1.- ¿Qué significa adquirir la capacidad de pensamiento hipotético deductivo? Tradicionalmente se ha considerado que la adolescencia es el tiempo en que se logra un pensamiento abstracto o teórico. Aunque antes de la adolescencia niños y niñas son capaces de un cierto pensamiento abstracto, es en la adolescencia cuando estas abstracciones cobran la forma de hipótesis, pues se usa una estrategia que consiste en formular todo un conjunto de explicaciones posibles para, posteriormente someterlas a pruebas a través de la confirmación empírica. Pero la capacidad de comprobación de los adolescentes no se reduce a una o dos hipótesis, sino que se pueden llevar a cabo varias de ellas sucesivamente. 2.- ¿Qué aporta el carácter proposicional del pensamiento formal? Los sujetos de este estadio se sirven de proposiciones verbales como hipótesis y razonamientos, así como de los resultados que obtienen. Las proposiciones son esencialmente afirmaciones sobre lo que “puede ser posible”, son de naturaleza abstracta e hipotética, independientemente de la realidad concreta. Así, el adolescente trabaja intelectualmente no sólo con objetos reales, sino con representaciones proposicionales de los objetos.
De hecho, para resolver problemas como por ejemplo la imposibilidad de
arrancar el motor de nuestro coche, el sujeto formal no tendrá que comprobar experimentalmente todas las acciones posibles, sino que podrá sustituir todas o algunas de ellas por conclusiones de razonamientos expresadas verbalmente.
3.- ¿Cómo influye el contenido a la hora de presentar y resolver una tarea?
Para las investigaciones piagetianas, dado el carácter proposicional de este pensamiento, atiende a la estructura de las relaciones entre los objetos antes que a su contenido. Ello implicaría que la actuación del sujeto de este estadio no se vería afectada por el contenido de las tareas, sino por la complejidad de sus relaciones lógicas. De esta forma, dos tareas con la misma estructura lógica y distinto contenido, supondrían siempre la misma dificultad para el sujeto.
Y para las investigaciones post-piagetianas, el contenido de la tarea se
mostró, de hecho, como una variable que influía en gran medida en su resolución, hasta el punto de que dos tareas con idéntica estructura lógica pero diferente contenido planteaban distinta dificultad. Por consiguiente, estos resultados mostraban que los adolescentes y adultos poseían tal vez un pensamiento formal, pero que su utilización se veía influida por los contenidos concretos de las tareas sobre las que tuvieran que razonar.
4.- En el razonamiento científico, cómo se producen los cambios cuando
consideramos que algo que creíamos (p.e. una teoría) ya no es válida y necesitamos llegar a otra para facilitar la asimilación y acomodación (páginas 465-466). El sujeto primero experimenta una insatisfacción con su teoría, percibiendo anomalías en la manera en que dicha teoría explica el fenómeno. Esto supone una toma de conciencia de las insuficiencias de la teoría, que es imprescindible para iniciar el proceso de cambio: si no hay percepción de la anomalía, es como si ésta no existiera.
Esto lleva al sujeto a la búsqueda de otras posiciones alternativas, que pueden
ser generadas por él mismo o por exposición a una teoría que le propongan en la escuela, por ejemplo. Esta nueva posición debe ser inteligible, es decir, que es preciso que el sujeto la comprenda al menos hasta cierto punto. La nueva teoría debe aparecer como plausible, es decir, que debe ser capaz de resolver los problemas que no se resolvían con la teoría anterior.
Y por último, la nueva teoría adoptada por el sujeto debe abrir posibilidades para que aparezcan nuevos fenómenos que con la teoría anterior no parecían existir.
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