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La finalidad de este Pleno era unificar las diferentes interpretaciones respecto a si

resulta posible la discusión sobre la validez del acto jurídico en un proceso en el


cual se demanda otorgamiento de escritura (Exp. 4442-2015, Moquegua).
De otro lado, hay quienes están muy de acuerdo con la nueva propuesta de
permitirle al juez adoptar esta clase de decisiones al interior de este tipo de
procesos con el objeto de evitar la dilación de los mismos. Entre ellos destaca
el maestro Nelson Ramírez Jiménez, amicus curiae de este Pleno, quien coincidió
con la tesis sostenida por otros especialistas en el sentido de que nada impide
discutir la validez del acto a escriturar al interior de un proceso sumarísimo. Debe
considerarse la especial naturaleza del contrato con prestaciones reciprocas, en el
que la relación obligacional es de “doy para que des”, ergo, una prestación tiene
por causa a la otra.

La pretensión se tramita como proceso sumarísimo, salvo que el título de cuya


formalidad se trata tenga la calidad de ejecutivo, en cuyo caso se sigue el trámite
del proceso correspondiente.”
DECLARACIÓN DE NULIDAD MANIFIESTA.
La trascendencia de esta punto se haya en esa posibilidad expresa que señala la
Corte Suprema en la posibilidad de tiene los jueces de poder declarar de oficio “la
nulidad manifiesta” del acto jurídico materia de formalización. Algo que muchas
veces parecía impensable en razón a que “la norma no permitía esta posibilidad” o
muchas veces los jueces preferían resolver solamente en base a la pretensión
propuesta y estando a que la nulidad del acto jurídico debía ventilarse en otra vía,
se declaraba la improcedencia del proceso.
Mediante este precedente, se le permite al Juez que en un proceso de otorgamiento
de escritura pública en el cual se advierta la nulidad manifiesta del negocio jurídico,
este lo pueda declarar así, siempre que se garantice el derecho al contradictorio.
En tal sentido, al declararlo de esta manera, también declarará infundada la
demanda de otorgamiento de escritura pública.
Bajo los argumentos desarrollados, consideramos que esta nulidad manifiesta a la
que hace referencia la Corte Suprema, es aquella que no tiene la complejidad, ni
trascendencia de aquella que se postula en un proceso de conocimiento, (nulidad de
acto jurídico) en el cual se requiere mayores elementos probatorios así como un
mayor análisis de la cuestión de fondo. Es por ello que lo sustentado por el
Colegiado tiene argumentos doctrinarios unánimes en los Amicus
Curiae nacionales, que han mostrado esta posición.
Finalmente, otros de los aspectos importantes que se debe tomar en consideración
es el relativo a la motivación que debe estar debidamente plasmada en la sentencia
emitida por los jueces cuando resuelvan este tipo de situaciones.
NULIDAD MANIFIESTA
Resultaba necesario, para una correcta aplicación de este precedente, que se
precisara qué se entiende por la llamada nulidad manifiesta. En tal sentido, la
Corte Suprema señala que:
4. La nulidad manifiesta es aquélla que resulta evidente, patente, inmediatamente
perceptible, en suma, aquélla que resulta fácil de detectar sea que se desprenda del
acto mismo o del examen de algún otro elemento de prueba incorporado al proceso.
La nulidad manifiesta no se circunscribe a algunas o a alguna específica causal de
nulidad, sino que se extiende a todas las causales que prevé el artículo 219 del
Código Civil.
De tal forma que dada la naturaleza del proceso sumarísimo en el que existe una
limitación sobre todo en el aspecto de plazos, resulta comprensible que no cualquier
tipo de nulidad pueda ser declarada en este tipo de proceso, y sea aquella
únicamente que tenga esta característica de evidente o manifiesta.
Otros supuestos de improcedencia de la demanda
La Corte Suprema no solamente se ha limitado a señalar una casual de
improcedencia por petitorio jurídicamente imposible, ha mencionado otros supuestos
en los que dada las características del negocio jurídico el juez deberá tener en
cuenta determinados supuestos, en los que se advierte la falta de interés para obrar,
por lo que declarara su improcedencia en tal sentido. Así, se precisa:

En tal sentido, si uno de los obligados no cumple, el otro está legitimado para no
cumplir la suya. Esa constatación inicial nos lleva a considerar los alcances de la
excepción de contrato no cumplido, que equivocadamente viene siendo tratada
como una excepción procesal, cuando su naturaleza es exclusivamente sustancial y
por tanto, no debe exigirse que se proponga de manera expresa y sólo en
determinado momento procesal, pues es una defensa de fondo por la que se busca
mantener el equilibrio en el cumplimiento de las prestaciones reciprocas. Por ende,
si la cuestión opuesta es la invalidez o inexigibilidad de la fuente contractual, los
jueces deben activar esos mecanismos de protección del equilibrio negocial, sin que
lo impida la vía procedimental. Por otro lado, debe preservarse el efecto registral,
pues el sistema de justicia no debe permitir que acceda a la inscripción un acto
jurídico que sea nulo o ineficaz, bajo el prurito de que la vía procedimental no
permite su discusión al interior del mismo.
Conforme a los artículos 1°, 17 y 133 constitucionales, el principio dispositivo, según
el cual son las partes quienes han de impulsar el procedimiento, debe
comprenderse como la imposibilidad de que sea el Estado quien oficiosamente
actúe, pero jamás en el sentido de que las partes puedan verse privadas de
sus derechos procesales, o que la mera inactividad procesal por un determinado
lapso de tiempo sea suficiente para asumir que han perdido el interés para continuar
con el juicio, si previamente a ello no media ningún tipo de apercibimiento,
advertencia o intimación por parte del juez, cuya función precisamente es la de
garantizar la pervivencia de los derechos procesales de las personas, en la medida
de lo jurídicamente viable.
1. Considera Usted que la declaración de nulidad de oficio en un proceso de
otorgamiento de escritura pública se contrapone al principio dispositivo
¿Por qué?
No, no puede contraponerse ya que justamente esta decisión tomada en consenso
y mayoría del pleno, se hizo para aclarar la incertidumbre sobre como el estado en
materia jurídica y vía sus jueces pueden expresar sus motivaciones en las
resoluciones sin limitar o afectar el derecho de las partes en un proceso. Además
muchos especialistas en la materia están de acuerdo que se le permita al juez
adoptar esta clase de decisiones al interior de este tipo de procesos con el objeto
de evitar la dilación de los mismos.
Por lo tanto en ningún momento al actuar el juez de acuerdo a los fundamentos
vinculantes del IX pleno casatorio civil, las partes no se verán imposibilitadas o
ser privados de sus derechos procesales.

2. En que otros procesos resultaría aplicable la declaración de nulidad de


oficio a que se refiere el pleno. Fundamente.
Es claro que la pretensión se realiza en vía sumarísima, el juez puede declarar la
nulidad manifiesta, en el proceso abreviado o cognición también puede suceder
la nulidad, definen que es la nulidad manifiesta (aquella que resulta fácil de
detectar y abarca las causales del 219°), se declara improcedente la demanda
cuando afecte el sistema jurídico, se modifica el I Pleno Casatorio y ahora la corte
de Casación puede advertir la nulidad si las instancias inferiores no lo hicieron,
y finalmente, se modifica el IV Pleno Casatorio para que ahora el juez instaure el
contradictorio si encuentra nulidad del título que fundamenta la posesión.
Es por ello que la declaración de nulidad de oficio según el IX pleno Casatorio,
establece que puede aplicarse en cualquier proceso civil de cognición, siempre y
cuando la nulidad manifiesta de referido negocio jurídico tenga vinculación directa
con la solución de la controversia, y en consecuencia se haya promovido el
contradictorio a las partes.

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