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Buenos días a toda la comunidad educativa del IEP N°1.

Hoy, tras dos años de


una larga y angustiada ausencia producto de la pandemia, a la sombra soberana y
majestuosa de nuestro pabellón patrio, nos volvemos a reunir en el patio escolar para
celebrar una de las fechas patrias más importantes que tenemos los argentinos, el 25
de Mayo, con la convicción de reconocer y honrar a aquellos patriotas que lucharon
por sus ideales y sortearon todo tipo de dificultades para tomar el futuro en sus
manos.

Hace más de dos siglos, un 25 de Mayo de 1810, la ciudad de Buenos Aires,


capital del Virreinato del Río de la Plata fue testigo de la creación de la Primera Junta
de Gobierno, la cual destituyó al Virrey español, Baltasar Hidalgo de Cisneros. El
desgobierno de las autoridades españolas, sumado a tres siglos de colonialismo y
opresión, junto a la influencia de nuevos ideales como la libertad, igualdad y
fraternidad, terminaron por producir un proceso revolucionario que se inició en Mayo
de 1810, cuando desde Europa llegaron importantes noticias: el rey español, Fernando
VII, se encontraba prisionero; por este motivo, nuestros heroicos patriotas
consideraron finalizada la autoridad del Virrey y decidieron tomar el control político,
encabezados por importantes ciudadanos locales, tales como Cornelio Saavedra,
Manuel Belgrano y Mariano Moreno, entre otros.

La formación de la Primera Junta de Gobierno consistió en el primer intento de


gobernar por parte de criollos y representantes de los intereses locales, quienes se
encontraban decididos a terminar de sentirse sometidos a la voluntad de una
metrópoli extranjera en franca decadencia y aspiraban a ejercer una autoridad política
propia.

A partir de esta fecha, las Provincias Unidas del Río de la Plata, nombre
adoptado por la Junta Revolucionaria, comenzaron un lento camino, plagado de
desafíos, aciertos y errores que años más tarde concluyó con la declaración de la
independencia de manera formal.

Desde aquel entonces y hasta nuestros días, los argentinos transitamos


infinidad de complejas situaciones políticas, económicas y sociales a lo largo de más de
200 años de historia. Estamos convencidos de que la solidaridad cotidiana, la
responsabilidad de estudiar para ser ciudadanos críticos, la de enseñar, dar afecto y
transmitir nuestros mejores valores podrán hacernos hoy, como en aquel 1810, un
pueblo más libre. Seamos dignos herederos de la gesta de Mayo, construyendo un
mejor país para todos. ¡Viva la Patria!

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