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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS
SAN JUAN DE LOS MORROS, EDO. GUÁRICO
UNIDAD CURRICULAR.- DERECHO PROCESAL CIVIL

TEMA 20,21 y 22. LA TRANSACCIÓN Y EL CONVENIMIENTO. LA


CONCILIACIÓN Y EL DESISTIMIENTO Y LA PERENCIÓN DE INSTANCIA

Autores:
Blanco Rosmarielys 25.447.987
Esteves Cesar 18.854.150
Martínez Yonathan 20.819.127
Lima Haibelca 12.123.821
Rojas Fidel 29.628.413
Derecho IV Sección 4
Facilitador (a):
Abg. Carlos Toro

San Juan de los Morros, Octubre 2023.


ÍNDICE
CONTENIDO: PÁG
Portada i
Índice ii
Introducción 1
Desarrollo
TEMA 20: LA TRANSACCIÓN Y EL CONVENIMIENTO
OBJETIVO N° 1: Analizar todo lo concerniente a la Transacción 3
Definición Jurídica 3
Bases Legales 5
Forma 6
Efectos 7
Requisitos de Procedencia 8
Capacidad y Poder 9
Objeto 9
Causa 10
Diferencia entre la Transacción y la Sentencia 10
Material Practico 11
Análisis de Sentencia 28
OBJETIVO N° 2: Estudiar el Convenimiento 30
Definición 30
Diferencia entre Convenimiento y Confesión 31
Capacidad para Desistir o Convenir 31
Oportunidad para Desistir o Convenir 31
Clases de Convenimiento 32
Requisitos de Procedencia 32
Material Practico 32
Análisis de Sentencia 36
TEMA 21: LA CONCILIACIÓN Y EL DESISTIMIENTO

ii
OBJETIVO N° 1: Indagar todo lo relacionado con la Conciliación 37
Definición 37
Requisitos 38
Diferencias entre la Transacción y la Conciliación 38
Estructura 39
Formas de Conciliación 39
Efectos 40
Material Practico 40
Análisis de Sentencia 43
OBJETIVO N° 2: Interpretar el Desistimiento 44
Definición 44
Requisitos del Desistimiento 45
Clases 47
Base Legal 47
Material Practico 48
Análisis de Sentencia 62
TEMA 22: LA PERENCIÓN DE INSTANCIA
OBJETIVO N° 1: Describir la Perención de Instancia 63
Definición 63
Efectos de la Perención 64
Material Practico 65
Análisis de Sentencia 86
Conclusión 87
Referencias Bibliográficas 90

iii
INTRODUCCIÓN

La vida de los hombres en sociedad suscita controversias de la más


variada naturaleza, pero solamente cuando esas controversias tienen
trascendencia o relevancia jurídica pueden llamarse "liti gios", que el
eminente Carnelutti define como el "conflicto de intereses calificado por la
pretensión de uno de los interesados y por la resistencia del otro". De modo
que todo litigio supone controversia, si bien no toda controversia supone
litigio, por lo cual puede decirse que entre controversia y litigio existe relación
de género a especie. Dos personas pueden vertir opiniones contrarias,
controvertir, acerca de la existencia de Dios, la utilidad del estudio de la
teoría del Derecho, las ventajas del Estado Docente u otras que, por añejas
que nos parezcan, no dejan de ser, por eso controversias, desde el momento
en que se emiten juicios que repugnan entre sí.

esta perspectiva, existen diferentes formas de determinar el proceso


civil tales como La transacción, el Convenimiento, la conciliación y
desistimiento, así como la prevención en primera instancia, son conceptos
fundamentales en el ámbito legal. Estas herramientas permiten resolver
conflictos y disputas de manera eficiente y pacífica, evitando así la
prolongación de procesos judiciales costosos y desgastantes.

En este contexto, la transacción y el Convenimiento se refieren a


acuerdos voluntarios entre las partes involucradas en un conflicto. Mediante
la negociación y el diálogo, se busca llegar a un acuerdo mutuamente
beneficioso que ponga fin al litigio. Estos acuerdos pueden abarcar diversos
aspectos, como el pago de indemnizaciones, la modificación de contratos o
la renuncia a reclamaciones legales.

1
Por otro lado, la conciliación es un proceso en el cual un tercero
imparcial, el conciliador, facilita la comunicación entre las partes en conflicto
con el fin de alcanzar una solución consensuada. A diferencia de un juicio, la
conciliación promueve el diálogo y la colaboración entre las partes, buscando
preservar las relaciones personales o comerciales.

Ahora bien, el desistimiento, por su parte, implica renunciar a


continuar con un proceso judicial. Esta opción puede ser ejercida por una o
ambas partes involucradas en el litigio cuando consideran que no es
necesario seguir adelante con la disputa. El desistimiento puede presentarse
en cualquier etapa del proceso legal y requiere la manifestación expresa de
la voluntad de las partes.

Finalmente, la perención es una figura legal que busca evitar la


prolongación indefinida de los procesos judiciales y promover la celeridad en
la administración de justicia. Cuando se declara la perención, se considera
que las partes han abandonado el proceso y se pone fin a la acción judicial
sin entrar en el fondo del asunto.

2
TEMA 20: LA TRANSACCIÓN Y EL CONVENIMIENTO

OBJETIVO N° 1: Analizar todo lo concerniente a la Transacción

Definición Jurídica

El Art. 1713 CCV, define la transacción como un contrato por el cual


las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan un litigio pendiente o
precaven un litigio eventual. De lo anterior se extrae que tenemos dos formas
de transacción una Judicial que se produce toda vez esté en curso un
proceso, y la extra judicial que se produce previo al juicio.
El Art. 1.688 CCV determina que para poder transigir, enajenar,
hipotecar o ejecutar cualquier acto que exceda de la simple administración
ordinaria, el mandato debe ser expreso, lo cual quiere decir que si esas
facultades no constan debidamente otorgadas en el poder no pueden ser
ejercitadas por el mandatario.
La transacción, como figura de composición procesal que es, sólo puede
aplicarse sobre materias donde no esté interesado el orden público, ya que
exige idoneidad en el objeto, tal y como lo establece el Art. 258 CPC, "con tal
de que no se trate de materias en las cuales estén prohibidas las
transacciones".
Según lo preceptuado en el Art. 255, la transacción tiene entre las
partes la misma fuerza que la cosa juzgada, pudiendo las partes poner fin al
proceso pendiente mediante la transacción, debiendo el Juez homologarla
una vez celebrada la transacción en el juicio (Art. 256 CPC). En lo que
respecta a las costas procesales, en la transacción no hay lugar a costas,
salvo pacto en contrario (Art. 277 CPC).

3
Concepto de Transacción.

La voz transacción de latín "transactio", designa dos operaciones


distintas. En sentido corriente o vulgar esta expresión significa todo acuerdo
de voluntades sobre un objeto cualquiera, o más concretamente, una
operación mercantil o bursátil. Se dice así, que se realiza una transacción,
para referirse, por ejemplo, a la venta o compra-venta de un bien, a
operaciones efectuadas por una bolsa de comercio, etc,

Según el Novísimo Diccionario de la Lengua Castellana. En sentido


gramatical, en cambio "Acomodamiento amistoso sobre cualquier diferencia
entre partes". Según el código civil francés, Colin y Capitan "es un contrato
por el que las partes ponen término a un litigio ya nacido o previenen un
litigio por nacer.

Por otra parte, La transacción es un contrato por el cual las partes,


dando, prometiendo o reteniendo cada una alguna cosa, evitan la
provocación de un pleito o ponen término al que había comenzado.

Según la doctrina Parra Quijano "la transacción es un contrato por el


cual las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan un litigio
pendiente o precaven un litigio eventual".

Planiol y Ripert usan, en cambio, el término controversia" y los


Mazeud "pleito", en ves de litigio, aunque son considerados equivalentes.
Nuestro código civil dice que la transacción es: "La transacción es un
contrato por el cual las partes, dando prometiendo o reteniendo cada una
alguna cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había
comenzado.

De las definiciones anteriores se desprende que existen dos tipos de


transacción, a saber: la extrajudicial mediante la cual las partes se ponen de

4
acuerdo con el fin de evitar un litigio, y la judicial objeto del presente análisis
en la cual las partes manifiestan su mutuo consenso para poner fin a un
juicio ya iniciado.

Es el contrato por el cual las partes mediante reciprocas concesiones,


terminan el litigio pendiente o precave un litigio eventual. (Art 256 CPC).
Parafraseando el Artículo 1713 del Código Civil, en este contrato las partes
mediante mutuas y recíprocas concesiones precaven un litigio eventual
(evitan un litigio) o eliminan un litigio pendiente (terminar el litigio). Ejemplo:
Si una persona tiene un problema con otra y quiere arreglar ese problema
pueden firmar una transacción a través de la elimina el litigio pendiente, pero
para quesea transacción como tal deberás hacerse mutuas y recíprocas
concesiones (arreglos).

Bases legales

El Art. 1713 CCV, define la transacción como un contrato por el cual


las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan un litigio pendiente o
precaven un litigio eventual.

De lo anterior se extrae que tenemos dos formas de transacción una


Judicial que se produce toda vez esté en curso un proceso, y la extra judicial
que se produce previo al juicio.

El Art. 1.688 CCV determina que para poder transigir, enajenar,


hipotecar o ejecutar cualquier acto que exceda de la simple administración
ordinaria, el mandato debe ser expreso, lo cual quiere decir que si esas
facultades no constan debidamente otorgadas en el poder no pueden ser
ejercitadas por el mandatario.

La transacción, como figura de composición procesal que es, sólo


puede aplicarse sobre materias donde no esté interesado el orden público,

5
ya que exige idoneidad en el objeto, tal y como lo establece el Art. 258 CPC,
“con tal de que no se trate de materias en las cuales estén prohibidas las
transacciones».

Según lo preceptuado en el Art. 255, la transacción tiene entre las


partes la misma fuerza que la cosa juzgada, pudiendo las partes poner fin al
proceso pendiente mediante la transacción, debiendo el Juez homologarla
una vez celebrada la transacción en el juicio (Art. 256 CPC). En lo que
respecta a las costas procesales, en la transacción no hay lugar a costas,
salvo pacto en contrario (Art. 277 CPC).

Forma.

1.Es un contrato consensual que le da el carácter de solemne, la


misma exige para su validez, cualquiera sea el objeto formalidades del
contrato, ya sea por escritura publica o privada.

2.Es un contrato bilateral, por que le impone obligaciones reciproca a


ambas partes.

3.Es un contrato oneroso, aunque existan autores que lo nieguen,


pero es tomado como oneroso por que es esencia del contrato que las
partes se hagan reciprocas concesiones.

4.Generalmente es un contrato conmutativo, por que las partes


quedan definitivamente determinadas al momento de celebrar el
contrato.

5.Es un contrato accesorio, no lo es en el sentido de los contratos de


garantía como la fianza, hipoteca entre otros. Si no que para subsistir
se requiere de una obligación principal valida.

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Efectos.

Efectos extintivos: los códigos, civil y de procedimiento civil establece


que la transacción tiene entre las partes la misma fuerza que la cosa juzgada
en relación con el litigio objeto de la misma, el código de procedimiento civil
agrega que la conciliación pone final al proceso y tiene entre las partes los
mismos efectos de la sentencia definitivamente firme (Art. 262 c.p.c.):

a-para determinar el ámbito del indicado efecto de la transacción debe


tenerse en cuenta la regla interpretativa del contrato ya indicado al tratar del
consentimiento.

b-por otra parte, no es plenamente exacta la equiparación entre la


transacción y la sentencia con autoridad a la cosa juzgada por que:la
transacción no presupone necesariamente que se haya iniciado un juicio.

La transacción no causa ejecutoria.

La transacción se interpreta por el juez conforme a las reglas de la


interpretación de los contratos.

La transacción no es impugnable como sentencia, si no como contrato, por


vía de anulabilidad.

Efectos declarativo: la transacción produce efecto declarativo respecto de


los derechos; sobre los cueles versa el litigio.

En virtud del carácter declarativo indicado, las partes no quedan como


causahabiente la una y causante la otra, de modo que:

a-la transacción no constituye justo titulo para adquirir la usucapión o


prescripción abreviada o de favor.

b-No existe saneamiento entre las partes.

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c-La transacción no implica la notación de las obligaciones.

El carácter declarativo indicado no excluye que la transacción sea


traslativa o constitutiva de derechos sobre los cuales no versa el litigio, ni que
las partes pacten saneamiento o novacion.

Con el carácter declarativo de la transacción se vincula el problema de


si la transacción puede ser resuelta por el incumplimiento. Al respecto se a
sostenido que la transacción solo puede ser resuelta cuando existen
cláusulas traslativas o constitutiva de derechos, ya que el caso contrario
bastar ala otra parte para oponer la cuestión previa de transacción o ejercer
la parte de cumplimiento.

Requisitos de procedencia

El consentimiento.

1.) Difícil admitir la manifestación táctica de la voluntad de transigir. En esta


idea se inspiran dos normas legales de carácter interpretativo:

A.) La transacción no se extiende a mas de lo que constituye su objeto, de


modo que la renuncia que pueda haberse hecho a todos los derecho o
acciones comprende únicamente lo relativo a las cuestiones que han dado
lugar a la transacción.

B.) Las transacciones solo ponen fin a las diferencia que se han designado,
sea que las partes hayan manifestado su intención por medio expresiones
generales o especiales, sea que esa intención aparezca como consecuencia
necesario de lo que hayan expresado.

2.) Por lo demás, la transacción incluso judicial se perfecciona “solo


consensu» pero los efectos procesales de la misma presupone su
incorporación a las actas del proceso.

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3.) Los vicios de consentimiento presentan algunas peculiaridades que se
estudiaran a propósito de la nulidad de la transacción.

Capacidad Y Poder.

Para Transigir se necesita tener capacidad para disponer de las cosas


comprendidas en la transacción (Art. 1714 C.C: Para transigir se necesita
tener capacidad para disponer de las cosas comprendidas en la
transacción.). Esta regla básica se debe extender por analogía al
otorgamiento de poder para transigir con la advertencia de que en el caso del
mandato, a menos que se trate de un acto de simple administración, se
requiere mandato expreso para transigir. Los principios indicados bastan
para establecer la situación respecto de la capacidad y poder de
representación para transigir de las distintas categorías de representantes
(legales o voluntarios) en ausencia de normar especial al respecto.

Objeto.

En materia el Derecho común tiene algunas aplicaciones dignas de


mención. Necesariamente forma parte del objeto de la transacción un litigio
pendiente o eventual. Ahora bien, como el contrato tiene la finalidad de poner
término a este litigio hay q concluir que no son susceptibles de transacción
sino los litios disponibles por las partes, Así no son susceptibles de
transacción:

1)Las acciones de estado con dos excepciones: A) son susceptibles


de transacción las consecuencias pecuniarias de las mismas; y B) son
susceptibles de transacción según parte de la doctrina, las acciones
de estado intentadas por quien solo tiene en ellas interés patrimonial.

2)La acción penal de carácter publico, pero en cambios es


susceptibles de transacción la acción civil derivada del delito, con la

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advertencia de que la misma no impide el juicio penal por parte del
Ministerio Publico.

3)Las acciones sobre la titularidad de bienes o derechos inalienables


si en la transacción se dispone de ellos.

4)En derecho fiscal y laboral existen grandes controversias sobre la


posibilidad de transigir validamente determinadas acciones.

Causa.

La noción de causa se utiliza ampliamente por la doctrina para explicar


algunas nulidades de la transacción como veremos Infra

Diferencia entre la transacción y la sentencia.

La transacción sólo tiene similitudes con la sentencia o con el laudo,


cuando nos encontremos dentro de un proceso judicial o arbitral,
respectivamente. De acuerdo al ordenamiento legal venezolano, dicha
transacción que pondría fin al litigio o arbitraje debería ser aprobada por la
autoridad judicial o arbitral que conoce del asunto materia de la transacción,
pero no debe confundirse la transacción con la sentencia o con el laudo, por
más que éstos últimos recojan completamente el sentido de dicha
transacción, pues la transacción es un acto motivado por la voluntad de las
partes, en tanto la sentencia o el laudo provienen de un acto de la autoridad.
En los casos de transacción judicial o arbitral, la sentencia constituye el acto
que sigue al acuerdo transaccional y es una mera consecuencia de este
último. Con la transacción las partes obligan a la autoridad que conoce de
litigio a reconocer la validez de sus pareceres y, en tal virtud, al haber llegado
a un arreglo, simplemente declaran extinguido el proceso judicial o arbitral.
La sentencia que aprueba una transacción judicial o el laudo que aprueba

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una transacción arbitral tienen, por tanto, características meramente
declarativas y no constitutivas de derechos.

Material práctico

Sentencia acorde a la transacción.

SALA DE CASACIÓN CIVIL


Exp. N° 2017-000639
Magistrada Ponente: MARISELA VALENTINA GODOY ESTABA.
En el juicio por partición de bienes de comunidad ordinaria, incoado ante el
Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito del
Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa, por el
ciudadano CARLOS GREGORIO GONZÁLEZ GIMÉNEZ, representado
judicialmente por los abogados Euclides Díaz, Christian Esteban Peña Piña y
Rafael Arturo González Rivas, contra la ciudadana BELÉN MAIGUALIDA
MORENO, representada judicialmente por el abogado Manuel Parra
Escalona; el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y con
competencia transitoria en Protección del Niño, Niña y del Adolescente del
Segundo Circuito de la referida Circunscripción Judicial, dictó sentencia en
fecha 19 de junio de 2017, mediante la cual declaró: 1) Con lugar la
apelación interpuesta en fecha 14 de diciembre de 2016, por la
representación judicial de la demandada, contra el auto dictado en fecha 12
de diciembre de 2016, por el a quo, donde asigna la propiedad del inmueble
cuya partición se debate en la presente causa, al demandante y suspendió la
ejecución de la transacción por ciento ochenta (180) días; 2) Revocado el
referido auto de fecha 12 de diciembre de 2016, proferido por el a quo; 3)
Ordena fijar justiprecio actual al inmueble objeto del juicio de partición,
mediante un experto avaluador que designe el juzgado de la causa a costa
de las partes;

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4) Que luego de declararse firme dicho justiprecio se le conceda al
demandante, la primera opción para que cumpla con el pago que le
corresponde a la demandada, todo conforme a los términos de dicha
transacción; 5) Que cumplido con el pago conforme resulte del avalúo, se le
declare propietario de dicho inmueble al demandante; 6) En el caso que el
demandante no cumpla en el plazo que se fijó en dicha transacción, con el
pago que le corresponde a la demandada, esta opción sea transferida a ella;
7) En el caso de que ninguna de las partes cumpla con lo ordenado, y como
quiera que no existe oposición con relación a la partición, ni discusión sobre
el carácter o cuota de los interesados, se continúe con los trámites de la
partición conforme lo establece el artículo 778 del Código de Procedimiento
Civil, y 8) No hay condenatoria en las costas del recurso.

Contra la precitada decisión de alzada, en fecha 29 de junio de 2017, la


representación judicial de la parte demandante anunció recurso
extraordinario de casación, el cual fue admitido por auto de fecha 6 de julio
de 2017 y oportunamente formalizado. Hubo impugnación. No hubo replica.

En fecha 9 de octubre de 2017, se asignó la ponencia a la Magistrada


Marisela Valentina Godoy Estaba y concluida la sustanciación del recurso de
casación en fecha 7 de diciembre de 2017, esta Sala pasa a dictar la
decisión procesal bajo la ponencia de la Magistrada que con tal carácter
suscribe el presente fallo, previa las siguientes consideraciones:

RECURSO DE CASACIÓN POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

ÚNICO

De conformidad con el artículo 313 ordinal 1º del Código de Procedimiento


Civil, el recurrente denuncia la infracción de los artículos 15, 272, 273, 255 y

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256 eiusdem, por quebrantamiento de formas procesales en menoscabo del
derecho a la defensa, con base en la siguiente argumentación:

“…En fecha 11/02/2014, interpuse en contra de la ciudadana BELEN (sic)


MAIGUALIDA MORENO, identificada en el texto de la Sentencia (sic)
recurrida, juicio de partición de bienes, el cual finalizó mediante transacción
celebrada entre las partes, transacción está que fue debidamente
homologada por el Tribunal (sic) de la causa en fecha 10/06/2014.

En la referida Transacción las partes establecieron lo siguiente: …(Omissis)


Definitivamente firme la transacción celebrada entre las partes del juicio


arriba identificado, procedí a darle cumplimiento voluntario a la misma en
fecha 30/9/2014, consignando al efecto mediante cheque de gerencia la
cantidad de CUATROCIENTOS MIL BOLIVARES (Bs400.000,00), a favor de
la ciudadana BELEN MAIGUALIDA MORENO.

El tribunal de la causa, considerando que ninguna de las partes había


cumplido con los términos establecidos en la transacción arriba mencionada,
decidió dejar sin efecto la referida autocomposición procesal, y ordenar que
se fijara la oportunidad para la designación de un partidor de la comunidad
de bienes.

En contra de esa decisión ejercí recurso de apelación, el cual fue


sentenciado por el Tribunal Superior Primero Civil y Mercantil del Estado (sic)
portuguesa (sic), en fecha 26/1/2016, revocando el auto apelado y
declarando la firmeza del auto de homologación de la transacción arriba
mencionada por el tribunal de la causa, estableciendo la decisión del juzgado
superior antes referida que el auto apelado había violado la cosa juzgada
producida en el juicio como consecuencia de la falta de impugnación del auto

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de homologación celebrada entre las partes; señalando que el juicio que nos
ocupa se encontraba en fase de ejecución, razón por la cual reponía la causa
al estado en que se encontraba el juicio para el 23 de Septiembre del año
2015, vale decir, la continuación de la ejecución de la sentencia que las
partes mismas se habían dado.

La Sentencia (sic9 del juzgado superior a la cual he venido haciendo


referencia señalo (sic) lo siguiente: …(Omissis)…

En virtud de la decisión del tribunal Superior (sic) parcialmente transcrita, el


juez de primera instancia procedió a darle continuidad al presente juicio,
previa solicitud de mi parte, de que fijara el lapso de cumplimiento voluntario
a mi contraparte de la transacción homologada.

El tribunal de Primera Instancia (sic) señalado, dictó Sentencia (sic) Definitiva


(sic) donde se adjudicó el inmueble objeto de la transacción a mi persona, y
puso a disposición de la contraparte la cantidad de dinero que en fecha
30/9/2014, depositara a su favor como pago correspondiente al cincuenta por
ciento del inmueble en disputa en este juicio.

En contra del referido auto, dictado en ejecución de sentencia transaccional,


mi contraparte ejerció recurso de apelación.

El precitado recurso de apelación fue decidido por el Tribunal Superior del


Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado (sic) Portuguesa,
el 19/6/2017, ordenando lo siguiente: …(Omissis)…

Mediante la sentencia anteriormente transcrita, el tribunal de alzada


quebrantó formas sustanciales del proceso en detrimento de mi derecho a la
defensa, ya que la sentencia recurrida no tomo en cuenta que en autos
existe una transacción judicial debidamente homologada, que se encuentra
definitivamente firme, por haberlo declarado incluso así, el mismo tribunal

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superior autor de la Sentencia recurrida, en anterior sentencia de fecha
26/1/2016, donde se estableció lo siguiente:

…(Omissis)…

Siendo así, al haberse producido en el presente juicio la cosa juzgada, el


juez del juzgado superior en lo civil, mercantil, del tránsito y con competencia
transitoria en protección del niño, niña y adolescente del segundo circuito de
la circunscripción judicial del estado portuguesa (sic), se encontraba
impedido de tomar alguna decisión que implicara contrariar lo dispuesto en la
transacción establecida entre las partes, ya que esta, por mandato del
artículo 255 del Código de Procedimiento Civil, tiene entre las partes la
misma fuerza de la Cosa Juzgada, de tal manera que, una vez que la
transacción ha adquirido firmeza, esta no puede ser modificada o reformada,
pues vulnera con ello los artículos 272 y 273 del Código de Procedimiento
Civil.

En el caso que nos ocupa, el Tribunal superior ordenó la realización de un


nuevo avaluó para que se estableciera un nuevo justiprecio del bien
inmueble objeto de la transacción, diferente al que las partes voluntariamente
establecieron, y fijó, pasando por encima de la voluntad de las partes y del
auto de autocomposición procesal que la contiene, que, para el caso de que
las partes no cumplieran con lo ordenado por la sentencia impugnada a
través de este recurso, se continuara con los tramites de la partición, dejando
sin efecto, en consecuencia, lo dispuesto por las partes en el contrato de
transacción, y además su propia decisión de fecha 26/1/2016, que había
declarado la firmeza de la transacción y la ejecución de la misma, que, como
toda sentencia, en atención al derecho a la tutela judicial efectiva, debe
ejecutarse en sus propios términos, y no en los términos y con las
condiciones que caprichosamente quiera ordenar un tribunal ejecutor.

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Así pues, al revocar el Tribunal (sic) de alzada el auto dictado por primera
instancia, que había ordenado la ejecución de la transacción conforme a sus
propios términos, y estatuir que la misma se ejecute en términos diferentes a
como quedó establecida en la señalada transacción, se quebrantan las
formas procesales establecidas en los artículos 255 y 256 del Código de
Procedimiento Civil, violando no solo la fuerza de la cosa juzgada, sino que
también con ello se vulnera mi derecho a la defensa y a la tutela judicial
efectiva.

La decisión impugnada quebranta uno de los aspectos centrales de la


institución de la cosa juzgada, como son su inmutabilidad y coercibilidad, por
cuanto modifica los términos de la transacción, y la coercibilidad, al
conculcarme el derecho a ejecutar la transacción en los estrictos términos en
que fue acordado por las partes.

La Sentencia (sic) impugnada, al establecer un modo diferente la ejecución


de la transacción tantas veces mencionada, impone un desequilibrio procesal
a favor de mi contraparte, violatoria del artículo 15 del Código de
Procedimiento Civil…”. (Resaltado de la Sala).

Para decidir, la Sala observa:

Indica el formalizante, que el juez de la recurrida ha incurrido en el


quebrantamiento de formas procesales en menoscabo del derecho a la
defensa, considerando en ese sentido que ha quebrantado el contenido de
los artículos 15, 272, 273, 255 y 256 del Código de Procedimiento Civil.

Aduce que en el presente juicio las partes suscribieron una transacción


judicial en fecha 5 de junio de 2014, la cual fue debidamente homologada por
el juez de cognición, estableciéndose en la misma las formas de

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cumplimiento, el precio y los plazos para la adquisición del inmueble objeto
de la partición.

Alega que procedió a dar cumplimiento voluntario a la transacción en fecha


30 de septiembre de 2014, pero el tribunal de la causa consideró que
ninguna de las partes había cumplido en los términos establecidos en el
instrumento de autocomposición procesal, por lo que decidió dejarla sin
efecto y fijar la oportunidad para la continuación del procedimiento de
partición, decisión contra la cual ejerció recurso de apelación que fuera
declarado con lugar por el ad quem en fecha 26 de enero de 2016,
revocando el auto apelado y declarando la firmeza de la homologación de la
transacción.

Señala que virtud de lo anterior, el juez de la causa dictó sentencia en fecha


12 de diciembre de 2016, donde le adjudicó la propiedad del inmueble y puso
a disposición de la demandada la cantidad de dinero depositada a su favor
correspondiente al cincuenta por ciento (50%) del valor del inmueble objeto
del juicio.

Indica que no obstante lo anterior, dicha demandada apeló de la decisión,


razón por la cual se produjo en fecha 19 de junio de 2017, la sentencia
recurrida mediante la cual al ad quem ordenó la realización de un nuevo
avalúo para establecer el precio del inmueble y fijó que en caso de
incumplimiento de las partes, se continuaría con los tramites de la partición.

Continúa indicando que al quedar definitivamente firme el auto que homologó


la referida autocomposición procesal, los términos en que se llevaría a cabo
la ejecución de la misma no podían ser distintos a lo acordado en ella, por lo
tanto, al revocar el tribunal de alzada el auto que ordena la ejecución en los
términos acordados en la transacción, quebrantó la autoridad de cosa

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juzgada que derivaba de la misma, así como su derecho a la defensa y a la
tutela judicial efectiva.

En tal sentido la Sala, ha sido constante al señalar que las formas procesales
dispuestas por el Legislador constituyen fórmulas de modo, lugar y tiempo en
que deben realizarse los actos procesales, que permiten el normal
desenvolvimiento de los procedimientos establecidos, para dirimir las
pretensiones de las partes.

La observancia de esos trámites esenciales del procedimiento está


directamente vinculada al principio de legalidad de las formas procesales.
Por esta razón, no se le está permitido a los jueces de instancia relajar la
estructura, secuencia y desarrollo del procedimiento, esto es precisamente,
el modo, lugar y tiempo en que deben realizarse dichos actos procesales,
dado que las garantías del debido proceso, el derecho a la defensa de las
partes y la tutela judicial efectiva atañen al orden público; y es al Estado a
quien particularmente le corresponde ser el garante del ejercicio eficaz de los
derechos de las partes en el proceso. (Vid. Sentencia N° RC-00696, de fecha
27 de noviembre de 2009, caso: Antonio Manuel López Márquez contra Luis
Zambrano Moros, expediente N° 09-412).

Por su parte, el artículo 15 del Código de Procedimiento Civil, consagra de


forma expresa el derecho de defensa, el cual constituye una garantía
constitucional inviolable en todo estado y grado del proceso, tal como se
encuentra preceptuado en el ordinal 1º del artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, lo cual se traduce en la posibilidad de
ejercer los recursos o medios procesales establecidos en la ley, así como, la
posibilidad de cuestionar, contradecir, impugnar y probar los alegatos
realizados o efectuados por la contraparte; teniendo los jueces, en
consecuencia la obligación de garantizar el correcto desenvolvimiento del

18
proceso en conformidad con la ley y en igualdad de condiciones, así como el
deber de otorgarle a ambas partes, los mismos términos, lapsos y recursos
procesales, siempre que por disposición de la ley o la naturaleza del acto no
resultare contrario a la misma, conforme lo prevé el artículo 204 del Código
de Procedimiento Civil. (Vid. Sentencias números RC-000812, del 11 de
diciembre de 2015, expediente N° 15-120, caso: Galería Publicitaria Plaza
Las Américas, C.A. contra Condominio del Centro Comercial Plaza Las
Américas y otros, C.A.; y RC-000112, de fecha 24 de marzo de 2011,
expediente N° 10-353, caso: C.O.G. Construcciones, C.A., contra
Constructora Consabarca).

De manera que, esta Sala a los fines de evidenciar o no el quebrantamiento


delatado, en uso de la facultad conferida en el artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil, estima conveniente transcribir lo pertinente de la
recurrida, la cual señala lo siguiente:

“…Conforme se ha dicho la presente decisión ha surgido en un juicio de


partición de la comunidad ordinaria de un bien constituido por una vivienda,
con las siguientes dependencias: Tres (3) habitaciones, cocina-comedor-
recibo, dos (2) baños, piso de concreto y techo machihembrado, cubierto de
tejas, con un área de construcción inicialmente de SESENTA METROS
CUADRADOS CON CUARENTA Y SIETE DECÍMETROS CUADRADOS
(60,47 MTS2), así como la parcela de terreno sobre la que se encuentra
construida, distinguida con el número 114, número catastral 18-08-01-N/C,
situada en la manzana cinco (M-05), la cual forma parte de la Urbanización
“Santa Rita”, ubicada en la Avenida Circunvalación, frente a la Urbanización
Los Cortijos de la ciudad de Acarigua, Municipio Páez del estado
Portuguesa, teniendo un área de CIENTO OCHENTA METROS
CUADRADOS (180 M2), dentro de los siguientes linderos: Norte: Con
parcela Nº 113; Sur: Con parcela Nº 115; Este: Con Avenida 2 y Oeste: Con

19
área de deporte. Que a este inmueble le corresponde un porcentaje de
parcelamiento del 0,237%, según documento registrado ante el Registro
Público del Municipio Páez del Estado Portuguesa, bajo el número
2009.1073, asiento registral 1 del inmueble matriculado con el número
407.16.6.1.1187, correspondiente al Libro del folio real del año 2009, en que
las partes celebraron transacción judicial en fecha 05/06/2014, y homologada
en fecha 10/06/2014, la cual es del siguiente tenor:

(Omissis)…

Igualmente se debe establecer, en atención a lo que la doctrina ha llamado


como notoriedad judicial, que este juzgador mediante sentencia de fecha
12/12/2016, dictada en el presente juicio, declaró entre otras cosas que,
como quiera que sobre dicha transacción operó la figura de la cosa juzgada y
ante el incumplimiento por parte de la demandada de consignar la suma a la
que se obligó, la presente causa se repuso al estado en que se encontraba
para la fecha del 23 de septiembre de 2015, esto era para que el
demandante cumpliera con el pago de lo acordado en la transacción en
virtud del incumplimiento de la demandada, lo cual según se desprende de
autos, no se ha cumplido.

Así las cosas, ante el tiempo transcurrido desde la fecha en que se celebró la
transacción y ante la verdad que surgen de las actas, en cuanto a que ha
sido imposible el cumplimiento de dicha transacción, este juzgador en
atención al hecho de haber asumido el conocimiento del presente asunto y
previa revisión como es mi obligación, del total proceder y desarrollo del
juicio llevado por el a quo, y atendiendo los postulados de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, en la cual nuestro país se “constituye
en un Estado democrático y social de Derecho y Justicia, que propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la

20
vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político”; en la cual debemos enfocar el
proceso civil con la visión garantista, como sistemas de garantía
evidentemente públicas, la cual debe adaptarse a un ambiente constitucional
y de garantía que supere el criterio neo liberal y privatista, en la que
debemos entender que las disposiciones procesales tienen que ser
interpretadas a la luz de la constitución, definiendo el proceso como una
realidad sustantiva comprometida, cuyo fin es la justicia apoyándose en la
verdad constitucional, y por tanto garantizarle al justiciable su derecho a la
defensa y al debido proceso, no debe, ni puede este juzgador quedarse de
brazos cruzados y hacerse el indiferente y aceptar que el demandante sea
declarado a estas alturas propietario de dicho inmueble, y que solo pague la
cantidad de CUATROCIENTOS MIL BOLÍVARES (Bs. 400.000,00), monto
acordado en la transacción de fecha 05/06/2014, luego de haber transcurrido
desde esa fecha 992 días calendarios, siendo que, por una parte, que si bien
cumplió, lo hizo fuera de lo pactado en dicha transacción; y que desde dicha
fecha a la presente, la inflación que ha penetrado nuestro país ha devaluado
de manera considerable dicha cantidad, por lo que obligar a la demandada a
aceptar a recibir dicho monto, atentaría contra el mas (sic) elemental sentido
de justicia, a lo que estamos obligados a garantizar en estos nuevos tiempos
de justicia social, y en tal sentido, este juzgador sin vulnerar el principio de la
cosa juzgada conforme lo estableció en sentencia de fecha 12/12/2016, debe
establecer lo siguiente:

Primero: Se ordena fijar justiprecio actual al inmueble objeto del presente


juicio de partición, mediante un experto avaluador que designe el juzgado de
la causa a costa de las partes. Segundo: Que luego de declararse firme
dicho justiprecio se le conceda al demandante, la primera opción para que

21
cumpla con el pago que le corresponde a la demandada, todo conforme a los
términos de dicha transacción. Tercero: Que cumplido con el pago conforme
resulte del avalúo, se le declare propietario de dicho inmueble. Cuarto: En el
caso de que el demandante no cumpla en el plazo que se fijó en dicha
transacción, con el pago que le corresponde a la demandada, esta opción se
transfiera a ella. Quinta: En el caso de que ninguna de las partes cumplan
con lo aquí ordenado, y como quiera que no existe oposición con relación a
la partición, ni discusión sobre el carácter o cuota de los interesados, se
emplazará a las partes para el nombramiento, todo conforme lo establece el
procedimiento de partición previsto en el Código de Procedimiento Civil…”.
(Resaltado de la Sala).

De la decisión transcrita, se evidencia que el juez superior en aplicación de


los postulados constitucionales sobre la justicia social, pasó a determinar que
declarar propietario al demandante con el pago de la cantidad acordada en la
transacción celebrada en fecha 5 de junio de 2014, habiendo transcurrido un
tiempo considerable desde que la misma fue celebrada, sería atentar contra
el más elemental sentido de justicia, por lo cual consideró pertinente que en
el caso de autos se fijara a través de un experto avaluador un nuevo
justiprecio del inmueble, así mismo determinó la forma de cumplimiento del
pago del precio y las consecuencias del incumplimiento, ordenando seguir el
procedimiento de partición en caso que ninguna de las partes cumpliera con
lo decidido.

En este orden de ideas, esta Sala considera importante citar el contenido de


la transacción celebrada por las partes en fecha 5 de junio de 2014, la cual
consta a los autos en los folios 4 y 5 del expediente, y es del tenor siguiente:

“…En horas de Despacho de día de hoy, cinco (5) de junio de 2014,


comparecen por ante este Tribunal el ciudadano: CARLOS GREGORIO

22
GONZALEZ GIMENEZ... debidamente asistido por el abogado: CHRISTIAN
ESTEBAN PEÑA PIÑA..., por una parte y por la otra: BELEN MAIGUALIDA
MORENO..., debidamente asistida por la abogado: NERSA ADELA ORTIZ
VARGAS..., por la otra; y expusieron: ¨De mutuo y común acuerdo con el
objeto de dar por finalizado este procedimiento hemos convenido en las
siguiente clausulas: 1.- Se fija como justo precio del inmueble objeto de esta
demanda la cantidad de SETECIENTOS MIL BOLIVARES (Bs. 700.000,00).
2.- Con base a este justo precio, la ciudadana: BELEN MAIGUALIDA
MORENO, ofrece adquirir y pagar la cuota parte que le corresponde al
Ciudadano: CARLOS GREGORIO GONZALEZ GIMENEZ, y subrogarse en
la hipoteca que pesa sobre la vivienda objeto de esta demanda, pago que
efectuará por ante este tribunal el día 04 de julio de 2014, a las diez (10:00
am). de la mañana (sic) , es decir pagara TRESCIENTOS CINCUENTA MIL
BOLIVARES (Bs, 350.000.00). a favor de CARLOS GREGORIO GONZALEZ
GIMENEZ, y éste cederá en consecuencia los derechos y acciones que le
corresponden en el inmueble objeto de este procedimiento identificado como:
una parcela de terreno distinguida con el N° 114 y la vivienda sobre ella
construida con numero catastral 18-08- 01-01-N/C situada en la manzana
cinco (M-05), la cual forma parte de la Urbanización Santa Rita, ubicada en la
Avenida Circunvalación, frente la Urbanización Los Cortijos, de la Ciudad de
Acarigua, Municipio Páez del estado Portuguesa, y que tienen un área de
180 M2 y un aérea de construcción de 60,47 M2 y consta de las siguientes
dependencias: tres habitaciones, cocina, comedor-recibo, dos baños, piso de
concreto y techo de machihembrado, cubierto de tejas y se encuentra
comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte con parcela N° 113, Sur
con parcela 115, Este con la Avenida 2 y Oeste con área de deporte. 3;.- En
el supuesto que llegado el día 4 de julio de 2014 BELEN MAIGUALIDA
MORENO, no de cumplimiento a lo convenido en la clausula N° 2. CARLOS
GREGORIO GONZÁLEZ GIMENEZ, ofrece adquirir y pagar la cuota parte

23
que le corresponde a la ciudadana: BELEN MAIGUALIDA MORENO, por un
precio de CUATROCIENTOS MIL BOLIVARES y subrogarse en la hipoteca
que pesa sobre la vivienda objeto de esta demanda, pago que efectuará por
ante este Tribunal en la misma fecha señalada del 4 de julio de 2014. En
cuyo caso se compromete BELEN MAIGUALIDA MORENO a entregar la
vivienda objeto de este procedimiento en un plazo de tres (3) meses
contados a partir del 4 de Julio de 2014. 4.- Con esta transacción ambas
partes declaran que no existen otro bien mueble o inmueble común a partir o
liquidar, y solicitan la homologación de la presente transacción y el archivo
del expediente una vez se de cumplimiento a lo aquí convenido…”.
(Resaltado propio).

La Sala evidencia, de la transacción anteriormente transcrita, la cual fuera


homologada por el tribunal a quo en fecha 10 de junio de 2014, que las
partes acordaron cederse los derechos derivados de la propiedad del
inmueble objeto de la partición, previo el pago del precio establecido en el
referido instrumento de autocomposición procesal, dándosele la oportunidad
a la demandada de la primera opción de adquisición del mismo, y en caso de
incumplimiento de ésta se trasladaría al demandante la posibilidad de
adquisición del inmueble.

En este orden de ideas, resulta preciso destacar que la transacción


comprende un acto de composición procesal, con fuerza de cosa juzgada,
por lo que una vez homologado se equipara a una sentencia definitiva que
pone fin al juicio, por ello la posibilidad de su impugnación es por vía de
apelación cuando ocurre en la primera instancia o por vía del recurso
extraordinario de casación, cuando lo es en segunda instancia. (Vid. Sent. N°
540, de fecha 19 de noviembre de 2010, caso: Banco Caroní, Banco
Universal contra empresas El Conde C.A., y Estacionamiento Hotelero C.A.,
expediente 09-76)

24
En tal sentido, firme una transacción, la misma no puede ser modificada o
reformada por otro tribunal, pues, se vulnera con ello, la fuerza de cosa
juzgada que emana de la transacción, y con ello, el artículo 272 del Código
de Procedimiento Civil, conforme a los cuales no se puede volver a resolver
la controversia ya decidida por una sentencia, a menos que haya recurso
contra ella, o que la ley expresamente lo permita

Ello así, en el presente caso una vez revisadas tanto la transacción judicial
celebrada entre las partes en fecha 5 de junio de 2014 (folios 4 y 5 de la
pieza N° 1 de 1), así como el auto que la homologa de fecha 10 de junio de
2014 (folios 6 y 7 de la pieza N° 1 de 1), es necesario precisar que tal como
lo indica el recurrente, la misma adquirió el carácter y la fuerza de una
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, a tenor de lo previsto en el
artículo 273 del Código de Procedimiento Civil, por lo que ordenar su
ejecución bajo términos distintos, atentaría contra la inmutabilidad que
caracteriza esa institución.

En relación con lo anterior, esta Sala de Casación Civil en sentencia N°


0771, de fecha 11 de diciembre de 2003, caso: Promociones Latinas, C.A,
contra Omar Díaz Gómez, expediente: 02-0638, señaló lo siguiente:

“…Al respecto, es necesario precisar al formalizante que el acto de la


transacción, tiene entre las partes la fuerza de cosa juzgada a tenor de lo
preceptuado en el artículo 255 de la Ley Adjetiva Civil, vale decir, equivale a
la sentencia. Por otro lado, la homologación que debe impartir el juez se
requiere a efectos de la ejecutabilidad de dicho acto de autocomposición
procesal, se equipara pues el auto de homologación, al decreto de ejecución
de cualquier otra sentencia firme. De allí que si en la transacción se identificó
plenamente el objeto sobre el cual recae la misma, o sea el bien afectado por
la decisión que ambos litigantes han tomado, el auto homologatorio no

25
precisa determinarlo nuevamente pues, se repite, con tal actuación del juez
se otorga ejecutoriedad a la sentencia emanada de las partes, que deviene
del acuerdo celebrado por ellas…”.

En tal sentido, la transacción debe ejecutarse exactamente en los términos


establecidos por las partes, sobre todo, tomando en cuenta que en la
ejecución de la sentencia se encuentran directamente involucrados el
derecho a la defensa y la tutela judicial efectiva. (Vid. Sentencia de la Sala
Constitucional N° 2615 de fecha 11 de diciembre de 2001, caso: Freddy Ríos
Acevedo, expediente 00-1752). Así pues, la recurrida al revocar la decisión
del tribunal de la causa que ordenaba la ejecución conforme a los términos
de la transacción, y establecer nuevas formas de cumplimiento de la misma,
ordenando la determinación de un nuevo precio del inmueble, así como la
oportunidad de cumplimiento del pago por las partes, con la consecuencia de
la continuación del procedimiento de partición en caso del no cumplimiento
de las nuevas condiciones por las partes, quebranta la forma procesal
establecida en el artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, la cual
establece que luego de homologada la transacción procede entonces su
ejecución. Así se establece.

Así mismo, resulta quebrantado el derecho a la defensa del recurrente, al


impedirse el derecho a la ejecución de la transacción, además se rompe el
equilibrio procesal, al concederse ventajas indebidas a la parte demandada,
y se quebrantan las condiciones de modo, lugar y tiempo de la ejecución de
la transacción, en infracción del artículo 15 del Código de Procedimiento
Civil.

Por las razones anteriormente explanadas, esta Sala de Casación Civil se


encuentra en el deber de declarar procedente la actual denuncia por
quebrantamiento de formas procesales en menoscabo del derecho a la

26
defensa por infracción de los artículos 272, 273, 255 y 256 Código de
Procedimiento Civil. Así se decide.

DECISIÓN

En mérito de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo de


Justicia en Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, declara: CON
LUGAR el recurso de casación, anunciado y formalizado por la
representación judicial del ciudadano CARLOS GREGORIO GONZÁLEZ
GIMÉNEZ, contra la decisión dictada por el Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito y con competencia transitoria en Protección del Niño,
Niña y del Adolescente del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial
del estado Portuguesa en fecha 19 de junio de 2017.

Queda de esta manera CASADA la sentencia impugnada.

No ha lugar a la condenatoria al pago de las costas procesales del recurso,


dada la naturaleza del dispositivo del presente fallo.

Publíquese, regístrese y remítase este expediente al juzgado superior antes


mencionado, todo de conformidad con lo estatuido en los artículos 322 y 326
del Código de Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil


del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los veintinueve (29) días
del mes de enero de dos mil dieciocho (2018). Años: 207º de la
Independencia y 158º de la Federación.,

27
Análisis de la sentencia.

Sala: de Casación Civil


Sentencia Nº RC.000024 Fecha: 29-01-2018
Caso: Demanda de partición interpuesta por CARLOS GREGORIO
GONZÁLEZ GIMÉNEZ contra BELÉN MAIGUALIDA MORENO.
En el presente caso se declara con lugar el recurso de casación contra
la sentencia dictada el 19 de junio de 2017, por el Juzgado Superior en lo
Civil, Mercantil, del Tránsito y de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes
del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del estado Portuguesa.

“La Sala evidencia, de la transacción anteriormente transcrita, la cual fuera


homologada por el tribunal a quo en fecha 10 de junio de 2014, que las
partes acordaron cederse los derechos derivados de la propiedad del
inmueble objeto de la partición, previo el pago del precio establecido en el
referido instrumento de autocomposición procesal, dándosele la oportunidad
a la demandada de la primera opción de adquisición del mismo, y en caso de
incumplimiento de ésta se trasladaría al demandante la posibilidad de
adquisición del inmueble.

En este orden de ideas, resulta preciso destacar que la transacción


comprende un acto de composición procesal, con fuerza de cosa juzgada,
por lo que una vez homologado se equipara a una sentencia definitiva que
pone fin al juicio, por ello la posibilidad de su impugnación es por vía de
apelación cuando ocurre en la primera instancia o por vía del recurso
extraordinario de casación, cuando lo es en segunda instancia.

En tal sentido, firme una transacción, la misma no puede ser


modificada o reformada por otro tribunal, pues, se vulnera con ello, la fuerza
de cosa juzgada que emana de la transacción, y con ello, el artículo 272 del

28
Código de Procedimiento Civil, conforme a los cuales no se puede volver a
resolver la controversia ya decidida por una sentencia, a menos que haya
recurso contra ella, o que la ley expresamente lo permita.

Ello así, en el presente caso una vez revisadas tanto la transacción judicial
celebrada entre las partes en fecha 5 de junio de 2014 (folios 4 y 5 de la
pieza N° 1 de 1), así como el auto que la homologa de fecha 10 de junio de
2014 (folios 6 y 7 de la pieza N° 1 de 1), es necesario precisar que tal como
lo indica el recurrente, la misma adquirió el carácter y la fuerza de una
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, a tenor de lo previsto en el
artículo 273 del Código de Procedimiento Civil, por lo que ordenar su
ejecución bajo términos distintos, atentaría contra la inmutabilidad que
caracteriza esa institución.

Así pues, la recurrida al revocar la decisión del tribunal de la causa


que ordenaba la ejecución conforme a los términos de la transacción, y
establecer nuevas formas de cumplimiento de la misma, ordenando la
determinación de un nuevo precio del inmueble, así como la oportunidad de
cumplimiento del pago por las partes, con la consecuencia de la continuación
del procedimiento de partición en caso del no cumplimiento de las nuevas
condiciones por las partes, quebranta la forma procesal establecida en el
artículo 256 del Código de Procedimiento Civil, la cual establece que luego
de homologada la transacción procede entonces su ejecución.

Asímismo, resulta quebrantado el derecho a la defensa del recurrente,


al impedirse el derecho a la ejecución de la transacción, además se rompe el
equilibrio procesal, al concederse ventajas indebidas a la parte demandada,
y se quebrantan las condiciones de modo, lugar y tiempo de la ejecución de
la transacción, en infracción del artículo 15 del Código de Procedimiento
Civil.”

29
OBJETIVO N° 2: Estudiar el Convenimiento

Definición

El convenimiento es la renuncia que hace el demandado a las excepciones y


defensas que ha opuesto, y lo cual implica renuncia a su derecho a
defenderse, aceptando todo lo que pide la parte actora. Conlleva la
aceptación de todos los pedimentos que formula la parte actora, puede darse
en cualquier estado o grado de la causa, siendo requisito la homologación
por parte del Juez, considerándose dicho acto irrevocable aun antes de la
declaratoria por el Tribunal.

En materia de costas en el convenimiento, el Art. 282 expresa que


quien convenga en la demanda en el acto de contestación, pagará las costas
si hubiere dado lugar al procedimiento, y si fuere en otra oportunidad las
pagará igualmente, salvo pacto en contrario.

Diferencia entre el Convenimiento y la Confesión

El tratadista, Dr. Arístides Rengel-Romberg, en su obra “Tratado de


Derecho Procesal Civil Venezolano”, Tomo II, páginas 357 y 358, expone:
“...No debe confundirse el convenimiento en la pretensión con la confesión.
Una corriente doctrinal y jurisprudencial viene sosteniendo entre nosotros
que la declaración que las partes hacen en juicio desistiendo o conviniendo
en la demanda, equivale a una confesión judicial, por medio de la cual se
reconocen el derecho del adversario y la propia sin razón.
Sin embargo, entre ambas figuras jurídicas existen diferencias esenciales:

30
1) El convenimiento en la pretensión es un medio de autocomposición
procesal, que pone fin al proceso y al litigio, con autoridad de cosa juzgada;
mientras que la confesión es un medio de prueba.
2) El convenimiento se refiere a la pretensión contenida en la demanda;
mientras que la confesión se refiere a hechos singulares.
Puede ocurrir que el demandado en la contestación de la demanda admita
todos los hechos de la demanda y que no obstante contradiga la pretensión
de derecho y, en este caso, no hay autocomposición.
3) El convenimiento sólo puede realizarlo el demandado; en cambio, la
confesión puede emanar de cada una de las partes o de ambas a la vez...”.
(Resaltado de la Sala).

Capacidad para Desistir o Convenir

El artículo 264 C.P.C: Para DESISTIR DE LA DEMANDA Y


CONVENIR EN ELLA se necesita:
Tener capacidad para disponer del objeto sobre que verse la controversia .

Oportunidad para Desistir O Convenir (ART. 263 C.P.C.):

Podemos desistir en cualquier estado y grado de la causa, puede el


demandante desistir de la demanda y el demandado convenir en ella, el Juez
dará por consumado el acto y se procederá como sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada, sin necesidad del consentimiento de la parte
contraria. Pero cuando el DEMANDANTE VA DESISTIR DESPUÉS QUE SE
TRABO LA LITIS, (¿CUANDO SE TRABA LA LITIS? Se inicia con la
contestación de la demanda) se requiere en este caso el consentimiento de
la parte contraria.

31
Clases de Convenimiento
 El Convenimiento en la demanda sólo puede ser expreso y total, en
caso contrario no pone fin al proceso y no puede considerarse como
tal. Sin embargo puede convenirse en una incidencia, con lo cual se
pone fin a ésta, no al proceso.

 El Convenimiento puede ser expreso o tácito. Es tácito cuando la


propia ley da este efecto a la no contradicción de algunas de las
cuestiones previas: mientras que el convenimiento en la demanda
debe ser expreso e inequívoco.

Requisitos de Procedencia
Establece el artículo 264 del Código de Procedimiento Civil, como
requisitos exigidos para la validez del convenimiento, la capacidad para
disponer del objeto sobre el cual versa la controversia y que se trate de
materias en las cuales no estén prohibidas las transacciones.

Material Práctico

EXPEDIENTE No: 052-2017.


MOTIVO: HOMOLOGACIÓN DE CONVENIMIENTO DE OBLIGACIÓN DE
MANUTENCIÓN.
PARTES: BEANIR DEL VALLE CHACON Y ANDRES CASTILLO ROJAS
NIÑA: (SE OMITE EL NOMBRE DE LA NIÑA DE ACUERDO A LO
ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 49 DE LA CONSTITUCIÓN DE LA
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA Y EL ARTICULO 65 DE LA
LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DEL NIÑO, NIÑA Y
ADOLESCENTE)

32
PARTE NARRATIVA
Consta de los autos solicitud que la ciudadana, BEANIR DEL VALLE
CHACON, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de identidad N V-
26.545.417, domiciliada en la comunidad, Tunantal , Municipio Bolívar del
Estado Sucre, y ANDRES RAFAEL CASTILLO ROJAS venezolano, mayor
de edad, titular de la cedula de identidad N V-19.538.772, domiciliado en el
Barrio las Palomas, sector la quinta, Parroquia santa Inés, del Municipio
Sucre, acudieron ante la Fiscalía Cuarta en Materia de Familia del Ministerio
Publico del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre, a fin de llevar a efecto
un convenimiento sobre, FIJACION OBLIGACIÓN DE MANUTENCIÓN a
favor de la niña de auto. Mediante acta convenio levantada por ante el
referido servicio, en fecha seis (06) de Julio de dos mil diecisiete (2.017).,
ambas partes convinieron en los siguientes términos: El ciudadano ANDRES
RAFAEL CASTILLO, se compromete a cumplir con el sustento de su (s) hijo
(s) en la medida de sus posibilidades económicas de la siguiente manera:
Treinta Mil Bolívares (30.000 Bs) mensuales. Además el padre se
compromete a comprar en el mes de diciembre una muda de ropa, calzado y
juguetes, los gastos médicos, medicinas, uniformes y útiles escolares, los
cubrirá en un cincuenta por ciento (50%) cada uno de los progenitores.
Asimismo el padre de la niña solicita al tribunal de Municipio Ordinario y
Ejecutor de medidas de los Municipios Bolívar del Primer circuito de la
circunscripción Judicial del Estado Sucre, ordeno la apertura de una cuenta
de Ahorro para consignar lo referente a la obligación de Manutención, en
este acto la ciudadana BEANIR DEL VALLE CHACON, está de acuerdo con
dicha convenimiento .-
PARTE MOTIVA
Esta Sentenciadora pasa de seguidas a analizar las disposiciones legales
referidas al convenimiento en materia de obligación de manutención, a la luz

33
de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, del
Código de Procedimiento Civil, y del Código Civil los cuales disponen:
Articulo 315 (LOPNNA):
Envío de acta. Homologación judicial.
Lograda la conciliación total o parcial, el Defensor o Defensora enviará al
Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, dentro de los cinco
días siguientes el acta respectiva para su homologación. El juez o jueza debe
tomar la decisión dentro de los tres días siguientes a la recepción del
acuerdo conciliatorio.
El acuerdo conciliatorio tiene los efectos de sentencia definitivamente firme y
ejecutoria, una vez homologado ante la autoridad judicial competente.
Artículo 365 (LOPNNA):
Contenido.
La Obligación de Manutención comprende todo lo relativo al sustento,
vestido, habitación, educación, cultura, asistencia y atención médica,
medicinas, recreación y deportes, requeridos por el niño, niña y adolescente.
Artículo 375 (LOPNNA):
Convenimiento
El monto a pagar por concepto de la Obligación de Manutención, así como la
forma y oportunidad de pago pueden ser convenidos entre el obligado u
obligada y el solicitante o la solicitante. En estos convenios debe preverse lo
concerniente al incremento automático del monto fijado y los mismos deben
ser sometidos a la homologación del juez o jueza, quien cuidará siempre que
los términos convenidos no sean contrarios a los intereses del niño, niña o
adolescente. El convenimiento homologado por el juez o jueza tiene fuerza
ejecutiva.
Articulo 262 C.P.C. La conciliación pone fin al proceso y tiene entre las
partes los mismos efectos que la sentencia definitivamente firme.Articulo 363
C.P.C. Si el demandado conviniere en todo cuanto se le exija en la demanda,

34
quedará está terminada y se procederá como cosa juzgada, previa la
homologación de convenimientopor el tribunal.
Artículo 297C.C.: Los convenios celebrados entre quien deba suministrar los
alimentos y quien los exige, para establecer el monto o forma de pago de los
mismos, son válidos y conservan sus efectos mientras no sobrevenga
alteración en la condición de las partes que justifiquen el aumento, cesación
o reducción de los alimentos u otra forma de pago .
Una vez analizadas las disposiciones legales transcritas, este Juzgadora
considera que el convenimiento suscrito por las partes en fecha seis (06) de
Julio de dos mil diecisiete (2.017), cubre todos los requisitos establecidos en
la normativa jurídica vigente, y en especial a lo relativo a la obligación de
manutención y régimen de convivencia familiar, al tenor de lo dispuesto en el
artículo 365 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, los cual describen su contenido.En consecuencia, se hace
preciso aprobar y homologar el convenimiento celebrado entre las partes
ante la Fiscalia Cuarta del Ministerio Público del Primer Circuito Judicial del
Estado Sucre.-
PARTE DISPOSITIVA
Por los fundamentos antes expuestos, este Juez del Juzgado de Municipio
Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Bolívar y Mejía del Primer
Circuito Judicial del Estado Sucre, administrando justicia en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, Imparte la
HOMOLOGACIÓN AL CONVENIMIENTO suscrito por las partes en fecha
seis (06) de Julio de dos mil diecisiete (2.017). En consecuencia, se le da el
pase en autoridad de cosa juzgada como sentencia definitivamente firme, de
conformidad con lo establecido en el artículo 315 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.La presente sentencia ha sido
dictada dentro del lapso establecido para ello. Regístrese, publíquese
conforme al artículo 247 del Código de Procedimiento Civil, inclusive en la

35
página Web del tribunal y por mandato del artículo 248 ejusdem, déjese
copia certificada de la presente decisión.-
Sentencia: Interlocutoria con fuerza definitiva.Exp. N 052-2017
BMMR/Lucia.-

Análisis de la Sentencia

El caso se refiere a un procedimiento de fijación de la obligación de


manutención en favor de una niña, entre las partes BEANIR DEL VALLE
CHACON y ANDRES CASTILLO ROJAS. Las partes acordaron un convenio
sobre la obligación de manutención que fue presentado al Tribunal de
Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Bolívar y Mejía
del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre para su homologación.
En donde El tribunal decidió homologar el convenio de obligación de
manutención suscrito por las partes. Esto significa que el tribunal dio su
aprobación al acuerdo alcanzado por las partes y lo considera una sentencia
definitivamente firme. Esta decisión se basa en el artículo 315 de la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Venezuela.
Ya que, Según el convenio, el ciudadano ANDRES RAFAEL CASTILLO se
compromete a cumplir con el sustento de su hija de la siguiente manera:
Pago de treinta mil bolívares (30.000 Bs) mensuales. Compra de ropa,
calzado y juguetes en diciembre. Cobertura del 50% de los gastos médicos,
medicinas, uniformes y útiles escolares, compartiendo estos costos con la
otra parte. Apertura de una cuenta de ahorro para consignar lo referente a la
obligación de manutención.
Para finalizar, es importante resaltar que La sentencia es interlocutoria
con fuerza definitiva. Esto significa que, aunque la sentencia no resuelve el
fondo del asunto (es decir, no pone fin a la controversia), tiene la autoridad
de una decisión final y puede ser ejecutada de inmediato.

36
TEMA 21: LA CONCILIACION Y EL DESISTIMIENTO

OBJETIVO N° 1: Indagar todo lo relacionado con la Conciliación

Definición

Es un procedimiento que se efectúa dentro del proceso, y no es otra


cosa que la avenencia que tienen las partes sobre el objeto litigioso a
excitación del juez de la causa. Es un contrato consensual y por lo tanto está
sujeto a la libre voluntad de las partes, es provocada por el Juez, acorde con
lo establecido en el Art. 1713 CCV.

La conciliación puede ser solicitada por el Juez en primera instancia


en cualquier estado del juicio, salvo las materias con prohibiciones a este
respecto, de lo cual se infiere que el Juez puede excitar a las partes a la
conciliación, antes de sentencia, y con tal de que no se trate de asuntos en
las cuales estén prohibidas las transacciones. La conciliación no es una
obligación para el Juez, sino que es una facultad inferida del propio texto.

El Art. 261 CPC determina que una vez conciliada las partes, se
levantará un acta que contenga la convención, la cual debe ser firmada por el
Juez, el Secretario y las partes.

El Art. 262 CPC precisa los efectos y consecuencias de la misma al


disponer: La conciliación pone fin al pleito y tiene los mismos efectos que una
sentencia ejecutoria. Equivale pues a un fallo dictado por las partes y tiene
los efectos de una sentencia ejecutoria por lo que no admite ninguna clase
de recursos, conlleva los efectos y todas las consecuencias de la cosa
juzgada, y en consecuencia no es necesario intentar una nueva acción para
hacerla cumplir, basta solicitar la ejecución de lo acordado por las partes.

37
La propuesta de conciliación no suspende el curso de la causa (Art. 260
CPC).

Requisitos:

 Capacidad
 Titularidad de derecho
 Debe versar sobre materias en la que esté permitida la transacción.

Diferencias entre Transacción y Conciliación

 La conciliación la provoca el Juez, en tanto que la transacción es obra


de la voluntad de las partes.
 En la conciliación no hay pérdida de derechos de las partes, en tanto
que en la transacción si la hay.
 Para que se produzca la figura de la conciliación se requiere la
existencia de un litigio pendiente, en tanto que en la transacción
puede efectuarse sin la existencia de ese litigio, pues tiene como
finalidad precaver un litigio pendiente eventual o dar por terminado
uno pendiente.

Estructura

La estructura de la conciliación en el proceso civil venezolano consta


de los siguientes elementos:

1. Solicitud de conciliación: Una de las partes o ambas pueden solicitar la


conciliación ante el tribunal competente.

38
2. Designación del conciliador: El tribunal designa a un conciliador imparcial y
capacitado para llevar a cabo el proceso de conciliación.

3. Citación a las partes: El tribunal cita a las partes involucradas en el


conflicto para que comparezcan ante el conciliador en la fecha y hora
establecidas.

4. Desarrollo de la conciliación: El conciliador facilita la comunicación entre


las partes, identifica sus intereses y propicia la búsqueda de soluciones
mutuamente aceptables.

5. Acuerdo de conciliación: Si las partes llegan a un acuerdo, se redacta un


documento que contiene los términos y condiciones acordados.

6. Homologación del acuerdo: El acuerdo de conciliación puede ser


presentado ante el tribunal para su homologación, lo cual le otorga fuerza
ejecutiva y lo convierte en un título ejecutivo.

Es importante destacar que la conciliación es un proceso voluntario y


confidencial, y las partes pueden acudir a abogados para asesoramiento
durante todo el proceso.

Forma de la Conciliación

La conciliación en el proceso civil venezolano puede adoptar dos


formas:

1. Conciliación judicial: Se lleva a cabo ante un tribunal competente y es


dirigida por un conciliador designado por el mismo tribunal. El conciliador
tiene la función de facilitar la comunicación entre las partes y buscar un
acuerdo satisfactorio.

39
2. Conciliación extrajudicial: Se realiza fuera del ámbito judicial, con la
participación de un conciliador privado o de instituciones especializadas en
conciliación. Las partes acuerdan someterse a este proceso de manera
voluntaria y confidencial.

Ambas formas de conciliación tienen como objetivo principal llegar a un


acuerdo que resuelva el conflicto de manera amigable, evitando así la
necesidad de un juicio prolongado.

Efectos

Los efectos de la conciliación son los siguientes : (ART. 262 C.P.C.):

 Pone fin al proceso.


 Tiene los mismos efectos que la sentencia definitivamente firme, es
decir, es IRRECUSABLE, IRRECURRIBLE, INTANGIBLE,
INMUTABLE, INCAMBIABLE.

Material Práctico

EXPEDIENTE N 7484

SENTENCIA N 03 03052018

DEMANDANTE: MUÑOZ APONTE TAISMI COROMOTO, venezolana,


mayor de edad y titular de la cedula de identidad N V.- 13.812.340.

DEMANDADO: RAMOS BLANCO WILMER ALEXANDER, venezolano,


mayor de edad titular de la cédula de identidad N V.- 18.068.271.

MOTIVO: OBLIGACION DE MANUTENCION

DECISIÓN: HOMOLOGACION DE CONCILIACIÓN

TIPO DE SENTENCIA: INTERLOCUTORIA CON FUERZA DEFINITIVA

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Por recibido el anterior escrito por motivo de Solicitud de Obligación de
Manutención junto con sus recaudos anexos, presentado por la ciudadana:
JOSEFINA VINCI, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad N V.-8.824.182, actuando en su carácter de Defensora adscrita a la
Defensoria Municipal de Niños, Niñas y Adolescentes de Zamora y en
representación de los ciudadanos: MUÑOZ APONTE TAISMI COROMOTO,
venezolana, mayor de edad y titular de la cedula de identidad N V.-
13.812.340 y RAMOS BLANCO WILMER ALEXANDER, venezolano, mayor
de edad titular de la cédula de identidad N V.- 18.068.271. DÉSELE
ENTRADA bajo el N 7484. SE ADMITE cuanto ha lugar en derecho por
cuanto no es contraria al orden público, a las buenas costumbres, ni a
ninguna disposición legal. En consecuencia comparecieron los ciudadanos
antes mencionados por dicha Defensoría, para celebrar una Conciliación o
acuerdo, conforme lo establecido en el artículo 308 de la Ley Orgánica Para
La Protección del Niño, Niña y Adolescente, acuerdo este que fue suscrito en
fecha: 08 de febrero de 2.017, por las partes en beneficio de sus hijos: Se
omite de conformidad con lo establecido en el artículo 65 de la Ley Orgánica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, de siete (07) y un (01)
año de edad, en los siguientes términos:

El padre se compromete de manera voluntaria en aportar la cantidad de Bs


treinta mil (30.000) Bs mensual: De la siguiente manera diez mil (10.000) Bs
todos los quince de cada mes y veinte mil (20.00) Bs todos los últimos de
cada mes, para los gastos de alimentación de sus hijos, la cual la madre
firmará un recibo mientras apertura cuenta bancaria y para los gastos
generales de ropa, calzado, atención médica, medicina, educación, útiles,
uniformes, transporte escolar, recreación y aseo personal, aportará el (50%)
cuando sus hijos lo ameriten y en la temporada navideñas aportará el 50%
para estrenos y Niño Jesús..

41
En esta misma fecha, se le dio entrada ante este Tribunal a las actuaciones
emanadas de la mencionada oficina, constante de seis (06) folios útiles.

Ahora bien, lograda la conciliación total ante el organismo respectivo, este


Tribunal conforme a las previsiones del artículo 315 de la Ley Orgánica para
la protección del Niño y del Adolescente y al advertir que la conciliación que
se efectuó entre las partes no es contraria al interés superior del niño que es
el principio de obligatorio cumplimiento en la toma de todas las decisiones
concernientes a los niños para el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y
garantías y no vulnera los derechos de los niños por cuanto se trata de un
asunto donde es posible la conciliación y está referido a Materia disponible y
conforme a lo que establece el artículo 375 de la ley en la materia, en
concordancia con el artículo 262 del código de procedimiento civil que dice:
La conciliación pone fin al Proceso y tiene entre las partes los mismos
efectos que la sentencia definitivamente firme , se da por consumado el acto;
en consecuencia se ordena la homologación solicitada en los términos allí
expuestos.

DECISION

En razón de lo anteriormente expuesto y de conformidad con lo establecido


en el artículo 315 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, en concordancia con el artículo 262 del Código de
Procedimiento Civil, este TRIBUNAL PRIMERO DE MUNICIPIO ORDINARIO
Y EJECUTOR DE MEDIDAS DEL MUNICIPIO ZAMORA DE LA
CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO ARAGUA, CON SEDE EN
VILLA DE CURA, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por
autoridad de la Ley, HOMOLOGA EL ACUERDO CONCILIATORIO en los
mismos términos expresados por ambas partes, en consecuencia, procédase

42
como sentencia pasada en autoridad de Cosa Juzgada. Se ordena asimismo
expedir la copia certificada solicitada y el cierre y archivo del presente
expediente. CUMPLASE.- En Villa de Cura, a los tres (03) días del mes de
mayo (05) de 2.018. Años 206 y 159

Análisis de la Sentencia

La sentencia se refiere a un caso de conciliación entre partes para la


obligación de manutención, presentado por la Defensoría Municipal de Niños,
Niñas y Adolescentes de Zamora. La conciliación fue aprobada por el
Tribunal Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio
Zamora de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua. Es por ello, que
Según lo establecido en el artículo 315 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, la conciliación no debe ser contraria al interés
superior del niño. En este caso, el tribunal determinó que la conciliación no
viola los derechos del niño y es un asunto en el que es posible la
conciliación.

Asimismo de acuerdo con el artículo 262 del Código de Procedimiento Civil,


la conciliación pone fin al proceso y tiene los mismos efectos que una
sentencia definitivamente firme. Es por ello, que el tribunal homologó el
acuerdo de conciliación en los mismos términos expresados por ambas
partes. Esto significa que el acuerdo de conciliación es reconocido
oficialmente y tiene efecto de sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada.

En conclusión la sentencia muestra que la conciliación es una


herramienta efectiva para resolver disputas legales, especialmente en casos
que involucran el interés superior del niño. Sin embargo, la conciliación debe
cumplir con ciertos requisitos legales para ser válida y tener los mismos

43
efectos que una sentencia definitivamente firme. En este caso, el tribunal
encontró que la conciliación cumplía con estos requisitos y, por lo tanto, la
homologó.

OBJETIVO N°2: Interpretar el Desistimiento

Definición

El Art. 263 CPC preceptúa: "En cualquier estado y grado de la causa


puede el demandante desistir de la demanda y el demandado convenir en
ella...". Nuestra legislación diferencia entre el desistimiento y el retiro de la
acción, puesto que desistir significa abandonar, renunciar y por tanto,
referido a la acción implica abandono o renuncia con carácter definitivo.
En cambio el retiro de la acción es un acto de efectos temporales y
afectan únicamente al procedimiento.

Mediante el desistimiento de la acción, se abandona o renuncia el


derecho del cual somos titulares, en tanto que mediante el retiro de la
acción no abandona ninguna clase de derecho y la acción puede volver a
ser intentada, pues es un acto de simples efectos temporales. De lo
anterior se infiere que tenemos 2 tipos de desistimiento:

1. Desistimiento de la acción.
2. Desistimiento del procedimiento
3. Efectos del Desistimiento

1. El Desistimiento de la Acción: el desistimiento puede definirse como


acto por medio del cual el actor renuncia la demanda que ha
intentado, siendo que cuando este acto de desistimiento es
ejecutado por el demandado se denomina convenimiento, toda vez
que renuncia a oponer las excepciones y defensas que le acuerda la

44
ley
El desistimiento de la acción versa sobre el fondo del derecho, en
tanto que el retiro o desistimiento del procedimiento, tiende a
renunciar únicamente la situación adquirida mediante la introducción
de la demanda.
El desistimiento de la acción impide volver a ejercerla de nuevo, ya
que el derecho que servía de fundamento dejó de existir, en tanto
que el desistimiento del procedimiento sólo extingue el
procedimiento, el litigio puede ser intentado de nuevo como si jamás
hubiere existido la instancia.

Tanto el desistimiento como el convenimiento pueden llevarse a


cabo en cualquier estado del juicio, en virtud de ser una
consecuencia del derecho de propiedad (Art. 263 CPC), sólo que el
juez debe darlos por consumados, a fin de que, a la manera de una
sentencia firme, tengan la
fuerza de la cosa juzgada.

Requisitos del Desistimiento


El Art. 264 CPC establece los siguientes requerimientos para poder
desistir:

 Capacidad
 Titularidad del Derecho
 Debe tratarse de materias sobre las cuales esté permitida la
transacción.

2. Desistimiento en cuanto al Procedimiento: el Art. 265 CPC


preceptúa: "El demandante podrá limitarse a desistir del

45
procedimiento; pero si el desistimiento se efectuare después del acto
de la contestación de la demanda, no tendrá validez sin el
consentimiento de la parte contraria". Se evidencia de esta
disposición que cuando el desistimiento se limita al procedimiento no
afecta la acción, y puede volver a ser intentada, distinguiéndose dos
situaciones: a) Si se ha contestado el fondo de la demanda, se
requiere del consentimiento de la parte contraria, a objeto de que
pueda ser desistido el procedimiento; y b) Si no ha habido
contestación al fondo, evidentemente no se requiere consentimiento
alguno.

El desistimiento del procedimiento difiere del desistimiento de la


acción, ya que acorde a lo establecido en el Art. 263 CPC el
demandante puede desistir de la acción en cualquier estado del
juicio sin requerir consentimiento alguno para ello, y
consecuentemente se impide un nuevo ejercicio de la acción y le da
carácter de cosa juzgada. El Art. 282 precisa que la parte que
desista o retire la demanda o desista de cualquier recurso que
hubiere interpuesto, pagará las costas, salvo acto en contrario
3. Efectos del Desistimiento en cuanto al Procedimiento:

 Coloca las cosas en el estado que tuvieran, como si no se hubiera


intentado la acción
 Extingue los actos de ambas partes.
 Solamente extingue la instancia, pero el demandante no podrá volver
a proponer la demanda antes que transcurran 90 días.

46
Clases.

En materia procesal existen dos tipos de desistimientos: desistimiento


del procedimiento y el desistimiento de la acción;

Desistimiento del procedimiento, trata de terminar voluntariamente con el


mismo, por decisión unilateral de la parte que lo inicio en su momento.
Obviamente, solamente puede desistir la parte actora o demandante, por ser
quien ejerce las acciones legales contra el demandado.

Desistimiento de la acción, declaración unilateral de voluntad del actor por la


cual éste renuncia o abandona la pretensión que ha hecho valer en la
demanda, sin necesidad del consentimiento de la parte contraria.

Base legal.

En materia civil el desistimiento está sustentado en los artículos del


código orgánico procesal civil.

Artículo 263: “En cualquier estado y grado de la causa puede el demandante


desistir de la demanda y el demandado convenir en ella. El Juez dará por
consumado el acto, y se procederá como en sentencia pasada en autoridad
de cosa juzgada, sin necesidad del consentimiento de la parte contraria.

Artículo 265 del Código de Procedimiento Civil: “El demandante podrá


limitarse a desistir del procedimiento; pero si el desistimiento se efectuare
después del acto de la contestación de la demanda, no tendrá validez sin el
consentimiento de la parte contraria.”

47
Artículo 266 del Código de Procedimiento Civil: “El desistimiento del
procedimiento solamente extingue la instancia, pero el demandante no podrá
volver a proponer la demanda antes que transcurran noventa días.”

Material práctico

Sentencia Exp. Nro. 2005-000751

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Ponencia de la Magistrada ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ.

En el juicio por divorcio, intentado ante el Juzgado Cuarto de Primera


Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, por la ciudadana DULCE MARINA GARCÍA
DE PONTE, representada judicialmente por los abogados Ángel Román
Castillo Bustamante y Fernando Vargas Lander, contra el ciudadano JOSÉ
IGOR PONTE ESCOBAR, representado judicialmente por el abogado
Ramón Moy Salazar; el Juzgado Superior Tercero en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la precitada Circunscripción Judicial, por decisión de fecha 21 de
junio de 2005, homologó el desistimiento de la acción y del procedimiento y
declaró con lugar el recurso procesal de apelación interpuesto por la
representación judicial de la parte demandada, contra la decisión dictada por
el tribunal a quo en fecha 9 de marzo de 2005, que negó homologar el
desistimiento de la acción y del procedimiento efectuado por la parte actora,
quedando en consecuencia, revocada la decisión de primer grado. La
demandante no fue condenada en costas, en virtud de la renuncia a las
mismas, manifestada por la parte demandada

48
Contra la referida decisión de alzada, el abogado Ramón Moy Salazar en
representación de la parte demandada, anunció recurso extraordinario de
casación, el cual fue negado por auto de fecha 20 de octubre de 2005, con
fundamento en lo siguiente

“...En el presente caso, la representación de la parte demandada por


diligencias del 6 y 11 de julio de 2005 anunció recurso extraordinario de
casación, argumentando que el anunció (sic) se debía a la supuesta renuncia
de las costas formulada por la parte demandada, siendo ratificado el referido
recurso en tiempo hábil el 17 de octubre de 2005.-

Revisadas exhaustivamente las actas que conforman el presente expediente


esta Superioridad observa, que la parte demandada, ciudadano JOSÉ IGOR
PONTE ESCOBAR, debidamente asistido por el profesional del derecho
Jorge Emilio Rivas Marcano, desistió de las costas del presente juicio en
fecha 16 de junio de 2005, feneciendo con ello el planteamiento que había
formulado con antelación su abogado Ramón Moy Salazar.

En el caso bajo examen, se evidencia de la decisión proferida por esta


Alzada el 21 de junio de 2005, que la parte demandada (recurrente) ha
obtenido un triunfo total sobre los fundamentos en los cuales gravitó su
apelación, la revocatoria de la sentencia de instancia de fecha 09 de marzo
de 2005, la homologación del desistimiento de la acción y del procedimiento
realizado por la parte actora en fecha 23 de Febrero de 2005 y, la no
condenatoria en costas pactada con la parte que desistió.-

Ahora bien, el abogado RAMÓN MOY SALAZAR, actuando en


representación de la parte demandada, insiste en el anuncio del recurso de
casación contra sentencia que le concedió todo cuanto solicitó su
representación en el presente juicio, y al haber desistido la propia parte a

49
quien representa sobre la condenatoria en costas, le sobrevino una
incapacidad para recurrir en casación, ya que la facultad para poder hacer
uso de ese recurso únicamente le es dable a quien no se le haya concedido
alguna petición que resulte contraria a sus intereses. En consecuencia,
siendo la defensa planteada una situación que sólo compete a la propia parte
y no a su representación por haber sido satisfecha, ineludiblemente su
petición resulta totalmente contradictoria, razón suficiente para declarar
inadmisible el anuncio del recurso propuesto y así se decide…”.

Con motivo del recurso de hecho interpuesto contra la negativa de admitir el


de casación, la Sala recibió el expediente, del cual se dió cuenta en fecha 22
de noviembre de 2005, designándose ponente a la Magistrada que con tal
carácter suscribe, lo cual hace previa las siguientes consideraciones:

ÚNICO

El desistimiento, tal y como lo enseña la doctrina de nuestros


procesalistas clásicos (Borjas y Marcano Rodríguez), es un acto jurídico que
consiste en el abandono o renuncia positiva y precisa que hace el actor o
interesado, de manera directa, ya de la acción que ha intentado, ya del
procedimiento incoado para reclamar judicialmente algún derecho, o de un
acto aislado de la causa o, en fin, de algún recurso que hubiese interpuesto.

En este sentido, existen dos clases de desistimiento, el de la instancia o


procedimiento y, el de la acción, el primero se refiere a la actuación
voluntaria expresada por el demandante ante el juez, con la finalidad de
abandonar el procedimiento empezado, dando lugar a su extinción; el
segundo, el desistimiento de la acción, comporta la renuncia por parte del
actor del derecho material del que está investido para postular la pretensión,
produce efectos en la relación jurídico sustancial, tiene efectos preclusivos y

50
deja extinguida las pretensiones de las partes con autoridad de cosa
juzgada.

Como todo acto jurídico está sometido a ciertas condiciones de procedencia,


que si bien no todas aparecen definidas en el Código de Procedimiento Civil,
han sido establecidas por la jurisprudencia y de ésta se desprende que el
desistimiento deberá manifestarse expresamente, a fin de que no quede
duda alguna sobre la voluntad del interesado.

Así, se requiere además, para que el juez pueda darlo por consumado, el
concurso de dos condiciones: a) que conste en el expediente en forma
auténtica; y b) que tal acto sea hecho pura y simplemente, es decir, sin estar
sujeto a términos o condiciones, ni modalidades ni reservas de ninguna
especie. Al mismo tiempo, se exige a la parte capacidad para disponer del
objeto sobre el cual verse la controversia, y que se trate de materias en las
que no están prohibidas las transacciones.

Si bien es cierto, que el desistimiento es “la renuncia de la facultad para


llevar adelante una instancia promovida mediante recurso” (Vocabulario
Jurídico de Eduardo E. Couture), y “el acto de abandonar la instancia, la
acción o cualquier otro trámite del procedimiento” (Diccionario de Ciencias
Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio), no es menos cierto que
en nuestro ordenamiento jurídico tal actuación requiere, en caso de
apoderado, de mandato en el cual se contemple expresamente esa facultad.

Ahora bien, el artículo 154 del Código de Procedimiento Civil, señala lo que
sigue:

“...El poder facultad al apoderado para cumplir todos los actos del proceso
que no estén reservados expresamente por la ley a la parte misma, pero

51
para convenir en la demanda, desistir, transigir, comprometer en árbitros,
solicitar la decisión según la equidad, hacer posturas en remates, recibir
cantidades de dinero y disponer del derecho del litigio, se requiere facultad
expresa...”.

El Dr. Arístides Rangel-Romberg, en su Tratado de Derecho Procesal Civil


Venezolano según el nuevo Código de 1987; Teoría General del Proceso;
Tomo II, dice:

“...Como el desistimiento del procedimiento, o renuncia a los actos del juicio,


tiene por objeto el abandono de la situación procesal del actor, nacida de la
existencia de la relación procesal y él puede ocurrir en cualquier estado y
grado del juicio, se sigue que el desistimiento afectará a toda relación
procesal o a una fase de ella, según que el juicio se encuentre en primer
grado o en apelación al momento del desistimiento. El desistimiento del
recurso...se refiere precisamente a esta última situación: al desistimiento o
renuncia a los actos del juicio en apelación; figura que está implícitamente
prevista en nuestra Ley Procesal, al regular uno de los efectos de este
desistimiento (las costas); en el art. 282 C.P.C. (sic) disposición establece:
‘Quien desista de la demanda, o de cualquier recurso que hubiera
interpuesto, pagará las costas si no hubiera pacto en contrario ‘...”.

De lo expuesto en los párrafos precedentes, se pone de manifiesto que para


perfeccionar el desistimiento se requiere el cumplimiento de una serie de
condiciones que en todo caso deberán ser constatadas por el órgano
jurisdiccional competente en el momento de impartirle su aprobación, que es
lo que en derecho procesal se conoce con el nombre técnico de auto de
homologación. Así, será el juez quién juzgue si la forma de autocomposición
procesal debe ser homologada, por tanto es éste el que garantiza el

52
cumplimiento de los requisitos exigidos por la ley y la jurisprudencia, con la
finalidad de no menoscabar la integridad de las garantías procesales
consagradas en beneficio de las partes, considerando la magnitud de las
consecuencias que se derivan de la decisión que imparta dicha
homologación, como lo es la extinción del proceso y de ser procedente la
cosa juzgada.

Ahora bien, en relación a la procedencia de recursos ordinarios y


extraordinarios contra sentencias que dan por consumado u homologado el
desistimiento, esta Sala, en sentencia Nº 0274 de fecha 12 de junio de 2003,
juicio Circuito Teatral de los Andes, C.A. contra Olga T. Diez y Otros,
Expediente Nº 02-0109, entre otras, expresó lo siguiente:

"...Contra el co-demandado apelante y hoy recurrente, no existe una litis


trabada, dado el desistimiento de la demanda realizado por el demandante,
motivo suficiente para que carezca de legitimidad para impugnar el referido
fallo, el cual no le genera ningún gravamen…”.

La Sala presenta ciertas dudas sobre el criterio que impide la


admisibilidad del Recurso de Casación, cuando éste es ejercido contra las
sentencias que declaran procedente en derecho la homologación del
desistimiento, fundamentándose para ello en la falta de legitimidad del
demandado para interponer los recursos que permitan controlar la legalidad
de dichos fallos.

En efecto, en casos como el que nos ocupa la Sala se ha


conformado con revisar los presupuestos de admisibilidad del Recurso de
Casación, sin advertir, entre otras cosas, si el juez de alzada fundamentó su
decisión en las mismas razones por las cuales este Alto Tribunal ha

53
declarado sin lugar el recurso de hecho interpuesto y en consecuencia
inadmisible el recurso de casación anunciado.

En ese sentido, esta Sala de Casación Civil ha dejado sentado que una vez
declarada la consumación del desistimiento, la parte demandada carece de
de legitimación para impugnar este tipo de decisiones, considerando que
este pronunciamiento no le genera ningún gravamen. No obstante, este
criterio no ha sido aplicado en forma pacífica, pues en ocasiones y sin seguir
una línea jurisprudencial cónsona, la Sala ha admitido el recurso de casación
en la misma hipótesis de hecho. (Ver entre otras, sentencia N° 116 de fecha
27 de abril de 2001, caso: Corporación Dayac, C.A., contra Knut Nicolay
Waale Gundersen; sentencia N° 380 de fecha 30 de noviembre de 2001,
caso: Astrid María Lendewig Mendt y otro, contra Klaus Thilo Lendewig
Mendt; sentencia N° 503 de fecha 10 de septiembre de 2003, caso: Fábrica
de Tacones Venanzi, S.R.L., contra Tommaso Puglisi Platania y otra).

Esta ambigüedad de criterios impone por parte de esta Sala un


pronunciamiento definitivo sobre la admisibilidad del recurso de casación
contra los autos que homologan el desistimiento, lo cual hace en los términos
siguientes:

Este Supremo Tribunal observa que en el supuesto de que la


recurrida de por consumado el desistimiento y luego declare inadmisible el
recurso de casación, por cuanto se concedió todo lo pedido, implica negar el
recurso con soporte en la misma razón cuya legalidad se pretende controlar,
lo cual determina que ese modo de proceder los jueces han hecho
irrevisables su propio pronunciamiento, dejándose de considerarse en primer
lugar, que los supuestos de procedencia para dar por consumado ese medio
de autocomposición procesal siempre deben ser revisables dada su

54
naturaleza, en segundo lugar, porque de ningún modo estaría permitido
expresar a esta Sala como fundamento del fallo el mismo en que se fundó la
decisión impugnada. Por tanto, queda claro, si no se admite el recurso de
casación por los mismos fundamentos expuestos por el juez de alzada, ello
configuraría el vicio de petición de principio.

En lo referido al sofisma denominado petición de principio, tenemos que


esta Sala en sentencia de fecha 13 de abril del 2000, caso Guillermo Alonso
Cerdeño contra Luigi Faratro Ciccone, expediente Nº 99-468, ratificando
criterio previamente establecido en decisión de fecha 4 de octubre de 1989,
textualmente estableció:

“...La lógica del razonamiento rechaza el sofisma denominado petición de


principio, que consiste en dar como cierto lo que se trata de probar. La
determinación de un hecho, de un concepto, no debe realizarse con el mismo
concepto definido: Lo definido no debe entrar en la definición. Tal petición de
principio ocurre, en el ámbito jurisdiccional, cuando el Tribunal se
fundamenta en un proveimiento recurrible, para declararlo irrecurrible...

El Juez estaría tomando el proferimiento de su sentencia, como si ella, con la


sola publicación, hubiera adquirido la autoridad de la cosa juzgada, lo cual no
es cierto, porque esta solo adviene de la no interposición del recurso en
cuestión, o de su improcedencia. No le impone la Ley al Juez que contradiga
su convicción, sino que haga conducente el derecho a la defensa, a fin de
que el recurrente pueda hacer revisar por la Sala el motivo que adujo aquél
para negar el recurso...”.

De igual modo, esta Sala en sentencia Nº 00313-5035 de fecha 31 de mayo


de 2005, juicio Roger Luna contra Salvatore Sortino Carusso, Expediente Nº
2005-000035, expresó lo siguiente:

55
“…En el caso bajo estudio, observa la Sala que en cuanto al argumento
utilizado por el Tribunal Superior para negar el acceso a casación, el mismo
no es válido, toda vez que en su fundamentación se incurre en el vicio de
petición de principio, ya que se está dando como razón para esa negativa, la
misma que se dio como motivación de la decisión contra la cual se anunció la
casación proceder que reiteradamente ha rechazado la Sala…”.

En este sentido, CH. Perelman y L. Olbrechts-Tyteca, en su “Tratado de la


Argumentación. (La nueva Retórica)”. Editorial Gredos. Madrid 1989, Págs.
186-187, expresa lo siguiente:

“…En función de la argumentación en general, y de la argumentación ad


hominem en particular, se puede comprender en que consiste la petición de
principio.

Con frecuencia, se piensa que es un fallo en la técnica de la demostración y


Aristóteles trata de ella, no sólo en los Tópicos, sino también en los
Analíticos; tal petición consistiría en el hecho de postular lo que se quiere
probar.

(…Omissis…)

La petición de principio consiste en emplear el argumento ad hominem


cuando éste no es susceptible de ser utilizado, porque tal petición supone
que el interlocutor ya se ha adherido a una tesis cuya aceptación,
justamente, se procura conseguir. Aún es preciso que las dos proposiciones,
el principio y la conclusión, que nunca son exactamente las mismas, estén lo
bastante próximas una de otra para que esté justificada la acusación de
petición de principio.

56
(…Omissis…)

El oyente sólo podrá pretender que hay petición de petición de principio si la


premisa que ponen en duda no tiene, en este caso, más fundamento que la
conclusión misma que se ha querido sacar, y para la cual esta premisa
constituiría un eslabón indispensable en el razonamiento.

(…Omissis…)

Para concluir, la petición de principio es una falta de argumentación. Afecta a


la argumentación ad hominem y la presupone, pues su campo no es el de la
verdad, sino el de la adhesión…”.

Sobre el particular, el profesor Alfredo Chirino en su artículo “Las


Falacias” publicado en el Curso de Capacitación sobre Razonamiento
Judicial y Argumentación Jurídica, Tribunal Supremo de Justicia, Serie de
Eventos Nº 3, Caracas 2004, expresa:

“...En la falacia de prejuicio príncipe, en realidad estamos hablando de acudir


a un argumento de principios, pero ese argumento de principios a veces es la
misma conclusión que nosotros queremos demostrar.

(…Omissis…)

…si se pretende construir una argumentación a partir de esa idea, entonces


no encontramos ninguna diferencia entre las premisas que estamos
utilizando y las conclusiones a la que queremos llegar.

(…Omissis…)

57
La argumentación circular o la falacia de petición de principio, es muy
frecuente, no en los escritos judiciales sino en la sentencia...”.

Aunado a lo anterior, se observa que en el criterio hasta ahora sostenido por


la Sala se dejó de tomar en cuenta que todos los autos de autocomposición
procesal, es decir, tanto la transacción, el convenimiento al igual que el
desistimiento, tienen el mismo carácter de sentencia definitiva, tal y como lo
ha sostenido esta Sala, en sentencia Nº 0009 de fecha 20 de enero de 1999,
juicio Marieta Méndez León contra Luís Felipe Méndez, Expediente Nº 98-
0307, expresó lo siguiente:

“…los autos que dan por consumados u homologados los actos unilaterales
o bilaterales de autocomposición procesal según el caso (desistimiento,
convenimiento y transacción), tienen el carácter de sentencias definitivas y
como tales son impugnadas por vía de apelación cuando ocurren en la
primera instancia o por vía del recurso extraordinario de casación, cuando
ocurren en la segunda instancia…”.

Aunado a lo anterior, tampoco se consideró que el juez de instancia al


verificar si debía dar por consumado el desistimiento, revisa si tal acto es
cumplido directamente por la parte o asistido de abogado. En este último
caso, esto es cuando tal actuación procesal es realizada bajo el régimen de
representación y en cumplimiento de un mandato, podría ocurrir que la parte
sufra un perjuicio a causa de la actuación de su representante legal o
apoderado, bien porque el poder había sido revocado o extinguido por
cualquier otro motivo, o bien porque no tenía facultad expresa para desistir,
entre otras acontecimientos.

Todas estos razonamientos ponen de manifiesto, que de configurarse alguna


de las circunstancias precedentemente expuestas sin que se le permita a la

58
parte que lo impugna la revisión del desistimiento y su homologación en esta
sede casacional, se le estaría limitando el derecho a obtener una tutela
judicial efectiva de los requisitos necesarios para perfeccionar el acto
procesal del desistimiento. Es posible también que la parte desista sólo del
procedimiento y el juez establezca que ha desistido de la acción, causándole
grave perjuicio

Todas las posibilidades mencionadas ponen de manifiesto que el


pronunciamiento del juez sobre la homologación del desistimiento puede ser
contrario a derecho, y debe permitirse a la parte perjudicada obtener su
control mediante la vía recursiva, mas aún en ese supuesto en que queda
terminado el proceso.

Además, no existe justificación alguna para que ese criterio sea aplicado
respecto del desistimiento, mas no del convenimiento y la transacción, que
son igualmente medios de terminación del proceso, cuya homologación
siempre ha sido revisable en casación, por tratarse de sentencias que ponen
fin al juicio.

Hechas estas consideraciones, esta Sala deja sentado que las decisiones
que homologan o dan por consumado el desistimiento tienen como efecto
directo, la terminación del proceso; por tanto, siempre debe permitírseles a
las partes impugnar estos pronunciamientos para lograr su revisión en sede
casacional, sin que existan causas que justifiquen el acceso a casación en
unos casos (convenimiento y transacción), y su impedimento en otros.
Además, permitir al juez negar el recurso con soporte en la misma razón en
que funda su decisión, (homologación del desistimiento), es permitir la
comisión del vicio de petición de principio, con lo cual logra la irrevisabilidad
de su propio pronunciamiento, a pesar de que es posible la comisión de

59
errores de juzgamiento en el mismo, que podrían ser controlados en
casación.

Aunado a ello, la Sala estima que la parte debe tener posibilidad de alegar y
razonar ante la Sala cuál es el perjuicio sufrido con motivo de la ilegalidad del
pronunciamiento del juez dictado sobre la homologación, todo ello en aras de
dar cumplimiento a los derechos que tienen las partes a la defensa, el debido
proceso, derecho de petición, de obtención de una tutela judicial efectiva,
acceso a los órganos de justicia y principio pro actione, según los cuales todo
ciudadano tiene derecho a acceder a los órganos jurisdiccionales, al
juzgamiento con las garantías debidas, a la obtención de una sentencia cuya
ejecución no sea ilusoria y a que los requisitos procesales se interpreten en
el sentido más favorable a la admisión de las pretensiones procesales,
consagrados en los artículos 26, 49, 51 y 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.

Por consiguiente, la Sala unifica su criterio y deja sentado que es admisible


el recurso de casación contra las sentencias que homologan el desistimiento
-al igual que el convenimiento y la transacción-, las cuales ponen fin al juicio,
en cuyo caso debe ser garantizado el derecho de la parte de ser oído, con el
propósito de que se le permita justificar y razonar el perjuicio sufrido con
motivo del error cometido por el juez de instancia, ello mediante las
respectivas denuncias del recurso de casación, por cuanto tiene la carga de
combatir el pronunciamiento en el cual se basó el juez de la recurrida, esto
es: la consumación del desistimiento, que es la razón de derecho o cuestión
jurídica que causó el fin del litigio, lo cual determina que en lo sucesivo este
criterio debe imperar para todos los casos cuyo recurso de casación, o de
hecho, según el caso, estén pendiente de decisión. Así se establece.

60
Ahora bien, en el presente caso el ad quem negó el recurso de casación
anunciado contra la sentencia que consideró cumplidas las condiciones para
homologar el desistimiento, fundamentándose en la falta de legitimación de
la parte demandada al habérsele concedido todo lo peticionado ”que no fuera
contrario a sus intereses”. Este tipo de pronunciamientos no pueden ser
desestimados por esta Sala con la sola ratificación del mismo presupuesto
de inadmisibilidad expuesto por el juzgado a quem, pues ello constituiría el
vicio de petición de principio, tal y como fue explicado en los párrafos
anteriores. Así se establece.

Al mismo tiempo, este Alto Tribunal observa que en el caso que nos
ocupa, el juez superior consideró adicionalmente que “…al haber desistido la
propia parte a quien representa sobre la condenatoria en costas…”, quedaba
evidenciada la falta de interés; sin embargo, el juez de alzada no tomó en
consideración que este pronunciamiento podría resultar perjudicial para el
demandado, lo cual evidencia su legitimación para recurrir en casación. Así
se decide.

DECISIÓN

En fuerza de las anteriores consideraciones, este Tribunal


Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de
Casación Civil, administrando Justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley, declara CON LUGAR el recurso de hecho propuesto
contra el auto de fecha 20 de octubre de 2005, dictado por el Juzgado
Superior Tercero en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, denegatorio del recurso de
casación anunciado contra la sentencia de fecha 21 de junio de 2005,
dictada por el referido juzgado superior. En consecuencia se REVOCA dicho

61
auto y se ADMITE el recurso de casación anunciado contra la decisión
recurrida, dictada por el referido juzgado superior. En consecuencia a partir
del día siguiente de la publicación de esta decisión comenzará a correr el
lapso de cuarenta (40) días para la formalización del recurso de casación, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 317 del Código de Procedimiento
Civil. No se condena en costas a la recurrente, por la índole de la decisión.

Análisis de la Sentencia:

En este juicio por divorcio, la parte demandante desistió de la acción y


del procedimiento, y el tribunal de segunda instancia revocó la decisión de
primer grado. El recurso de casación fue negado debido a que la parte
demandada ya había obtenido todo lo solicitado en el juicio.

Teniendo en cuenta que el desistimiento es un acto jurídico en el que


el demandante renuncia a la acción o al procedimiento judicial, ya sea en
forma total o parcial y que requiere manifestarse expresamente y cumplir
ciertas condiciones establecidas por la jurisprudencia.

En esta sentencia de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo


de Justicia de Venezuela, en la que se ordena pasar el expediente al juzgado
de sustanciación para la designación del ponente que decidirá el recurso de
casación. La sentencia fue dada, firmada y sellada en Caracas el 27 de julio
de 2006.

La Sala de Casación Civil recibió el expediente relacionado con un


juicio por divorcio, en el cual la demandante desistió de la acción y del
procedimiento. El Juzgado Superior Tercero en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas
homologó el desistimiento y declaró con lugar el recurso de apelación

62
interpuesto por la parte demandada. La demandante no fue condenada en
costas debido a la renuncia a las mismas por parte del demandado.

El abogado de la parte demandada anunció un recurso extraordinario


de casación contra la decisión de alzada, pero este recurso fue negado. La
negativa se basó en que la parte demandada había desistido de las costas
del juicio, lo cual implicaba que había obtenido un triunfo total en el caso y no
tenía fundamentos para interponer el recurso de casación. Contra la negativa
de admitir el recurso de casación, se interpuso un recurso de hecho, el cual
fue recibido por la Sala de Casación Civil.

TEMA 22: LA PERENCIÓN DE INSTANCIA

OBJETIVO N°1: Describir la Perención de Instancia


Definición
La perención es la extinción de la instancia, declarada por el Juez y
declarada como una sanción procesal por la inacción de las partes durante el
período determinado por la ley, siendo que este lapso lo fija la ley adjetiva en
un año, por lo que un juicio que tenga más de un año inactivo, se extingue la
instancia y por ende se produce la perención.
La perención produce la extinción de la instancia, del procedimiento y por ello
el Art. 267 CPC señala que toda instancia se extingue por el transcurso de
un año, sin haberse ejecutado durante ellos ningún acto de procedimiento.

Este acto a que se refiere la ley debe ser capaz, útil, inequívoco para
interrumpir la perención y que demuestre en forma verdadera la presunción
de abandono de la instancia y de que la parte se propone continuar el
procedimiento hasta ese momento en suspenso. Deben ser actos que
impulsen el proceso, la simple solicitud de copias certificadas no es

63
suficiente, en cambio la citación y notificación si son actos suficientes para
interrumpir la perención.
Lapso de Perención:
La ley establece el lapso de perención en 1 año. El lapso para comienza a
acontar la perención comienza a correr desde la fecha del último acto de
procedimiento ejecutado en el juicio, y el cómputo se hace de conformidad
con lo dispuesto en elArt. 12 CPC
Al presentarse los siguientes supuestos el lapso de perención será
de 30 días:
1. Cuando transcurridos treinta días a contar desde la fecha de admisión de
la demanda, el demandante no hubiese cumplido con las obligaciones que le
impone la ley para que sea practicada la citación del demandado.
2. Cuando transcurridos treinta días a contar desde la fecha de la reforma de
la demanda, hecha antes de la citación, el demandante no hubiese cumplido
con las obligaciones que le impone la ley para que sea practicada la citación
del demandado.
Y será de seis meses el lapso de perención cuando dentro del término de
seis meses contados desde la suspensión del proceso por la muerte de
alguno de los litigantes o por haber perdido el carácter con que obraba, los
interesados no hubieren gestionado la continuación de la causa, ni dado
cumplimiento a las obligaciones que la ley les impone para proseguirla.

Efectos de la Perención en Primera Instancia

 La perención no impide que se vuelva a proponer la demanda


 No extingue los efectos de las decisiones dictadas, ni las pruebas que
resulten de los autos.
 Solamente extingue el proceso.

64
Efectos de la Perención en Segunda Instancia

 Cuando el juicio en que se verifique la perención se halle en


apelación, la sentencia apelada quedará con fuerza de cosa
juzgada.
 Excepción: que se trate de sentencias sujetas a consulta legal,
en las cuales no habrá lugar a perención.
 En ningún caso el demandante podrá volver a proponer la
demanda, antes de que transcurran noventa días continuos
después de verificada la perención.
La perención de la instancia no causa costas en ningún caso
(Art. 283 CPC).

Material práctico

SALA DE CASACIÓN CIVIL


ACCIDENTAL
Exp. 2017-000785
Magistrado Ponente: FRANCISCO RAMÓN VELÁZQUEZ ESTÉVEZ
En el juicio por fraude procesal, intentado ante el Juzgado Segundo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui, por el ciudadano JULIO
CUESTA EISLER, representado judicialmente por la abogada Evelyn Tirado,
inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nro. 24.168,
contra el ciudadano LEONARDO SILVA RUSO, representado judicialmente
por los profesionales del derecho Pedro Luis Pérez Burelli, Iris Carmona
Castillo y Omaireth Aguilera, inscritos en el I.P.S.A. bajo los Nros. 38.942,
59.868 y 132.147, respectivamente; el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil
y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui, con sede

65
en Barcelona, conociendo en apelación, dictó sentencia en fecha 24 de abril
de 2017, mediante la cual declaró: Sin lugar la apelación ejercida por la
representación judicial de la parte demandada, con lugar la demanda por
fraude procesal, en consecuencia estableció que se cometió en el fraude
procesal en la causa contentiva de nulidad de asamblea intentado por el
ciudadano Leonardo Silva Russo en contra de los ciudadanos Luz Estela
Rojas, Feliciana Arteaga de Rodríguez Tomas Natasi y Mauro Bacchelli,
signada con el N° BP02-V-2014-001114 (cuaderno principal) y BH01-X-2014-
0028 (cuaderno de medidas), y nula de nulidad absoluta, todas las
actuaciones realizadas en el juicio de nulidad de asamblea signado con el N°
BP02-V-2014-001114 (cuaderno principal) y BH01-X-2014-0028 (cuaderno
de medidas), y confirmó la sentencia apelada.

Contra la precitada decisión, la representación judicial de la parte


demandada, anunció recurso extraordinario de casación, el cual fue admitido
y oportunamente formalizado. No hubo impugnación.

En fecha 4 de diciembre de 2018, se constituyó la Sala Accidental


conformada de la siguiente manera: Magistrado Presidente Francisco Ramón
Velázquez Estévez, Magistrada Vicepresidenta Vilma María Fernández
González, Magistrado Guillermo Blanco Vázquez, Magistrada Marisela
Valentina Godoy Estaba y el Magistrado suplente Juan Pablo Torres
Delgado, para conocer esta causa, por cuanto fue declarada con lugar la
inhibición propuesta por el Magistrado Yván Darío Bastardo Flores.

Concluida la sustanciación respectiva, le correspondió la ponencia al


Magistrado FRANCISCO RAMÓN VELÁZQUEZ ESTÉVEZ, quien con tal
carácter suscribe el presente fallo y en consecuencia pasa a decidirlo en los
términos que a continuación se expresan:

DENUNCIA POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

66
ÚNICA

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de


Procedimiento Civil, el formalizante delató la violación por la recurrida del
ordinal 5 del artículo 243 y 12 eiusdem, por incurrir en el vicio de
incongruencia negativa por la “…omisión absoluta de pronunciamiento sobre
alegatos expuestos en la contestación de la demanda…”, los cuales “…se
reprodujeron en el escrito de informes…”.

En tal sentido, el formalizante alegó:

“…La sentencia que nos ocupa se dictó con motivo de la interposición de una
demanda de un supuesto fraude procesal, incoada por el ciudadano JULIO
CUESTA EISTER, en contra de mi mandante el 22 de octubre de 2014, por
las razones de hecho y de derecho indicadas en el libelo de la demanda. La
demanda fue admitida en fecha 28 de octubre de 2014, como consta en
autos.

Los alegatos del sedicente fraude procesal se basan en una procedente


demanda de nulidad de asamblea de condominio del edificio denominado
Conjunto Residencial Isla Paraíso, Residencias & Yacht Club, situado en el
complejo Turístico El Morro en jurisdicción del Municipio Sotillo del Estado
(sic) Anzoátegui, intentada por Leonardo Silva Ruso contra los ciudadanos
LUZ ESTELA ROJAS, FELICIANA ARTEAGA DE RODRIGUEZ (sic),
TOMAS (sic) NATASI y MAURO BACCHELI, ante el Juzgado Primero de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado (sic) Anzoátegui, expediente BP02-V-
2014-001114.

No entraremos ahora en las intríngulis de ese proceso, pues lo que interesa


resaltar a los fines de esta denuncia es que dicha instancia perimió, según lo

67
estableció la sentencia dictada por el Juzgado Primero de Primera Instancia
en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Estado (sic) Anzoátegui, expediente BP02-V-2014-001114, el 29 de octubre
de 2014. La sentencia que declaró la perención de la instancia en ese
procedimiento está en los autos, pues se presentó con su contestación del 4
de noviembre de 2014, marcado con la letra “A”, lo que puede verificar
directamente la Sala Civil en el marco de esta denuncia por defecto de
actividad.

Es bueno hacer notar, que ese procedimiento perimió antes de que los
demandados dieran contestación, y sin que se hubiese apelado o atacado
dicha extinción de la instancia, ora por obra de los mismos demandados, ora
por algún tercero interesado, por ejemplo como lo hubiese podido haber
hecho perfectamente el aquí demandante JULIO CUESTA EISNER. Como
no hubo apelación, la sentencia de perención de aquel procedimiento quedó
firme y con la autoridad que la ley le atribuye a la cosa juzgada.

(…Omissis…)

Ahora bien, mi representado contestó mediante escrito


complementario. Lo que resalto de ellos, a los efectos de esta denuncia, es
que insistió en proponer como defensa, que la demanda del (muy inventado)
fraude procesal, carecía de objeto, pues el demandante no tenía interés
jurídico actual, ya que, el proceso cuya nulidad (por fraude) pretendía, estaba
definitivamente extinguido, nada más y nada menos que por efecto de la
perención.

Ciertamente, en el escrito presentado por mi mandante el 04 (sic) de


noviembre de 2014, que cursa en autos, alegó lo siguiente:

(…Omissis…)

68
Luego, en el escrito de ampliación de la contestación a la demanda
presentado el 01 (sic) de diciembre de 2014, reprodujo el mismo alegato
defensivo (ver: “Capitulo (sic) iii. Extinción del procedimiento por pérdida del
interés procesal para sostener la presente causa y contradicción de hecho y
derecho de la demanda incoada”).

Tiempo después, en los informes presentados ante el Juzgado Superior Civil,


Mercantil y Tránsito de la Circunscripción del (sic) Estado (sic) Anzoátegui el
03 (sic) de abril de 2017, que fue quien dictó la sentencia hoy recurrida,
insistió en esa defensa, que se asentaba en un punto que forma parte del
común, básico y elemental entendimiento de todos los que hacemos vida
procesal: no es posible pretender (y menos obtener) la nulidad de un proceso
que ya esta extinto:

(…Omissis…)

Sin embargo, a pesar de una defensa que atacaba directamente la


admisibilidad de la pretensión ejercida, pues todos sabemos que el interés
procesal (necesidad de acudir al proceso y mantener viva la pretensión),
nace del agravio, y que no hay agravio (mucho menos interés adjetivo) si no
hay acto lesivo, como en este caso sucedía por la extinción del
procedimiento atacado en el imaginado fraude, la recurrida omitió
completamente al respecto de estos alegatos esenciales y definitorios de la
suerte del proceso, incurriendo así en el gravísimo vicio de incongruencia
negativa, productor (sic) de la nulidad del fallo, por la infracción del ordinal
5to. del artículo 243 y 12 del Código de Procedimiento Civil.

Los Magistrados verificarán que -en la recurrida- no hay el más mínimo


pronunciamiento sobre esta defensa, ni siquiera la menciona, como si no
hubiese escrito ni alegato nunca, llegando al punto de declarar en el
dispositivo del fallo ¡la nulidad de un procedimiento que ya estaba perimido!.

69
La grotesca omisión que pongo de manifiesto, y su consecuencia sobre un
dispositivo que insólitamente anula un proceso que estaba extinto al
momento de dictarse ese fallo es, por sí solo, un gravísimo caso de lesión al
deber de pronunciamiento que del Juez (sic) sobre todo lo alegado por la
defensa, establecido en el ordinal 5to. del artículo 243 y 12 del texto
procesal, que amerita se declare la nulidad absoluta del fallo como lo ordena
el artículo 244 eiusdem.

(…Omissis…)

Así pues, me permito indicar sumariamente que, la recurrida, al ignorar dicha


defensa, así como el documento contentivo de la sentencia que declaró la
perención de la instancia, consignado en autos por mi mandante marcado
con la letra “A”, contrariando el mandato de los artículos 509 y 12 del Código
de Procedimiento Civil, por vía de consecuencia- infringió los artículos 17,
206 y 211 ibídem, sobre la nulidad del proceso por fraude procesal, cuya
procedencia depende que exista precisamente un proceso que anular, y
debió aplicar lo previsto en el artículo 16, 267 y 272, 273 (también de dicho
texto adjetivo, que indican que para demandar y sostener un proceso debe
insistir el interés jurídico, el cual desapareció, a los efectos de la nulidad
pretendida por la existencia de una perención de instancia, lo que hacía
improcedente a todas luces dictar el dispositivo que está en la sentencia,
sino el contrario, a saber, uno que la desechara in limine…”. (Negrillas,
subrayado y mayúsculas de la formalización).

La Sala para decidir, observa:

Del transcrito se desprende que el formalizante delata el vicio por


incongruencia negativa porque el ad quem omitió pronunciamiento respecto
al alegato formulado en reiteradas oportunidades, en los escritos de -
contestación e informes- de que el juicio impugnado mediante la demanda

70
por fraude procesal ya se había extinguido por perención antes de dictarse la
sentencia de primera instancia que declaró su “…extinción…”.

Así las cosas, para verificar lo delatado por el formalizante la Sala pasa a
transcribir el alegato pertinente expuesto en el escrito de contestación folios
(62 y 63), en el cual se planteó lo siguiente:

“…EXTINCIÓN DEL PROCEDIMIENTO POR PÉRDIDA DEL INTERES (sic)


PROCESAL PARA SOSTENER LA PRESENTE CAUSA Y
CONTRADICCIÓN DE LA DEMANDA.

Ciudadano Juez (sic) adjunto copia de la sentencia de perención de fecha 29


de octubre de 2014, del procedimiento distinguido con el Nro.-BP02-V2014-
001114, que cursa por ante el juzgado Primero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de esta Circunscripción judicial (sic) la cual
adjunto marcado con el literal “A”.

…Si teóricamente es irrelevante ir a la vía judicial para obtener la declaratoria


del derecho o el reconocimiento o constitución de la situación jurídica, o para
preservar un daño, la acción no existe, o de existir se extingue, si cesa la
necesidad de incoar la actividad jurisdiccional. Se concluye que acontece la
pérdida del interés procesal que causa la decadencia de la acción y el
proceso queda extinguido así lo solicito expresamente dada la perención
acontecida en el expediente Nro.-BP02-V2014-001114.

Frente a la existencia de extinción del procedimiento por perención (VEASE


(sic) ANEXO “A”), el proceso instaurado se ha extinguido, circunstancia
enervante de su expectativa jurídico-procesal, de sostener el presente juicio
susceptible de tutela judicial por parte de este juzgado…”. (Subrayado y
mayúsculas de la transcripción).

Posteriormente, el demandado en el escrito de informes sostuvo lo siguiente:

71
“…Es el caso ciudadano Juez (sic) Superior (sic) (…) en la sentencia hoy
apelada se puede entender el procedimiento distinguido con el Nro.- BP02-
V2014-001114, se encuentra perimido desde el 20/10714, existiendo con ello
pérdida del interés procesal (…) Si teóricamente es irrelevante ir a la vía
judicial para obtener la declaratoria del derecho o el reconocimiento o
constitución de la situación jurídica o para preservar un daño, la acción no
existe, o de existir se extingue, si cesa la necesidad de incoar la actividad
jurisdiccional. Se concluye que acontece la pérdida del interés procesal que
causa la decadencia de la acción y el proceso queda extinguido así lo solicito
expresamente dada la perención acontecida en el expediente Nro.-BP02-
V2014-001114.

(…Omissis…)

Frente a la existencia de extinción del procedimiento por perención, el


proceso instaurado en fraude se ha extinguido, circunstancia enervante de su
expectativa jurídico-procesal, de sostener el presente juicio, lo que conlleva a
la pérdida sobrevenida de sostener un interés jurídico susceptible de tutela
judicial por parte de este juzgado.

Cuál sería el objeto de declarar la nulidad de un acto inexistente, por ello


considera esta representación que el juez a quo hierra al declarar el fraude
procesal basado en un procedimiento perimido…”. (Mayúsculas del escrito).

Nótese de los escritos supra transcritos que el formalizante alegó que dada
la extinción del procedimiento por perención en el expediente N° -BP02-
V2014-001114, el proceso instaurado por fraude procesal estaba extinguido.

En este sentido, resulta pertinente traer a colación el fallo recurrido, dispuso


lo siguiente:

72
“…Alega la parte demandada, que las copias del expediente BP02-V-2014-
0001114, los cuales consignó el ciudadano Julio Cuesta Eisler, son forjadas
y por lo tanto no son fidedignas, al ser las mismas documento fundamental
de la demanda, ya que de allí se deriva la acción deducida, arguye el
demandado que al ser declaradas alteradas las mismas, la acción es
inadmisible, por carecer del documento fundamental de la acción.-

Ahora bien, cursa ante los autos oficio N° 0790-0152, emitido por el Juzgado
Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la
Circunscripción judicial del Estado (sic) Anzoátegui, donde adjuntan copias
certificadas del expediente N° BP02-V-2014-0001114, cursantes del folio
ciento treinta y dos (132) al folio doscientos setenta (270), de la pieza
principal, contentivo de juicio de nulidad de asamblea, donde razona el
ciudadano Julio Cuesta Eisler, que el ciudadano Leonardo Silva Ruso,
cometió el fraude procesal motivo de emisión de esta sentencia, donde el
juzgado de origen constató y así lo certifica esta alzada, de que el contenido
de las copias consignadas por el demandante es el mismo de las
consignadas por el juzgado, y por lo tanto la inadmisibilidad de la
reconvención y subsecuentemente la sí admisión de la presente demanda de
fraude. Así mismo, por lo antes expuesto, esta alzada le otorga pleno valor
probatorio a las referidas copias, de conformidad con el artículo 429 del
Código de Procedimiento Civil, siendo los mismos fundamentales para dirimir
al presente litis.-

De dichas copias de (sic) constata la caratula (sic) del expediente, el cual


identifica al mismo con la nomenclatura BP02-V-2014-001114, de seguida se
encuentra el escrito libelar, donde se constata que el demandante del
referido expediente es el ciudadano LEONARDO SILVA RUSSO,

73
venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad N° V-4.424.828,
dicha demanda es contentiva de nulidad de asamblea, en la misma solicita la
suspensión de los efectos de la asamblea de fecha 29 de marzo de 2014
como la convocatoria de fecha 21 de julio de 2014 del conjunto Residencial
Isla Paraíso Residencias & Yacht Club, la suspensión de la junta y que se
mantenga en los cargos la junta designada por asamblea de fecha 6 de
diciembre de 2014.

Consignó con la misma el reglamento del conjunto Residencial Isla Paraíso


Residencias & Yacht Club, el acta de asamblea general ordinaria del mismo
conjunto residencial de fecha 29 de marzo de 2014 así como la de fecha 06
(sic) de diciembre de 2012, publicaciones cartelarias donde se realiza la
convocatoria a la junta, Documento (sic) registrado de convocatoria a
asamblea ordinaria de propietarios y una relación de propietarios.-

Pero llama poderosamente la atención de este, que consta en el escrito


libelar, que el ciudadano Leonardo Silva Russo, hoy demandado, explana de
manera clara y precisa, se cita de manera textual:

“…Soy propietario de bien inmueble perteneciente al CONJUNTO


RESIDENCIAL ISLA PARAISO (sic) RESIDENCIAS & YACHT CLUB,
distinguido con el no. Ph-I-I, el cual representa la alícuota del 2,28290110%
conforme a documento de condominio que adjunto marcado con el literal
“A”…” (NEGRITA Y SUBRAYADO DE ESTA ALZADA).-

Sin embargo en el transcurso de esta causa explica y se invoca como


poseedor de buena fe sobre el bien inmueble, resulta inaceptable para esta
representación judicial esta conducta, ya que invocó un carácter y cualidad
que no posee, estando conciente (sic) de dicha situación para obtener un
fallo a su favor, engañado al operador de justicia, y existiendo evidentemente
dolo en su actuar por consiguiente esta alzada se ve en la obligación de

74
declarar CON LUGAR la presente demanda por FRAUDE PROCESAL,
incoado por el ciudadano JULIO CUESTA EISLER, venezolano, mayor de
edad, titular de la cédula de identidad N° V-9.881.972, en contra del
ciudadano LEONARDO SILVA RUSO, venezolano, mayor de edad, titular de
la cédula de identidad N° V- 4.424.828, tal como se establecerá de manera
clara y precisa en la dispositiva del presente fallo. Así se decide…”.
(Resaltado de la sentencia).

Del transcrito se evidencia que el ad quem no se pronunció sobre el alegato


de que el juicio objeto de la demanda por fraude procesal ya se encontraba
perimido por sentencia definitivamente firme antes de que se decidiera la
demanda por fraude procesal.

Al respecto, la Sala observa que en la primera pieza del expediente del folio
(247 al 256) rielan copias certificadas del Exp. BP02-V-2014-001114, en el
cual, se declaró la perención de la instancia en el juicio por nulidad de
asamblea incoado por el ciudadano Leonardo Silva Russo, actualmente
demandado por fraude procesal y recurrente en casación.

Ahora bien, la Sala observa que el juez ad quem omitió pronunciamiento


respecto al alegato atinente a la perención del juicio por nulidad de
asamblea, no obstante, esta omisión de pronunciamiento no causa agravio al
recurrente porque anuló un juicio que se encontraba extinguido.

Por las razones antes expuestas, esta Sala no observa que el vicio de
incongruencia negativa le cause agravio al recurrente que amerite la nulidad
de fallo, desestima la presente denuncia por defecto de actividad. Así se
decide.

DENUNCIAS POR INFRACCIÒN DE LEY


ÚNICA

75
De conformidad con el ordinal 2 del artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil, en concordancia con el artículo 320 eiusdem, se le atribuye a la
recurrida la infracción del artículo 509 ibídem por “…falsa aplicación…”.

En tal sentido, denunció el formalizante:

“…Esta Sala ha dejado sentado en infinidad de oportunidades que la falta de


análisis de las pruebas no constituye un defecto de forma de la sentencia,
sino un error de juzgamiento denunciable al amparo del ordinal 2 del artículo
313 del Código de Procedimiento Civil, con la infracción del artículo 509 de la
ley civil adjetiva por falta de aplicación, siempre y cuando la falta de examen
de la misma o su análisis parcial haya sido decisiva en el dispositivo del fallo

En este asunto, como consecuencia de ese silencio de prueba documental,


la recurrida estableció erradamente los hechos de una supuesta conducta
fraudulenta, que la condujeron a un dispositivo de nulidad de un proceso
perimido, aplicando al indebidamente los artículos 17, 206 y 211 de nuestro
Código ritual.

Contrariamente, de haber valorado el documento contentivo de esa


sentencia, habría establecido la extinción del procedimiento que se pretende
anular, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 16, 267 y 272, 273
(también del texto adjetivo), que hubiese conducido a la desestimación de la
demanda en el dispositivo del fallo, como lo explico a continuación.

En efecto, la demanda que dio lugar al presente procedimiento, donde se


dictó finalmente la recurrida, versa sobre un supuesto fraude procesal que
JULIO CUESTA EISNER atribuye a mi mandante, por el sólo hecho de haber
presentado en otro proceso, una demanda de nulidad de asamblea de
condominio contra otras personas (v. supra), no teniendo supuestamente
cualidad activa.

76
Resalto de una vez que el señor JULIO CUESTA EISNER no fue demandado
en aquel proceso, que no hubo contestación ni tercería, por lo que el tema de
la cualidad no se debatió o decidió, y que el mismo se extinguió por efecto de
la perención breve. Ya nos podemos hacer una idea de lo viable que era esa
demanda.

Ahora bien, debemos recordar, como ya se indicó en la denuncia de forma,


que el proceso cuya nulidad pretende la parte actora, ya se había extinguido
por efecto de la declaratoria de la perención de la instancia, lo que está en el
documento contentivo de la sentencia dictada el 29 de octubre de 2014 por el
Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, expediente
BP02-V-2014-001114, que se presentó con el escrito de fecha 01 de
diciembre de 2014, marcado con la letra "A". Esta Sala tiene acceso directo a
dicho documento, por ser esta una sentencia que tiene como motivo la
omisión de valoración del mismo, conforme el artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil.

Este documento se presentó en copias certificadas expedidas por el citado


Juzgado y no fue impugnado, de tal forma que adquirió el valor probatorio
que establecen los artículos 1.363 y 1.366 del Código Civil, esto es, hace fe
de la existencia de la sentencia que declaró la perención, y prueba
efectivamente ese hecho extintivo.

Se dijo entonces, en la contestación presentada por mi mandante, que el


demandante carecía de interés procesal en sostener un proceso de nulidad
de actos procesales, si ese proceso estaba extinto por efecto de la
perención.

77
Sin embargo, la recurrida, haciendo caso omiso de esa defensa y del
documento que acreditaba el hecho de la extinción de ese procedimiento,
declaró:

(…Omissis…)

Nótese que la recurrida ni siquiera menciona el tema de mucho menos, como


si no existiese, la presencia del documento de la sentencia que la declaró.
Silencio absoluto respecto de ese medio probatorio.

De esta forma, obrando en la oscuridad, la Alzada anuló un procedimiento


que estaba perimido, aplicando falsamente a los hechos establecidos
(demanda de nulidad de asamblea con una supuesta falta de legitimación) el
artículo 17 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con los
artículos 206 y 211 eiusdem, que, aunque no cita expresamente, son las
bases de la nulidad.

Erró gravemente la recurrida, pues el artículo 17 del texto adjetivo es


absolutamente inaplicable para declarar la existencia de un imaginado fraude
procesal, y si releemos los "motivos" dados en la sentencia, vemos que ni
siquiera aplicó lo que ella misma sostiene.

Varias son las razones:

1.- El artículo 17 del CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, y la nulidad de


actos procesales que el mismo fundamenta, supone la existencia de un
proceso. Su propio texto indica claramente que se trata de sancionar las
faltas a la lealtad y probidad (fraude...) "en el proceso". Luego, si no hay
proceso vivo e incluso un proceso terminado con sentencia firme en lo
sustantivo, susceptible de ejecución o aún de fraude consumado, mal puede
ser aplicado como fundamento de una decisión de nulidad.

78
2.- No puede establecerse un fraude procesal por el solo hecho de que
alguien sin legitimación se presente como demandante en un proceso,
afirmándose propietario.

La Sala Constitucional ha dado un concepto sobre el fraude procesal que se


ha vuelto cita habitual:

(…Omissis…)

Todo fraude procesal supone un proceso vivo, ya sea en curso, ya por sus
efectos (sentencia capaz de culminarlo o habiéndolo culminado). Nadie en su
sano juicio podría proponer la tesis de anular por fraude un procedimiento
perimido.

2.- La falta de cualidad es un tema de fondo, afecta la admisibilidad de la


demanda o la cuestión sustantiva, según se proponga (Cf. TSJ SCC
Sentencia No. 657 del 25.10.17), y en todo caso es propia del debate
contradictorio y probatorio en el proceso donde se oponga (o detecte) contra
la pretensión del demandante, que llevará a una sentencia de inadmisibilidad
de la demanda o desestimatoria en lo sustantivo. Nada más. En la especie,
el Tribunal de la recurrida razona decide la falta de cualidad, cuando ello
jamás llegó siquiera a discutirse en el proceso que pretende anular, pues,
repito, ese procedimiento había perimido antes de la contestación. ¿Cómo
pudo el Juez de la recurrida establecer que el demandado en fraude no tenía
legitimación en aquel proceso, si allá nada de eso se litigó?

3.- Cuando se habla de fraude procesal, el concepto refiere a indicios


maquinaciones, en plural. El correcto entendimiento del artículo 17 de texto
adjetivo rechaza que se pueda configurar el mismo con la sola presentación
de un libelo. Eso es lo que hace la recurrida, que llega a es enorme

79
conclusión, por el solo tema de la legitimación, lo que sabemos no encaja en
el artículo 17 citado.

4.- Como se dijo supra, no es admisible la demanda de fraude procesal


contra un procedimiento extinto. La demanda de fraude procesal implica que
existe un procedimiento, donde el fraude se está fraguando, o se está en
fase de ejecución o se ha consumado la misma. De allí las soluciones que ha
dado la jurisprudencia de la Sala Constitucional, sobre la conducta que la
persona afectada debe ejecutar (Cf. sentencia citada ut supra): 1.- Si se trata
de un procedimiento que está en curso, y el afectado es parte en el mismo,
es en esa instancia donde debe combatir el fraude ya en la contestación, ya
en otra fase mediante el incidente correspondiente vía el artículo 607 del
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL. 2.- Si se trata de un fraude en varios
procesos, el afectado puede reunir la evidencia y demandar la nulidad de
varios procesos por el procedimiento ordinario; 3. Si el afectado no es parte,
y tiene conocimiento de que se está fraguando un fraude procesal en contra
de algún interés, debe intervenir por las vías de la tercería, para atacarlo en
el proceso en curso. 4.- Si es un procedimiento terminado por una sentencia
que consumó el fraude (normalmente toca a un derecho sustantivo del
afectado), el afectado puede interponer la demanda de nulidad por fraude
procesal mediante procedimiento autónomo que se sustancia por la vía del
procedimiento ordinario.

En todos los casos dichos, insisto, la demanda de nulidad por fraude


procesal supone un procedimiento actual, vivo, ya porque esté todavía en
curso, ya porque sus efectos, decisorios amenazan o porque se hayan
consumado por la ejecución del fallo. Un procedimiento extinto, simplemente
no existe, no afecta a terceros, más que por ciertas consecuencias frente a
las partes (v. efectos de la perención, ex arts. 270 y 271 Código de
Procedimiento Civil).

80
No se detuvo la recurrida a considerar que la sentencia de perención le
impedía volver sobre ese proceso extinto, como lo expresa el artículo 272 del
texto procesal, que tampoco aplicó. Esta norma impide al Juez volver a
decidir una controversia ya decidida por una sentencia, a menos que haya
recurso contra ella o la Ley lo permita. En la especie, el juez volvió a decidir
sobre un procedimiento perimido, sin que existiera recurso o norma que se lo
permitiese.

Así pues -en vez de haber aplicado falsamente el artículo 17 del texto
adjetivo- como muy mal lo hizo, la recurrida -de haber valorado el documento
que acreditaba la existencia de la perención del procedimiento cuya nulidad
se pedía, debió despachar ipso iure la demanda por falta de interés actual,
aplicando directamente el artículo 16 eiusdem que la exige, no solo para el
momento de interposición de la demanda, sino que debe mantenerse vivo en
el curso del mismo para poder obtener una sentencia de fondo.

Esto es lógico: el interés procesal es el motor de toda demanda judicial, nace


del agravio que una persona sufre por la conducta de otra, y que no es
posible reparar sino a través de la intervención del poder judicial. El interés
debe existir al momento de interponer la demanda, pero también debe
persistir a lo largo del proceso, pues sería inútil otorgar la tutela adjetiva o
sustantiva del proceso al que no la necesita. Así de sencillo.

En la especie, la perención de la instancia implicó la extinción del


procedimiento que se decía fraudulento (es falso que lo haya sido), por lo
que ipso iure decayó el interés del demandante en obtener una sentencia
mero-declarativa de nulidad y reposición de la causa de ese proceso,
situación lo que no pareció importarle mucho a la recurrida, que lo anuló
temerariamente.

81
La perención extingue la instancia, y por ende desaparecen del mundo
jurídico los actos procesales, salvo los de prueba, como lo dice la norma, de
tal manera que, de haberlo aplicado, la recurrida hubiese llegado a la simple
-pero muy contundente- conclusión de que era imposible anular por fraude
procesal, un procedimiento que había desaparecido de la faz de la tierra.

El dispositivo del fallo, en consecuencia, hubiese sido coherente y sensato,


declarando sin lugar la demanda por falta de interés en el objeto debe que
perseguía, lo que no ocurrió, y ruego corrija esta Sala como lo pido en el
capítulo siguiente.

(…Omissis…)

De las denuncias antes presentadas, se evidencia que estamos ante un


proceso de nulidad de actos procesales que no tiene objeto, pues -dicho
antes y ahora repito- no tiene objeto una demanda de nulidad de un proceso
que ya ha sido perimido, extinto en la faz procesal.

Más allá de entrar en la inexistencia del fraude procesal alegado, mal


decidido, pues no es suficiente a tales fines la simple presentación de un
libelo por quien supuestamente no tiene cualidad, para tenerlo como una
conducta fraudulenta (imagínense los miles de casos similares que se
producen), como lo dice erradamente la recurrida, lo que es relevante en
esta causa es un principio de lógica, interés y objeto del proceso, que no
puede ser vulnerado, sin agravio a la justicia, como es lo que pretende la
demandante.

La Sala, vistas las denuncias que he presentado, verificada su procedencia


en lo que es del meollo de la cuestión se refiere, podría constatar que se ha
hace innecesario un nuevo pronunciamiento sobre el fondo, de tal forma que
estaría en plena capacidad para casar la decisión sin reenvío, y poner

82
término al litigio, dado que el demandante no tiene el más mínimo interés
jurídico en sostener un proceso de nulidad de actos procesales de un
proceso extinto.

Solicito respetuosamente a la Sala declare CON LUGAR el recursos


extraordinario de casación, anunciado y formalizado por mi mandante
LEONARDO SILVA RUSSO y, en uso de los poderes que le confiere el
artículo 322 del Código de Procedimiento Civil, en plena concordancia con la
doctrina establecida en la sentencia No. 210 del 28 de julio de 2007, de por
terminado este proceso, y declare SIN LUGAR la demanda presentada con
mi mandante, con la correspondiente condena al pago de las costas
procesales…”. (Resaltados del escrito).

Para decidir, la Sala observa:

De la delación transcrita se desprende que el formalizante le endilga a la


recurrida la infracción del artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, por
“…falsa aplicación…”, porque “…omitió la valoración” de las copias
certificadas “…marcadas con la letra ‘A’…” contentiva de la sentencia de
perención.

Posteriormente, denuncia la falta de aplicación del artículo 509 eiusdem, y a


consecuencia de el silencio de pruebas, señala que “…la recurrida estableció
erradamente los hechos de una supuesta conducta fraudulenta que la
condujo a un dispositivo de nulidad de un proceso perimido aplicando
indebidamente los artículos 17, 206 y 211 de nuestro código…”.

Seguidamente, aduce que “…contrariamente al haber valorado el documento


contentivo de esa sentencia habría establecido la extinción del procedimiento
que se pretende anular y que hubiese conducido a la desestimación de la
demanda…”.

83
Finalmente, delata la falsa aplicación del artículo 17 de la ley adjetiva civil,
porque se debió aplicar el artículo 16 ibídem por la existencia de la perención
en el juicio de nulidad de asamblea, así sostiene que “…la perención de la
instancia implicó la perención del procedimiento que se decía fraudulento…”.

Ahora bien, de la mezcla indebida de denuncias la Sala observa que lo


pretendido por el formalizante es denunciar la infracción por falta de
aplicación del artículo 509 del Código de procedimiento Civil, porque el juez
silenció las copias certificadas contentivas de la sentencia de perención del
juicio de nulidad de asamblea, y así se entrará a conocer:

Así las cosas, para dilucidar lo denunciado por el formalizante es pertinente


analizar lo establecido por el juez superior, en tal sentido, por razones de
económica y celeridad procesal se da por reproducido el extracto pertinente
de la sentencia recurrida transcrito en la denuncia que antecede.

Del transcrito de la recurrida, se desprende que el juez superior le otorgó “…


pleno valor probatorio…” a las copias certificadas del expediente N° BP02-V-
2014-001114, que rielan del folio (132 al 270), contentivas del juicio de
nulidad de asamblea.

Al respecto, estableció que “…en dichas copias se encuentra el escrito


libelar…” donde constató que el actor en la causa de nulidad de asamblea
fue el ciudadano Leonardo Silva Ruso, quien se atribuyó la cualidad de
propietario sobre un inmueble perteneciente al conjunto residencial Isla
Paraiso & Yacht Club, y posteriormente “… en el transcurso de este juicio…”
alegó ser poseedor de buena fe.

Bajo este contexto, el ad quem condenó la conducta del hoy demandado


ciudadano Leonardo Silva Ruso, por atribuirse una cualidad que no poseía

84
en aquel juicio para obtener un fallo a su favor “…engañando con dolo…” al
operador de justicia, así, declaró con lugar la demanda por fraude procesal.

Al respecto, la Sala observa que el juez superior le otorgó pleno valor


probatorio a todas las copias certificadas que rielan del folio (132 al 270).

En razón de las consideraciones expuestas esta Sala improcedente la


denuncia por infracción del artículo 509 del Código de Procedimiento Civil,
por el vicio de silencio de pruebas. Así se decide.

DECISIÓN

En mérito de las precedentes consideraciones, esta Sala de Casación Civil


del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, declara: SIN
LUGAR el recurso de casación formalizado por la parte demandada contra
la sentencia de fecha 24 de abril de 2017, dictada por el Juzgado Superior en
lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado
Anzoátegui, con sede en la ciudad de Barcelona.

Por haber resultado infructuoso el recurso formalizado, se condena al


recurrente al pago de las costas de conformidad con la ley.

Publíquese, regístrese y remítase directamente el expediente al tribunal de la


causa, es decir, al Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Agrario y Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado
Anzoátegui, con sede en la ciudad de Barcelona. Particípese esta remisión al
Juzgado Superior de origen, ya mencionado, todo de conformidad con el
artículo 326 del Código de Procedimiento Civil.

85
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los trece (13)
días del mes de diciembre de dos mil diecinueve. Años: 209° de la
Independencia y 160° de la Federación.

Análisis de la sentencia EXP-785

La sentencia se refiere a un caso en el que se alega perención del


procedimiento. La perención, en la jurisprudencia venezolana, se refiere a la
extinción de un procedimiento judicial debido a la inactividad de las partes
durante un período de tiempo determinado. Ello en virtud, que no se apeló la
sentencia de perención, por lo que adquirió firmeza y autoridad de cosa
juzgada. Es por ello, que. la sentencia recurrida no consideró que la
sentencia de perención le impedía retomar el proceso extinto, en
contravención al artículo 272 del Código de Procedimiento Civil.

Ya que se alega una infracción del artículo 509 del Código de


Procedimiento Civil, debido a que el juez no valoró las copias certificadas de
la sentencia de perención.asimismo, se delata un vicio de incongruencia
negativa, ya que el ad quem (el juez de la instancia superior) no se pronunció
sobre el alegato de que el procedimiento ya se había extinguido por
perención siendo ignorafa la defensa y el documento que contenía la
sentencia de perención, infringiendo varios artículos del Código de
Procedimiento Civil.

En síntesis, la presente sentencia se centra en la perención y en cómo


el incumplimiento de ciertos procedimientos y la no valoración de pruebas
pertinentes pueden influir en la validez de un proceso judicial. Los extractos
indican que hubo una serie de errores procesales y una posible ignorancia de
la ley que podrían haber afectado el resultado del caso

86
CONCLUSIÓN

En Venezuela, el proceso se determina a través del Código de


Procedimiento Civil, el cual establece las etapas y procedimientos que deben
seguirse para resolver conflictos de naturaleza civil. Estas etapas incluyen la
demanda, contestación, pruebas, alegatos y la sentencia final. Además del
Código de Procedimiento Civil, es importante mencionar que en Venezuela
existen diferentes tribunales que se encargan de conocer y resolver los
casos civiles, como los tribunales de primera instancia, los tribunales
superiores y la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia.
Estos tribunales aplican las normas y principios establecidos en la legislación
civil venezolana para garantizar un proceso justo y equitativo.

Haciendo énfasis en los distintos conceptos jurisprudenciales como el


del artículo 1713 CCV establece la transacción como un contrato por el cual
las partes, mediante concesiones mutuas, ponen fin a un litigio pendiente o
previenen un posible litigio. Y que la transacción, como figura procesal, sólo
puede aplicarse en los casos en que no interesa el orden público, ya que
exige la idoneidad del objeto, tal como establece el art.255, una transacción
tiene para las partes el mismo efecto que la cosa juzgada, y las partes
pueden poner fin al proceso pendiente mediante una transacción, debiendo
el juez aprobarla después de la conclusión de la transacción en el tribunal.

Cabe destacar, que en la investigación se anexo material práctico con


el fin de tener mayor comprensión en la manera jurisprudencial de ejecutar
estos procedimientos; y profundizando también en términos como la
conciliación. el cual es un trámite que se realiza en el marco del proceso, y
no es más que un acuerdo entre las partes sobre el objeto del litigio a
solicitud del juez que lleva el caso.

87
Por otra parte, el artículo 261 del Código de Procedimiento Civil
determina que después de la conciliación de las partes se redacta un
protocolo que contiene un acuerdo, que debe ser firmado por el juez, el
secretario y las partes, el artículo 262 del Código Procesal Penal aclara su
efecto y consecuencias, indicando: La conciliación pone fin al proceso judicial
y tiene las mismas consecuencias que una sentencia ejecutiva. Equivale, por
tanto, a un decreto dictado por las partes y tiene efectos de sentencia
ejecutiva, por lo que no admite recurso alguno, lleva consigo el efecto y todos
los efectos de cosa juzgada, y por tanto no existe Es necesario que se
intente un nuevo acto para hacerla cumplir, basta con exigir el cumplimiento
de lo acordado por las partes. Esto nos lleva percibir de una manera más
compleja los procesos, sus lapso, su ejecución y su por qué en cada marco
jurídico tal es el caso del desestimiento y es que nuestra legislación distingue
entre cese y desistimiento de la acción, porque cese significa abandono,
renuncia, y por tanto, referido a la acción, significa abandono o renuncia
definitiva. Por otro lado, la revocación de una acción es una acción que tiene
consecuencias temporales y sólo impacta los procedimientos. Al revocar un
acto, se descuidan o abandonan los derechos que poseemos, mientras que
al revocar un acto no se abandona ningún tipo de derecho y el acto puede
ser juzgado nuevamente, porque el acto sólo tiene consecuencias
temporales.

Ahora bien, en el proceso civil venezolano, el desistimiento se refiere


a la facultad que tiene una de las partes de renunciar o abandonar su
pretensión o acción judicial en cualquier etapa del proceso. Es una
manifestación de voluntad expresa por parte del demandante o del
demandado para poner fin al litigio y dar por terminado el proceso. El
desistimiento puede ser total, cuando se renuncia a todas las pretensiones, o
parcial, cuando se renuncia solo a algunas de ellas.

88
Dentro de este orden de ideas, el convenimiento el cual es la renuncia
que hace el demandado a las excepciones y defensas que ha opuesto, y lo
cual implica renuncia a su derecho a defenderse, aceptando todo lo que pide
la parte actora. El artículo 282 expresa que quien convenga en la demanda
en el acto de contestación, pagará las costas si hubiere dado lugar al
procedimiento, y si fuere en otra oportunidad las pagará igualmente, salvo
pacto en contrario y en cuanto a La perención se explica que es la extinción
de la instancia, declarada por el Juez y declarada como una sanción procesal
por la inacción de las partes durante el período determinado por la ley,
siendo que este lapso lo fija la ley adjetiva en un año, por lo que un juicio que
tenga más de un año inactivo, se extingue la instancia y por ende se produce
la perención.

Cabe destacar que la perención puede ser solicitada por cualquiera de


las partes o incluso puede ser declarada de oficio por el tribunal. Cuando se
declara la perención, el proceso se considera terminado y no puede
reactivarse.

89
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

CABANELLAS, de Torres, Diccionario Jurídico Elemental. Buenos Aires,


Editorial Heliasta, S.R.L. 1993.

ECHONDIA, Devis, Hernando. Compendio de Derecho Procesal, Teoría


General del Proceso. Tomo 1, 13 edición biblioteca Jurídica, Dike, 1994

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA 1999.


EDICIÓN JUAN GARAY, CARACAS -VENEZUELA.

Código de Procedimiento Civil. (1990). Gaceta Oficial de la República de


Venezuela Nº 4.209. Extraordinario. Septiembre 18 de 1990. Cuenca,
Humberto. (1965).

Derecho Procesal Civil. Parte General. Tomo I. Caracas: Ediciones de la


Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela.

Diccionario Jurídico Venezolano D&F (2000). Tomo I. Caracas: Ediciones


Vitales 2000 C.A.

Código de Procedimiento Civil. (1998). Gaceta Oficial de la República de


Venezuela Nº 4.209 Extraordinaria, de fecha: Septiembre 18 de 1990.

Cuenca, Humberto. (1998). Derecho Procesal Civil. Tomo I. Caracas:


Ediciones de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela.

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