguaje permite expresar al individuo su estado interior, o sea, manifestar las emociones y los
pensamientos. Esto ocurre, por ejemplo, cuando alguien siente un dolor agudo en el pecho y se queja,
de modo que los demás sepan que le ocurre algo y puedan ayudar.

Ejemplos:

¡Qué gusto, al fin nos conocemos!


¡Ya no lo soporto!
Estoy agotado, no puedo dar ni un paso más.

Función apelativa o conativa. Estas


intenciones comunicativas, pueden llevar a cabo
mediante actos de habla que se formulan mediante ciertos tiempos y modos verbales, a través de los
cuales el que habla manifiesta su voluntad al receptor, ya sea imponiéndole una orden, haciéndole llegar
un ruego o transmitiéndole un deseo. Las formar performativas explícitas como ordenar, mandar, exigir,
prohibir pueden resultar en determinados contextos muy agresivos para el interlocutor por lo que se
reemplazan por formas atenuadas teniendo en cuenta que cada acto locutivo está en función de un
objetivo o finalidad. El lenguaje permite incidir en la conducta de los demás, a través de peticiones u
órdenes, ya sea de manera directa y frontal, o de un modo más sutil y disimulado. Esto ocurre, por
ejemplo, cuando una persona le pide ayuda a otra para escalar una montaña.

Ejemplos:

Envíe su currículum indicando remuneración pretendida.


Salgan con cuidado.
Utilizar guantes descartables para aplicar la inyección.

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