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Universidad del Atlántico Bases curriculares

Nathalia Gutiérrez Navarro

Seminario de prácticas II 2023-2 Docente Adriana Pineda

CURRÍCULO BASADO EN LA EXPERIENCIA: Los niños y niñas son sujetos de derecho,


capaces de transformar y aprender del mundo que los rodea con sus propias ideas y
pensamientos siendo autónomos y seguros de sí mismos. Es importante ponerle cuidado a la
educación inicial ya que es fundamental para el desarrollo infantil, enfocándose en el juego, la
creatividad y la equidad para brindar a todos los niños un inicio justo en la vida, esta es una fase
esencial para la vida de un infante que debe ser apoyada y diseñada para promoverle, brindarle
un desarrollo saludable y un amor duradero. Potenciar el desarrollo de los infantes es
garantizarle su derecho fundamental a la educación para aprender, a ser cuidados, y vivir
experiencias enriquecedoras.

Por otra parte, el papel del maestro influye mucho en la vida de los estudiantes porque este va
a pasar mucho más tiempo con los infantes y va a ser constructo permanente de situaciones y
ambientes que dan vida a las experiencias que los niños y las niñas viven, además de adaptarse
a las necesidades individuales de los niños, servir como modelo de comportamiento y
habilidades sociales, el maestro construye, enriquece y reorganiza para brindarle nuevas
oportunidades a los infantes, acompañándolos en su proceso de crecimiento y aprendizaje a lo
largo de su vida.

De esta manera, un currículo basado en la experiencia se centra en resaltar las experiencias y


logros relevantes en el cuidado y la educación de los infantes destacando sus habilidades, la
formación y la experiencia relacionada con el cuidado y la enseñanza de los infantes en la
primera infancia, donde los niños y niñas viven interacciones en su día a día. Este currículo se
construye basado en las experiencias vividas de los infantes que son capaces de crear imaginar,
que se emocionan, sienten y construyen su propio conocimiento por medio de sus ideas, de allí
también son fundamentales los maestros que brindan un saber, analizan, crean y reflexionan
para generar nuevas estrategias pedagógicas. Los maestros se dedican a planificar y proyectar
las experiencias vividas con los niños, niñas y familiares, dando a conocer sus capacidades y
valorar a los demás. Tenemos la responsabilidad de reflexionar sobre nuestro saber, investigar,
preguntarnos, recordar, explorar como enriquecer y construir nuestras ideas.

DESARROLLO Y APRENDIZAJE: El aprendizaje es una herramienta poderosa para


comprender y consolidar lo que hemos adquirido a lo largo de nuestras experiencias. A menudo,
nos sumergimos en el proceso de adquirir conocimientos y habilidades sin detenernos a
considerar lo que realmente hemos aprendido y cómo podemos aplicarlo en nuestra vida. Por
ende, es un proceso activo donde hay interacciones sociales y culturales de los infantes que les
permite desarrollarse de forma autónoma basado en sus ideas, conocimientos y pensamientos.

LAS INTERACCIONES: Las interacciones en la educación inicial son esenciales para el


desarrollo de los niños. Como padre/madre o cuidador, he notado cómo las interacciones
cercanas y cariñosas con los pequeños tienen un impacto profundo en su crecimiento. Al
proporcionar un entorno estimulante y afectuoso, los niños pueden explorar, aprender a
comunicarse y desarrollar habilidades sociales. Estas interacciones han demostrado ser
cruciales para establecer una base sólida en su desarrollo cognitivo, emocional y social, lo que,
a su vez, contribuye a un futuro exitoso en su educación y vida personal. esta forma de
relacionarse se vive a partir de tres acciones que confluyen en la cotidianidad: cuidar,
acompañar y provocar.

CUIDAR: debemos proporcionar un entorno seguro y afectuoso donde se atiendan las


necesidades físicas, emocionales, sociales y cognitivas de los niños en sus primeros años de
vida. Esto implica cuidado físico, emocional y social, además de estimular su desarrollo
cognitivo y pedagógico a través del juego y la exploración, creando así las bases para un
crecimiento saludable y un aprendizaje significativo.

ACOMPAÑAR: estar presente de manera activa y comprensiva en la vida de los niños,


brindándoles apoyo emocional, facilitando su exploración del mundo, y respondiendo a sus
necesidades individuales.

PROVOCAR: diseñar experiencias y entornos de aprendizaje estimulantes que despierten la


curiosidad y la participación activa de los niños, fomentando su exploración y descubrimiento a
través de actividades y materiales que inspiren su interés y creatividad. Estas provocaciones
pedagógicas permiten un aprendizaje más significativo y autónomo.
INDAGAR: La indagación es la interpretación de lo que hay detrás de las palabras de niños y
niñas: sus balbuceos, gestos, dibujos, juegos, canciones, exploraciones, que son el punto de
partida de sus prácticas didácticas predictivas. Así, los docentes pueden determinar qué juegan,
qué les gusta hacer, qué saben, qué temen y cuáles son sus intereses y habilidades.

PROYECTAR: Es la planificación y diseño de actividades, experiencias y entornos de


aprendizaje que estimulen el desarrollo integral de los niños en sus primeros años de vida. Esto
implica considerar sus necesidades, intereses y capacidades, promoviendo un ambiente en el
que puedan explorar, descubrir y aprender de manera activa y significativa, fomentando así su
desarrollo cognitivo, emocional, social y físico de manera equilibrada. La proyección en la
educación infantil es esencial para brindarles a los niños una base sólida para su futuro
desarrollo educativo y personal.

VIVIR LA EXPERIENCIA: Los maestros investigan y hacen recomendaciones didácticas,


recopilando información que los guía en la elección de las formas más relevantes de presentar
la participación con los niños, las familias, las estrategias de instrucción y los entornos
disponibles. Priorizar, respetar y tratar siempre de 'llevarlas más lejos' las experiencias de las
niñas, los niños y sus familias; dando paso a la incertidumbre y al surgimiento de mil estilos de
aprendizaje que tienen los niños y niñas.

VALORAR EL PROCESO: Esto implica no solo enfocarse en los resultados finales, sino
también en el progreso, el esfuerzo y la comprensión individual de cada niño, promoviendo un
ambiente de apoyo y fomentando su curiosidad, creatividad y autonomía en el proceso de
adquirir conocimientos y habilidades. La valoración del proceso reconoce que el aprendizaje es
un camino único y que el acompañamiento adecuado en cada paso es esencial para un
desarrollo integral y exitoso en la educación inicial.

Las bases curriculares son esenciales para la planificación y ejecución de programas educativos
en los primeros años de vida de los niños. Estas bases establecen un enfoque integral que
valora el juego, la exploración y el desarrollo de habilidades fundamentales, al mismo tiempo
que promueven la inclusión y el respeto por las diferencias individuales. A través de estas
directrices, se busca proporcionar a los niños una base sólida para su futuro aprendizaje,
preparándolos para enfrentar con éxito los desafíos educativos y sociales que encontrarán a
medida que crezcan.

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