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ORM - Social - Media - Manager - (PG - 178 - 188)
ORM - Social - Media - Manager - (PG - 178 - 188)
Las condiciones de uso son fácilmente accesibles para los usuarios desde nuestra
web, blog y Facebook, y deben ser lo más detalladas posibles según nuestras
propias líneas de gestión de las mismas, siempre permitiendo la libertad,
pluralidad y tolerancia máxima sin cuestionar ningún comentario en virtud de
las opiniones personales vertidas, por supuesto, desde el respeto y la cordialidad.
los Social Media, y por lo tanto, de elegir con acierto los perfiles necesarios
para desarrollarla, es decir, la elección de Community Manager y Social Media
Manager.
Cuando hablamos de cómo los Social Media o Medios Sociales pueden potenciar
y beneficiar a los negocios, y especialmente a las PYMEs, olvidamos hablar de los
riesgos que corremos si la gestión de los mismos no es la adecuada. Obviamente,
con una exposición tan masiva como facilitan la Web 2.0 y una estrategia de
visibilidad, SEO y viralización, van a surgir problemas tarde o temprano: crisis
con usuarios descontentos, críticas más o menos constructivas y destructivas, y
como no, trolls, esos usuarios que sólo se dedican a sacar lo peor y explotarlo para
generar un ruido que por supuesto, nos perjudica como marca.
El impacto que puede tener hacer una búsqueda de nuestro negocio, marca o
productos en Google o cualquier otro buscador y que la primera página esté
llena de comentarios y críticas negativas, puede acabar con nuestro negocio, es
más, es el argumento de muchos, el miedo a dicha exposición, lo que hace que
todavía haya gran cantidad de pymes y empresas sin presencia en los medios
sociales. La realidad es que se quiera o sepa o no, posiblemente ya están hablando
de su negocio, y si aún no fuese así, pronto van hacerlo, por lo que facilitar la
monitorización, la escucha y los canales necesarios para controlar y gestionar
dichos comentarios, es una necesidad y una obligación.
Lo mejor en casos de crisis de este tipo, es participar en la conversación y
el diálogo cuanto antes, eso sí, contando con una estrategia ya planificada y
estudiada desde un principio, porque nos guste o no, las crisis van a llegar, y no
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un troll, unos usuarios contentos con la marca, ante una buena gestión de
crisis, se pongan de parte de la marca y la defiendan en contra del troll.
Eso sí, no debemos contar con ello, aunque siempre lo fomentemos.
Los usuarios que se sienten más vinculados a las marcas son los que
más conversación y diálogo generan: si un usuario se siente más parte
de una marca, de un producto, estará más dispuesto a defendernos, y no
olvidemos un hecho que hoy en día, contando con la figura del prosumer
es esencial: un usuario siempre va a confiar más en otros usuarios que
en la empresa. Por lo tanto, nuestro primer arma a la hora de solventar y
afrontar un conflicto o crisis de reputación, es fomentar y cuidar ese fondo
de evangelistas y defensores, usuarios que nos ayudarán y facilitarán la
resolución de la crisis, dentro de nuestra estrategia.
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que no importan los problemillas, ya que además hay una total confianza
en que la marca lo solucionará y será algo nimio. Conseguir un alto grado
de satisfacción y confianza como el de Apple es el mayor triunfo de una
marca al que sólo pueden llegar otras similares como Coca-cola o Google.
Las marcas deben siempre ser fieles a su impronta, porque son esos
elementos relacionados con su imagen y reputación los que fidelizan a los
usuarios, y no siempre los cambios son bien acogidos, especialmente si
van en sentido contrario a la política habitual.
No olvidemos que la Reputación Online incide de forma vital en lo que
usuarios fieles y potenciales clientes piensen sobre nosotros, en cómo
relacionarnos con ellos, y sobre todo, en la confianza que necesitamos
generar: una marca que interacciona, responde, actúa, dialoga y soluciona
siempre de modo efectivo, dinámico, directo y transparente, es una marca
que, aún con sus fallos a los que nadie es impermeable, afronta su realidad
y apoya al usuario, y por lo tanto, una marca de confianza.
1. Los usuarios que se quejan necesitan en primer lugar ser tratados como
personas, no como criticas, no como molestias, como problemas, así
que el primer consejo es un enfoque empático, basado en la solución de
problemas siempre que sea posible y sobre todo, en la respuesta directa.
El silencio nos puede dañar más aún.
2. Lo segundo es una implicación de aquellos perfiles corporativos que sea
aconsejable: me explico, una crisis severa para la imagen de una marca, de
una empresa, no la puede solucionar un Community Manager en solitario,
o al menos, no debería, sino que debe contar con un equipo, un comité de
crisis (algo que debe estar previsto en el plan de social media marketing).
Es decir, será en muchos casos necesaria la intervención e implicación de
Figura 3.56.
Manager sea capaz de gestionar un troll con habilidad, rapidez y mano derecha,
como suele decirse, depende de varios factores, el principal de los cuales se
basa en la prevención y la planificación, el tener ese plan de gestión de crisis
que cuenta con el Social Media Manager, el CEO y el director del área afectada,
como ya apuntábamos con anterioridad. Para empezar, tres acciones que jamás
debemos hacer:
1. Borrar los comentarios a no ser que sean ofensivos y/o contengan lenguaje
soez, insultos o comentarios despectivos hacia determinados sectores
(xenófobos, homófobos, machistas...) y apoyarnos en nuestra política y
condiciones de uso.
2. No contestar sintiéndonos aludidos y tomarlo como algo personal: hay
varios tipos de trolls, descritos a continuación, y cada uno requiere
"especial atención", pero en ningún caso debemos contestarles como si
nos ofendiesen.
3. No entrar en discusiones absurdas que no llevan a ningún lado.
Tipos de troll:
El troll es un usuario "maligno", por así decirlo, que se dedica de forma
implacable y aleatoria a buscar "carnaza" con la que despacharse a gusto a través
de los canales sociales, engañosamente amparado por el ilusorio anonimato que
permiten las Redes Sociales, y siempre con fines lúdicos personales. Es decir, el
troll se divierte insultando o criticando de forma inapropiada y constante sin que
importen demasiado los motivos que lo provocan, que pueden ser muy a menudo
el azar y poco más.
Eso sí, hemos de tener muy en cuenta que en la mayoría de los casos, los trolls son
conocidos más o menos de quienes los sufren: sean antiguos empleados ahora
descontentos con su despido o condiciones durante su periodo de trabajo en la
empresa, o incluso, la competencia, que nos pone a prueba.
Sea como fuere, si el troll es especialmente molesto o corrosivo, por no decir
agresivo, lo aconsejable es tomar acciones legales, ya que como antes apuntaba,
existen medios no sólo para identificarlos, sino para llevarlos ante la ley y que
respondan de sus actos y los daños que nos hayan podido producir.
Identificar a un troll como antiguo empleado o como competencia puede ser la
clave para una solución rápida de la crisis que pueda causar a nuestra imagen y
reputación, y debe estar así recogido en el plan de gestión de crisis.
Trolls:
Clasificar a los trolls permite otras muchas tipologías, pero en general, podemos
partir de esta base para saber cómo dirimir una estrategia adecuada con respecto
al que nos toque. Lo que nunca debemos olvidar es que cuanto más importante
sea nuestra marca, cuanta más visibilidad tenga, cuantos más fans, followers,
seguidores, etc. tengamos, más posibilidades tenemos de tener trolls, por lo que es
fundamental no implicarse, no sentirse atacado, no tomárselo como algo personal
y sobre todo, tener un plan de gestión de crisis ya preparado, porque no siempre
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1. Jamás, y digo jamás, tomarnos el comentario, sea cual fuere, como algo
personal, insisto una y otra vez en esto: perdemos la perspectiva, la
imparcialidad y lo más importante, nos apartamos del usuario, cuando lo
que debemos hacer es ser humildes y empatizar.
2. Averiguar cuanto podamos del usuario:
► ¿Es un troll? ¿De qué tipo?
► ¿Es un cliente con un problema o insatisfecho? Lo ideal es dar una
respuesta inmediata y ser resolutivos, llevarlos a nuestro canal de
atención al cliente y por supuesto, a nivel personal, es decir, privado,
ya que el cliente sentirá que nos importa y por otro lado, eliminamos
ese ruido posible.
► ¿Es un usuario que nos está recriminando algún tipo de acción
errónea, crisis de marca, etc.? En este punto, y más que nunca, si no
se cuenta con un plan de gestión de crisis, es cuando más debemos
plantear el tenerlo. Necesitamos un equipo que debe contar al menos
con el Director, el responsable de Marketing o Comunicación y el
responsable de los Medios Sociales. A partir de ese comité de crisis
podremos evaluar el problema y pensar qué acciones llevaremos a
cabo, por más difíciles que sean.
► ¿Podría ser un antiguo empleado molesto o descontento, o bien, la
competencia? Quizá deberían plantearse acciones legales después de
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