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Unidad 2.

Derecho procesal de familia

Autonomía y reconocimiento en el CCCN. Disposiciones generales

Caracteres y sistema

Principios procesales

Su recepción en la Ley N° 10.305 y su aplicación en el texto legal

Referencias
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Autonomía y reconocimiento en el CCCN. Disposiciones


generales

El ámbito de aplicación del procedimiento de familia, según el CCCN (art.705, CCCN), es todo el territorio de la
nación.

Este Título VIII se divide en cuatro capítulos, cuyos contenidos son los siguientes:

Disposiciones generales (Cap. I).

Acciones de estado-caracteres (Cap. II).

Reglas de competencia (Cap. III).

Medidas provisionales (Cap. IV).

De su mera lectura resulta un primer interrogante a la luz de los principios clásicos que han dividido el Derecho
público (Derecho Procesal) del Derecho Privado (el Derecho de familia fue tradicionalmente ubicado en esta rama
del Derecho).

La cuestión sería, entonces, ¿puede un código de fondo regular aspectos procesales sin incurrir en
inconstitucionalidad?

En principio, de conformidad al sistema federal, la atribución de legislar en materia procesal pertenece a las
legislaturas provinciales (arts. 67, inc. 12, 5, 7 y 121 CN).
Sin embargo, la respuesta no es terminante. En efecto, desde calificada doctrina se ha destacado:
Las facultades de las provincias para legislar en materia procesal deben ser entendidas sin
perjuicio de las normas de ese carácter que puede dictar el Congreso con el fin de asegurar la
efectividad del ejercicio de los derechos que consagra la legislación de fondo (…) para asegurar la
eficacia de las instituciones reguladas (Palacio, 1994, p. 43).

En este sentido, similar jurisprudencia inveterada ha puesto en evidencia que:

Si bien las provincias tienen la facultad constitucional de darse sus propias instituciones locales y
por ende, para legislar sobre procedimiento, (…) ello sin perjuicio de las disposiciones
reglamentarias que dicte el congreso cuando considere del caso prescribir formalidades especiales
para el ejercicio de determinados derechos estableciéndolas en los códigos fundamentales que le
incumbe dictar (CSJN, Barros s/cobro ejecutivo de pesos. Recurso de hecho, Fallos: 138,
26/06/1923, pág. 157).

A modo de introducción podemos señalar que esta ley provincial se ajusta a los postulados de las
normas de fondo que, como dijimos, son de aplicación en todo el territorio de la nación.
Inicialmente, replica en lo general la organización de la Ley N° 7.675 para el fuero de familia.

 Se sugiere la lectura de la Ley N° 7675.

Deberá leer los capítulos I y II de la Ley N° 10.305 respecto a su organización. Puede acceder al
mismo haciendo clic acá.

Asimismo, todas las normas citadas deberán ser coordinadas en los textos legales.
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Caracteres y sistema

La Ley N° 10.3051 (en adelante CPF) se ocupa de destacar los caracteres y principios del proceso de familia (art.
15).

1 Ley N° 10.305 (2015). Código de procedimiento del fuero de la provincia de Córdoba. Legislatura de la provincia de

Córdoba.

Se abandona la versión de la Ley N° 7.676 de esta provincia que estuvo en vigencia hasta el año 2015, y se deja de
lado el sistema mixto que acordaba competencia funcional a los jueces en acciones de ejercicio y les daba potestades
de mera instrucción en las acciones de estado. Estas últimas eran resueltas por las Cámaras que ponían, entonces, en
acto un juicio de instancia única.

En la actualidad, la regulación local se pronuncia por un sistema de doble instancia: los jueces de familia lo son de
sentencia en todas las materias que hacen a la competencia material del fuero; mientras que las Cámaras de Familia
operan como tribunal de alzada de aquellas decisiones que sean cuestionadas.

La competencia material está acotada al conflicto personal (art. 16 del CPF) y hace hincapié en la
extrapatrimonialidad de las materias y en la especialización de sus operadores; también en la interdisciplina
mediante el Cuerpo Auxiliar Técnico Multidisciplinario (CATEMU) y el Equipo de Intervención al Régimen
Comunicacional (ETIRC) (arts. 67, 68 y sgtes., CPF) siguiendo los criterios del CCCN, art. 706, inc. b.

Se requiere de la intervención del Ministerio Público, mediante la Fiscalía de Familia (art. 53 CPF y Ley N° 7.826,
Orgánica del MPF), en cuestiones en las que esté comprometido el orden público (por ejemplo, acciones de estado) y
de los asesores de familia en su función complementaria u otras diversas que les atribuye el ordenamiento, cuando
en el tema se cuestionen intereses de personas menores de edad o con capacidad restringida o se trate de quienes
carecen de recursos a fin de lograr un patrocinio gratuito según las leyes pertinentes (arts. 54 a 66 CPF; Ley N°
7.982 de Asistencia Jurídica Gratuita y sus modificaciones).

Destacamos que se advierten rasgos inquisitivos para el desarrollo de ciertas causas, dejando a salvo las
patrimoniales entre personas capaces. Se pone énfasis en las dosis de oralidad que son propias del proceso, lo que
refuerza la inmediatez mediante trámites simples y concentrados. La naturaleza de las cuestiones debatidas, ameritan
dotar de atribuciones oficiosas a los magistrados.

Se diseña un juicio común (arts. 75 y sgtes., CPF) y juicios especiales (arts. 89, 91 y sgtes., CPF), breves trámites
para los incidentes (art. 99 y sgtes., CPF) y para las medidas provisionales personales (art. 21, inc. 3; arts. 73 y 74,
CPF).

Reforzando la concentración y celeridad, los plazos son fatales y los recursos deben fundarse al interponerse ante el
inferior.

Este breve pantallazo del sistema que rige en la sede capital de la provincia de Córdoba, responde a pautas reflejadas
por el más alto tribunal de la nación hace ya unos cuantos años, cuyo predicamento no ha perdido actualidad.

Se ha expresado:

Queda totalmente desvirtuada la misión específica de los tribunales especializados en temas de


familia, si éstos se limitan a decidir problemas humanos mediante la aplicación de una suerte de
fórmulas o modelos prefijados, desentendiéndose de las circunstancias del caso que la ley les
manda concretamente valorar, pues no posible prescindir del estudio de lo reunido en la causa
(CSJN "S., C. s/ adopción", Fallos: 328:2870, 02/08/2005, Publicado en el dial el 03/08/2006).

Los jueces son, en cuanto ministros de ley, servidores del derecho para la realización de la
justicia, que puede alcanzarse con resoluciones positivamente valiosas, derivadas razonablemente
del ordenamiento jurídico vigente…incluso en los principios que lo integran para la decisión del
caso concreto (CSJN, Fallos: 335;1305, 10/07/2012).

Como caracteres del proceso de familia, en primer lugar, se destaca la exclusividad de su competencia material.
Esta se restringe, en principio, a conflictos planteados en asuntos personales derivados de las relaciones de familiares
(art. 15, inc. 2, CPF) norma a cuya lectura remitimos por su trascendencia.

Esta característica, si bien se ha flexibilizado, se mantiene como impronta del sistema frente a la elección de otras
legislaciones provinciales que han incorporado a los fueros de familia temas de orden patrimonial (como sucesiones
o daños y perjuicios); otros aspectos referidos a los atributos de la persona humana que no sea su estado civil
(nombre, capacidad, domicilio); conflictos de la niñez en crisis con su familia de origen o la violencia doméstica (por
ejemplo, Santa Fe, Chaco, pcia. de Bs. As., Mendoza, Entre Ríos).

De la índole de la competencia material de la ley (plasmada en el art. 16 CPF a cuya lectura remitimos) resulta que se
preserva, en principio, la extrapatrimonialidad del fuero (por ejemplo, acciones de estado y de ejercicio como el
divorcio o el cuidado de las personas menores de edad) y también se atribuye su intervención en conflictos
patrimoniales que resultan inescindibles de otros aspectos vinculados a su competencia (alimentos, liquidación,
comunidad de ganancias, compensaciones económicas; art. 15, inc. 2, CPF).

Quedan excluidos así otros temas de derecho común, aunque se planteen entre parientes (por ejemplo, simulación,
fraude entre cónyuges). Sin embargo, se ha producido una lectura ampliada de la extrapatrimonialidad e
inescindibilidad en reclamaciones de daños. Por ejemplo, cuando las partes discuten aspectos que se han entendido
no separables de la cuestión que les habría dado origen. Tal ha ocurrido al ser atribuida al Fuero de Familia la
reclamación de daños y perjuicios en acciones de filiación y accesorias, por ejemplo, alimentos y daño moral (TSJ,
Secretaria Electoral y Competencia Originaria, “G. M. L. C/ G. J. E. – acciones de filiación – contencioso – cuestión
de competencia”, Auto N° 223 de fecha 21/10/2016.).

También hacen a los caracteres del fuero, la especialización y la multidisciplina, ya mencionadas. Lo que resulta
del mandato del CCCN (art. 706, inc. b) replicado en la legislación local en los arts. 6 y 7 CPF a cuya lectura
remitimos. El perfil de especialista se predica para los tribunales, operadores y servidores del sistema, lo que
incluye valorar la idoneidad, capacitación y vocación por la materia familiar. La multidisciplina supone que
magistrados y funcionarios pueden contar con la perspectiva de otras profesiones con abordajes diferentes al puro
derecho; ello por la complejidad humana que involucran estos conflictos. El CPF se ha hecho eco de esta necesidad
mediante su concreción en el Cuerpo Auxiliar Técnico Multidisciplinario (CATEMU), cuyas funciones ya se
cumplían antes de la sanción del CCCN en la ley foral existente en Córdoba. También el CPF ha entendido
trascendente dar entidad legislativa a otro organismo profesional de apoyo, al prever el Equipo Técnico de
Intervención en Regímenes Comunicacionales (ETIRC) (arts. 67 a 72 CPF), que fuera creado originariamente por
Acordada del Tribunal Superior de Justicia.

Debe destacarse que la Ley N° 10.305 (CPF) es aplicable solo para tribunales de Córdoba capital.

 A los fines de indagar la competencia material del fuero, remitimos a la detenida lectura y
comprensión de los incisos contenidos en el art. 16 de la Ley N° 10.305. Puede acceder a la misma
haciendo clic acá.

Diseñe un breve cuadro de su contenido para la visualización de su competencia material.


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Principios procesales

En el texto del CCCN, los principios procesales, enumerados en el art. 706 y concordantes, son directivas u
orientaciones dirigidas, en primer lugar, al legislador local, a la hora de adaptar las normas adjetivas al mandato
fondal. Además, involucran siempre al juez al aplicar el derecho, a fin de orientarlo en la búsqueda de la mejor
satisfacción de los derechos en conflicto.

Se ha destacado que:

Las máximas enumeradas en este artículo no tienen establecida jerarquía alguna. En el supuesto de que deba
aplicarse alguna desechando otra no significa que la no elegida pierda vigencia, sino que la consecuencia es un
desplazamiento temporal para el supuesto concreto. (González de Vicel, 2015, p. 554).

Su aplicación depende, entonces, de la especificidad de la materia sometida a juzgamiento y remite a la forma de


interpretación del derecho en sus arts. 1 y 2 CCCN.

Se enuncian como señeros en el Título VIII, referido a los Procesos de Familia, en su Capítulo I, relativo a las
Disposiciones generales, la tutela judicial efectiva, inmediación, buena fe y lealtad procesal, oficiosidad, oralidad y
acceso limitado al expediente; facilitar el acceso a la justicia y la resolución pacífica de los conflictos, a cargo de
jueces especializados, con apoyo multidisciplinario, con especial referencia a las personas vulnerables y a los niños,
niñas y adolescente cuyo interés es prevalente (art. 706, CCCN).

Su tratamiento no seguirá ese orden por razones de claridad y metodología.

La supremacía de los principios radica en que encuentran su raíz en normas supralegales, por lo que tales pautas
operan, tal como señalamos, como mandas para el legislador local y como criterios de interpretación para los jueces
en todo el territorio nacional y en todos los procesos en los que se controvierta el derecho de familias (conf. art. 705
CCCN).

El CCCN imparte esta directiva no solo en la materia familiar, sino en el abordaje de diversas instituciones que
comprometen a la persona y sus derechos esenciales. Por ejemplo, cuando se debe entrevistar a quien está
cuestionado en su capacidad (art. 35 CCCN) en la tutela al escuchar a la persona menor de edad y atender a su mejor
interés (art. 113 CCCN).

Siguiendo con la línea trazada tanto por la CSJN como por el CCCN, el legislador de la provincia de Córdoba
sancionó la Ley N° 10.305, que en el art.15 de su capítulo III, reconoce los principios y caracteres generales que debe
respetar el proceso de familia.

Por ende, el derecho sustancial familiar imparte pautas “que se fijan como patrones ineludibles que se deben seguir
en el proceso” (Bertoldi de Fourcade, 2012, shorturl.at/ANR12).

Así lo explicita el art. 705 CCCN: “Las disposiciones de este título son aplicables a los procesos en materia de

familia, sin perjuicio de lo que la ley disponga en casos específicos”2.

2 Art. 705 – Ley N° 26.994 (2014). Op. cit.

Seguidamente expresa el Art. 706 CCCN:

(…) El proceso en materia de familia debe respetar los principios de tutela judicial efectiva,
inmediación, buena fe y lealtad procesal, oficiosidad, oralidad y acceso limitado al expediente.

a. Las normas (…) deben ser aplicadas de modo de facilitar el acceso a la justicia, especialmente
tratándose de personas vulnerables, y la resolución pacífica de los conflictos”.

b. Los jueces (…) deben ser especializados y contar con apoyo multidisciplinario.
c. La decisión (…) que involucre a niñas, niños y adolescentes [en adelante NNA] debe tener en

cuenta su interés superior.3

3 Art 706 – Ley N° 26.994 (2014). Op. cit.


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Su recepción en la Ley N° 10.305 y su aplicación en el


texto legal

Es dable recordar que, por la amplitud de su ámbito de aplicación, estos principios se actualizan a partir de las pautas
del CCCN, su replicación en el CPF y en el tratamiento de la Restitución Internacional de Menores, la que tiene en
Córdoba una regulación especial y es competencia de ciertos jueces de familia.

Nos ocuparemos, en esta oportunidad, de repasar lo relativo a los principios de tutela judicial efectiva; oralidad,
inmediación y personalidad; conciliación o mediación; impulso procesal de oficio, principios relativos a la prueba:
libertad probatoria, carga de la prueba y prueba de testigos; economía procesal de tiempo y costos; reserva; interés
superior del niño y su participación y la de personas con capacidad restringida en el proceso; moralidad: buena fe y
lealtad procesal dentro de cuyos conceptos incluimos el de facilitar el lenguaje para la mejor comprensión de la
sentencia.

El tratamiento normativo de estos aspectos se encuentra en el CPF, cap. III, relativo a los caracteres y principios
generales del proceso de familia. Es el art. 15 CPF el que, a lo largo de sus trece incisos, despeja el mandato del
legislador de fondo y pone en claro los caracteres del fuero.

 Remitimos a la lectura de los textos legales y encomendamos la realización de un cuadro de su


contenido, lo que facilita la comprensión del sistema.

Tutela judicial efectiva


La directriz que apunta a lograr una tutela judicial efectiva se encuentra regulada en los arts. 8 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) y en las Reglas de Brasilia -fruto de la
Cumbre Judicial Iberoamericana (4, 5 y 6 de marzo del año 2008 modificada en 2019)- en cuya Exposición de
Motivos, se expresa que:

El sistema judicial se debe configurar, y se está configurando, como un instrumento para la


defensa efectiva de los derechos de las personas en condición de vulnerabilidad. Poca utilidad
tiene que el Estado reconozca formalmente un derecho si su titular no puede acceder en forma
efectiva al sistema de justicia para obtener la tutela de dicho derecho (XIV Cumbre Judicial
Iberoamericana, 2008, p. 4).

El CPF en su art. 15, inc.1, expresa:

Tutela judicial efectiva: las normas que rigen el procedimiento de familia deben ser aplicadas de
modo de facilitar el acceso a la justicia, especialmente tratándose de personas vulnerables. Se
debe evitar que la desigualdad entre las personas por razones de vulnerabilidad afecte el

desarrollo o resultado del proceso.4

4 Art. 15 Inc. 1 - Ley N° 10.305 (2015). Op. cit.

En apretada síntesis podemos decir que es una reformulación del debido proceso. El principio de la tutela judicial
efectiva, explicitado en el art. 706 CCCN y en el art. 15, inc. 2, CPF, comprende la garantía del acceso a la justicia
de todas las personas, lo que es entendido como un verdadero derecho humano. Se destaca que las reglas que rigen
el procedimiento deben ser aplicadas de modo de facilitar este acceso a los vulnerables, y se enfatiza el derecho a ser
escuchado, según las circunstancias, y a que la opinión sea tenida “en cuenta cuando el proceso las afecte
directamente. Así lo indica en el art. 706, párr. 2º y lo afirma el art. 707” CCCN. Es un concepto omnicomprensivo,
también, de los intereses de los ancianos y víctimas de la violencia. Es interesante recordar que las Reglas de Brasilia
mencionadas explicitan que se consideran en condición de vulnerabilidad las personas que, por razón de su edad,
género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas, étnicas o culturales, encuentran especiales
dificultades para ejercitar con plenitud ante el sistema de justicia los derechos reconocidos por el ordenamiento
jurídico. De esta manera se responde al mandato consagrado en el art. 75 inc. 23 CN y en el art. 27 de la Constitución
de la Provincia de Córdoba, a partir de propiciar medidas de acción positiva para lograr un trato que permita alcanzar
los niveles de satisfacción en sus derechos de igual manera que quienes no sufren limitaciones (en sentido similar nos
pronunciamos en Procedimiento de familia y el proyecto de código unificado, Bertoldi de Fourcade, María V., 27-
nov-2012).

En cuanto a facilitar el acceso a la justicia, cumplen un importante rol las llamadas asesorías móviles, creadas y
reguladas por: Acuerdos reglamentarios. Nº 1156. Serie A; 1140 /17 y 419/19 y sus ajustes cuyo objetivo es,
mediante el desplazamiento de los funcionarios a diversos lugares de la jurisdicción ilustrar sobre los derechos a los
ciudadanos, brindar asesoramiento y, en determinados casos, patrocinar y lograr acuerdos que pueden luego ser
homologados por los jueces. Se evidencia una forma de acercamiento real del Poder Judicial al justiciable en épocas
donde la distancia y las complejidades de la vida impiden el tratamiento oportuno del conflicto en numerosas
ocasiones.

 Se recomienda la lectura de Acuerdos reglamentarios. Nº 1156. Serie A; 1140 /17 y 419/19.


Puede acceder al sitio haciendo clic acá.

Se estima que la tutela solo será efectiva si se cuenta con medios que aseguren el cumplimiento de la resolución
dictada a través de procedimientos “accesibles para las partes, sin obstáculos o demoras indebidas, a fin de que
alcancen su objetivo de manera rápida, sencilla e integral” (Organización de los Estados Americanos, 2012,
shorturl.at/jpyRW).

El Código de fondo tiene especial preocupación por ello, y el ejercicio de las potestades judiciales reconocidas en los
procesos de familia dan numerosos ejemplos de esta necesidad de procurar que lo resuelto se ponga en vigor en la
realidad. Con miras a ello, se debe contar con herramientas procesales adecuadas y proporcionales a la solución
buscada (por ejemplo, astreintes, medidas de aseguramiento del cumplimiento en alimentos y comunicación) (arts.
550/1, 553, 557 CCCN). A partir de la clara percepción de que la tutela debe brindar soluciones eficaces, los
magistrados pueden imaginar medidas que resulten adecuadas para compeler al cumplimiento y cambiar, en su caso,
el enfoque de la sanción que va de lo material a lo inmaterial (por ejemplo, se le prohíbe al padre moroso asistir a los
partidos de su club de fútbol, a los bailes de su grupo favorito, salir del país, etc.).

 Confrontar los artículos que se comparten a continuación:

Cuota alimentaria: qué medidas adopta la Justicia contra los morosos. Puede acceder acá.

Por no pagar la cuota alimentaria, le prohibieron ir a ver a Talleres y a los bailes de


cuarteto. Puede acceder acá.

Los padres deudores de alimentos no podrán ingresar a los estadios. Puede acceder acá.

Puede descargar las noticias.

Noticia 1. Cuota alimentaria: qué medidas adopta la Justicia contra los morosos

Cuota alimentaria_ qué medidas adopta la Justicia contra los


morosos.pdf
1005.2 KB

Fuente: La Nueva. (9/9/2018). Cuota alimentaria: qué medidas adopta la Justicia contra los morosos [versión digital].

Recuperado de https://www.lanueva.com/nota/2018-9-9-7-0-55-cuota-alimentaria-que-medidas-adopta-la-justicia-contra-los-

morosos

Noticia 2. Por no pagar la cuota alimentaria, le prohibieron ir a ver a Talleres y a los bailes de cuarteto
Por no pagar la cuota alimentaria, le prohibieron ir a ver a Talleres y
a los bailes de cuarteto - Clarín.pdf
3.2 MB

Fuente. Clarín. (12/02/2019 ). Por no pagar la cuota alimentaria, le prohibieron ir a ver a Talleres y a los bailes de cuarteto.

Diario [versión digital]. Recuperado de https://www.clarin.com/sociedad/pasar-cuota-alimentaria-prohibieron-ir-ver-talleres-

bailes-cuarteto_0_zSk-ZjNzS.html

Noticia 3. Los padres deudores de alimentos no podrán ingresar a los estadios

Los padres deudores de alimentos no podrán ingresar a los estadios _


Perfil.pdf
5.1 MB

Fuente. Perfil. (Sábado 16 febrero, 2019). Los padres deudores de alimentos no podrán ingresar a los estadios. Diario [versión

digital]. Recuperado de https://www.perfil.com/noticias/noticias/sociedad/los-padres-deudores-de-alimentos-no-podran-

ingresar-a-los-estadios.phtml

Esta impronta se advierte en el CCCN mediante diversos institutos, por ejemplo, en la tutela anticipada en materia de
alimentos provisorios, en juicios de alimentos (art. 544 CCCN), en la reclamación de filiación (art. 586 CCCN)
(ejemplo, CPF arts.15 incs. 1, 6, 10; arts. 56, inc. 2, 58, 73, etc.). También, en materia de medidas provisionales
respecto a las personas (a pedido de parte o de oficio: art. 73 CPF), iniciada la petición de divorcio o nulidad de
matrimonio o antes, en casos de urgencia (art. 721 CCCN); las dictadas sobre bienes a pedido de parte (art. 722
CCCN) con plazo determinado. El CPF regula las medidas provisionales en los arts. 21, inc. 3 y arts. 73 (audiencia
con toda la prueba o in audita pars en urgencia) y art. 74 (sobre bienes con caducidad).

 Las normas citadas correspondientes a los distintos cuerpos normativos que deben ser leídos
y correlacionados con los principios para la verificación de su vigencia en el texto de la Ley
N° 10.305. Puede acceder aquí.
Inmediación y personalidad: oralidad

El art. 706 CCCN y, en su consecuencia, el art. 15, incs. 5 y 10 CPF requieren el contacto directo del juez con las
partes y los órganos de prueba. Estos principios están imbricados entre sí y ponen el acento en la oralidad.

El derecho a ser oído resulta de la incorporación de los Tratados de Derechos Humanos a la Constitución (art. 75,
inc. 22 CN); lo destacan la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 19), la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (art. 8), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14), la Convención sobre los
Derechos del Niño, que da prevalencia a su interés superior (art. 3) y expresamente señala que se garantizará al niño
que esté en condiciones de formarse un juicio propio, el derecho a expresar su opinión libremente en todos los
asuntos que lo afecten. Además, esta opinión será tenida en cuenta, en función de la edad y madurez, generando la
oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo que lo afecte (art. 12). También la
Convención Interamericana para la eliminación de todas formas de discriminación contra las personas con
discapacidad (Ley N° 25.280) y la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad
(Ley N° 26.378), son incorporadas en sus principios por la Ley N° 26.657 y las normas pertinentes del CCCN (arts.
31 sgtes.). Estos cuerpos normativos quiebran el paradigma de la incapacidad absoluta de hecho y establecen como
regla que la capacidad general de ejercicio se presume, sus limitaciones son excepcionales y se tiene derecho a
participar en el proceso judicial con asistencia letrada, aspectos que impregnan todo el sistema judicial.

 A continuación, se comparten las normas citadas de las convenciones y tratados de DD.HH.

Ley 25.280. Puede acceder a la misma haciendo clic acá.

Ley 26.378. Puede acceder a la misma haciendo clic acá.

A estos efectos el CPF, en su art. 15, inc. 5, expresa:


Oralidad e inmediación: el Juez de Familia debe mantener contacto directo y comunicación
personal con las partes del proceso, participantes, órganos de prueba y miembros del Cuerpo
Auxiliar Técnico Multidisciplinario y del Equipo Técnico de Intervención en Regímenes

Comunicacionales, como un medio para conocer acabadamente los intereses en conflicto.5

5 Art. 15, inc. 5 - Ley N° 10.305 (2015). Op. cit.

La oralidad, dijimos, se vincula a la inmediatez. Es decir, el contacto directo de quien escucha con quien es
escuchado. Además, involucra personalidad, que se entiende como contacto directo entre juez, partes y órganos de
prueba. La presencia del juez es necesaria para hacer un diagnóstico de los verdaderos intereses por sobre las
posiciones de las partes y encontrar soluciones que satisfagan, al menos parcialmente, a ambas.

En principio, se debe concurrir personalmente, pero puede hacérselo por apoderado si así lo resuelve el tribunal (art.
81 CPF). Esta norma del CPF asumió la experiencia que demostró que la oralidad no podía convertirse en un
obstáculo para el ejercicio de los derechos, y las fórmulas rígidas que no se adecuaran a la naturaleza de los derechos
debatidos, lejos de ser una fortaleza se dibujaría como una deficiencia. No obstante, en la audiencia del juicio común
y en el divorcio, si no hubiera acuerdo sobre la regulación de los efectos, el juez debe entrevistar en forma personal a
las partes (arts. 85 y 95 CPF) con miras a conciliarlas.

 Las normas citadas correspondientes a los distintos cuerpos normativos deben ser leídos y
correlacionados con los principios para la verificación de su vigencia en el texto de la Ley N°
10.305. Puede acceder aquí.

Se podrá actuar por apoderado en cuestiones en las que la materia no sea personalísima o se haya superado la etapa
de traba de la litis a criterio del director del proceso.
Estos principios actualizan el proceso con audiencia (CPF. arts. 61, 81, 84, 85 juicio común; arts. 86, 89, 94 juicios
especiales; art. 73 medidas provisionales y comparendo a la audiencia con toda la prueba).

Son claros ejemplos de la necesidad de respetar la inmediación las normas de competencia que remiten al centro de
vida de los niños, niñas y adolescentes.

Así se expresa el art. 716 CCCN:

En los procesos referidos a responsabilidad parental, guarda, cuidado, régimen de comunicación,


alimentos, adopción y otros que deciden en forma principal o que modifican lo resuelto en otra
jurisdicción del territorio nacional sobre derechos de niños, niñas y adolescentes, es competente el
juez del lugar donde la persona menor de edad tiene su centro de vida.6

6 Art. 716 - Ley N° 26.994 (2014). Op. cit.

Se ocupa de ello la Ley N° 26.061, art. 3, Interés superior. Se debe respetar: f) Su centro de vida. Se entiende por
centro de vida el lugar donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor
parte de su existencia. (Bertoldi de Fourcade, s/d, https://cutt.ly/oe8QOzZ).

El Decreto 415/2006

señala en su art. 3: El concepto de "centro de vida" a que refiere el inciso f) del artículo 3º se
interpretará de manera armónica con la definición de "residencia habitual" de la niña, niño o
adolescente contenida en los tratados internacionales ratificados por la República Argentina en
materia de sustracción y restitución internacional de personas menores de edad (Bertoldi de
Fourcade, 2012, shorturl.at/ANR12).
También son aplicaciones de la inmediación/oralidad lo referido a la falta de acuerdo sobre convenio regulador en
el divorcio, oportunidad en la que se debe citar a audiencia (art. 438 CCCN; CPF: arts. 94 y 95) que requieren el
comparendo personal salvo para aspectos puramente patrimoniales que no comprometan a personas vulnerables.

Y existen otros ejemplos de su vigencia en materia de acciones de filiación (arts. 581, 720 CCCN) y adopción NNA
(arts. 615/7 CCCN y en adopción de integración arts. 597, 630 y sgtes.)

Finalmente, puede señalarse que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha resuelto que en situaciones análogas es
competente quién está en mejores condiciones de dar una solución integral (CSJN, Fallo 27/11/2012) y en mejor
situación para asumir la tarea tutelar (CSJN, “CML s/ Tenencia”, dictamen 26/02/2013). Se aparta de la prevención y
se está por el domicilio actual del menor de edad (Fallo del 27/08/2013) con relación al juez del divorcio, y se
pronuncia que sobre el aumento de cuota, es competente el juez del domicilio de los niños (CSJN, “C., R. F. c/ C.,
M., D. s/divorcio”, 30/08/2016). Ello evidencia que la CSJN destaca la importancia de estos principios en cualquier
tipo procesal referidos a infantes, incapaces o personas restringidas en su capacidad.

Conciliación

La conciliación es una institución clásica que alude a la facultad o poder que tienen los jueces para fijar audiencias a
fin de promover avenimientos o transacciones (conf. art. 36 CPCCN, 58 CPC Cba., art. 51 Ley N° 10305).

Se procuran alcanzar soluciones consensuadas que facilitarían el cumplimiento espontáneo del acuerdo al que
pudieran arribar las partes en una audiencia. La conciliación tiene como objetivo también el diagnóstico de los
intereses reales por sobre las posiciones de las partes. Con igual propósito podría recurrirse a las técnicas de
mediación.

Las Reglas de Brasilia ya citadas impulsan las formas alternativas de resolución de conflictos en
aquellos supuestos en los que resulte apropiado, tanto antes del inicio del proceso como durante
su trámite. Se señala que la mediación, la conciliación, el arbitraje y otros medios que no
impliquen la resolución del conflicto por un tribunal, pueden contribuir a mejorar las condiciones
de acceso a la justicia de determinados grupos de personas en condición de vulnerabilidad, así
como a descongestionar el funcionamiento de los servicios formales de justicia (Bertoldi de
Fourcade, 2012, shorturl.at/ANR12).

Dice el art. 706, inc. a, in fine CCCN, “las normas que rigen el procedimiento deben ser aplicadas de modo de
facilitar…la resolución pacífica de los conflictos”.7

En sentido similar, el art. 15, inc. 7 CPF, señala que “la resolución de los conflictos familiares debe procurar y
preferir las soluciones consensuadas”8 (por ejemplo, convenio regulador, art. 439 CCCN; plan parentalidad, art. 655
CCCN).

La etapa prejurisdiccional que se celebra en las asesorías de familia es eminentemente conciliadora y también puede
cumplirse ante el Centro Judicial de Mediación (art. 54 CPF).

Para pacificar la contienda por el avenimiento de las partes se puede convocar a audiencia de conciliación en todas
las etapas del proceso, tanto por los asesores de familia, el juez, el tribunal de alzada e incluso por el TSJ llegado el
planteo a esa instancia (art. 15, inc. 7; arts. 51, 60, 82, 89 CPF).

Un ejemplo que pone en acto las bondades de un sistema no controversarial se concretó en materia de divorcio: la
desaparición de las causales subjetivas, neutralizó la virulencia de los planteos iniciales. Sin embargo, la falta de
asunción madura de los conflictos se proyecta en la relación con los hijos o a la hora de la distribución de los bienes
o el reconocimiento de ciertos derechos esenciales (vivienda, alimentos). Por ello, la función de intentar el
avenimiento en aspectos tan importantes sigue vigente.

Oficiosidad y amplitud de las potestades de los jueces flexibilidad


probatoria

El impulso inicial del proceso, en general, corresponde a las partes, pero puede el juez hacerlo de oficio en supuestos
especiales (ejemplo, adopción, art. 616 CCCN; otorgar cuidado compartido indistinto, art. 651 CCCN). El trámite
continúa a instancia del tribunal. Este “principio” depende de la materia y determina la mayor o menor intensidad en
la actividad del tribunal. No corresponde en aspectos puramente patrimoniales entre capaces.

Dice el art. 709 CCCN:

Principio de oficiosidad. En los procesos de familia el impulso procesal está a cargo del juez,
quien puede ordenar pruebas oficiosamente. El impulso oficioso no procede en los asuntos de

naturaleza exclusivamente económica en los que las partes sean personas capaces.9

9 Art. 709 - Ley N° 26.994 (2014). Op. cit.

En consonancia con esto el art. 15, inc. 3, el CPF reitera la fórmula, sin que se anulen las cargas procesales de las
partes. Tal es así que se reconoce la perención de instancia ante su inactividad (arts. 110/120 CPF).

El proceso de familia reconoce estas potestades cuando esté comprometido el estado civil de las personas. No
obstante, la aparente limitación a aspectos no patrimoniales de la facultad de disponer oficiosamente, la propia ley de
fondo otorga potestades de intervención en aspectos puramente económicos que son replicadas en la ley adjetiva.
Así, en el juicio de divorcio, el juez a pedido de parte o de oficio puede pedir, con antelación a la audiencia, más
elementos y garantías al obligado para asegurar el cumplimiento de los acuerdos o propuestas planteados por las
partes condicionando su homologación (conf. arts. 438/440 CCCN y CPF art. 96). En materia de alimentos
provisorios y cautelares (aún futuros) puede ordenarse la traba de medidas cautelares, las que podrían ser sustituidas
por el obligado si son consideradas suficientes (arts. 544 y 550 CCCN).

De igual manera, las potestades otorgadas se plasman en la flexibilización, amplitud y libertad probatoria (CPC 200 y
202; CPN art. 378, art 710 CCCN, art. 15, inc. 3 CPN).

Establece el CCCN en dos normas concordantes:


Art. 710: Principios relativos a la prueba. Los procesos de familia se rigen por los principios de
libertad, amplitud y flexibilidad de la prueba. La carga de la prueba recae, finalmente, en quien
está en mejores condiciones de probar.

Art. 711: Testigos. Los parientes y allegados a las partes pueden ser ofrecidos como testigos. Sin
embargo, según las circunstancias, el juez está facultado para no admitir la declaración de
personas menores de edad o de parientes que se niegan prestar declaración por motivos

fundados.10

10 Arts. 710 y 711 - Ley N° 26.994 (2014). Op. cit.

El CPF, en su art. 15, inc. 11, replica ambas fórmulas:

11. Prueba: los procesos de familia se rigen por los principios de libertad, amplitud y flexibilidad
de la prueba. La carga de la prueba recae en quien está en mejores condiciones de probar. Los

parientes y allegados a las partes pueden ser ofrecidos como testigos.11

11 Art. 15, inc. 11 - Ley N° 10.305 (2015). Op. cit.

Este principio comprende las facultades del juez en materia de prueba, medidas ordenatorias e instructorias, incluso
el impulso de oficio. Es decir que, abierto el proceso, cuando está comprometido el estado civil o derechos de
infantes y adolescentes (cuidado, comunicación, alimentos o la situación de las personas con discapacidad), se
autoriza la actividad judicial en procura de la tutela efectiva de sus derechos.
Ya sea por la importancia de conocer la realidad, ante la dificultad de probar lo que generalmente ocurre en la
intimidad del seno familiar, la prueba en estos casos se flexibiliza y rige la libertad probatoria, que supera la
limitación del testigo excluido por los Códigos procesales (CPC. Cba. art. 309 y art. 427 CPN). Tan es así que desde
hace años la jurisprudencia y los tribunales admiten la declaración de parientes y allegados en el fuero de familia de
Córdoba, aun antes de la nueva legislación, al entender que se trataba de testigos “necesarios”. Entendemos que rige
el favor probationem ante la dificultad probatoria de hechos familiares; en caso de dudas debe estarse a la
admisibilidad y eficacia de los medios probatorios.

También es muy importante la explicitación del deber de probar de quien está en mejores condiciones de hacerlo.
Esto supone la consagración legislativa de lo que la doctrina y jurisprudencia pregonaran como “las cargas dinámicas
de la prueba”12. Por ello, las partes no deben limitarse a aportar la prueba que responda a su posición, sino toda la
que, atento la facilidad para acceder a ella (por cuestiones de hecho, conocimiento, profesión, etc.), contribuya
eficazmente al esclarecimiento del conflicto. La conducta reticente puede conllevar una lectura disvaliosa de su
comportamiento por la afectación de la probidad y buena fe que rigen el proceso (art. 15, inc. 13 CPF). De las reglas
referidas derivan nuevas formulaciones, tales como los principios de solidaridad y cooperación al abordar el proceso
como una empresa común (Peyrano 2009).

Se ha dicho:

Al tratarse de un principio que se introduce en el CC yC, se zanja la discusión doctrinaria de si la


aplicación de la teoría de las cargas probatorias dinámicas debía o no ser anoticiada a las partes
antes de que ofrezcan y produzcan sus pruebas, por entender que la falta de notificación
importaba una violación al derecho de defensa (González de Vicel, 2015, p. 555).

Esta perspectiva ya se imponía en la faz probatoria de los juicios de filiación. La oficiosidad siempre estuvo vigente
con relación a las pruebas biológicas. El art. 579 CCCN expresa que “en las acciones de filiación se admiten toda
clase de prueba, incluidas las genéticas, que pueden ser decretadas de oficio o a petición de parte” (Bertoldi de
Fourcade, 2012, shorturl.at/ANR12).
La regulación actual da opciones para asegurar la realización de las pruebas científicas que acercan altísimos
porcentajes de verdad en la reclamación de filiación, y es absoluta en la exclusión del vínculo cuestionado. El estudio
del ácido desoxirribonucleico (ADN) de no poder realizarse en la parte demandada, se puede requerir en otros
parientes por naturaleza hasta el segundo grado priorizando los más próximos. La negativa injustificada a someterse
a ellas es entendida como un indicio grave contrario a la posición del renuente (art. 579 CCCN). En supuestos de
filiación post morten pueden realizarse sobre material genético de los dos progenitores naturales del fallecido. Ante
la negativa o imposibilidad de lograrlo, el juez puede optar por ordenar la exhumación del cadáver, según el caso (art.
580 CCCN).

La amplitud implica que no sean excluidos los parientes y allegados, por lo que no son de aplicación en la materia de
proceso familiar las normas de los arts. 309 y 310 CPC, sino los arts. 711 CCCN y art. 15, inc. 11 CPF.

Así, el art. 711 CCCN, señala que los parientes y allegados a las partes pueden ser ofrecidos como testigos. Sin
embargo, según las circunstancias, el juez “está facultado para no admitir la declaración de personas menores de

edad, o de los parientes que se niegan a prestar declaración por motivos fundados”13.

13 Art. 711 - Ley N° 26.994 (2014). Op. cit.

Economía procesal

Dice el CPF art. 15, inc. 6, que los jueces tienen “el deber de arbitrar medidas para que el juicio sea diligenciado
con la mayor economía procesal y celeridad evitando todo costo económico o de tiempo innecesario”14.

Esta noción supone dos aspectos fundamentales:

la economía de costos, y

la de tiempo, que comprende la celeridad y la concentración.


La economía de costos: que alude a exenciones de tasas y cargas fiscales en materias especialmente sensibles (por
ejemplo, alimentos, pruebas biológicas si hay patrocinio gratuito, entre otras).

Tampoco es obligatoria la asistencia letrada en la etapa prejurisdiccional, esencialmente conciliatoria e informativa


para el justiciable, y estos pueden ocurrir a la asistencia jurídica gratuita prevista por el sistema cordobés (Ley Nº
7982 y sus modificatorias).

La economía de tiempo es fundamental en un proceso que tiene como objeto dar pronta solución al conflicto
familiar y pacificarlo por su impacto social.

Ello se traduce en la celeridad por lo cual los plazos procesales son breves y fatales (art. 15, inc. 4 CPF). Lo que se
evidencia, además en la limitación en el número de testigos (art. 76 CPF).

La concentración en el CPF se traduce en la disminución de los actos procesales. Así, por ejemplo, se debe
acompañar la documental y ofrecer toda la prueba con demanda (arts. 76 y 77, 99) o petición (art. 73). La prueba
oralizada se da en audiencias, donde se predica la taxatividad recursiva, los recursos deben ser fundados al
interponerse y solo la resolución será apelable, impugnación que comprende los vicios formales (art. 151 CPF igual
al art. 362 CPC; arts. 126,135, 144 CPF).

También apunta a la evitación de demoras en el proceso, ante la advertencia de diligencias defectuosas o con
falencias omisivas en los actos cumplidos, la potestad judicial de ordenar su subsanación dentro de los seis días o, en
su caso, disponer de oficio toda diligencia necesaria para evitar nulidades. Es el llamado despacho saneador,
inmaculación, subsanación o expurgación. Se señalan defectos u omisiones para ser subsanadas en 6 días y pueden
anularse de oficio los vicios manifiestos de orden público (arts. 108 y 109 CPF).

La reserva

Si bien la oralidad propicia la publicidad, para transparencia y control social, es principio indeclinable la reserva en
el proceso de familia.

Reza el CCCN en el art. 708: “el acceso al expediente está limitado a las partes, representantes y letrados y
auxiliares del proceso”15. Para ser remitido como prueba a otra causa se deberá evaluar la finalidad del pedido y
garantizar la reserva.

En consonancia, el CPF reitera el criterio en su art. 15, inc. 8: “Acceso limitado al expediente: el acceso al
expediente en los procesos de familia está limitado a las partes, sus representantes y letrados y a los auxiliares
designados en la causa”16.

Esta preocupación se trasunta también en la exigencia de que las notificaciones deben realizarse en sobre cerrado
(art. 50 CPF). El fundamento de dicha perspectiva deriva de darle privilegio al derecho a la intimidad personal y
familiar (art. 52 CCCN) y la de los menores de edad, en consonancia con normas constitucionales (art. 19 CN y
art. 41 C. Pcial) y convencionales. El art. 8 CDN impone preservar al niño en su identidad, nombre y relaciones
familiares, y el art. 16 señala que se lo debe preservar de dichos ataques. El art. 11, de CADH prescribe evitar
injerencias en la intimidad y semejante planteo realiza el art. 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos. La Ley N° 26.061 lo plasma en el art. 22.

Las normas constitucionales y las reglamentarias de sus mandatos tutelan la reserva de la vida privada y evitan el
escándalo que ciertas cuestiones podrían atraer afectando la moralidad, el orden público o comprometiendo a
menores de edad. En materia de conflictos familiares se debe priorizar el “derecho a la intimidad” (arts. 51 y sgtes.
CCCN), que se incluye en los derechos y actos personalísimos. Tales derechos han sido sistemáticamente abordados,
y su violación constituye una forma de las afectaciones a la dignidad de la persona humana, cuyo daño debe ser
reparado (art. 1740 CCCN).

La reserva de las actuaciones judiciales, que debe imperar en tales materias tiene, “entonces, especial impacto e
importancia en el orden procesal”, constituyendo una excepción al principio de publicidad de las actuaciones
judiciales” (KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída – HERRERA, Marisa – LLOVERAS, Nora, “Tratado de
Derecho de Familia, según el Código Civil y Comercial de 2014” – t° IV – Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2014,
pag. 443/444).

Consecuencia de ello es que en las audiencias donde se discutan cuestiones que hacen a la vida privada no se permita
el acceso al público. En sintonía con ello, el CPCCba señala en su art. 54 que: “Las audiencias serán públicas, salvo
que el tribunal disponga lo contrario por resolución motivada, sin recurso alguno”17. Por su parte la Ley N° 10.305,
que nos ocupa, expresamente consagra la privacidad o el secreto de las actuaciones a lo largo de su articulado y en
todas las etapas del proceso. El CPF establece la privacidad de las actuaciones en sus arts. 15, inc. 8, 50, 62, 66,
72. Para garantizar la tutela de este derecho, también han de ser excluidas del conocimiento de terceros las
actuaciones, las resoluciones y protocolos en dichos supuestos. Así lo ha dispuesto el Tribunal Superior de Justicia de
Córdoba, mediante Acuerdo Reglamentario Nº 263. Serie A del 15/10/1993 por el que se mantiene separados del
resto a los protocolos de las resoluciones del Fuero de Familia, los que solo podrán ser consultados por las partes y
sus letrados o apoderados.

Sin embargo, a los fines de la función de contralor deberá periódicamente difundirse la doctrina judicial relevante sin
proporcionar datos que permitan la identificación de los involucrados cuando la materia o las circunstancias ameritan
la reserva señalada.

Al respecto la CSJN estableció que “las cámaras federales o nacionales, así como los tribunales orales, sin excepción
alguna, publicaran -exclusivamente- todas las sentencias, acordadas y resoluciones administrativas que suscriban a

través del Centro de Información Judicial”18.

18 Acordada 15/2013 (21 de mayo de 2013). Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Moralidad: buena fe y lealtad procesal. Clare loqui

Estos principios son resaltados por el art 706 CCCN y son parte de una regla clásica que comprende todas las
materias y áreas del derecho. Desde su abordaje se proscribe el abuso del derecho (arts. 9 y 10 CCCN) y la conducta
abusiva en el proceso (art. 316, 2do. par. CPC - 83 CPC; 423 CPN).

El CPF los destaca en el art. 15, incs. 1 in fine e inc. 13: tales preceptos señalan el deber de “actuar con probidad y

buena fe”19 y también “el deber del juez” de prevenir y asegurar su observancia”20.

20 Art. 15, inc. 13 - Ley N° 10.305 (2015). Op. cit.

Derivan de ellos los principios de solidaridad y cooperación.

Asimismo, se pone el acento en la necesidad de encarar las resoluciones judiciales con una perspectiva de
flexibilización del lenguaje. El objetivo es acercar una adecuada e inteligible comunicación de la solución que se ha
dado al conflicto. Se persiguen, entonces, sentencias y escritos comprensibles (“clare loqui”).
Dice el CPF art. 15, inc. 12: “Lenguaje: los actos y resoluciones judiciales deben redactarse mediante
construcciones sintácticas sencillas y comprensibles que respondan a la situación particular de las partes, sin

perjuicio de su rigor técnico”21.

21 Art. 15, inc. 12 - Ley N° 10.305 (2015). Op. cit.

El hablar claro es tanto una carga procesal para las partes como un deber de los que operan el sistema jurisdiccional,
a fin de que lo dispuesto sea adecuadamente entendido por los destinatarios.

La Federación Internacional de Lenguaje Claro lo define así: “Si la lengua, la estructura y el diseño son tan claros
que el público al que está destinado puede encontrar fácilmente lo que necesita, comprende lo que encuentra y usa
esa información” (González Zurro, Guillermo D., Sentencias en lenguaje claro, 26/12/2018, LA LEY,
shorturl.at/iFLU0)

En esta línea se ha dictado el Acuerdo reglamentario número mil quinientos ochenta y uno - Serie "A", que
diferencia las iniciativas de lenguaje claro, tendientes a la lograr un discurso jurídico más comprensible para todos
los ciudadanos sin formación jurídica específica, respecto de aquellas estrategias orientadas a adaptar los textos
jurídicos a las competencias discursivas específicas de las personas vulnerables a través de enunciados de lectura

fácil. 22

22 T.S.J. de Córdoba, Acuerdo reglamentario N° 1581- Serie "A",2019

A tal fin se crea un Comité que trabajara sobre tales temas.

 Se recomienda la lectura de esta acordada a los fines de profundizar los fundamentos de la


resolución.

Interés superior de NNA y personas con restricción en su


capacidad y su participación en el proceso
El fundamento de la protección es de origen convencional con especial referencia a la cuestión en la convención de
los Derechos del Niño, incorporada al art. 75 CN.

Dice el art. 18 CDN:

1. Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del


principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y
el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales la
responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación

fundamental será el interés superior del niño.23

23 Art. 18 - Ley Nº 23.849 (1990). Convención sobre los Derechos del Niño. Senado y Cámara de

Diputados de la Nación Argentina.

El art. 5 CDN por su parte destaca que:

“Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los padres o,
en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad, según establezca la
costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente del niño de impartirle, en
consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiadas para que el

niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención”.24

24 Art. 5 - Ley Nº 23.849 (1990). Op. cit.


Este principio impregna todo el sistema jurídico argentino y se lo destaca en el art. 707 del CCCN.

El CPF se ocupa de la perspectiva en el art. 15, incs. 9 y 10:

9) Interés superior de las niñas, niños y adolescentes: la decisión que se dicte en un proceso en
que están involucrados niñas, niños o adolescentes debe tener en cuenta el interés superior de esas
personas;

10) Participación en el proceso de personas con capacidad restringida y de niñas, niños y


adolescentes: las personas mayores con capacidad restringida y las niñas, niños y adolescentes
tienen derecho a ser oídos en todos los procesos que los afectan directamente. Su opinión debe ser
tenida en cuenta y valorada según su grado de discernimiento y la cuestión debatida en el
proceso.25

25 Art. 15, incs. 9 y 10 - Ley N° 10.305 (2015). Op. cit.

Estos principios generales se reiteran en diferentes instituciones del orden jurídico según el CCCN. Se incorpora “al
adolescente” y se eliminan categorías de menor adulto, incapaces absolutos y relativos.

En lo vinculado a la responsabilidad parental, se destaca en las siguientes normas el perfil del interés superior. Así, se
dice:

Enumeración. La responsabilidad parental se rige por los siguientes principios:

a) el interés superior del niño;


b) la autonomía progresiva del hijo conforme a sus características psicofísicas, aptitudes y
desarrollo. A mayor autonomía, disminuye la representación de los progenitores en el ejercicio de
los derechos de los hijos;

c) el derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida en cuenta según su edad y grado de
madurez.26

26 Art. 639 - Ley N° 26.994 (2014). Op. cit.

Los deberes y derechos de los progenitores se enumeran en el art. 646 CCCN:

a. cuidar del hijo, convivir con él, prestarle alimentos y educarlo;

b. considerar las necesidades específicas del hijo según sus características psicofísicas, aptitudes y
desarrollo madurativo;

c. respetar el derecho del niño y adolescente a ser oído y a participar en su proceso educativo, así
como en todo lo referente a sus derechos personalísimos;

d. prestar orientación y dirección al hijo para el ejercicio y efectividad de sus derechos;

e. respetar y facilitar el derecho del hijo a mantener relaciones personales con abuelos, otros
parientes o personas con las cuales tenga un vínculo afectivo;

f. representarlo y administrar el patrimonio del hijo.27

27 Art. 646, Ley N° 26.994, (2014). Op. cit.


Otro lineamiento del sistema es reconocer a NNA la autonomía progresiva (arts. 5 y 12 CDN, art. 3 Ley N° 26.061
y arts. 25 y 26 CCCN). Esto supone tener en especial consideración las aptitudes adquiridas durante crecimiento y
desarrollo (edad y grado de madurez).

La determinación de lo que es el mejor interés del menor responde a un concepto flexible. Implica el contacto del
niño con el juez, respetar su derecho a ser oído y que su opinión sea tenida en consideración según su grado de
madurez y, en su caso, contar con patrocinio letrado. El abogado del niño ha sido recientemente regulado en Córdoba
por la Ley N° 26.964 de la que nos ocuparemos en otra oportunidad.

La participación en el proceso de niños, niñas, adolescentes y personas con discapacidad se dará en los procesos que
afecten directamente sus derechos.

En síntesis, el principio que da prioridad al interés de NNA y personas vulnerables por sobre los de los demás
involucrados, como concepto indeterminado, requiere tener en consideración las circunstancias personales, fácticas,
culturales y espirituales en el caso concreto; pues el deseo del involucrado puede no coincidir con su verdadero
interés. El pronunciamiento supone, en muchos casos, recurrir al auxilio de los cuerpos técnicos que permitan
traducir la expresión del entorno con instrumentos que coadyuven a una mejor toma de decisión (por ejemplo,
entrevista personal con el juez y el asesor, entrevistas con el equipo técnico interdisciplinario y el abogado del niño,
entre otros).

 Se recuerda que todos los textos legales citados en el módulo deberán ser cotejados y
comprendidos a partir de su lectura en los cuerpos normativos referidos y correlacionados
con el resto del texto de la Ley N° 10.305 para verificar su vigencia. Puede acceder a la Ley
N° 10.305 haciendo clic aquí.

Conclusiones

El CPF, en consonancia con los principios repasados, ha diseñado procedimiento con audiencias, simple,
concentrado, reservado y con aumento de las facultades de dirección del juez. No contiene fórmulas rígidas que
conviertan al proceso en un fin en sí mismo, y mantiene el cuerpo colegiado para garantizar la doble instancia.

Sin embargo, la realidad de nuestro mapa procesal y sus diferentes alternativas procesales, reclama que los principios
que convoca resalten, en todos los sistemas, “dosis de oralidad” e inmediación para concretar el mandato de que se
oiga a quien reclama ante los jueces cuando sea razonablemente necesario.

El tránsito por tribunales debe ser el último recurso de la familia en crisis y, por ello, debe operar como un eficaz
instrumento para la pacificación. Una regulación procesal uniforme debería dar nuevas garantías a los contenidos
normativos sustanciales.

Señale cuál de las siguientes sentencias es verdadera.

El artículo 15 del Código Procesal de Familia establece como principios: tutela judicial
efectiva, extrapatrimonialidad, oralidad e inmediación, publicidad irrestricta.

El artículo 15 del Código Procesal de Familia establece como principios: acceso limitado al
expediente, libertad probatoria, buena fe y lealtad procesal.

El artículo 15 del Código Procesal de Familia establece como principios: oralidad,


contradicción, acceso público al expediente, lenguaje técnico en las resoluciones.

El artículo 15 del Código Procesal de Familia establece como principios: Publicidad,


limitación a la participación de niños, niñas y adolescentes en el proceso.

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Referencias

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