Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
re Luca Salvi
LITERATURA HISPANOAMERICANA
PARTE 1
“Decías ayer con tu perfecta ciencia, y aun desde muchos siglos se dijo, que toda la Tierra era rodeada por el
océano, y la dividías en tres partes universales: Asia, África, Europa. Ahora, ¿qué dirás? Ha sido hallado un nuevo
mundo, nuevas cosas en la nueva España, en las Indias occidentales y orientales.
Decías también que las tierras meridionales y puestas debajo del Ecuador eran inhabitables por el calor, y que las
situadas debajo de los polos y en las zonas extremas, por el frío. Ya prueba la experiencia que ambas cosas son falsas.
Que nada se sabe.
Construye otra ciencia, pues la ciencia de ayer es ya un montón de dislates ”
Sánchez, Francisco. De multum nobile et prima, universali scientia quod nihil scitur (1576) (Del
más noble y universal primer saber. Que nada se sabe).
Lo que Francisco Sánchez nos quiere decir es muy sencillo: el mundo no es el mundo que
conocíamos hasta el día anterior al descubrimiento de America, sino que hay un mundo
completamente diferente.
A partir de la equivocación geografíca que concierne la visión del mundo por parte de los
europeos, Sánchez concluye otra cosa: no sólo nos hemos equivocados en construir el
mapamundi, sino que ese error geográfico comportó la necesidad de concluir que todo el saber
occidental hasta este punto fue un conjunto de falsedades.
En el momento de descubrimiento de America, el saber occidental se reveló en su completa
falsedad porque la geografía de la época no era separable del resto del conocimiento humano
(filosofía como ciencia del saber, las ciencias duras y la teología).
Filosofía y ciencias naturales se basaban ambas en el núcleo de la teología cristiana → no
existía geografía sin religión, esto porque los textos sagrados justificaban la forma del mundo que
se le había dado antes de 1492.
Este es el mapa de Juan de la Cosa, quien era uno de los marineros que acompañaba a Cristóbal
Colon.
Aquí aparece America y las parte verde indican las primeras líneas del Nuevo Continente.
Pensamos al hecho de que el Papa en la mitad del siglo XVI decidió convocar una junta en
Valladolid para que los mas altos intelectuales españoles de la época como Bartolomeo de las
Casas y de Sepúlveda, junto con el tribunal religioso eclesiástico, decidieran si los indígenas
americanos son hombres o animales.
Todo esto nace de estas representación y estereotipos de la relación y oposición entre Viejo y
Nuevo Mundo.
«Esos bárbaros van desnudos / y nosotros vamos disfrazados / maquillados, enmascarados. / Ese
pueblo extraño / no se conforma a la piedad. / Nosotros despreciamos la nuestra, / engañamos,
traicionamos, disimulamos. / Esos bárbaros para comportarse / no tienen tanta racionalidad como
nosotros. / ¿Pero quién no ve que la gran cantidad que tenemos / no sirve más que para hacernos
daño los unos a los otros? »
Jean de Léry, Histoire d´un voyage en terre du Brésil (1578), cap. XIX.
= aquí se describen precisamente los indígenas → las primeras tres líneas son fundamentales
porque establecen una dicotomía, una diferencia total, por la que los otros se perciben como
completa alteridad respecto a la identidad de quien escribe.
“Trajeron cuatro de los principales del país y dos mujeres, que atendieran a sus maridos, según
su usanza. Son gente algo morena; ambos sexos tienen perforada la parte inferior de las orejas, y
llevan dijes de perlas y oro. Los varones taladran todo lo que media entre la margen extrema del
labio inferior y la raíz de los dientes de abajo, como nosotros engastamos en oro las piedras
preciosas que llevamos en los dedos. En el agujero mayor de los labios fijan una lámina sutil de
plata que por dentro sujeta la parte que sale afuera; lo redondo de tal joya es como el caroleno, y
de gruesa es como el dedo.
No recuerdo haber vista jamás cosa más fea, y a ellos les parece que no hay debajo de la luna
nada más elegante: ejemplo que nos enseña de cuantas maneras el humano linaje se abisma en
su ceguedad y cuanto nos equivocamos todos. Se figura el etíope que el color negro es más
hermoso que el blanco; nosotros pensamos de otra manera. El pelón cree que va mejor que el
cabelludo, y el barbudo mejor que el imberbe. Es, pues, sugestión del capricho, y no dictamen de
la razón, lo que induce al humano linaje a semejantes inepcias, y cada provincia tiene su gusto,
como dice aquél: Adoptamos cosas vanas, y desechamos las que son cómodas y seguras”.
Mártir de Anglería, Pedro. Décadas del Nuevo Mundo. Ed. e introd. De Ramón Alba. Madrid:
Ediciones Polifemo, 1989, p.276.
= las “Décadas del Nuevo Mundo” son una recopilación de artículos de periódicos.
Cuando hablamos de escritura colonial nos referimos a textos que tienen una naturaleza muy
heterogénea el uno con respecto al otro, pero que están casi todos escritos por españoles que
viajan a America.
Este conjunto de textos muy heterogéneo tiene un objetivo común, o sea dar cuenta de lo que
existe de este nuevo mundo a los lectores europeos: esta función se realiza a través de géneros y
formas textuales muy diferentes la una de la otra.
El género de la crónica es el género mayoritario, que pero no es el solo porque se producen una
variedad de textos, como por ejemplo la inauguración de una literatura evangelizadora
→ textos religiosos escritos por frailes que habían viajado en América con el objetivo de exportar
el catolicismo a esas tierras y empiezan a producir textos que sirven como materiales,
herramientas para facilitar la conversión de los indígenas.
No son textos de doctrina cristiana estándar, sino que son textos que empiezan desde la
necesidad de confrontar lo que es la doctrina cristiana tradicional con este nuevo receptor de la
doctrina (que es extraeuropeo, indígena, tiene una cosmovisión, unas filosofías y unas costumbres
religiosas completamente diferentes).
Así que nos encontramos frente a textos heterogéneos que no corresponden a los modelos a los
cuales hubieran pertenecido originariamente, sino que están obligados a adaptarse a esta nueva
realidad.
Hay también otra figura retórica que corresponde a la maravilla: la hipérbole, que figura la
exageración. Cristóbal Colón por ejemplo cuando se encuentra por primera vez en el caribe se
encuentra frente a una naturaleza que no tenía nada que ver con la naturaleza española; el no
tiene el vocabulario para describir el nombre de los árboles, de los animales, de los frutos y lo
único que puede decir es que esa naturaleza es abundantísima (utilizando una hipérbole).
En la Carta a Luis de Santángel, por ejemplo, Colón dibuja una naturaleza hecha de arboles que
nunca pierden los frutos, pero es una hipérbole para comunicar la excepcionalidad de este mundo.
En otro pasaje Colón dice que los animales, al contrario de los europeos, siempre están
embarazados para comunicar la maravilla de esta realidad que es completamente nueva.
Los dos rasgos que permiten clasificar estos primeros textos americanos serían estas dos figuras
retoricas:
el símil o comparación
la hipérbole
Ambas intentan traducir lo indecible de lo americano al terreno de lo familiar.
CRISTÓBAL COLÓN
El primer texto americano que se escribe en la historia es la Carta Luis de Santángel, escrita por
Cristóbal Colón de regreso de su primer viaje americano, en 1492, y que se entrega a los reales
de España en 1493: esto es el primer testimonio escrito por un europeo de lo que es
América.
Para entender este texto, hay que comprender algunas preguntas fundamentales:
- ¿quién es que escribe este texto?
- ¿Cuáles son los modelos que tiene a disposición Colón para escribir este texto?
- ¿Cuáles son las orientaciones filosóficas y religiosas del autor?
- ¿cuáles son los deseos, las aspiraciones de Colón?
Cristóbal Colón propone el proyecto de viaje a muchas cortes europeas antes de que sea
aceptado por la corona española y realizado el primer viaje en 1492, pero el plan originario no era
irse a América, era el de descubrir una ruta marítima más simple y rápida para llegar a Asia.
El mapa de Toscanelli de 1474 del mundo conocido es el mapa sobre el cual Colón calcula su
error
→ sigue siendo un mapa de T en O: el mundo está rodeado por el mar, que es muy pequeño; está
dividido en tres partes: África, Europa y Asia y en el medio la ciudad de Jerusalema.
La Biblia, los clásicos sobre las cuales se habían desarrollado los mapas de T en O y todas las
concepciones de geografía decían, que la lengua de mar océano era una lengua muy estrecha,
entonces seria mucho mas provechoso darle un viaje en barco hacia occidente, antes de
atravesar por tierra todo el mundo conocido.
Hay otros testimonios que Colón estudia para proyectar su primer viaje a las Indias orientales:
(esto es importante porque va a determinar las maneras en las cuales Colón describirá luego lo
que ha encontrado durante su viaje)
Para demonstrar la misión que le ha sido entregada por Dios, Colón empieza a escribir un libro a
lo largo de sus viajes anteriores, pero termina de redactarlo entre 1502 y 1504, cuando regresa a
Europa: el libro de las Profecías.
= consiste en una recopilación de citas de partes de textos sagrados, en particular de la Biblia y de
otros textos de los padres de la iglesia, que tienen como objetivo demostrar matemáticamente la
efectividad de esta vocación divina de sus viajes.
“Otra isla hay, me aseguran mayor que la española, en que las personas no tienen ningún cabello. En ésta hay oro sin
cuento, y de ésta y de las otras traigo conmigo Indios para testimonio ”
= aquí Colón se está inventando una realidad → no ha visto el oro, simplemente ha escuchado
de la existencia del oro, pero en su programa narrativo que tiene que fundar este primer
imaginario sobre esas tierras, hay necesidad de inventarse detalles sobre la realidad.
Lo hace a través de una hipérbole (“en esta hay oro sin cuento” = hay tan oro que sería imposible
decir cuanto hay en esa tierra).
Esta carta tiene el mérito de ser la primera descripción de la naturaleza americana que
tenemos y también la primera descripción de los indígenas americanos.
Las dos figuras retoricas componen casi la totalidad de este pasaje: llena de comparaciones y
exageraciones, aunque sean comparaciones en negativo.
No hay palabras disponibles para convencer a los lectores que esto existe realmente, entonces la
ùnica manera para creer es ver lo que Colòn ha visto.
“Ellos no tienen hierro, ni acero, ni armas, ni son para ellos” → Colòn està dibujando una
poblaciòn indigena que falta de cualquier capacidad de resistencia militar, es decir que los indios
se describen como mansos, pacificos, inocentes, sin engaño, no saben mentir, son generesos
porque dan lo que tienen sin pedir nada en cambio (descripciòn idealizada que tiene una finalidad
retorica, imaginaria y práctica).
Es una descripción finalista porque también las descripciones de Marco Polo se repercuten en las
evocaciones de los indígenas americanos en Colòn.
Lo importante de esta descripción de los indígenas es que nace un elemento cultural que luego se
convertirá en un mito occidental, o sea el mito del “buen salvaje”
→ un salvaje completamente incontaminado por la corrupción de la historia, de la sociedad y del
mundo a que estamos acostumbrados.
Hay otra característica de la evocación de los indígenas en la descripción de los hombres: la
descripción de Adam y Eva en el paraíso terrenal = es una manifestación de esa descripción
finalista de los textos sagrados. Tiene efectos diferentes porque toda la imaginación que se
escribe en esta carta responde a un núcleo providencialista que motiva el viaje y los discursos
que se harán sobre el viaje
= se identifica en esa tierra, en la tierra de America el lugar del paraíso terrenal.
A partir de 1493 empieza un proceso intenso de escrituras por parte de los europeos que entran
en contacto con el nuevo mundo, con la naturaleza.
Paralelamente con el proceso militar de conquista que el reino de Castilla emprendió, se
desarrollan una serie de escritos y discursos que hacen reflexionar sobre la necesidad de describir
cualquier elemento, también geográfico, de los nuevos territorios.
En el contexto de las guerras de conquista se desarrolla el género primario de la crónica que se
define como “Crónicas de Indias”.
La crónica como género literario tenía antecedentes en la literatura europea, como vemos que el
model fundamental que caracterizaba la crónica era la Primera Crónica General de Alfonso X.
Pero también la Crónica americana se propone escribir una historia, o sea un recuento organizado
de la historia a partir de la proposición y el uso de lo que se ha definido como Auctoritas - aquel
principio que es capaz de conferir veracidad a cualquier texto que se produzca. Eran textos que
que funcionaban como autoridades (por ejemplo los textos bíblicos).
Un discurso histórico, para tener validez, debe que apoyarse en todos los textos posibles para
fornirle algo interesante.
Pero para explicar los fenómenos del nuevo mundo, un texto no podía apoyarse en las
aucotoridades porque en ellas no hay nada que hable de este nuevo mundo.
La crónica es un género plural y heterogéneo, no existe una crónica americana que sea igual y
correspondiente a otra.
Toma centralidad la experiencia vivida, el testimonio directo y la cercanìa de los hechos como
garantía de verdad:
→ se escribe para probar lo realizado y responder antes los reyes de las ayudas, permisos,
desembolsos monetarios
→ se escribe para convencer de la propia valìa, alto contenido retòrico, publicitario, escritural
4 macrocategorias de cronicas:
- Crónica de conquista (imperial o oficial) = textos escritos por europeos en las primeras
tres o cuatro décadas del siglo XVI, o sea cuando se realiza la conquista militar de los
grandes centros indígenas (crónicas del área andina, crónicas de la zona de Argentina y
Uruguay, crónicas de la zona del mar Caribe).
Se llama también “crónica oficial” porque todas estas crónicas de conquista tenían una
motivación burocrática: los conquistadores tenían que dar cuenta de lo que estaba
pasando y relatar al rey los acontecimientos que habían pasado a lo largo del proceso de
conquista, es decir documentar los acontecimientos históricos.
El problema aquí es que la necesidad de contar la verdad histórica choca con la
imposibilidad sobre la falta de auctoritas para contar esta verdad.
Rasgos esenciales:
• providencialismo de la conquista
• connotación heroica de los conquistadores
• construcción textual de la “alteridad”
- Crónica disidente = una crónica que se desarrolla cuando, en las sociedades coloniales
nace un sentimiento de oposición a la dominación española.
El punto de vista es occidental: son casi siempre religiosos y catolicos que se oponen al
tratamiento que, a menudo desembocaba en esclavismo, de los conquistadores hacia los
indígenas durante la experiencia colonial.
- Crónica periférica = se refiere a una enorme cantidad de textos que tienen la función de
describir y relatar la experiencia de conquista de los territorios en las periferias de los
grandes imperios indígenas. (Florida, California, selva del centro de México).
Crónicas que relatan la conquista de los territorios periféricos
- Crónica mestiza = surge la clase social de los mestizos (clase social que deriva de la
mezcla de personas que pertenecían a las elites españolas en America y el resto de la
nobleza indigena).
De aquí surgen voces que comparten dos culturas que van a producir textos muy curiosos.
Hernan Cortès, era el capitán de la expedición en Mesoamérica, una vez en Cuba decide
abandonar el ejército para descubrir nuevas tierras, empieza su campaña sin el consenso de la
Corona, entonces es un DESERTOR.
Estas cartas estaban destinadas al Emperador Carlo V: con sus escritos, Cortès quería rescatar
su imagen y la veracidad de su conquista. Es en este momento en el que la Auctoritas medieval
será substituida con el principio de observación y testimonio en primera persona: Cortès es un
observador empírico, utiliza la primera persona “Yo he visto”, única fuente de veracidad → el
principio del testimonio reemplaza las auctoritas.
Ej. episodio: los españoles descubren un tesoro en el palacio de Montectzuma II. Bernal lo
describe como un tesoro que solo se podía leer en los textos de caballería.
Bernal Díaz de Castillo, en este capítulo, describe el ingreso a la capital azteca: aquí el autor nos
presenta la cuestión de la indecibilidad de lo americano.
La indeciblidad de lo americano que aparecía tambien con Hernán Cortes en las crónicas oficiales
y que tenía como respuesta la constitución del principio de las auctoritas medieval con el
principio de la autoridad testimonial (=el discurso se autoriza a partir de la presencia física del
autor ante los acontecimientos narrados).
La única cosa que sirve como testimonio para decir y contar la verdad es utilizar frases como “yo
estuve allí y por lo tanto mi discurso es verdadero”.
Bernal Díaz tiene parcialmente esta posibilidad porque su figura (baja socialmente) no puede
afirmar su autoridad a través de su presencia, por lo tanto su discurso, a partir de un cambio de
perspectiva y connotación social del autor, va a tener otra respuesta al problema de la
indecibilidad de lo americano: su respuesta es una hibridación entre el discurso historiografico
de las crónicas con el discurso de fantasia.
A pesar de las divergencias en las estrategias narrativas que usan Cortes y Bernal Díaz, hay
también unas constantes que permiten reconocer la unidad de la tradición de la crónica imperial:
la constante es la vocación providencialista a través de la cual se interpretan históricamente los
acontecimientos de las conquistas militares en America.
Aquí Bernal Díaz, recordando su pasado de conquistador, nos presenta una interpretación
histórica de la conquista filtrada por un pensamiento básicamente religioso: este acontecimiento
se deriva directamente de una manifestación de la voluntad divina → providencialismo.
En consecuencia, se deriva una representación narrativa de los españoles a partir del modelo
épico-heroico: los españoles, a los quien Dios le otorga la misión civilizadora de conquistar las
tierras del nuevo mundo, están representados literariamente como héroes.
Doña Marina es el nombre cristiano, de bautismo que los conquistadores dan a este personaje.
Claramente este nombre hace transparentar un punto de vista del discurso que es obviamente un
punto de vista occidental.
Chimalpain en su discurso modifica el nombre de Doña Marina (= nombre impuesto por los
conquistadores) y por primera vez en la historiografia nacional recupera el nombre indígena de la
mujer (= Malinztin).
Chimalpain añade calificaciones que expresan narrativamente las calidades de los personajes del
capitán Cortes y del rey Moteuczoma.
Chimalpain se refiere a Cortes siempre llamándolo “el capitán” así que se define su posición de
mando en el contexto español que al final acabó conquistando Tenochtitlán.
Lo curioso es que, en este juego de calificaciones, también el nombre del rey de Moteuczoma se
modifica ligeramente porque se pone siempre el calificativo “rey”: esto establece narrativamente
un nivel diferente del que se establecía en Gomara porque no tenia esta posición de poder y
superioridad política que luego le otorgará Chimalpain.
Esta obsesión para calificar los nombres se deriva precisamente desde la voluntad, a partir del
punto de vista indígena de Chimalpain, de elevar la figura del Moteuczoma II sobre la figura del
conquistador (que está debajo del rey porque es simplemente un capitán).
Estos son los puntos que serán subvertidos por los otros tipos de crónicas.
LAS CRÓNICAS DISIDENTES
En primer lugar tenemos que reconstruir el contexto social-histórico en el que se encontraban los
territorios conquistados por los españoles: hay que recordar que la primera forma de gobierno de
las posesiones americanas por parte de la corona española es la institución de la Encomienda.
La Encomienda se instituye con una Real cédula del 20 de diciembre de 1503.
Es la primera forma jurídica de gobierno en las Indias.
La institución de la encomienda tenía tres puntos fundamentales:
• económico
• espiritual (administración espiritual de las colonias)
• fiscal
“Los Reyes entregaban o encomendaban un grupo de indios a un español, el encomendero, quien podía exigir trabajo o
tributo de los indios. A cambio, el encomendero, se obligaba a proporcionar a sus indios encomendados instrucción
religiosa, alimentación y protección. La Corona se beneficiaba también pues recibiría una cantidad del encomendero por
cada indio encomendado”
(Martínez, “Análisis histórico de las Leyes de Burgos” de 1512”)
= la administración de estos territorios es muy simple: a cada uno de los conquistadores se les
asignaba una porción de tierra con la que el conquistador tomaba posesiòn, también de los indios
que vivían en esta porción de tierra. A partir de esta entrega de tierra e indios al encomendero, el
podía exigir de los indios encomendados trabajo en las plantaciones, en las minas de metales
preciosos…
A cambio de este derecho que tenia el encomendero hacia los indios, el encomendero tenía
también la obligación de proporcionar a lo indios encomendados la educación católica que pudiera
favorecer la conversión católica de los indígenas.
En el contexto de los primeros insediamentos coloniales pasa que los encomenderos, lejanos del
poder administrativo central de la corona de Madrid, se quedan con los derechos y se olvidan de
los deberes y sobre todo los encomenderos se rechazan de garantizar una educación católica
para los indios encomendados.
A partir de este contexto en 1511, en el contexto de una misa en la isla española en la cual
estaban participando todos los conquistadores de la isla, algo pone en crisis el sistema que se
regía sobre la institución de la Encomienda =
el fraile que tenía que pronunciar la misa, empieza a pronunciar un sermón (“el sermón de
Montesinos”) donde por primera vez, a partir de la recuperación de un texto en el Envagelio de
Juan, declara la barbaridad del sistema de la Encomienda denunciando apertamente frente a
los encomenderos la crueldad hacia los indios.
El sermón de Montesinos
“Esta voz (dixo él) os dice que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís por la crueldad y tiranía que usáis con
estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos
indios? ¿Con qué auctoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y
pacíficas, donde tan infinitas dellas, con muerte y estragos nunca oídos habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan
opresos y fatigados, sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades en que, de los excesivos trabajos que les
dais, incurren y se os mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de
quien los doctrine y cognozcan a su Dios y criador, sean baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos?
¿Éstos, no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amallos como a vosotros mismos?
¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos? Tened por
cierto, que en el estado que estáis no os podéis más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de
Jesucristo”
El fraile, en particular, se refiere al derecho de utilizar el trabajo indígena pero sobre todo se
refiere a la obligación por la cual el encomendero tenía que proporcionarles la educación católica.
Aquí, por primera vez, se realiza una inversión fundamental de los roles de los protagonistas de la
narración de las crónicas de la conquista.
Porque hemos visto que Cortes y Bernal Díaz establecen una oposición radical entre la identidad
occidental y católica; y la alteridad indígena (este es el cuadro de la alteridad de las crónicas
imperiales).
En la última parte del sermón se comparan los españoles encomenderos con otros pueblos: los
españoles son nada más ni nada menos que los turcos y los moros que rechazan la fe cristiana.
Así que hay una inversión de los papeles culturales que propone Montesinos = los barbaros
son los españoles, que rechazando esta obligación de proporcionarle una educación católica y por
lo tanto la salvación espiritual a los indígenas, están ahora considerados en la misma zona cultural
que los musulames o turcos.
Después de este sermón, el fraile tiene que abandonar su cargo y volver a España, pero empieza
a difundirse un debate sobre la justicia o menos del sistema de las encomiendas (sobre todo en el
territorio de Castilla).
Tenemos también la emanación de normas que caben bajo el título de “Leyes de Burgos” (1512),
con las que la corona española intenta poner remedio a la situación de no aplicación de las
normas de las encomiendas denunciadas por el fraile de Montesinos.
Estas leyes simplemente son una integración de las encomiendas con unas normas:
- la evangelización de los indios como fundamento y como norma
- la organización de los poblamientos indígenas de los encomenderos
- protección civil y jurídica de los indios = se pone en primer plano la cuestión del bienestar
de los indios desde el punto de vista espiritual; físico o material de los indígenas.
Se establece otra institución para cerrar el círculo jurídico del contexto de las crónicas disidentes:
el Requerimiento = texto en latín que servia como contrato de aceptación por parte de las
comunidades indígenas conquistadas de la autoridad de los Reyes Catolicos de Castilla.
Es decir, los conquistadores y el fraile que tenía que dirigir la misión, llegados al pueblo para
someterlo, tenían que leer este texto en latín diriegiendose al jefe de la tribu o del pueblo
sometido.
Después de esta lectura en latín que los indígenas claramente no podían entender, los indígenas
tenían dos opciones:
aceptar el dominio español con la aplicación de las leyes de Burgos y de las encomiendas
el jefe indígena se podía negar a someterse a la autoridad española.
El rechazo y el silencio a la aceptación de el requerimiento (breve texto donde se hacía una
minima historia de la humanidad desde Adam y Eva y se demostraba la autoridad terrenal y
espiritual del reino de Castilla) casi siempre llevaba a la sangre porque claramente los indígenas
no entendían el texto y las repercusiones de una eventual negación.
Vamos a ver las cuatros argumentaciones que rigen “De las justas causas de la guerra contra
los indios” de Juan Ginés de Sepúlveda:
1) «Someter por las armas, siendo imposible por otro camino, a aquellos cuya condición natural es
que deban obedecere a otros, si es que rehúsan su imperio: […] los bárbaros e incultos e
inhumanos deben someterse al gobierno de los más prudentes»
2) «desterrar el crimen portentoso de comer carne humana [y] evitar que los demonios sean
adorados en lugar de Dios, que es lo que más provoca su ira, sobre todo con ese rito monstruoso
de inmolar víctimas humanas»
3) «librar de graves injurias a muchísimos inocentes mortales a quienes los indios todos los años
inmolaban, y han demostrado que todos los hombres están obligados por ley divina, si les es
posible, a librar de tales injurias a cualquier persona»
4) «que la religión cristiana se propagase por dondequiera que se presentase ocasión en gran
extensión y por motivos convenientes, por medio de la predicación evangélica después de
abrirse el camino a los predicadores y maestros de la moral y la religión»
El tema de lo indecible americano sigue existiendo tambien en Bartolome de Las Casas tal como
existía en las crónicas imperiales.
Esta vez lo indecible no es tanto la naturaleza del nuevo mundo, sino la crueldad y la ferocia de
los españoles que están administrando en el nuevo mundo.
De esta indecibilidad se deriva luego la oposición entre dos categorías:
- lo indígena, se evoca de la misma manera a través de la cual Jesús se dirige a los
apóstoles después de haberle entregado su palabra y proponiéndoles de que vayan a
difundir su palabra en el mundo. La metáfora que usa De Las Casas es la metáfora de la
oveja (que es una comparación frecuente en el discurso cristiano).
Las ovejas se describen como criadas de la voluntad de la divinidad cristiana.
De Las Casas está recuperando la visión del indio bueno que le viene directamente de
Cristóbal Colon: esta imagen del buen salvaje, del indio paradisíaco que viene de la Carta
de Luis de Santangel es la que recupera De Las Casas.
- lo español, toma la forma de una fiera crudelísima definiendo la lejanía del cristianismo
originario y enfatizando el hecho de que lo único que están haciendo los españoles es
contradecir a todas las enseñanzas del catolicismo que deberían que trasmitir a los
indígenas.
• el panfleto de denuncia social → es una acusación explícita hacia las misiones españolas en
America. Aquí se introduce el sarcasmo
«En el año de mil y quinientos y diez y ocho la fueron a robar y a matar los que se llaman cristianos, aunque
ellos dicen que van a poblar» (p. 397)
La cita de este romance tradicional español es un atributo irónico que De Las Casas le otorga a su
personaje y que está allí para desacralizar la figura del conquistador.
Estamos frente a una inversión de muchísimos parámetros que acabamos de ver de la crónica
oficial:
- ahora la alteridad indígena se percibe como cercanía en las casas = es algo que comparte
con lo español y con lo Cristiano un mismo ambito vital
- los conquistadores constituyen una alteridad por su crueldad y ferocia
Esta connotación textual de la alteridad del indio bueno vs el conquistador malo se refleja en una
inversión de la connotación heroica de los conquistadores que ahora se describen como
bestias, animales y seres humanos incapaces de concretizar en si mismos la visión providencial
que le había sido otorgada al imperio español por Dios.
La visión providencialista sigue actuando también en De Las Casas porque su voluntad será
siempre la de establecer lo que él define como una colonización pacífica de Hispanoamérica, que
era una visión utópica de convivencia entre europeos e indígenas basadas en el éxito de la visión
evangelizadora de los frailes misioneros en America.
La misión divina cambia: ya no es hacer guerra para conquistar sino es la de insertarse
pacíficamente en las colonias del nuevo mundo y otorgarles a la gente la palabra de Dios.
Vs
Crónicas perfiéricas
● textos ambiguos, inesperados (la interpretabilidad del texto por parte de los lectores está
obstaculizada por la imposibilidad de tener referentes genéricos capaces de escribir la situación
cultural extraña de la superposición entre lo español y lo indígen
● sin una adscripción genérica clara
● revelación de nuevas maravillas inesperadas, como el espacio enigmático de la Amazonía,
región enigmática hasta hoy
● perspectiva alternativa y presencia de otra visión del proyecto imperial, a menudo incidente en
su fracaso
*Cabeza de Vaca → de origen andaluz, Cabeza de Vaca fue uno de los conquistadores que
participaron a la conquista de la Florida en 1527, dirigida por el gobernador Pánfilo Narváez.
- Antonio de Herrera y Tordesillas (“Historia general de los hechos de los castellanos en las
islas y tierra firme del mar océano”)
Crónicas tempranas
● tonalidad biográfica
(Colón, Cortés, Díaz del Castillo, Cabeza de Vaca)
● perspectiva subjetiva
Vs
La crónica mestiza
Son textos surgidos en América entre el comienzo del proceso conquistador y los primeros años
del XVII, es decir en el periodo entre 1520 y 1620.
El carácter de mestizo se atribuye independientemente del origen étnico de sus autores (sean
indígenas, mestizos, españoles) para enunciar la reelaboración de materiales discursivos, o reales
a través de procedimientos narrativos (tanto verbales como pictográficos) dentro de una tradición
heterogénea, indígena y europea.
La crónica mestiza debe diferenciarse de la crónica europea sobre asuntos americanos, cuya
perspectiva es siempre ajena (así las cartas de Cortés y la crónica de Pedro Pizarro).
Pero también conviene diferenciarla de la crónica indígena que, cuando llega a existir, se
caracteriza por la transcripción de relatos orales indígenas con escasa intervención del recopilador
(Popol Vuh de Guatemala; Dioses y hombres de Huarochirí en el Perú costeño).
Lo que resulta más revelador e interesante es que para entender estas crónicas mestizas resulta
de mayor utilidad un punto de vista histórico-literario que además coloque estos títulos dentro de
una idea de “fundación de literatura nueva” en la América indo-latina.
Lo que resulta más revelador e interesante es que para entender estas crónicas mestizas resulta
de mayor utilidad un punto de vista histórico-literario que además coloque estos títulos dentro de
una idea de “fundación de literatura nueva” en la América indo-latina.
La historia narrada adquiere entonces tintes novelescos que no hallaríamos en una exposición
simplemente historiográfica.
Notas narrativas determinantes como:
● sometimiento del acontecer histórico a la acción de un protagonista único (por ejemplo, los
aztecas)
● sometimiento de la diversidad histórica a “la sucesión lineal de los acontecimientos narrados y a
una orientación única, producto de la visión retrospectiva de un autor que se sitúa en el punto final
de la historia evocada” (Lienhardt)
● resulta muy interesante constatar que la crónica mestiza nace ligada a grandes centros de poder
colonial que habían sido regiones poderosas prehispánicas: México, Texcoco, Tlaxcala, Cuzco.
● la zona maya, en cambio, políticamente más débil, ofrece intentos aislados de crónica mestiza.
Pero genera en contrapartida una fortísima crónica indígena (Popol Vuh y Chilar Balam; y Dioses
y hombres de Huarochirí), que se da en la zona quechua costera.
● otras zonas de indigenismo muy débil o escaso desarrollo urbano producen tan sólo crónicas
españolas
- referente principal es la historia mexicana, desde sus orígenes mitológicos hasta los primeros
decenios de siglo XVI: revaloración implícita del pasado autóctono y de sus logros materiales y
espirituales.
- autores bilingües, aunque de origen étnico diverso: español (Sahagún), criollo (Durán), mestizo
(Ixtlilxóchitl) e indígena (Tezozómoc)
- aprovechamiento de fuentes indígenas y yuxtaposición de oralidad con discursos europeos
- convergencia de recursos múltiples, por ejemplo, visuales (en Durán)
- además del destinatario oficial (autoridades europeas), hay una nueva recepción cifrada en la
“inteligentsia” indohispánica.
- ninguna de estas crónicas se imprime
LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Desde su exilio en los Estados Unidos (San Antonio, Texas), el 5 de octubre de 1910 Francisco
Madero proclama el Plan de San Luis, incitando a la revuelta armada contra el gobierno del
dictador Porfirio Díaz.
Las revueltas, limitadas al norte del país (en particular en Ciudad Juárez, en el estado de
Chihuahua) empiezan el 20 de noviembre de ese mismo año.
● Porfirio Díaz escapa a Francia. Le sucede Francisco León de la Barra como presidente interino.
● 1911: nuevas elecciones en las que gana Francisco Madero. Sin embargo, surgen conflictos en
el bando revolucionario, entre Madero y Emiliano Zapata y Pascual Orozco.
● 1913: golpe de estado militar del movimiento contrarrevolucionario encabezado por Félix Díaz,
Bernardo Reyes y Victoriano Huerta.
Francisco Madero es asesinadoy le sucede en el poder Victoriano Huerta (presidente
conservador)
● la presidencia de Huerta ocasionó la resistencia de varios jefes revolucionarios, entre los cuales
destacan las figuras de Venustiano Carranza y Pancho Villa. Después de casi un año de lucha y
tras la ocupación estadounidense de Veracruz, Huerta renuncia a la presidencia y huye del país.
● se exacerban las diferencias entre las facciones revolucionarias. El 1 de octubre de 1914,
Carranza, jefe de la Revolución, convoca la Convención de Aguascalientes (10 de octubre – 9 de
noviembre de 1914) para nombrar un líder único de la Revolución. Eulalio Gutiérrez es nombrado
presidente de México, pero, después de duras oposiciones de los otros bandos, Carranza
desconoce el acuerdo y las hostilidades vuelven a estallar.
● 1917: se proclama una nueva Constitución con Carranza presidente.
● el proceso de institucionalización de la Revolución llevará al asesinado de los principales líderes
revolucionarios: Emiliano Zapata (1919), Francisco Villa (1923), Álvaro Obregón (1928)
En 1909 se llega a la fundación del Ateneo de la Juventud, conocido, desde 1911, como Ateneo
de México. Este fue la institución cultural fundamental del proceso revolucionario.
Al lado de esta fundación, importantes serán las repercusiones en el nivel literario del proceso
revolucionario porque est periodo de violencia y caos que caracteriza toda la historia mexicana
después de 1910, llevará la literatura a la búsqueda de nuevas soluciones narrativas para evocar,
describir y reflexionar sobre este período histórico.
A partir de este proceso revolucionario, se formará en México una corriente literaria muy
heterogénea que se ha llamado el Ciclo de la novela de la revolución mexicana.
La cultura revolucionaria mexicana tendrá una influencia sobre la recepción de las avanguardias
europeas en Hispanoamérica y el desarrollo de movimientos autóctonos de la vanguardia en el
contexto mexicano y hispanoamericano en general.
Miembros fundamentales del Ateneo: Alfonso Reyes, José Vasconcelos, Antonio Caso, Pedro
Henríquez Ureña, Enrique González Martínez, Diego Rivera.
Antonio Caso seguirà siendo un anti revolucionario a lo largo de toda su vida, quien si desde el
punto de vista político-social apoyaba a Porfirio Díaz, se había dado cuenta que desde el punto de
vista cultural e intelectual, el sistema de los científicos promovido por Díaz era ya de considerarse
completamente insuficiente.
2) Período europeo
- en 1914 pasa a vivir en España, y desde 1920 se desempeña allí como diplomático
- es la etapa de formación más importante de Reyes que en España entra en contacto con los
miembros de la Generación del ‘98
- entre 1924 y 1927 vive en París
- publica en 1927 Cuestiones gongorinas → libro de crítica dedicado a Luis de Góngora (poeta
barroco español)
3) Período hispanoamericano
- entre 1927 y 1939 se desempeña como embajador de México en Argentina y Brasil
- se integra a los grupo de intelectuales que gravitaban, en Buenos Aires, en torno a las revistas
Sur, Martín Fierro, Proa y Nosotros.
Alfonso Reyes decide dar el apoyo a los exiliados españoles durante la Guerra civil (1936-1939):
• funda La Casa de España (1938) que se proponía dar refugio y protección a todos los
intelectuales españoles que estaban huyendo de esta trágica situación. Luego cambiaría su
nombre a El Colegio de México (existe todavía ahora, se ha convertido en una verdadera
universidad).
• rebrote de la cultura peninsular en Hispanoamérica
Ámbitos de su actividad:
- alfabetización de las clases bajas de la población
- educación
- formación magisterial
- bibliotecas
- promoción de las artes plásticas y visuales
Algunas obras:
● La intelectualidad mexicana (1916)
● Divagaciones literarias (1919)
● Estética (1935)
● Breve historia de México (1937)
● Hernán Cortés: creador de la nacionalidad (1941) → Hernán Cortes es el creador de la
mexicanidad no solo porque es el héroe de la conquista sino porque es el primero en dar origen a
lo que será el México mestizo, es decir que a partir de Hernán Cortes la identidad mexicana ya no
será más exclusivamente indígena o exclusivamente occidental, sino mestiza.
Todo esto estaba ya en su texto “La raza cósmica - Misión de la raza iberoamericana” (1925):
• encontramos la incursión del autor en el tema del mestizaje;
• la fusión de sangres en todo el mundo va a crear «un nuevo tipo humano» y ve a la raza
americana como una cultura en marcha hacia un estado de felicidad superior. El mestizo
hispanoamericano será el que promovería lo que el autor define como un estado de felicidad
superior de la humanidad → redescubrimiento del mestizaje como fundamento de la nacionalidad
La característica común de estas obras es que son novelas muy diferentes entre sí, pero todas
contribuyen a la renovación de la narrativa hispanoamericana de comienzos del siglo y, sobre
todo, sus obras empiezan a publicarse y leerse también fuera de Hispanoamérica.
Emir Rodríguez Monegal destaca otra fase sucesiva que es la de los años ‘40: el género de la
novela se híbrida con el discurso poético de las vanguardias.
Entonces los novelistas adoptan, en su narrativa, las innovaciones estilísticas de las vanguardias
(«Ultraismo» argentino, «Estridentismo» mexicano, «Surrealismo» chileno)
Algunas obras:
• El señor presidente, Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1946)
• Al filo del agua, Agustín Yáñez (México, 1947)
• Ernesto Sábato, El túnel (Argentina, 1948)
• Alejo Carpentier, El reino de este mundo (Cuba, 1949)
• Juan Carlos Onetti, La vida breve (Uruguay, 1950)
Los años ’50 es el período del proto-boom, de acuerdo con Monegal donde tenemos la
consolidación de los escritores precedentes y aparición de otros nombres:
• Juan Rulfo, El llano en llamas (México, 1953) y Pedro Páramo (1955)
• Carlos Fuentes, La región más transparente (México, 1958) → novela basada en el surrealismo
europeo
• José María Arguedas, Los ríos profundos (Perú, 1958) → representa el punto fundamental de
cambio de la narrativa indigenista. Arguedas determina un antes y después de su texto, es decir
que la narrativa indigenista antes de Arguedas se había limitado a presentar el problema indígena
a partir de los presupuestos occidentales del realismo y del naturalismo.
Arguedas renueva esta tradición: la convierte en algo que se aleja de la novela como institución de
la cultura escrita occidental, integrando en la novela todas las tradiciones orales prehispánicas.
También en esta obra tenemos la cuestión de la fragmentariedad del texto y de la parcialidadad
que hemos visto en Azuela, porque el texto neo-indigenista de Arguedas se narra en primera
persona.
Aquí vemos también una fragmentariedad de las historias, es decir que no tenemos solamente la
historia del protagonista, sino que hay muchísimas historias que rodean la figura del protagonista
Ernesto; todas estas historias se entrecruzan la una con la otra
¿Qué es lo que nos permite clasificar a estos autores como autores del «Boom»?
“El «boom» fue, en primer lugar, una notable conjunción de grandes novelas a mediados de la década del sesenta y una
revaloración de otras, no menos importantes, que habían sido soslayadas o leídas en distinto contexto. El «boom»
funcionó como un imán que concentró la atención sobre un puñado de nuevos autores y sobre sus inmediatos
maestros, creando así un diseño o mapa que redefinió nuestra literatura, específicamente la novela; es decir, hubo un
sustancial cambio en la relación de fuerzas sociales, culturales y estéticas que dan origen a nuestra creación literaria.
Ese cambio no sólo consistió en el redescubrimiento o la aparición de ciertos autores contemporáneos -los mayores
habían estado activos desde los años treinta y cuarenta, como Asturias y Carpentier -, sino en el surgimiento de una
nueva y más amplia capa de lectores, de un auge editorial dentro y fuera del continente y de una especie de expectativa
histórica despertada por la naciente Revolución Cubana. La consolidación de estos tres aspectos explica la rápida
difusión que alcanzó todo lo que venía presentado bajo el membrete del «boom».
[…] El «boom» señala un punto decisivo en el que cambia, para siempre, la producción, consumo y circulación de
nuestra literatura.
No se trató, pues, de un movimiento generacional, ni de una estética (aunque el «realismo mágico» fuese abusivamente
homologado con él), ni tampoco una conspiración comercial, pese al origen publicitario del nombre”:
(José Miguel Oviedo, Historia de la literatura hispanoamericana, vol. IV)
Oviedo, en su texto, nos dice que el boom no fue una corriente literaria o una estética reconocible
con características individualizables, sino que es un período de la literatura que adquiere
formas completamente diferentes con respecto a las décadas anteriores por lo que atañe a
su producción, circulación y difusión.
El boom comprende también personalidades y obras que comprenden también las obras del pre-
boom.
Este magma de escritores está proyectado en los albores de los años 60: el punto fundamental de
la revolución que encontramos en los medios de producción de la literatura hispanoamericana y
de la novela en particular.
El punto es la revolución cubana que hace que todo el mundo tenga sus ojos dirigidos a lo que
estaba pasando en America Latina.
En Europa y en Estados Unidos el interés suscitado por la revolución cubana sobre lo que es
Hispanoamérica determinará también un interés de los lectores occidentales hacia esta área
geográfica.
Así que todos estos nuevos autores serán difundidos de manera global.
Después de una primera fase de adhesión colectiva a la causa de la Revolución cubana, los
autores tomarán caminos diversos:
1) Guillermo Cabrera Infante (Cuba, 1929-2005) después de un temprano apoyo a la
Revolución, rechaza la visión castrista de la literatura como medio propaganda
2) Gabriel García Márquez (1927-2014) seguirá apoyando las causas revolucionarias a lo largo
de toda su vida, sin incluirlas, sin embargos, en su programa literario, prefiriendo la mediación del
mito como herramienta para investigar la realidad americana. Intenta mezclar la narrativa histórica
tradicional con las recuperaciones de los mitos prehispánicos que caracterizan el ámbito
hispanoamericano.
En Cien años de soledad Márquez elabora una circularidad repetitiva de acontecimientos que
caracteriza la historia de Macondo.
3) Carlos Fuentes (1928-2012) reivindica la necesidad de una literatura que pueda hacerse cargo
de interpretar la realidad política contemporánea.
4) Julio Cortázar (1914-1984) la literatura no es portavoz directa de la política. Pero cada texto,
aún el más fantástico, es espejo de la visión del mundo de su autor. Será el autor que logrará
revitalizar la literatura fantástica romántica europea mezclándola con el surrealismo y las
vanguardias, proyectándola en el siglo XX.
No es un autor que pertenece a la corriente de lo real-maravilloso y del realismo mágico.
5) Mario Vargas Llosa (1936-en vida) a lo largo de toda su actividad sigue preguntándose qué
significa ser un escritor revolucionario, aunque terminará alejándose radicalmente de la posición
castrista para optar para posiciones conservadoras
Estos personajes y estas novelas son diferentes y, entonces ¿cómo hacemos para clasificarlas en
un conjunto unitario? A pesar de las diferencias, hay también que reconocer la existencia de
algunos puntos de contacto, en común:
1) un punto que se sitúa en el nivel narrativo: elemento de tensión entre lo local
(=hispanoamericano) y lo universal (=global). Los protagonistas suelen ser hispanoamericanos,
pero el valor de sus vivencias adquiere una dimensión universal que permite su recepción afuera
de los confines continentales.
2) un punto que se sitúa en un nivel contextual: estos autores logran con sus obras una difusión
capilar de nivel global, llegando masivamente a lectores no hispanoamericanos.
“Ya dije que para la ejecución de la empresa de las Indias no me aprovechó razón ni matemática
ni mapamundos; llanamente se cumplió lo que dijo Isaías”
(C. Colón, Libro de las profecías)
Este es un párrafo del Libro de las profecías donde Colon hace muchas citas bíblicas para
demonstrar, en la base de la concepción teológica del mundo, que su viaje había sido empujado
por la acción de la providencia divina.
Otra vez, el descubrimiento no se funda sobre una aparición de nuevos datos y nuevas formas de
observación, sino que está permitido por la natural acción de la providencia divina en las cosas
umana, de acuerdo con el almirante Colon.
Encontrado el nuevo mundo con una naturaleza completamente diferente de la europea, e primer
istinto de los primeros cronistas será admirar esta naturaleza tan extraña → admirar en el
sentido de que este mundo natural desconocido, aunque fuera desconocido, tenía que ser fruto de
la voluntad De Dios): de esta manera, el descubrimiento de la naturaleza americana estuvo ligado,
por mucho tiempo, como muestran los escritos de Colón, a la idea del re-descubrimiento del
paraíso terrenal (Eden).
Las regiones míticas, las islas paradisíacas y perfectas evocadas por Platón y Aristóteles (los dos
encarnan las dos auctoritas fundamentales clásicas que intervenían culturalmente a los finales del
sigo XV. Los dos filósofos se mezclan con el pensamiento católico y la teología cristiana así que la
circulación de doctrinas que entremezclan la una con la otra dan la primera forma, literaria y
cultural, de la naturaleza americana): es un mundo necesariamente perfecto, pero no perfecto
para todos. Aunque la percepción personal pueda ser negativa del ambiente, como decía Santo
Tomas, esa percepción personal hay que trascenderla para admirar el orden de la creación del
mundo, así que estamos frente a discursos ambiguos por los cronistas espaòoles que siempre
tienen en el trasfondo el sentido de la necesariedad del mundo natural: ese mundo es necesario
porque es el proyecto de la voluntad de Dios.
En esta dirección se sitúa lo que será el primer cronista de Indias que vive la realidad americana
que se ocupo de explicar y entender
lo que era el entorno de la naturaleza americana: GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO (1478-
1557).
Es el primero en observar, describir y catalogar metódicamente la naturaleza americana en sus
obras:
• Sumario de la historia natural de Las Indias (1526)
• Historia general y natural de las Indias (1535)
¿Cuál ingenio mortal sabrá comprehender tanta diversidad de lenguas, de hábitos, de costumbres en los
hombres destas Indias? ¿Tanta variedad de animales, así domésticos como salvajes y fieros? ¿Tanta
multitud innarrable de árboles, copio- sos de diversos géneros de frutas, y otros estériles, así de aquellos
que los indios cultivan, como de los que la Natura, de su propio oficio, produce sin ayuda de manos
mortales? ¿Cuántas plantas y hierbas útiles y provechosas al hombre? ¿Cuántas otras innumerables que a
él no son conocidas, y con tantas diferencias de rosas e flores de olorosa fragancia? ¿Tanta diversidad de
aves de rapiña y de otras raleas? ¿Tantas montañas altísimas y fértiles, e otras tan diferenciadas e bravas?
¿Cuántas vegas y campiñas dispuestas para la agricultura, y con muy apropiadas riberas? ¿Cuántos
montes más admirables y espantosos que Etna o Mongibel, y Vulcano, y Estrongol; y los unos y los otros
debajo de vuestra monarquía?
(Fernández de Oviedo)
= notamos la insistencia retórica en ciertos rasgos: el procedimiento retórico que Oviedo utiliza
para describir la naturaleza americana a los lectores europeos el lo de la acumulación (la
hipérbole que pone un elemento detrás de todos acumulando cosas maravillosas nunca vistas en
la vieja Europa).
La tendencia al hipérbole y a la acumulación está finalizada a poner en escena un mundo natural
que está caracterizado fundamentalmente por dos características:
1) la extrema variedad de sus componentes
2) la imposibilidad humana de abarcar todas la componentes que potencialmente componen el
diseño infinito y perfecto de Dios.
1517
• 95 tesis de Martin Lutero
1552
• Bartolome de Las Casas publica La Brevísima relación de la destrucción de las Indias
A partir de la fecha de 1552, el texto de Las Casas se difunde en toda Europa, en la Europa
marcada por la guerra de religión entre protestantes y católicos.
El texto de la Brevísima va a desempeñar un papel esencial en la construcción cultural, ideológica
y política del conflicto religioso entre protestantes y católicos en esta “edad de hierro”.
La guerra religiosa se desencadena a partir de 1559 despues de la conclusión del conflicto
anterior entre España y Francia.
Termina con la conclusión de la guerra de los 30 años en 1648.
En este ámbito de guerras religiosas, el texto de Las Casas, que es una condena del imperialismo
español, servirá como herramienta y reivindicación protestante para condenar el ámbito católico
europeo encarnado por la monarquia española.
Un pintor protestante de esa época, Theodor de Bry, empezó a publicar versiones ilustradas del
texto de Las Casas en el contexto protestante.
La versión de Las Casas, será entonces la versión que tomarán los protestantes sobre la
conquista española para promover la condena del catolicismo como ámbito cultural bárbaro y
violento.
El libro más importante queste tiene como testimonio de esta lucha entre las dos posiciones
diferentes sobre la naturaleza americana es lo de un historío dar mexicano criollo: Francisco
Javier Clavijero, quien escribe su Historia antigua de México donde intenta proporcionar una visión
de la historia mexicana a partir del punto de vista católico debatiendo con las nuevas teorías
científicas que definían a America como el luego de la inferioridad.
Incluye textos para polemizar contra el Conde de Buffon.
“Me parece que no se puede dudar cuando se pone atención a su pequeño número, a su ignorancia y al
poco progreso que los más civilizados entre ellos habían hechoen las artes, pues, aunque las primeras relaciones del de
scubrimiento y de las conquistas de América nos hablen de México, de Perú, de Santo Domingo,
etc., comode países muy poblados y
nos digan que los españolestuvieron que combatir por doquiera a ejércitos muynumerosos,
es fácil darse cuenta de que esos hechosestán muy exagerados,
en primer lugar por los pocosmonumentos que restan de la supuesta grandeza de esospueblos; segundo, por
la naturaleza misma de su región, que, aunque poblada de europeos más industriosos sin duda que los nativos, sin
embargo aún es salvaje, inculta, cubierta de bosques y, por otra parte, sólo forma
un grupode montañas inaccesibles, inhabitadas que, por consiguiente,
no dejan más que pequeños espaciospropios para ser cultivados y habitados [...]”
(Buffon)
EL SIGLO XIX, LA GENERACIÓN DEL ’37 (generación de los “proscritos” es la generación de
los románticos argentinos que se encargo de promover en Argentina el movimiento de la
independencia nacional que se opuso al régimen dictatorial de De Rosas).
El debate europeo del siglo XVIII incidirá directamente en la problemática de la identidad nacional
y la idea de América. Tales visiones negativas llegarán hasta el siglo XIX, determinando algunas
de las tesis fundamentales de los intelectuales hispanoamericanos de las Independencias.
Entre los nombres de esta generación encontramos DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO (1811-
1888).
Mientras que, el ámbito cultural que está asociado a la ciudad es lo cultural francés: la cultura
francesa es la de la modernización, es la cultura de la ciudad que evoluciona.
José Martí (Cuba, 1853-1895) era un poeta modernista que formó el centro intelectual de los
movimientos de la indiendencia cubana. Hay que recordar un libro que publica en 1891, Nuestra
America que se inserta en el debate sobre la barbarie de la naturaleza americana iniciado por
Sarmiento:
“no hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la Naturaleza”.
La visión opuesta a la de Marti y Bello la encontramos en mucha de la narrativa americana de las
primeras décadas del siglo XX: la encontramos en el realismo, naturalismo, costumbrismo.
En estas obras sigue actuando el esquema de oposiciones inaugurado por Sarmiento,
reproponiendo la opinión de Buffon.
EL BARROCO AMERICANO
El Barroco fue un movimiento estético, filosófico y cultural nacido en Italia entre finales del siglo
XVI y los comienzos del XVII, para luego propagarse al resto de Europa, hasta la mitad del XVIII.
La expresión “barroco” designa un complejo fenómeno que ha sido intensamente estudiado y
discutido por los especialistas a lo largo de la historia; igualmente debatidos han sido conceptos
análogos como culteranismo o gongorismo, pero éstos se aplican (o deberían aplicarse) sólo a la
literatura, mientras que el concepto “barroco” designó primero un fenómeno.
El término barroco designa primero nuevas formas estéticas que se aplican en un primer momento
a la arquitectura y a las artes visuales, en particular de tipo religioso; después empieza a aplicarse
al territorio musical y teatral.
Solo en un último momento, el Barroco llega a caracterizar las formas literarias que estaban
surgiendo en este momento en Europa.
Estamos en un momento histórico en el que todavía no se acabó el movimiento cultural
precedente, es decir el Renacimiento: estamos asistiendo a las últimas manifestaciones del
renacentismo europeo .
• se percibe una decidida vuelta a la naturaleza, a la infiníta variedad y novedad que ofrece a la
imaginación, pues es un reflejo del alma humana.
Esto se refleja en tres direcciones fundamentales del pensamiento barroco:
• hay un movimiento general hacia un intenso vitalismo que exprese, no la vida, sino el acto
mismo de vivir en su confusa totalidad, con sus cimas y sus abismos
• el interés por lo raro y excepcional extrapola el concepto de belleza y despierta la curiosidad
barroca por lo desmesurado, lo discordante, lo monstruoso.
• el barroco reconoce que el hombre es un foco de violentos impulsos contradictorios, que es el
teatro de un drama constante y sin solución (hombre como personificación de los contrastes)
«Esto es particularmente cierto en España, que encarnó el espíritu contrarreformista de la Europa católica. Abreviando
mucho, bastará decir aquí que el Concilio de Trento que, a mediados del XVI, redefinió la función de la religiosidad
moderna y le dio un sentido militante, marcó el inicio de una nueva cultura y una nueva vida intelectual, sometida a muy
rígidos principios, pero al mismo tiempo conciente de la extraordinaria complejidad y sutileza del mundo interior del
hombre moderno. Hay un concepto agónico en el barroco que tiene sus raíces en la espiritualidad postridentina,
impuesta sobre una circunstancia histórica caracterizada por el abismo que se abría entre el reino ideal y el de la
realidad concreta. El barroco es un estilo que a la vez habla de una suprema grandeza y de una honda crisis espiritual.
En España, ninguna obra del período expresa mejor ese dilema que el Quijote»
(J.M. Oviedo, Historia de la literatura hispanoamericana)
= Oviedo está diciendo que estamos frente a dos manifestaciones completamente diferentes: el
sentido ordenado y jerarquízate de la contrarreforma católica en realidad se asocia con una
percepción de fragilidad y inestabilidad existencial que afecta a toda Europa.
El concilio de Trento no resuelve los problemas sino que implica una radicalización de la Iglesia
que se percibe actuante en un contexto inestable.
Así que la sensibilidad artística se hace cargo de esta contrariedad fundamental de direcciones
que toma la vida moderna en el contexto del barroco europeo:
- Por un lado la aspiración al orden ideal, a la grandeza renovada de la dimensión espiritual
a través de una iglesia capaz de reformarse y mantener el orden teológico
- Precariedad de la vida humana en este contexto que sigue percibiendo la inestabilidad del
sistema.
«Así resulta que, en medio del misticismo y la severa ortodoxia propagados por la Iglesia y el Estado español, floreció
un arte - el barroco- que era la apoteosis de la sensualidad, el deleite y el desborde colindante con la sinrazón. Gran
paradoja barroca: el arte que se suponía debía afirmar la fe, fue intensamente escéptico. La «locura barroca» es la
consecuencia de esa distorsión o escisión que el hom-bre empezaba a vivir en lo más profundo; el autoritarismo de la
Iglesia-Estado no hacía sino agudizar el profundo sentimiento de ambigüedad e incertidumbre que dominaba en la
época»
(J.M. Oviedo, Historia de la literatura hispanoamericana)
EL BARROCO AMERICANO
Esta inseguridad no podía sentirse de modo más vivo que en América.
Eso se debe a diferente razones:
• los virreinatos presentaban sociedades formadas por la precaria convivencia de españoles,
criollos, mestizos e indios;
• la cultura virreinal estaba cada vez más desarrollada pero obligadamente tributaria de la distante
metrópoli;
• la Iglesia colonial había evangelizado y convertido a millares pero sin hacer desaparecer del todo
las viejas creencias indígenas, que se habían reproducido bajo formas mestizas;
LA LITERATURA BARROCA:
DE ESPAÑA A AMÉRICA
Gracias a la figura de Luis de Góngora (1561-1627)
Es el máximo esponente del barroco español.
Aunque ya era reconocido y celebrado hacia 1580 (Cervantes lo elogia en su Canto a Calíope,
1585), su obra mayor, la más reconocible por su barroquismo y la que lo hará realmente famoso,
corresponde a la segunda década del XVII: “las Soledades” y “Fábula de Polifemo y Galatea”,
ambas de 1613. Hay que tener presente que estos textos y el resto de su obra poética se
conocieron entonces en forma manuscrita.
Si por ejemplo tomamos en consideración un cuadro religioso que tiene como objetivo, en el
contexto peruano, la evangelización de los indígenas favoreciendo su ingreso a la Iglesia católica,
vemos que la Virgen Maria esta representada de manera diferente: está representada en forma de
montaña porque, en la cosmovisión incaica, se representaba en forma de montaña la diosa de la
madre tierra, o sea Pachamama.
Así que estamos frente a esa vocación originaria del barroco hacia lo diverso, lo deforme, lo
irrazonarizable, lo caotico, la mezcla. Pero aquí se manifiesta bajo la intención de supervivencia
de ciertos ámbitos culturales en el contexto de la sociedad virreinal.
Esta característica, o sea el mestizaje que el barroco hispanoamericano propone desde sus
primeros momentos americanos, es lo que va a cambiar de signo al movimiento tal como lo hemos
conocido en sus manifestaciones europeas. Es a partir de esta tendencia al mestizaje y a la
hibridación cultural que proponen todos los autores del barroco hispanoamericano que se
producirá la recuperación de este movimiento estético colonial en el contexto de las culturas
hispanoamericanas del siglo XX.
Uno de los primeros que intenta captar el valor de contemporaneidad del barroco como punto de
vista sobre el mundo y como estrategia para traducir a la obra de arte el caos identitario, cultural,
religioso que caracteriza Hispanoamérica, ha sido un autor cubano Alejo Carpentier que sostiene
la idea del Barroco como necesidad de nombrar a America.
= aquí Carpentier está tomando en consideración el punto esencial del barroco americano: hay
que reconocer una estetica sin tiempos que atraviesa toda la experiencia hispanoamericana.
En el “Prólogo” a El reino de este mundo (1949), Alejo Carpentier usa la teoría del Barroco
americano como forma estética capaz de captar lo ecesivo y contradictorio de la realidad, para
elaborar el concepto de “real maravilloso”
“lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la
realidad (el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o
singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una ampliación de las escalas y
categorías de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo
conduce a un modo de “estado límite”.
[…] ¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real-maravilloso?
= para definir lo que es lo real maravilloso utiliza todos términos asociados al recorrido histórico
cultural de la escuela barroca. Lo real maravilloso es expresión de lo excesivo, está allí para
captar la heterogeneidad infinita de la realidad hispanoamericana, como hizo el barroco.
El neobarroco, tendencia inaugurada por Carpentier centrada en la historia literaria y cultural de
Cuba como centro de este movimiento, será la base de lo Real maravilloso y se repercutirá en
visiones diferentes que en el siglo XX se tendrán del barroco como punto de vista sobre el mundo.
El personaje fundamental de esta revisión del barroco colonial en sus formas nuevas en siglo XX
es José Lezama Lima (La Habana, 1910-1976), era uno de los autores más importantes del
Noveciento cubano y escribió un texto fundamental para la comprensión de la actualidad del
Barroco en el siglo XX hispanoamericano: “La Expresión americana” donde lo que hace el autor
es investigar sobre los modos que los hispanoamericanos tienen para representar el entorno
cultural y natural en el cual viven y para manifestar la identidad que este mundo claramente
comporta.
Su conclusión es que el mundo hispanoamericano es un mundo de contrastes, de
negociaciones constantes entre polos opuestos de la existencia y, por lo tanto, el Barroco se
determina como única forma expresiva que Lezama Lima encuentra para comunicar y expresar
literariamente la identidad hispanoamericana.
=
• el barroco es para Lezama la forma de investigar el misterio del mundo
• lo “difícil” en Lezama es precisamente la realidad americana, intrínsecamente “mágica” e
históricamente híbrida
• el barroco como forma de expresión de lo americano:
1) ya los cronistas coloniales tuvieron que enfrentar lo misterioso – lo “difícil”– de la realidad
americana, teniendo que doblar su lenguaje hacia formas nuevas para relatar las formas del
Nuevo Mundo
2) históricamente, América pone en cuestión el cánon racionalista occidental y la lógica
discursiva que de él se deriva, afirmándose como un espacio de contradicciones,
superposiciones e hibridaciones.
El barroco se afirma así como la mejor forma de pensar lo americano precisamente por su
capacidad de captar simultáneamente la totalidad de lo existente.
En el ámbito de sus teorías de la representación como mímesis, Aristóteles destaca dos tipos
opuestos y complementarios de discursos que se encargan de representar dos tipos diferentes de
realidad:
1) Historia: representa lo real, lo realizado (entelecheia = el acto concreto de realización de
algo). La potencia se ha transformado en acto. Son todos los relatos que representan algo
que realmente pasó.
2) Poesía: representa lo posible, no realizado, lo que hubiera podido convertirse en realidad
pero queda en su potencilidad (energheia = potencialidad que no logra realizarse).
¿Cómo nacen en la cultura occidental estos dos conceptos a partir del texto de Aristóteles?
- La poesia es un discurso de lo existente; es un discurso sobre cosas que habían podido
ocurrir que pero nunca pasaron a representar una realidad documentable
- La historia son todos aquellos relatos que pretenden representar algo que realmente pasó.
La historia: ¿ciencia o arte?
Si nos centramos en el debato critico del siglo XX, ha habido diferentes matices de esta relación
entre literatura de ficción y historia.
A lo largo de los siglo se ha debatido sobre el estatuto de la historia, entre “arte” (τέχνη tékhnē) y
"ciencia" (ἐπιστήμη, epistḗmē)
Hay tambien posiciones intermedias que permitieron un debate un poco más profundizado a partir
del rechazo de la distinción entre cada una de las disciplinas. Es el caso de John Burrow:
[La historia] es un género que se enfrenta a la dura y efímera realidad para indagar su sentido y
reflejarla (Tucídides se presentaba como un austero "notario") con rigor y precisión. Pero cada
gran historiador tiene su voz y su mirada, aunque intente dar una versión desapasionada -sine ira
et studio- de cuanto selecciona y transmite lo que cree preciso "salvar del olvido para el futuro"
(Heródoto). En toda historiografía late esa apuesta por el relato objetivo, pero es inevitable el
acento propio, un estilo subjetivo y una impronta personal. Algunos historiadores fueron grandes
escritores; pero incluso los de plumas más grises tienen su estilo propio (y, de propina, su valor
literario).La historia no fue nunca una ciencia exacta, sino un método para recobrar y reflejar el
pasado. No una epistéme, sino una téchne, como se decía en griego. Y se articula como una serie
de "historias»
(John Burrow, “Historia de las historias” (desde Heródoto al siglo XX d. C.)
= el autor dice que, retomando la polémica desencadenada por White, es necesario reconocer la
naturaleza de téchne (= de arte) de la historiografía
Sin embargo, la historiografia es, en cualquier caso, un genero artístico, discursivo, que tiene en
su centro y como punto de partida el hecho real → White dice que lo importante, para un texto
historiografico para ser considerado verdadero, es tener coherencia lógica interior.
El hecho histórico (el dato, la prueba, el acontecimiento, el documento) constituye la base de un
discurso que necesariamente será un discurso de construcción de significados.
Hemos visto que la crónica colonial se deriva de un modelo medieval pero introduce unos
problemas en el ámbito de la crónica medieval.
La cronica medieval era una historia que tenia la función de registrar y representar la realidad y
que se basaba en las fuentes clásicas (= “principio de auctoritas”).
A partir de estos modelos y de los hechos reales, se hacia posible n la Edad Media, erigir la
crónica como un texto fiel y verdadero.
Cuando la crónica medieval llega a Hispanoamerica se encuentra con la imposibilidad de aplicar a
America sus bases del discurso historiografico (porque America es indecible, representa o
desconocido) y, por lo tanto, el discurso historiografico tendrá que modificarse a si mismo.
¿Y como se modifica? Se sustituye el principio de auctoritas con el punto de vista testimonial
que puede justificar la verdad de su relato.
Pero el punto de vista individual interpreta la realidad a partir de su punto de vista subjetivo y
parcial reflejando en su construcción discursiva todo el horizonte ideológico y cultural que el
individuo comparte y al cual pertenece.
Entonces, ¿dónde nace la tradición literaria hispanoamericana? La ficción moderna, tal como la
conocemos en Hispanoamerica, nace de la relación ambigua entre historiografia y ficción.
«[ il romanzo storico] deve dimostrare come si è arrivati al presente per mettere le basi del futuro,
e se mancano ragioni sufficienti o è impossibile far convergere nel presente la storia ereditata e il
futuro desiderato, diventa necesario inventare un passato e una genealogía, eroi e antieroi, topoi e
miti, cioè creare un corpus symbolicum a partire da elementi comuni e unificati, da risemantizzare
secondo il modelo di nazione immaginato»
(R.M. Grillo)
= es un proceso de invención que puede ser basada mas o menos en acontecimientos reales,
pero el hecho real no es imprescindible en la tarea de representar y describir la identidad nacional.
La narrativa testimonial
El testimonio como género literario
- se adopta como forma discursiva capaz de dar voz a las víctimas de violencia
- las voces de las víctimas permitirían reconstruir esas partes de las historias nacionales
silenciadas por los regímenes dictatoriales
- surgen nuevas formas narrativas, enfocadas sobre la figura del subalterno como testigo
Para entender lo que es el testimonio en Hispanoamérica tenemos que empezar a analizar lo que
fue el testimonio en sus manifestaciones europeas.
Diferencia entre dos tipos de testigos y relatos que los testigos pueden producir:
- testis: palabra latina que se refiere a los testigos cuyos discurso están autorizados en el ámbito
de la ley y tienen valor colectivo
- superstes: palabra latina que se refiere a los supervivientes de algún acontecimiento. Su
versión de la historia es necesariamente singular, fragmentaria, imposible de reconocer como
colectiva.
Siendo la narrativa testimonial entregada a la voz del superstes, su comunicación exitosa a la
colectividad depende de su conversión en texto literario:
“el testigo nunca se abandona a la ilusión de la historiografía –esto porque, como dijo Levi,
“parece superfluo añadir que ninguno de los datos ha sido inventado”– para emprender, al
contrario, una acción de reelaboración y de reinterpretación de los hechos dentro de un cuadro
literario (cadre littéraire) preciso y consciente”
(Georges Perec)
El narrador testimonial es Esteban Montejo que relata oralmente su historia en unas entrevistas,
cuenta su mensaje (el testimonio oral del subalterno) a un mediador que luego se convertirá e n
autor del texto, o sea Miguel Barnet.
Pero Miguel Barnet tendrá que escribir el testimonio que se había proporcionado de manera
exclusivamente oral. Es aquí que asistimos a la construcción de otro relato: ya no es el relato del
testigo sino que es el relato del testigo filtrado por el mediador/autor.
Es aquí que interviene la narrativa de ficción → Miguel Barnet construye acontecimientos no a
partir de la realidad, sino a partir de otra construcción de sentidos (la de Esteban Montejo),
convirtiendo el testimonio en una meta-narración (=narración de otra narración debido al hecho
de que el testigo, como subalterno, no puede escribir obras literarias).
Otro texto fundamental de la tradición testimonial hispanoamericana es “Me llamo Rigoberta
Menchú y así me nació la conciencia”, de Elizabeth Burgos (1983)
“El libro fue el resultado de una entrevista de Menchú con la antropóloga venezolana Elizabeth
Burgos que se realizó durante una semana en enero de 1982 en París. El libro es una
transcripción de las 25 horas de grabación de la entrevista con Menchú. Burgos transcribe y
arregla la entrevista, y la desglosa en capítulos cronológicos. Burgos no tocó el estilo de Menchú,
solo corrigió los errores de género debido al hecho de que Menchú acababa de aprender el
idioma español”
La literatura periodística
Literatura y periodismo: la no-ficción
1) otra dirección fundamental en la reconstrucción histórica de los acontecimientos recientes en
Hispanoamérica fue la de la hibridación entre las formas de la novela y de la investigación
periodística
2) el texto fundamental de esta vertiente literaria es “Operación masacre” de Rodolfo Walsh (1957)
EL NEGRISMO HISPANOAMERICANO
La trata como destribalizacion
La trata transatlánticoa, que comenzó pocos años después de la llegada de Cristóbal Colón a las
Indias Occidentales, abarcó todo el continente americano durante unos tres siglos.
Durante este tiempo, hombres, mujeres y niños fueron deportados hasta producir una gigantesca
"diáspora africana", legitimada por la elaboración de una ideología racista europea y una
organización jurídica comprometida con el establecimiento de normas para la gestión de la trata
de esclavos, conocida en España como Códigos negros.
Se destacan 2 acepciones: la imagen del esclavo humilde y fiel, servicial y remisivo (la “mami”) y
la imagen del violento, instintivo cimarrón (= quien escapaba de la granja, un fugitivo) y la mestiza
vengativa.
Indigenismo vs negritud
En contemporánea a la difusión en Europa y en el Caribe del negrismo y de la negritud, en la
región andina se afirmaba el indigenismo.
El filósofo mexicano Leopoldo Zea sugiere que la negritud y el indigenismo no tienen el mismo
origen:
- la negritud nace en el interior de un grupo de personas que comparten el sufrimiento de
una discriminación racial
- el indigenismo no tiene su origen en lo indígena, sino más bien encuentra su origen en la
comunidad de criollos y mestizos que forman parte de la comunidad nacional
latinoamericana y que quieren reintegrar en ésta el sujeto indio (cuya asimilación se
considera necesaria y urgente).
La preocupación que según Zea acomuna negristas e indigenistas remite al concepto del
mestizaje: negritud e indigenismo enfrentan la cuestión del mestizaje empezando de una
perspectiva compartida de dependencia, proponiendo una solución que remite a la superación de
las contraposiciones entre pasado y futuro, entre la dicotomía de bárbaro-civilizado, tradición y
progreso para suprimir las diferencias y promover la asimilación, recreación, imaginación e
invención.
José Martí y José Enrique Rodó se oponen a este modelo, declarando la inutilidad de imitar a los
europeos para salvar a América y dar por fin voz a los indígenas.
Algunas figuras claves del contexto cultural y social prerrevolucionario (1923-1958) en Cuba:
1. Fernando Ortiz (1881-1969)
2. Lydia Cabrera (1899-1991)
3. Alejo Carpentier (1904-1980)
4. Nicolás Guillén (1902-1989)
5. Miguel Barnet (1940-)
“Bregantino Bregantín” es la sección que abre la colección de cuentos y se divide en tres partes
I. Parte inicial: creación original, protagonista es Lombriz (lombrico/verme): rey de
Cocozumba, un día decide reducirse de mesura y asumir la forma pequeñita que le
corresponde. (Sincretismo entre hombres y animales, típicos de las sociedades
arcaicas y africanas)
II. Parte central: núcleo narrativo africano + cuento mitológico en el episodio central
III. Parte final: reunificación de todos los cuentos
Ell tema principal remite al hombre-toro = cumple un masacre y es un tirano que mata a todos los
niños varones; convierte todo lo masculino en femenino.
El equilibrio africano deriva del contacto que el ser humano establece con el universo en su
totalidad.
El poeta no expresó una visión estrecha de la cuestión étnica: escribió sin olvidar que era un
mulato, un mestizo con sangre africana que defendía una cultura multirracial.
A finales del 1963 Barnet conoce la figura de Esteban Montejo, un centenario que en su juventud
había sido esclavo y cimarrón (había vivido por diez años en la soledad del monte tras huir del
ingenio, para luego reintegrarse voluntariamente en la sociedad después del decreto de abolición
de la esclavitud).
Barnet decide ir a visitarlo y desde su primer encuentro intuye que Montejo tuvo una vida
importante, anónima de la historia de Cuba.
• el problema de la autoría: Fidel Castro había hipotizado autobiografías escritas por los directos
protagonistas; Barnet, en cambio, se elige como portavoz, lengua, de un hombre que posee una
biografía ideal, en un creciente compromiso donde su papel de mediador cultural se confunde con
otro papel, lo de hijo espiritual.
Esteban Montejo encarna un perfecto símbolo revolucionario pero el autor tiene que cuidar su
imagen y corregir las posibles imprecisiones transformándolo en un verdadero demiurgo de la
memoria.
El transcriptor que da forma existencial al testimonio del informante deja de ser el tradicional
observador pasivo de los relatos etnográficos, adheriendo emotivamente a la materia biográfica;
así que Barnet y Esteban Montejo se funden en un sujeto mestizo.