Está en la página 1de 4

La etnometodología: Harold Garfinkel

Definición

En una primera aproximación podríamos decir que la etnometodología se refiere a


los métodos que las personas usan diariamente en todos los aspectos de su vida, éstos
constituyen el razonamiento práctico que siguen para levantarse todas las mañanas,
realizar todas las actividades y vivir. Si la fenomenología de Schütz (1) se
ocupa de lo que piensa la gente, la etnometodología se ocupa de
lo que la gente hace.
Los etnometodólogos piensan que los actores son reflexivos, es más, critican a los
funcionalistas y a los marxistas estructurales por considerar al actor como un imbécil
desprovisto de juicio bamboleado por los vientos sociales sin saber qué hacer. Eso sí,
reconocen que la racionalidad es limitada, que en su acción cotidiana las personas suelen
actuar de manera más bien rutinaria e irreflexiva, que acuden a recetas – los etnométodos –
que simplifican la acción cotidiana.

Según John Heritage (2), la etnometodología es “el cuerpo de conocimiento de sentido


común y de la gama de procedimientos, los etnométodos, por medio de los cuales las
personas comunes y corrientes dan sentido a las circunstancias en las que se encuentran,
hallan el camino a seguir en esas circunstancias y actúan en consecuencia”.

Harold Garfinkel (3), el fundador del enfoque etnometodológico, considera – como en su


tiempo hizo Durkheim (4) – que los hechos sociales son el fenómeno sociológico
fundamental, pero si para Durkheim son externos, coercitivos para los individuos y están en
el ámbito macro de la sociología, para Garfinkel, el individuo es el protagonista y
constructor de los mismos y existen en el nivel micro.

En definitiva, Garfinkel se asoma a los hechos sociales con la visión contraria a la de


Durkheim, de abajo a arriba, para él son el resultado del esfuerzo concertado de las
personas en su vida cotidiana que sumados conforman el logro práctico constante que
constituye el orden social.

Variantes de la etnometodología

La primera vez que la teoría de Garfinkel apareció sistematizada fue en 1967, en su


libro Studies in Ethnomethodology aunque ya llevaba desde finales de los años cuarenta
practicando la etnometodología. Estos primeros estudios etnometodológicos se centraron
en ambientes no institucionalizados y espacios tales como el hogar o
la vida cotidiana.
Más tarde, se amplió el foco de las investigaciones a entornos institucionales como la
ciencia, los hospitales, los juzgados, los departamentos de policía. Y, por otro lado, hubo
una corriente muy importante de etnometodólogos que se dedicaron al análisis
conversacional.

La etnometodología institucional no estudia los procedimientos o las normas para explicar


lo que ocurre realmente en las instituciones sino que se ocupa de sus procedimientos
prácticos cotidianos, piensan que los procedimientos externos no son adecuados para la
explicación pues las personas no los emplean directamente para su trabajo diario, como
mínimo los adaptan a sus necesidades y como máximo pueden llegar a no hacerles ni
puñetero caso si están en contra de su sentido práctico desarrollado por su experiencia
diaria.

Respecto al análisis conversacional, en palabras de Zimmerman (5), pretende el estudio y


la comprensión de las estructuras fundamentales de la interacción social a través de la
conversación. La conversación, siempre según el mismo autor, presenta tres propiedades
básicas para cumplir este objetivo.

En primer lugar, se trata de una actividad interactiva, probablemente la más común entre
las personas; en segundo término, presentan propiedades estables y ordenadas y, por
último, tienen un orden secuencial e interno, fuera de constricciones externas.

Zimmerman también nos señala los cinco principios que debe seguir un buen análisis
conversacional. En primer lugar, se debe realizar un análisis exhaustivo de los datos de las
conversaciones, de las palabras por supuesto, pero también de las conductas no verbales
consideradas como recursos metódicos de los actores para poder conversar.

En segundo lugar, está el estudio del orden conversacional, los actores sociales siguen un
orden secuencial en todos los detalles pequeños de la conversación.

En tercer término, el estudio ha de realizarse como si las conversaciones


fueran autónomas, separándolas del contexto y con independencia de los procesos
cognitivos de los actores.

Por último, el orden secuencial de las conversaciones se mantiene mediante turnos o


mediante una base local. Es necesario el estudio de cómo se establecen los turnos u otros
métodos prácticos que los actores usan para marcar quién está en uso de la palabra.

Para realizar todos estos análisis los etnometodólogos se apoyan en el uso de vídeo y audio,
sin intervención en el discurso natural de las conversaciones, el etnometodólogo no impone
la conversación, la deja fluir.
Experimentos etnometodológicos

La etnometodología es una escuela con una dimensión empírica muy importante, según
Ritzer (6) las teorías etnometodológicas derivan de los estudios empíricos, por lo tanto,
para entenderla mejor es bueno que nos paremos un momento en describir alguno de los
experimentos más comunes realizados por los etnometodólogos.

Los experimentos de ruptura consisten en interrumpir los procesos normales que siguen
los actores en su vida para poder estudiar cómo reconstruyen su mundo cotidiano roto
temporalmente. Por ejemplo, Garfinkel pidió a sus alumnos que se comportaran en casa
como huéspedes en vez de miembros de su familia. Esta impostura artificial provocó
muchos problemas familiares, desde el pasmo inicial al desconcierto, la ansiedad, la
preocupación por su conducta, la indignación y reacciones airadas. La mayoría de las
familias recupero la armonía cuando explicaron que era un experimento, pero en algunos
casos los sentimientos negativos persistieron.

En los experimentos de realización de género. En los años de la década de 1950, los


etnometodólogos fueron pioneros en el estudio de la naturaleza social del género. Se dieron
cuenta de que no basta con nacer con un sexo determinado, sino que se deben aprender y
usar rutinariamente las prácticas que nos definen como hombres o mujeres para llegar a
serlo en sentido sociológico.

Algo tan sencillo como dar un paseo fue también objeto de estudio, los estudios de
realización de un paseo son investigaciones acerca de las rutinas metódicas que se
emplean para esta actividad, no solo es el acto de caminar, lo hacemos según sistemas
preconcebidos, debemos caminar en concierto con otras personas que andan a la par o que
caminan hacia nosotros. Caminar es una realización concertada de los miembros de la
comunidad que actúa bajo un patrón colectivo.

Quién no acabe de verlo es porque no ha paseado una tarde de fiesta por la calle Santa
Clara de la bella ciudad de Zamora. Santa Clara es una calle peatonal dónde va a pasear
todo Zamora que, como ciudad pequeña que es, hay mucho conocimiento de la vida de los
demás. Con un poco de observación puedes distinguir las distintas formas de saludar, hacer
corros, pararse, controlar los ritmos del paseo, organizarse por clases, el saludo del jefe al
subordinado, los excompañeros de colegio, los exnovios… Es un microcosmos muy
formativo y curioso.

Otro campo de investigación es el de las llamadas telefónicas, que es un tipo de


conversación un tanto especial en el que los interlocutores no se ven y, sin embargo, tienen
que reconocerse mutuamente. Hay, por tanto, un elemento de las conversaciones telefónicas
que no existe en las conversaciones cara a cara: la secuencia en la que las partes, sin tener
contacto visual, se identifican y reconocen.

Caso particular es el de las llamadas telefónicas de urgencia a centros de atención de


emergencias en las que las secuencias de salutación se reducen, son directas. Están
organizadas de manera que se proporcione la máxima información al que responde, que se
ve en la tesitura de ayudar, en general profesionalmente, al que llama. Además, en estas
ocasiones, no hace falta tener una secuencia de reconocimiento mutuo, aunque el
profesional, para acercarse al que llama suele preguntarle su nombre y pone en práctica
métodos para tranquilizar a su interlocutor.

Incitación a la risa. La risa no es espontánea, se provoca en la conversación mediante


métodos estructurales básicos como reírse al final o mitad de una expresión. Los
etnometodólogos no investigaron en su momento los programas de mensajería instantánea
porque entonces no existían, pero lo cierto es que estos métodos se utilizan también en
conversaciones mediante Whatsapp o Telegram mediante el uso de emoticonos, pegatinas o
directamente risas escritas. También han estudiado qué pasa cuando el interlocutor rechaza
la invitación a reír. Normalmente se recurre al tópico para rellenar silencios y pasar el mal
trago. Cuando la conversación se produce entre varios se complica un poco la cosa. En
estos casos el hablante no es el primero en reír, sino que espera a que algún otro ría primero
y provoque la risa de los demás. El hecho de que haya muchas otras personas que pueden
reír primero significa que el hablante puede asumir mejor el riesgo de no tomar la iniciativa
de ser el primero en reír y, de esta manera, queda todo más natural y menos dirigido.

Heritage realizó un estudio en el Reino Unido sobre la provocación del aplauso en los
discursos políticos e identificaron los mecanismos retóricos que se usaban en estos casos.
El énfasis y el gesto comunican a la audiencia el momento oportuno para empezar el
aplauso, un aviso de terminación de una frase hace que la audiencia empiece a aplaudir más
o menos al mismo tiempo. Heritage y sus colaboradores identificaron siete mecanismos
retóricos básicos; como por ejemplo el contraste entre dos ideas opuestas (“se gasta mucho
en guerra y poco en la paz”), la lista de ideas (generalmente tres, no vaya a ser que el
público se canse) anticipando con un “por último” o un “en tercer lugar” el final y, por
tanto, el comienzo del aplauso, o bien, proporcionar al público un problema y dar a
continuación una solución. De todas estas fórmulas la más efectiva es la del contraste que
provoca la cuarta parte de los aplausos del público.

También podría gustarte