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PRIMERA PRUEBA PARCIAL DE

TEORÍA LITERARIA

Alumna: Sara Rosa Costa

Prof. Madisleidy Corredera Pérez.

Teoría Literaria II

Cerp del Norte 2023


Consigna:

-Escoger una composición poética escrita en lengua española y realizar un análisis

contemplando los siguientes aspectos: tema o motivos temáticos, sujeto lírico, figuras retóricas,

composición estrófica, el metro y la rima, estos últimos si fuera pertinente. El análisis de los

distintos componentes no debe realizarse por segmentos aislados, recuerden que el análisis debe

vincular los aspectos formales con el contenido del poema.

-Pueden consultar y citar bibliografía relacionada con el autor y con la composición

poética seleccionada en general, siempre y cuando esto tribute al análisis del poema.

*No puede repetirse la obra seleccionada de un estudiante a otro.


Introducción:

En el presente trabajo se pretende realizar un abordaje teórico práctico a un texto

perteneciente al género lírico. El texto seleccionado es la rima XI de Gustavo Adolfo Bécquer

(1836-1870), que está considerado el más importante poeta del Romanticismo español a pesar de

ser un romántico rezagado, pues cuando Bécquer escribió sus poemas (recopilados en Rimas) , el

Romanticismo ya dejaba de ser el movimiento artístico más importante. Su poesía suele ser sencilla

en la forma, pero llena de emoción y sentimiento, y suele ocuparse de temas como los sueños, la

soledad, la propia concepción de la poesía o el amor.

Bécquer es uno de los más grandes autores de la literatura española, fue uno de los

precursores del movimiento romántico que se desarrolló a partir del año 1823 en España, con la

publicación de la revista “El europeo” que constituye el primer ensayo de exposición semántica y

de defensa fundamentada de los principios y de las doctrinas del romanticismo, aunque sin

embargo, la implantación plena de del romanticismo en España fue en 1830 con la emigración de

un nutrido grupo de intelectuales españoles a Francia e Inglaterra a consecuencia de la instalación

del régimen absolutista en España. Aunque el romanticismo surgió y se desarrolló anteriormente en

otras parte del mundo en España tuvo su auge en la segunda mitad del siglo XIX, el mismo es un

movimiento que tiene cierta influencia del “Strum und Drang”, y fue definido como un movimiento

donde prima el desarrollo de los sentimientos y del individualismo, por encima de la razón y la

voluntad del autodominio, buscando en el pasado, más específicamente en la Edad Media. Según

Manuel de Montoliu “El romanticismo fue fijado de manera definitiva como designación de un

nuevo movimiento por el cenáculo constituido por Tieck, Novalis, Wackenroder, Shleiermacher y

los hermanos Schelgel”.


Análisis de una composición poética:

A través de los elementos que nos brinda la teoría literaria para abordar el análisis de un

texto literario podemos apreciar como en estos versos Bécquer ha trasmitido sentimientos

complejos de una manera sencilla y al mismo tiempo muy original, como es la estructura dialogada

de esta rima.

Para la realización del análisis literario de un texto lirico, debemos tener en cuenta las

narraciones y descripciones que contengas, según lo señala Barthes, que a su vez están subordinadas

a expresar la subjetividad, cumpliendo la función connotativa, contenida en una gran metáfora. Dice

entonces, Beristain, que la interpretación de un texto lirico debe tener dos etapas, primero analizar

los elementos específicos que constituyen la organización interior con los elementos del contexto,

utilizando para eso el “método estructural”, para llegar a la comprensión del texto: qué dice y cómo

dice. La lectura cumple un papel fundamental en la interpretación de un texto y en su análisis, y

pueden ser de dos formas: la lectura comprensiva, donde vemos el texto como un mensaje; la

lectura interpretativa, vemos el texto como un mensaje sobre-determinado. La estructura de un texto

es, pues, una red de articulaciones y relaciones que establecen las partes entre sí y con el todo, por

lo que, la estructura se manifiesta durante el análisis y se revela como una realización, de un sistema

dado.

La autora Beristain expresa que partiendo de la teoría de Saussure, donde separa las

estructuras de análisis de la lengua, y las define como distintos niveles de análisis, contamos

entonces con, herramientas que nos permiten, a la hora de analizar un texto, desmenuzarlo para

captar la totalidad de la obra. Entre los niveles están “el fónico, que se refiere a sonidos que no son

fonemas, tales como la cantidad vocálica o el acento involucrados, ambos, en el ritmo del discurso.

El fonológico, que abarca los fonemas. El morfológico, que atañe a la forma de las palabras. Y el

sintáctico, al que pertenece la forma de la frase y, por otra parte, el deslinde de varios niveles del

significado: el léxico-semántico, que abarca fenómenos retóricos: los antiguamente denominados

tropos de palabra o tropos de dicción, como la metáfora, y el nivel lógico, que contiene las figuras
de pensamiento” (Beristain, Helena- 1986, Pág. 62). Por lo que la lectura requiere tomar en cuenta

el texto en sí mismo, para algunas figuras, como es el caso de la gradación, y por otra parte, este

mismo nivel lógico contiene también los “tropos de pensamiento”, que abarcan segmentos

discursivos más extensos que los tropos de palabra.

Rima XI

—Yo soy ardiente, yo soy morena,

yo soy el símbolo de la pasión,

de ansia de goces mi alma está llena.

¿A mí me buscas? —No es a ti, no.

—Mi frente es pálida; mis trenzas, de oro:

puedo brindarte dichas sin fin;

yo de ternura guardo un tesoro.

¿A mí me llamas? —No, no es a ti.

—Yo soy un sueño, un imposible,

vano fantasma de niebla y luz;

soy incorpórea, soy intangible.

No puedo amarte. —¡Oh ven; ven tú!

Gustavo A. Bécquer.

Para la realización del análisis literario de cualquier texto contamos con herramientas,

teorías y métodos que nos brindan los parámetros necesarios para un abordaje adecuado, en una

primera instancia debemos tener en cuenta a que género pertenece el texto, su contexto y su autor,
como elementos que sirven para el abordaje. En este caso nuestro texto pertenece al género lírico,

ya que su estructura está compuesta por estrofas y estas a su vez de versos, que tienen

(generalmente) cierta rima y musicalidad, pero principalmente, tener en cuenta que es un texto

cargado de sentimientos, expresados por un sujeto, nos preguntamos ¿quién es ese sujeto? A este lo

definimos como “yo lírico”, que va a representar (según el esquema de Jackobson), el emisor.

La rima XI pertenece a Gustavo Adolfo Bécquer, se trata de una obra del género lírico, el

poema consta de tres estrofas formadas por cuatro versos decasílabos; como señala Navarro

“Bécquer divulgo con sus rimas el cuarteto de impares sueltos y pares asonantes, en toda clase de

combinaciones de endecasílabos y heptasílabos”, tratándose de versos simples de arte mayor,

puesto que para el autor Bécquer introdujo una nueva modalidad de romance más flexible. Los

versos impares riman en asonancia entre sí; mientras que los pares riman en consonante.

Como señala Helena Beristain este tipo de género se caracteriza por la rima y la

musicalidad, que hace de fácil reconocimiento para el lector u oyente, en esta rima el acento

estrófico recae en la silaba impar, por lo que el rimo es trocaico. Navarro expresa que los versos

“decasílabos compuesto”, es conocido desde lo antiguo, pero escasamente usado “el decasílabo

compuesto de hemistiquios pentasílabos recibió extenso cultivo entre los poetas del periodo

romántico.” Por lo que los dos tipos rítmicos del pentasílabo, dactílico y trocaico, consta de dos

pentasílabos dactílicos; acentos en primera y cuarta de cada hemistiquio; se halla en pasajes

uniformes del decasílabo polirritmico compuesto y predomina la modalidad trocaica. Además

señala el autor que Bécquer mantuvo la forma “asonantada” del romance en casi todas sus rimas,

cualquiera que fuera el metro que emplease.

La estructura del poema como mencionamos consta de tres estrofas que se desarrollan en

forma de diálogo, entre un hombre (el yo lirico) “—No es a ti, no.” la presencia de este se percibe

en el último verso de cada estrofa; y tres voces femeninas que se describen a sí mismas a través del

pronombre “yo” y “mi”. Esta presencia de ambas voces en cada estrofa marca la división de cada

verso, que queda específica en el último verso, donde se percibe la presencia de diferentes voces.
Vemos como la obra ofrece al lector los elementos propios de la comunicación, como es la

presencia del emisor, el receptor, el mensaje y los demás elementos del esquema lingüístico de

Jackobson, y como señala Beristain lo que hace que el discurso sea literario, es la función poética,

que da lugar a la función emotiva donde el “yo lirico” transmite contenidos emotivos y en el género

lírico como señala la autora la atemporalidad del poema también va a contribuir para establecer el

marco discursivo. Por lo tanto como señala Beristain el “yo lírico” o el sujeto enunciador del

discurso es un conducto que comunica lo intratextual con lo extratextual. Por lo que podemos decir

que la actitud del sujeto de la enunciación, es la de quien manifiesta su propia intimidad, sus

emociones, sensaciones, experiencias y estados de ánimo, su “yo interno” y se identifica con la

presencia de un “tú” que no está frente al “yo”

Todos los elementos empleado por el autor en la creación poética también hacen parte del

estudio de la teoría literaria, como por ejemplo el uso del diálogo para transmitir el tema central del

poema, en este caso la presentación de tres mujeres que se describen y se ofrecen al yo lírico.

Ambas con perfiles diferentes, la primera es descripta en la primera estrofa como morena, pasional

e irresistible. La segunda aparece en la segunda estrofa y es rubia, tierna y buena amante. Por ultimo

aparece en la tercera estrofa otro tipo de mujer espiritual, idealizada, inalcanzable, ya que no lo

ama, y es la que persigue, ya que rechaza a las otras dos presentadas anteriormente.

Los temas desarrollados en esta rima están relacionados con la experiencia amorosa y dos

pueden ser los sentimientos expresados por Bécquer, lo que estaría de acuerdo con la postura de

Helena Beristain, ya que según la autora, citando a otros autores, el poeta y el yo lírico son una

misma persona, ya que no pueden existir por separado, debido a que el poeta es poeta en todo los

momentos de su vida, y lo que plasma en su obra son esas experiencias que comparte con el mundo,

en este caso conociendo la vida del autor podemos suponer que expresar el rechazo que siente por

parte de la mujer de la que está enamorado por la musa de sus poemas, la elegante cantante de ópera

Julia Espín.
Sabemos que la forma de sentir de cada ser humano es particular, principalmente en la

experiencia amorosa. Sin embargo, la mayor parte de los sentimientos de este tipo son muy

parecidos y entran a formar parte de los conflictos relacionados con el entendimiento amoroso,

provocando una identificación del lector. Por otro lado, si no conociéramos su vida, podríamos

decir que la obra expresa las dificultades que siente el poeta para encontrar una mujer ideal y esta

dificultad le produce angustia porque es un amor imposible.

El tema del poema, que en este caso es la presentación de la mujer ideal de la que está

enamorado el poeta; se relaciona íntimamente con el contexto histórico, social y cultural en el que

se desarrolla, ya que como señala Beristain el poeta se desarrolla dentro de un marco “histórico-

cultural” que a su vez condiciona las vicisitudes y carencias de su vida creativa. Como ya lo

mencionamos la obra Bécquer pertenece al movimiento literario denominado romanticismo, por lo

tanto su obra está condicionada por el mismo. La presencia de la mujer idealizada, inalcanzable es

uno de los temas más recurrentes por los poetas de la época. A su vez la autora señala que la

presencia de la obra se da en el lector que se encuentra dentro de un marco histórico- cultural

determinado, y el lector tiene que captar los significados del poema dentro de su propia perspectiva,

por lo que esa lectura se produce desde dos puntos de vista, el del lector y el del poeta, señalando

que la significación de la obra no es una propiedad intrínseca del texto.

Según Beristain en el texto lírico el lenguaje empleado por el poeta es un rasgo característico

del mismo, y ayuda a producir la “seducción” en el lector “La recreación del lenguaje .nace de la

capacidad para establecer asociaciones inhabituales, para relacionar de modo personal objetos que

pertenecen a diferentes esferas de la realidad, y sirve al lector para “romper los modos

convencionales de percepción y valoración”…” la utilización de los recursos de que se sirve el

poeta como las metáforas, las aliteraciones, entre otros; produce el “extrañamiento” en el lector,

como expresaban los formalistas rusos, ya que produce en el lector de la obra una percepción

estética rarificada, con la intención de des- automatizar el lenguaje. El poema contiene una multitud

de “figuras retóricas” en un tono de insinuación y sencillez, como por ejemplo podemos ver cómo
las tres estrofas mantienen una estructura paralelística entre ellas, ya que se estructuran como la

presentación de la dama, y en su requerimiento amoroso en las dos primeras.

En la primera estrofa hay además varios paralelismos internos, que se pueden ver al repetirse

la estructura “yo + atributo”, por ejemplo “Yo soy ardiente”, “yo soy el símbolo de la pasión”. Otra

de las figuras retoricas que están presentes en la rima es la anáfora, ya que se repite la primera

palabra de cada verso “yo”, en cambio en la segunda estrofa la estructura repetida es “Mi”. Otro de

los elementos empleados por el autor para la des-automatización del lenguaje es la utilización de la

antítesis, que a su vez sirve para reflejar la lucha entre elementos contrarios que condicionan el

poema, como la presencia de un “yo” del inicio del poema y el “tu” del final, llevándonos a pensar

que se trata de una búsqueda del yo lírico de complementarse con una amada idealizada . Kayser

Wolfgang manifiesta que en la construcción de una poesía, no es raro que esta esté determinada por

intensificaciones anafóricas.

El autor utiliza en el segundo verso la repetición del sonido de la letra “S” como por

ejemplo:

“yo soy el símbolo de la pasión

de ansia de goces”

Figura retórica denominada aliteración, que se utiliza también en los versos seis con la

repetición del sonido “I” y en el verso nueve con la repetición del sonido “S” nuevamente. En el

análisis retórico de la rima podemos señalar la presencia del uso de los hipérbatos, en el verso tres

“de ansia de goces mi alma está llena” y en el verso siete “yo de ternura guardo un tesoro”, estos

constan de cambiar el orden normal de las palabras. Podemos decir que por el tema que trata, la

utilización del poema es el mejor formato para comunicar el mensaje. Por lo tal, como texto literario

encontramos recursos retóricos que son especialmente utilizados en la lírica.

Para Wolfgang “La verdadera eficacia de las imágenes radica sin duda. Parcialmente. En

su relativa visibilidad, comparada con lo que la lengua puede producir de ordinario. Pero aquella
eficacia es mucho mayor en la producción de contenido expresivo.” El autor señala entonces que la

“poesía rica en imágenes” consta de darnos una imagen parcial, de la idea del autor, de dejar sobre

el lenguaje un “velo”, que el lector o crítico debe develar, a modo de expresar sentimientos con

intensidad, con expresividad que el lenguaje ordinario no le hace juicio.

La metáfora es otro de los recursos literarios, más importante según un gran número de

autores, la metáfora es entendida como uno de los medios más activos para ampliar el significado, y

para poner en movimiento lo que penetra en él. A través de las metáforas vemos que las palabras

no poseen sólo su respectivo significado, sino también “energías sugestivas”, valores "sociales".

Bécquer utiliza metáforas para expresar la intensidad de los sentimientos del yo lirico, por ejemplo,

en el verso “yo soy ardiente, yo soy morena”, la palabra ardiente se utiliza metafóricamente para

describir la pasión y el fuego interior del yo lirico.


Conclusión:

La rima XI de Bécquer se puede analizar desde diferentes perspectivas de la teoría literaria,

como por ejemplo desde el punto de vista de la métrica, sigue una estructura de versos decasílabos,

en cuanto a la temática aborda el tema del amor y la pasión, utilizando imágenes y metáforas para

expresar los sentimientos del “yo lírico”. En lo que corresponde al estilo, se caracteriza por su

lenguaje poético, el uso de recursos literarios y la creación de una atmósfera romántica y expresar la

pasión y el deseo del yo lírico. El poema refleja el espíritu del romanticismo porque habla desde

el interior del individuo el “yo lírico” y da lugar a un sentimiento “el amor”, en este caso un amor

imposible.

A través de las distintas teorías, de estudio y de análisis podemos profundizar en una obra y

principalmente lograr llegar lo más cerca posible al significado de la misma. Podemos ver cómo es

importante el conocimiento teórico, ya que el género lírico, al igual de que los demás, poseen

particularidades que son de índole general y que los encuadran dentro de determinado género y

movimiento, y es con el conocimiento previo con el cual podemos identificarlas.

Bibliografía:

• Análisis e interpretación del poema lírico, Helena Beristáin.


• Diccionario de retórica y poética, Helena Beristáin.
• Métrica española, Tomás Navarro Tomás.
• Interpretación y análisis de la obra literaria, Wolfgang Kayser.
• Rima XI - Poemas de Gustavo Adolfo Bécquer (poemas-del-alma.com)
• Biografía de Gustavo Adolfo Bécquer - Gustavo Adolfo Bécquer (cervantesvirtual.com)
• hauser-arnold-historia-social-de-la-literatura-y-el-arte-romanticismo.pdf (wordpress.com)

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