1- En el caso de Katharina, una joven de 18 años que acude a Freud, cuando él estaba de vacaciones, para

ver si él le podía ayudar ya que otros médicos que ella había visitado no pudieron. Cuenta que a menudo
le falta el aire, provocándole una opresión en los ojos, haciendo también que su cabeza se le ponga
pesada, tenga mareos, etc. también comenta que siempre tiene la sensación de que va a morir y que
alguien está detrás de ella y la va a agarrar. A esto, Freud lo define como un ataque de histeria contenido
por la angustia, en donde más adelante que esta histeria tiene fundamentos de traumas de índole sexual en
donde se implica impresiones de la época presexual. Al preguntarle si ve algo cuando le ocurren estos
ataques ella comenta que siempre ve un rostro horripilante que la mira. Freud al preguntarle si el rostro
que ve es conocido y al recibir no por respuesta sigue indagando, preguntando cuando tuvo los ataques
por primera vez.
Comenta que esto ocurrió en el albergue de su tía hace dos años. Le cuenta que vio a su tío y a su prima
en una situación, que se da a entender de índole sexual, que ocasionó por primera vez esos ataques. Al
preguntar qué fue lo que vio que entendió de dicha situación la chica responde que no se acuerda. Se
puede ver como hay una resistencia, es decir que el paciente no recuerde que es lo que vio en dicha
escena. Al seguir indagando la muchacha le dice que dos días después del acontecimiento ella se sintió
muy mal, tenía mareos y vómitos. Freud y Brauer al comparar la sintomatología histérica llegaron a un
acuerdo de que en muchos casos al referirse al vomito significa en realidad asco.
Al preguntar qué fue lo que le dio asco y no obtener respuesta satisfactoria, sigue preguntando hasta que
ella cuenta dos sucesos previos, que vivió años antes con su tío que si bien en un momento no le dio
importancia, se puede ver como este trauma se genera en dos tiempos, primero en la infancia, restándole
importancia tanto ella como el adulto al que cuenta, como en la primera situación que ella solo se enojó
porque no la dejaba dormir y en la segunda como su tío entra a la habitación que ella estaba compartiendo
con su prima y su alza arriba de esta última; y luego en la pubertad, cuando ocurre un suceso traumático
generando que el recuerdo vuelva a aparecer y genere displacer nuevo. Ella al ver esa situación de la
pareja copulando se estableció al instante una conexión con esas dos series de reminiscencia, empieza a
comprender la situación y al mismo tiempo a defenderse, es decir que el yo mueve esas representaciones
que ella vivió al inconsciente generando que esas representaciones reprimidas motiven a la aparición de
síntomas.
Este afecto traumático también genera una disociación de la conciencia, que es lo central de la histeria, en
la chica en varios grupos de representaciones, debido a que no se le dio importancia en el momento, hace
que la muchacha no recuerde, hasta que habla con Freud, de las situaciones que vivió con su tío. Al ir
contando esto se puede ver que la muchacha en un principio al pensar que le dio asco ver a su tío con su
prima, no le dio asco la situación en sí, sino que lo que ocurrió que es se acordó de la sensación que tuvo
cuando ocurrió esa situación anteriormente.
Luego de aclarar por qué le dio asco ver esa situación, Freud le pregunta sobre la cara furiosa e la persona
que la quiere agarrar, ella responde que es su tío que estaba furioso con ella amenazándola de que le va a
hacer daño. Si bien ella lo cuenta, el sentimiento de angustia sigue estando, esto se debe a que hay una
histeria abreaccionada en gran parte; no hubo una reacción adecuada, ya que ella en su momento no pensó
que podría haber algo grave en esa situación y también que al contarle a su tía sobre esos episodios le
restó importancia, al no haber una catarsis sobre estos traumas se puede ver como se genera una
sobrecarga que genera los síntomas en la chica posteriormente.
2-En este caso Freud no utiliza la hipnosis sino que hace asociación libre, es decir que haya un ida y
vuelta entre paciente y médico, en donde se le brinda la palabra al paciente, es decir que ella relatara con
mayor claridad posible los hechos que consideraba significativos, así como sus posibles interpretaciones.