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[G-07] J.D. Salinger, (The Catcher in the Rye, 1945): El guardián entre el
centeno. Traducción de Carmen Criado. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial,
Madrid, Segunda edición revisada, 2007. Tercera reimpresión, 2012.
§ 2. Insultos
Ya se dijo en otro momento que el español es una lengua SVO porque la colocación
de los elementos fundamentales de la frase (Sujeto, Verbo, Objeto) más frecuente,
más común y, por tanto, más natural en español es la del Sujeto gramatical en primer
lugar (de diferentes clases de argumento: Agente, Instrumento, Tema), luego el Verbo
y cerrando la frase el Objeto gramatical (de distintas clases de argumento: Tema,
Destinatario, Circunstancia).
Por eso es más destacable y significativo el elemento que ocupe una posición
distinta de la que habitualmente le es propia según su función en la frase.
Los ejemplos de (1-3) son una clara manifestación de esa función enfática
mediante la dislocación de un elemento respecto de su posición más natural.
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(1)a. Acaba de comprarse un «Jaguar», uno de (1)b. Acaba de comprarse un Jaguar. Uno de
esos cacharros ingleses que se ponen en las esos cacharros ingleses que se ponen como a
doscientas millas por hora como si nada. trescientos kilómetros por hora. Casi cuatro mil
Cerca de cuatro mil dólares le ha costado. dólares le ha costado.
(2)a. El primer bailarín no puede salir a (2)b. El primer bailarín no puede salir a escena.
escena. Tiene una curda monumental. ¿A Está como una cuba. ¿Así que a quién llaman
quién llaman para reemplazarle? A mí. Al hijo para reemplazarle? A mí, a mí es a quien
del gobernador. llaman. Al puñetero hijito del gobernador.
(3)a. Selma Thurmer, la hija del director, sí iba (3)b. Selma Thurmer —la hija del director— iba
con bastante frecuencia, pero, vamos, no era a los partidos con bastante frecuencia, pero no
exactamente el tipo de chica como para era exactamente el tipo de chica como para
volverle a uno loco de deseo. Aunque volverte loco de deseo. Aunque era bastante
simpática sí era. simpática.
El efecto enfático de (2b) se aprecia mejor por contraste con las siguientes
alternativas:
En (3) contrasta el tono tajante del orden lógico de la versión (b) frente a la
propuesta enfática de (a) en ‘Aunque simpática sí era’ cuya fuerza se recoge en el
‘bastante’ de (b).
(4)a. No me acuerdo muy bien de qué pasó (4)b. De lo que pasó después no me acuerdo
después. Lo único que recuerdo es que salté muy bien. Todo lo que sé es que me levanté de
de la cama como si tuviera que ir al baño o la cama como si tuviera que ir al baño o algo
algo así y que quise pegar con todas mis así y que luego quise atizarle con todas mis
fuerzas en el cepillo de dientes para fuerzas justo en el cepillo de dientes para
clavárselo en la garganta. clavárselo en la garganta.
(5)a. Esos tíos como Morrow que se pasan el (5)b. Esos tíos como Morrow que no hacen más
día atizándole a uno con la sana intención de que atizar a la gente en el culo con su toalla —
romperle el culo, resulta que no se limitan a con la intención de hacer daño a alguien— no
ser cabrones de niños. Luego lo siguen se limitan a ser unos cerdos de críos. Siguen
siendo toda su vida. siéndolo toda su vida.
(6)a. Era aún bastante temprano. No estoy (6)b. Aún era bastante temprano. No estoy
seguro de qué hora sería, pero desde luego seguro de qué hora sería, pero no era
no muy tarde. demasiado tarde.
En (4) se aprecia cómo en (a) se enfatiza el evento ‘No me acuerdo muy bien’,
que aparece antepuesto; mientras que en la versión de (b) es el argumento tema ‘De
lo que pasó después’ lo enfatizado porque es lo dispuesto en primer lugar de la frase.
Como en (6), donde contrasta la elipsis del verbo atributivo en (a), ‘desde luego no
[era] muy tarde’ frente a la expresión explícita y lógica de (b): ‘no era demasiado
tarde’.
(7)a. Cuando se fue me puse a mirar por la (7)b. Cuando se fue me puse a mirar un rato
ventana sin quitarme el abrigo ni nada. por la ventana con el abrigo puesto y todo.
(8)a. Pero, como les decía, escribí la (8)b. Bueno, pues sobre eso fue sobre lo que
redacción sobre el guante de béisbol de escribí la redacción de Stradlater. Sobre el
Allie. guante de béisbol de Alije.
(9)a. Me costó mucho dormirme porque ni (9)b. Me costó mucho dormirme, —ni siquiera
siquiera estaba cansado, pero al fin lo estaba cansado— pero al final me dormí.
conseguí. Lo único que de verdad tenía Aunque lo que de verdad tenía ganas de hacer
ganas de hacer era suicidarme. era suicidarme.
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(10)a. Brossard era un maniático del bridge y (10)b. Brossard era un adicto al bridge y
empezó a buscar a alguien con quien jugar empezó a buscar por todo el dormitorio a
por toda la residencia. alguien con quien jugar una partida.
(11)a. (11)b.
—¡Vamos, jefe! —dijo Maurice. Luego me dio —Vamos, jefe —dijo Maurice. Luego me dio
un empujón con toda la manaza. Tenía tanta un empujón con toda la manaza. Casi me
fuerza el muy hijoputa que por poco me caigo caigo sentado, era un hijo de puta enorme.
sentado.
Su hijo era sin lugar a dudas el hijoputa mayor Su hijo era sin lugar a dudas el mayor
que había pasado jamás por el colegio. hijoputa que había pasado por Pencey en
toda la asquerosa historia del colegio.
El muy cabrón daba hasta un poco de lástima. Era imposible no sentir un poco de lástima
por ese pobre hijo de puta.
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(12)b. La rubia era monilla, así que empecé a echarle miradas insinuantes, pero en ese
momento llegó el camarero a preguntarme qué quería tomar. Le dije que me trajera un
whisky con soda y que no lo mezclara, y lo dije a toda prisa porque como empieces a titubear
enseguida piensan que tienes menos de veintiún años y no te sirven bebidas alcohólicas. Pero
aun así tuve un problema.
—Lo siento, señor —dijo—, pero ¿tiene algún documento que acredite su edad? ¿El carné de
conducir, por ejemplo?
Le lancé una mirada gélida, como si me hubiera ofendido en lo más vivo, y le pregunté:
—¿Es que parezco menor de veintiún años?
—Lo siento, señor, pero tenemos nuestras...
—De acuerdo, de acuerdo —le dije. Decidí dejarlo correr—. Tráigame una coca-cola.
Ya se iba cuando le llamé:
—¿No puede ponerle un poquito de ron o algo así? —le pregunté. Se lo dije de muy buenos
modos y todo eso—. No puedo estar en un sitio tan hortera como éste completamente
sobrio. ¿No puede ponerle un poquito de ron o algo así?
—Lo siento, señor —dijo. Y se largó. Pero no le culpé por eso. Si les pillan sirviendo bebidas
alcohólicas a un menor, se quedan sin trabajo. Y yo soy un puñetero menor.
(13)b. Entonces tenía dieciséis años y ahora tengo diecisiete, pero a veces parece que tuviera
trece. La verdad es que es bastante paradójico, porque mido un metro ochenta y siete y tengo
canas. De verdad. Todo un lado de la cabeza —el derecho—, lo tengo lleno de millones de
canas. Las tengo desde que era un crío. Y sin embargo a veces me comporto como si tuviera
doce años.
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(14)a. No hay sala de fiestas en el mundo (14)b. No hay una sala de fiestas en el mundo
entero que se pueda soportar mucho entero en que puedas estar mucho tiempo a
tiempo a no ser que pueda uno menos que puedas beber y emborracharte. O a
emborracharse o que vaya con una mujer menos que vayas con una chica que de verdad
que le vuelva loco de verdad. te vuelva loco.
(15)a. ¡Jo! A veces le ponía a uno nervioso. (15)b. Jo, qué nervioso te ponía a veces.
(16)a. Pero, como iba diciendo, antes de (15)b. Bueno, pues antes de llegar al hotel iba
volver al hotel pensé entrar en un bar que a entrar en un bar cochambroso, pero
encontré en el camino y que era bastante entonces salieron un par de tipos
cochambroso, pero en el momento en que completamente borrachos y me preguntaron
abría la puerta salieron un par de tíos si sabía dónde estaba el metro. Uno de ellos,
completamente curdas y me preguntaron si que tenía pinta de cubano, me echó un
sabía dónde estaba el metro. Uno de ellos aliento apestoso en la cara mientras le daba
que tenía pinta de cubano, me echó un las indicaciones. Decidí no entrar siquiera en
alientazo apestoso en la cara mientras les ese maldito bar. Sólo volví al hotel. (p. 126)
daba las indicaciones. Decidí no entrar en
aquel tugurio y me volví al hotel. (pp. 101-
102)
Parece preferible la versión de (16a) o cualquiera de las dos variantes últimas (d)
propuestas para (16b): ‘■ Y [sin más] volví al hotel’ ■ y me volví al hotel.
§ 2. Insultos
En el léxico de los insultos con que se despacha Holden Caulfield, como un color
particular de su idiolecto, se puede distinguir entre expresiones groseras, una docena,
que alterna y se repite, y expresiones soeces, tres palabras, que se repiten a
discreción.
El uso, más o menos abundante, y a veces sin sentido literal, como mera
expresión ponderativa de este tipo de léxico es un rasgo de la lengua juvenil o
adolescente.
o “El primer bailarín no puede salir a escena. Está como una cuba. ¿Así
que a quién llaman para reemplazarle? A mí, a mí es a quien llaman. Al
puñetero hijito del gobernador”.
Hechas estas precisiones vamos a hacer algunas observaciones sobre el léxico del
insulto usado en las versiones españolas (a), de 1978, y (b), de 2007, de El Guardián…
(1). Uso de los ‘insultos’ en las versiones (a) o (b) de El Guardián…en español
tont-X... 24 16
cretin-X… 17 22
puñeta 15 17
tarado 12 0
asquerosa 5 62
jorobar 5 0
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gilipolleces 4 2
hortera 4 18
marrano 4 1
cochino 3 1
paleto 2 0
puñet-X... 2 3
(2)a. (2)b.
—¡No jorobes, Holden! —dijo Stradlater. No (2)b. —¡Estate quieto, Holden, por el amor
tenía ganas de bromas porque estaba de Dios! —dijo Stradlater. Él no tenía ganas
afeitándose—. de hacer el indio porque estaba
afeitándose y todo eso—.
—¿Te ha dicho que jugábamos a las damas —¿Te ha dicho que jugábamos a las damas
todo el tiempo? todo el tiempo o algo de eso?
—Yo qué sé. ¡Y no jorobes más, por Dios! —No lo sé. Por el amor de Dios, sólo acabo
Sólo acabo de conocerla. de conocerla —dijo Stradlater.
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—¡Deja ya de hacer el indio! —le dije—. —Estate quieto —le dije—. ¿Adónde has
¿Adónde la has llevado? ido con ella si no habéis ido a Nueva York?
—A ninguna parte. No bajamos del coche. —A ninguna parte. Sólo hemos estado en
el puñetero coche.
Volvió a darme otro puñetazo en el hombro.
Volvió a darme jugando otro estúpido
—¡Venga, no jorobes! —le dije—. ¿Del coche
puñetazo en el hombro.
de quién?
—Estate quieto —le dije—. ¿En el coche de
—De Ed Banky.
quién?
—De Ed Banky.
Oye, y tú ¿cuántos años tienes? No sé por Oye, ¿cuántos años tienes? No sé por qué
qué pero aquella pregunta me molestó pero aquella pregunta me molestó
muchísimo. muchísimo.
— ¡Venga, mujer! ¡No jorobes! Tengo doce — ¡Cielo santo! No lo estropees. Tengo
años, pero ya sé que represento un poco doce años, por Dios vivo. Pero soy muy alto
más. para mi edad.
—Oye. Ya te lo he dicho antes. No me gusta —Oye. Ya te lo he dicho. No me gusta esa
esa forma de hablar. Si sigues diciendo forma de hablar —dijo—. Si vas a seguir
palabrotas, voy a sentarme con mis amigas y hablando así, iré a sentarme con mis
asunto concluido. Me disculpé a toda prisa amigas. Conque ya lo sabes. Me disculpé
porque la orquesta empezaba a tocar una como un loco porque la orquesta
pieza rápida. empezaba a tocar una pieza rápida.
Los datos se reúnen para poder apreciar mejor el uso y la función de esta clase
de palabras, de insultos con expresiones groseras, en las dos versiones, que se
usaron en (a), y que se sustituyen por otras expresiones no marcadas como
‘groseras’.
Las diferencias entre las versiones (a) y (b) son cualitativas, tal como se
evidencia en el cuadro siguiente, con los datos reducidos a su mínima expresión.
—¡A ver si dejas ya de —¡Ahora deja de fastidiar! —¡A ver si dejas ya de joder!
jorobar! —dijo. —dijo. —dijo.
—Yo qué sé. ¡Y no jorobes —No lo sé. Por el amor de —Yo qué sé. ¡Y no jodas más,
más, por Dios! Dios, por Dios!
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—¡Venga, no jorobes! —le —Estate quieto —le dije—. —¡Venga, no jodas! —le
dije—. dije—.
Hay tanta diferencia entre (2b) y (2a) que resulta difícil aceptar la coherencia en
(2b) de la apostilla ‘Si vas a seguir hablando así, iré a sentarme con mis amigas’ de un
personaje, porque al cambiar ‘¡No jorobes!’ por ‘No lo estropees.’ la expresión deja de
ser malsonante. Las alternativas hipotéticas de (2c), más actuales que las de (2a),
mantienen la calificación gramatical de registro, son de uso extendido, y respetarían la
coherencia de la apostilla citada.
(3)a. (3)a.
Algún imbécil había ido tirando cáscaras de Algún imbécil había tirado cáscaras de
cacahuetes por todas las escaleras y no me cacahuetes por todas las escaleras y no me
rompí una pierna de milagro. rompí la crisma de milagro.
Lo que hizo después fue pegarme bien fuerte Lo que hizo después fue golpearme muy
en el pijama. No les diré dónde me dio, pero fuerte en el pijama. No les diré dónde me
me dolió muchísimo. Le dije que era un cerdo y dio, pero me dolió como un demonio. Le dije
un tarado. que era un cretino y un cerdo asqueroso—.
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En casos como estos de (3) se mantiene el léxico del mismo género y grado de
intensidad funcional. Se repiten en las dos versiones o usan formas sinónimas, salvo en
el caso de ‘tarado’, que desaparece en (b), tal como hemos destacado.
2. Expresiones soeces
Las cifras de uso de los tres insultos soeces que aparecen en El Guardián…en
español se reúnen en la tabla de (4) para que se puedan apreciar mejor las diferencias.
(4). Uso de los ‘insultos soeces’ en las versiones (a) o (b) de El Guardián…
cabrón 25 0
hijo de puta 2 17
hijoputa 11 9
La primera observación que se puede hacer con los datos de (4) es que el
insulto ‘cabrón’, usado con abundancia en (a), desaparece en la versión de (b).
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(5)a (5)b
Le dije que iba con Mal Brossard. Le dije que iba Mal Brossard. Dijo:
—Ese cabrón... Bueno. Espera un segundo. —Ese desgraciado... Bueno. Espera un
segundo.
Cualquiera diría que le estaba haciendo a
uno un favor. Cualquiera diría que te estaba haciendo un
gran favor.
—¡Claro que hay que ser católico! ¡Cabrón! —Pues claro que hay que ser católico. Eres un
¿Y me despiertas para preguntarme esa desgraciado, ¿me despiertas para preguntarme
estupidez? esa estu...?
Cuando me iba, ya con maletas y todo, me Cuando me iba, ya con mis maletas y todo, me
paré un momento junto a las escaleras y paré un momento junto a las escaleras y miré
miré hacia el pasillo. Estaba a punto de por última vez aquel maldito pasillo. Estaba
llorar. No sabía por qué. Me calé la gorra de casi llorando. No sé por qué. Me puse la gorra
caza roja con la visera echada hacia atrás, y de caza roja con la visera echada hacia atrás,
grité a pleno pulmón: «¡Que durmáis bien, como a mí me gustaba, y grité a todo gritar:
tarados!» Apuesto a que desperté hasta al «¡Que durmáis bien, cretinos!». Apuesto a que
último cabrón del piso. Luego me fui. desperté hasta al último hijoputa del piso.
Luego me largué de allí.
(6)a (6)b
El muy cabrón daba hasta un poco de Era imposible no sentir un poco de lástima por
lástima. ese pobre hijo de puta.
A lo mejor hasta sabía qué clase de cabrón Parecía como si tuviera una idea bastante
tenía por hijo. aproximada del hijo de puta que tenía por hijo.
—Te digo que es un cabrón. Un cabrón y un —Te digo que es un hijo de puta. Un hijo de
creído. puta y un creído.
— ¡Jo! No aguanto a ese cabrón. Es que no le Jo, no aguanto a ese hijo de puta. De verdad.
trago. Es que no lo soporto a ese hijo de puta.
Hijo de puta es una expresión soez y un disfemismo que se utiliza habitualmente como
insulto, aunque tiene también otras connotaciones en función del contexto en que se
pronuncie.
(de ttp://es.wikipedia.org/wiki/Hijo_de_puta)
En este sitio de la red se precisa que en algunos usos y variantes del español, la
expresión puede tener sentido ponderativo o de admiración, y se aduce que “Según el
lingüista José Antonio Millán, la ambivalencia de "hijo de puta" como ofensa y como
encomiástico data ya de la literatura del Siglo de Oro, basándose en la definición de
Gonzalo Correas, quien en su Vocabulario de refranes y frases proverbiales definía Hi
de puta como una expresión que se empleaba «encareciendo o alabando en bien o en
mal».
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Hijoputa , 87 casos.
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(7)a (7)b
—Ese hijoputa de Hartzell te considera un —Ese hijoputa de Hartzell cree que eres un
genio en composición y sabe que somos genio en Lengua y sabe que eres mi compañero
compañeros de cuarto. de habitación.
No me hizo caso. Siguió sujetándome las Pero no quiso hacerlo. Siguió sujetándome las
muñecas mientras yo le gritaba hijoputa muñecas y yo seguí llamándole hijo de puta y
como cinco mil veces seguidas. todo como diez horas.
Su hijo era sin lugar a dudas el hijoputa Su hijo era sin lugar a dudas el mayor hijoputa
mayor que había pasado jamás por el que había pasado por Pencey en toda la
colegio. asquerosa historia del colegio.
—¡Vamos, jefe! —dijo Maurice. Luego me —Vamos, jefe —dijo Maurice. Luego me dio un
dio un empujón con toda la manaza. Tenía empujón con toda la manaza. Casi me caigo
tanta fuerza el muy hijoputa que por poco sentado, era un hijo de puta enorme.
me caigo sentado.
Porque, según los datos de (7), el ‘hijoputa’ de (a) se reinterpreta en (b) según
el grado del insulto, con menos fuerza o intensidad insultadora, ‘desgraciado’, con más
intensidad, ‘hijoputa’, o con intensidad máxima, ‘hijo de puta’, lo mismo que se hacía
con ‘cabrón’, desaparecido de (b).
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En algunos casos muy raros, como los de (8), el insulto se manifiesta por la
ironía o el sarcasmo.
(8)a (8)a
—Tranquilo. No tengas miedo que no voy a dormir —Tranquilo. No voy a dormir aquí. No
aquí. No quiero abusar de tu exquisita quiero abusar de tu maldita hospitalidad.
hospitalidad.
—¡Imbécil! Un día te vas a encontrar con… —Te crees muy listo. Pues un día alguien
te va a romper la…
Para terminar los apuntes de esta lección, me voy a referir a algunos aspectos
significativos del uso de las conjunciones y de los conectores y, por tanto, de la sintaxis
de la lengua y sus formas de expresión en subordinación o bien en yuxtaposición,
según la terminología clásica.
subordinación.
o Así, la existencia de las dos versiones (a) y (b) de un texto constituye una
fuente de datos inapreciable e incuestionable en la argumentación
empírica fáctica (no introspectiva) sobre estos aspectos esenciales de la
lengua:
(1)a. Lo malo de ese tipo de cosas es que, por (1)b. Lo malo era que ese tipo de porquerías,
mucho que uno no quiera, resultan aunque uno no quiera, resultan fascinantes
fascinantes. Por ejemplo, la chica que tenía la de mirar. Por ejemplo, la chica que tenía la
cara chorreando, era la mar de guapa. cara chorreando era muy guapa.
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En los ejemplos de (2) y de (3) se puede observar cómo en las versiones de (b)
se acentúa la ‘precisión’ de la circunstancia temporal respecto de las versiones (a)
correspondientes.
(2)a. Murió de leucemia el 18 de julio de 1946 (2)b. Ahora está muerto. Tenía leucemia y
mientras pasábamos el verano en Maine. murió cuando estábamos en Maine, el 18 de
julio de 1946.
(3)a. Cuando Maurice abriera las puertas me (3)b. En cuanto Maurice abriera las puertas
encontraría esperándole, con el revólver en la me vería con la automática en la mano y
mano. Comenzaría a suplicarme con voz empezaría a gritarme con una voz muy aguda,
temblorosa, de cobarde, para que le de cobarde, para que le dejara en paz. Pero
perdonara. Pero yo dispararía sin piedad. yo le dispararía igual.
El motivo o las causas del cambio en (b) puede estar en el sentido de evento
‘puntual’ bien delimitado de los eventos de ‘morir’ y ‘abrir’ en proposiciones
dominantes: ‘¡murió cuando…’ y ‘En cuanto Maurice abriera …’
En el ejemplo de (4), las diferencias entre (a) y (b) tienen un sentido contrario al
de los ejemplos anteriores. Si en el ejemplo (b) de (2-3) se acentúa la precisión de la
versión (a); en el ejemplo (b) de (4) se desvirtúa y se pierde un cierto sentido adicional
de la versión (a) correspondiente.
(4)a. No importa que la sensación sea triste o (4)b. No me importa que sea una despedida
hasta desagradable, pero cuando me voy de triste o que sea una despedida desagradable,
un sitio me gusta darme cuenta de que me pero cuando me voy de un sitio me gusta saber
marcho. que me voy.
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o hasta 2 adv. Incluso: ‘Hasta los niños lo comprenden. Allí hace frío
hasta en verano. Estoy dispuesto hasta a empeñarme por hacer el
viaje’. Énfasis. Se emplea como expresión culminativa para dar
sentido ponderativo a la inclusión de cierto caso en la afirmación o
negación contenida en la frase: ‘Hasta yo iría a verlo’ (de tanto
interés sería). [María Moliner, 3ª ed. digital]
Ya hemos apuntado en otras ocasiones que, en estos casos, por las preferencias
objetivas de algunas soluciones de (b) respecto de las de (a) y por esos 30 años de
distancia hay que preferir las versiones de (b).
(5)a (5)b
Me costó mucho dormirme porque ni Me costó mucho dormirme —ni siquiera estaba
siquiera estaba cansado, pero al fin lo cansado—, pero al final me dormí. Aunque lo
conseguí. Lo único que de verdad tenía que de verdad tenía ganas de hacer era
ganas de hacer era suicidarme. Me hubiera suicidarme. Tenía ganas de tirarme por la
gustado tirarme por la ventana, y creo que ventana. Y creo que lo habría hecho si hubiera
lo habría hecho de haber estado seguro de estado seguro de que alguien taparía mi
que iban a cubrir mi cadáver en seguida. Me cadáver tan pronto como aterrizara. No quería
habría reventado que un montón de que un montón de estúpidos mirones me
imbéciles se pararan allí a mirarme mientras miraran mientras estaba todo ensangrentado.
yo estaba hecho un Cristo.
(5)a (5)b
(5)a (5)b
Después del análisis de esta tabla se puede constatar que los procedimientos
expresivos, mediante subordinación o coordinación, de expresión explícita mediante la
conjunción o el conector correspondiente, o bien de forma elíptica, por yuxtaposición,
no depende del texto o de la versión.
(6)a. Seis tiros directos al estómago gordo y (6)b. Seis tiros directos a su estómago gordo y
peludo. Luego arrojaría el arma al hueco del peludo. Luego tiraría la automática por el
ascensor —una vez limpias las huellas— y hueco del ascensor, después de haber limpiado
volvería arrastrándome hasta mi habitación. las huellas y todo eso. Luego volvería
Llamaría a Jane para que viniera a vendarme arrastrándome a mi habitación y llamaría a
las heridas. Jane para que viniera a vendarme.
(6)a. Seis tiros directos al estómago gordo y (6)b. Seis tiros directos a su estómago gordo y
peludo. Luego arrojaría el arma al hueco del peludo. Luego tiraría la automática por el
ascensor (1)—una vez limpias las huellas— hueco del ascensor, (1)después de haber
(2)y volvería arrastrándome hasta mi limpiado las huellas y todo eso. (2)Luego
habitación. (3)Llamaría a Jane para que volvería arrastrándome a mi habitación (3)y
viniera a vendarme las heridas. llamaría a Jane para que viniera a vendarme.
(6)a (6)b
2. coord arrojaría el arma al hueco del 2. yuxtap y todo eso. Luego volvería
ascensor —una vez limpias las arrastrándome
coordin
huellas— y volvería arrastrándome
hasta mi habitación
Solo el análisis sistemático y exhaustivo de los datos de las dos versiones permitiría
apuntar algún patrón de preferencia en el uso de los diferentes procedimientos de
expresión de las relaciones entre los segmentos del texto.
5.1DIFERENCIAS DE ESTILO Página 26 de 26
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