Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
[G-07] J.D. Salinger, (The Catcher in the Rye, 1945): El guardián entre el centeno.
Traducción de Carmen Criado. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, Segunda
edición revisada, 2007. Tercera reimpresión, 2012.
§ 1. Refuerzos
§ 2. Colocaciones
§ 3. Frases hechas
§ 1. Refuerzos
No se observan preferencias entre las dos versiones (a) y (b). Las marcas de
refuerzo de (1) están en ambas versiones.
Son marcas evidentes de la lengua del joven protagonista, que confirma así lo
dicho ante el lector o el interlocutor.
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 2 de 21
Las formas más comunes de este proceder se presentan en los diferentes ejemplos
de (1): ‘en serio, de verdad, palabra’, cuyo uso no parece condicionado por algún
motivo particular distinto identificable.
Por la cantidad de apariciones de cada marca se puede decir que ‘de verdad’, más
abundante, se usa por igual en ambas versiones (a, 133 veces; b, 132 ocurrencias); en
cambio ‘en serio’, menos abundante, se usa más en (b), 40 ocurrencias, que en (a), con
20 ocurrencias. Así ‘en serio’ se convierte en otra marca identificadora de la lengua del
protagonista.
(1)a (1)b
Decidí no entrar en aquel tugurio y me volví al Decidí no entrar siquiera en ese maldito bar. Sólo
hotel. El vestíbulo estaba completamente vacío y volví al hotel. El vestíbulo estaba vacío. Olía como a
olía como a cincuenta millones de colillas. En cincuenta millones de puros apagados. De verdad.
serio.
A veces hago cosas de persona mayor, en serio, A veces me comporto como si fuera mucho mayor
pero de eso nadie se da cuenta. de lo que soy —de verdad—, pero de eso no se da
cuenta nadie.
Entonces tenía dieciséis años. Ahora tengo Entonces tenía dieciséis años y ahora tengo
diecisiete y, a veces, parece que tuviera trece, lo diecisiete, pero a veces parece que tuviera trece. A
cual es bastante irónico porque mido seis pies y veces hago cosas de persona mayor, en serio, pero
dos pulgadas y tengo un montón de canas. De de eso nadie se da cuenta.
verdad.
—Creo que voy a darme un afeitado rápido — —Creo que voy a afeitarme a toda prisa —dijo. Tenía
dijo. Tenía una barba muy cerrada, de verdad. una barba muy cerrada. De verdad.
La mayoría de los chicos eran de familias de Muchos de los chicos eran de familias de mucho
mucho dinero, pero aun así era una auténtica dinero, pero aun así era una cueva de ladrones.
cueva de ladrones. Cuanto más caro el colegio Cuanto más caro el colegio, más ladrones, en serio.
más te roban, palabra.
preguntas ‘eco’ ¿eh?, ¿no?, ¿te molesta?, ¿de acuerdo?, ¿verdad?, ¿te importaría
mucho?, de ejemplos como los de (2).
(2)a (2)b
—Ahora en serio. Escríbeme esa composición —Ahora en serio. Escríbeme esa redacción —dijo.
—dijo.
Se había puesto el abrigo y estaba a punto de salir.
Se había puesto el abrigo y estaba a punto de
—No hace falta que te mates, pero que sea
salir.
descriptiva a más no poder. ¿De acuerdo?
—No hace falta que te mates. Pero eso sí, ya
sabes, que sea de muchísima descripción, ¿eh?
—Verás —le dije—. No me encuentro bien. He —Verás —le dije—. No me encuentro bien esta
pasado muy mala noche. De verdad. Te pagaré noche. He pasado muy mala noche. Te lo juro. Te
pero no te importará si no lo hacemos, ¿no? pagaré y todo eso, pero no te importará si no lo
¿Te molesta? hacemos, ¿verdad? ¿Te importaría mucho?
Pero en este caso sí son significativas las diferencias de uso en la versión (b), donde
‘y todo eso’ en expresiones como las de (3) se encuentra en 199 casos, frente a los
escasos 20 de uso en la versión (a). Una forma de expresión, presente en la versión (a),
se convierte en la versión (b) en una característica de expresión definitoria de la lengua
del joven narrador protagonista.
(3)a (3)b
Seis tiros directos al estómago gordo y peludo. Seis tiros directos a su estómago gordo y
Luego arrojaría el arma al hueco del ascensor — peludo. Luego tiraría la automática por el
una vez limpias las huellas— y volvería hueco del ascensor, después de haber
arrastrándome hasta mi habitación. Llamaría a limpiado las huellas y todo eso. Luego volvería
Jane para que viniera a vendarme las heridas. arrastrándome a mi habitación y llamaría a
Jane para que viniera a vendarme.
—¡No jorobes, Holden! —dijo Stradlater. No —Estate quieto, Holden, ¡por el amor de Dios!
tenía ganas de bromas porque estaba —dijo Stradlater. Él no tenía ganas de hacer el
afeitándose—. indio porque estaba afeitándose y todo eso—.
… …
Dejó la máquina de afeitar. De pronto levantó Dejó la maquinilla de afeitar y de pronto
los brazos y me obligó a soltarle. Tenía levantó los brazos y me obligó a soltarle. Era
muchísima fuerza y yo soy la mar de débil. un tío muy fuerte. Yo soy muy débil.
—¡A ver si dejas ya de jorobar! —dijo. —¡Ahora deja de fastidiar! —dijo.
Nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones Bueno, pues nos fuimos los dos a nuestras
a arreglarnos un poco y mientras me ponía los habitaciones a arreglarnos y todo eso, y
chanclos le grité a Ackley que si quería venirse mientras me ponía los chanclos y todo ese
al cine con nosotros. rollo le grité a Ackley si quería ir al cine.
—Pues eso de que la vida es como una partida y —Oh... pues que la vida es como una partida y
hay que vivirla de acuerdo con las reglas del todo eso. Y que hay que jugarla de acuerdo
juego. Estuvo muy bien. Vamos, que no se puso con las reglas. Estuvo muy amable. Vamos,
como una fiera ni nada. Sólo me dijo que la vida que no se puso como una fiera ni nada. Sólo
era una partida y todo eso... dijo muchas veces que la vida es una partida y
todo eso.
—¿No quieres tomar una taza de chocolate? La —¿No quieres tomar un chocolate caliente
señora Spencer... antes de irte? La señora Spencer estará...
—Me gustaría. Me gustaría mucho, pero tengo —Me gustaría. Me gustaría mucho, pero lo
que irme. Tengo que pasar por el gimnasio. que pasa es que tengo que irme. Tengo que ir
Gracias de todos modos. Muchas gracias. al gimnasio. Pero gracias. Muchas gracias,
señor.
Nos dimos la mano y todo eso.
Luego nos dimos la mano y todo ese rollo.
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 5 de 21
Me acuerdo que hacia las tres de aquella tarde Me acuerdo que hacia las tres de aquella
estaba yo en lo más alto de Thomsen Hill junto tarde estaba yo en lo más alto de Thomsen
a un cañón absurdo de esos de la Guerra de la Hill, junto a ese cañón de locos de la Guerra
Independencia y todo ese follón. de la Independencia y todo eso.
(4)a (4)b
Confieso que no me vuelven loco los enfermos, Y lo que hacía todo aún más deprimente era que
pero lo que hacía la cosa aún peor era que Spencer llevaba puesto un albornoz tristísimo,
llevaba puesto un batín tristísimo todo todo zarrapastroso, que probablemente ya
zarrapastroso, que debía tener desde que nació. llevaba cuando nació o algo así.
—Hola —dijo. Siempre lo decía como si estuviera —Hola —dijo. Siempre lo decía como si estuviera
muy aburrido o muy cansado. No quería que uno terriblemente aburrido o terriblemente cansado.
pensara que venía a hacerle una visita o algo así. No quería que pensaras que venía a hacerte una
Quería que uno creyera que venía por visita o algo así. Quería que pensaras que había
equivocación. Tenía gracia. entrado por equivocación, por el amor de Dios.
Manoseaba el examen con verdadero asco, como Empezó a manosear mi examen como si fuera
si fuera una plasta de vaca o algo así. una plasta de vaca o algo así.
A mí los que me gustan son esos sitios donde, al A mí los que me gustan son esos sitios donde al
menos de vez en cuando, se ven unas cuantas menos puedes ver unas cuantas chicas de vez en
chavalas aunque sólo estén rascándose un brazo, cuando, aunque sólo estén rascándose un brazo,
o sonándose la nariz, o riéndose, o haciendo lo o sonándose la nariz, o hasta sólo riéndose o algo
que les dé la gana. así.
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 6 de 21
Era el último del año y había que suicidarse o Era el último del año y se suponía que tenías que
poco menos si no ganaba el equipo del colegio. suicidarte o algo así si no ganaba el equipo de
Pencey.
Si se observan estos pocos ejemplos de (4) se puede apuntar que en la versión (b),
el exponente ‘o algo así’ se generaliza en detrimento y a costa de fórmulas alternativas
de la versión (a). En la versión (a) tenemos casos alternativos donde no aparece un
exponente equivalente de sentido indefinido o aparecen fórmulas alternativas
diferentes: ‘riéndose, o haciendo lo que les dé la gana’; ‘suicidarse o poco menos’.
Por eso es más significativo del idiolecto de Holden Caulfield porque el exponente
‘o algo así’ se hace tan reiterativo que se convierte en una marca expresiva, como si
fuera un tic personal identificador del su modalidad de lengua.
Los ejemplos de (5) son diferentes. Los elementos de refuerzo o de énfasis de (4)
no son de referencia externa o indefinida como en (1-4) sino que son estrictamente
textuales y con el procedimiento, más usado en inglés, de dislocación de un adjetivo
antepuesto.
(5)a (5)b
Me dejé los floretes, el equipo y todos los Me dejé los floretes, el equipo y todo lo demás
demás trastos en el metro. en ese maldito metro.
El primer bailarín no puede salir a escena. El primer bailarín no puede salir a escena. Está
Tiene una curda monumental. ¿A quién como una cuba. ¿Así que a quién llaman para
llaman para reemplazarle? A mí. Al hijo del reemplazarle? A mí, a mí es a quien llaman. Al
gobernador. puñetero hijito del gobernador.
Total, que ahí estaba yo junto a ese cañón Bueno, pues ahí estaba yo junto a ese cañón de
absurdo mirando el campo de fútbol y locos mirando el partido y helándome el culo.
pasando un frío de mil demonios.
Pues, como iba diciendo, era diciembre y Bueno, pues era diciembre y todo eso y hacía un
hacía un frío que pelaba en lo alto de frío que pelaba, sobre todo en lo alto de aquella
aquella dichosa montañita. estúpida colina.
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 7 de 21
(6)a (6)b
Empezó a limpiarse las uñas con una cerilla. Empezó a limpiarse las malditas uñas con la
Siempre estaba haciendo lo mismo. Llevaba los punta de una cerilla. Siempre se estaba
dientes todos mohosos y las orejas más negras limpiando las uñas. En cierto modo, tenía
que un demonio, pero en cambio se pasaba el gracia. Tenía los dientes todos mohosos y las
día entero limpiándose las uñas. orejas más sucias que un demonio, pero se
pasaba el día limpiándose las uñas.
A la mañana siguiente nos echó un discurso en Luego, a la mañana siguiente, en la capilla, nos
la capilla que duró unas diez horas. Empezó echó un discurso que duró como diez horas.
contando como cincuenta chistes, todos Empezó como con cincuenta chistes viejísimos,
malísimos, sólo para demostrarnos lo sólo para demostrarnos que era un tío de lo
campechanote que era. Menudo rollazo. más normal. Vaya cosa.
1º. En cierto modo, tenía gracia, que se refiere a todo un enunciado precedente
(Siempre se estaba limpiando las uñas) y que se justifica en el enunciado
siguiente: Tenía los dientes todos mohosos y las orejas más sucias que un
demonio, pero se pasaba el día limpiándose las uñas.
2º. Vaya cosa, que se refiere a todo un enunciado precedente (Empezó como
con cincuenta chistes viejísimos, sólo para demostrarnos que era un tío de lo
más normal).
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 8 de 21
3º. Como en (a), Menudo rollazo, que se refiere a todo el enunciado precedente
(Empezó contando como cincuenta chistes, todos malísimos, sólo para
demostrarnos lo campechanote que era).
§ 2. Las Colocaciones
En concreto, en (1) se observa el contraste entre las colaciones de (a), daba gana
de y no tenía ninguna gana de, y sus correspondientes versiones alternativas, en (b),
daban ganas de y la hipotética: no tenía ningunas ganas de.
(1)a (1)b
En todo el tiempo que fuimos vecinos de En todo el tiempo que fuimos vecinos de
habitación, no le vi lavarse los dientes ni una habitación no le vi lavarse los dientes ni una
sola vez. Los tenía feísimos, como mohosos, y sola vez. Los tenía siempre horribles y como
cuando se le veía en el comedor con la boca mohosos, y si le veías en el comedor con la
llena de puré de patata o de guisantes o algo boca llena de puré de patata y guisantes o
así, daba gana de devolver. algo así, casi te daban ganas de vomitar.
La verdad es que no tenía ninguna gana de El problema era que no quería hacerlo. Si
acostarme con ella. Estaba mucho más triste quieren saber la verdad, me sentía mucho
que excitado. Era todo deprimentísimo, sobre más deprimido que cachondo. Ella era
todo ese vestido verde colgando de su percha. deprimente. Y también su vestido verde
colgado en el armario y todo eso.
En el caso de (2) hay que distinguir entre una de las soluciones de las versiones de
(b) y sus correspondientes versiones de (a).
(2)a (2)b
— ¿Quién es? ¿A qué imbécil se le ocurre — ¿Quién es? —dijo—. ¿A quién demonios se
llamarme a esta hora? le ocurre llamarme a estas horas de la noche?
a estas horas 1 Ahora; en este momento: ‘A estas horas debe de estar llegando
a Nueva York’. 2 Manera de referirse al momento en que se está cuando se
trata de algo que, debiendo haber ocurrido ya, todavía no ha ocurrido: ‘A estas
horas, todavía no sé si me voy o me quedo’. 2 Todavía.
Pero en español, para este contexto, hubiera sido posible usar también la
colocación: no podía estar levantada a esas horas y no estaría levantada a esas horas.
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 10 de 21
Hay que suponer que si en una versión tan sopesada como (b) no se optó por la
solución no estaría levantada a esas horas habrá sido por imposición de la lengua
original.
(3)a. Cuando me pongo puedo ser bastante (3)b. Cuando estoy en vena puedo ser bastante
sarcástico, pero él ni se enteró. sarcástico. Pero él no lo entendió.
(4)a. Odio el cine con verdadera pasión, pero (4)b. Odio el cine con toda mi alma, pero lo
me encanta imitar a los artistas. paso bomba imitando a los artistas.
En (3) alternan dos versiones de uso coloquial, una acepción (la 43 del diccionario)
de ‘ponerse’, en (a); y la colocación ‘estar en vena’, de (b):
Estar alguien en vena.1. fr. coloq. Estar inspirado para componer versos, o para
llevar a cabo alguna empresa. 2. fr. coloq. Ocurrírsele con afluencia y
fecundidad las ideas.
“Entonces tenía dieciséis años y ahora tengo diecisiete, pero a veces parece
que tuviera trece. La verdad es que es bastante paradójico, porque mido un
metro ochenta y siete y tengo canas. […] Y sin embargo a veces me comporto
como si tuviera doce años. Lo dice todo el mundo, sobre todo mi padre. Y en
parte es verdad, pero no del todo. La gente siempre cree que algo es verdad del
todo. Me importa un cuerno, sólo que a veces me aburre que me digan que me
porte como corresponde a mi edad. A veces me comporto como si fuera mucho
mayor de lo que soy —de verdad—, pero de eso no se da cuenta nadie. La
gente nunca se da cuenta de nada”. En las págs. 21-22 de la versión (b).
En los ejemplos de (5) y (6) se pone de manifiesto cómo la elección de las formas
expresivas de ‘colocación’ fija no depende de la versión.
(5)a. Pues, como iba diciendo, era (5)b. Bueno, pues era diciembre y todo
diciembre y hacía un frío que pelaba en lo eso y hacía un frío que pelaba, sobre
alto de aquella dichosa montañita. todo en lo alto de aquella estúpida
colina.
(6)a. No se notaba nada que había nevado. (6)b. No se notaba que había nevado ni
Apenas quedaba nieve en las aceras, pero nada. Casi no quedaba nieve en las
en cambio hacía un frío de espanto, así que aceras. Pero hacía un frío helador, así
saqué del bolsillo la gorra de caza roja y me que saqué del bolsillo la gorra de caza
la puse. roja y me la puse.
Para contextos parecidos se usa una colocación (un frío que pela) en ambas
versiones de (5), o bien se usa un determinante (un frío de espanto), en (6a), o bien un
adjetivo (un frío helador), en (6b).
(7)a. —¿De dónde has sacado eso? —dijo (7)b. —¿De dónde has sacado esa gorra? —
Stradlater. Se refería a mi gorra de caza. Hasta dijo Stradlater. Se refería a mi gorra de caza.
entonces no se había dado cuenta de que la No la había visto nunca.
llevaba.
Me había quedado sin respiración, así que
Como ya no podía respirar, decidí dejar de hacer el dejé de hacer el indio. Me quité la gorra y la
indio. Me quité la gorra y la miré por milésima vez. miré como por centésima vez.
caer en la cuenta.1. fr. coloq. dar en ello [1. fr. Venir en conocimiento de algo
que no lograba comprender o en que no había parado la atención.].
El caso de (8) parece ir en sentido contrario porque, aunque ninguna de las dos
versiones ‘nevar a manta’ o bien ‘nevar como un loco’ está sancionada por el
diccionario, tienen diferencias entre los datos de los corpus.
(8)a. Pero cuando salimos del comedor tengo (8)b. Pero cuando salimos del comedor fue
que reconocer que fue muy bonito. Habían muy bonito. Había como seis centímetros
caído como tres pulgadas de nieve y seguía de nieve en el suelo y seguía nevando como
nevando a manta. un loco.
No le hice caso. Seguí fumando como una No le hice caso. De verdad. Seguí fumando
chimenea. como un loco.
En el momento en que abrí la puerta del En el momento en que abrí la puerta del
armario se me cayó en plena cabeza la raqueta armario, me cayó en plena cabeza la
de tenis de Stradlater con su prensa y todo. raqueta de tenis de Stradlater con su prensa
Sonó un golpe seco y además me hizo un daño de madera y todo. Hizo un ruido seco y me
horroroso. Pero a Ackley le hizo una gracia hizo un daño de mil demonios. Pero Ackley
horrorosa y empezó a reírse como un loco, con casi se muere de risa. Empezó a reírse con
esa risa de falsete que sacaba a veces. su risa de falsete.
Entonces fue cuando de verdad me puse a Entonces fue cuando de verdad empecé a
mentir como un loco. meter bolas.
Para ‘nevar a manta’ podemos aducir la analogía del ejemplo siguiente del CREA:
“Sólo falta que caiga otro chaparrón dijo. - Chaparrones va a haber a manta -
añadió, sin asomos de contento, el Prefecto del Departamento Central-”. (1981,
J. P. Aparicio, CREA, España)
Por tanto en este caso los datos de los corpus parecen abonar mejor la versión de
(8a).
(9)a. —¡Pues entonces! —dijo Howitz, y se largó (9)b. —¡Pues eso! —dijo Horwitz, y se largó
como un murciélago huyendo del infierno. Era el como un murciélago huyendo del infierno.
tío más susceptible que he conocido en mi vida. Era el tío más susceptible que he conocido
A lo más mínimo se ponía hecho un en mi vida. A la mínima que dijeras, se
energúmeno. enfadaba.
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 14 de 21
(10)a. —La vida es una partida, muchacho. La (10)b. —La vida es una partida, muchacho. La
vida es una partida y hay que vivirla de vida es una partida que uno juega de acuerdo
acuerdo con las reglas del juego. con las reglas.
—Sí, señor. Ya lo sé. Ya lo sé. —Sí, señor. Ya lo sé. Lo sé.
De partida un cuerno. Menuda partida. Si te De partida, un cuerno. Menuda partida. Si te
toca del lado de los que cortan el bacalao, toca en el lado de los peces gordos, desde
desde luego que es una partida, eso lo luego que es una partida, lo reconozco. Pero
reconozco. Pero si te toca del otro lado, no como te toque en el otro lado, donde no hay
veo dónde está la partida. En ninguna parte. ningún pez gordo, ¿qué tiene eso de partida?
Lo que es de partida, nada. Nada. De partida, nada.
Ambas soluciones son coherentes con el contexto. Entonces será preferible la más
conveniente al idiolecto de Holden Caulfield, un individuo con unas características de
lengua particulares, al que parece más conveniente la versión de (b).
§ 3. Frases hechas
Las frases hechas son expresiones comunes muy reiteradas, que destacan en la
lengua de quien las usa. Por eso son buenas marcas distintivas o identificadoras del
idiolecto de un hablante.
(1)a. Para esas cosas son muy especiales, (1)b. Para esas cosas son muy susceptibles,
sobre todo mi padre. Son buena gente, no sobre todo mi padre. Son buena gente y todo
digo que no, pero a quisquillosos no hay eso, no digo que no, pero también son más
quien les gane. susceptibles que el demonio.
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 16 de 21
En esta lista se aprecia que la versión (b) es la más ponderativa y recoge el sentido
de ‘hábil’ de la fórmula (d).
(2)a. Lo dijo sólo por darme coba porque a (2)b. Pero lo dijo sólo por hacerme la pelota.
renglón seguido me preguntó: — ¿Vas a Justo después me preguntó: —Oye, ¿vas a
hacerme esa composición o no? Tengo que hacerme esa redacción o no? Tengo que
saberlo. saberlo.
(3)a. Tu examen está ahí, sobre la cómoda. (3)b. Tu, ah, examen está ahí, sobre la
Encima de ese montón. Tráemelo, por favor. cómoda. Encima de ese montón. Tráemelo,
por favor.
Aquello sí que era una puñalada trapera, pero
me levanté a cogerlo y se lo llevé. No tenía Fue un golpe bajo, pero me levanté a cogerlo
otro remedio. y se lo llevé. No tenía otro remedio.
(4)a. —No puedo. Lo siento —el tío era unas (4)b. —No puedo, amigo. Lo siento. —Era una
castañuelas. Vaya carácter que tenía. compañía estupenda. Tenía una personalidad
fantástica.
En las dos versiones de (2) alternan expresiones del mismo ámbito escolar,
actualizadas quizás, por los treinta años de distancia entre ambas. A este respecto
parece oportuno destacar aquí que las frases hechas tienen dos condiciones
esenciales:
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 17 de 21
Son muy expresivas pero suelen ser de uso regional o local; de modo que
muchas de ellas son distintas en, p. ej., España, México, Argentina, etc. Por eso
sirven muy bien para identificar un personaje con el territorio de procedencia o
de desarrollo de los acontecimientos donde interviene. Por eso podemos ver
diferencias entre las frases de los personajes de diferentes territorios de habla
hispana.
Parece excesivo para el idiolecto del joven Holden Caulfield y se sustituye en (b)
por una expresión no marcada: ‘Era una compañía estupenda’. El tono coloquial de (a)
se cambia por ese ‘estupenda’, algo ‘relamido’, con carga de ironía y se convierte en
una expresión más ajustada a la condición del joven narrador.
El caso de ‘pegar la hebra’ merece una cierta atención porque aparece en exclusiva
y en 6 casos en la versión (b) y porque tiene un sentido algo especializado que, aunque
es de registro coloquial, parece sorprender en la boca del joven Holden Caulfield y en
algunos de los contextos citados a continuación en (5).
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 18 de 21
(5)a (5)b
Como no tenía nada que hacer me fui a los No tenía nada especial que hacer, así que me
lavabos con él y, para matar el tiempo, me fui a los lavabos y pegué un rato la hebra con
puse a darle conversación mientras se él mientras se afeitaba.
afeitaba.
A mi madre no se le escapa una. Es de las que Mi madre siempre sabe que soy yo. Es adivina.
te adivina el pensamiento. Una pena, porque Pero no me habría importado pegar la hebra
me habría gustado charlar un buen rato con un rato con Phoebe.
mi hermana.
Se me ocurrió llamar a Jane para ver si había Pensé que quizá podía llamar a Jane y ver si
llegado ya a Nueva York, y entré a ver si estaba ya en casa de vacaciones. Así que entré
tenían teléfono público. Lo malo es que en una cabina y la llamé. Lo malo fue que
contestó su madre y tuve que colgar. No cogió el teléfono su madre y tuve que colgar.
quería tener que hablar con ella media hora. No me apetecía pegar la hebra con ella.
No podía dejar de pensar en ello, así que Tenía la llave de la puerta y todo, así que lo
decidí colarme en casa sin que nadie me viera que pensé hacer fue entrar en el apartamento
y verla por si acaso luego me moría. Tenía la a escondidas, sin hacer ruido ni nada, y pegar
llave de la puerta. Podía entrar a escondidas y la hebra un rato con ella.
hablar un rato con ella.
o darle a la lengua. 1. fr. coloq. Hablar mucho. [María Moliner, 3ª ed. digital]
Entre tedio y tedio, daba tiempo a pegar la hebra con el vecino o la vecina.
A Chamorro le fue algo mejor. Logró pegar la hebra con una juncal pelirroja.
Además, quizás convenga advertir que la expresión solo se usa en España: los 17
casos del CREA y los 9 del CORPES son de fuentes de España.
lengua, echar una parrafada, estar de palique, el texto no tendría una evocación tan
fuerte y exclusiva de una variedad de lengua, en este caso, la peninsular.
REFERENCIAS
Bello, A. (1970): Gramática de la lengua castellana. Con notas de R. J. Cuervo. Ed. completa de
N. Alcalá-Zamora y Torres. Buenos Aires, Sopena Argentina.
Bosque, I. (director), y VVAA (2004): REDES. Diccionario combinatorio del español
contemporáneo. Madrid, SM.
CREA = Corpus Referencial del Español Actual, (Consulta)
CORPES XXI, Corpus del Español del Siglo XXI, (Consulta)
CORDE = Corpus Diacrónico del Español, (Consulta)
García Negroni M. M. y otros (2004): El arte de escribir bien en español. Manual de corrección
de estilo. Edición corregida y aumentada, Buenos Aires, Santiago Arcos ed. 2006
Gómez Torrego, L. (1989): Manual de Español Correcto, I y II. 4ª ed. corregida, renovada y
actualizada, M. Arco Libros, 1993
Lázaro Carreter, F. (1997): El dardo en la palabra. Barcelona, Galaxia Gutenberg, Círculo de
Lectores.
Moliner, M. Diccionario de Uso del Español, 3ª ed. en DVD, Madrid, Gredos.
Moreno de Alba, J. G. (1992): Minucias del lenguaje. México, Fondo de Cultura Económica,
1996
Moreno de Alba, J. G. (1996): Nuevas minucias del lenguaje. México, Fondo de Cultura
Económica
Olsen de Serrano Redonnet, M. A. y A. M. Zorrilla de Rodríguez (1997): Diccionario de los usos
correctos del español, Buenos Aires, Ángel Estrada y Cía.
Paredes García, F. y otros (2012): El libro del español correcto. Claves para hablar y escribir
bien en español. Madrid, Espasa.
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2009) Nueva
gramática de la lengua española, Madrid: Espasa. (Consulta)
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2010) Nueva
gramática de la lengua española. Manual. Madrid: Espasa.
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2009) Diccionario
Panhispánico de Dudas, Madrid: Espasa, (Consulta)
Real Academia Española (1973) Esbozo de una nueva gramática de la lengua española.
4.3. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 21 de 21
Madrid: EspasaCalpe.
Rosenblat, A. (19561960): Buenas y malas palabras en el castellano de Venezuela, primera y
segunda serie, con prólogo de Mariano Picón Salas, Caracas, Madrid, Ediciones Edime. 6ª
Edición, Madrid, ed. Mediterráneo, 1982.
Slager, F. (2004): Diccionario de uso de las preposiciones españolas. M. Espasa.
Seco, M. (2011) Nuevo Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua Española, M. Espasa.