Jedson Español - Cora Brent

14/5/2021 Intitulado
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JEDSON
Las ruinas del emblema
CORA BRENT
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CONTENIDO
Sobre este libro

También por Cora Brent:
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Prólogo
1. Ryan
2. Leah
3. Ryan
4. Leah
5. Ryan
6. Leah
7. Ryan
8. Leah
9. Ryan
10. Ryan
11. Leah
12. Ryan
13. Leah
14. Ryan
15. Leah
16. Ryan
17. Leah
18. Leah
19. Ryan
20. Leah
21. Ryan
22. Leah
23. Ryan
24. Leah
25. Ryan
Epílogo
Querido lector,
Datos de contacto
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SOBRE ESTE LIBRO
¡JEDSON es un enemigo a los amantes independiente lleno de angustia, secretos, venganza y todo el calor!
LEAH
Cuando era demasiado joven para conocer algo mejor, Ryan Jedson me fascinaba.
Después de que se fue a la fuga, pensé que nunca lo volvería a ver.
Estaba equivocado.
Ahora que está de regreso en la ciudad, me doy cuenta de que es una mala idea llamar su atención.
Y sin embargo, no puedo evitarlo.
A veces quieres el que no deberías querer.
Pero hay una complicación.
No tiene idea de que yo soy la razón por la que su vida se vino abajo.
Y no sé qué hará si alguna vez se entera.
Ryan
En la época en que éramos vecinos, ella era demasiado joven, ni siquiera merecía una segunda mirada.
Sin embargo, han pasado seis años y ahora Leah Brandeis es un juego limpio.
Veo cómo me mira.
Entiendo que ella piensa que su secreto está a salvo.
Y yo sigo el juego.
Por ahora.
Pero pronto saldrá la verdad y habrá un infierno que pagar.
Porque sé lo que hizo.
Siempre lo he sabido.
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DIBUJAR (Saylor y Cordón)
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TURN (Cassie y Curtis)
MANTENER (Una novela)
PRUEBA (Derek y Paige)
Las ruinas del emblema

TRISTAN
JEDSON (Lanzamiento el 27/6/19)
LANDON (lanzamiento a principios de 2020)
Trabajado
ENCENDIDO
CLAVADO
Stand Alones
REVOLTOSO
EN ESTA VIDA
COSO
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tiene licencia solo para su disfrute personal.
Este libro es un trabajo de ficcion. Cualquier parecido con personas vivas o muertas es pura coincidencia. Cualquier similitud con los eventos.
o situaciones también es coincidencia.
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© 2019 por Cora Brent

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Foto de portada: Sara Eirew
Creado con Vellum
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PRÓLOGO
Leah
Hace seis años
No esperaba que se fijara en mí y al principio no lo hizo. Tenía que estar aquí para visitar a su madre, Celeste. Él
nunca apareció por ninguna otra razón.
Hace tres años, Ryan Jedson se convirtió en una vista rara en mi mundo cuando se saltó Emblem.
Alto y salió de la puerta principal de Celeste con una sucia bolsa de lona verde musgo colgada del hombro y un
cigarrillo colgando de sus labios. Ya no era el niño que vivía con su madre en un remolque en la
borde de la propiedad de mi familia. A partir de entonces, fue afiliado de los gánsteres, traficantes y colectivos de Emblem.
cultivadores del infierno.
Esta fue solo una noche ordinaria de sábado no festiva y nadie esperaría que Ryan mostrara
arriba. Salió de la camioneta Dodge marrón y amarilla estropeada que acababa de remover una neblina de tierra en
el paisaje después de que se quemó más allá del camino de entrada circular y sobre la superficie polvorienta antes de detenerse frente
del remolque rojo y gris que parecía una casa pequeña en miniatura. Era como una inyección de adrenalina
masculinidad letal y había estado causando estragos en mi pulso desde los once años, cuando mi corazón
atrapado en mi pecho un día y aprendí algo nuevo:
Estaba total, irreversiblemente y agonizante enamorado de Ryan Jedson.
No importaba que fuera cinco años mayor, que un sinfín de chicas ya se hubieran estado cubriendo.
sobre él durante años y que nunca me habían reconocido como otra cosa que el niño pequeño que vive en el gran
casa de al lado. Esperaba que en algún lugar de mi escuálido cuerpo acecharan los mismos ingredientes genéticos que
le había dado a mi madre su apariencia de página central. Todo lo que tenía que hacer era esperar.
A los quince todavía estaba esperando.
Antes de que Ryan apareciera, había estado soñando despierto, viendo el crepúsculo otoñal derretir las sombras juntas
desde mi posición en lo alto de una caja vacía de mangueras de jardín ubicada al lado del viejo cobertizo más allá del huerto de cítricos.
La caja era solo un artículo hundido de plástico endeble, capaz de ceder debajo de mí. No había planeado hacerlo
pasar el rato aquí. Solo estaba tratando de mantenerme fuera de la trayectoria de borrachera de mi madre mientras se tambaleaba alrededor del
casa buscando algo por lo que irritarse. Con mi hermana mayor Daisy desaparecida hace mucho tiempo y mi padre
pasando la mayor parte de sus horas de vigilia trabajando en su bar, sus objetivos eran limitados.
Pero ahora podría estar agradecido por el mal humor de mi madre, feliz de que Luanne fuera el tipo de madre
escondido si uno quería permanecer cuerdo e intacto. Si hubiera sido una madre diferente, podría haber perdido
viéndolo.
Mis rodillas se apretaban pero apenas me atrevía a moverme, a exhalar. Se paró de espaldas a mí y miró
en el horizonte a pesar de que no había nada que valiera la pena mirar en esa dirección. Solo unos pocos superficiales
colinas y algunos remolques distantes que estaban más descuidados que en el que había crecido. Se quedó en un lugar
durante mucho tiempo, estirando los brazos sobre su cabeza y luego cruzándolos detrás de su cuello como si estuviera
posando.
El estaba deslumbrante.
Fue icónico.
Él era cada valla publicitaria sobreexpuesta en Times Square y los dioses antiguos de Grecia.
Ryan Jedson era mi sueño.
Contuve la respiración mientras memorizaba con avidez los detalles. El cabello de Ryan era más largo de lo que solía ser. Y el
era más grande ahora, obviamente golpeando el banco de pesas y construyendo más masa en los impresionantes músculos
atando sus brazos. Hubo un tiempo en que solía verlo todos los días. Ahora tenía que conformarme con avistamientos
por la ciudad y sus infrecuentes visitas aquí. Todavía no se había acercado a la puerta del remolque y yo
se preguntó si todavía tenía su propia llave. Era una lástima que Celeste no estuviera en casa. Su rostro resplandeció al ver
su único hijo sin importar qué tipo de rumores lo siguieron. Solía envidiar a Ryan por la madre que era
nacido para. Mi propia madre generalmente me miraba como si acabara de descubrir mi existencia y la encontrara.
ofensiva.
"¿No vas a decir nada?" Habló en voz alta. No había nadie más alrededor.
Ryan se volvió y fijó sus ojos oscuros en el lugar donde me había imaginado que era invisible. Nunca tuve
había visto a su padre, el hombre que había salido de la vida de su hijo hacía eones, pero todos decían que Ryan era el que escupía
imagen del duque Jedson. Lo creí porque no se parecía en nada a la pequeña y rubia Celeste. Ryan era todo
músculos enroscados y vitalidad ardiente de cabello negro.
Cuando no respondí, suspiró y se rascó la cabeza. ¿Qué está pasando, Leah? nunca pensé
me tendrías miedo. "
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Me las arreglé para hacer trabajar mi lengua. "No te tengo miedo, Ryan."
"¿Entonces por qué te escondes?"
Desplegué mis piernas, ignorando mis rodillas palpitantes mientras bajaba y salía de la penumbra.
"No me estaba escondiendo", discutí, moviendo mi cabello sobre mi hombro. "Estaba observando".
“¿Observando qué? ¿Me?"
Las llamas internas abrasaron mis mejillas. "No. El atardecer." Aclaré mi garganta, comprándome unos segundos.
Tu mamá no está aquí. Ella siempre está trabajando en el refugio. Ni siquiera puedo verla mucho ".
Encendió un cigarrillo y se tomó su tiempo para exhalar una nube de humo. "Yo sé eso."
"Entonces, ¿por qué viniste?"
Una perspectiva salvaje de repente atravesó mi mente. Me imaginé a Ryan tirando su cigarrillo, cruzando
la distancia entre nosotros y estirar la mano para acunar mi rostro en sus grandes manos.
Vine por ti, Leah. Te deseo."
Pero, por supuesto, no hizo tal cosa.
Dio otra calada y miró más allá de donde yo estaba, en la única casa que podría recordar.
viviendo en. Sabía que era una casa muy bonita para los estándares de Emblem. Mi abuelo murió cuando yo tenía tres años.
y mi padre ganó lo suficiente de su herencia para construir la casa personalizada que su esposa exigía y
compra un viejo pozo de dinero en un bar llamado Dirty Cactus.
Ryan seguía pensando. "A veces sientes que necesitas volver a casa, aunque sea por unos minutos".
Había una cualidad cruda en la forma en que hablaba. Sus palabras se convirtieron en un eco desolador.
Tragué saliva y pasé mis ojos sobre él de nuevo, esta vez notando algo que se había escapado de mi
atención antes. "Eso es sangre, ¿no?"
Volvió a mirarme, mirándome en silencio, tal vez sopesando si yo era lo suficientemente crédulo como para que me mintieran.
y luego decidir que no tenía sentido. "Sí. Es sangre ".
"Hay ... mucho".
¿Cómo no pude haberlo visto antes? Sus brazos estaban manchados de sangre seca y la mancha cubría
el tercio inferior de su camiseta.
"¿Estás bien?"
El se encogió de hombros. "Estoy bien. La sangre no es mía ".
La admisión me dio una emoción extraña. "¿Qué pasó?"
Dejó caer el cigarrillo al polvo y lo aplastó bajo su bota negra. "Nada que quieras escuchar
acerca de. Es bastante jodidamente malo ".
La emoción se estaba desvaneciendo. "Dime de todos modos."
"No. Te daría pesadillas ".
"No soy un niño. No tengo pesadillas ".
Me miró de arriba abajo. No me estaba mirando. Nunca había hecho eso, ni una sola vez. Yo siempre
Ojalá lo hiciera para que me hubiera dado cuenta. Hubo otras miradas de soslayo que vinieron de hombres
además de Ryan; algunos de los amigos de mi padre y algunos de los clientes del bar que merodeaban afuera
buscando problemas y mujeres. Eso es todo lo que alguna vez fueron, solo miradas, solo un guiño fugaz que incluso si
No les ofrecí mucha vista. Yo tampoco era un niño.
Ryan todavía me miraba igual que siempre. Y Ryan era el único que me importaba.
"No tienes que ser un niño para tener pesadillas", me dijo.
Observé la sangre mientras el crepúsculo continuaba ahuyentando la luz del sol. "¿Alguien ha muerto?"
Estaba preocupado. "Supongo que podría morir".
"¿Qué pasó?"
"Cabreó al hombre equivocado". Ryan entrelazó las manos sobre su cabeza y exhaló ruidosamente. "Amable
de extraño que termine siendo yo para llegar a él. Es solo un delincuente que me debe dinero. Harry debe mucho
de la gente mucha mierda ".
"¿Harry?" No podía pensar en nadie llamado Harry. "¿Esa es su sangre?"
Ryan negó con la cabeza. "No importa."
Envolví mis brazos alrededor de mí, lidiando con mi confusión. De vez en cuando un fragmento de
información sobre Ryan Jedson llegó a mis oídos. Siempre lo aprovechaba con avidez, hambriento de detalles sobre
su vida.
Había tenido algunas peleas con la ley. Que yo sepa, nunca había hecho nada violento, sin embargo, hizo
gente nerviosa. Siempre había chicas en su órbita, chicas con mucho más que ofrecerle que yo. Él era
No se sabe que esté apegado a ninguno de ellos en particular, pero nunca dejaron de seguirlo. Yo no
Culpalos a ellos.
Ryan era alto, probablemente treinta centímetros más alto que yo. Y fuerte. Sus brazos estaban prácticamente
saliendo de su camisa. Ahora lo estaba mirando, su camisa. Estaba frunciendo el ceño ante la mancha de otro hombre.
sangre. Con un movimiento fluido, alcanzó detrás de su cabeza y tiró de ella, apretándola en un puño como
de repente no pudo soportar más sentirlo en su piel. No se dio cuenta de mi jadeo al ver su desnudo
El pecho y las mangas del tatuaje suben y bajan en espiral por ambos brazos. Una sensación única tiró dentro de mi vientre
y se agruparon más abajo, el tipo de sentimiento que se apoderaría de mi cuerpo al amparo de la oscuridad cuando mi
la mente se extravió y permitiría que mi mano se deslizara entre mis piernas. Y pensaría en él. Siempre él.
"Te vi", dijo. “Hace unas semanas en el Emblem Mart. Caminaste a la derecha y fingiste que eras
no me vio. "
"Tal vez sea porque no te vi", mentí.
Sabía muy bien que el día en el Emblem Mart no era hace unas semanas. Había pasado exactamente dos
meses antes. Yo era culpable de ser el más organizado de los nerds e incluso había marcado la ocasión en mi
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planificador de estudiantes. '¡Vi R hoy!' , embelleciendo la entrada con miserables corazones de color púrpura Sharpie.
Durante la primera semana de clases, me quedé hasta tarde para una reunión del consejo estudiantil, deteniéndome en la tienda el
camino a casa para tomar un refresco de naranja. Estaba de pie en la fila de la caja con una bolsa de chips de maíz.
y una botella de cerveza de cuarenta onzas, aunque sabía que tenía otros nueve meses antes de cumplir los veintiún
cumpleaños. Permaneció concentrado en su teléfono y no levantó la vista cuando entré por la puerta.
Sin embargo, alguien más lo hizo.
Gina Scarpetti y su trío de porristas con muerte cerebral estaban agrupados justo detrás
Ryan Jedson, con sus ojos esperanzados sobre él mientras sacaban el pecho y se subían las faldas.
Él los ignoró. Gina siseó algo a sus amigos. El grupo miró en mi dirección y se rió disimuladamente. Escuché el
comentario y cerré los puños mientras me escabullía de regreso a la sección refrigerada, permaneciendo allí hasta que estuve
Seguro que la costa estaba despejada. Prefiero lamer el asfalto de Main Street que ser humillado frente a Ryan.
Pero lo había escuchado de todos modos y ahora, dos meses después, me miró con curiosidad. "Esas chicas,"
él dijo. “Te llamaron Bites. ¿Por qué?"
No esperaba la pregunta. No quise contestar. Mis esperanzas de que el insulto muriera en lo alto
la escuela no se había hecho realidad hasta ahora. Puede que Gina Scarpetti no haya creado el apodo, pero lo repitió
la mayoría de las veces. La fuente fue la clase de gimnasia de octavo grado y una observación brutal de Robbie Peterson,
que jugaría descuidadamente con fuegos artificiales el verano siguiente y perdería su mano derecha. Pero ese dia en
clase de gimnasia, aún no había perdido la mano y se detuvo con una pelota de baloncesto en la palma y miró en mi dirección.
“¡BAHAHA! Las tetas de Leah son del tamaño de una puta picadura de mosquito ".
Y debido a que Gina Scarpetti era a partes iguales cruel y estúpida, no podía dejar ir una materia prima como esa.
perder. Supuso que el insulto era peor que el último que se le ocurrió.
Corte de pelo.
Alguien podría suponer que uno no sonó tan mal. Estarían equivocados. Escucharlo fue incluso peor
que mirarse en el espejo en esos días terribles, peor que ver a la chica de pelo corto y pecho plano que
le devolví la mirada, casi peor que recordar cómo me había vuelto así. Ningún poder en la tierra podría hacerme
repita la verdad sobre esa historia a Ryan Jedson. Jamas.
"No sé por qué diablos me llamaron así", anuncié. "Tienen gusanos por cerebro y
son unos idiotas ".
Le gustó esa respuesta. "Estoy seguro de que lo son".
"Grandes imbéciles". Suspiré. "No puedo esperar para salir de aquí".
Arqueó una ceja. "¿Estás planeando huir?"
"No. Quiero decir, tengo que esperar hasta graduarme de la escuela secundaria. Definitivamente me voy de aquí por
aunque la universidad ". Hice una pausa. “¿No quieres salir nunca de Emblem, al menos por un tiempo? No quieres
para ver qué más hay ahí fuera? "
Ni siquiera consideró la idea. Sacudió la cabeza. "No. Me quedaré en Emblem. Es mi hogar ".
Lo miré mientras sus ojos recorrían el paisaje hacia el sur. No había nada más que polvo marrón, algunos
cactus resistentes y algunas casas ordinarias. Pero la expresión de su rostro era afectuosa. Significaba algo para
él, la vista del desierto. Para mí, era solo una tierra seca y fea a la que estaba anclado por ahora. Para Ryan fue
hermosa.
No me di cuenta de que había comenzado a hurgar en su bolsillo trasero hasta que sacó su billetera y
arrancó un artículo.
"Aquí." Extendió su mano. Un objeto plateado descansaba en su palma. "Quiero que tengas esto".
Extendí la mano y acepté la cosa. Mi piel tocó la suya durante medio delicioso segundo y temblé. I
miró fijamente la pieza ovalada de plata. "¿Qué es?"
“Una medalla de San Cristóbal. Mi mamá me lo dio hace años. Solía usarlo en una cadena debajo de mi
camisa. Cuando dejé de usarlo, insistió en que lo mantuviera sujeto a la visera solar de mi auto, pero me enfermé.
se cayó, así que lo guardé en mi billetera ".
El amuleto ligeramente mugriento se convirtió en el regalo más hermoso que jamás me hayan entregado. Unas gotas de plata
el pulimento era muy necesario, pero pude distinguir claramente la imagen grabada de un hombre con un pastor
palo, cargando a un niño en su espalda. Mi silencio debió haber hecho que Ryan pensara que necesitaba explicarse mejor.
"S t. Christopher protege a los viajeros. O algo así. Dondequiera que vayas, él intentará mantenerte a salvo
Leah ".
Una cálida ternura se extendió por mi pecho. "No soy católico".
"Tampoco soy realmente católico". Me miró con extrañeza, tal vez pensando que era infeliz. "Quieres
¿eso?"
Mi mano ya se había cerrado alrededor de la medalla. "Lo quiero."
"Solo haz algo por mí, ¿de acuerdo?"
Cualquier cosa. Cualquier cosa. Cualquier cosa.
"¿Qué es eso?"
“¿Esos gilipollas de los que estábamos hablando? Hay demasiados en el mundo y te comerán vivo
si dejas que te afecten. Cuídate primero, ¿de acuerdo?
"Okey." Estaba sonriendo. Puede que nunca deje de sonreír. Nada de lo que había dicho o hecho era romántico. Sin embargo, fue
todo. "Gracias, Ryan".
Ryan sonrió y tuve un flashback.
Tenía cinco años de edad. Fue mi primer día de jardín de infancia. Daisy me había hecho marchar a regañadientes
Emblem Elementary regresó a una casa vacía y luego desapareció en su habitación. Mi padre era
sin duda trabajaba en el bar y se desconocía el paradero de mi madre. Vagué por el vacío
casa sola por un rato hasta que vi a Ryan Jedson desde una ventana. Ryan me agradaba. Y parecía
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Me toleraba mejor que mi hermana, así que no dudé en salir corriendo y averiguar qué estaba haciendo.
Me sonrió y me preguntó si quería ayudarlo a buscar un tesoro enterrado. Su tío vivía en Miami y
le enviaría obsequios extraños y costosos sin motivo y así fue como llegó por el detector de metales en
Su mano. Buscamos en el suelo arenoso del desierto durante horas, deteniéndonos solo cuando su madre llegó a casa y
nos llamó adentro para tomar un bocadillo de pan de plátano y leche. No encontramos nada impresionante. Alguna botella oxidada
gorras, algunas monedas con las caras casi gastadas. Ciertamente, había olvidado el día desde hacía mucho tiempo. Sino
para mí fue la mejor de las aventuras.
Eso fue hace mucho tiempo, mucho antes de que Ryan se convirtiera en esta obra de arte frente a mí en el crepúsculo. Ahora él
me hizo pensar en cosas que nunca había hecho, cosas que quería hacer con todas mis fuerzas. Yo quería tener otro
aventuras, todas con él.
"¿Cuáles son tus planes ahora?" Pregunté, pensando que podría ser audaz y pedirle que me llevara a la ciudad por un
agitar en el restaurante. Incluso podría hacerlo.
"¿Ahora?" Hizo una pausa y se quedó mirando la camisa manchada de sangre que había hecho un ovillo y que había guardado debajo del brazo.
Una mirada extraña cruzó su rostro, una expresión que era a la vez joven y cansada del mundo al mismo tiempo. "I
necesito ir a encargarme de una mierda ".
"Oh." Si la decepción fuera una palabra, sería esa. Oh.
Sus ojos me buscaron con repentina intensidad. "Hey Leah, somos amigos, ¿no?"
"Claro que lo estamos", dije y casi solté te amo porque no me importaba la diferencia de edad.
entre nosotros o cómo nunca me había mirado de la forma en que yo quería que lo hiciera o sobre el hecho de que estaba cubierto
en la sangre de otra persona por alguna razón desconocida. Él era Ryan. Él era el chico de al lado. El tenia diez
mil de mis fantasías favoritas y algún día se lo diría.
Pero no ahora. Por ahora no podía ser nada más que la chica de secundaria que adoraba en secreto
él. Llegaría un día en que sería más que esto. Y maldita sea, se daría cuenta.
Ryan se movió y pareció avergonzado de repente. "Mira, no estoy diciendo que haya una razón para preocuparse, pero si
podría guardar esta visita para usted mismo, se lo agradecería ". Tragó e hizo una mueca de nuevo ante la camisa de su
mano. Tuve la sensación de que quería enterrarlo. O ver cómo se quema espontáneamente. "Y no menciones
cualquier cosa sobre la sangre, o lo que te dije sobre Harry, a cualquiera. "
"¿Te refieres a tu madre?"
"Para cualquiera ". Sacudió la cabeza hacia el remolque donde Celeste tenía un jardín de contenedores de medio muerto.
tulipanes. "Solo voy a limpiar y salir de aquí".
No quería que se fuera. "¿Necesitas ayuda? Quiero decir, ¿puedo ayudarte? ¿Por favor?"
Me lanzó otra de sus devastadoras sonrisas. “Usted qué me ayudas.”
"Me alegro." Limpié un poco de polvo de mis pantalones cortos. “Supongo que debería volver a la casa ahora. tengo un
un montón de cosas por hacer ".
No tengo
"Hasta nada dijo.
luego", que hacer. Nada. Quería que me dijera que me quedara.
Esperaba que al menos me mirara mientras me alejaba. No lo hizo. Miré sobre mi hombro para ver
él recuperando la llave que Celeste siempre dejaba debajo de la tercera maceta de terracota a la derecha. Yo sabia exactamente
donde se guardaba esa llave porque la madre de Ryan me había permitido durante mucho tiempo pasar el rato en su casa mientras ella
estaba en el trabajo. Ella entendió que no disfrutaba estar en casa, aunque nunca podría haberle dicho
peores razones. Conocía a mi madre desde hacía más tiempo que nadie, pero Celeste no se daba cuenta de qué clase de
persona que era su mejor amiga.
Otra cosa que Celeste no sabía es que a veces me estiraba en el colchón lleno de bultos en el
dormitorio del tamaño de un armario donde solía dormir su hijo. Ella se habría sorprendido al descubrir cómo abrazaría
la almohada de la cama solitaria contra mi pecho y respirar los vagos rastros restantes de su olor, que desabrocharía
mis pantalones cortos e imagina que era su mano deslizándose entre mis piernas y que el silbido del enfriador del pantano
fue su voz prometiéndome que era hermosa.
Ryan había desaparecido dentro sin mirar atrás. Me quedé suspendido a medio camino entre el
casa y el cobertizo, no emocionado de volver a la casa donde un encuentro con Luanne era posible.
Una suave brisa patinó por el desierto, levantando mi largo cabello y me estremecí. Más allá de los tres acres
propiedad de mi padre era un tosco paisaje lunar que había sido tallado torcidamente en parcelas de propiedad, pero el
las casas eran pocas y distantes entre sí. Esta calle fue la última frontera antes de dar paso a la más rural
barrios que se entrelazaban con caminos de tierra que a veces se volvían intransitables durante el
temporada de tormentas de verano. No era una vista interesante, pero nunca odié Emblem, no como lo hizo Daisy por
vez que corrió hacia la primera calle que salía de la ciudad cuando cumplió los dieciocho. Yo también me iría. Mi
El consejero vocacional tenía grandes ideas sobre el tipo de becas que obtendría y, como la mayoría de las
mejores y más brillantes, encontraría mejores oportunidades que las que encontraría aquí. Pero finalmente y
triunfalmente, volvería. Sería alguien a quien Ryan no pudo evitar ver. Y quiero.
Una puerta se cerró de golpe y el instinto me envió corriendo de regreso a la seguridad de las sombras. Yo sabia donde
de donde vino ese sonido. Sabía quién vendría.
A principios de esta noche, ya estaba a la mitad de una botella de chardonnay cuando me arrastré en el
cocina para preparar una cena temprana de un tazón de cereal. Durante cinco días me las había arreglado para evitar toparme con ella, una
tipo de récord triste. ¿Qué clase de niña odiaba a su propia madre?
Los que conocían a su madre la odiaban.
Luanne Brandeis estaba de pie junto al fregadero con una copa de vino de cristal en una mano y su
teléfono en el otro. A menudo bebía vino, pero felizmente llenaba su vaso con cualquier bebida alcohólica.
cerca y llevarlo como un accesorio como si de alguna manera la hiciera más elegante, más interesante, una heroína en
su propia historia trágica.
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Su vestido rojo y blanco era un tamaño intencional demasiado pequeño para mostrar la figura que aún era envidiable.
incluso después de llegar a los cuatro grandes oh. No había ninguna razón para que ella se vistiera elegante. Dudaba que ella se fuera
en cualquier lugar excepto tal vez el Dirty Cactus. Ella no tenía nada más que desprecio por el bar y casi todos
que cruzó su umbral, sin embargo, cuando su ego necesitaba unos minutos de caricias, ella se pavoneaba a través del
piso lleno de gente y disfrute de la forma en que los ojos de los hombres la siguieron. Entonces ella plantaba un beso seco en la mejilla de
su esposo radiante. Después de todos estos años con ella, todavía asumía que era la más maravillosa
criatura del planeta. Mi padre era un tonto. Le dolía reconocer eso.
"Leah". Me recibió en la cocina con una voz fulminante que advirtió que se avecinaba un insulto.
"¿Es eso realmente lo mejor que puedes hacer?"
"Aparentemente," murmuré, vertiendo algunos copos de maíz en un tazón y esperando que ella simplemente la devolviera.
atención a su vino y déjame en paz. No había forma de ganar con ella. Si usara maquillaje y un vestido
luego me acusaron de cultivar una 'mirada desesperada'. Pero tratando de volar por debajo del radar en pantalones cortos y
una camiseta de Aerosmith dejada por Daisy tampoco era lo suficientemente buena.
Me escapé de la cocina antes de que ella pudiera notar algo más de qué quejarse y luego
no la había visto en horas, no hasta ahora. Permanecí en silencio en mis sombras mientras ella acechaba a unos metros
de donde me senté.
Quizás se había fijado en la camioneta de Ryan. La chatarra con la pintura descascarada habría sido visible si ella
pasó a mirar por una de las ventanas en la parte trasera de la casa. Probablemente estaba desfilando por aquí
para ordenarle que saliera de su propiedad. Celeste era una de las pocas personas en la tierra que mi madre toleraba.
Habían sido mejores amigas desde la niñez y, aunque eran una pareja desigual, codiciaba su nivel de
amistad. No tenía amigos así.
Sin embargo, por mucho que mi madre adorara a Celeste, nunca le había gustado mucho al hijo de su mejor amiga.
Y ahora las formas rudas de Ryan y sus conexiones criminales definitivamente lo convertirían en persona non grata en
El mundo de Luanne.
Ella estaba a sólo tres metros del remolque cuando abrió la puerta y se quedó paralizada. No había señales de
su camisa o de la sangre. Ya debe haber borrado todas las pruebas.
"No sabía que estabas por aquí", murmuró, tratando de esquivarla. "Estaba a punto de irme".
"Y aquí pensé que aparecías porque me extrañaste". Su voz no sonaba como la esperaba
a. Era engatusador, coqueto, extraño.
"Si te hubiera extrañado te lo habría hecho saber, Luanne". Tampoco sonaba como él mismo. El estaba cauteloso
e inexplicablemente enojado.
Ella lo detuvo con una mano en su pecho. "¿Estás bien, Ryan?"
La pregunta lo perturbó. Se pasó una mano por la cara y pude ver que no estaba bien, que
lo que fuera que había pasado esta noche con la sangre y el hombre llamado Harry lo había dejado atónito.
Él no le respondió. Ella realmente no quería una respuesta de todos modos. Ella quería algo más.
"¿Recuerda esto?" ronroneó y con un jadeo silencioso de repulsión vi la boca de mi madre aterrizar en la suya,
notó su mano agarrando la cremallera de sus jeans.
"Déjalo", gruñó, escapando de su agarre. Mi madre estaba borracha y tropezó con sus tacones
sandalias, maldiciendo mientras su tobillo se torcía.
Ryan miró hacia otro lado como si verla lo avergonzara. En la luz sombría que se derramó del remolque
su perfil era terriblemente guapo, casi peligroso. Pensé en una de las palabras de mi práctica SAT
libro. Malévolo. Ese era él ahora mismo. La ira oscura reinaba en su rostro. Esperaba que la ira nunca
aterrizar sobre mí. Su poder era aterrador. Este chico, el que había conocido de toda mi vida, con el que había fantaseado
y ensombrecido y codiciado, no era el mismo que me había enseñado a recoger un escorpión sin
ser picado. Era un hombre desconocido sobre el que la gente murmuraba en la ciudad, que apareció con sangre en
su ropa y no podía ocultar el bulto que apareció en sus pantalones cuando mi madre lo tocó.
"Vete a casa, Luanne", le dijo, con el odio espeso en su voz.
Ella solo se rió con júbilo y deslizó la correa derecha de su vestido hacia abajo, dejando al descubierto un pecho. "He
te extrano." Ella bajó la otra correa. "Ambos tienen."
Metí mi puño en mi boca para sofocar la erupción de un grito.
Ella presionó sus pechos desnudos contra su pecho. "No puedes decirme que tu primera vez no fue la mejor".
"No fuiste mi primero."
Ella se rió de nuevo. "Mentiroso. Recuerdo como estabas. Tan ansioso que no podías soportarlo. Oh, sabía que lo harías
Probablemente había sido golpeado un par de veces por esas zorras del instituto, pero eso era todo. Te di todo lo que tu
buscado. No podías tener suficiente ".
¡Luanne, joder! Eso ha terminado durante años y no es nada de lo que esté orgulloso ".
"Es una maravilla que tu madre nunca sospechó".
Su ira aumentó, sus manos se cerraron en puños. "Tú la mantienes fuera de esto".
"Cálmate, cariño". Ella retrocedió, tranquilizándolo con una capa de sus palabras con falsa dulzura. "No lo haré
dile a Celeste lo que hiciste. La lastimaría y yo nunca la lastimaría. Ella es mi mejor amiga, ¿recuerdas?
"Mierda. No eres amigo de nadie ".
Ella chasqueó la lengua y luego gimió. “¿Cuántas veces crees que lo hicimos? En tu cama. En mi
cama."
"Ya basta".
“Incluso follamos una vez en la cama de Leah. El hecho de que nos encontráramos en la casa completamente solos y
podría. ¿Lo recuerdas?"
¡¡¡¡NO NO NO NO!!!!
Ella gimió al recordarlo. Mi alma murió.
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“ Te monté tan fuerte que pensé que me vendría abajo y Dios mío, te encantó. Mis manos estaban en tu pecho
sintiendo los latidos de tu corazón cuando llegaste. Nunca nadie me mojó tanto ".
Esto no estaba sucediendo. Esta fue una de esas pesadillas que juré no tener.
"Estás enfermo", escupió. "¿Tú lo sabes? Jodidamente enfermo ".
“No, soy honesto. También deberías ser honesto. Me quieres tanto como siempre. " Ella se hundió a ella
rodillas, su boca arrastrándose sobre su pecho en el camino hacia abajo hasta que ella comenzó a torpemente con el chasquido de su
jeans y me horroricé al darme cuenta de que la iba a dejar, que la forma en que soltó un gemido y
Arregló su cabello en un puño mientras trabajaba en su cremallera, lo que significaba que esto iba a suceder justo en frente de
me.
Y yo estaba congelado, un espectador inmóvil mirando desde veinte metros de distancia. Podría haber terminado esto con
un grito. Al oír mi voz, se romperían con sorpresa y vergüenza, o al menos una pizca de culpa.
Y, sin embargo, no pude hacer nada excepto escuchar cómo se me partía el corazón.
Ryan fue quien lo detuvo. Se liberó y lo vi, todo él, todo lo que había sido
soñando durante años y ahora me atraganté con la palma de mi mano al verlo. Difícil. Enorme. Recién
extraído de la boca de mi madre.
"Levántate", gruñó, metiéndose de nuevo en sus jeans mientras mi madre se agitaba en la tierra y
lo maldijo.
"¿Qué demonios te pasa?" balbuceó, ahora verdaderamente enojada. "Es demasiado jodidamente tarde para que
decide que eres un buen chico ".
Sacudió la cabeza y cerró los ojos. “No creo que sea bueno en absoluto. Y deberías ir a casa con tu
familia."
“Mi familia ”, se burló con una avalancha de risas locas. Entonces se dio cuenta de que hablaba en serio y
su actitud cambió, la risa fallando. “No puedes olvidarte de mí. Sé que no puedes ".
"Ya tengo."
"Ryan". Ella todavía estaba arrodillada, todavía desnuda de cintura para arriba. "Eso no es cierto."
—No supliques, Luanne. Solo te hace más patético ".
Él podría haberla llamado repugnante. Desagradable. Significar. Todas esas cosas habrían sido verdad. Y ninguno
la habría picado la mitad de lo que se refería a ella como patética.
Luanne Brandeis se puso de pie y volvió a ponerse el vestido donde le correspondía. Ella se volvió notablemente
revisado. “No te atrevas a venir más por aquí. Tengo una hija pequeña que todavía vive en casa. I
no te quiero cerca de ella ".
Ryan no respondió. Vio como ella se pavoneaba todo el camino de regreso a la casa y cerraba la puerta
puerta. Me tapé la boca con la mano, pero un sollozo ahogado logró escapar de todos modos. Él escuchó. Él
se sobresaltó, mirando de un lado a otro. Entonces una mirada de dolor cruzó su rostro y bajó la cabeza.
"¿Leah?" llamó, su voz ronca. "¿Estás ahí fuera?"
La noche sin luna se desplegaba rápidamente sobre el desierto, pero la luz que se filtraba por la alegre ventana
del tráiler de los Jedsons me había dado la oportunidad de ver demasiado. Odiaba esa ventana en particular ahora.
Y esa luz. Y él.
"¿Leah?" lo intentó de nuevo. "Por favor, di algo si estás allí".
"¡Vete a la mierda!" Grité y odié lo mucho que sonaba como mi madre. Lleno de rabia y
amargura.
Se estremeció pero no se movió. Cuanto más pasaban los segundos, más miedo tenía. Este no era el
chico que había cazado tesoros del desierto conmigo una vez. Este era un hombre con sangre en sus manos
que habló casualmente sobre la muerte de alguien, y que había sido tocado por mi madre mientras estaba claro
habían hecho mucho más cientos de veces antes de esta noche. Era alguien a quien no conocía.
Luego suspiró profundamente y echó la cabeza hacia atrás para mirar las estrellas. Como si les importara cómo se sentía. Como si yo
cuidado. Nunca volvería a preocuparme por él. Nunca me acostaría en su cama e imaginaría que algún día
dentro de unos años miraría en mi dirección y comprendería que estábamos destinados a estar juntos. La medalla de St.
Christopher, al que había estado agarrando con tanta reverencia hace unos minutos, ahora estaba haciendo un agujero en
mi palma. Quería tirarlo al suelo. Quería lastimarlo con eso.
"Lo siento mucho", dijo. "Ojalá no hubieras visto eso".
"Te odio", respondí, lo suficientemente bajo como para no estar seguro de si me escuchó o no. En cualquier caso, subió
en su camioneta y se fue, dejándome solo para sollozar mi angustia.
Me quedé afuera durante tanto tiempo que pensé que mi madre se habría terminado hace mucho tiempo su botella de vino y
Desmayado.
Había calculado mal.
Estaba sentada en la cocina con la cabeza entre las manos. Ella miró hacia arriba y frunció el ceño cuando vio
me. Su vestido había sido levantado tan apresuradamente que la mitad de su regordete pecho derecho estaba colgando. Vidente
Luanne estaba encorvada en la mesa con su vestido torcido y lágrimas de rímel corriendo por su rostro.
una rareza tal que me dio una perversa sensación de satisfacción.
"¿Qué estás haciendo?" exigió. "Pensé que estabas en tu habitación con la nariz en uno de tus
libros."
No podía saber que la había visto caer en desgracia a manos de Ryan Jedson. Ella nunca perdonaría
me. Mantenerme alejado del lado malo de mi madre era una batalla diaria y sabía las consecuencias de perder.
Deseando que mis temblorosas manos cooperaran, tomé casualmente un vaso del armario y lo llené con
agua del dispensador del frigorífico. El reloj sobre la puerta hizo tictac ruidosamente. Fue la cosa más fea en el
house, un regalo personalizado para Luanne de su adorado esposo. El reloj en sí era una representación art deco.
del rostro de Luanne. Generalmente le encantaban las imágenes de ella misma, pero odiaba ese reloj. Ella se había reído de su
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pura pegajosidad con la suficiente frecuencia. Estaba seguro de que solo lo dejaba colgado en la pared para recordarle quién
Lo que más importaba en esta casa, quién era reina.
"Caminé hasta el Mart", dije. "Quería un refresco".
"No veo ningún refresco".
"Ya lo bebí". Tragué algunos bocados de agua tibia, alejando la oleada de extrema
náuseas que habían aparecido en el segundo que vi la boca de mi madre sobre el chico que amaba.
Con esfuerzo terminé el vaso de agua y lo deposité en el lavavajillas. "Creo que me iré a la cama",
dijo a pesar de que mi cama era casi el último lugar en el que podía imaginarme durmiendo después de la 'follamos en
La revelación de la cama de Leah . ¿Cuando sucedió eso? ¿Hace cuanto tiempo? Debo haber pasado cientos de noches desde
luego durmiendo inocentemente debajo de mi edredón púrpura sin tener idea de lo que había ocurrido allí.
Ryan tenía razón. Estaba jodidamente enferma. Ambos lo estaban. Y ahora también me habían enfermado. Estaba enfermo solo
pensando en ellos.
"Has estado llorando". Dejó su silla para examinarme más de cerca, bloqueando mi salida de la cocina.
en el proceso.
La miré a los ojos bajo el áspero resplandor de la luz de la cocina que no ocultaba nada. "Y tu tambien."
"Solo estaba teniendo un momento". Se aclaró la garganta y se pasó la mano por las mejillas pintadas, mucho más cerca de
sobria de lo que estaba cuando se quitó la ropa en el patio.
Mi madre me evaluó de nuevo, con más cuidado de lo que lo había hecho en mucho tiempo. "Ojalá aprendieras cómo
vestirte, pero te estás poniendo mucho más guapa, Leah ". Lo dijo como si estuviera más que un poco sorprendida.
El cumplido fue sorprendente. "Gracias."
Una sonrisa levantó sus labios y expuso el hecho de que seguía siendo tan hermosa como siempre. "Deberíamos tomar un
día y conducir a Phoenix, conseguirle un nuevo guardarropa y hacer algo de ejercicio con mi tarjeta de crédito ".
La forma en que seguía sonriendo me dijo que pensaba que esta era la propuesta más bonita del mundo. Ella no era
siempre vicioso. Cuando Daisy y yo éramos pequeños, solía dar un paseo en coche hasta el valle y volver a casa.
con bolsas de bonitos vestidos que asombrarían a cualquier niña. Y ella arreglaría nuestro cabello y nos tomaría por
Fotografías profesionales dos veces al año. Incluso trató de inscribir a Daisy en algunos concursos de belleza, pero mi
mi cambio
El hermanallegó
no quiso nada
cuando de eso,aarrancando
llegamos lazos yPrimero
la adolescencia. volantes de sus
Daisy, vestidos
y luego yo ycinco
quemándolos en la Mi
años después. hoguera
madredenogas. A
queremos tener mucho que ver con estas cosas larguiruchas y torpemente sencillas a las que hemos hecho la transición. No tenía ningún recuerdo de ella
alguna vez refiriéndose a mí como bonita.
"Gracias, tengo suficiente ropa", dije, recordándola de rodillas frente a Ryan Jedson.
Su sonrisa se evaporó. "Hazlo a tu manera".
Estábamos en un punto muerto.
Yo, deseando que ella se moviera para poder escapar.
Ella, hábilmente comenzando a juntar algunas piezas horribles.
"¿Cuándo regresaste de tu caminata?" ella quiere saber.
"En este momento." Si me las hubiera arreglado para que mi voz no se oyera, podría haberme creído. Pero vacilé
raspando las palabras y luego terminando con una tos.
“Justo ahora,” repitió, buscando mi rostro lloroso, mis polvorientas zapatillas. Ella agarró mi barbilla en ella
dedos sin previo aviso, una uña raspando mi piel de manera deliberada. "¿Y qué te hizo llorar en tu
caminar a casa después de comprar un refresco en el Emblem Mart?
"Solo ..." me agarré a las pajitas. “Algo que pasó hoy en la escuela. Este tipo estaba siendo un idiota ".
"Todos los chicos son unos idiotas". Su respiración era acre, su lápiz labial manchado. Ella había besado a Ryan con esos labios carnosos
Probablemente dejó rastros de su color de labios rojo parisino en partes de su cuerpo donde sus labios no tenían nada que ver.
ser. Una lágrima salió de mi ojo. Lo sentí deslizarse por mi mejilla, incapaz de detenerlo, incapaz de respirar.
"No estás llorando por ningún chico de secundaria, ¿verdad?" La pregunta no fue suave, sino aguda.
Acusatorio. Como si yo fuera el que hubiera hecho algo mal aquí.
"No. No estoy llorando por un chico de secundaria en absoluto ". Hice una pausa, a punto de decir algo terriblemente imprudente. I
lo dijo de todos modos. "Ryan Jedson estuvo aquí".
Ella leyó la furia en mi rostro y lo supo. Durante unos segundos, su boca se relajó con horror.
este nuevo desarrollo y luego fruncido en una delgada línea.
“Ese chico no es más que basura de alcantarilla como su padre. Le hice un favor a Celeste, dejándolos vivir aquí todos
esos años en los que no tenían a dónde ir ". Ella se encogió de hombros. “Ha estado detrás de mí durante años y vino
aquí tratando de hacer que algo suceda. Se enojó cuando le dije que no tenía ninguna oportunidad ".
Entonces ella iba a reescribir la historia. Y estaba apostando a que yo era lo suficientemente débil para aceptarlo.
“Eso es una mierda, mamá. Sé que no vino aquí a verte ".
Ella rió. "¿Y crees que vino aquí a verte?"
Mi cara ardía. "Por supuesto que no. Solo estaba aquí porque estaba confundido y en problemas y- “mordí
mis propias palabras fuera No iba a defender a Ryan Jedson. Diablos no. No después de todo lo que había visto y oído.
Mi madre se dio cuenta de mi error. "¿Que tipo de problema?"
Sus ojos tenían un brillo repentino que no entendí. Sin embargo, sentí que estaba en busca de un
arma. Ella había sido rechazada. Ella había sido humillada. Ella había sido empujada y llamada patética y ella
sospechaba que había visto cada momento. Hablarle de la sangre en la camisa de Ryan y el misterio de un hombre.
llamado Harry, que puede o no estar muerto, no terminaría bien.
“No lo sé,” dije.
"Leah". Ahora iba a jugar a ser adulta, ser severa. "Tienes que decirme todo lo que Ryan le dijo
usted. Si vino directamente aquí después de hacer algo ilegal, podría lastimar a nuestra familia ".
Como si cualquier cosa que pudiera hacer Ryan Jedson lastimaría a nuestra familia más de lo que ella ya lo había hecho. Su huesudo
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los dedos se deslizaron por los mechones de mi cabello, no un gesto maternal. Algo más. Y me estremecí
por la amenaza implícita. Mi cabello finalmente volvió a ser largo.
Piensa en tu padre, Leah. Él ya está trabajando medio muerto por eso.
bar ridículo. No empeore su vida de lo que ya es ".
"¿Puedo ir a mi habitación, por favor?" Odiaba el gemido suplicante en mi voz.
Sus labios fríos besaron mi frente. Ella ganaría. Ella lo sabía. "Estás cansado. Puedo darte uno de mis
Percocet para ayudarte a dormir. Pero primero tienes que decirme qué podría haber hecho Ryan ".
"No lo sé", dije, con la espalda contra la pared, un miedo familiar curvándose en mi estómago y un
ruego silencioso familiar transmitido a mi padre para escucharme, para abandonar el maldito bar por un minuto y caminar
a su cocina para ver esta versión de su esposa. Él tampoco lo haría. No saldría del bar
por un momento un sábado por la noche. Y no notaría que la mujer que amaba era más venenosa
que cualquier criatura mortal que prospere en el desierto. Mi padre había permanecido deliberadamente ciego a la verdadera
naturaleza durante veinte años. No estaba dispuesto a descubrirlo ahora.
"Leah". Sus ojos se entrecerraron. “Nadie te agradecerá por proteger a un hombre así. Así que no lo hagas ". Un candado de
mi cabello estaba ahora en su mano, girando lentamente alrededor de su dedo índice y el mensaje era claro.
Protegerlo. O protéjase.
En cuanto a Ryan, no podía pensar en una sola razón por la que le debía algo.
"Leah, somos amigos, ¿no?"
No, no estábamos. Los amigos no se follan a las madres de otros amigos.
Aún así, yo no era un chismoso. Y a pesar de toda mi rabia y confusión, no me alegraría ver
Ryan en problemas. Tenía una carta más para jugar.
"Se lo diré a papá". Las palabras fueron casi inaudibles. "Le diré sobre ti y Ryan."
Se produjeron estallidos de risa. "Niña, tu padre sabe que me gusta divertirme". Ella levantó mi barbilla para que yo
Tuve que mirarla, ver la victoria en sus ojos ámbar, el mismo color que mis ojos, el color de un reptil.
ojos. "A veces incluso quiere mirar".
Cualquier pelea que hubiera dentro de mí se desinfló. No sabía cómo hacer esto, cómo luchar contra ella. Perdería cada
hora. No abrí conscientemente la palma de mi mano, pero escuché la medalla con la imagen de un santo chocar contra el azulejo. Ella
Inmediatamente se inclinó para deslizarlo del piso.
Se levantó y lo pellizcó entre dos dedos como si estuviera sucio. "¿Qué es esto?" ella preguntó. La miré
La cara se transformó mientras lo miraba bien. Reconoció la medalla. Ryan dijo que solía usarlo en un
cadena debajo de su camisa. Así que sí, lo había visto. Ella había visto todo debajo de su camisa. Todo.
Todo. Jodiendo todo.
"¿Robaste esto, Leah?"
"No." No estaba preparado para la acusación. "Ryan me lo dio".
La medalla desapareció en su mano, atrapada por sus garras rojas, probablemente nunca más se la volvería a ver. Si yo
era más fuerte, lo recuperaría pero no era fuerte. No era mucho de nada.
"Dime por qué", ordenó.
"No. Devuélvemelo ".
Leah. Dime por qué Ryan Jedson te dio esto y me aseguraré de devolvérselo. Prometo. voy a
ocúpate de todo ".
Ella no dejaría pasar esto, no hasta que le dijera lo que quería saber. Cuando Ryan me dio esa medalla
también me ha dado un consejo. Dijo que primero debería cuidarme a mí mismo.
Empezaría ahora.
Repetí toda mi conversación con Ryan, comenzando con el momento en que llegó cuando vi
desde las sombras, sin atreverme a dejar nada fuera porque mi madre sabría si estaba mintiendo.
Ella siempre lo hizo.
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Capítulo uno
Ryan
Alguien había arrastrado al viejo bastardo descompuesto hasta aquí para practicar tiro al blanco y luego
abandonó los restos destrozados.
Me arrodillé para examinar el daño y pasé mi dedo índice sobre una gruesa capa de polvo que podría haber
estado acumulando durante un mes o cinco años. No había forma de saberlo.
"Malditos", murmuré antes de ponerme de pie y agarrar una de las botellas de cerveza vacías esparcidas
alrededor del perímetro.
Sin respeto, ese era el problema.
Cero puto respeto por el desierto y todo lo que vivía en él. Caminé veinte pasos con el
Winchester antiguo en la mano y luego giró, capturó el objetivo en la mira y disparó tres tiros rápidos.
Los agudos ecos atravesaron el silencio, probablemente sorprendiendo a cualquiera que estuviera en casa en uno de los sucios
los remolques que vi agrupados más cerca de la carretera. Por otra parte, cualquiera que viviera allí tenía que estar acostumbrado a
el sonido de los disparos. La gente siempre había salido de esta manera para practicar su puntería y probar sus armas.
Eso no era excusa para arrastrar estos restos hasta aquí y morir bajo el sol.
Noté con satisfacción que mis tres tiros habían dado justo donde quería. Agujeros limpios
reemplazó los diales de metal que eran reliquias de otra década. Evité destrozar el centro porque
entonces estaría atrapado recuperando todo el vidrio. Dejar basura rota para que otra persona la limpie
era un hábito de mierda.
Poniendo el rifle antiguo en mi hombro, volví a mi camioneta y conduje en reversa
hacia la televisión abandonada que probablemente había sido un gran premio en la sala de estar de alguien cincuenta
hace años que. Mi mente estaba en el desvío que estaría haciendo hacia el basurero de la ciudad donde podría poner el electrodoméstico
fuera de su miseria y casi me las arreglé para derribar a Burk McGraw.
"¿Qué carajo, hombre?" gritó, indignado. Como debería haber esperado que se materializara de la espinosa
brazo de un cactus saguaro.
Arrojé el camión al estacionamiento y asomé la cabeza por la ventana. "¿De dónde diablos vienes?"
McGraw frunció el ceño. O al menos creo que lo hizo. Tenía el vello facial Yosemite Sam y el cuerpo de un sapo de río. Si
suena como un combo extraño, es porque lo era. Regresamos y la primera vez que tuve
shitfaced estaba en la colección de licor de malta rancio de su padre. Para el último año de la escuela secundaria había dejado embarazada
tres chicas diferentes, o eso afirmó. Lo creería el día que vi un paquete de barbudos pelirrojos
cabrones aterrorizando a Main Street.
¿Tengo que mostrarte mis jodidos papeles o algo así, Jedson? Ese es mi lugar allá. Yo debería
estar preguntando qué diablos estás haciendo disparando a mi vecindario ".
El tipo siempre tuvo un don para lo dramático. "Cálmate. Sé cómo acertar en mis objetivos. Yo no sabia
viviste aquí ".
"Sí. A menos que mi chica descubra que su prima montó mi polla el viernes pasado. Entonces supongo que tendré que encontrar
en otro lugar para dormir ". Se subió al asiento del pasajero sin una invitación. "Estoy sediento."
Colgué mi petaca de agua frente a su cara. "¿Te preocupas por algo de mi lavado a contracorriente?"
Los dientes aparecieron en el bosque de la barba roja. "Estaba pensando en algo con más mordisco".
No había muchos abrevaderos en un radio de veinte millas. Una barra del tamaño de una despensa llamada Copper
existía en el lado norte de la ciudad más allá de Main Street. Sobre todo tenías que conducir hasta Grande si querías
siéntate y bebe una cerveza sin que tus codos golpeen la pared. O había otra opción.
Tiré de la camioneta hacia atrás hasta que el parachoques estuvo a medio metro del televisor arruinado. "Eres el
uno que tiró eso? "
Se giró hacia atrás y echó un vistazo. "¿En serio? Parece más viejo de lo que somos ".
Abrí la puerta y salí de un salto. "Estoy segura que lo es. Ayúdame a tirarlo a la cama ".
McGraw no discutió. Metimos la cosa en mi camioneta y McGraw decidió acompañarnos en el
viaje al vertedero, probablemente con la esperanza de que fuera recompensado. Y él fue. Manejé a Grande y lo traté
a una cena de pollo frito. Cuando regresamos a los límites de la ciudad Emblem, la luz de octubre estaba
menguante.
Mañana marcaría un mes desde que había regresado. A veces podría jurar que nunca me había ido
como si los últimos seis años no hubieran sucedido y yo todavía era el arrogante veinteañero que no asumía nada
lo hizo alguna vez lo alcanzaría. Ser expulsado de mi ciudad natal por ayudar al tipo equivocado en
el momento equivocado y luego confiar en la chica equivocada había sido una lección difícil y solo se hizo más difícil. He estado
obligado a buscar la ayuda de mi tío para adoptar una nueva identidad en un lugar tropical que estaba a un mundo de distancia de mi
casa. Y esa cadena de eventos mataría indirectamente al único amor que había conocido en el mundo.
Parte de esa historia fue culpa mía.
Un mayor porcentaje de responsabilidad pertenecía a otra persona.
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Ese era un tema que debía abordarse muy pronto.
Mientras tanto, había estado ocupado poniendo en orden todas mis piezas de ajedrez.
McGraw se había apartado de la cabeza todo el camino hasta Grande y de regreso sin requerir ningún comentario. Escuchar
Hablaba de que tenía una vida salvaje llena de experiencias cercanas a la muerte y mujeres que le rogaban sentarse en su cara. Identificación
Estimo que al menos dos tercios de sus cuentos eran una mierda total y la parte restante era una muy suelta
adaptación de la realidad. Pero ese era McGraw, el mismo que siempre había sido, y era bueno saber que algunos
las cosas siguieron igual.
Hablando de cosas que permanecieron igual, mi mirada se desvió hacia el destello de metal en la distancia, el
vallas altas que rodean el espantoso carnaval conocido como el Complejo de Prisiones del Estado de Arizona en Emblem. Cómo
¿Cuánto tiempo habría estado atrapado en ese infierno? Un asalto se convirtió en asesinato. Algunas personas vistiendo
insignias importantes estaban ansiosas por cerrar la puerta a la cuestión de quién debería ser castigado. Si me hubiera quedado yo
habría sido arrestado. Nunca podría haberme permitido un buen abogado y hubiera sido un idiota al
arriesgarme con el defensor público exhausto más cercano. Culpar a la policía no fue suficiente, no
cuando les habían alimentado con una letanía de mentiras.
Nada de Luanne debería haberme sorprendido. Me di cuenta de ella incluso antes de que me acorralara en el
remolque vacío una tarde de primavera, se dejó caer el vestido hasta los tobillos y se ofreció a darme una muestra gratis
si vi algo que me gustó. Si hubiera tenido cerebro entonces habría corrido hacia las colinas. Pero dos cosas
Los adolescentes cachondos no son famosos por: 1. Buen juicio 2. Negarse a follar gratis. Luanne era una serpiente
envuelta en un cuerpazo de grandes tetas. Ella pudo haber engañado a todos, desde mi madre hasta su esposo, para
la esfera social de Gran Emblema, pero ella no me engañó.
Leah fue otra historia. Ella no era parte de mi vida después de mudarme de la casa de mi madre, pero todavía
creía que era una niña dulce cuyo tierno corazón estaba siempre expuesto en su carita arrugada. Duele
estar tan equivocado con Leah. Había heredado lo peor de su madre. Y gracias al vengativo Brandeis
mujeres lo había perdido todo; mi nombre, mi familia y mi casa.
Me encantaba Emblem, una ciudad terca repleta de luchas y cicatrices de batalla. ¿Como la prisión Emblem?
¿Ese emblema? la gente diría y sí, eran lo mismo. La prisión estaba aquí. La prisión lo haría
estar siempre aquí, vinculado a la mayoría de la población de alguna manera. Pero la prisión era solo una parte de
Definición de emblema. Década tras década, la ciudad soportó tenazmente hasta que una crisis de drogas y una inmobiliaria
el colapso minó gran parte de su alma. Entonces fue como si el espíritu de Emblem suspirara con resignación y
cayó en coma. La gente que podía irse, se fue. Los que se quedaron libraron una batalla cuesta arriba. Una vuelta
bajar por Main Street para contar los escaparates tapiados se convirtió en una actividad miserable.
McGraw y yo nos detuvimos en el semáforo frente a la pila de ladrillos centenarios que todavía
sirvió como Emblem High School.
Señalé. "Compruébalo, la vieja mierda parece un poco más festiva de lo habitual".
Miró las serpentinas y adornos relucientes clavados en la fachada de ladrillo del edificio y
se encogió de hombros. "Sí, tuvieron su baile de bienvenida el fin de semana pasado y supongo que dejaron toda su mierda
decoraciones arriba. No estoy seguro de lo que están celebrando ya que el equipo ha estado apestando el viernes por la noche.
fútbol. La hermana pequeña de Tina estuvo allí y publicó todo tipo de fotografías ". El pauso. "Esa no es la hermana que soy
jodiendo por cierto. Juro que no soy lo suficientemente tonto como para sumergirme en el arranque de la escuela secundaria ".
"Pensé que te estabas jodiendo con la prima de Tina, no con su hermana".
McGraw lo pensó por un momento. "Estoy. Follando a su hermana también. Son una familia hermosa
mujeres de culos grandes con pezones del tamaño de un plato. ¿Quieres que te conecte?
“¿Con tus sobras? No, gracias."
"¿Cómo? ¿Estás siendo leal a algo allá donde diablos estabas? "
“Ya te dije dónde estaba. Y no tengo lealtades allí, grande o de otro tipo ".
"Bien. Así que te prestaré uno de los míos. Casi nunca sales de esa costosa cueva en la que has estado en cuclillas
y todo el mundo empieza a preguntarse qué pasa con eso. Te sumergiste en el agua del pantano y
subió un millonario. ¿Qué carajo?
La costosa cueva en cuestión era un palacio de estilo mediterráneo construido en una colina baja en el sur.
lado de la ciudad. El banquero de California que lo construyó hace cinco años quería sentirse como un rey mirando hacia abajo
la chusma común. Luego, el mercado cayó en picada y valió una fracción del precio que había
pagado para construirlo. ¿Quién diablos quiere ser rey en una maldita ciudad prisión de todos modos? La casa rebotó
dentro y fuera del mercado durante más de un año. Acabo de recibir la noticia de que el asunto del que me había estado escondiendo
Ya no era mi preocupación gracias a una confesión en el patio de la prisión. Hubo un cargo de homicidio involuntario.
Una declaración de culpabilidad. Y eso fue eso. Estaba libre. Libre para ir a casa y reclamar mi nombre si así lo deseo. I
colocó una oferta lowball en la casa de la colina el día después de recibir la noticia. No me sorprendió cuando el
La oferta fue aceptada sin contrarrestar.
"¿Todavía tienes sed?" Le pregunté a McGraw. Desde que regresé a Emblem, había un lugar que había evitado, esperando
mi tiempo sabiendo que todos los días se esperaba que entrara en ese pésimo bar y saludara al viejo
amigos. Y viejos enemigos.
"Demonios, sí, todavía tengo sed", dijo.
“Vamos a ver qué está pasando en el Cactus. Puedes elegir tu veneno en mi moneda de diez centavos ".
McGraw sonrió. Eddie no está allí. Casi nunca sale de su casa desde que murió su esposa. Leah's
dirigiendo el lugar, así que supongo que el Cactus es más o menos suyo ahora ".
"Interesante", dije, a pesar de que esa información ya me había sido conocida.
McGraw me estaba estudiando desde el asiento del pasajero. "Esa Luanne fue un sabroso trozo de arranque en su
buenos días, ¿eh, Jedson?
"Nunca me di cuenta".
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"Vivías en su maldita propiedad".
No dije nada, no admití nada. McGraw todavía me sonreía.
"¿Qué?" Gruñí.
“Hubo un rumor”, dijo. "Que habías estado recibiendo una parte de la esposa de Eddie desde el momento en que
aprendí a usar la polla ".
Me hice el tonto. “No puedo explicar ese rumor. Apenas recuerdo a la mujer ".
"Mentiroso", bufó McGraw. "Me pregunto si Leah alguna vez escuchó esa historia".
"Lo dudo."
Leah sabía más que nadie. Érase una vez que me sentí mal por eso durante aproximadamente cinco minutos. Hasta que
ella hizo algo que no tenía ninguna jodida excusa para hacer.
McGraw debió haberse dado cuenta de que la conversación me estaba cabreando. El se encogió de hombros. "Demonios, no es de mi
negocio de todos modos ".
"No, no lo es", estuve de acuerdo, concentrándome en el viaje a la ciudad mientras McGraw comenzaba a parlotear sobre cómo su
la novia le dejaba estacionar su polla en la puerta trasera cuando quisiera. Lo desconecté.
Hace seis años me había escapado con el rabo entre las piernas y la ley me perseguía. Ahora que un cierto
El asuntociudad.
maldita desordenado
De aquíhabía sido puesto
en adelante, a descansar.
ese hecho No debería dudar
sería ampliamente en reclamar
respetado. lo que todavía
Pero alguien es mío. necesitaba
Y Emblem era mío. Mi
expiar y tuve algunas ideas sobre cómo saldar esa vieja cuenta.
Y si pudiera divertirme obteniendo un poco de venganza, tanto mejor.
Página 19
Capitulo dos
LEAH
Esta era mi tarea
eternamente que menos
incrustado me gustaba,
con mierda, orina,incluso
sangremenos
y otrosagradable
materialesque
quefregar los no
prefiero inodoros del baño de hombres que estaban
adivinar.
Había invertido tres años en una carrera de contabilidad inconclusa, así que debería sentir cierta satisfacción
observando cómo se acumulan las columnas en la hoja de cálculo. Tal vez estaría más emocionado si los totales fueran un poco
más inspirador.
"Mierda", murmuré, cerrando los ojos y hundiendo mis nudillos en las cuencas hasta que aparecieron manchas naranjas.
danzado. Se agradecieron las manchas; borraron los feos números que seguían acusándome de la
computadora portátil.
"¿Pasa algo, Leah?"
Dejé de frotarme los ojos y parpadeé, aunque no necesitaba que mi visión se aclarara para decirme quién lo haría.
decidió asomar la cabeza por la oficina.
Terry Kaiser parecía tan formidable como los acantilados de Dover. Podía aplastar objetos de metal blando entre sus
palmas carnosas y asustar a algunos de los clientes más intratables cuando se salieron de la línea. El trabajaba aqui
solo a tiempo parcial. El resto de su energía se dedicó a ampliar su lista de clientes en el gimnasio de Grande, donde
era entrenador personal. Conocía a Terry desde siempre. Se graduó de Emblem High tres años antes.
yo y me fui por un tiempo para jugar béisbol universitario en Texas, abandonando y escabulléndose de regreso a Emblem cuando él
fue cortado del equipo. Podría haber empezado a jugar con él de vez en cuando por aburrimiento.
meses atrás y podría seguir haciéndolo por la misma razón. Pero ahora mismo quería que se detuviera
flotando.
"Nada está mal. Vine aquí por un poco de silencio para hacer algunos trámites ".
Terry no captó la indirecta. Cerró la puerta detrás de él y se apretó alrededor del escritorio. El chico era
cubierto de tanto músculo que era casi desagradable. Se rumoreaba que tomaba esteroides. Él podría.
"Te ves tensa", dijo y puso sus manos sobre mis hombros, masajeando ligeramente de una manera que
Se las arregló para doler un poco porque sus manos eran del tamaño de melones. Quería encogerme de hombros fuera de su agarre
y dile que deje de intentarlo. Era bueno para mantener el orden en el bar, pero nunca tuvimos mucho de qué hablar.
y nuestros encuentros sexuales esporádicos podrían calificarse generosamente de mediocres. Terry era decente y él
Probablemente esté dispuesto a probar lo del novio, pero no estaba buscando a alguien que me dejara boquiabierto en este momento.
Solo estaba tratando de mantener mi cabeza fuera del agua y aliviar la tensión con un orgasmo de vez en cuando.
"Creo que esta noche podría estar un poco ocupada", dijo y luché contra el impulso de poner los ojos en blanco.
Por supuesto que esta noche iba a estar ocupada. Era sábado y el Dirty Cactus era el único decente.
barra de tamaño dentro de los límites de la ciudad. Cuando asumí la administración del lugar por primera vez hace seis meses, no
entender por qué la línea de fondo estaba en tan lamentable forma. Un bar de pueblo pequeño debería haber sido fácil
fabricante de dinero. Pero una vez que eché un buen vistazo a los libros, me enteré del pésimo sentido comercial de mi padre.
Quince años de mala gestión crónica junto con una necesidad constante de hacer reparaciones en un edificio antiguo
había pasado factura. Hasta ahora no había podido refinanciar la hipoteca de alto interés que sacó hace cinco años.
Hasta que hice que eso sucediera, no había suficiente efectivo para invertir en ninguna de las mejoras que aún estaban
muy requerido.
Elegí no mencionarle nada de esto a Terry. La situación financiera del bar no era su problema. Era
mía. Tendría que pensar en algo porque dudaba que mi padre fuera capaz de soportar perder el
bar tan pronto después de perder a mi madre.
El Dirty Cactus había sido un hito en la calle principal de Emblem durante décadas, desde mucho antes de que yo fuera
Nació. Mi padre compró al último propietario cuando yo era pequeño. Esta pésima inmersión fue como la infancia y
familia rodó juntos. A veces me molestaba. Pero sobre todo no pude evitar sentir afecto en
a pesar del hecho de que este lugar, este maldito basurero viejo y sucio, se parecía más al hijo de mi padre que yo.
Eddie Brandeis había estado al borde de un ataque de nervios durante los largos meses que mi madre permaneció
muriendo, pero no me atreví a mudarme aquí hasta que ella se hubiera ido. Ahora sentí algo de culpa, sabiendo que
Debería haberme tragado mi orgullo y enterrar mis sentimientos antes. He compensado mi ausencia desde entonces,
abandonando mis planes universitarios y mis sueños profesionales para regresar a Emblem indefinidamente. Si yo
De alguna manera podría salvar el Dirty Cactus para él, entonces yo lo haría.
Mientras estaba absorto en mis pensamientos sombríos, las manos de Terry seguían masajeando torpemente mis hombros. Yo cierro
mis ojos y traté de sentir algo, el más mínimo movimiento de deseo, pero mis párpados solo mostraban un dólar rojo
señales.
"Deberíamos conectarnos totalmente esta noche", dijo, lo cual no era romántico y ni siquiera especialmente sexy, pero
que se joda; Necesitaba menos romance de lo que necesitaba para salir.
"O ahora mismo", sugerí, haciendo girar mi cabeza hacia atrás en mi silla en un esfuerzo por presionar contra su entrepierna.
Terry soltó una risita. Esa es la única forma en que puedo describir el ruido que salió de su garganta. "Existen
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clientes por ahí ".
"¿Entonces?" Arqueé la espalda con la esperanza de que me agarrara los pechos. "Tal vez alguien entre en
nosotros."
A Terry no le agradaba esa idea. Su voz se puso nerviosa. "Oh hombre, eso apestaría".
"No tiene que ser así". Giré la silla y lo enfrenté, ya pasando mis palmas por su vientre.
y luego baje. Estaba semi duro. Pero tosió de vergüenza y dio un paso atrás antes de que yo
podría funcionar en él. Quizás me estaba yendo por la borda. No teníamos exactamente un arreglo regular.
"Deberíamos volver allí", dijo. "Sharon está completamente sola".
Sharon Gray había trabajado para mi papá durante casi una década. Probablemente sabía cómo servir unos tragos
por su cuenta a estas alturas. Sin embargo, recibí el mensaje y dejé de intentar jugar a la tentadora.
"Saldré enseguida", dije, dándome la vuelta y volviendo a mirar el estado financiero.
desde el infierno.
Terry escapó por la puerta, mirando hacia atrás una vez con una expresión de preocupación como si temiera que me enojara.
él. Por supuesto que no estaba enojado con él. Yo era el gerente interino del Dirty Cactus mientras mi padre intentaba tirar
él mismo juntos. Terry era técnicamente mi empleado. Si no quisiera estar ocupado en la vieja y polvorienta oficina
entonces no tenía derecho a hacer pucheros.
De todos modos, ¿a quién engañaba? Antes de Terry, me había acostado con dos chicos, ambos mansos y de corta duración.
relaciones. No podía reinventarme como una especie de sirena seductora que los hombres quisieran complacer.
Yo no era mi madre.
Feos sentimientos, sentimientos no deseados, intentaron abrirse paso.
Yo no trato de ser como Luanne, pasando de una conquista absurda a la siguiente mucho después de que ella había
eviscerado Ryan Jedson por rechazarla. Intenté enterrar ese recuerdo particular de mi madre en ella
rodillas en el polvo, pero a veces pinchaba los bordes de mi mente y se burlaba de mí, especialmente porque había
Escuché que estaba de regreso en la ciudad. Todos los días me preparaba para que el destino tuviera un encuentro con él. Sin embargo, así
Hasta el momento siguió siendo un rumor invisible. Emblem era una ciudad pequeña y el Cactus era lo más parecido a allí.
estaba en un centro comunitario, así que esperaba que ya se presentara, pero no lo hizo. Quizás él me culpó. O
tal vez a Ryan no le gustaba insistir en ese espantoso capítulo ahora que estaba tratando de recuperar su antiguo
la vida. Dondequiera que hubiera estado, debe haberlo hecho bien. La conversación alrededor del bar decía que estaba
el nuevo dueño del único McMansion que miraba desde su solitaria colina en el lado opuesto de la ciudad.
Los números no se estaban volviendo más amigables, así que guardé la computadora portátil en el gabinete cerrado con llave en la esquina.
y pasé un cepillo por mi cabello antes de regresar a la barra. Mi cabello largo fue lo primero que la gente
notado sobre mí. A veces sus preguntas eran ridículas, como cuando preguntaban si había alguna
Por una especie de razón religiosa, permití que la cortina de cabello castaño claro cayera casi hasta mi cintura. Había
nada religioso acerca de mis razones y, a decir verdad, a veces era un completo dolor de cabeza. Pero yo
siempre usaré mi cabello largo y suelto. Siempre lo haré porque puedo.
Porque vete a la mierda, mamá.
Sorprendentemente, la sabia predicción de Terry sobre una multitud el sábado por la noche se había hecho realidad. La mayoría de las heces
y tres cuartas partes de las mesas ya estaban ocupadas y aún no eran las siete de la tarde. A las ocho en punto
Difícilmente habría un camino despejado hacia la puerta. Estaba agradecido de que esta noche no fuera una noche de karaoke. Los tipos duros eran
sorprendentemente sensible por su canto de mierda y Terry con frecuencia necesitaba poner todo ese músculo en buenas
Úselo cuando estallen las discusiones.
Algunos de los clientes que ocupaban los taburetes me asintieron cuando aparecí. Ellos eran los tipos que
estado viniendo aquí desde antes de que mi padre fuera el propietario, solo unos lugareños solitarios que buscan algo para
hacer además de envejecer en el sofá de la sala mientras ve un programa de televisión donde extraños compran una casa. A
Hace unos meses, mi ex compañera de cuarto de la universidad, Felicity, fue a visitar a algunos de su hermandad.
hermanas. Estaban decepcionados de no haber encontrado una habitación llena de peligrosamente sexys Hijos de la Anarquía.
hombres de calibre tratando de patearlos. Esos tipos estaban seguros, los motociclistas que podían contarte historias.
que perseguiría tus sueños. Pero ninguna chica suburbana mimada en su sano juicio quería atrapar a sus
atención y si lo hizo, probablemente había una anciana de motociclista cerca esperando un motivo para tallar el
ojos de la competencia abiertos. A Felicity y sus amigas no les gustó Emblem. No se quedaron mucho tiempo.
Terry me dio un codazo cuando estaba llenando algunos vasos del grifo.
"¿Viste a tus amigos?" preguntó.
"¿Qué?" Miré hacia arriba y noté la mano que me saludaba desde el otro lado de la habitación. Le devolví el saludo, sonriendo.
Cadence Gentry era poderoso; ella podría hacerme sonreír con solo aparecer. No tuve mucho tiempo para
amigos últimamente, pero siempre hice tiempo para Cadence, así que entregué los borradores a mis clientes que esperaban y
se dirigió a su mesa contra la pared del fondo.
Cadence no estaba solo. Su novio Tristan Mulligan se sentó frente a ella y junto a él se sentó Steven.
Lucio. Al principio me sorprendió cuando Tristan y Cadence se juntaron. Cadence era un recién llegado a
pueblo. Sus padres habían crecido aquí, pero rara vez ponía un pie dentro de Emblem antes de aceptar una
trabajo docente al inicio del cuatrimestre. Estaba llena de ideas brillantes y energía feliz y era tan bonita
cualquiera podría esperar que ella fuera una snob. Ella fue todo lo contrario. La cadencia era la luz del sol.
Tristan, por otro lado, era un chico Emblem, un año por delante de mí en la escuela secundaria, al menos cuando
molestarse en aparecer en la escuela en absoluto. No corrimos con los mismos paquetes. Me mantuve en la pista de los honores
multitud del gobierno estudiantil, mientras que Tristan era un punk, un jugador arrogante que estaba acostumbrado a obtener todos los
atención en el mundo debido a su buena apariencia. No le importaban los académicos y nunca se graduó.
Honestamente, nunca me gustó mucho Tristan, pero cuando Cadence se enamoró de él y vi de primera mano lo enamorado que estaba
Estaba con mi amigo y no pude evitar reconsiderarlo. Ahora puedo admitir que, a pesar de la rudeza de Tristan Mulligan
bordes que no era un mal tipo.
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Cadence tiró de mi brazo, instándome a sentarme en la única silla vacía de la mesa. Esto no fue
realmente un buen momento para socializar. Sin embargo, podría garantizar que estaría de pie hasta el cierre, así que esta relativa calma
antes de la tormenta sería mi única oportunidad para un breve descanso.
Steven Pike había estado revolviendo pretzels en su cerveza y miró hacia arriba con una sonrisa cuando me senté
frente a él. "Hola, Leah".
“Oye, Pike. ¿Qué hay de nuevo en tu mundo?
"Tengo un reloj nuevo". Echó otro pretzel en su cerveza. A veces hacía cosas raras como esa.
A menudo me sonríe en estos días, pero eso es solo porque ya no recuerda cosas. El año pasado
fue agredido brutalmente y el golpe en la cabeza que estuvo a punto de acabar con su vida logró dejarlo
él con un cerebro permanentemente revuelto. Esa es la razón por la que recibo una sonrisa tonta y esperanzada cada vez que
se encuentran el uno con el otro. Recuerda quién soy, pero no recuerda que me desprecia.
Miré sus manos. Ninguna muñeca llevaba reloj.
“Eso es realmente asombroso, Steven,” dije y la condescendencia en mi voz era ridícula.
"Dejaste tu reloj en casa, ¿recuerdas?" Cadence le preguntó gentilmente. "Tu madre dijo que iba
para mantenerlo seguro para ti ".
"Lo recuerdo", dijo Pike, aparentemente herido de que alguien pudiera dudar de su memoria. Empujó el cuenco de
pretzels a través de la mesa hacia mí. "¿Quieres alguno?"
Los pretzels que servimos aquí eran baratos, excesivamente salados y asquerosos. Los de este cuenco en particular
parecía como si ya hubieran sido manejados individualmente por Pike. De todos modos, me metí algunos en la boca.
"Gracias", dije, masticando. "Estos son geniales".
Tristan me sonrió. Le di crédito por andar con Pike y cuidarlo cuando
Todos los demás en el círculo de Pike se habían marchado, no dispuestos a lidiar con una víctima de lesión cerebral traumática que
A veces olvidaba los nombres de las personas y luego exigía escuchar sobre sus vidas sexuales.
"Ustedes están jodiendo esta noche, ¿verdad?" Pike preguntó a Tristan y Cadence. Sonaba simplemente curioso,
como si alguien preguntara si había espaguetis en el menú de la cena.
—Claro —le aseguró Tristan.
"Definitivamente más de una vez", confirmó Cadence con una cara seria.
"En una variedad de posiciones", agregó Tristan.
"Tenemos la imagen", solté un bufido y luego miré hacia donde Terry estaba jugando con el
jukebox, un reemplazo antiguo restaurado de la vieja máquina malhumorada que nunca funcionó la mitad del tiempo.
Mi padre había invertido dinero en arreglarlo durante años porque se sentía sentimental por el asunto, pero yo
no estaba de acuerdo con tirar buen dinero después del mal. Un bar tenía que tener música, así que invertí en uno nuevo.
Terry subió el volumen y la voz ronca de antaño de Joe Cocker llenó la habitación.
"¿Que foto?" Pike quería saber.
Tristan robó otro plato de pretzels de una mesa vecina para distraerlo. "Sin imagen. Tener un
bocadillo."
Cadence me empujó. “Almorcemos mañana. Podemos conducir hasta Grande ". Antes de que pudiera decir una palabra
ella siguió adelante para presentar su argumento. "Tienes derecho a escapar de Emblem por unas horas y yo
Necesito un descanso de desempacar ".
"¿Pensé que no se mudarían hasta la semana que viene?" Tristan y Cadence habían alquilado una casa
juntos en uno de los pocos buenos barrios que aún se mantienen en pie.
“Terminamos obteniendo las llaves temprano. Así que ahora nos estamos juntando oficialmente ", dijo Cadence, guiñando un ojo a
su novio.
Le sonreí. "Sí, claro, puedo almorzar".
"Y puedes contarme todo sobre qué más estás haciendo". Cadence lanzó una mirada expresiva en el
dirección de la barra donde Terry cortó obedientemente algunas limas detrás del mostrador.
Le hice una mueca. Ella ya había adivinado que a veces me divertía con el cuerpo de Terry.
y no vi el sentido en negarlo. Pero Cadence quería creer que tenía que haber más en nuestro
conexiones que dos personas incompatibles que estaban lo suficientemente aburridas como para follarse mutuamente de vez en cuando. Yo como que
Ojalá hubiera, pero cuando miré a Terry vi a un tipo agradable pero vagamente lento e ingenioso con un banco
obsesión apremiante y un sentido del humor incompleto. Cadence tenía que saber que lo que ella y Tristan
tenía, una conexión ardiente que empañaba una habitación, no aparecía todo el tiempo. Al menos, nunca lo había encontrado.
Una fuerte risa femenina rebotó detrás de mí y mi estómago se encogió. Yo reconoci quien ese
pertenecía a la risa. Escucharlo me recordó que un efecto secundario indeseable de regresar a la ciudad natal de uno
involucrado roces con los matones de la escuela secundaria. Al menos pude sentir cierta satisfacción al saber que
Gina Scarpetti había caído en picado desde el baile de graduación. Ella estaba visiblemente fuera de forma
y su cabello cobrizo y artificialmente rubio estaba positivamente frito. En ese momento ella se estaba frotando todo
sobre Vance Mueller; corpulento, de treinta años, notoriamente despedido de su trabajo en la prisión el año pasado cuando
estrelló un autobús lleno de reclusos contra una estación de servicio, hiriendo de gravedad a dos hombres.
"Están jodiendo esta noche", confió Pike, señalando a Gina y Vance.
"Apuesto a que lo son", dijo Tristan, sin pestañear.
"Oh, ¿adivina lo que escuché?" Cadence tocó mi brazo. "El restaurante se ha vendido".
"¿En realidad? ¿Para qué van a utilizar los compradores el espacio? "
“No lo sé. Se especula que simplemente lo van a derribar ".
"¿Y construir qué?"
"No tengo idea."
El Emblem Diner había sido un elemento básico de Main Street que permaneció suspendido en su destartalado mediados de siglo.
decoración hasta que finalmente sucumbió a una muerte lenta hace unos años. La comida siempre haba sido un
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grasiento dos estrellas en una escala de cinco estrellas, pero la pérdida del comensal se había sentido agudamente. No sabia si era
Vale la pena mantener los dedos cruzados para que los misteriosos financistas consideren oportuno reabrir el lugar. Que
El edificio estaba peor que éste y los costos de renovación serían considerables.
"Todo dinero de fuera del estado, seguro", dijo Tristan, con disgusto en su tono. "Alguna socialité probablemente lo compró como
un proyecto
"Seamosfavorito y lo convertirá
optimistas", en algo
dije. “Seguro poco bueno
que sería convincente, como
pedir una vezuna
mástienda de cintas paradeelcalidad
una hamburguesa cabelloinferior
de diseñador ".
en algún lugar más cercano que Grande ".
Pike se interesó por la conversación. "Quiero una hamburguesa."
Revisé la acción y noté que Sharon estaba corriendo tratando de llenar todos los pedidos de bebidas.
por su cuenta mientras Terry continuaba cortando limas en la barra. Esa fue una tarea extraña para él.
perdiendo tanto tiempo. Esta no era una multitud de rodajas de limón y por lo general terminamos lanzando la mayor parte de
ellos en la basura. En cualquier caso, no podía justificar pasar el rato con mis amigos mientras estábamos a punto de
afrontar las horas más ocupadas de la semana. Estaba en la punta de mi lengua desearles a todos una buena noche cuando
noté que Tristan estaba mirando algo por encima de mi cabeza. Fuera lo que fuese, su mandíbula cuadrada se tensó
y sus hombros se tensan.
Pike fue quien resolvió el misterio. "¡Jedson!" gritó, agitando un brazo en el aire como si estuviera
un niño de escuela primaria que intenta captar la atención del maestro. ¡Jedson! Jedson! "
Ryan Jedson me miró a los ojos y yo no estaba preparado. A pesar de que su nombre había sido
resonando por aquí durante semanas y había pasado muchas horas pensando en el inevitable momento de venir
cara a cara, no estaba preparado en absoluto.
No había cambiado tanto. Ryan ya era un hombre antes de irse y, a primera vista, seis
años de kilometraje adicional habían sido buenos para él. Su cabello negro estaba muy corto y la sombra
cubrir su mandíbula parecía demasiado sexy para ser involuntario. Iba vestido de manera informal, pero la camiseta azul oscuro
y los jeans negros tenían la apariencia de calidad, una actualización pequeña pero significativa de la tienda de segunda mano
ropa que su madre necesitaba comprarle cuando pasaba demasiado tiempo entre la manutención infantil infrecuente
pagos.
Me preparé para una fría mirada de odio que decía que él sabía qué papel había jugado en el terrible drama.
de hace seis años.
Pero no me miró en absoluto.
Él sonrió.
Y fue como si el tiempo se hubiera desvanecido y yo todavía era un adolescente enamorado y angustiado que se colaba en su vacío.
en la cama por la tarde y con la esperanza de que llegara el día en que se diera cuenta de mi
Notificarme.
Le devolví la sonrisa. Ryan Jedson, mi primer amigo. El chico que pensé que amaba y luego pensé que odiaba.
El hombre cuyo destino me había pesado durante seis largos años.
Pike tocó mi brazo para llamar mi atención y cuando me volví vi la apariencia confusa de su nueva realidad.
se había desvanecido por un segundo, reemplazado con fría claridad. "Será mejor que te cuides, Leah", dijo.
sin una explicación. No necesitaba uno. Sabía lo que quería decir. Cadence le lanzó a Pike una mirada de desconcierto.
pero ya estaba reinvertido en su tazón de pretzel.
"Debería volver detrás de la barra", dije, haciendo una salida apresurada para evitar el escrutinio de mis amigos mientras
tratando de calmar mis nervios. "Hablamos después chicos."
Mantuve la cabeza gacha mientras volvía corriendo a mi lugar detrás del mostrador. Sharon había estado manejando tanto
las mesas y el mostrador porque Terry todavía estaba ocupado produciendo rodajas de limón a la perfección y le indiqué
para ella que me las arreglaría aquí. Empecé a mezclar bebidas y a hacer cambios y a tratar de no ser
hiper consciente del hecho de que después de que Ryan Jedson entró con ese gigante pelirrojo, McGraw, estaba
circulando por la habitación. Hice lo mejor que pude para evitar mirar en su dirección, pero no importaba. Yo imaginé
sus ojos oscuros estaban siguiendo cada uno de mis movimientos.
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Capítulo tres
Ryan
Algunas de estas personas con las que ya me había encontrado desde que había regresado. Algunos de ellos los estaba viendo por primera vez
en años. Y algunos de ellos me eran completamente desconocidos.
"¡Jedson!" El primer grito vino de Steven Pike.
Antes de dejar Emblem, lo habría clasificado como amigo. Salimos con la misma gente de
de secundaria en adelante y no era un mal tipo con quien ser amigo si no pasaba nada interesante. I
Sentí pena cuando escuché lo que le había sucedido, recibiendo una paliza en la parte posterior del cráneo por el humilde
diez dólares que llevaba en su billetera en ese momento. Hace unas semanas lo visité en el
parque de casas rodantes en ruinas donde vivía con su madre ahora porque estaba demasiado desordenado para cuidar
él mismo. Dejé cinco billetes de cien dólares crujientes debajo del plato de papel que tenía la rebanada de pastel crujiente
su madre me sirvió.
Ahora, mientras Pike intentaba hacerme señas tan desesperadamente como si estuviera llamando a un taxi de la ciudad en medio de la
apocalipsis, me pregunté si siquiera recordaba esa visita. Había muchos detalles de la vida que no parecía
Recuerdo en absoluto, como la última conversación que tuvimos antes de que me quedara sin Emblem. Lo reconocí con un
asentir y eso lo satisfizo lo suficiente como para bajar la mano y dejar de gritar.
Pike no estaba solo en la mesa. El hermano pequeño de Curtis Mulligan, Tristan, estaba allí y su reacción fue lejana.
más mudo, igual que cuando nos encontramos la semana pasada en la gasolinera. Él había saludado
yo entonces y sabía que me saludaría ahora si iba a su mesa, pero nunca fuimos amigos como su hermano
y yo estaba. Escuché que Curtis había hecho un total de ochenta desde miembro de una pandilla salvaje hasta familia de valla de piquete.
chico. Nunca lo hubiera predicho, pero como sea. Esperaba que estuviera feliz.
En cuanto a la porción desconocida de potencial pornográfico que se encuentra frente a Tristan, tendría que adivinar que era la
novia que había mencionado. Un profesor o algo así. Y un Gentry, que fue un poco interesante. La mayoría de
los famosos Gentrys habían huido de sus horribles cuevas del desierto hacía mucho tiempo. Ahora que todos estaban bien
aparentemente produjeron hijas como esta. Mulligan debería considerarse afortunado de haberse encontrado con ella.
primero.
Leah fue la última persona que noté sentada allí y probablemente se debió a que se había deslizado
hundida en su silla como si esperara descubrir un talento secreto para fundirse en madera. Su pelo largo se escondió
la mitad de su rostro, pero su único ojo marrón visible estaba muy abierto por la sorpresa. Ella debe haber escuchado a estas alturas que yo
estaba de vuelta en la ciudad. Ella también debió haber esperado que yo apareciera aquí tarde o temprano.
Sin embargo, Leah Brandeis me miró boquiabierta como si me hubiera levantado de la tumba. Tal vez un fragmento de remordimiento fue
metiéndola en un lugar incómodo. Es decir, si fuera capaz de sentir remordimientos. Si ella hubiera heredado como
mucho de su madre, como yo pensaba, no sentía nada por el estilo. Ella solo se preguntaba si haría un
escena frente a la mitad de Emblem. Yo no lo haría. Eso no me llevaría a ninguna parte.
Para demostrar que no había resentimientos, le sonreí. Después de un momento de vacilación, ella le devolvió la sonrisa.
No había nada de Luanne en su sonrisa, pero eso no significaba una mierda. Ella era cada parte de su madre
hija.
Pasé por este bar al menos dos docenas de veces durante el mes pasado y, a veces, se me ocurrió
que debería entrar y terminar la reunión. Pero me gustó la idea de que ella
Probablemente estaba esperando con alfileres y agujas a que yo hiciera acto de presencia. Deja que se pregunte. Dejarla
preocuparse.
El padre de Leah, Eddie, no estaba a la vista, pero basándome en todo lo que había oído sobre el lamentable estado de
Se esperaba su ausencia de la familia Brandeis. No lamenté oír hablar de la desgracia de Eddie. Él no tenía ni idea
y débil y extrañamente devoto de Luanne y este estúpido bar. No había espacio en su cabeza para
Algo más. Incluso sus hijas siempre fueron una ocurrencia tardía.
Algunos de los viejos más hoscos que probablemente habían cabalgado con mi padre décadas antes.
giraron en sus asientos el tiempo suficiente para darme algunos asentimientos rígidos de reconocimiento. McGraw gritó un
orden de bebidas a la camarera. No era joven y llevaba una alianza de boda, pero maldita sea si no se sonrojaba y
rió cuando McGraw le guiñó un ojo. Tal vez sus historias no eran todas tonterías después de todo, aunque no entendí
cómo un tipo que parecía un Yeti gordo y pelirrojo tenía el poder de hacer que las mujeres se desmayaran dondequiera que fuera.
Leah había corrido detrás de la barra como una rata cuando me dirigí a la mesa de Pike. Me deslicé en el
asiento que había ocupado y encontró que todavía estaba caliente. Pike estaba prácticamente mareado de verme de nuevo y si no lo hubiera hecho
He sido consciente de la gran cicatriz debajo de su gorra de béisbol roja, habría pensado que estaba bien, tal vez un
poco borracho.
Tristan Mulligan me miró impasible. Cadence, su pequeña novia ardiente, habló lo suficiente por el
dos de ellos, acribillándome con preguntas que no tenía ganas de responder, mirando de un lado a otro entre mí
y su novio como si estuviera tratando de resolver un acertijo dentro de su bonita cabeza. La camarera que se había reído
porque McGraw entregó una ronda de cervezas y dijo que las habían enviado por cortesía de la casa. Cual
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significaba que Leah lo había arreglado. Qué amable de su parte.

Bebí un sorbo de cerveza gratis y comprobé lo que estaba haciendo Leah. Ella se movió rápido mientras preparaba una bebida
tras otro, llenó una fila de vasos del grifo y luego cobró algunos clientes. Ella no estaba sola
detrás de la barra. Aparte de la camarera de McGraw, había un tipo que parecía que se había tragado
botellas de mejoras de rendimiento para el desayuno. Por lo que pude saber, las funciones principales del chico
parecía interponerse en el camino de Leah y mirarle el culo. La forma en que la miró me hizo pensar que él
ya había probado ese plato en particular.
Mientras pensaba en Leah y el rey de los esteroides, Pike anunció de repente que quería conseguir un
perrito caliente de la gasolinera. Tristan lo complació como a un hermano pequeño, lo cual fue un poco conmovedor. Él
recogió a Pike y a su novia y les ofreció una despedida vagamente amistosa antes de que los tres salieran.
el Cactus en busca del perrito caliente de Pike.
No podía justificar estar solo en una mesa cuando el lugar estaba tan lleno de gente, así que decidí moverme. I
No llegó muy lejos antes de que los brazos rodearan mi cuello y el olor fétido del perfume de la farmacia asaltara mis fosas nasales.
"¡Ryan!" chilló el dueño de las armas. Si alguien combina lilas y queroseno, olería a
su.
Me aparté para ver con qué estaba lidiando. La cara enrojecida que me miraba me era familiar porque
se parecía mucho a la hermana mayor con la que me había divertido hace un millón de años. Había conocido a Delia
Scarpetti tan burbujeante y alegre y nada particular acerca de quién se metió la polla en la boca. De
por la forma en que la hermana pequeña me babeaba, parecía que tenía un enfoque similar de la vida.
"No recuerdas mi nombre, ¿verdad?" ella rió.
"No," admití, esperando que ella desapareciera.
“Gina. Gina Scarpetti. Conocías a mi hermana ".
“Recuerdo a Delia. ¿Como es ella?"
“Casado con un teniente de prisión. Tienen dos hijos y se duermen todas las noches a las ocho de la noche ". Esta gina
La persona me hizo saber que estaba disponible metiendo sus tetas en mi pecho. Se sentían antinaturales, como rocas que
habían sido pegados a su cuerpo, pero mi pene los reconoció por lo que eran y se interesó.
"Me alegro de que esté bien", dije, preguntándome cómo es que la mitad de las personas con las que solía ir de fiesta
convertirme en ciudadanos modelo mientras estaba fuera.
"Y ahora que has vuelto, tendremos que celebrar de alguna manera". Gina mostró una sonrisa maliciosa. Ella tenia un
diente de plata. No tenía ningún deseo de celebrar nada con ella. No importa cómo se sienta mi polla al respecto.
"Estoy seguro de que te veré en algún momento", le dije, que fue lo más cerca que pude llegar a decirle que
cabrear sin ser abiertamente un idiota.
Su sonrisa vaciló lo suficiente como para ocultar el diente de plata. Sus brazos cayeron. "Si. Bueno, probablemente eres
ocupado ahora mismo o lo que sea ".
"Mas tarde." Me alejé de su agarre y su hedor y sus pechos de roca. Mi polla se moría por venir
salir y practicar, pero eso no estaba sucediendo aquí. No había encontrado a nadie que valiera la pena.
desde que regresó a Emblem. Tal vez mis experiencias pasadas me hicieron desconfiar, como si esta parte del mundo tuviera que
llenarse de Luannes. Y Leahs.
"Jedson", graznó una voz y vi que estaba siendo saludado por Tim Ortiz. Había tenido una serie de fallidos
negocios, solía montar la Harley más envidiable de la ciudad y tenía algo por mi madre. El estaba cargando
alrededor de un tanque de oxígeno ahora.
Después de disparar la mierda con Ortiz por un rato, se puso pesadamente en sus pies hinchados y se despidió.
Eran más de las nueve de la noche y me preguntaba si debería salir de esta escena por ahora. El lugar justo
Seguía poniéndose más ocupado y musculoso cerca de la barra para gritar unas palabras a Leah parecía una pérdida de tiempo.
hora. Íbamos a tener una charla, ella y yo, y necesitaba toda su atención. Estaría en mi mejor comportamiento
por ahora. Tenía algo especial en mente para Leah Brandeis.
McGraw no quería irse. Al menos no conmigo. Había encontrado a alguien para ocupar su regazo, un
chica pecosa con pechos caídos y cabello anaranjado rizado. Hasta ahora los dos parecían estar
considerando encontrar un asiento trasero o un baño para poder comenzar a poblar el mundo con gorditos
descendencia de jengibre. Dado cómo le estaba yendo y el hecho de que la mitad de la ciudad estaba aquí esta noche, McGraw
probablemente podría esperar ser expulsado del lugar de su novia más temprano que tarde.
Estaba a punto de optar por posponer una conversación con Leah cuando un motociclista calvo vestía un
Emblem Riot cut finalmente se deslizó de su taburete y cambié de opinión, aprovechando la oportunidad para tomar su
lugar.
Estaba ocupada y no me notó de inmediato. El rey de los esteroides había viajado al otro lado del
bar para lidiar con una discusión. La música salió de la máquina de discos, un buen clásico de Jimmy Hendrix.
"Oye." Chasque los dedos. "Cuando tengas un minuto, ¿puedo tomar una cerveza?"
Su rostro era todo negocios hasta que miró hacia arriba y vio que la pregunta venía de mí. Ella se sonrojó y
barrió su cabello ridículamente largo y brillante sobre un hombro. La mudanza fue un hábito nervioso o ella
asumió que era sexy.
"¿Grifo o botella?" preguntó ella con un movimiento de sus labios.
"Grifo. Por favor."
Ella asintió. "Solo un minuto."
La vi servir una ronda de tragos para un trío de buenos viejos que se estaban desvaneciendo y que probablemente habían estado desperdiciando
sus sábados por la noche en el Cactus desde la administración Regan. Uno de ellos le guiñó un ojo a Leah y
la llamó 'cariño' y ella respondió colocando sus manos en sus caderas y mirándolo hasta que
bajó la cabeza. Luego se echó el pelo sobre el hombro opuesto y rápidamente llenó un vaso de
el grifo antes de dejarlo graciosamente frente a mí.
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"Prueba algunos pretzels también", me ofreció, empujando un cuenco en mi dirección.
Acerqué el vaso. "Pasaré los pretzels".
"Sabia decisión." Ella ladeó la cabeza. “Escuché que estabas de vuelta en la ciudad. ¿Cómo estás?"
¿En serio? ¿Ese fue su saludo? ¿Cómo estás? Como si fuera un tipo que ella había conocido en la escuela secundaria que
pasó a vagar en su camino. No esperaba que se cayera al suelo sucio mientras lloraba
se arrepiente pero vamos .
“Estoy bien”, dije. Liberado de un cargo de asesinato de mierda después de seis largos años siempre se convierte en
buenas noticias, verdad? "Me he estado relajando en el sur por un tiempo".
Esa era una forma de decirlo. Había vivido con un nombre que no era mío y una vida que nunca había sentido
completamente real para mí. Había sido un actor permanente, un fraude supremo, todo por necesidad. Y sobre todo
por ella.
Ella se movió, claramente captando el borde en mi tono y pensando en lo que me había llevado al sur.
casi definitivamente preguntándome cuánto sabía. Sabía todo. Pero le diría eso otro día.
"¿México?" ella adivinó.
"Florida."
“Escuché que compraste la casa en la colina”, dijo y casi me reí porque prácticamente podía
ver los signos de dólar informándose en sus ojos. Esa fue una pluma en mi gorra. Dejé Emblem con
nada. Regresé con una cuenta bancaria abarrotada.
"Tuve suerte con algunas inversiones inmobiliarias". Solo admití la verdad porque no la quería
comenzando rumores a medias, un pasatiempo para el que tenía talento. Durante mi exilio tropical también me las arreglé
terminar la escuela secundaria y obtener un título en finanzas, pero esos detalles no se le debían a Leah, así que cambié
el tema.
"No he visto a Eddie esta noche", dije, aunque ya sabía que no lo haría.
Apareció una arruga entre sus cejas. “He estado dirigiendo la barra durante los últimos seis meses. Mi papá
es ... bueno, no ha estado en muy buena forma desde que murió mi mamá. Regresé a casa para ayudarlo ".
Aquí estaba la parte en la que lo correcto era decir algo como "Lamento oír lo de tu mamá".
Pero había tanta hipocresía que podía soportar y Leah nunca creería esas palabras viniendo
de mí de todos modos. Por lo que escuché, la muerte de Luanne había sido lenta y dolorosa y, aunque no fui cruel
lo suficiente como para desearle ese destino a cualquiera, ni siquiera a ella, tampoco podría decir que estaba destrozado al escucharlo.
Leah se mordió el labio, la mención de Luanne era un obvio asesino de conversaciones. Fingí que no pasaba nada.
"Entonces", dije, "¿Qué estabas haciendo antes de retirarte a Emblem para rescatar a tu papá y al Dirty
¿Cactus?"
Ella me miró. Leah no era una idiota. Probablemente tenía la capacidad de detectar el sarcasmo. Pero ella
respondió de todos modos.
“Estaba inscrito en el estado de Arizona. Estudiar para ser contador ".
"¿No terminaste?"
Ella sacudió su cabeza. “No, todavía me queda otro año. Pero mi papá me necesitaba así que no dudé en venir
casa." Probablemente estaba acostumbrada a que la gente le dijera lo maravillosa y noble que era para abandonarla.
sueños contables y regresar a su ciudad natal de mierda para apuntalar una barra que falla y jugar a la niñera para ella
perdedor de un anciano.
Mientras tanto, el rey de los esteroides estaba de pie cerca, llenando vasos y mirándome de manera poco amistosa.
Parecía vagamente familiar, como los actores de personajes estándar parecían vagamente familiares, pero no podía ser
se molestó en averiguar por qué. Era obvio que le disgustaba que yo le dedicara tanto tiempo a Leah. O
tal vez solo le molestaba porque a ella parecía gustarle la atención. Lentamente, deliberadamente, rastrillé mi
ojos sobre su cuerpo una vez más, en parte porque sabía que él estaba mirando y en parte porque me divertía
para verla retorcerse.
"Los años han sido buenos contigo", noté, mirando tranquilamente sus piernas desnudas, su enorme camiseta.
camisa, sus pequeñas caderas. Sí, había crecido bien a pesar de que físicamente no hizo mucho por mí. No
porque ella era fea. Ella no era ni remotamente fea. Muchos chicos se excitaron con esa frágil mirada de ojos de ciervo y
se divirtió con las tetas pequeñas. Bien por ellos. Pero dame una chica con activos sustanciales que valga la pena chupar
horas, lo suficientemente alta como para no tener que doblarme por la mitad para localizar sus labios, una chica que podía seguir el ritmo cuando
La follé duro y sin piedad, no una muñeca de porcelana que difícilmente podría caberme dentro y podría
crack si la montaba demasiado duro.
En cuanto a Leah Brandeis, tenía todas las características de una frágil pieza de cristal que necesitaba encerrarse.
un armario o guardado en un estante remoto.
Por otro lado, si alguien decide sacarla de ese estante y hacerla pedazos, entonces
era nada menos de lo que se merecía.
Ella se puso nerviosa cuando me tomé mi tiempo dejando que mis ojos la recorrieran. Sus mejillas se enrojecieron y ella
arrojó esa franja de cabello irrazonablemente larga sobre su hombro derecho. Pero la forma en que movió sus piernas le dijo
a mí le gustaba que la examinaran de esta manera. A ella le gustó mucho que yo la estudiara en particular. Ella tendría
cambió de opinión a toda prisa si podía leer lo que estaba pasando en mi cabeza.
Un silbido agudo cortó el estruendo. Unos taburetes de la barra sentados a un par de chicos jóvenes que no tenían
la mirada de Emblem sobre ellos. Probablemente habrían conducido hasta aquí desde algún maestro remilgado planeado
comunidad para ver cómo vivía la otra mitad.
"Toma un par de tragos de tequila aquí", ladró uno de ellos. Si fueran inteligentes, mantendrían su
Cabezas abajo. Pude ver que algunos de los clientes habituales de Emblem se habían dado cuenta y no estaban impresionados.
Leah echó un vistazo a su alrededor para ver si alguno de sus empleados podía cubrir el pedido para poder gastar
otro minuto en esta conversación, pero la camarera estaba al otro lado de la barra y el rey de los esteroides ahora
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lidiando con algunas disputas por el tablero de dardos.
"Lo siento, estamos ocupados esta noche", dijo. "Tengo que ir."
"Vamos a cortar la socialización y hacer que esas tomas sucedan", gritó el segundo chico como su amigo.
rió disimuladamente. Algunos de los otros habitantes de los taburetes de bar realmente los miraban con disgusto ahora. Yo era uno de
ellos.
"Deberías volver de nuevo", espetó Leah. "Quiero decir, fue un gusto verte, Ryan".
"Me alegro de verte también." Mantuve mi rostro lo más neutral posible. "Sí, pasaré de nuevo muy pronto".
Buscó mi expresión con un poco de ansiedad, tratando de determinar si todo estaba perdonado, o si todo
incluso se conocía. Fue conocido. Y sin perdón. Pero me guardé esas verdades para mí.
Leah debió estar satisfecha de que yo no guardara rencor porque rompió a sonreír. Ella tenia una bonita
sonreír y verlo me apuñaló un poco en el estómago. Recordé la forma en que solía volverse tan tímida
sonreírme como si estuviera a punto de enlazar la luna y luego entregárselo.
Pero eso fue hace mucho tiempo. Otra era. Otra vida.
Ahora era una mujer que me sonreía de una manera esperanzada con la que estaba muy familiarizado. Ella no tenía mierda
lástima.
Leah no tuvo tiempo de quedarse allí sonriéndome por mucho tiempo porque sus clientes seguían haciendo
demandas. Cuando su atención volvió a servir un vaso tras otro, me levanté y dejé caer
algo de dinero en efectivo en la barra.
También dejé algo más. Retrocedí unos pasos entre la multitud, esperando a que ella se moviera para
recogiéndolo. Finalmente lo hizo y vi que su cabeza se agitaba en una toma doble. Ella estaba congelada, mirando hacia abajo
lo que había dejado atrás. Pero antes de que pudiera hacer algo al respecto, bajé la cabeza, me volví y
dirigiéndose a la puerta.
No tenía mucha confianza en que la expresión neutra de mi rostro permaneciera intacta.
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Capítulo cuatro
LEAH
Me desperté porque estaba seguro de que alguien acababa de gritar mi nombre.

"¡LEAH!"
El grito, claramente masculino, todavía sonaba en mis oídos y mi corazón latía con fuerza mientras me sentaba en el delgado
colchón, escuchando el siguiente sonido.
Ninguno vino.
No había nadie gritando, ni golpes en la puerta y no se había activado ninguna alarma. Solo habia
el vago suspiro del aire acondicionado y el parloteo de los pájaros afuera. Nada fuera de lo común. I
estaba escuchando un eco de mis sueños.
Mi cabello sudoroso estaba pegado a la parte posterior de mi cuello y lo retorcí en un nudo suelto antes de acomodarlo.
de vuelta entre las tres almohadas que poblaban mi cama solitaria. Nunca acepté la tibia conexión de Terry
oferta anoche. En parte porque luché por encontrar algún entusiasmo por él y sobre todo porque sentí que
lo que no podía hacer cuando estaba tan preocupado por otras cosas. Terry no parecía especialmente
decepcionado cuando murmuré algo sobre que me necesitaban en casa. Después de cerrar el bar conduje
directamente a casa, verifiqué que mi padre durmiera en la casa y luego se retiró aquí para
el viejo remolque.
Originalmente me mudé a la casa de los Jedson en un intento desesperado por dormir un poco. Desde la niñez
Había estado plagado de episodios de insomnio, un defecto que podría haber adquirido de Luanne, que siempre necesitaba un
un trago de alcohol junto con un poco de ayuda farmacéutica para quedarse dormido durante un par de horas.
En las sombrías semanas que siguieron a su muerte, mi padre se convirtió en un fantasma perdido, sollozando y lamentándose y
preguntándome en voz alta qué razón tenía para vivir y apenas dormí. Las necesidades del bar me mantuvieron en
mis pies todo el día mientras luchaba por adaptarme a un papel que nunca había esperado desempeñar. Entonces me arrastraría al otro lado
el umbral mucho después de que la mayor parte de Emblem se hubiera asentado para escuchar el vagabundeo nocturno de mi padre
pasos. Era un sonido hueco y desesperado mientras caminaba de una habitación a otra como si estuviera buscando
algo que había perdido.
No creo que él realmente creyera que ella moriría. No cuando llegó el diagnóstico de cáncer de pulmón, no cuando el
los tratamientos no tuvieron éxito, no cuando dejó de poder levantarse de la cama. Tal vez ni siquiera cuando
llegó el cuidado de hospicio para supervisar sus últimos días. Luanne era más de una década más joven que él. La
Probablemente nunca se le había pasado por la cabeza el pensamiento de que la sobreviviría. Tal vez por eso no podía aceptarlo,
ni siquiera cuando Luanne Danziger Brandeis dejó de maldecir a todos los que se atrevieron a acercarse a su cama y
jadeó su último aliento difícil.
Entre el lamentable resultado final del bar y la avalancha de facturas médicas que aún llegaban a diario allí
No era mucho dinero, solo lo suficiente para contratar a la enfermera viuda y jubilada, la Sra. Albertson, de la calle a
velar por él cuando yo estaba ocupado en el Cactus. Al principio asumí que la situación era temporal y
Se espera que regrese a la escuela durante el semestre de otoño. Pero cuando las semanas se convirtieron en meses y mi padre todavía
no podía volver a ocupar el lugar que ocupaba en su antigua vida. Dejé de pensar en términos de una línea de tiempo. Después del funeral de Luanne,
planteó el tema de la venta de la barra, pero rápidamente se dio cuenta de que no era un principio. Mi padre necesitaba el sucio
Cactus. Había perdido su identidad como marido de Luanne y lo único que le quedaba era el bar. El necesitaba la barra
incluso si todavía no se atrevía a salir de la casa, y mucho menos a actuar como propietario.
El mes pasado finalmente llegué a mi frontera mental. No podía irme. Sin embargo, no podía soportar vivir en el
casa que vibraba de muerte, tristeza y recuerdos podridos. Noche tras noche me acostaba despierto en mi
dormitorio de la niñez rosada y mirar fijamente la pared hasta que los primeros zarcillos de luz del día se arrastraron alrededor de los bordes de
las cortinas de la ventana. Y luego, finalmente, intermitentemente, caía en un sueño agotado durante unas pocas horas hasta que
mi padre se despertó y llamó a mi puerta preguntando por qué no me había levantado todavía y lidiando con el Cactus. Eso
No fue su culpa que no pudiera dormir. Pero la casa fue el epicentro de todos mis momentos de infelicidad. Mi
la muerte de la madre solo empeoró el sentimiento. Me imaginé a su fantasma desaprobador mirándome cada vez
vez que cerré los ojos.
El remolque había estado desocupado durante años y no podía entender por qué lo habían conservado. Tenía
Mis padres la compraron únicamente para darles a Celeste y a su pequeño hijo un lugar donde vivir por muy poco alquiler.
Celeste y Ryan se habían ido hace mucho tiempo y mis padres podrían haber vendido la cosa y haberla trasladado a otra parte.
en lugar de quedarse fuera del huerto de cítricos para descomponerse año tras año. Sin embargo, de alguna manera
se mantuvo en buena forma. Limpié algunos trastos viejos que se habían guardado en el interior, compré algunas piezas
de muebles en la tienda de consignación en Grande y lo hizo casi tan hogareño como lo había sido cuando Celeste
Viví aquí. Mi padre no discutió conmigo cuando le di la excusa de que no quería molestarlo.
más permaneciendo en la casa. Y estaba allí, en una habitación diminuta donde Celeste Jedson alguna vez había
Colgó cortinas de mariposas azules en su ventana que finalmente pude dormir durante más de dos horas a la
hora.
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Por algún extraño giro de coincidencia, mi traslado al tráiler ocurrió solo unos días antes de escuchar a Ryan Jedson.
estaba de vuelta en la ciudad. Tal vez debería haber estado plagado de fantasmas y recuerdos en la antigua casa de Ryan.
como estaba en la casa de mis padres, pero ese no fue el caso. El tráiler logró ser un pequeño rincón de
serenidad. Un lugar donde finalmente pude dormir.
Deseé estar todavía dormido. Una vez que mi mente comenzó a trabajar, comencé a recordar la noche anterior. Para
semanas me había preparado para la inevitabilidad de Ryan Jedson entrando por la puerta. Pero nunca pude
han estado preparados para el tsunami de reacciones conflictivas.
Tristeza.
Malestar.
Ira.
Sí, enfado. Nunca había podido borrar la repugnante imagen de él con mi madre.
"Mi cama. Tu cama. La cama de Leah ".
Y había una emoción de guerra más con la que lidiar.
El peor.
Tentación.
Lo había sorprendido mirándome de arriba abajo de una manera que solía desear que algún día me mirara. Todo
Volví apresuradamente en un tumulto de confusión y yo era un adolescente enamorado con un sueño esperanzador. quise
él para seguir mirándome. De alguna manera retorcida, en realidad lo deseaba .
Gemí y tiré una almohada sobre mi cabeza. La idea era una locura. Cualesquiera que sean las fantasías que una vez cultivé
sobre Ryan había muerto años atrás. O al menos deberían haberlo hecho.
Respirar debajo de una almohada no era un buen plan a largo plazo, así que lo tiré. Bien podría ducharme
y seguir con el día. Mi papá sin duda ya estaba despierto, probablemente esperándome con menos paciencia.
para aparecer y tomar asiento en la mesa de la cocina. Los domingos por la mañana se habían convertido en nuestra cita no oficial.
para repasar los números de la barra de la semana, aunque solo asentía vagamente cuando le di menos
que una noticia satisfactoria. El problema no fue el volumen de negocio. El problema era que repetidamente
obtuvo préstamos nuevos y cada vez más riesgosos, en parte para abordar trabajos de renovación que nunca se iniciaron, y mucho menos
terminado. Así que ahora estábamos cargados con una hipoteca excesiva de alta tasa de interés sobre un edificio que estaba
necesita urgentemente reparaciones generalizadas.
Para empeorar las cosas, había obtenido una segunda hipoteca sobre la casa. La situación financiera de mi padre
era precario. Transmitirle este mensaje e idear una estrategia estaba resultando difícil. I
Tenía miedo de que recayera si lo empujaba demasiado, así que traté de andar con cuidado. Fue alentador ver
que estaba un poco menos roto estos días, incluso jugando a las cartas con viejos amigos en ocasiones. Sus amigos en
el bar preguntaba por él todo el tiempo durante los primeros meses de su ausencia. No preguntaron mucho
nunca más. Creo que la gente estaba empezando a creer que nunca volvería. Yo también estaba empezando a creerlo.
Me odié un poco por la sensación de pavor que me envolvió mientras caminaba desde el remolque hasta la
casa. Por supuesto que amaba a mi papá. Había suspendido mi vida para volver aquí y ayudarlo tanto como yo.
podría. Pero habían pasado tantos meses y comenzaba a sentir que estábamos atrapados en un patrón de espera.
No podía quedarse sentado en la casa y pensar en su difunta esposa para siempre. Y no pude soportar el peso de nuestro
Circunstancias en mi espalda para siempre. Yo estaba agotado. Y no había luz al final del túnel.
Al menos almorcé con Cadence para esperar esta tarde.
La casa en la que crecí era una de las más bonitas de Emblem, un rancho extenso diseñado a medida
estilo con un rostro toscano, completo con piedra y volutas de hierro forjado. Me paré frente a la casa
por un momento, juzgándolo en silencio. Dado el mercado inmobiliario actual en Emblem, no sabía si
Incluso podría obtener lo suficiente de una venta para pagar la deuda pendiente. No habia mucha gente buscando
una finca en medio de una ciudad que se desvanece.
Excepto Ryan Jedson.
Era un misterio cómo un desertor de la escuela secundaria que había pasado años huyendo de las fuerzas del orden
logró tener suficiente efectivo para comprar la casa en la colina. Hubo rumores sobre lo que había sido
haciendo durante esos años. Las drogas eran la suposición más probable. Vagamente había mencionado tener suerte.
rompe en bienes raíces, pero si la verdad era más turbia, dudaba que me lo admitiera de inmediato.
Ryan no sería el primero en convertir una matanza en algo ilegal antes de descubrir cómo lavar el
dinero para que parezca que viene de algún lugar respetable.
Con un suspiro, metí la llave en la cerradura de cobre de la puerta. Cualquiera que sea el trato con el pasado de Ryan, él
obviamente planeaba quedarme aquí ahora. Y en algún momento realmente necesitaba hablar con él, y no solo
charla superficial de la barra. Le debía una explicación sin importar lo incómodo que se sintiera ahogar las palabras. I
Lo habría hecho hace años si hubiera sabido dónde encontrarlo. Mi bolsillo trasero no se sentía diferente pero
Sabía que estaba allí, la medalla de San Cristóbal. Anoche me quedé atónito al descubrirlo sentado encima del
efectivo que dejó en la barra.
No podía ser el mismo que me había dado. Luanne se había llevado ese y nunca lo volví a ver. Esto
uno era brillante. Para estrenar. El hecho de que me lo hubiera dejado para que lo encontrara obviamente tenía la intención de ser un mensaje. I
simplemente no sabía lo que estaba tratando de decir. ¿Fue simplemente un reconocimiento de una vieja amistad?
Quizás.
Fácilmente podría significar otra cosa.
Se había ido antes de que pudiera preguntar. Ese movimiento, lo sabía, también fue intencional.
La casa estaba fría. Literalmente frío. Mi padre mantuvo el aire acondicionado a sesenta
ocho grados sin importar la temporada.
El interior era como un museo de Luanne.
Aquí estaba ella en la pared en un enorme lienzo con un vestido azul eléctrico entre un
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bosque de girasoles.
Allí estaba sentada en un puchero con cara de pato en una foto brillante enmarcada de ocho por diez en la mesa auxiliar de la sala de estar.
Un boceto de caricatura realizado en un crucero.
Una foto fija de una actuación de Grease en la escuela secundaria.
Luanne, Luanne, Luanne. Dondequiera que mires.
Mi madre tenía la intención de dejar Emblem. Las viejas fotos del anuario que solía hojear mostraban una
una chica que nunca conocí, una chica con cabello color miel y una sonrisa ardiente teñida con un toque de atrevimiento.
Esa era la chica que quería actuar en musicales fuera de Broadway y nunca planeó regresar a
su ciudad natal menos de un año después de irse, magullada, derrotada y humillada por el rumor de que ella
reducido a desnudarse (y tal vez peor) en los clubes más sórdidos de Las Vegas. Tal vez por eso
se había involucrado con un amigo mayor de su padre, accediendo a regañadientes a aceptar un anillo en ella
dedo cuando quedó embarazada. Daisy nació con un chip natural en su hombro y un desdén por
casi todo y todos. Me uní al partido cinco años después, escuálido y necesitado. A ella no le gustó ninguno
de nosotros.
Había un puñado de fotografías del resto de nosotros salpicadas con la galería de Luanne. Hubo uno
de mis padres en su luna de miel a México, mi padre se quemó por el sol y sonrió tontamente mientras mi madre
sonrió, presionando una mano con acento de diamantes sobre su vientre embarazado. Un pequeño collage en el pasillo oscuro.
entre la cocina y la sala de estar me reveló a mi hermana y a mí en nuestra juventud, la más reciente
foto de la colección tomada cuando tenía trece años y tenía el pelo corto de mal humor. Algunas chicas se veían adorables
con pelo corto. No era uno de elllos. Con mi cuerpo desgarbado y mi cara tensa no me veía como un lindo
niña adolescente. Parecía un niño infeliz de diez años. Ella sabía que lo haría.
Una cuchara resonó en la cocina. "¿Leah?" preguntó mi padre. "¿Eres tu?"
"Sí, papá". Aparté los ojos de la chica triste de la foto del collage. "Soy yo."
Estaba sentado a la mesa de la cocina y vestía una bata de baño gris que parecía haber estado pudriéndose.
en un vertedero antes de sacarlo y colocarlo sobre su delgado cuerpo. Mi madre se lo había dado como
Regalo de Navidad hace unos quince años. El cabello irregular que le quedaba en la cabeza estaba ralo y despeinado.
Esporádicos bigotes blancos decoraban su mandíbula, pero en lugar de hacerlo parecer distinguido, solo
aumentó la impresión de desconcierto. Los ojos cansados se levantaron cuando le planté un beso en la mejilla.
"¿Cómo te sientes hoy?" Le hice, mi pregunta habitual, mientras preparaba una taza de
café.
"Todavía estoy aquí", gruñó antes de tomar un bocado de lo que parecía ser un pastel de café con canela.
"¿Duermes bien?"
Frunció el ceño como si estuviera luchando por recordar. "Seguía despertando porque mi espalda me estaba matando".
"Podríamos reemplazar su colchón".
No recordaba un momento en el que mis padres compartieran dormitorio. Luanne ocupó el espacioso
amo mientras mi padre siempre había estado instalado en la pequeña suite de invitados junto a la cocina. Roncaba. Él
mantenido hasta altas horas de la noche. Tenía un sueño delicado. Algunas parejas probablemente tienen arreglos similares y
funciona bien. Pero a medida que crecía y observaba a mis padres más de cerca, me di cuenta de que odiaba la idea de
él tocándola. No se dio cuenta de su sonrisa tensa cuando le acarició el cuello. Se rio bien
con naturalidad cuando ella lo regañó que un beso arruinaría su cabello. Y sentí pena por él porque él
no se dio cuenta de que no lo querían.
"No." Sacudió la cabeza. "No me traigas nada nuevo".
No, no quería nada nuevo. No es un colchón nuevo o un albornoz nuevo o ciertamente no es un lugar nuevo
vivir. No podía lidiar con el concepto de una vida sin Luanne.
Francamente, no podía relacionarme. Estaba bien viviendo sin mi madre.
Metí mi taza de café en el microondas y vi a mi padre masticar su pastel de café. Mi corazón duele
para él. Cierto, él había sido el clásico padre adicto al trabajo ausente mientras yo crecía, dejando a Daisy y
yo a merced de Luanne. Sin embargo, sentí mucha más lástima por él que ira. Había amado a alguien ciegamente y
sin razón. No sabía cómo era eso. Esperaba no saberlo nunca.
"¿De dónde sacaste ese pastel?" Le pregunté para cambiar de tema.
Bifurcó otro bocado. "Nancy lo logró". Nancy era Nancy Albertson, la exenfermera que
venía varias veces al día para asegurarse de que estuviera tomando sus medicamentos y no se sintiera demasiado solo. Su doctor había
Compartí la opinión de que a mi padre le iría mejor en un centro de vida asistida. Le agradecí al hombre por su
preocupación y no agregó que no podíamos permitirnos un lugar así. Además, no estaba seguro de estar de acuerdo con el
evaluación del médico. Mi padre no era demasiado mayor, solo tenía cincuenta y siete años. No debería estar atrapado en un motel por
ancianos y confiando en que alguien le limpie la barbilla.
"¿Me queda algún pastel?" Pregunté con una sonrisa forzada.
Miró su plato vacío. "Me lo comí todo. Lo siento."
"No es gran cosa." Agarré un plátano de la canasta en el mostrador. Era medio negro. Realmente necesitaba
VayaMidepadre
compras
hizohoy
a undespués
lado sudel almuerzo
plato cuandocon
me Cadence.
senté a la mesa con mi café y un plátano semi podrido.
"¿Como van las cosas?" preguntó y comprendí que no estaba preguntando por mi vida personal. El estaba preguntando
sobre el cactus sucio.
Primero le conté las buenas noticias; negocio era sólido, había persuadido a nuestro principal proveedor de que redujera nuestros precios
en un diez por ciento por ser buenos clientes desde hace mucho tiempo y la nueva chica de medio tiempo llamada Misty que había contratado
Reemplazar a la camarera que había renunciado hace unos meses estaba funcionando bien.
Luego le conté las malas noticias; la gotera del techo sin reparar ahora estaba causando que el agua goteara en el techo de los hombres.
habitación, el tratamiento de termitas terminó siendo dos veces más caro de lo que imaginé y el interés ajustable
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la tasa de nuestro préstamo estaba a solo cuatro meses de subir, por lo que de alguna manera necesitábamos encontrar un nuevo financiamiento
antes de eso. Buenos tiempos.
La avalancha de información apenas se registró en él. Preguntó por algunos de los clientes habituales y
preguntó si alguien me estaba dando algún problema. Le aseguré que la presencia de Terry en las noches ocupadas
tendía a prevenir cualquier problema y Terry se apresuró a tratar con ellos cuando surgieron. Cuando terminé
hablando de Terry, pillé a mi papá mirándome con curiosidad.
"¿Terry es tu novio ahora?" preguntó.
“No,” dije, preguntándome si algún chisme había llegado a sus oídos. "No, no voy a ver a nadie".
Asintió y pareció perder interés en el tema. Pensé en compartir la sorpresa de Ryan Jedson
aparición anoche, pero ese nombre ya no se pronunciaba en esta casa. Hace seis años, cuando yo necesitaba a
hablar con él sobre Ryan, él se había negado rotundamente y, por lo tanto, nunca supe si era consciente de lo que realmente
sucedió. Presionar el tema ahora, cuando era tan frágil, se sentía como una crueldad.
Sin embargo, había pagado el funeral de Celeste. Al menos lo había hecho.
La amistad entre mi madre y la madre de Ryan siempre fue un enigma para mí. Celeste fue la
el polo opuesto de la manipuladora Luanne. Incluso sus miradas estaban completamente en desacuerdo.
Hasta su diagnóstico de cáncer, rara vez veía a Luanne con un aspecto casual o, Dios no lo quiera, descuidado. Celeste siempre había
sido más suave, más suave. Ligeramente grueso en el medio y con su cabello fino y ligero enrollado en un moño cansado
no se parecía a su hijo. La dura vida que había vivido se mostraba en las líneas de su rostro, pero su
La sonrisa presente reveló la hermosa joven que había sido una vez, la chica que siempre estaba al lado de Luanne en
esas fotos del anuario de hace mucho tiempo.
A veces desearía que Celeste fuera mi madre, que viviera en un remolque estrecho con ella y Ryan.
en lugar de en la cavernosa casa cercana. Luego me hice mayor y cambié de opinión acerca de querer a Ryan
Jedson como hermano.
"Probablemente estés ocupado hoy", dijo, levantándose de la mesa y atándose el cinturón deshilachado de la bata alrededor de su
vientre hundido. "Debería dejarte ir".
¿Ponerse en marcha? Solo me había sentado hace unos diez minutos.
“En realidad, no tengo planes durante horas. Voy a almorzar con un amigo más tarde, pero tengo todo
día libre del bar y no necesito estar en ningún lado ahora. Creo que hay medio cartón de huevos en el
nevera. Podría freír algunos si todavía tienes hambre ".
Sacudió la cabeza. "No tengo hambre." Su mano aterrizó en mi hombro y le dio una palmadita ausente.
"¿A dónde vas?" Le pregunté mientras sus zapatillas sueltas comenzaban a arrastrarse por el pasillo.
"Para ir a ver mis programas por un rato", dijo y luego miró por encima del hombro. "Por que lo necesitas
algo de mi?
Actualmente, si. Lo necesitaba para escapar de este funk triste y volver al trabajo. Necesitaba que me ayudara. I
Necesitaba que se diera cuenta de que la vida continúa y todavía hay mucho por lo que vivir. Necesitaba que él fuera mi padre.
“No, papá. Estoy bien. Recogeré algunos comestibles más tarde y haré pasta para la cena ". Hice una pausa. "Tengo
ya tomaste tus pastillas hoy? " Tomó medicamentos diarios para controlar tanto su presión arterial alta como su
depresión.
"Con el desayuno", dijo y reanudó su viaje por el pasillo.
"Te veré más tarde", llamé y me respondió el sonido distante de la puerta de un dormitorio abriéndose y
clausura. Había dejado su plato lleno de migas y su vaso de jugo sobre la mesa, así que enjuagué cada artículo.
Me preparé otra taza de café instantáneo y me senté en la cocina. El reloj de Luanne me miró desde el
pared. Alisé mi cabello, pasando mis dedos por su largo sedoso, recordando un día en que mi
mi madre se paró frente a mí frente a un gran espejo y dijo efusivamente lo elegante que me veía ahora que estaba
corto. No se había puesto histérica como mamá querida con las tijeras de tocador. Ella era mas
calculando cuándo se trataba de infligirle daño.
Bebí café para borrar el sabor amargo de mi boca. Quedaron horas antes de que tuviera que conducir hasta Cadence's
casa, así que decidí hacer algo para lo que no tenía tiempo a menudo. Localicé mi tableta y busqué en mi
biblioteca de libros digitales en busca de algo para leer. Siempre he sido un ávido lector, pero desde que regresé a
Emblem No recordaba haber leído más de dos libros. Después de seleccionar un delicioso romance multimillonario
Leí durante tres horas seguidas, preguntándome cómo es que ninguno de los chicos con los que me encontré vestía impecable
trajes. Tenía poco uso para un multimillonario, pero un chico delirantemente caliente que literalmente me dejó sin aliento sería
¿Demasiado para pedir?
Eventualmente tuve que dejar de lado mi mundo romántico porque era hora de conocer a Cadence y una buena
El amigo siempre debe venir antes del sexo del libro.
Una parada rápida en el baño me llevó a escudriñar mi apariencia por un momento. Yo no era nada especial.
Parecía más joven de lo que era y nunca pasé mucho tiempo estos días preocupándome por mi apariencia con
maquillaje y la ropa adecuada. Luanne tenía un dicho que decía que un poco de esfuerzo ayudaba mucho. Tal vez eso
Por eso me resistí. Pero ahora me estaba imaginando lo que pensó Ryan Jedson cuando me vio anoche. I
Recordé la forma en que su mirada acalorada recorrió mi cuerpo y sentí el tirón distintivo del deseo en mi vientre. I
no quería sentir eso por él. Si pudiera aplastar la atracción tan fácilmente como aplastar un insecto, entonces
tendría.
La casa a la que Cadence y Tristan se acababan de mudar estaba a solo una milla de distancia y cuando me detuve
casa pude ver de inmediato que ella ya había puesto su sello en el lugar. Algunas mamás amarillas en macetas
había sido cuidadosamente colocada a ambos lados de la entrada y una corona de otoño colgaba de un gancho en el
puerta. Cuando me acerqué, pude ver que la corona había sido personalizada para incluir las letras de madera C y T
en el medio. Cadence y Tristan. Sonreí y toqué el timbre.
Tristan respondió y me indicó que entrara. Parecía que había estado trabajando en el garaje o algo así.
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porque sus brazos estaban manchados con algo negro y pegajoso. Cadence apareció, mirando
maravillosamente despreocupado como siempre. Me agarró de la mano y me llevó a hacer un recorrido rápido por la casa.
Al salir por la puerta, se detuvo el tiempo suficiente para darle a Tristan un beso largo y apasionado.
lo suficiente como para hacerme sentir como si tuviera que apartar la mirada.
Cadence se ofreció a conducir hasta Grande y acepté con mucho gusto, ya que últimamente mi Chevy tendía a fallar cuando
excedió cuarenta y cinco millas por hora. Fue agradable sentarse en el asiento del pasajero y ser llevado mientras
Cadence contó historias divertidas sobre los niños de sus clases en Emblem High.
Grande era mucho más grande que Emblem y era el destino elegido para todo, desde ir de compras
a cenar, especialmente ahora que tantos lugares a lo largo de la calle principal de Emblem habían cerrado. Seria bueno si
el Emblem Diner realmente volvió a abrir. Tal como estaban las cosas en este momento, las opciones para cenar de Emblem se limitaban a
el lugar de tacos de comida rápida cerca de la prisión o un hot dog recalentado de la estación de servicio.
Incluso antes de que nos sentáramos a una mesa en un restaurante de tipo americano, Cadence ya estaba insistiendo en que
la comida era su regalo y no me oiría si discutía. Cuando la alegre camarera de cabello rosado
llamada Gaby, ambos pedimos hamburguesas, papas fritas y batidos de fresa idénticos.
"Grandes mentes", se rió Cadence, entregándole su menú a Gaby. "No es de extrañar que nos hiciéramos amigos
fácilmente."
"Estoy tan contenta de haberlo hecho", sonreí. Los amigos cercanos siempre habían sido esquivos. En el bachillerato me lancé
en actividades extracurriculares, principalmente para salir de casa tanto como sea posible. Me involucré en
gobierno estudiantil y me gané el respeto de mis compañeros. La mayoría de ellos, de todos modos. Siempre hubo algunos
Gina Scarpettis acecha, ansiosa por ponerme en mi lugar. Pero en su mayor parte, la escuela secundaria estaba lejos
preferible a soportar Luanne. Siempre tuve amigos, pero por lo general eran de la variedad casual. Yo sabía que tenía
un hábito de mantener a la gente a distancia.
Cadence ahora estaba hablando de Pike. Solía reparar acondicionadores de aire, pero no había podido sostener
en un trabajo desde que fue golpeado en la cabeza y perdió grandes partes de su mente.
"Después de que dejamos el bar anoche, Pike siguió preguntando por tu hermana", dijo Cadence.
Asenti. “Solían salir, él y Daisy. Muy corto. Después de eso, siguieron siendo amigos ".
“Ah, eso lo explica. No hablas mucho de ella ".
“No estamos cerca. Nunca ha sido." Eso fue un eufemismo. Podría contar con una mano el
varias veces que había visto a mi único hermano desde que dejó Emblem hace ocho años. Pensé que una vez que salí
de aquí podría ser posible encender algún tipo de relación fraternal, pero Daisy nunca se interesó y
eventualmente me cansé de ser siempre el que se acercaba. Daisy no asistió al funeral de Luanne. Ella
envió una caja de rosas negras con una nota escrita a mano. "Lo que va, vuelve, perra". Nadie
Acusaría a mi hermana de sutileza. Tiré la caja a la basura antes de que mi padre pudiera verla.
"Eso es triste." Cadence estaba preocupado. "No podía imaginar mi vida sin mis hermanas".
Me encogí de hombros. "Estoy acostumbrado a eso."
Ella se iluminó con una idea. "Entonces me nomino a mí misma como su hermana honoraria".
"No espero a ningún otro candidato, así que el puesto es suyo".
Cadence aplaudió y volvió al triste tema de Steven Pike. Tristan estaba tratando de ayudar
encontrar a alguien en la ciudad que pudiera estar dispuesto a contratar a Pike a tiempo parcial.
Steven Pike.
Siempre que lo miraba me preguntaba si en algún lugar de su cerebro arruinado aún vivía el recuerdo de una noche.
hace seis años. Estaba desesperado, corriendo contra el reloj. Ya me habían quitado el teléfono y me habían obligado
la partida se avecinaba. Escuché a mis padres hablar y supe que las cosas estaban a punto de ponerse muy mal para Ryan.
Jedson.
Pike nunca había reconocido esa conversación, ni siquiera antes de que lo golpearan en la cabeza. Para
mucho tiempo me evitaba. Entendí. Yo tampoco había querido recordar.
Se sorprendió al encontrarme arrastrándome por el estacionamiento de Dirty Cactus. Caminó de mala gana
cuando siseé su nombre. Probablemente pensó que tenía algo que ver con Daisy. Su rostro se convirtió
abiertamente esperanzado.
Eres amigo de Ryan Jedson, ¿verdad? Dije.
Parpadeó. Luego frunció el ceño. Pike no era demasiado guapo ni demasiado brillante, pero tampoco necesitaba serlo.
de esas cosas ahora mismo. Solo necesitaba que le importara un carajo un amigo en problemas.
"Sí, somos amigos". Luego hizo un balance del hecho de que yo estaba escondido en el estacionamiento de mi
bar del padre a la maldita medianoche. "¿De qué trata esto? ¿Qué diablos estás haciendo aquí?
"No importa." Tragué. Necesito que vayas a buscarlo. Necesito que le digas que la policía se va
estar buscándolo ".
Ahora se volvió cauteloso y dio un paso atrás. "¿Por qué?"
"Porque Harry Beckett murió en el hospital esta noche".
Pike hizo una mueca. “Sí, escuché que se jodió. Sin embargo, Beckett era un idiota. Siempre disparando su
boca cuando no debería, siempre debiendo dinero a las personas equivocadas. Lo más probable es que reciba la visita de un
Gran escuadrón que se moría por atraparlo y se quedó ahogado con su sangre en su propia cama. Pero eso es
no es culpa de Jedson ".
"Pero Ryan fue quien dejó a Beckett en el hospital".
"¿Entonces? Llevó al tipo al hospital después de que lo patearan. ¿Y qué?"
"Porque ahora Beckett está muerto y la policía cree que Ryan fue quien lo atacó".
"¿Por qué diablos iban a pensar eso?"
Toser estas palabras se volvió doloroso. "Porque creen que se lo confesó a alguien".
"¿A quién?"
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"A mi."
Pike me miró fijamente durante un largo minuto. Sus modales ya no eran aburridos ni cautelosos. Se habría enfriado como el hielo.
Maldita sea, Leah.
Mis ojos se llenaron de lágrimas. "Por favor, dígale que lo siento, que no era mi intención-"
"¿Estás jodidamente loco?" siseó, interrumpiéndome y poniendo un firme gesto en mi brazo para moverme
más profundo en la oscuridad. "No puedo decirle a Ryan Jedson que lo tildaste de asesino".
"Pero yo-"
"Él te mataría, Leah." Pike pasó una mano por su cabello prematuramente ralo y entrecerró los ojos.
de esta manera para asegurarse de que nadie estuviera escuchando. "Jedson te mataría y aunque tú
apesta, no puedo tener esa mierda en mi cabeza ".
Ahora me moqueaba la nariz. Hipo. Yo era el organismo más patético de todo Emblem. "Y que
¿le vas a decir?
Pike suspiró. "Encontraré algo". Dio un paso atrás e incluso en la oscuridad casi total me
Podía decir que me miraba con disgusto. "Ahora espera aquí y después de que me veas irme, corres
en casa como el niño tonto que eres y mantente fuera de la mierda de todos porque la próxima vez te prometo que no
uno intervendrá para salvar tu trasero ".
Escupió en el suelo y corrió hacia su destartalada camioneta marrón. No me volvió a mirar antes
alejándome del estacionamiento y solo podía esperar que supiera dónde encontrar a Ryan y advertirle sobre
lo que Luanne le había dicho a la policía. Ryan podría esconderse en algún lugar por el momento. No es un resultado ideal
pero mejor que pudrirse en una celda de la cárcel mientras mi madre planeaba entre bastidores.
La verdad saldría tarde o temprano ...
Cadence rompió la niebla de mis recuerdos preguntando si deberíamos pedir un plato de jalapeño.
poppers para acompañar nuestras comidas.
"Eso suena bien", dije, de repente consciente de que había estado retorciendo la servilleta entre mis dedos.
Ella se dio cuenta. "Por un minuto parecía que estabas pensando en algo mucho más intenso
que los aperitivos ".
Sí, Ryan Jedson fue definitivamente mucho más intenso que los aperitivos. "Algo así como. Solo estaba recordando
alguna cosa."
Ella enarcó una ceja. "¿Tiene algo que ver con ese personaje de Jedson?"
No respondí y debí haber tenido una mirada de sorpresa en mi rostro porque ella se apresuró a explicar.
“Tristan me dijo que crecieron juntos, que él y su mamá solían vivir en un remolque en la casa de sus padres
propiedad. Tristan también dijo que Jedson se ha ido durante años, algo sobre una acusación de asesinato falsa ".
Cadence sonaba simplemente curiosa mientras recitaba lo que sabía. Mi amigo nunca fue otra cosa que
honesto y transparente. Si hubiera sabido de algún detalle desagradable que me involucrara, habría dicho
entonces. Ella no conocía el resto de la historia. Lo que significaba que Tristan tampoco lo sabía. Emblem no era una gran ciudad.
Si alguna vez se hubiera corrido la voz que me conectaba con el destino de Jedson, entonces ya me habría enterado.
Steven Pike nunca había hablado. Y nadie más lo sabía. Ni siquiera Ryan.
“Nuestras madres eran buenas amigas”, dije. "Cuando Ryan y su mamá necesitaban un lugar para vivir, mis padres
se ofreció a alquilarles un remolque y terminaron viviendo allí por mucho tiempo. Crecimos juntos, en una
camino. Tenía la edad de Daisy, cinco años mayor que yo. Pero él siempre estuvo cerca ".
Cadence vertió un montón de azúcar en su limonada. "Parece que ustedes dos tienen una historia".
"Sí." Me metí la pajita en la boca para no tener que hablar.
Si dijera algo más, diría demasiado.
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Capitulo cinco
Ryan
Rence Corsica jugó brevemente en la NBA hace dos décadas. Ahora era el tipo de abogado que contrataste cuando
estabas evadiendo la ley con un nombre falso y tenías mucho dinero que debías filtrar
adecuadamente.
En realidad, no para alardear, pero había jugado limpio para ganar cada centavo a mi nombre. Técnicamente las ganancias
se acumularon bajo el nombre de Greg Holbrook, pero todas eran empresas inmobiliarias legítimas. Después de que aterricé
en Florida y tuve que comenzar a firmar mi nombre de una manera diferente.Tenía pocas opciones de carrera, así que tomé lo que
podría conseguir. Probablemente podría haber falsificado un diploma de escuela secundaria e incluso un título universitario, pero pensé que si
mi vida ya había ido tan mal antes de cumplir los veintiún años, entonces tenía mucho que aprender. Me inscribí en
una clase para obtener mi GED y luego procedí a las clases de la universidad comunitaria. Resultó que tenía cabeza para
negocio y rápidamente puse a trabajar esa nueva habilidad. Un seminario inmobiliario me dio algunas ideas. Con
un poco de dinero prestado y la ayuda de mi tío, que me puso en contacto con Rence Corsica, comencé
construyendo un imperio de cambio de casa, luego se mudó a propiedades comerciales. Todavía tengo más de veinte
propiedades, tanto residenciales como comerciales, la mayoría de ellas en el condado de Dade, todas bajo la
nombre. Rence estaba ayudando a venderlos ahora que había vuelto a ser Ryan Jedson, pero no todos podían ser
lanzado al mercado de inmediato sin levantar algunas cejas burocráticas.
Pensé que la razón por la que me llamaba a primera hora el lunes por la mañana era para darme una idea real básica.
Desglose de la propiedad, pero eso no fue todo. Estaba en medio de probar el nuevo equipo de pesas que
acababa de entregar a una de las muchas habitaciones vacías en esta ridícula casa cuando el tono de llamada de Rence sonó
así que me limpié el sudor de la cara y acepté la llamada.
"Tengo algunas noticias sobre un proyecto en particular que le interesa", dijo en su retumbante, vagamente
barítono del sur. "Si tienes tiempo".
"Tengo tiempo". Me dirigí a la cocina y tomé una bebida energética del comercial incorporado.
grado refrigerador mientras escuchaba a Rence confirmar algunas cosas que ya había anticipado. Dadas las leyes de privacidad
en relación con las instituciones financieras, no tenía idea de cómo obtuvo esta información, pero no necesitaba
saber como. No tenía ninguna duda de que todo estaba bien.
"Te he preguntado esto antes", dijo Rence. "Pero voy a preguntar de nuevo, y no solo por el bien de tu
tío, que Dios descanse su alma. Como su abogado y su amigo, quiero asegurarme de estar pendiente de su
intereses. Entonces, ¿estás seguro de que es un buen plan comprar tanto espacio en un código postal donde el mercado
sigue hundiéndose? "
Tenía razón al preguntar eso. Desde el punto de vista de la inversión, Emblem no fue una de las mejores opciones. Pero eso
no tuvo nada que ver con mis razones.
"Estoy seguro", le dije.
"¿Qué estás tratando de hacer, apoderarte de toda la ciudad?" Preguntó Rence y sonó genuinamente
curioso.
“Solo algunas partes”, dije. "Una pieza en particular".
Él rió entre dientes. "No voy a fingir que es una gran idea, pero es tu dinero, tonto".
"Gracias por llamar con la noticia", le dije.
“¿Quieres que me acerque al dueño yo mismo? ¿Ver si está dispuesto a vender?
“No, déjame. Estará dispuesto a vender cuando lo convenza ".
"Te creo", dijo Rence y luego dijo que tenía que interrumpir la llamada porque lo esperaban por un
reunión, que puede o no haber sido cierto.
La vista desde la amplia ventana de la sala de estar era tan buena como en Emblem. Desde aqui pude ver
la irregular expansión del parque de casas rodantes al oeste, las montañas al este y los techos de Main
Edificios de ladrillo de la calle al norte. A lo lejos, apenas podía distinguir el techo plano del alto
colegio. La prisión no estaba a la vista, pero si salía por la puerta principal, corría colina abajo y
Si giraba a la derecha, el brillo del alambre de púas sería inevitable.
Después de agarrar una bolsa de mezcla de frutos secos y verter un puñado en mi boca, miré el paisaje.
El lugar donde había crecido, un pequeño tráiler ordenado en el borde de la propiedad de Brandeis, no era visible.
de aquí tampoco. Solía preguntarme por qué Luanne, a quien le importaban tanto las cosas bonitas y las apariencias,
estaría de acuerdo en plantar un humilde tráiler a la vista de su majestuosa casa. Seguro que estaba aparcado muy atrás del
casa principal, a horcajadas en el borde mismo de la línea de propiedad, pero todavía era una mancha en
comparación.
Una vez que llegué a conocer realmente a Luanne, pensé que entendía un poco mejor la razón. Fue un sarcástico
gesto noble para ella, una forma de reforzar el orden jerárquico de su amiga más antigua. No creo que Luanne haya dicho
tres frases para mí durante los primeros quince años de mi vida. Mi madre y yo nos mudamos al remolque cuando
tenía ocho. Conocía a la familia Brandeis, por supuesto, ya que mi madre y Luanne todavía eran unidas. Daisy era una
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intencionado dolor en el trasero, Luanne era hermosamente perra, Eddie estaba trabajando o mirando con adoración a su
esposa.
Y luego estaba Leah.
Pequeña para su edad, tranquila, una niña que logró el objetivo de mezclarse con el fondo. Tener a Leah
aunque no me molestó. Mi madre sabía que nunca tendría una niña propia porque
casi muere al darme a luz, así que cuando el hijo de Luanne comenzó a llamar regularmente a nuestra puerta,
alguien que se fijara en ella, mi madre estaba feliz de complacerla. Ella sentaba a Leah en nuestra frágil cocina y
sírvele un bocadillo casero. Después de un rato, la expresión preocupada de Leah se desvanecía y ella comenzaba
parloteando sobre alguna mariposa que había visto o la estrella dorada que recibió en su examen de ortografía. Como
Dije que ella no era una mala niña. Y como mi madre siempre me rogaba que fuera amable con Leah, fui un poco
fuera de mi camino para complacerla. Además, me divirtió, la adoración del héroe en el rostro asombrado de Leah mientras ella
rezagado detrás de mí. ¿Quién era yo para privar a la pobre niña de su ídolo?
Mi padre se separó definitivamente antes de mi sexto cumpleaños y, a partir de entonces, solo envió cheques cuando le dio la gana.
De todos modos, no había mucho para él. Rara vez podía permanecer empleado durante más de unos meses seguidos.
y siempre estaba apostando lo que tenía en algún plan para hacerse rico rápidamente que terminó mal. Y el
Le gustaban las mujeres, especialmente las mujeres que no eran su esposa. No me prestó mucha atención. Pero todavía tenía mi
mamá. Trabajó mucho, quizás demasiado. Y su trabajo en el refugio de violencia doméstica a cinco millas
Road pagaba un salario que estaba apenas por encima del hambre. Entre las deudas pendientes de mi padre, las de mi madre
salario magro y la grave falta de lugares dignos para vivir en Emblem, supe por qué mi madre aceptó
La oferta de Luanne del remolque a pesar de que mi madre odiaba los remolques. Ella había crecido en uno de los Emblem's
parques de casas rodantes y siempre había sentido agudamente el dolor de ser un niño de un parque de casas rodantes. Ella no quería eso para ella
hijo. Pero esta oportunidad fue diferente. Esta fue una oportunidad de vivir en un vecindario agradable por muy poco
renta. Probablemente no esperaba quedarse allí tanto tiempo como lo hizo, pero cuando empezó a hablar
sobre trasladarnos a otro lugar había tomado un giro rebelde, dejar la escuela e involucrarme
con la escena del crimen de Emblem y Luanne Brandeis.
Ninguna de esas cosas me enorgulleció.
Mi madre no estaba al tanto de todo lo que yo estaba haciendo, pero tenía que saber lo suficiente para sentirse angustiada por eso.
el hijo que había criado con tanto cuidado y amado tan completamente se estaba convirtiendo en un perdedor bueno para nada
como el hombre que lo engendró. La última vez que la vi estaba llorando. No importa cuantos años
Me quedé en esta tierra, nunca me lo perdonaré. Sufro por ello todos los días. Pero no soy el único
uno que merece sufrir.
Lo he repasado en mi cabeza tantas veces. Un paso cambiado podría haber marcado la diferencia.
Harry Beckett era un comerciante de poca monta. Me debía algo de dinero en efectivo después de que le vi un poco de hierba al mes.
más temprano. También era un basurero que había cumplido condena por violación de menores. Siempre que nos encontráramos con cada uno
otro, tenía dieciocho excusas de por qué no tenía todavía en sus manos el dinero en efectivo. Vivía en un solo
ancho pedazo de mierda estacionado en un lote de tierra en Old Farm Road. Solo pasé esa tarde para persuadir
le dijo que localizar el dinero que me debía sería una buena idea. No estaba planeando maltratarlo. A
al menos no tanto. Harry era un blando; suave en el medio, un poco suave en la cabeza. Uno o dos empujones
enviaría su culo lloroso a gritos por el dinero en efectivo. Pero cuando voy allí, la puerta de aluminio estaba
colgando abierta, la bisagra superior rota, una fea salpicadura de sangre claramente visible en el sucio blanco
mesada en el interior. Lo más inteligente que hubiera podido hacer hubiera sido salir de allí antes de que me cayera.
mi ADN por todas partes, pero el sonido de un doloroso gemido me envió adentro para investigar.
Harry ya no se parecía a él. Su nariz era pulpa, ambos ojos estaban cerrados por la hinchazón y goteaba sangre.
desde la esquina derecha de su boca mientras su respiración entrecortada indicaba que sus heridas eran incluso peores de lo que
miró. Lo más probable es que se rompan las costillas y tal vez algún daño interno. El remolque de Harry se sentó en no incorporado
tierra fuera de los límites de la ciudad y una ambulancia habría tardado demasiado. Lo levanté con tanto cuidado como
pudo, lo coloqué en mi asiento trasero y aceleró como un demonio todo el camino hasta el hospital. Yo no era el unico
uno al que Harry le debía dinero. Escuché que se había metido en una pelea unas noches antes con un par de chicos.
desde Grande hasta el Cactus. Deben haberse cansado de esperar a que Harry saldara sus deudas.
Había una silla de ruedas en el frente del hospital y Harry estaba semiconsciente cuando lo deposité.
allí. Un tipo con bata azul apareció y me ladró una serie de preguntas, pero luego tomó una buena
Mire el lío en el que estaba Harry y decidió que tenía más sentido llevarlo adentro que quedarse allí
y gritar.
Me quedé al frente por un minuto, el tiempo suficiente para ver el acercamiento de una joven pareja hispana. Ella
estaba obviamente en trabajo de parto, su mano descansando sobre su vientre distendido mientras su dolorosa respiración la contorsionaba
cara. Mantuvo un brazo amoroso alrededor de su cintura mientras la conducía hacia la puerta. Me notaron en el
en el mismo instante y la chica retrocedió al ver la sangre en mi ropa mientras el chico se mantenía cauteloso
Mírame hasta que llegaron a la seguridad de la Sala de Emergencias.
Debería haberme ido a casa al estudio de mierda que había estado alquilando. La sangre de un hombre estaba literalmente en mi
manos y me sentí mal. Esta no era la primera vez que veía a alguien jodido de la forma en que Harry lo hizo.
jodido. La vista de sangre no me molestaba normalmente. Pero esa noche seguí viendo el rostro de ese
mujer joven que estaba a punto de empujar a un niño al mundo, un niño que sería el destinatario de todos los
la esperanza y el amor que tenía que dar. Ella se estremeció al verme, este hombre de aspecto peligroso acechando
la entrada del hospital. Si ella daba a luz a un hijo, entonces estaría aterrorizada de que él se volviera como
me. Y si ella tuviera una niña, entonces yo sería el tipo de hombre del que le diría a su hija que se mantenga alejada. yo estaba
un perdedor, arrastrándose por el vientre de una ciudad prisión de mierda y en mi camino a ninguna parte. Usualmente yo
Evité pensar en cómo había decepcionado a mi propia madre, pero en ese momento, mientras estaba fuera de la
puerta del hospital, estaba profundamente avergonzado. Hace veinte años, mi madre había salido de este mismo hospital.
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con un hijo recién nacido en sus brazos y todos sus sueños esperanzadores en su corazón. No había hecho nada para honrarla.
Mi madre no estaba en casa. Unas cuantas veces le pregunté por qué demonios seguía viviendo en la puta casa de Luanne.
tráiler, pero la pregunta la desconcertó. ¿Por qué no debería vivir allí, tan cerca de su mejor amiga?
No pude decirle por qué. Pero debería haber sabido que ella no estaría allí. Ahora que no estaba en
ya en casa vivía por su trabajo en el refugio.
Pero estaba Leah. La pequeña y triste Leah, que una vez había sido mi sombra pero que se había quedado atrás
hace tiempo. Ella estaba en su adolescencia, pero todavía me parecía una niña pequeña. Ella debe haber absorbido algo
del desafío de su hermana mayor porque podía recordar a Luanne quejándose de que Leah prefería tirar
sacar sus propias uñas que cooperar con nadie. Y luego estaba el momento en que ella había cortado todo su
pelo y puso a Luanne histérica. Había visto a Leah por la ciudad e incluso cuando tenía amigos con ella
todavía parecía como si estuviera sola. Algunas chicas malas malas la estaban molestando un día en el Emblem
Mart y yo casi fuimos a darle un abrazo fraternal porque sabía que eso callaría a esas chicas de verdad.
rápido. Pero ella apretó los puños, los miró y se alejó, y pensé bien por ella por negarse.
ser provocado.
Se encendió cuando le di la medalla de San Cristóbal y por primera vez vi que algún día ella
podría ser muy bonito. Dárselo a ella había sido un impulso. Mi madre, una católica devota, había presionado
esa cosa en mi mano en mi decimotercer cumpleaños, prometiendo que el santo patrón me mantendría a salvo en
Mis viajes. Desde entonces no había viajado mucho a ningún lado. Literal o figurativamente. Me quedé justo aquí
y no hice nada. Leah tenía más potencial, la oportunidad de hacer algo mejor con su vida. En cualquier caso, un
hija de Luanne probablemente podría necesitar la ayuda de algunos santos patrones.
Leah desapareció cuando su madre salió corriendo de la casa. Creí haber escuchado un portazo
y asumió que correría detrás del huerto para entrar a la casa por la puerta trasera. Yo debería
se han asegurado.
Luanne era grotesca en su decadencia ebria. Pero ella también seguía siendo sexy como una mierda y mi cabeza estaba
Todo jodido, así que por un minuto olvidé que la despreciaba. Entonces sentí su boca en mi polla y la
la repulsión casi me hizo vomitar en su cabeza. Luanne estaba enojada. No me importaba Ella no pudo obligarme a retroceder
en su cama. Y ella no tenía nada que ganar transmitiendo nuestras sucias acciones en este punto, no cuando
Le había dado la espalda. ¿Qué importaba si ella decidía lastimarse el trasero porque no me la follaría?
Ella dijo cosas feas y yo le respondí con algunas palabras feas, sabiendo y sin importarme.
que nunca me perdonaría por decirlas.
Luanne ya estaba de regreso en la casa cuando escuché un ruido, un grito ahogado, tan suave que podría haber sido
un animalito hurgando en la maleza. Pero no fue así. Fue Leah.
Cuando me di cuenta de que Leah había visto y oído todo, mi corazón se encogió en mi pecho. I
Sabía que tenía algo por mí a su manera infantil. Nunca hubiera querido lastimarla. Jamas.
La llamé por su nombre. Le dije que lo sentía, jodidamente lo siento. Yo estaba. Nunca había estado tan triste por nada.
En ese momento parecía que cada paso equivocado en mi miserable vida me había llevado a ese punto bajo y
cuando Leah Brandeis dijo que me odiaba, supe que me lo merecía. Lo más amable que pude hacer fue irme
ella sola, así que lo hice. Me alejé con la esperanza de que incluso si Leah nunca pudiera perdonar u olvidar lo que había visto
que de alguna manera la haría más fuerte, más capaz de enfrentar los desafíos de un mundo cruel.
No había forma de justificar el siguiente movimiento de Leah. Ella hizo algo motivado por celos mezquinos y ella
vidas destruidas. Pero ella era una niña, una niña que se había enfrentado a un espectáculo que probablemente la había convertido
la vida al revés. Teniendo en cuenta el hecho de que era la hija de Luanne, dudaba que hubiera pasado los últimos seis
años ahogándose en la culpa por lo que había puesto en marcha. Pero me había equivocado antes. Podría estar equivocado sobre
su.
Así que decidí que le daría una oportunidad. Una oportunidad para mirarme a los ojos y admitir lo que ella
hizo. Si no lo aceptaba, todas las apuestas estaban canceladas. No sentiría ni una pizca de vergüenza por estropearla
mundo.
Disfrutaría la mierda siempre cariñosa del proceso.
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Capitulo seis
LEAH
"Te ves bonita", señaló Sharon cuando pasó a recoger su cheque de pago. Ella sonaba sorprendida
y un poco curioso.
"Ah, es solo brillo de labios", dije, ahora deseando no haberme aplicado espontáneamente un poco de maquillaje antes de irme.
la casa esta mañana.
Sharon todavía me miraba. "Y te rizaste el pelo".
"Un poco", admití. Saqué la varita rizadora sobre la que no había puesto una mano desde que puse un pie en Emblem. I
no había hecho mucho, solo giré un poco los extremos para que no cuelguen en cortinas lacias, sino por la apariencia
en la cara de Sharon, pensarías que acababa de salir para mi gran revelación en uno de esos cambios de imagen extremos
muestra.
Sharon le ofreció una sonrisa amable. "Te queda bien, Leah".
"Gracias", dije, resistiendo la tentación de explicar que en realidad no tenía aversión al maquillaje. Cuando estaba en
escuela Disfruté lucir bien y salir como cualquier otra chica universitaria. Desde que regresé al pueblo mi vida
se había dedicado a la barra. No había mucho tiempo para largas rutinas de belleza y no había nadie.
Me importaba impresionar. Apenas me miraba en el espejo todos los días, así que no es como si fuera a sacar mucho provecho de cualquier esfuerzo que
meter en.
El hecho de que nunca se me haya ocurrido vestirme para el chico con el que me había acostado podría
ha valido la pena un poco de introspección, pero eso no estaba sucediendo hoy. De todos modos, había decidido que lo que sea
había estado pasando con Terry necesitaba llegar a un final oficial. No es como si alguna vez estuviéramos realmente juntos
en el sentido oficial de todos modos. Nunca habíamos tenido una sola cita. Solo esperaba que no renunciara.
"¿Tienes una cita caliente más tarde?" Preguntó Sharon, con un poco de nostalgia. Ella y su esposo estaban
actualmente separada mientras ella tenía la custodia exclusiva de su hija de cinco años. Entre la paternidad y
trabajando en dos trabajos, no tenía tiempo para el romance. Hice una nota mental para darle un aumento cómodo
si alguna vez descubrí cómo salir de los muchos problemas financieros del Cactus.
"No tuve tanta suerte". Le entregué su cheque.
"¿Terry no está aquí?" preguntó, todavía buscando información.
"No. Seremos lentos, así que esta noche solo estaremos Misty y yo ".
"Estoy segura de que nuestra nueva chica sabe cómo golpear cráneos si alguien se porta mal", dijo Sharon.
refiriéndose al pasado no tan lejano de Misty como campeona de lucha en el barro desnudo. Ella agitó su cheque en el
aire. "Nos vemos en unos días."
"Adiós, Shar".
En un típico martes por la noche, un puñado de clientes habituales entraba y bebía un poco
bebe mientras se quejan entre sí de las mujeres en sus vidas. No había visto ni un indicio de
La sombra de Ryan Jedson desde el sábado. Su promesa de pasar de nuevo muy pronto puede o no haber sido
grave. Había mantenido su distancia durante más de un mes desde su regreso. Otro mes bien podría pasar
antes de que volviera de nuevo.
Sabía que lo estaba esperando. Cada vez que se abría la puerta, me preguntaba si él sería el que daría un paso
a traves de. Nuestra conversación del sábado por la noche se sintió inconclusa. La medalla que había dejado en la barra estaba en
mi bolsillo trasero y de vez en cuando acariciaba el pequeño bulto que formaba.
"Leah, ¿puedo conseguir otro?"
Sabía quién me llamaba antes de levantar la vista. Solo había tres clientes en el bar, todos ellos
Cactus habituales, todos amigos de mi padre que me conocían desde que era pequeña y que sospechaba que se sentían como
era su deber cívico seguir ocupándose del bar casi todos los días. El orador, Jarvis Pratt,
se había retirado de la prisión hace algunos años y luego sobrevivió a un ataque de cáncer de garganta que lo dejó
desfigurado y con la voz metálica de un robot. Siempre había sido amable. Le sonreí y llené su
vidrio hasta la parte superior. No podía imaginarme que el alcohol fuera bueno para un hombre con problemas de salud, pero eso no lo era.
para que yo juzgue.
Misty llegó una hora después. La conocía como cliente antes de darle un trabajo. Ella era una de las favoritas
entre los clientes y me alegré de que quisiera trabajar aquí a pesar de que no podía ofrecerle más que
tiempo parcial.
"Mírense todos vestidos", declaró con un silbido bajo después de depositar su bolso en la parte de atrás.
armario de la habitación.
Puse los ojos en blanco y le arrojé una toalla, nuevamente deseando no haber pasado tanto tiempo arreglando el frente.
del espejo esta mañana.
El primer turno de la prisión debe haber salido porque tres guardias entraron en su azul y blanco.
uniformes. No los conocía, pero Misty sí y comenzó a trabajar en su mesa. Le hice un gesto y ella
asintió con la cabeza para decir que tenía todo cubierto, dejándome libre para hacer un poco de trabajo en la oficina.
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Los números no se habían vuelto más felices desde la última vez que los miré. Mastiqué el final de un
bolígrafo y me preguntaba sobre nuestras posibilidades de obtener una hipoteca más favorable. Eso no sería
el fin de los problemas del bar pero era la situación más urgente. El próximo fin de semana me sentaría con mi papá
y tener una charla seria sobre lo que debemos hacer a continuación. Quizás enfrentarse a una realidad difícil
lo haría salir de su hechizo y echar una mano.
Busqué en el cajón otro bolígrafo para masticar, ya que había demolido el primero y mis dedos.
tocó el borde afilado de un marco de imagen. Lo saqué, recordando cómo lo había metido allí
después del funeral de mi madre. No podía trabajar con ella mirándome. La foto se había tomado muchas
años atrás, en un viaje que mis padres habían hecho juntos a Hawai mientras Daisy y yo estábamos al cuidado de
Celeste. Luanne estaba tumbada en un sillón con el más escaso de los bikinis amarillos e incluso
aunque mis ojos se encogieron al ver la fría sonrisa que recordaba tan bien, no podía negar que
ella había sido impresionante. Las personas que tenían buenas intenciones solían hacer afirmaciones sobre el 'Te convertirás en una belleza como la
la variedad de tu madre . Estaban siendo amables. Se esperaba que una mujer hermosa produjera hermosas
niños. Y a veces, cuando giraba la cabeza de una manera u otra en el espejo, alcanzaba a vislumbrar
Luanne. Pero nunca me describirían como una gran belleza. No me arrepiento de eso. Tal vez mi madre
habría sido una mejor persona si no hubiera creído que su apariencia le daba derecho al mundo. Empujé el
imagen de nuevo en el cajón. Boca abajo.
Había algunas facturas que no se podían posponer, así que me ocupé de las que podía manejar y atasqué el
descansa en el cajón con la foto de Luanne. Apenas cobré salario para mí, solo lo suficiente para comprar
comestibles y gasolina para mi auto. Mi padre todavía tenía algo de dinero en su cuenta corriente para el hogar.
gastos, pero saqueé eso solo para las necesidades básicas.
"El dinero apesta", murmuré, pensando que podría haber tomado el camino equivocado cuando elegí un
Contador principal porque no tenía ningún deseo de volver a ver otro signo de dólar.
Necesitaba un trago. Ni siquiera era un bebedor, bebiendo una cerveza una o dos veces por semana, pero nunca acepté
ofertas frecuentes de mis clientes para unirse a ellos en una oportunidad. No miré hacia arriba cuando salí de la oficina e hice un
directamente a la colección de whisky, llenando un vaso de chupito antes de que pudiera cambiar de opinión. Nunca había tomado un
trago de whisky puro y ardió como el fuego del infierno. Náuseas en el fregadero no era una buena apariencia para un
cantinero, pero mi garganta literalmente se sentía como si hubiera tragado lava. Una erupción de risa masculina me dijo
que el espectáculo no había pasado desapercibido. La sangre rugió entre mis oídos cuando finalmente levanté la cabeza.
y lo primero que vi fue a Ryan Jedson sentado en un taburete de la barra cercana y observándome como si yo fuera el
entretenimiento de la casa.
"Oye, Leah", dijo, todo alegre como quieras.
Cogí una servilleta y me limpié la boca. El resto de mi brillo de labios se desprendió.
"No sabía que estabas aquí", respondí, un comentario innecesario.
"¿Estás bien, niña?" Misty depositó su bandeja de bebidas en el mostrador y apoyó un codo en el
madera.
"Estoy bien", gruñí, pero ella ya estaba mirando a Ryan.
"Eres uno nuevo", le dijo a Ryan, su voz ronca expresando claramente que estaba interesada en un
explicación.
"No. No soy nuevo en absoluto ”, argumentó, tamborileando con los dedos en la barra. Atrapé una pizca de coco,
probablemente su jabón. Su cabello estaba mojado y estaba bien afeitado, como si acabara de salir de la ducha.
"Puedo lidiar con esto", le dije a Misty y ella asintió, dejando el mostrador para servir el par más nuevo de
guardias de la prisión después del turno que tenían la intención de celebrar el final del día de trabajo con unas onzas de duro
espíritu.
"Come unos pretzels". Ryan empujó un cuenco hacia mí. Tuve la sensación de que se estaba burlando de mí.
"Un poco de comida sólida ahuyentará la sensación de malestar".
Me metí un pretzel en la boca y mastiqué. Me dio unos segundos para recuperarme. "Qué puedo obtener
¿Vas a beber?
"Agua."
"¿Agua?"
Desdobló un billete de cincuenta dólares. "Tu mejor marca, por favor".
“Viene del fregadero y es gratis”. Llené un vaso de cerveza en el fregadero y se lo entregué.
Ryan tomó un sorbo y miró a su alrededor.
"¿Dónde está tu guardaespaldas?" preguntó.
“Terry solo trabaja de jueves a sábado. Y no es mi guardaespaldas. El barman y ayuda
mantener el orden aquí en las noches ocupadas ".
“¿Es un local? Parece familiar ".
“Terry Kaiser. Sí, es todo Emblem, nacido y criado ".
"Emperador." Ryan se rascó la cabeza, pensando. Diablos, sé quién es. Solía jugar al fútbol con su
hermano mayor, Davis. El tipo podía lanzar un bloque pero maldita sea si no tuviera arena entre las orejas. La
Todos los Kaisers fueron cortados del mismo molde. Grandes y tontos ".
Era la verdad, pero de alguna manera me sentí a la defensiva de Terry. "Terry está bien", le dije de manera despreocupada y
Limpió la barra ya limpia.
Ryan bebió su agua y luego volvió a mirarme. Realmente no había nada más para que él mirara
pero recibir toda la atención de esos penetrantes ojos oscuros destruyó mi concentración. Me negué a
disfrutar de un enamoramiento de colegiala aturdido por Ryan Jedson. Todo lo demás a un lado, había visto el mío
la boca de la madre sobre el chico. Le había oído admitir lo que hicieron juntos. Ninguna cantidad de tiempo podría cancelar
ese momento de mi mente. Ryan no era peligroso. No fue un asesino. Siempre lo supe. Él
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tampoco merecía lo que le había pasado. Yo también lo sabía. Pero no podía pensar en él de esa manera. I
No podía permitirme desearlo.
Dejé la toalla y encontré su mirada con la mía.
Un tranquilo minuto de reflexión mutua pasó entre nosotros y Ryan se separó primero, sacudiendo la cabeza.
una vez con un bufido y una pequeña sonrisa como si supiera algo privado y cómico.
"¿Quieres compartir la broma?" Pregunté, ignorando el aleteo en mi estómago ante el sonido de su profundo
risita.
"No hay broma", dijo, inclinándose hacia adelante. Debe haber pasado tiempo al aire libre durante su Florida
años. Estaba más bronceado de lo que había estado antes. "De hecho, diría que no hay nada ni siquiera un poco
gracioso sobre esta situación, Leah ".
"¿Que situación?"
Hizo un gesto con un dedo puntiagudo. "Tú y yo."
¿Por qué tuve que sentirme mareado? Eran palabras tan simples. Tu y yo .
"¿Tú y yo?" Mi corazón latía con fuerza. No había nada que pudiera hacer para detenerlo.
"Si." Se estiró, arqueando ligeramente la espalda para que los músculos de su pecho se resaltaran contra su t-
camisa. Tú y yo, Leah. Sentado aquí en el bar de tu padre y teniendo una conversación como si fuéramos dos
viejos conocidos habituales ".
No detecté ningún enfado. Si me hubiera culpado por su destierro y por todo lo que pasó
después, no sería capaz de mantener una conversación tranquila.
“Nosotros somos dos viejos conocidos,” le dije. Quizás alguna vez fuimos amigos. Tal vez una vez había sido mi
príncipe azul de fantasía. Esa conexión se había cortado hace mucho tiempo.
¿No es así?
Algo lo estaba molestando de repente. Parecía que estaba buscando una manera de decir lo que
estaba en su mente.
“Nunca sabrás cuánto me odiaba a mí mismo cuando me di cuenta de que nos viste esa noche”, dijo.
No estaba preparado para hablar de esto. Yo no quise. Mi madre de rodillas, su vestido a la cintura,
su gemido al sentir sus labios.
Mi garganta ardía por una razón diferente ahora. Las náuseas que amenazaban con engullirme volvieron a surgir de
un lugar diferente. Alejé mi cabeza, sin querer dejarle ver que el recuerdo permanecía
devastador.
Leah, mírame. Por favor."
Lo vería si lo miraba. Vería el viejo y desconcertado dolor escrito sobre mí. Respiré una vez.
Dos veces. Y lo miré de todos modos.
Ryan no estaba al borde de la risa ahora. Sus hombros cayeron y su expresión estaba perturbada. Él
fue miserable.
"Lo siento mucho", dijo. "Quería que supieras que Luanne y yo habíamos pasado mucho tiempo
tiempo antes de esa noche ".
—Maldita sea, Ryan —siseé, tratando de mantener el volumen bajo para que este chisme no se agregara al
tradición de Emblem. “¿Por qué mencionas esto? Realmente no quiero escuchar todos los detalles desagradables ".
Arqueó una ceja. "¿No es así?"
"No." Y no lo hice. Pero lo hice. Porque imaginar también era terrible. Imaginar era tan malo como saber.
Ryan exhaló y se movió inquieto en su silla, luciendo incómodo. “Nunca le había dicho a nadie esto antes. La
Lo de Luanne empezó cuando tenía dieciséis años. Ella nunca me había dado la hora del día, así que me sorprendió.
cuando ella hizo un movimiento. Te ahorraré los detalles, pero ella no fue vaga cuando decidió lo que quería
buscado. Por supuesto, sabía que estaba mal por una docena de razones diferentes. Lo terminé cuando tenía diecisiete años. I
dejar la escuela. Me mudé. Ya había tenido suficiente de ser el juguete de Luanne ".
Podría haberme equivocado.
Saber era peor.
Ahora había una confirmación, en lugar de una simple sospecha, de que Ryan era menor de edad, un niño, cuando mi
madre hundió sus garras en él. De todas las cosas de las que Luanne era culpable, y había muchas, se aprovechan de
el hijo adolescente de su mejor amiga era el peor de sus momentos bajos. ¿Cómo había sido la influencia pervertida de Luanne
cambió el curso de su vida? Tal vez el chico que apreciaba el desierto no se hubiera retirado de
escuela, dejó la casa de su madre y se dedicó a delitos menores que, con la ayuda de Luanne, lo llevarían a
ruina.
"Joder", murmuré porque era la palabra más apropiada para esta situación. Entonces, en lo más básico de
susurra: "Maldito seas para siempre, Luanne".
Ryan frunció el ceño. “Mi madre nunca sospechó. Amaba a Luanne como a una hermana, aunque solo Dios lo sabe
por qué. Y ella trabajaba tanto en el refugio y estaba tan estresada tratando de resolver los problemas de los demás.
problemas. Recibir ese tipo de noticias le habría roto el corazón ". Ahogó una risa amarga. "En lugar de
le rompieron el corazón de una manera diferente, pensando que podría haber matado a un hombre. No lo hice, en caso de que haya
Todavía quedan dudas en la mente de cualquiera ".
"No dudo de ti, Ryan", le dije y no lo hice. No tenía ninguna razón para buscarme solo para decir una mentira.
Misty, mientras coqueteaba con los guardias de la prisión, se había dado cuenta de que algo pasaba al otro lado de la barra.
e inclinó la cabeza mientras miraba en nuestra dirección. Descubrí mi boca, le di un asentimiento de seguridad y
fingió limpiar las migajas inexistentes de la barra.
Sí, el corazón de Celeste de hecho se había roto. Ella era la persona más amable que había conocido y lloré
sobre su muerte todos los días durante meses. Todavía lloré por ella de vez en cuando, un volumen de lágrimas mucho mayor
de lo que jamás había podido generar para Luanne. Ryan no sabía algo sobre el día en que murió y
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tal vez escucharlo lo ayudaría a sanar. O tal vez lo aplastaría de nuevo con amargura por
lo que había perdido.
"¿Sabes qué, Leah?" Dijo Ryan. "Me siento mejor después de contarte toda la historia y disculparme por
cómo pude haberte lastimado. Es bueno ser sincero. Nada pesa tanto como la culpa. ¿No te parece?
Eso creo. Pero la pregunta me confundió. ¿Fue un desafío? ¿Fue una solicitud de amistad y
¿comprensión? No lo sabía. No podía pensar con claridad.
"Lo que mi madre te hizo es indefendible", dije, luego tragué. "Nunca te odié realmente, Ryan".
Tocó mi mano, no un gesto romántico. Estaba tratando de hacerme mirar hacia arriba, para mirarlo a los ojos. I
no encontré enojo, ni tristeza tampoco. Solo una intensa clase de vigilancia que no pude del todo
descifrar.
"¿Nunca me odiaste?" preguntó como si no lo creyera.
"No. Solo pensé que lo hice por un minuto ".
Ryan se retiró. Se reclinó en su silla y suspiró. Luego se puso de pie.
"Quédese con los cincuenta", dijo.
Lo dijo como si lo hubiera molestado de alguna manera. Pero solo estaba adivinando su estado de ánimo. Probablemente estaba
proyectando mi propia decepción en mí mismo. Le debía a Ryan Jedson una cuenta completa de todo lo que
sabía, todo lo que había dicho, todo lo que había hecho.
"Él te mataría, Leah."
Eso no es cierto. Ryan no me pareció un tipo violento o irracional. Debería haberlo buscado
el día que supe que estaba de vuelta en la ciudad. Él entendería que me había quedado atascado. Manipulado. Coaccionado a
repitiendo todo lo que me había dicho. Creería que mi madre usó esa información para crear el
conclusión que le convenía. Y lo que le convenía era ver a Ryan encarcelado. Ya conocía el
profundidades de la vileza de Luanne. Nada de lo que tuviera que decir sobre ella lo sorprendería. Yo también podría
decirle que había llorado la muerte de su madre más de lo que había llorado a Luanne y que todos los días deseaba haber
haber sido una persona más fuerte cuando podría haber marcado la diferencia. Todas las palabras honestas en las que había pensado
diciéndole que durante seis años estaban listos para ser escuchados.
Pero Ryan ya había dado un paso atrás y miraba a su alrededor con una actitud de impaciencia o
irritación. Probablemente tenía que estar en otro lugar.
"¿Volverás alguna vez?" Yo pregunté. "Realmente me gustaría tener la oportunidad de hablar más contigo".
La sonrisa amistosa que mostró me hizo pensar que debí haber imaginado el momento de extrañeza. "De
Por supuesto que volveré. Esto es bueno, ¿no? Hablando de nuevo después de todos estos años ".
Le devolví la sonrisa. "Tal vez la próxima vez, en lugar de pagar cincuenta dólares por un poco de agua del grifo, aceptes un
beber en la casa ".
Miró a su alrededor, lenta y calculadora, observando cada centímetro de la barra sucia antes de asentir con la cabeza.
convenio. "Podría hacer precisamente eso".
Iba a decir algo más, pero le dio la espalda y salió rápidamente. Un sentimiento extrañamente vacío
me envolvió mientras lo veía irse y entendí por qué. Reconocí el ritmo rápido de los latidos de mi corazón por
lo que era. Me faltaba la fuerza de voluntad para dejar de mirar fijamente a un hombre que no tenía por qué ser
atraído a. Aunque no podía significar nada, solo un eco de un antiguo enamoramiento.
Misty me tocó el brazo y salté. Estaba tan concentrado en Ryan que me las había arreglado para olvidar a los demás
estaba alrededor, ni siquiera se había dado cuenta cuando Misty se puso detrás de la barra. Ahora la niebla de mi fijación con Ryan se había
se levantó y pude escuchar el ruido mezclado de las conversaciones en la habitación, seguido por el breve crepitar
de la risa.
"Cariño, estuviste en otro mundo por un minuto", señaló Misty y luego chasqueó el chicle. "Ya
te preguntó dos veces dónde escondías el ron ".
"Estante superior", dije y me quité el vaso de agua sin tocar de Ryan.
Misty no hizo ningún movimiento para localizar el ron y en su lugar miró el mostrador. "¿Qué diablos bebió?
que vale cincuenta?
"Nada. Tu lo tomas."
Una de las cejas dibujadas de Misty se elevó hasta la línea del cabello multicolor. "¿Estás seguro?"
"Sí." No quería tocar el dinero de Ryan.
Misty no tenía esos escrúpulos. Cogió los cincuenta en una mano y señaló con la cabeza hacia la puerta.
Ryan acababa de partir. “¿Quién diablos es él, de todos modos? Tengo que admitir que es lo más digno de una explosión
Lo he visto desde que me mudé a esta ciudad de mierda ".
Derramé el agua por el fregadero. "Solía ser un amigo".
Misty desatornilló la botella de ron. "¿Solía ser? ¿Y ahora te estás maquillando para impresionarlo?
Estaba dispuesto a negarlo.
Misty no me dejaba. “No te molestes. Tu rostro ya te delató ". Ella añadió Coca-Cola al vaso de
ron y luego llenó rápidamente dos vasos de cerveza del grifo. "Ojalá tuviera un amigo que se pareciera a un hombre
stripper y se detuvo solo para dejar billetes de cincuenta dólares. Asegúrese de que sepa que puede visitarlo
en cualquier momento."
"Ya hecho." Toqué el bulto en mi bolsillo trasero por un segundo, deseando haber tenido la presencia de ánimo
para preguntarle al respecto.
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Capitulo siete
Ryan
Esperé más de una semana, optando por tomarme mi tiempo a propósito porque sabía que ella mantendría sus ojos
entrenado en la puerta mientras esperaba que el siguiente chico de anchos hombros que entrara fuera yo.
Mientras tanto, no pasaba mucho en mi vida y estaba inquieto. Las propiedades que yo
comprado silenciosamente a lo largo de la calle principal de Emblem hasta ahora necesitaría algo de atención, pero ahora ese trabajo
estaba en un patrón de espera debido a los permisos y otras tonterías. Rence había pasado la noche en el papeleo que yo
le pidió que lo redactara, pero por ahora permanecía en un sobre grueso sobre la isla de mármol de la cocina. yo estaba
escogiendo mi momento para hacer esa presentación en particular.
Pasé la semana haciendo ejercicio, filmando en el desierto y tomando algunas clases en línea para mantener mi mente
agudo.
El día que decidí que Leah tenía un encuentro más fatídico, me encontré con McGraw llenando una canasta llena.
de los cuarenta en el Emblem Mart a las dos de la tarde. Quería que fuera con él y algunos
otros chicos para buscar algo de diversión en Tempe, donde vivían las chicas universitarias. Yo rechacé. Mi polla había llevado a
vida solitaria lo suficientemente larga y necesitaba un entrenamiento, pero tenía algo diferente en mente.
McGraw se molestó, así que pagué por mi puñado de artículos y le obsequié con lo que fuera que había en su
cesta. Afuera del Emblem Mart lo dejé solo con su montón de cuarenta y sus sueños sobre alumnas que
aprovecharía la oportunidad de follar con un tipo brusco y desempleado de pelo naranja.
Conduciendo por Main Street, reduje la velocidad cuando llegué al segmento donde se encontraba el Dirty Cactus.
Había dos bicicletas relucientes en el lote de grava, del tipo que sus devotos dueños probablemente valoraban más.
que cualquier ser humano. Allí, estacionado en el lado norte del edificio en el lugar donde prácticamente
vivía, era el sedán negro de Leah.
Estaba destinada a distraerse con idiotas chasqueando los dedos y exigiendo bebidas. Yo no tenía
intención de competir por su atención de alguna manera. Porque la próxima vez que me acerque a diez pies de Leah
Brandeis planeaba probar lo que valía esa mirada hambrienta en sus ojos.
Me había prometido a mí misma que le daría a Leah la oportunidad de aclarar las cosas y lo hice. Ella no tenia el
agallas para tomarlo. Había pasado demasiados años bajo la tutela de la Escuela de crueldad de Luanne. Con lo posible
excepción de Daisy, que había huido dos segundos después de la escuela secundaria y nunca miró hacia atrás, nadie en ese maldito
La familia sintió una pizca de responsabilidad por las cosas que hicieron, las personas a las que arruinaron. Eddie era un saco triste
Enabler y Luanne nació para ser la malvada bruja del oeste, pero ¿qué tipo de defensa tenía Leah?
Entonces, ¿qué pasa si su mamá no la ama lo suficiente y el chico con el que nunca tuvo una oportunidad en primer lugar?
resultó ser un idiota de clase mundial? Esa no fue una buena causa para destruirlo con una mentira, trata de tomar
le quitó la libertad y, en última instancia, le costó el único amor de su vida.
Leah sufrió algunos defectos de carácter graves y, en mi experiencia, esos no desaparecieron simplemente. Identificación
La juzgué mal antes, asumiendo que era básicamente una buena niña que venía de un hogar extraño. Cuando el
Surgió el primer desafío: había demostrado cuánta sangre de Luanne corría por sus venas. Ni siquiera lo lamentaba.
No lo había dicho ni una vez a pesar de que le dieron una oportunidad ideal.
Después de lanzar una mirada furiosa a su feo auto, encendí el motor y conduje de regreso a mi lugar a un pelo de abajo.
el límite de velocidad porque no tenía ningún deseo de lidiar con ninguno de los mejores de Emblem. La ira era lo mejor
adrenalina y la usé a mi favor, levantando pesas en la sala de pesas hasta que mis brazos temblaron y luego
recorriendo un bucle de cinco millas alrededor del desierto hasta que el cielo se oscureció. Mi cena solitaria de cereal seco y
La leche de la caja no era materia de leyenda gourmet, pero a pesar de que era una cocinera decente,
No se ha tomado muchas molestias desde que se mudó a Emblem.
Mi polla estaba tan dura como el hierro cuando me duché y quería masturbarme tan jodidamente que estaba gritando.
mis dientes. Pero mantuve mi mano a raya porque planeaba darle a cierto camarero flaco el tipo de noche
eso volaría su pequeña mente rencorosa.
Si hubiera sabido con certeza que Leah se mojó al ver un traje y una corbata, me habría puesto uno sin importar cómo
muchos ceños fruncidos que podría haberme ganado paseando por el Dirty Cactus de esa manera. Tuve suficientes etiquetas de diseñador
guardado en el armario principal para causar una buena impresión. Pero Leah era una chica Emblem, criada para idolatrar a un
versión más áspera de un hombre. Elegí unos vaqueros viejos con una camiseta negra y no me pasé una navaja por la mandíbula. Entonces yo
me senté con un libro considerable sobre el día D, y mantuve un ojo en el reloj hasta que fue pasada la medianoche y el
momento adecuado para una visita.
Esta no fue una noche muy concurrida, por lo que el estacionamiento no fue un problema. Esa camarera de pelo de unicornio con la grava
La voz que había estado por ahí la semana pasada estaba gritando una advertencia de última llamada cuando entré.
Ella lo miró dos veces cuando me vio y luego chasqueó los dedos para llamar la atención de Leah. Leah
estaba sirviendo una ronda final de cervezas a un par de viejos que le estaban tirando dinero. Su cara se partió
en una sonrisa feliz cuando me vio y me senté solo en una mesa vacía.
"¿Otra agua?" Leah gritó burlonamente y los viejos se volvieron para mirarme.
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"Me siento atrevida esta noche, así que iré por una Coca-Cola".
"Lo tienes", dijo Leah.
Los únicos otros clientes en el bar eran dos parejas de mediana edad que estaban cubiertas
en tatuajes que probablemente se veían bien hace unas décadas, pero el tiempo y la gravedad los habían convertido en una mala vida
opciones. El grupo se reía salvajemente por una historia relacionada con un lavaplatos roto.
Los viejos necesitaban algo de Leah de nuevo, así que Unicorn Hair fue quien me trajo mi
beber. Emitió todo tipo de vibraciones de chica dura y me lanzó una mirada divertida por primera vez, como
tal vez tenía olfato para las tonterías y sentía que yo no estaba tramando nada bueno.
“Gracias,” dije y tomé un sorbo casual de mi refresco.
Ella asintió. "Cerramos en quince minutos".
Levanté mi copa. Beberé rápido.
Ella soltó una carcajada y se alejó para cobrar la cita doble tatuada.
Leah salió de detrás de la barra y se dirigió en mi dirección. Llevaba pantalones cortos que obviamente
había sido cortada torcidamente de unos jeans y una camiseta holgada de un personaje de dibujos animados que la hacía parecer sin senos. Ella
todavía jodidamente vestida como si tuviera quince años.
"Deberías haber venido antes", dijo, moviendo su cabello hacia un lado y deslizándose en una silla.
"Hemos sido lentos toda la noche".
"Estaba ocupado antes", dije. Ella esperó a que yo diera más detalles. No lo hice.
Leah cruzó las piernas. No estaban mal, sus piernas. Ella debería lucirlos en algo más que
pantalones cortos de corte y zapatillas gruesas.
“La hora de cierre es en unos minutos”, me informó.
Me incliné hacia adelante. "¿Y qué pasa entonces?"
Ella no sabía a qué me refería. "Entonces Misty y yo limpiaremos y cerraré las puertas".
Las dos parejas se fueron. Misty empezó a recoger sus vasos sucios.
Dile a Misty que ya puede despegar. Yo te ayudaré a limpiar ".
Una silla raspó contra el suelo y los dos viejos empezaron a caminar hacia la puerta.
para"Buenas noches,aquí
traer su trasero Leah",
". dijo uno de ellos. Sonaba como un personaje de videojuego de la década de 1980. "Dile a Eddie
"Lo haré, Jarvis", dijo Leah, pero siguió mirándome.
Hice un gesto hacia donde Misty estaba llevando los vasos de regreso a su casa detrás de la barra. "Le dejaré un
consejo de monstruo si le dices que se vaya ahora ".
Leah entendió y sus mejillas se sonrojaron un poco. Ella se levantó y comenzó a caminar hacia la barra.
una vez miró detrás de ella mientras se mordía la comisura del labio. Nunca la llamaría mi tipo, pero lo reconocí
ella tenía una linda figura. Iba a disfrutar haciéndole cosas.
Saqué un billete de cien dólares de mi billetera y lo dejé caer sobre la mesa. Me estaba presumiendo pero me sentí
justificado si hacerlo movía las cosas. Vi a Leah decirle algunas palabras a Misty, quien puso sus manos sobre
sus caderas y debió haber hecho una pregunta porque Leah asintió con una sonrisa. Misty sonrió, desapareció
el tiempo suficiente para recuperar una monstruosidad de diamantes de imitación de un bolso y entré para agarrar el dinero que había
Excluido.
"Bien jugado, cosas calientes", dijo, le dio a Leah una última mirada de complicidad y le hizo estallar el chicle al salir.
la puerta.
Y luego me quedé solo con Leah Brandeis por primera vez en seis años. Ella ya estaba tirando
los cuencos de pretzels medio rancios. Me levanté y giré el letrero de la puerta a CERRADO.
"¿Siempre te aseguras de ser el último aquí?" Yo le pregunte a ella.
Había terminado de deshacerse de los pretzels y ahora comenzó a colocar sillas rápidamente sobre las mesas. "I
siempre cierra. "
Empecé a hacer mi parte para guardar las sillas. "¿Por qué?"
La pregunta la dejó perpleja. "Mi barra, mi responsabilidad".
"El bar de tu papá, su responsabilidad".
Leah volvió a agitar su cabello. Ella era ridícula con ese cabello. Ella lo tiró de esta manera, lo tiró de esa manera
De esa manera, lo hizo girar y lo sacudió para soltarlo y generalmente lo usó como otro apéndice de su cuerpo. Algunos
la gente expresó su punto de vista con gestos con las manos o miradas con mala cara. Leah tenía su cabello.
Sin embargo, el punto sobre su padre debe haber sido doloroso porque ella se tensó.
"Ya te dije que ahora soy el gerente", declaró y luego se deslizó detrás de la barra una vez más.
Se movía como un gato, siempre lo había hecho. Incluso cuando ella era una pequeña y escuálida nada rozando las esquinas
y espiándome a través de las ventanas moteadas de polvo del chirriante remolque. Había una astucia sobre
la forma en que se movía.
Eché un vistazo a mi alrededor. No había mucho a la vista que mereciera la pena enorgullecerse. “¿Alguna vez pensaste en vender?
El nombre tiene mucho reconocimiento local. Alguien lo compraría, tal vez alguien que realmente sepa cómo
para llevar un bar ".
El comentario la molestó y parecía que estaba teniendo dudas acerca de permitirme
quedarse. "Estamos bien financieramente".
"Oh, no lo eres, ¿verdad, Leah?"
Ella frunció los labios. Un nervio había sido golpeado.
"¿Por qué preguntas?"
Porque ya sabía la respuesta. "Porque pareces estresado y con exceso de trabajo".
Ella asintió con la cabeza, su expresión se suavizó. Se suavizó aún más cuando miró a su alrededor. "Hablé con mi
papá acerca de la venta, pero no estaba interesado. Y ahora me alegro. Hace seis meses, cuando me sumergí en la gestión
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el bar me dije a mí mismo que quería salvar este lugar por el bien de mi padre. Eso sigue siendo cierto. Pero también es cierto que
Ya no estoy aquí solo por él. Creo que ahora me encantaría este viejo y feo bar. Se siente como en casa más que
casa lo hace ".
Mastiqué eso por un momento. “¿Qué pasa con la universidad? ¿No quieres volver al mundo de los barriletes?
y chicos de fraternidad?
Ella se encogió de hombros. “Quizás debería extrañar esa vida. Definitivamente debería querer volver allí y terminar mi
la licenciatura. Pero de alguna manera no lo hago ". Ella me evaluó. "¿Tú que tal?"
"¿Qué hay de mí?"
"La casa en la colina es un poco grande para un solo hombre".
Esto fue demasiado fácil. "Quizás pueda encontrar a alguien que me haga compañía".
Leah no tuvo una respuesta inmediata, así que roció la barra y comenzó a limpiar laboriosamente con un
pedazo de estopilla blanca. El mostrador era de madera oscura y estaba lleno de marcas y cortes descuidados.
detrás de décadas de bebedores empedernidos de Emblem. Ella siguió puliendo como si fuera un evento olímpico mientras
fingiendo no darme cuenta cuando la seguí detrás de la barra. Me gustó esta vista, me gustó la forma en que se movía su culo
en esos shorts cortos baratos. Mi polla tembló.
"¿Necesitas ayuda?" Pregunté, arrastrándome lo suficientemente cerca como para tocarla si me apetecía.
Hizo una pausa y agitó su cabello, girando la cabeza para mirarme por encima de un hombro. "Cómo estás
¿Me vas a ayudar, Ryan? Había algo en su voz, un cansancio de desesperación que me hizo detenerme.
y reconsiderar lo que quería hacer a continuación.
La miré. La parte superior de su cabeza apenas llegaba a mi hombro y nunca había mirado más hacia afuera.
de lugar de lo que lo hizo en este momento. Apenas tenía la edad suficiente para que le permitieran entrar por la puerta de este maldito
lugar y aquí estaba tratando de ejecutarlo.
Había una pila de toallas blancas en un cubículo junto a ella. Me incliné para agarrar uno, tomándome mi tiempo y
enderezándose lentamente, a solo diez pulgadas de donde estaba, sintiéndome satisfecho cuando la observé
reacción. Noté la velocidad de su respiración, vi cómo se retorcía mientras juntaba las piernas.
Joder, fue algo poderoso saber que la excité tanto que no podía quedarse quieta.
“Escuché un rumor sobre ti,” dije.
Sus ojos aterrizaron en mis labios. "¿Qué tipo de rumor?"
"Que te estás jodiendo con Terry". No había escuchado nada por el estilo. Llegué a esa conclusión por mi cuenta.
Leah se estremeció, sin esperar enfrentarse a los crudos hechos. Ella arrojó la gasa a un lado
y se deslizó unos metros hacia atrás en una esquina de la barra para poder apoyar los codos en la madera y apoyarse
atrás, golpeando una publicación que probablemente se suponía que era sexy. "De vez en cuando."
"¿Cuándo fue el último 'entonces'?"
Ella frunció. “No lo marqué en mi calendario. Quizás hace un mes ".
Barrí mis ojos sobre ella, imaginando esas lindas tetas pequeñas en mis grandes manos, imaginando mi polla empujando
en el estrecho espacio entre sus piernas. Mi pene disfrutó de estos pensamientos y se hinchó, presionando contra el
confines de mis jeans. La primera noche que la revisé y no vi mucho que me interesara. yo estaba
bastante jodidamente interesado ahora.
"¿Cómo te está funcionando?" Pregunté, acariciando deliberadamente mi mano contra el bulto revelador.
Leah lo vio. Respiró más fuerte y apretó los labios mientras enrollaba un largo mechón de cabello alrededor.
un dedo. Ella era mala jugando a la calma.
“¿Cómo es lo que se resuelve para mí?”
"Maldito Terry de vez en cuando".
"Es ... um ... normal", chilló y luego se aclaró la garganta.
"Normal", me reí entre dientes, pensando que si alguna mujer alguna vez describió el tiempo con mi polla usando un remilgado,
palabra ridícula, entonces había fallado como hombre.
Di un paso más cerca.
Y luego otro.
Unos centímetros más y estaría frotando mi vientre contra su vientre. Si ella quisiera escapar ella
podría moverse fácilmente a cualquier lado.
Leah se mantuvo firme e inclinó la cabeza hacia arriba para mirarme, tal vez pensando que no me había dado cuenta de la
Recorrido hambriento sus ojos tomaron de mi cuerpo. Me había dado cuenta. Y entonces me sentí lo suficientemente audaz para extender la mano y desabrocharla.
pantalones cortos. Se tensó por un segundo pero no dijo nada, simplemente deslizó los codos hacia atrás para que sus manos
podría agarrar el borde del mostrador. La parte de atrás de mi nudillo se frotó lentamente contra su cremallera y una pequeña
El ruido escapó de su garganta, el tipo de ruido que había escuchado antes de otras mujeres en otros lugares, el dulce
sonido de rendición. Ella era mía si la quería.
Su rostro ahora estaba sonrojado y su cabeza gacha, mirando el lugar donde mis dedos ahora agarraban el
pequeño asa de su cremallera y tiró. Bajó un centímetro agonizante a la vez hasta que sus pantalones cortos se aflojaron
lo suficiente como para caer sobre sus caderas y al suelo, exponiendo sus bragas que abrazan la cadera. Eran rosas. No es sexy
neón rosa fuerte pero rosa pálido como un maldito disfraz de conejito de Pascua.
"¿Está pasando esto?" ella respiró.
Esas bragas. Eran absurdos. Necesitaban ser arrancados y triturados.
"Por supuesto que está sucediendo".
Ella gimió. "Ryan".
No me gustó el sonido de mi nombre viniendo de ella, no cuando me había costado el derecho de usarlo por tanto.
largo. Una oleada roja de ira palpitó detrás de mis ojos y se mezcló con el impulso básico de satisfacer las necesidades de
mi polla. Podría tener ambos, la mierda y la furia. Podría asegurarme de que Leah Brandeis jadeara detrás de mí en un
forma retorcida que era diferente a cualquiera de sus experiencias `` normales '' y luego aplastar sus esperanzas de que eso significara
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algo para mi.
O podría salir por la puerta, masturbarme en el estacionamiento e intentar ser mejor de lo que intentaba.
ser.
Un dedo exploró entre sus piernas, jugueteando con la tela húmeda de sus bragas hasta que se estremeció. La
Dirty Cactus estaba tenue al principio y la mayoría de las luces ya se habían apagado, dejando solo el
el accesorio de pared brumoso sigue ardiendo. Si alguien estaba afuera mirando hacia adentro, probablemente podría ver todo. I
esperaba que lo hicieran.
Un teléfono cobró vida con un tono de llamada distintivo. "¿Quién es ese?"
Ella hizo una mueca. "Es Terry".
"Contestarlo."
"Ahora no."
"Tienes que responder, Leah".
"No."
"Sí, lo haces". Empujé mi dedo dentro de sus bragas. Y luego dentro de ella. Ella estaba apretada. Ella estaba
más que lista. Ella se sentiría bien. "Porque te lo digo".
Ella estaba hambrienta por esto, prácticamente ya temblaba cuando un segundo dedo se unió al primero. Ella estaba
probablemente acostumbrado a unas pocas bombas de estilo misionero del culo de rata del gimnasio de Terry antes de que rodara y se cayera
dormido. Eso no era lo que tenía en mente en absoluto. Su teléfono sonó de nuevo y reconocí el tono ahora. Era
algunos bares de Peter and the Wolf . Una elección extraña, pero probablemente significó algo para ella. Parecio
apropiado para mí ahora mismo. Yo era el maldito lobo. Y estaba comenzando mi cacería.
“Responde,” ordené, comenzando a retirar mi mano.
Sus cejas se juntaron con un destello de desafío en sus ojos que quería enterrar. Yo no queria
rebelión de ella. Quería que ella suplicara. Llanto. Suplicando algo más que mi polla, algo
más significativo que un sucio tornillo, algo que no tuvo la oportunidad de ganarme.
Leah cedió fácilmente. El desafío desapareció y tomó su teléfono del mostrador, despejando
su garganta antes de comenzar la conversación. Terry. Hola. Sí, estoy bien, solo estoy cerrando ".
Tenía problemas para decir algo más porque había decidido dejarme caer y empujar mi cara entre sus
piernas. La lamí por fuera de sus bragas, reteniéndome lo suficiente para que no se corriera como le dijo a Terry.
que no, que no podía pasar el rato esta noche y que lo vería mañana para su turno. Entonces ella la soltó
teléfono en el suelo y traté de bajar su ropa interior para que mi boca no tuviera ningún obstáculo.
Oh no, cariño, aún no lo estás entendiendo.
"¿Qué estás haciendo?" preguntó porque sin previo aviso había dejado de enviarla a la tierra de los dulces
orgasmos, me puse de pie y comencé a verter tranquilamente un poco de Jack Daniels en un vaso de chupito.
Tiré el trago hacia atrás y dejé el vaso sucio en el mostrador. No había tomado una foto en años, pero esto
De todos modos, la noche se trataba más del pasado que del presente.
Leah me tocó el brazo. "¿Qué diablos, Ryan?"
Quería que la llevara aquí mismo, inclinada sobre la encimera sucia y con los nudillos blancos en el borde mientras yo
golpeado. Esa era su idea del cielo. No tendría ningún problema en cooperar. Estaba listo
para sacarme los pantalones. Pero quería que ella trabajara para ello. En mis condiciones.
Me limpié la boca deliberadamente, aún siendo capaz de saborearla incluso después de la picadura del whisky. "Lo siento
debería ponerse en marcha ".
"¿Hablas en serio?" Esos ojos frustrados, preguntándose qué salió mal cuando estaba a punto de tener su
mayor deseo sexual concedido.
—No creo que sea una buena idea, Leah. Te arrepentirías. No soy bueno para ti ".
Su rostro cambió, sus ojos se entrecerraron y, por un instante, se parecía tanto a Luanne.
alarmado. "Soy bastante capaz de decidir lo que quiero".
Negué con la cabeza y suspiré. "Buenas noches", dije, mi voz llena de pesar como si estuviera retrocediendo por el
la más caballerosa de las razones, alejándose sólo por preocupación por ella. Leah no reconoció una advertencia
incluso cuando se le dio a quemarropa. Ella se arrepentiría de esto. Me aseguraría de ello.
Lo último que dijo fue: "¡No te entiendo en absoluto!"
Cerré la puerta detrás de mí y me uní a la noche con una sonrisa en mi rostro.
Ella me perseguirá.
Ella no podrá ayudarse a sí misma. Ella era como Luanne en ese sentido.
Aterrizará en mi terreno, deseando más de lo que acababa de probar.
Y se lo daré a ella.
Por un ratito.
Ya había decidido que me llevaría el orgullo y la alegría de su familia, pero ahora eso no era suficiente. quise
joder con el orgullo de Leah de una manera más fundamental.
Para cuando termine con esta chica, ella estará tan enamorada de la sensación de mi polla que estará
Arrastrándose detrás de mí, sollozando de angustia cuando me lo quité.
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Capitulo ocho
LEAH
"Bueno, eso fue jodidamente surrealista", murmuré en voz alta para mí.
Hablaba conmigo mismo con demasiada frecuencia estos días. Después de unos segundos aturdidos de estar estúpidamente de pie
en mis bragas, que todavía estaban húmedas por la boca de Ryan y mi propia excitación, me incliné para tirar
mis pantalones cortos de nuevo.
Una vez que superé mi '¿Qué demonios acaba de pasar?' shock, recogí la toalla que había estado usando
limpiar la barra y reanudar la tarea, limpiando enérgicamente la superficie de madera manchada como si
no tenía nada más en mi mente. Como si Ryan Jedson no hubiera estado lamiendo mis bragas hace unos momentos.
Todavía estaba tan excitado que apenas podía mantenerme erguido. Ningún otro chico me había hecho querer hundirme
de rodillas con un toque. Cuando se detuvo pensé que podría llorar de frustración.
"Te arrepentirías".
Él también me quería. La hinchazón en sus pantalones era inconfundible y mis piernas casi cedieron cuando él
Pasó su mano sobre él para asegurarse de que lo viera.
Ryan me había juzgado mal, asumiendo que yo era poco más que una chica tonta con los ojos muy abiertos que no podía manejar un
buen rato con el. Podría manejarlo bien. Me moría por manejarlo. Ya habíamos cruzado una línea
y no había vuelta atrás. No me importaba si nuestra historia de fondo hacía que todo fuera sórdido o lo que decía
sobre mí que ahora mismo haría cualquier cosa que me pidiera. Ambos necesitábamos esto. Y deberíamos tenerlo. Nosotros
no iban a ser cautivos de las depravaciones de Luanne. Ambos éramos libres y tomábamos lo que queríamos.
Trapear el piso podía esperar hasta mañana. También podría limpiar los vasos.
Me lancé a la oficina solo el tiempo suficiente para arrebatar mis llaves y mi bolso, dejando todo como estaba.
estaba y cerrando la puerta detrás de mí.
La casa de la colina había estado vacía con más frecuencia que ocupada. Todos sabían exactamente
dónde estaba, pero nunca había hablado con una sola persona que hubiera estado dentro. Me costó mucho imaginarme a Ryan
Jedson viviendo aquí. Toqué el timbre de la puerta y aplasté una erupción de nervios cuando las campanas retumbaron en el interior.
Ryan abrió la puerta sin camisa y descalzo, vistiendo solo un par de pantalones de chándal negros que colgaban
tan bajo en su cintura que fácilmente podía imaginarlos resbalando. Su pecho bronceado estaba perfectamente esculpido, su musculoso
brazos decorados arriba y abajo con los tatuajes que quedaron como un guiño a su vida aquí en Emblem. El habia
los mantuvo a pesar de que lo habían hecho identificable cuando estaba tratando de esconderse. Los había mantenido a la par
aunque su existencia sin refinar no coincidía con el hombre que podía permitirse vivir en una mansión en una colina.
Ryan había logrado escalar su camino hacia un mundo diferente al que había habitado aquí. No era el
el mismo chico que había sido cuando se fue. Y sin embargo, cuando lo miré, no pude dejar de ver al chico que había sido
mi vecino, mi amigo, mi fantasía.
Cruzó sus musculosos brazos y me miró mientras yo luchaba por descifrar lo que quería decir.
"¿Qué puedo hacer por ti, Leah?"
"Sabía dónde vivías".
"Obviamente."
"Quería hablar contigo."
Arqueó una ceja. "¿Condujiste hasta aquí en medio de la noche para hablar?" Su expresion
permaneció fresco, como ese momento salvaje con sus dedos dentro de mí y luego su boca entre mis piernas
nunca ocurrió.
Mi cuerpo respondió cuando el recuerdo pasó por mi mente, generando un rayo de deseo en mi vientre.
el calor entre mis piernas me recuerda a mis bragas húmedas.
Todo esto fue una locura. De la forma en que lo quería. Las formas en que nos conocimos. Y las formas en que no lo hicimos.
"No." Me dejé caer contra el marco de la puerta, mi cara ardía. "No conduje hasta aquí en medio de la
maldita noche para hablar ".
Le gustó esa respuesta. Sé que no lo hiciste. ¿Recuerdas lo que dije que pasaría?
"¿Que me arrepentiría?"
"Sí. Vas a."
"No estés muy seguro".
"Entonces entra". Dio un paso atrás. "Solo quítate la camisa antes de hacerlo".
Mi cabeza se levantó de golpe. "¿Estás bromeando, verdad?"
"No, no estoy bromeando". Se encogió de hombros, destacando la perfección de la parte superior de su cuerpo. "¿Cuál es el gran
¿negociar? No llevo camisa ".
"Sea cual sea el juego, no lo estoy jugando".
"Bien." Se sentó en un sofá de cuero mantecoso, uno de los únicos muebles a la vista. "Yo no
me gustan los juegos. No soy un fanático de las reglas ".
“Acabas de hacer una regla. Dijiste que no puedo entrar a tu casa a menos que me quite la maldita camisa ". A pesar de mi
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lloriqueando, la basura más arrogante que se derramaba de su boca, más caliente me ponía.
Ryan me miró alegremente. “Eso no era una regla. Esa fue una sugerencia. Si lo sigues o no
depende de ti."
Cuando seguí merodeando por la puerta con mi camisa intacta, puso los ojos en blanco.
"¿Así que puedo poner mi boca en tu coño pero no puedo ver tus tetas, Leah?"
Su vulgaridad no debería haberme sorprendido, no cuando me preguntó a bocajarro sobre follar con Terry.
antes y luego traté de bajarme mientras estaba en medio de una conversación telefónica. Me llamó la atención
de nuevo por lo poco que conocía realmente a Ryan Jedson. Jugábamos juntos cuando éramos niños. Lo había codiciado como un
adolescente. Y luego se fue por un largo tiempo. Hasta ahora me había contado muy poco sobre lo que había estado haciendo.
en esos años perdidos. Y había algunas cosas que no le había dicho. Tal vez ambos tuvimos que ser un poco
arruinado por hacer esto, pero no me importaba. Tenía hambre de más de él. Después de todo este tiempo y todo el
angustia y toda la ruina, Ryan Jedson seguía siendo mi mayor deseo.
Metí mi teléfono en un bolsillo trasero y mis llaves en el otro, luego agarré mi camisa por el dobladillo
antes de tirarlo lentamente sobre mi cabeza. Si tuviera una bola de cristal que me advirtiera, estaría desnudándome en Ryan
En la entrada de Jedson habría estado usando mi sujetador negro de encaje en lugar de uno blanco que parecía tan
si hubiera sido sacado
Sin embargo, Ryandenounparecía
contenedor de un dólar.
disgustado. Se movió en el sofá, luego chasqueó la lengua. "Toma eso
estúpido sujetador ".
Mis dedos tocaron el broche en la parte de atrás. "¿Es eso una regla u otra sugerencia?"
"Sólo quítalo. Ahora."
Miré detrás de mí y solo vi mi auto en la entrada circular. A lo lejos, en la base del
colina, las luces brillaban desde las ventanas de una casa mucho menos opulenta.
"¿Y los vecinos?" Yo pregunté.
"¿Que hay de ellos?"
"Realmente no me gusta la idea de estar en exhibición".
No estaba diciendo la verdad. Tenía el poder de irme cuando quisiera. En lugar de eso, moví el cierre de mi
sujetador abierto porque estaba disfrutando esto. Lo que haya sido. No tenía el mejor cuerpo del mundo. Yo era flaco
y nunca funcionó. Sin embargo, mientras estaba allí medio desnudo, de espaldas a la fría noche de otoño,
mano a través de mi cabello, llevando su largo alrededor para cubrir ligeramente mis pechos, me sentí más sensual que
Yo siempre tuve. Y luego dejé caer mi sostén.
Me había olvidado del objeto que había guardado dentro de la taza correcta. Tenía la intención de conseguir una cadena, pero no lo había hecho.
llegado a eso. En lugar de llevarlo en mi bolsillo trasero, donde accidentalmente podría arrojarlo al
la ropa, la guardé en mi sostén mientras pasaba el día, dejándola a dos pies de distancia en mi mesita de noche mientras
dormido. Ahora cayó al suelo, una brillante medalla de San Cristóbal.
Ryan no se dio cuenta. O si lo hizo, eligió no decir nada. Su mano estaba sobre sí mismo, acariciando su
pantalones deportivos. Obviamente estaba disfrutando con esto. Mucho.
“Solo estarías en exhibición si también te quitas los pantalones cortos”, me informó.
Dejé caer mis pantalones cortos. Luego los aparté de una patada. Si quería un espectáculo, le daría uno. Mi pálido
Las bragas todavía estaban húmedas y las toqué, ahuecando entre mis piernas, haciendo círculos con mi pulgar en la
lugar sensible. Cerré los ojos y escuché mis propios gemidos mientras me frotaba.
Ryan exhaló con fuerza. "Maldito infierno, Leah", juró. "Me estás matando. Ven aquí."
De alguna manera, era más fácil desnudarse con valentía para él en la puerta abierta que cerrar la puerta y
acercate a el. La timidez se apoderó de mí mientras caminaba hacia él y sentí profundamente el calor de su mirada.
Ryan todavía tenía sus pantalones de chándal puestos, aunque debe haber estado usando nada debajo porque yo
Podía ver claramente el contorno de su lujuria. El suelo parecía ser todo de mármol, o algo igualmente
costoso. Pero frente al sofá había una gran alfombra gris, de gruesa confección. Mis rodillas no sufrieron cuando
se arrodilló frente a él.
"¿Qué quieres?" Pregunté porque me di cuenta allá en la puerta que me gustaba hacer cosas así
manera, le gustaba seguir sus instrucciones.
"Quiero tomar todo lo que tienes", dijo, y nunca me había mirado nadie con tanta
tanto fuego como vi en sus ojos negros. Traté de imaginar lo que estaba pasando detrás de ellos y me estremecí.
las posibilidades.
Me incliné hacia adelante sobre mis palmas, permitiendo que mi cabello se derramara sobre mis hombros.
"Este pelo". Agarró un puñado y negó con la cabeza antes de dejar que se filtrara entre sus dedos.
"¿Qué pasa con mi cabello?"
"Es una locura. ¿Nunca lo cortas?
“Cogiste algo mío y ahora vas a perder algo tuyo. Esa es la forma en que
el mundo funciona, Leah ".
"No," dije rotundamente y me senté sobre mis talones. Esto iba en una dirección en la que no quería ir. Ryan
no tendría ni idea. ¿Cómo pudo? La historia oficial fue que tuve un momento hormonal y me fui
Tijeras locas y solo una intervención de salón de emergencia me había salvado de parecer un erizo.
"Leah", dijo Ryan, asumiendo el control de nuevo. "Haz lo que viniste a hacer aquí y ponte en tu
espalda."
Las densas fibras de la alfombra del área me hicieron cosquillas en la piel cuando bajé mi cuerpo. Ryan respiró con fuerza durante un
momento y luego se deslizó del sofá. Dejó que sus pantalones se deslizaran hacia abajo en el proceso. Yo tenía razón. El no era
usando algo debajo de ellos. Abrí las piernas y contemplé la gloriosa vista de Ryan Jedson.
arrodillado allí desnudo. Puso su gran palma sobre mi vientre, moviéndose lentamente hacia arriba por mi pecho y luego hacia abajo.
de nuevo como si la superficie de mi piel fuera tan exquisita que tuvo que probarla. Cada terminación nerviosa de mi cuerpo aulló
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con impaciencia. Luego cambió de humor y se puso rudo, amontonando la tela de mis bragas en su mano.
y tirando con fuerza.
"Estas estúpidas bragas de mierda", refunfuñó.
Me incorporé sobre mis codos. "¿Por qué no dejas de quejarte y te deshaces de ellos?"
Tiró más fuerte. Escuché un desgarro. "Tal vez deberías callarte antes de que te llene la boca con mi polla".
Sonreí. "Tal vez tragar tu polla hasta la mitad de mi garganta es exactamente lo que necesito".
Mi respuesta lo sorprendió. Me miró por un momento. Luego agarró mis caderas con ambos
manos y tiró de mi cuerpo hacia adelante, dejándome caer sobre la alfombra con un grito. Ryan salió victorioso
se cierne sobre mí mientras enganchaba mis rodillas en sus caderas, impaciente por sentir el satisfactorio impacto de su cuerpo
chocando con el mío. Se apoyó en las palmas de las manos y entró lenta y constantemente.
"No me jodas como crees que me voy a romper", le dije con los dientes apretados. "Fóllame como si fueras a
hazme sentir que te lo pedí ".
"Escúchate", gruñó, agarrando mis muñecas y sujetándolas sobre mi cabeza. "¿Quién diablos eres tú?
¿Crees que lo eres?
Yo no tenía miedo. Sexy. Él me hizo de esa manera. "Una chica que planea hacer que sigas adelante con tu
amenazas ". Moví mis caderas para llevar el punto a casa. —Dijiste que me arrepentiría de esto, Ryan. Haz que me arrepienta ".
Mi última palabra terminó en un grito ahogado. Se hundió profundamente y martilló con tanta fuerza que me pregunté fugazmente si
podría estar equivocado acerca de mi fragilidad. Y, sin embargo, rogué por más, suplicándole que empujara más fuerte y
más rudo hasta que estuve cerca de correrme, entonces le imploré que bajara la velocidad. Tenía muchas ganas de que me besara y yo
Habría rogado por una pausa tan tierna también, pero para entonces la ola de placer insoportable estaba aumentando
y todo lo que pude hacer fue rendirme a la inevitable explosión que me dejó temblando y sin aliento.
Un pequeño gemido de protesta me abandonó cuando Ryan se retiró, aunque entendí que tenía que hacerlo porque
no estaba usando condón, lo cual era arriesgado y tonto incluso si estaba tomando anticonceptivos, y sin embargo, maldita sea
sexy. Pero Ryan todavía necesitaba bajarse y tenía la intención de terminar de la manera que ya le había sugerido.
Antes de que pudiera reaccionar, se sentó a horcajadas sobre mi cuello y empujó su enorme polla entre mis labios. I
Dudé, probándome a mí mismo, y debí haber hecho una mueca porque él se rió.
Al diablo con su risa. Sabía ser valiente. Lo probaría.
Lo lamí por un lado y por el otro, abriendo la boca y tragando profundamente tanto como pude.
tolerar.
"Mierda, estás caliente", jadeó Ryan antes de empezar a follarme la boca en serio.
Apoyé mis palmas en sus musculosos muslos sudorosos y seguí mientras él cabalgaba furiosamente sobre mi boca.
"Voy a venir", jadeó, dándome la oportunidad de optar por no participar. No lo tomé, apretando mi agarre y
tragando cada onza que bombeó en mí. Nunca había tragado antes y no pensé que lo haría
quería con nadie más. Desbloqueó deseos sucios que yo no sabía que tenía.
"¡Mierda!" Bombeó una vez más y luego se retiró. Tuvo cuidado cuando se bajó de mí y rodó
a su espalda a mi lado.
Me senté y me limpié la boca. Lo probé. Probé a los dos. Cuando miré hacia abajo, él estaba mirando
yo con una expresión extraña, como si me estuviera viendo por primera vez.
"¿Qué diablos estás buscando?" quiso saber cuando comencé a gatear por el suelo.
Mi ropa. Una manta. Algo, cualquier cosa, que me haga sentir un poco menos expuesta.
Junté mis rodillas contra mi pecho y envolví mis brazos alrededor de ellas. "Nada."
Con un movimiento impresionante, Ryan saltó los pies. Caminó por la enorme habitación totalmente desnudo y
desapareció por el pasillo. Me pregunté si acababa de recibir mi señal para encontrar mi propio camino para salir de su casa.
Pero solo se fue por unos segundos antes de regresar con una manta estampada, del tipo local
las tiendas de souvenirs venden a las personas que visitan el Medio Oeste. No me envolvió con ternura ni nada
pero dejó caer la manta en el suelo a mi lado y aprecié el gesto. No se molestó en poner
sus pantalones de nuevo. La desnudez aparentemente no era un problema para él. Por otra parte, no me estaba quejando.
"Eres magnífico", le dije. Entonces podría haberme encogido visiblemente. Cubrí mi vergüenza con
cubriéndome con la manta.
Ryan se hundió en la alfombra sin reconocer el cumplido. Eso estuvo bien. Prefiero olvidarme
lo dije. Cogió un mando a distancia cercano y apretó el botón. Las luces se atenuaron, no del todo, solo
suficiente para adaptarse al estado de ánimo de una escena posterior al sexo.
"Esta es una casa hermosa", dije, una estupidez de decir que fue diseñada en parte para borrar el eco de
la última estupidez que dije.
El se encogió de hombros. “Es solo una casa. Construido por un gilipollas que quería lucirse ".
“¿Es por eso que lo compraste? ¿Para lucirse?
"Probablemente." Se puso de pie de nuevo. Al chico seguro que no le gustaba quedarse en un lugar por mucho tiempo.
La sala de estar principal era un enorme diseño de concepto abierto con la sala de estar, el comedor y
cocina todo tipo de mezclados en uno. El hecho de que hubiera tan pocos muebles hizo que la zona
parecen aún más grandes. El frigorífico era uno de esos enormes muebles empotrados que normalmente sólo existen en
HGTV. Ryan miró adentro, seleccionó algunos artículos y luego, casualmente, regresó mientras silbaba una melodía.
Casualmente, o más que probablemente no, fue la misma canción que usé para el tono de llamada de Terry porque
cuando Terry silbaba, que era a menudo, solo silbaba los primeros compases de Peter and the Wolf.
"¿Estás tratando de ser gracioso?" Le pregunté.
Él sonrió. Un pedazo de mi corazón se derritió. Me entregó una botella fría y volvió a sentarse.
"¿Qué es ésto?" Yo pregunté.
"Agua mineral."
"Tiene una imagen de cerezas".
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"Eso es porque tiene sabor a cereza, genial".
Abrí la botella y tomé un sorbo. "No hubiera imaginado que eras un tipo que bebe con sabor a cereza
agua mineral."
"¿Por qué no?"
"Porque conocí a tipos así en la universidad".
"¿A los chicos les gusta qué?"
"Chicos que se depilan el vello púbico y se sientan a orinar".
Se atragantó con su agua mineral con sabor a cereza. Vete a la mierda, Leah.
Lo miré intencionadamente. "¿En realidad? Debes tener más talento de lo que imaginé si estás listo para eso.
de nuevo tan pronto ".
Arrojó algo. Aterrizó junto a mi mano izquierda. Una hilera de condones envueltos en papel de aluminio.
Bebí mi agua como si estuviera haciendo un barril. Luego rodé sobre mi vientre, estirado debajo
la manta y miró por encima de mi hombro.
"¿Esa oferta significa que aún no hemos terminado esta noche?"
Vació su botella de agua de cereza y la arrojó a un lado. Luego arrancó la manta de mi espalda y
me inmovilizó, a horcajadas sobre una pierna poderosa a cada lado y presionando su polla endurecida contra mi
trasero donde la piel estaba en carne viva y irritada por la fricción de la alfombra. Se movió más abajo, balanceándose
contra mi trasero en una provocación, casi como si me estuviera desafiando. Podía atreverse todo lo que quisiera. Estabilicé mis palmas
en el suelo y empujé la parte inferior de mi cuerpo hacia arriba para enfrentar su desafío. No importa lo que se le ocurra, yo podría
tómalo.
"Diablos, sí", gimió, agarrando mis caderas. "No hemos terminado por un tiro largo".
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Capitulo nueve
Ryan
Tenía que darle crédito a esta chica.

Leah fue mucho más emocionante de lo que pensé que sería. No había nada que no quisiera intentar.
Y unas cuantas veces las frases sucias que salían de su boca me dejaron boquiabierto. Identificación
la clasificó erróneamente como una follada con sabor a vainilla, pensando que resultaría estar bien, pero probablemente
nada especial. Estaba feliz de estar equivocado.
Eso no significaba que nos volviéramos cómodos y románticos. No hubo abrazos, besos ni cogidos de la mano.
Solo hubo un montón de atornillado crudo y sin filtrar.
Nos quedamos dormidos un par de veces en la alfombra de la sala como un par de paganos desnudos. Y luego obtendríamos
de nuevo en él. Después de unas horas con Leah, había un hecho esencial que no podía negar.
Nunca me habían chupado tan bien en mi vida.
El cielo todavía estaba oscuro pero no permanecería así por mucho más tiempo. Leah bostezó y se envolvió
en la manta de lana áspera. Ella hizo eso entre cada explosión sexual salvaje, se envolvió en ese
estúpida manta para que no me quede mirando su cuerpo desnudo o algo así.
"¿Ese era tu estómago?" Yo pregunté.
Levantó las rodillas e hizo una mueca. “No cené. Normalmente como cuando llego a casa después del trabajo
pero anoche hice otra cosa en su lugar ".
"Hiciste algo más varias veces". Sacudí mi cabeza hacia la cocina. "Tengo un poco de cereal
en la despensa si quieres servirte tú mismo ".
"¿Qué tipo de cereal?"
Copos de maíz o algo así. No lo sé, ve a ver ".
Se ató la manta al estilo de una toga y se dirigió a la cocina. Incliné mi cabeza hacia atrás en el sofá y
Cerré los ojos mientras Leah hacía todo tipo de ruido hurgando en mi cocina.
"Aquí." Ella puso un cuenco en mis manos. Ella preparó cuidadosamente un tazón de cereal y leche para cada uno de nosotros,
que fue reflexivo. Incluso algo lindo.
Masticamos nuestros copos de maíz mientras estábamos sentados uno al lado del otro en silencio como dos niños pasando el rato en verano
campamento o alguna mierda. En cuanto terminé, llevó nuestros dos tazones a la cocina.
"¿Dónde está tu lavavajillas?" ella preguntó.
"Déjalo en el fregadero". Volví a cerrar los ojos. Estaba agotado.
Leah se acercó y se sentó a mi lado. Pensé en preguntarle si quería mover la fiesta.
al dormitorio, pero eso parecía demasiado íntimo. Se suponía que esta ocasión no iba a ser íntima.
Suspiró suavemente y luego, casi tímidamente, apoyó la cabeza en mi hombro. "Quería decirte
alguna cosa."
"¿Oh sí?" Me pregunté si el hecho de que se la follaran de la manera correcta había aflojado su conciencia. "¿Qué es eso?"
"Traje flores", dijo en voz baja. “A la tumba de tu madre hace unas semanas. Fue ella
cumpleaños. Conduje hasta el valle para buscar tulipanes porque recordé que eran sus favoritos ".
Tulipanes Sí, eran sus favoritos. Ella siempre estaba tratando de cultivarlos en pequeñas macetas de barro.
fuera del remolque, nunca se rindió del todo a pesar de que el clima desértico no era adecuado para tan delicados
flores. Aunque esa era mi mamá. Ella no se rindió. No en flores. No en la gente. Esa era ella
ruina.
Un recuerdo volvió a morderme. Un inconveniente. Leah golpeando la puerta de nuestro remolque en el
amanecer. No podía tener más de seis años y estaba agitando una hoja de papel en el
aire. "¡Celeste, te hice una foto para tu cumpleaños!" Y, por supuesto, mi madre se quejó y se estremeció por el
dibujo de un pollo como si fuera arte renacentista y luego Leah notó que estaba sentada en el pequeño comedor
mesa y comiendo un tazón de cereal. "¿A ti también te gusta, Ryan?"
"Lo recuerdo", dije, sin hablar más de los tulipanes. Si tan solo Leah hubiera guardado el corazón de ese
ojos de seis años. En cambio, se había convertido en una mocosa vengativa que ni siquiera se atrevía a
reconocer lo que había hecho. O pide perdón.
"Y Ryan, quiero contarte algo sobre el día en que murió".
No. No. No, gordo y gordo. No iba a sentarme aquí y escuchar a Leah hablar poéticamente sobre cómo
inconsolable estaba por la muerte de mi madre, no cuando se negó a confesar cómo su engaño había
permitió que sucediera.
"No es un buen día para hablar de madres muertas", dije, tratando de mantener la ira fuera de mi voz.
"No el tuyo, no el mío". Aunque la existencia de Luanne nunca debe mencionarse en la misma oración
como la de mi madre.
Siguió un largo silencio y finalmente se movió a mi lado. "¿Qué hora es?"
Mi teléfono estaba encajado entre los cojines del sofá, así que lo alcancé. "Seis y media."
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“Debería llegar a casa. Si mi papá se despierta y nota que mi auto no está estacionado afuera, podría preocuparse ".
Yo lo dudaba. Eddie tenía una larga historia de meterse la cabeza en el culo.
Leah ya estaba recogiendo su ropa del suelo. Habían aterrizado en una variedad de lugares. observé
ella descubre que sus bragas de color rosa pálido necesitarían una cirugía para volver a ser útiles. Ella sonrió y se deslizó
en sus pantalones cortos, metiendo las bragas en el bolsillo trasero.
"¿Pasarás por el bar más tarde?" preguntó, toda la esperanza del mundo cosida en esas palabras.
Me limpié el sudor del suelo y me puse de pie. "No lo estaba planeando".
El cabello de Leah cayó sobre su rostro mientras se subía la cremallera de los pantalones cortos. No pude ver su expresin pero ella
la decepción fue casi palpable. Me sentí culpable por ser el responsable, así que cambié de opinión.
"Tal vez tenga tiempo para pasar por aquí en algún momento".
Y luego dejaré que me sigas a casa para poder golpearte hasta el amanecer de nuevo.
Sin embargo, la sugerencia la complació. "Me gustaría eso."
A ella le gustaría eso. ¡Decir ah! Como si le estuviera ofreciendo una taza de té. Me pregunté si se dio cuenta de lo ruidosa que era.
cada vez que la hice venir.
Esos pensamientos me iban a poner duro de nuevo. Y tenía cosas que hacer además de dejar que Leah jugara con mi
polla.
Leah estaba junto a la puerta, con las llaves en la mano, la ropa interior arruinada colgando de ella.
pantalones cortos. Se veía tímida, como si estuviera esperando un beso de despedida o algo así.
"¿Así que te veré más tarde?" ella preguntó.
"Claro", le dije y bostecé.
Ella se fue. Me derrumbé en el sofá y me quedé dormido.
Cuando me desperté era casi mediodía y mis sueños habían sido una mierda. He estado soñando con steven
Lucio. Seguía gritando y agitando los brazos, pero, por mi culpa, no pude entender lo que decía.
estaba tratando de decir. Entendí el origen del sueño. Steven Pike fue quien me envió un mensaje de texto sobre
ochenta veces y luego irrumpí en la escena en la que estaba fumando en un viejo almacén con algunos
amigos como Curtis Mulligan, hermano mayor de Tristan Mulligan. Pike me sacó de allí todo
resoplando y resoplando como si hubiera corrido veinte millas, pero ahí es donde la realidad difiere del sueño porque en
realidad, no tuve problemas para escuchar cada palabra que decía. Y a la mañana siguiente, cuando lo confronté y
exigió un detalle más crucial que había tosido entre lágrimas. Pero aún quedaban algunas piezas
desaparecido. Quería acceder a esas piezas, dondequiera que estuvieran sumergidas en la mente confusa de Pike.
Mientras me duchaba y me ponía presentable para salir de la casa, pensé en una
recado que había planeado para hoy. Todavía lo estaba planeando. Sin embargo, antes de sacar el sobre grueso de mi tocador,
el que estaba lleno de documentos redactados y pasados la noche por Rence Corsica, me atrapó un momento de
reluctancia.
Anoche con Leah no debería haber cambiado nada. No había ninguna razón para que yo hiciera nada
diferente de lo que ya había trazado.
La casa de Pike fue mi primera parada. Su madre abrió la puerta con una bata de casa color melocotón y
me ofreció un perrito caliente. Rechacé el hot dog pero acepté un vaso de leche. Pike estaba mirando a un viejo
tubo de televisión en la sala de estar en miniatura del tráiler mientras equilibra un plato de perritos calientes en un verde y
bandeja amarilla. La escena podría haber sido extraída de una de esas fotos antiguas y granuladas de álbumes de fotos de
los años setenta, cuando el mundo parecía haber sido bañado en pintura naranja. Me hizo pensar que debería
Realmente encuentre una manera de hacer algo además de dejar algunos billetes frescos por ahí para que los encuentren.
"¡Jedson!" Mi viejo amigo agitó un perrito caliente en el aire y me invitó a sentarme a su lado y mirar un
grupo de mujeres muy ruidosas gritando sobre el Colegio Electoral. No estaba seguro de cuánto salió Pike
del programa, pero bebí mi leche y me guardé ese pensamiento.
La mamá de Pike anunció que estaba caminando hacia el otro lado del parque de casas rodantes para jugar al parchís con ella.
amiga Donna.
"¡Te amo, mamá!" Pike gritó y luego eructó. Hoy no llevaba su típica gorra de béisbol. La
La cicatriz que marcaba el costado de su cabeza se curvaba como una sonrisa grotesca. La puerta del remolque se cerró de golpe
y esperé unos minutos antes de iniciar una nueva conversación.
"Oye, Pike, eres amiga de Leah, ¿verdad?"
"Leah". Cortó un perrito caliente con una cuchara. Fue un proceso extraño de contemplar. "Si seguro. Leah
me da todos los pretzels del bar ".
"Eso es amable de su parte".
"UH Huh." Dejó de abusar del hot dog y una mirada sospechosa cruzó su rostro, casi como si
se convirtió de nuevo en el viejo Pike durante unos segundos. "¿Por qué preguntas por Leah, Jedson?"
"Porque Leah también es mi amiga".
Sacudió la cabeza. "No."
"¿No?"
Me fulminó con la mirada. "Odias a Leah".
Pike lo recordó. No sabía qué hacer con el recuerdo, pero estaba mezclado en el guiso de su
cerebro en alguna parte. Esa noche, cuando me encontró, inmediatamente soltó una loca historia sobre cómo
había escuchado a un extraño de fuera de la ciudad hablando de cómo debí haber matado a Harry Beckett y yo sabía
enseguida que no estaba siendo honesto. Pero dijo lo suficiente para que yo reconstruyera algunas cosas y
darse cuenta de que los detalles no procedían de ningún extraño. Y había alguien a quien había visto solo unas horas antes
que tenía un buen motivo para buscar venganza. Cuando mencioné el nombre de Luanne, los ojos de Pike se abrieron como platos. Él
sacudió la cabeza de un lado a otro salvajemente y lo negó de arriba abajo, pero estaba seguro de que tenía razón. Luanne debe
Me han oído hablar con Leah antes de que saliera tambaleándose. Ella se hubiera puesto furiosa cuando yo
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se negó a follarla, furioso cuando la insulté. Había entendido lo que era Luanne durante mucho tiempo. Que
Fue así como supe que ella era lo suficientemente malvada como para buscar venganza si se presentaba la oportunidad. En cuanto a cómo Pike
Según esta información, había salido con la hija mayor de Luanne, Daisy. Él todavía tenía algo importante para ella.
y aunque Daisy ya no vivía aquí, tal vez Daisy había tenido noticias de Luanne y luego llamó a Pike
para avisarle.
O tal vez no era Daisy en absoluto. Tal vez Leah se enteró de lo que estaba haciendo su madre y la buscó.
la ex de la hermana porque sabía que éramos amigos. No importaba. En ese momento estaba seguro de que Luanne estaba
detrás de todo y Luanne era a quien pensé que tenía que enfrentar antes de que las cosas empeoraran.
Pike ya no me miraba. Miraba con interés a las mujeres que discutían en el
televisión. Los sentimientos y recuerdos que habían surgido se perdieron una vez más.
"¿Te follarías a alguno de ellos, Jedson?" preguntó.
"No, no lo haría", respondí.
El asintió. "Si."
Dejé a Pike con sus perros calientes y su televisión diurna llena de mujeres que no le interesaban.
joder, sintiéndome como un estirado estirado cuando dejé caer más dinero en la mesa de la cocina. Esperaba que la Sra. Pike
no se sintió insultado por el gesto.
La casa de los Brandeis estaba a solo unas cuadras del bar, pero parecía a mundos de distancia de la mugre de
Calle principal. Los dos árboles de nuez que enmarcaban la acera eran dos veces más grandes que la última vez que
estuvo aquí. La fruta del huerto de cítricos todavía colgaba, pesada y sin cortar. Sabía que Leah no estaba cerca
porque había pasado por delante del Dirty Cactus para asegurarme de que su coche estuviera aparcado ahí fuera. Yo también conocí a eddie
Tenía que estar aquí porque tenía información bastante confiable de que Eddie rara vez iba a ningún lado. La casa
parecía desatendido, solitario de alguna manera. Algunas de las piezas de piedra de la fachada se habían caído y habían dejado lugares desnudos.
que nunca fueron reparados. La pintura estaba descolorida y los mosquiteros de las ventanas estaban cubiertos de polvo. No fue un
casa que había sido cuidada por un tiempo. O tal vez las casas finalmente manifiesten la naturaleza podrida de
la gente dentro.
No podía ver el remolque desde aquí, pero sabía que permanecía fuera de la vista detrás de la casa como el
las habitaciones del servicio, más allá del huerto cubierto de maleza. Estaba allí, se pudiera ver o no.
No hubo respuesta cuando llamé al timbre, así que lo volví a tocar. Golpear en la puerta no conseguiría
en cualquier lugar porque era de hierro macizo. Así que me conformé con retroceder y gritar.
"¡Eddie, abre la maldita puerta!"
Pasaron otros veinte segundos, pero luego la cerradura se movió y la puerta se abrió. Un anciano se asomó
a mi. Eddie era viejo desde que lo conocía. Había sido el mayor de Luanne por al menos una década y
tenía ese tipo de cuerpo en forma de rana en el que los hombres crecían si no se cuidaban a sí mismos. Pero el chico
mirarme en la puerta era un tipo diferente de edad, un nivel de fuerza vital agotado de lo viejo.
"Escuché que habías vuelto", dijo y no detecté hostilidad, tal vez solo una sombra de molestia.
Al menos no parecía que estuviera lleno de rabia. Este sería un trato más fácil de cerrar si Eddie
no estaba agitando una escopeta en mi cara.
"La ley estuvo de acuerdo en que no soy un asesino después de todo", dije, luego hice una pausa para controlar mi ira. "Cómo
eres tú, Eddie?
Llevaba un albornoz viejo y repugnante y calcetines de compresión. "Estoy comiendo."
Quizás había entendido mal la pregunta. "¿Puedo entrar?" El sobre que tomé de mi
tocador antes estaba en mi mano izquierda. "Hay algo de lo que me gustaría hablar contigo".
"¿Va a tomar mucho tiempo?" preguntó como si su calendario social abrasador difícilmente pudiera caber en uno más
compromiso.
"No tomará mucho tiempo".
Me permitió seguirlo hasta la casa, que se veía exactamente igual. Había sido una vida
monumento a Luanne y ahora era un eterno monumento a Luanne. Ella me miró de reojo desde cada uno de los
pared.
Eddie me llevó a la cocina. Me alegré de que no quisiera sentarse en el comedor. Yo hice eso
la última vez que estuve aquí. No me importó volver a visitar la experiencia.
Se abrió paso con un chirrido hacia una de las sillas de madera y yo seguí su ejemplo.
"Debe ser duro", dije, clavando intencionalmente un cuchillo en una herida abierta. "Viviendo aquí en esta casa
sin Luanne ".
"Es. Le encantaba esta casa ".
Estaba bastante seguro de que Luanne no amaba nada ni a nadie, excepto a su reflejo en el espejo. Ella fue una
clásica reina de los cuentos de hadas malvados.
El rostro de Eddie permaneció en blanco cuando le describí la oferta. Entonces sus pobladas cejas blancas se fundieron
cuando le dije por qué lo mejor para él era aceptarlo. Según una estimación conservadora, el Cactus podría
sólo se mantendrá a flote tal vez seis meses más antes de que el banco decida iniciar las medidas de ejecución hipotecaria. Él
Podría retirarse oficialmente, quizás descubrir que había vida más allá de los lúgubres confines de esta tumba de Luanne. Él
podría liberar a Leah de sus obligaciones y financiar su regreso a la universidad. Demonios, no parecía tener mucho
interés en administrar el lugar de todos modos. No había ninguna razón para que él se aferrara a ella. Sin razón
excepto el orgullo. Y no tenía nada de qué estar orgulloso.
"Sabes que el lugar no tiene mucho tiempo, Eddie", dije, fingiendo un nivel de preocupación por él que no tenía.
sentir. “Tus malas decisiones te están alcanzando. Necesitarías una maldita hada madrina para escalar
del pozo financiero que se ha cavado. Te estoy ofreciendo una salida. Es un trato mejor que el tuyo
alguna vez en el mercado. Emblem no es exactamente un lugar prometedor ".
Estaba indignado. “Nunca tuviste un centavo a tu nombre. ¿Dónde diablos viniste con el tipo de
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dinero del que estás hablando?

"Olvida eso. Todo es legítimo. Encontrará referencias financieras y legales enumeradas en el segundo
página. No dude en hacer algunas llamadas. No me sentiré insultado ". Empujé el sobre sobre la mesa. "Daré
veinticuatro horas para revisar el papeleo. No vas a conseguir un mejor trato y sabes que es
la mejor opción. A menos que necesites hablar con Leah ".
"Es mi bar", me informó la voz petulante de Eddie. "Mi decisión. No necesito hablar de nada con
alguien."
Su bar, ¿eh? Calculé que su respuesta fue sobre la razón número seiscientos ochenta y cuatro por la que
Eddie Brandeis apestaba. Leah había abandonado todas sus propias ambiciones y había vuelto aquí para reventar su trasero en
ese maldito bar y cuídalo. Aunque sabía que podría arruinar mis planes si Eddie iluminaba a Leah
sobre lo que había estado haciendo a sus espaldas, todavía pensaba que era un idiota por sacarla de la ecuación.
"Esa es tu decisión", le dije encogiéndome de hombros. “He incluido el número de un notario móvil. Ya he pagado
La cuota. Solo necesita llamar y pedirles que vengan aquí para la firma. Ahora, si quieres esperar
ejecución hipotecaria y quiebra, entonces arroje el sobre a la basura ahora mismo. Pero tú tienes
otra opción. Podrías tomar la mano que te ofrecen mientras estás colgando del acantilado y firmar
la línea de puntos ". Me incliné hacia adelante para acercarme lo suficiente a su cara y él no tendría más remedio que escucharme. "Tú
me debes, Eddie. Sabes que lo haces ".
Eddie miró fijamente el sobre de Fed Ex. Escuché tu discurso, Jedson. Creo que eso es todo lo que necesito escuchar ".
Luanne me miró desde el reloj de pared sobre la puerta de la cocina. Esta maldita casa. Era como la iglesia
de Luanne. Solo quería largarme de aquí.
"Mi información de contacto está ahí", dije, levantándome de mi silla. "Avísame si tienes alguna
preguntas."
Eddie no respondió. Inhalé profundamente después de cerrar la puerta principal detrás de mí. El aire se había sentido
contaminado allí.
La culpa finalmente me golpeó cuando volví al volante. Podría haber estado al frente con Leah. Y
tal vez debería haberlo sido. A pesar de mis mejores esfuerzos, no podía odiarla como quería odiarla. De echo
Después de anoche supe que si no lo veía terminaría gustándome mucho la chica que había destruido mi vida y
Ese sería un dilema jodido.
No tenía nada de qué sentirme culpable. Leah estaba por encima de su cabeza. Terminaría desperdiciando toda su juventud y
energía tratando de apuntalar los sueños de su padre hasta que ella estaba exhausta y rota. El precio que ofrecí
porque esa monstruosidad desmoronada era justa, más de lo que obtendrían en cualquier otro lugar. A la larga, estaba haciendo Leah
un favor.
Entonces recordé lo que me había dicho esta mañana cuando recostó dulcemente su cabeza contra mi
hombro. Había visto los tulipanes marchitos en la tumba de mi madre. No había adivinado que Leah fue la que se fue
ellos allí.
Pero eso no hizo ninguna diferencia.
Era demasiado tarde para hacer alguna diferencia.
Lo que se hizo hace seis años nunca se podría deshacer.
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Capítulo diez
Ryan
Hace seis años
Después del torpe intento de Pike de advertirme que la ley estaba pisándome los talones, estaba más enojado que preocupado.
Todo este jodido racimo fue solo Luanne teniendo una rabieta. Pero Luanne Brandeis no gobernó el
mundo. Ni siquiera gobernó Emblem. Ella no tenía autoridad para imponer un cargo de asesinato o cualquier otro cargo en
me. Además, tenía que saber que yo no había matado a Harry Beckett por el amor de Dios. Supongo que Luanne escuchó
trozos de una conversación o algo y más tarde, cuando se estaba lamiendo las heridas, decidió ver
cómo podría usarlo.
Antes de enfrentarme a Luanne, caminé hacia atrás primero para echar un vistazo al lugar pequeño pero cómodo.
donde me había criado. Eran casi las ocho de la mañana y el coche de mi madre se había ido. Ella ya estaría en ella
camino a otro turno de dieciséis horas en el refugio. Me alegré de que ella no estuviera cerca. Ella no necesitaba escuchar
sobre nada de esto. Ya había suficiente distancia entre nosotros desde que dejé la escuela y comencé a ganar
efectivo en formas menos honestas. Uno de estos días ganaría suficiente dinero real para sacarla de un remolque
en el patio trasero de Luanne. Pero en ese momento tuve que lidiar con la perra reina ella misma.
Luanne no pudo ocultar su sorpresa cuando abrió la puerta y me encontró allí de pie, pero ella
recuperado en un latido del corazón. Llevaba una bata de seda negra que bajaba hasta el suelo y estaba abierta en la
arriba para resaltar su negligée de encaje. Llevaba el pelo recogido en la cabeza, tenía una copa de vino en la mano izquierda y
sus pendientes de diamantes brillaban. Parecía que acababa de salir del set de una maldita película del
cincuenta o alguna mierda. Ella sonrió y me invitó a sentarme a la mesa del comedor. No me senté. Esperé
mientras ella acomodaba su ágil cuerpo en una silla y cruzaba sus largas piernas, permitiendo que su bata se deslizara y
mostrar más piel.
No me andaba con rodeos.
“¿Qué diablos, Luanne? ¿Qué tipo de mierda estás tirando? Escuché lo que estás haciendo, disparando
su boca a la policía que maté a Harry Beckett. No es jodidamente gracioso ".
Sobre la mesa había un paquete de cigarrillos. Cogió uno y encendió el extremo con un mechero dorado.
—No, eso no suena gracioso en absoluto, Ryan. ¿Sabes qué suena aún menos divertido? Ella hizo una pausa, inhalando
y luego exhalando dramáticamente. "Escuchar que has estado tratando de preparar a una adolescente inocente".
Casi me caigo. "¿De qué demonios estás hablando?"
Sus ojos bailaron incluso mientras su expresión permanecía artificialmente sombría. Leah me lo contó todo. Acerca de
los secretos que le confiaste. Y luego me dijo lo que trataste de hacerle ".
La sangre rugió en mis oídos. "Eso es una locura. Nunca tocaría a Leah y en cuanto a todo Harry Beckett
negocio, solo traté de ayudar al chico ". Pero una sensación de pavor me golpeó al recordar cómo había entrado
El rostro de Harry unas noches antes de que alguien decidiera matarlo a palos. Le prometí que lo jodería si
él no arrojó mi dinero. La gente escuchó.
"¿Donde esta ella?" Crucé el comedor y me paré frente al pasillo donde ella
dormitorio era. "¡Leah!"
"Ella no está aquí", dijo Luanne con una extraña voz cantarina.
“Deja los putos juegos. ¿A dónde fue?"
“Su padre la llevó al aeropuerto. Leah visitará a unos primos por un tiempo. Todo esto
repugnante calvario la ha herido bastante. Sin embargo, puedes apostar que volverá para testificar. Una vez que estés encerrado
y su padre y yo estamos seguros de que puede volver a casa ".
Eres una perra loca. Leah solo estaba molesta porque nos vio juntos y deseo como el infierno que ella
No lo hice, pero no la toqué ni la amenacé. Y tú lo sabes. Sabes que no te maté a ti ni a Harry
¡Sé que no le hice una maldita cosa a tu hija!
"Entonces, ¿por qué le diste esto?" Luanne sacó un objeto de un bolsillo de su bata. Ella lo sostuvo
arriba. "Es una pequeña baratija fea, pero supongo que pensaste que a una chica poco atractiva como Leah le gustaría cualquier pedazo de
basura que le ofreciste ".
Me quedé estupefacto. Me habría sorprendido menos si a Luanne le hubiera crecido una segunda cabeza justo antes.
mis ojos. “Por el amor de Dios, conozco a Leah de toda la vida y solo estaba tratando de ser amable con ella. Allí
no tenía nada de sórdido ".
"¿En realidad?" Luanne se mostró escéptica. "No ofreciste esta horrible pieza de joyería a una niña de quince años
a cambio de quitarle la camisa y verte masturbarte? "
La sola idea era más que repulsiva. "No", me atraganté. "Lo juro. Ese pensamiento nunca se cruzaría
mi mente."
Su puño apretó la medalla. Ella sacudió su cabeza. —No te creo, Ryan. Yo creo mi
hija. No se atreva a subestimar lo lejos que llegaré para proteger a mi hijo. De hecho, mientras empujaba su
aquí creo que te escuché hacer una amenaza. Ahora recuerdo. Escuché claramente que llamaste a mi hija
puta y dices que la vas a meter en una caja junto a Harry Beckett ".
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"Perra." Apreté los puños. Mi voz era mortal. "Tú eres el que se divierte seduciendo
adolescentes. ¿O te olvidaste?
Ella no estaba impresionada. "Yo no olvido nada."
Luanne era una mentirosa. Lo sabía. Pero con Leah de su lado, tenía una historia convincente. Parecio
inverosímil que Leah se hubiera acercado a su madre con esta versión salvaje de nuestra conversación. Leah tendría
Estaba tan furiosa con su madre como ella conmigo. Y ella no ganaría nada inventando
tal cuento.
Por otro lado, ¿cómo consiguió Luanne la medalla? Sabía que se lo había dado a Leah. No
No importa en qué dirección mirara, todo apuntaba a Leah.
Leah, que había descubierto una buena razón para odiarme.
Leah, que podía ser astuta e impredecible y que, al final del día, era toda su
hija de la madre.
Mi palabra no significaría nada contra la de ellos.
En este momento, la policía estaba buscando a alguien a quien encerrar por el asesinato de Harry. Hubo algunos
evidencia de que yo estaba involucrado y mi nombre no era exactamente de oro para la policía local. Yo estaba dando
los problemas durante años. Y ahora estaría el testimonio de una niña de quince años y su madre de que yo
Me jacté de mi papel, le propuse proposiciones a un niño y luego corrí amenazando.
"Vete a la mierda", dije, el dolor en mi voz era tan denso que emergió sonando como un sollozo.
Luanne ladeó la cabeza y me miró con falsa lástima. "Imagina lo que va a decir tu madre".
No había nada más espantoso que la idea de que mi madre se enterara de todo esto. Yo empecé
en el costoso piso de baldosas de Saltillo que Luanne había pagado para importar y sentí que el mundo giraba debajo de mí.
Había una pequeña pizca de esperanza.
Luanne podría haber estado mintiendo sobre la participación de Leah en su plan para enviarme tras las rejas. Leah tenía
ha estado persiguiéndome como un cachorro enamorado durante años. Pero no importa lo enojada que estuviera, no pude
imagina que la niña que solía hacer dibujos de mariposas para mi madre y buscaba un tesoro enterrado
conmigo en el desierto diría mentiras tan colosales que arruinarían mi vida.
Pero Leah había sido enviada lejos y no podía llegar a ella en este momento. Pike fue el que recibió propina
fuera de ese problema venía. Tenía que averiguar exactamente lo que sabía Pike. Y quién se lo había dicho.
"Sal de aquí, Ryan", dijo Luanne, golpeando las cenizas de su cigarrillo directamente sobre la mesa. "Disfrute de su
horas finales de libertad mientras puedas. Quizás deberías encontrar a tu madre y despedirte. Mi corazón
sufre por Celeste. Esto la destruirá ".
"No hagas esto", susurré. "Por favor."
Ella no se inmutó. “Yo no lo hice. Lo hiciste. Ahora lárgate de mi casa ".
Luanne no tuvo miedo en absoluto mientras se recostaba en su silla y observaba triunfalmente cómo me desmoronaba. A pesar de
todas las locuras que salían de su boca sabía que la violencia contra las mujeres no era uno de mis defectos, que
No atacaría ni le arrojaría un mueble.
Hubo un ruido de arrastre detrás de mí y me volví para ver que Eddie había entrado silenciosamente a la casa en
algún punto. No me miraba. Si realmente pensaba que yo había asesinado a un tipo y luego intentaba corromper su
hija adolescente, no solo me miraría, también querría matarme. En lugar de eso, solo
parecía desplomado y miserable, un desafortunado cómplice de la traición de Luanne. Y tal vez Leah también.
"Eddie". Luanne coreó su nombre en voz baja, como si estuviera lanzando un hechizo.
Levantó la cabeza. Y cuando vio a su esposa toda la miseria desapareció, reemplazada por los enfermos
adoración que lo dejó ciego y estúpido.
"Ella está en el avión", dijo, con un acento esperanzador en sus palabras. El hombre sonaba como un cachorro que habla pidiendo limosna.
por una palmadita de su amo.
Ella lo recompensó con una sonrisa, su amo. "Gracias a Dios que está a salvo".
"Al diablo con todos ustedes locos bastardos", murmuré y salí a trompicones de allí.
Sabía que Pike trabajaba para una empresa de reparación de aire acondicionado y esperaba que todavía no estuviera en el trabajo. I
No quería llamarlo y darle la oportunidad de quejarse de lo que sabía y cómo lo sabía.
Pike era mi amigo y aprecié los problemas que había tenido, pero por el bien de mi cordura necesitaba un
respuesta inmediata a una pregunta.
Alcancé a Pike en el estacionamiento fuera de su edificio de apartamentos. Él ya estaba abotonado
su camisa gris de Refrigeración y Refrigeración de Al con su primer nombre cosido con hilo azul debajo de la derecha
collar.
"¿Qué diablos estás haciendo aquí, hombre?" siseó, los ojos moviéndose histéricamente como un SWAT
El equipo podría estar al acecho detrás del contenedor de basura. Demonios, tal vez lo fueran.
Me detuve justo enfrente de él. "¿Quién te atacó?" Exigí.
Pero Pike parecía presa del pánico y empezó a sacarme de la luz del sol al callejón en sombras.
alrededor del costado del edificio.
"Pensé que ya te habrías escapado de la ciudad", dijo, pasando una mano sudorosa por su cabello y
pareciendo tan paranoico como si estuviéramos intercambiando secretos internacionales.
"Tuve que ir a visitar a alguien".
"¿OMS?"
"Luanne Brandeis".
Inhaló bruscamente. "Oh, joder, hombre, no hiciste algo estúpido, ¿verdad?"
"¿Cómo qué? ¿Estrangular a la perra con mis propias manos?
Los ojos como cuentas de Pike se abrieron y su boca se abrió.
"No, no estrangulé a Luanne", dije, preguntándome cómo un chico que me conocía desde la escuela primaria podría
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incluso pensar seriamente en tal cosa.
Pike se relajó.
"¿Vas a responder a mi pregunta?" Yo pregunté. "¿Quién te atacó?"
Él suspiró. "No importa."
Diablos, sí, importa. Somos amigos desde hace mucho tiempo. Así que tienes que decirme quién te avisó y
cuál fue la historia ".
Se marchitó contra el sucio edificio. —Lárgate de aquí un rato, Ryan. Una vez que comienzan
investigando descubrirán quién realmente jodió a Beckett ".
"Primero dime exactamente por qué la policía cree que soy un asesino".
"No sé."
"Sí, joder."
Su mano estaba inestable mientras se metía la mano en el bolsillo trasero. Localizó algunos billetes y trató de entregarlos.
a mi. "Necesitas irte. Aquí tienes algo de dinero en efectivo para ayudarte ".
“Sí, viviré como un maldito rey por veintidós dólares. ¿Quién diablos le dijo a la policía que maté?
Beckett?
"Ryan, solo vete".
"Sé sincero conmigo, Pike".
"No."
"¡Hijo de puta!"
Steven Pike era mi amigo. Por lo general, tan pronto como lo arruinaría, cortaría mi pequeño
dedo. Pero el tiempo que pasé en la casa de los Brandeis esta mañana me había dejado con todas las costuras. Y eso fue
por qué agarré el brazo de Pike, lo giré en un ángulo antinatural y lo obligué al suelo, manteniéndolo
él allí con mi rodilla en su espalda y su brazo doblado hacia atrás mientras gritaba de dolor.
"¿Quién fue?" Tiré de su brazo más alto. Unos pocos centímetros más y algo podría romperse. "¿Quién diablos
¿era que?"
Estaba jadeando, sudando. "Se dejó una nota en mi coche".
Apliqué más presión. Pike gimió. “No había ninguna maldita nota. No creo que Daisy lo hubiera hecho
te llamé. Ni siquiera ha estado en casa en un año, así que no hay posibilidad de que sepa lo que está pasando.
Y no lo escuchaste de Luanne porque te escupiría en el ojo antes de darle tiempo a tu gordo trasero
de dia. ¿Quién fue? "
"¡LEAH!" Sollozó, se golpeó la frente contra la grava. Joder, era Leah. Leah les dijo
todo."
Solté mi agarre ligeramente, mi alma se encogió en mi pecho. "¿Leah le dijo a la policía que maté a Harry?"
"No sé. Creo que sí. Eso es lo que ella dijo."
Yo lo dejé ir. Me di la vuelta y pateé la pared. "¡Maldita perra!"
Leah.
No lo había creído, no del todo. No hasta ahora.
Pike se había escabullido hacia el otro lado del callejón donde jadeaba con un tono ligeramente verdoso en su rostro.
cara. Pateó sus pies, tratando de ponerlos debajo de él. Luego se rindió temporalmente y torció su
rasgos en una mirada amenazante. Murmuró algo con un gruñido.
Lo miré, comenzando a sentir pena por haberlo manejado con tanta rudeza. Me sentí más apenado por mí mismo
aunque.
"¿Qué?"
—Dije que la dejes en paz, Jedson. Escucha, sé que la cagó y ella también lo sabe, pero no lo hará
Sigue clavándote a la pared. Ella es una niña tonta y tiene cosas malas en casa ". Su
Los pies volvieron a intentar sostenerlo y esta vez lo consiguieron. Se incorporó a su altura máxima, que era
unos sólidos quince centímetros por debajo de la mía, y levantó la barbilla para lanzar una valiente amenaza. "Y si necesitas más
convincente, te digo que si persigues a esa chica yo ... um ... intentaré matarte yo mismo ".
Qué falsa bravuconería. Pike no era rival para mí y él lo sabía. ¿Pero realmente creía que estaba planeando
ir a cazar a Leah Brandeis? No sabía cuándo había reprobado la prueba de vida tan completamente que uno de mis
los amigos más antiguos asumieron que lastimaría físicamente a una niña. No importa lo que ella haya hecho.
"Probablemente llegas tarde al trabajo ahora", le dije y lo dejé allí en el callejón. Llamó mi nombre una vez pero
No me di la vuelta.
El tiempo se movía rápido, demasiado rápido. No tenía idea de qué tipo de ruedas de la justicia estaban girando, cuánto tiempo
tomaría a la policía para hacer correr la voz y arrastrarme. Una parte de mí estaba tan indignada que no podía
imagina huir con los cuentos de Leah persiguiéndome. Pero una gran parte de mí escuchó las duras
susurro de sentido común. Había muchas posibilidades de que me arrestaran. Incluso si pudiera juntar el dinero de la fianza
No tenía el tipo de recursos necesarios para montar una defensa legal decente. De todos modos, el mejor abogado
No sería capaz de contrarrestar la actuación digna de un Oscar que seguramente Luanne estaba planeando, sin mencionar
las acusaciones murmuradas por una adolescente que se veía dulce e inocente, pero que no dudaría en
destripar su vida si le apetece.
Necesitaba dejar Emblem. Hoy. Los hombres que huían solían ir directamente a la frontera. No pude
incluso habla español. Con mi cabeza todavía dando vueltas y todo a la vista pareciendo extraño e irreal,
Condujo por la carretera hasta el parque de casas rodantes más grande de la zona. Después de navegar durante unos quince minutos.
Encontré una camioneta cuadrada que probablemente fue anterior a mi concepción. La capucha estaba cubierta con una capa de
flores de palo verde y parecía que no se había movido en semanas. Esperaba que eso significara que su dueño era
ya sea lejos o de alguna manera no le importaría si desapareciera por un tiempo. Solo planeaba conducirlo hasta el
siguiente estado donde lo cambiaría con otra cosa para mantener el rastro frío. Cambié la placa del auto por una
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atado a un jeep estacionado al otro lado del parque de casas rodantes y salió.
No me atreví a volver a mi casa. De todos modos, no había mucho que valiera la pena salvar. Yo tenia solo uno
Lo que quedaba por hacer antes de que pudiera dejar Emblem y la idea me dio ganas de secarme.
tablero de mi auto robado.
El refugio estaba en un edificio de ladrillos anodino que había sido abandonado durante décadas antes de la
El beneficio por el que trabajaba mi madre lo compró y meticulosamente lo restauró a su estado utilizable.
La encontré en la cafetería, supervisando lo último de la fila del desayuno. Ella hizo una doble toma cuando ella
me vio caminando a través de las puertas dobles, luego sonrió a una milla de ancho antes de apresurarme. Fue dificil
creer que mi madre tenía exactamente la misma edad que Luanne. El pensamiento me hizo sentir como un traidor. Si el
Cualidad del corazón de una persona era cualquier medida de belleza, entonces mi madre habría sido la más
hermosa mujer en el condado. En cambio, se veía agotada, canosa, enferma y de unos diez años.
mayor que ella.
"¡Ryan!" Me abrazó, abrazándome con tanta fuerza que escuché un chasquido en una de las articulaciones de su codo. Ella estaba
emocionado, encantado, simplemente porque había entrado en la habitación. ¿Y cuándo fue la última vez que me molesté en
pasa a verla? ¿Hace un mes? ¿Dos meses?
Le devolví el abrazo. Entonces le rompí el corazón.
Parpadeó hacia mí, completamente perpleja por las cosas que le estaba diciendo, que tenía que irme de la ciudad, que
las autoridades pensaron que había matado a alguien.
"Me voy ahora mismo. No sé cuándo volveré ".
"No, no, esto es una locura". Sacudió la cabeza de un lado a otro como si estuviera tratando de ahuyentar al
palabras que dije. Tocó la cruz de oro que colgaba de su cuello para mayor comodidad. "Esto no puede ser
sucediendo."
“Está sucediendo, mamá. Tengo que irme."
Una idea le dio esperanza. “Espera, iremos a hablar con Luanne. Eddie conoce a todos. El jefe de policía gasta
la mitad de su tiempo pasando el rato en el bar, por el amor de Dios. Eddie y Luanne tendrán algunas ideas sobre lo que
hacer y- "
"No." La interrumpí con un fuerte movimiento de cabeza. "Deberías mantenerte lejos de Eddie y Luanne".
Ella estaba confundida. "No entiendo. Querrán ayudarte. Deberías dejarlos ".
“No querrán ayudar, mamá. Creen que lo hice ".
"Eso no es cierto."
"Sí lo es. Eddie y Luanne creen que lo hice. La policía cree que lo hice. No tengo otra opción. O me encerro
en una jaula durante unas décadas o corro. Esas son mis únicas jodidas opciones ".
La evolución de la expresión de mi madre fue angustiosa de ver. Vi como latido a latido el
persona a la que amaba más que a nada y que me amaba más que a nada a cambio, perdió la fe.
"¿Tuviste?" Sus ojos, por lo general de un azul tan nítido, se habían empañado de lágrimas. "¿Lo has hecho?"
"No mamá." Me atraganté con las palabras. "No, no maté a nadie".
Se sintió aliviada al escuchar mi negación. Pero la fea semilla de la duda había sido plantada y el cambio que
había superado su rostro no se podía borrar.
"Te quiero, mamá. Lo siento."
Ryan. Cariño, espera ". Ella tiró de mí, tratando de mantenerme cerca. "Tiene que haber una mejor manera."
No lo había, no ahora mismo. No había dicho una palabra sobre Leah. Eso hubiera hecho que la situación
peor aún, habría incrustado aún más dudas en la mente de mi madre.
La escuché llamarme, siguiéndome, mientras salía corriendo, pero no me detuve. No me detuve a examinar la belleza
del desierto que rodea a Emblem por última vez antes de tomar la única carretera que sale de la ciudad hacia el este,
arrojar mi teléfono por la ventana en algún lugar más allá de los límites municipales. No me detuve hasta después de que
cruzó la frontera del estado de Nuevo México. Luego compré un teléfono de quemador en la primera estación de servicio que encontré,
Robé un auto de reemplazo del estacionamiento de una tienda departamental y llamé a la única conexión que tenía. Mi
El tío Kenneth era el hermano de mi padre y, aunque solo lo había parecido un puñado de veces en mi vida, él
asumió el papel de mi padre ausente de proporcionar regalos para cumpleaños y días festivos. También me había dicho que si yo
Alguna vez estuvo en problemas debería ir a él. Entonces eso es lo que hice. Kenneth sabía cómo conseguirme una nueva vida, pero
tomaría tiempo, así que me hizo acostarme en un condominio propiedad de un amigo suyo en Miami.
Tres semanas después, todavía estaba allí, mirando la playa al atardecer y deseando que fuera una vista del desierto.
en cambio, cuando recibí la llamada. Una vez que me fui, mi madre debió haber tenido una pelea con Luanne. Cristo
en la cima de una colina solo sabe lo que Luanne le dijo, pero mi madre dejó la propiedad de Brandeis y se mudó a un
habitación del sótano en el refugio. Habría sido solo un arreglo temporal hasta que ella encontró
algo más. Estaba profundamente dormida en medio de la noche cuando un rayo golpeó el techo, encendiendo un
fuego que arrasó rápidamente a través del viejo edificio. Todos salieron excepto ella porque nadie había
recordó decirle al equipo de bomberos que respondió que estaba abajo.
Ella nunca tuvo una oportunidad. Ella nunca me volvió a ver. Ella nunca supo con certeza que yo era inocente. yo nunca
Tengo que decirle que estaba infinitamente agradecido con ella por todos los años de amor y cuidado que me había regalado.
con y que me esforzaría más para ser digno de mi papel como su único hijo.
Y nunca perdoné a las personas que nos quitaron esas oportunidades a los dos.
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Capítulo once
LEAH
Misty se negó a dejar descansar el tema. Tan pronto como entró para su turno y me miró,
comenzó a continuar.
—No me vengas con esa mierda, cariño. Puedo decir cuando una chica lo ha estado haciendo bien ".
Todavía me negaba a admitir nada, pero tenía curiosidad sobre qué tipo de evidencia estaba proyectando.
"¿Cómo diablos puedes decir eso?"
"Todo está en la caminata", dijo arrastrando las palabras y luego se pavoneó, moviendo las caderas de un lado a otro.
"Mierda", resoplé y agarré una escoba para barrer el piso porque no tuve la oportunidad de hacerlo por última vez.
noche.
Misty se sentó en un taburete de la barra, preparada para esperar hasta que me sacaran todos los chismes. "Así que dime
sobre Mr. Moneybags. ¿Prefiere estar frente a frente o estacionarlo en la parte trasera? "
"¡Brumoso!"
Ella rió. El único cliente en el lugar era el Sr. Goldstein y era mayoritariamente sordo a los ochenta años.
Siete. Ni siquiera levantó la vista de su crucigrama mientras amamantaba su cerveza.
Misty se puso pensativa y se llevó una larga uña a los labios. "Así que tu nuevo juguete de tornillos es el
la gente sigue hablando, ¿eh? El tipo que podría haber matado a un tipo antes de desaparecer durante años.
Y luego regresa con los bolsillos llenos de dinero en efectivo ".
Ryan no mató a nadie. Fue solo ... un malentendido ".
"En mi mundo, un malentendido es cuando mi compañera de cuarto asume que tiene permitido usar mi esmalte de uñas".
—No es peligroso, Misty. Prometo."
"Quizás no sea peligroso". Más golpecitos con las uñas. “Sin embargo, algo parece extraño en el tipo. yo podría
juro que tiene planes dando vueltas en esa hermosa cabeza ".
“Está un poco cauteloso. Eso es todo. Es comprensible después de lo que ha pasado ".
Misty no estaba convencida. “Supongo que si te gustan tus hombres con un poco de misterio, ese es tu trato. Como
para mí, me gusta saber que lo que veo es exactamente lo que obtengo. Hablando de eso, ¿le has dicho a Terry
que ya es noticia vieja?
"No. Espera, ¿sabes lo de Terry?
Ella rió. "Ahora lo hago. Antes solo sospechaba ".
Gruñí. “No estábamos juntos. A veces solíamos divertirnos ".
"Ya me lo imaginaba. No te preocupes, muñeca. No creo que tenga el corazón roto ".
Suspiré. “Debería haber hablado con Terry antes. Está fuera de la ciudad esta tarde, visitando a su hermano
en Phoenix. Pero está trabajando esta noche, así que encontraré la oportunidad de llevarlo a un lado ".
Una sonrisa maliciosa apareció en el rostro de Misty. “Oye, ¿te importa si le doy una oportunidad? Tal vez el esta buscando
una chica que aprecia un poco más ese cuerpo suyo ya que trabaja tan duro en ello ".
"Agáchate". Me encogí de hombros, sintiéndome un poco raro ante la idea de pasar a Terry a pesar de que era un
hombre hecho y derecho. Uno grande. Y Terry no hizo nada que no quisiera hacer.
Misty saltó de la encimera para ayudarme a reajustar todas las mesas y sillas. The Dirty Cactus era tan
tan limpio como se iba a poner.
"Oye, gracias por venir hoy con tan poca antelación", dije. "El hijo de Sharon tiene estreptococos y karaoke
la noche es siempre salvaje ".
"No hay problema", dijo. “Lo siento, no puedo quedarme hasta el cierre. Mi hermana tiene algo de drama con su ex.
Comparten el coche y él lo tiene esta semana, así que tengo que ir a Grande y recogerla cuando esté
hecho con el trabajo ".
"Será de gran ayuda tenerlo cerca la mayor parte de la noche".
Mi teléfono sonó en mi bolsillo trasero. Lo comprobé y sonreí ante la explosión de emoticonos, que era
La respuesta de Cadence a mi informe de una oración de los eventos con clasificación x de anoche. Ella lo siguió con un
demanda de detalles, que prometí proporcionar en mi primera oportunidad. Mi cabeza seguía dando vueltas y
Aunque tuve que reconocer que Ryan no me había prometido nada anoche, la conexión que compartimos fue
imposible
mi de obsesión
temprana descartar.por
Éramos
Ryan un librome
Jedson grueso
habíalleno de historias
arruinado enredadas, élpara
permanentemente y yo.otros
A veces me preguntaba si
hombres.
"¿Puedes ayudarme a colgar la pancarta en el frente?" Le pregunté a Misty.
"¿Qué?" gritó el señor Goldstein desde el bar.
"Nada, señor Goldstein", le dije.
"Déjame ponerle el tope a su vaso y estaré allí", dijo.
Llevé la escalera de mano afuera y en un momento Misty llegó con la pancarta amarilla enrollada que
anunciada noche de karaoke. Lo había cambiado recientemente de sábado a jueves porque había demasiados
los clientes se quejaban de que su noche favorita para ir a beber estaba siendo estropeada por ciclistas borrachos
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masacrando viejas baladas de rock. Vi su punto, pero no quería eliminar el evento popular, así que cambiar
Hasta el jueves fue un compromiso decente. Hubo algunas quejas, pero lo que sea. Alguien siempre fue
va a ser infeliz.
Mis músculos estaban agradablemente adoloridos después de haber sido escariados hacia atrás y hacia adelante en la sala de estar de Ryan.
suelo. No tengo quejas. El chico definitivamente conocía su camino y anoche había agregado algunas marcas
nuevas viñetas apuntan a mi currículum erótico. Sin embargo, había algo más que sexo en mi mente. Realmente me gustó Ryan,
y no solo porque era el chico del que una vez estuve enamorado. El hombre en el que se había convertido era interesante
y enigmático y ardiente y me gustaba. Me agradaba a pesar del confuso pasado que compartimos. Y eso fue un
problema. Todavía teníamos que discutir por qué había dejado Emblem. Todavía teníamos que discutir nada importante en absoluto.
"Concéntrese, señora, o se caerá", me llamó Misty mientras yo colgaba un extremo de la pancarta. Me pegué mi
sacarle la lengua y luego saltó hacia abajo para mover la escalera mientras Misty sostenía el otro extremo del
bandera.
"Allí." Admiré el letrero amarillo brillante ligeramente pegajoso cuando terminé de colgarlo. "En solo unos pocos
horas breves, la población bebedora de Emblem puede hacer cola para tener la oportunidad de cantar Free Bird a un
audiencia cautiva."
Misty se inclinó para pasar una lata de refresco que alguien había dejado junto a la puerta principal. "Cabrea la mierda
de mí cuando la gente simplemente tira su basura ". Presionó los dos extremos entre sus palmas, aplastando
ellos impresionantemente.
"Hablando de basura", murmuré mientras doblaba la escalera.
Al otro lado de Main Street, Gina Scarpetti salía del salón de manicura con tacones de diez centímetros.
con su teléfono pegado a su cara.
Misty notó hacia dónde estaba mirando. "¿Supongo que no es amigo tuyo?"
"Lo contrario."
Misty silbó entre dientes y realizó una rápida evaluación de Gina saliendo de su púrpura
vestido de nailon. "Yo diría que está enganchando, pero nadie va a pagar por eso".
Solté una carcajada. “Ella es un desastre. Fuimos juntos a la secundaria. Hago mi mejor esfuerzo para evitarla como
tanto como sea posible."
Gina no pudo habernos escuchado, pero dejó de caminar y nos miró con su imitación de gran tamaño.
gafas de sol de diseñador y luego se alejó tambaleándose.
"Ella está enojada conmigo", dije, viendo a Gina alejarse. "Supongo que no estabas aquí esa noche, pero creo que
fue el viernes pasado. Gina estaba aquí con un grupo. Estalló una discusión y ella comenzó a lanzar golpes.
Algo fuera del libro de jugadas de 'Será mejor que no toques a mi hombre' sucedió y luego, de repente, la escena
se convirtió en una pelea de gatas. De todos modos, iba a hacer que Terry la rebotara, pero se calmó. Le dije a ella
La próxima vez que se meta en problemas, la patearé a la acera para siempre. Déjala conducir hasta Grande si
ella quiere un trago. Ella no apreció la advertencia ".
Misty asintió. “Conozco el tipo. De todos modos, si ella te da más problemas, déjame manejarlo ". brumoso
flexionado. "Tu chica de aquí puede tirar abajo".
Realmente no quería que nadie tirara a nadie más, pero fue agradable escuchar que alguien estaba en mi
lado. "Gracias, lo tendré en cuenta".
Misty probó la vieja máquina de karaoke con una canción de Lady Gaga. Ella no era Gaga pero tenía un
Juego de tuberías decente. Siempre que intentaba cantar sonaba como un animal salvaje que sufre.
Un puñado de profesores de secundaria de Emblem se detuvo a tomar una copa y me decepcionó Cadence
no era uno de ellos. Sin embargo, siempre tuvo las manos ocupadas con actividades extracurriculares.
Terry no llegó hasta casi las ocho y fue aproximadamente el momento en que los motores de las bicicletas comenzaron a rugir.
Main Street para reclamar un lugar en el frente. No era un buen momento para tener una charla profunda sobre el fin oficial de nuestra
Situación no oficial.
A las diez de la noche necesitaba tomar una aspirina para aliviar el terrible dolor de cabeza que me
Cejas. Culpé a la formación particularmente atroz de aspirantes a vocalistas que estaban abusando de todos los
grandes Exitos. En la actualidad, una pareja de cincuenta años con cortes de cuero maltratados estaban masacrando a Paradise By
La luz del tablero. Pastel de carne no estaría contento.
Seguí las pastillas con unos tragos de cerveza y me quedé un momento de espaldas a la multitud.
presionando mis dedos en mis sienes hasta que Terry me tocó el hombro.
"¿Estás bien?" preguntó.
Miré a la cara que se las arregló para ser amistosa a pesar de que parecía que había sido crudamente
tallado en granito sobrante. No lo había tocado desde ese día en mi oficina hace unas semanas. Y
en realidad no nos habíamos engañado durante semanas antes de eso. Misty tenía razón. El no seria exactamente
desconsolado. Pero me gustaba tanto como amigo como como empleado y esperaba que esto no fuera complicado.
“Solo un dolor de cabeza,” dije. “Oye, ¿tienes tiempo para quedarte después del cierre? Necesito hablar contigo."
El se encogió de hombros. "Seguro." Luego llenó un par de vasos de chupito con tequila y se los llevó.
"Tu némesis está aquí", me informó Misty unos minutos más tarde y por alguna razón pensé que estaba
refiriéndose a Ryan. Hizo un gesto hacia donde Gina Scarpetti acababa de tomar el micrófono y estaba
a punto de destruir una canción de Kelly Clarkson. Su voz no era horrible, pero se esforzó demasiado en tocar notas altas.
que estaban fuera de su liga. El hecho de que estuviera borracha o drogada o ambas cosas no ayudaba a su talento.
"¿Crees que puedes hacerlo mejor, perra?" dijo arrastrando las palabras hacia el micrófono, interrumpiendo la canción. Ella estaba
dirigiéndose a una mesa de mujeres que no parecían haber hecho nada más que reírse de un chiste que uno de
les dijeron. Sin embargo, no recibieron con agrado el comentario de Gina, abucheándola y volviéndola loca.
Gina tiró el micrófono y se dirigió hacia allí para abordar a una rubia que la superaba por un
buenas cuarenta libras. La multitud estalló en vítores cuando las mujeres cayeron al suelo. El pelo fue tirado, los senos
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se desnudaron y las uñas rastrillaron la piel. Terry y otro hombre ya los habían separado
la vez que llegué allí.
"¡Fuera de!" I grité. "Fuera ahora".
Gina seguía agitándose y aullando maldiciones, pero la otra mujer y sus compañeras salieron.
en silencio. Esperaba que nadie hubiera llamado a la policía porque esa era una molestia que no necesitaba esta noche.
“Lo siento”, murmuró la rubia, cuyo rostro parecía haber sido acariciado por Freddy Krueger. Su
los amigos la rodearon y todos se apresuraron al estacionamiento antes de que hubiera más problemas. Ellos
nunca hubiera comenzado esta pelea. Todo esto era Gina.
Hablando de Gina, estaba ceñuda y jadeando como un toro furioso. Terry la había soltado tan pronto como
él la empujó afuera y ella cortó una figura patética en la acera con la correa de su vestido rota, una
falta un zapato y una mancha de sangre en la barbilla. Algunos de los clientes más curiosos estiraron el cuello para
ver lo que estaba pasando justo afuera de la puerta. Un par de ciclistas estaban cerca fumando cigarrillos y
mirando el espectáculo con interés indiferente.
"Alguien está pagando por esta mierda", se quejó, indicando su atuendo arruinado.
"Comenzaste una pelea", le recordé. "Obtuviste exactamente lo que merecías".
Gina me lanzó una mirada asesina y avanzó con las garras afuera pero Terry se interpuso en su camino.
"Nunca volverás a entrar en mi bar", le dije.
"Vete a la mierda, Leah", escupió, una respuesta débil. Pero ahora se estaba dando cuenta de cuánta atención había
recogido y fue humillada, incluso parpadeando para quitarse las lágrimas. Tal vez fue macabro de mi parte, pero la vista de
Gina Scarpetti, ex-matona extraordinaria de la escuela secundaria, parada frente a mi bar avergonzada y en la
El borde de los sollozos me hizo sonreír.
"Piérdete", le dije. "Antes de que hagas un trasero aún más grande de ti mismo de lo que ya lo has hecho".
"Esto no ha terminado, perra", escupió y se alejó cojeando. Esperaba que escuchara mi risa como lo hizo.
Con ese drama extinguido, el ambiente dentro del bar se volvió más tenue. El micrófono continuó
para atraer a más aspirantes a cantar, algunos de ellos decentes, otros simplemente horribles. Pero no mas peleas
estalló y Terry no estaba obligado a empujar a nadie más por la puerta.
Media hora antes de cerrar, Ryan Jedson entró solo. Había estado esperando a que él apareciera y yo
estaba ridículamente contento cuando lo hizo. Todo el día había estado deseando volver a verlo. yo ya estaba
con la esperanza de que anoche se convierta en algo más que sexo alucinante. Cuando le sonrei
le devolvió la sonrisa de inmediato y mi corazón dio un vuelco.
Estaba perdido. Lo sabía.
No importa cuán tonta fuera la idea, quería más de Ryan Jedson.
Mucho más.
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Capítulo doce
Ryan
Mis ojos se posaron en Leah medio segundo después de que crucé la puerta. Se veía bien, mejor que bien.
Llevaba una camiseta sexy con cuello en V y una falda de mezclilla. Su cabello colgaba suelto y se había tomado la molestia de rizarlo.
Sentí que mis pantalones se apretaban cuando la miré y recordé algunas imágenes estimulantes de anoche. Yo Tuve
toda la intención de llevarla a casa más tarde y probar algunos conceptos más creativos que estaban bailando
alrededor de mi cabeza.
Leah me vio y sonrió. Una sonrisa genuinamente feliz. Eso tocó una fibra en mi pecho, la forma en que
me sonrió como si fuera su caballero de brillante armadura. Yo no era tal cosa. Pero por un momento deseé
estaba.
McGraw estaba aquí e inmediatamente comenzó a gritarme que viniera. Estaba en su mejor momento
comportamiento porque su novia Tina estaba sentada en su regazo. Tina tenía los pechos tan grandes y
fabulosamente gordo culo como se jactaba McGraw. También estaba loca porque, según todas las apariencias, estaba totalmente
locos por el troll.
Misty se detuvo con una ronda de cervezas para la mesa y dijo que estaban en la casa. Leah estaba siendo
generoso de nuevo. McGraw movió la cabeza para mirar a la barra y le lanzó un fuerte beso. Tina alegremente
lo golpeó. No tenía la intención de beber esta noche, pero tomé un sorbo de cerveza de todos modos y mantuve mis ojos en Leah.
Terry Kaiser, la montaña humana sin cerebro, estuvo aquí esta noche. Ahora estaba hablando con Leah, coqueteando con
ella en realidad, y aunque no parecían estar a punto de meterse en la parte de atrás y romperse el uno al otro
Sin ropa, parecía estar bastante alegre para ser un tipo que había perdido a su compañero de sexo favorito. Tal vez él
pensó que él era más que eso porque ella lo estaba encadenando, dejándolo creer que él era importante para
su. Estaba seguro de que él no le importaba en lo más mínimo. El pensamiento me enojó, no porque me importara una mierda
sobre los sentimientos de Terry, sino porque la expresión ansiosa de Terry me recordó que Leah no siempre fue la
persona más sencilla alrededor. Alguien debería enseñarle a no meterse con la gente. Ellos solo pueden
regresó rugiendo a su vida uno de estos días para meterse con ella mucho peor.
McGraw anunció que tenía que irse porque su pene necesitaba un servicio. Tina sonrió, obviamente
honrado de ser el elegido para tocar la polla de McGraw. Les dije que se fueran y yo pagaría la cuenta de
sus otras bebidas, lo que me valió una palmada en la espalda de McGraw y un beso descuidado en el
mejilla de Tina.
Leah me estaba mirando mientras me despedía de McGraw y compañía. Levanté mi vaso de cerveza medio vacío para
ella y ella se sonrojó, preocupándose por su bonito cabello antes de moverse por la barra para ajustar algunas pestañas mientras
Terry anunció la última llamada. Ahora solo trabajaban él y Leah. Había visto a Misty salir por la puerta
media hora antes.
Mientras se seguían sirviendo bebidas en la última llamada al puñado de clientes restantes, di un paseo
detrás de la barra como si tuviera todo el derecho del mundo a estar allí. Terry me vio primero y frunció el ceño, esos
ganchos de carne que colgaban de su cuerpo curvándose en puños. Su evidencia de press de banca no me sorprendió y si
él asumió que podría salir despedido por la puerta como uno de estos borrachos de ojos tristes, entonces estaría encantado de educar
él de otra manera.
Leah estaba jugando con la manija de uno de los grifos y se estremeció cuando mi mano aterrizó sobre ella.
espalda. Sin embargo, cuando apartó la cortina de cabello y notó que la mano me pertenecía,
no podía ocultar su placer.
"Hola", dijo, un sonrojo revelador subió a sus mejillas mientras se enderezaba. "¿Qué estás haciendo?
¿aquí?"
Me incliné. "Algo que quería hacer desde que entré por la puerta".
A pesar de que ya estaba follando en la mitad de las posiciones desagradables conocidas por el hombre, todavía no la había besado. la besé
ahora, largo y lento, deslizando una mano debajo de su camisa para extenderla por su espalda baja y serpenteando el
otro hasta enhebrar a través de su cabello. Fue malditamente cinematográfica la forma en que la acuné en mis brazos y
recorrí su boca con mi lengua. Ella respondió instantáneamente, derritiéndose contra mí, hambrienta de más y
haciéndome saber que amaba estas cosas dulces, que podría amarlo más que la forma en que la hice
ven tan fuerte que chilló. Casi podía creer que anhelaba más la ternura de mi boca sobre la suya.
que ella anhelaba un empujón de mi polla.
¿No era eso lo que quería? Para que Leah se revuelva mental y físicamente y se vuelva tan loca dentro de mí.
ella podría ser aplastada en cualquier momento que yo quisiera?
Sin embargo, cuando la besé, mi pulso se aceleró y mi boca se negó a separarse. Besar a Leah fue como
entregándose a la adicción más deliciosa. Una vez que empecé, no pude parar.
Ella fue quien terminó el beso, apartando la cabeza para encontrar que Terry estaba observando esta exhibición.
con la mirada de ojos saltones de un tipo al que le acababan de quitar la bolsa de caramelos de la mano.
"¿Qué diablos está pasando, Leah?" se quejó, como si no fuera completamente obvio para alguien con ojos.
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Para enfatizar el punto, ahuequé mi mano alrededor del trasero de Leah y lo apreté.
La atención de los clientes restantes del bar se dividió entre el triángulo amoroso en vivo y el último
cantante de karaoke haciendo gárgaras con las palabras equivocadas para Let's Get It On .
"Terry". Leah me quitó la mano y se movió para consolar a su ex amante abandonado. "¿Podemos hablar por favor?"
Pero Terry no quería hablar porque Terry estaba furioso. Si su rostro rojo brillante de mandíbula cuadrada tuviera alguna
más caliente que el vapor saldría silbando de sus oídos. Me tensé en caso de que quisiera entrar disparado
mi pecho o peor, si intentaba golpear a Leah. Esta última posibilidad me alarmó mucho más, así que
se interpuso entre ellos.
Sin embargo, Terry no vino a cargar contra nadie. Lanzó a Leah una mirada avergonzada de traición, luego
bajó la cabeza y salió del bar con dificultad. Unos segundos después escuché el rugido de un muscle car
el motor se despega y luego se desvanece en la distancia.
Leah estaba molesta. Se fue de mi lado y se marchitó en el mostrador con la cabeza entre las manos. Algunos barbudos
Un tipo gordo con un mono sucio se acercó y dejó caer algo de dinero, diciéndole con voz amable que
Quédese con el cambio. Me lanzó una mirada de desaprobación.
Me uní a Leah en el bar, hundiéndome hasta los codos para estar a su nivel.
Ella me miró y me dio un codazo. "Me hubiera gustado que no hubieras hecho eso".
Me paré y me agaché para pasar un dedo por su labio inferior, satisfecho por la forma en que se estremeció.
incluso mientras trataba de estar enojada.
"Pero parecía que lo necesitabas".
Sus ojos se dispararon hacia la puerta por donde Terry acababa de salir. "Es solo que ... no he tenido la oportunidad de
cuéntale sobre nosotros todavía ".
¿Nosotros?
Se dio cuenta de su salto en la lógica y tartamudeó para corregirlo. “Quiero decir, no quiero decir que estemos juntos. I
solo quiero decir que Terry siempre ha sido un amigo para mí y le debo un poco de honestidad ".
"La honestidad es buena", estuve de acuerdo. "Deberíamos intentarlo".
Leah no entendió lo que quería decir. Se distrajo porque los clientes restantes del bar necesitaban
para ajustar sus pestañas. Me quedé atrás y la vi hacer el cambio y sonreír mientras agitaba la última
clientes salieron por la puerta y cambiaron el letrero a CERRADO.
Cogió unos vasos sucios de una mesa cercana y los llevó al fregadero. Contribuí a la
esfuerzo de limpieza tirando todos los tazones de pretzel medio vacíos y rociando el mostrador de madera.
"No tienes que hacer eso", dijo, luciendo sorprendida de que me tomara la molestia.
"No es gran cosa." Pasé la toalla a lo largo de la barra.
Leah echó más vasos en el fregadero. "Maldita sea", sollozó. "Debería llamar a Terry y hacer
seguro que está bien ".
"Dijiste que nunca fue tu novio".
"No lo estaba".
"Quizás en el futuro deberías ceñirte a un hombre a la vez para no tener estos problemas".
"Ya te dije que no he estado con Terry en un tiempo."
"La expresión de su rostro decía lo contrario".
Arrojó una bandeja de bebidas al suelo. "¿Tú que tal? ¿Estás tratando de decirme que solo tienes sexo con
mujeres con las que tienes una relación comprometida? Ni siquiera sé si tienes novia o no ".
"Eso no te pareció importante cuando me chupabas la polla".
Ella inhaló bruscamente. ¿Qué diablos significa eso, Ryan? ¿Estás con alguien?"
Me crucé de brazos. "Dejame explicarte algo. No te hubiera jodido anoche si tuviera un
Novia. No te habría jodido incluso si me estuviera jodiendo con otra persona. Somos diferentes en eso
camino."
Aplaudió muy fuerte y desagradablemente. "Felicitaciones Ryan Jedson, usted gana la moral alta
premio de tierra y eres una persona mucho mejor que yo ".
Estaba siendo un idiota. No pude detenerme. “Supongo que eso es cierto. No soy el que hizo dos
hombre de ciento cincuenta libras llorar ".
"Terry no estaba llorando por el amor de Dios".
Me reí. "Como si te importara un carajo Terry".
Ella estaba herida. "Nunca dije eso en absoluto".
“Entonces, ¿ qué te importa, Leah? Dime."
Tenía que pensar en la pregunta mientras le temblaba el labio inferior. “Me preocupo por mi familia. me importa
mis amigos. Espera, al diablo con esta mierda. No tengo que explicarte, gilipollas. "
"No, no explicas nada, ¿verdad?"
Apretó los labios y miró al suelo. "¿Por qué estás siendo así, Ryan?"
"Porque esto es en lo que me convertí cuando ya no se me permitió ser Ryan".
Cerró los ojos por un segundo. "Lamento eso."
“¿De qué te arrepientes exactamente? El hecho de que perdí seis años en los pantanos de Florida viviendo una simulación
vida como Greg Holbrook? O el hecho de que mi madre muriera ahogada por el humo en un sótano sucio antes
¿Alguna vez tuvo la oportunidad de volver a verme?
La mención de mi madre la golpeó como un golpe y una lágrima cayó por su cheque. "Extraño a Celeste cada
día ”, susurró. "La amo."
Me negué a dejarme conmover por su dolor. "No tanto como yo".
"Estás bien." Ella asintió. "Estás bien." Su expresión estaba diseñada para romper mi corazón. Que podría
tengo. Si mi corazón no se hubiera hecho trizas hace mucho tiempo. “No sé por qué estamos peleando. Mirar,
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No soy una persona terrible ".
Quería apagarlo, esta válvula de crueldad que se había abierto dentro de mí. En cambio, elegí torcer
el mango a tope. Terry podría no estar de acuerdo. ¿Tenías la intención de seguir trabajando con él con tus sonrisas?
que estaría disponible para cumplir tus órdenes? "
Ella se estremeció. "¡No! No hago una mierda como esa. No uso el sexo como arma ".
"¿Está seguro? Después de todo, está en tu sangre. De tal madre tal hija."
En el instante en que las palabras salieron de mi boca, quise retirarlas. Leah podría ser culpable de ser una
Mentirosa descarada, pero ella no estaba en la misma liga que Luanne. Ella nunca podría serlo. Además, ya estaba enojado con
yo mismo por instigar esta explosión. Ver a Leah llorando me recordó que era una escoria. He estado
solapada y manipuladora y posiblemente peor de lo que la estaba acusando.
Esperaba que el comentario la hiciera enojar. No esperaba que ella arrebatara la botella más cercana de
whisky y dispararlo en mi dirección como una bola de velocidad. Su puntería era terrible y la botella no se acercó a
golpeándome, estrellándose contra la pared al lado de la máquina de discos a cinco pies de distancia, todas las piezas rotas y la
alcohol pegajoso que ensucia.
"Fuera", siseó.
Casualmente agarré un montón de servilletas y actué como si los últimos minutos no hubieran sucedido. "Yo limpiaré
Esto arriba."
“No quiero tu maldita ayuda. ¡Quiero que te vayas, joder! "
Las servilletas estaban enrolladas en mi puño, listas para comenzar a limpiar el desorden, pero dudé. Leah era una
visión de furia, su rostro enrojecido, su respiración acelerada, pareciendo lista para lanzar otro misil de whisky en mi
direccion GENERAL. Mientras miraba, otra lágrima se escapó de su ojo derecho y se deslizó por su mejilla, luego
su rostro completamente arrugado. Las semillas de la duda echaron raíces rápidamente en mi mente.
"Fuera, Ryan", dijo y ahogó un sollozo, dándose la vuelta y cubriéndose la cara con una mano.
Tiré las servilletas en el basurero más cercano y salí del Dirty Cactus. No debería haberme sentido como
Mierda, pero mi conciencia se negó a leer el memo. El estacionamiento estaba desierto excepto por mi camioneta y
El auto de Leah. A unos veinte metros de distancia, en una franja de grava que manejaba el estacionamiento desbordado, un automóvil solitario se sentó y durante
en una fracción de segundo vislumbré un rostro pálido en la ventana antes de que nadara de regreso a la oscuridad. Las posibilidades eran
alto había una pareja jodiendo allí, exhalando aliento de cerveza en el espacio estrecho y gimiendo
una cogida rápida. Sin embargo, eso no era de mi incumbencia, así que subí a mi camión y encendí el motor.
Antes de salir del estacionamiento, miré hacia atrás para ver si había alguna posibilidad de que Leah me hubiera seguido, pero no
No había nada que ver excepto el toque de luz alrededor de las cortinas dibujadas. Ella estaba sola allí, probablemente
barriendo los fragmentos de la botella de whisky y secándose sus propias lágrimas de ira.
Eso realmente me hizo algo, la idea de ella sola en el bar, como si tal vez estuviera sola en el
mundo.
Había estado interpretando a esa chica por diversión y por una dosis de venganza a la antigua. ¿A quién le importaba si o no?
¿Ella se lo merecia? No me gustaba ser el tipo de hombre que se comportaría de esta manera.
Casi apago el motor y regresé adentro. Si lo hubiera hecho, Leah se habría librado del horror.
de lo que estaba a punto de sucederle. Pero en lugar de eso, me fui.
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Capítulo trece
LEAH
Toda esa pelea estuvo jodida. Pero, de nuevo, los dos teníamos una historia jodida.
¿A quién había estado engañando para creer que Ryan Jedson y yo teníamos una oportunidad de algo real? No haríamos nada
pero envenenarse unos a otros. Algunos legados son demasiado feos para superarlos.
Encendí la máquina de discos a todo volumen y comencé a limpiar como un demonio. Desearía que alguien lo hiciera
inventa una aplicación para borrar recuerdos. Nunca más quise pensar en las cosas que Ryan y yo habíamos dicho.
El uno al otro. Había muchos recuerdos que me gustaría borrar.
El bar estaba impecable en quince minutos. Me quedé de pie en medio de la habitación por un momento, deseando
no tuve que irme. Si hubiera habido un sofá en la pequeña oficina de mi padre, lo habría usado.
Main Street estaba desierta, todos los demás establecimientos cerrados hacía mucho tiempo, solo la mitad de las farolas
marcha. No había tráfico a la vista y mi coche era el único vehículo que quedaba. Por lo general, cuando salía del
Aparte de esta tarde, solo me mantuve en alerta máxima, con el spray de pimienta en mi llavero en la mano y listo para disparar.
Pero esta noche no estaba en modo de autodefensa porque todavía estaba preocupado por lo enojado que estaba con Ryan.
Jedson. Por eso no me di cuenta de nada inusual cuando cerré la puerta apresuradamente y deslicé la puerta de metal.
rejilla a través del cristal y cerré eso también antes de dirigirme hacia mi coche.
Di tres pasos y luego los brazos me agarraron por detrás. Brazos muy fuertes que se comunicaban
instantáneamente que estaba en un montón de problemas cuando se engancharon debajo de mis hombros y me arrastraron contra
el edificio. Me las arreglé para soltar un grito saludable antes de que me metieran algo maloliente en mi
boca.
"Abrázala", siseó una voz femenina.
"Ella no va a ninguna parte", dijo el dueño de los brazos mientras aseguraba su agarre con una especie de
movimiento de lucha libre, manteniendo sus brazos enlazados debajo de mis hombros y entrelazando sus manos detrás de mis
cabeza. Cuando traté de patear mis piernas, gruñó y apretó su agarre hasta que las articulaciones de mis hombros gritaron
por piedad. Me empujaron a lo largo de la pared norte del edificio, más adentro del área que estaba tan oscura como
la oscuridad consiguió. Una farola estaba ubicada a solo diez pies de distancia, pero alguien había disparado el vidrio meses
Hace y quedó roto.
"Sigue con esta mierda", gruñó el hombre mientras me mantenía encerrado en mi lugar y con repulsión sentí cómo
Disfrutó mucho esto, la dura hinchazón de sus pantalones rozando mi espalda. El trozo de tela en mi
La boca sabía como si la hubieran usado para limpiar un urinario público y me atraganté mientras seguía intentando
azotando mi camino libre. Fue un momento terrible de realidad salvaje y, sin embargo, también un momento de pura irrealidad.
como mi mente seguía diciéndome que esto no estaba sucediendo, esto no podía estar sucediendo.
La risa de la mujer fue aguda y encantada y la cosa más espantosa que jamás había escuchado. Una mano
tiró del escote de mi camisa y algo afilado y metálico me cortó la base de la garganta. Había
esa risa de nuevo, silenciada en más de una risita que logró superar terriblemente a su predecesora. Me quedé helada,
petrificado de que mi garganta estuviera a punto de ser cortada. La risa se convirtió en un gruñido de esfuerzo cuando el cuchillo en mi
La garganta se movió, cortando la mitad de mi camisa y luego rasgándola hasta abajo.
"Perra", dijo y se traicionó a sí misma al hacerlo porque reconocí su voz incluso si no podía ver
su cara.
"Dijiste que solo ibas a joderle el pelo", objetó su compañera, pero pude sentir lo duro
lo estaba, cuánto se estaba divirtiendo con esto. Y yo también lo conocía. Él era Vance Mueller y mientras él
Nunca tuve un problema conmigo, obviamente estaba dispuesto a dejar eso a un lado para que Gina se divirtiera.
"Mantenla quieta, maldita sea", se quejó Gina cuando superé el impacto del cuchillo y lancé un frenético
lucha.
Eché la cabeza hacia atrás, golpeando a la amiga de Gina en la cara. Me maldijo y cambió de posición
dándome la vuelta y aplastándome con fuerza contra la superficie irregular de la pared, raspando mi vientre, que
ahora estaba expuesta gracias a que mi camisa se cortó por la mitad. Sin embargo, ese fue el menor de mis problemas. De Gina
cómplice del crimen podría mantenerme en el lugar durante el tiempo que quisiera, permitiéndole hacer lo que quisiera.
Y lo que quería hacer era rodar la punta de la hoja del cuchillo contra mi mejilla y sobre mi cuello,
produciendo un escalofrío que fue más que espantoso. Luego, una gran parte de mi cabello fue tiró salvajemente
y sentí que el cuchillo se alejaba. Cortar una pieza a la vez.
Quebré. Chasqueado. Roto.
El pánico animal puro puede otorgar a la gente una fuerza inusual y yo me convertí en un demonio,
logrando llevar mis dedos a mi boca y sacar la mordaza.
Grité. Y gritó. Y gritó.
Mi captor estaba tan sorprendido que simplemente lo soltó y caí al suelo, aterrizando dolorosamente de rodillas.
"Joder", gritó Gina y me disolví en sollozos maníacos.
El tipo había retrocedido. "Jesús", dijo, como si estuviera desconcertado por qué yo estaba tan histérico.
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"Es solo pelo, pequeño coño débil", anunció Gina con disgusto.
"Me largaré de aquí", declaró Vance, que debió estar lo suficientemente sobrio como para pensarlo dos veces.
sobre agredir a una mujer en la vía pública.
Escuché cerrarse la puerta de un auto y fui libre para moverme, para correr. Excepto que no pude. Estaba acurrucado en una bola y
llorando tan fuerte que sólo me pregunté vagamente por qué el mundo de repente se había vuelto tan brillante como la luz del día.
"¡Leah!" Los pasos golpeaban en mi dirección y los brazos intentaban levantarme, pero todavía estaba medio fuera de mi cabeza.
y reaccioné con violencia, agitando los puños y tratando de golpear cualquier cosa que encontrara.
Leah. Cariño, está bien. Soy yo."
Ryan.
Ryan Jedson podría ser un idiota odioso a veces, pero no me haría daño y casi me desmayo con
alivio. Dejé de luchar y le permití tomarme en sus brazos y sacarme de la oscuridad.
No hizo preguntas de inmediato. Encontró mis llaves, abrió el bar y me llevó adentro,
Encendiendo las luces y colocándome encima de una mesa como si fuera un niño pequeño.
Ryan llevó a cabo una evaluación rápida, buscando heridas abiertas, y se sintió aliviado cuando no encontró
alguna. Hizo un balance de mi camisa arruinada, mis raspaduras, mi cabello salvaje, y ahuecó mi rostro suavemente en su
manos.
"Dime lo que te hicieron". Había furia en su rostro, rabia por mí.
Traté de hablar y solo solté un graznido patético, mi garganta en llamas por todos esos gritos. Ryan
entendió y se apresuró a la barra, llenó un vaso de agua y se lo devolvió rápidamente. Bebí rápido, ansioso
para quitar el sabor de lo que sea que se haya empapado en ese repugnante trapo en mi boca.
Ryan esperó. Vi sus ojos vagar por mi cuerpo de nuevo y reconocí la ira mezclada con el dolor total.
sobre lo que vio.
"No fui violada", le dije para que se quitara esa fea posibilidad de en medio.
Exhaló, cerró los ojos por un segundo y luego asintió. "Gracias a Dios."
"Fue Gina Scarpetti". Ahora que ya no estaba aterrorizado, podía sentir mi propia rabia ganando un
asidero para el pie. “Ella y su novio estaban esperando cuando cerré. Me abrazó mientras ella ... ”miré hacia abajo
en mi camisa e hice una mueca, sentí mi cabello rapado con dedos temblorosos. "Jugado con un cuchillo".
"Hijo de puta." Ryan estaba horrorizado. "Vamos, te llevaré a la comisaría".
Tenía recuerdos de la comisaría. Y sabía quién estaba a cargo ahora. No podría ser arrastrado
a través de la puerta con caballos salvajes.
"No yo dije. "No, no voy a ir allí".
"¿Que quieres decir no? ¿Vas a dejar que se vayan? "
"No voy a ir a la comisaría".
"Leah". Hizo un gesto de impotencia, como si estuviera hablando con un tonto de cinco años. "Tienes que
Reporta esto."
"No me digas lo que tengo que hacer". Negué con la cabeza. Englewood es el jefe.
El nombre significaba poco para él. "¿Y qué?"
“Así que tuve un encuentro con él antes. Y que me condenen si voy a él por algo ".
Ryan tomó mis manos tiernamente entre las suyas. “Por favor, déjame llevarte allí. Llevarán a Gina y a quien sea
estuvo con ella antes de que pudieran dormir de la resaca. Iré contigo. Llamaré a un abogado para que tengas
alguien que esté ahí para usted en capacidad legal. En cuanto a este personaje de Englewood, no es el único policía en
Emblema."
Aparté mis manos. "¡No! No puedes obligarme ". Algo inmaduro que decir. No me importaba
Ryan suspiró. La siguiente mirada que me dio fue tan llena de lástima que quise llorar. Luego toqué mi cabello de nuevo
y empezó a llorar.
"Joder, la odio", sollocé.
Ryan pasó un brazo por mis hombros. "Tienes todo el derecho a odiarla".
Pensó que estaba hablando de Gina. No estaba hablando de Gina en absoluto.
"Ella les dijo a todos que me lo hice a mí mismo".
Ryan no entendió. "¿Qué?"
“¡Ella les dijo a todos que lo hice yo mismo! Pero no me lo hice a mí mismo ". Tragué aire, tratando de encadenar
juntos la historia que había estado enterrada durante tanto tiempo. “Ella estaba enojada conmigo. Ella tenia esta cara cara
crema hecha a medida para ella en Nueva York. Lo usé porque seguía teniendo brotes de acné y
Pensé que ayudaría porque era tan hermosa. Entonces, si usara sus cosas, yo también sería hermosa, ¿verdad?
Ryan guardó silencio. ¿Qué tipo de respuesta podría haber dado de todos modos? Mantuvo su brazo alrededor de mi
hombros y escuchó. Eso fue suficiente.
"De todos modos, ella me atrapó", dije. “Estaba furiosa pero no hizo nada de inmediato. Ella esperó
hasta una semana después. Estaba de pie junto al fregadero de la cocina y luego se me acercó por detrás y cortó un gran
sección de mi cabello con tijeras de coser. Ella dijo que yo había tomado algo de ella, así que ella se había llevado algo.
mío. Y fui demasiado cobarde para ponerme de pie y contradecirla cuando le dijo a todos que lo hice.
yo mismo. Tal vez fue más fácil dejar que la gente crea eso que reconocer que mi madre era una bruja.
que me odiaba ".
"Mierda", murmuró Ryan y por un segundo no pudo mirar en mi dirección. Luego volvió la cabeza. Su
Los ojos se desviaron hacia mi sujetador expuesto, pero no porque hubiera algo sexy en esto. Se puso de pie y
se quitó la camisa y me la entregó. Acepté, feliz de quitarme la ropa destrozada. Resbalé su
camisa sobre mi cabeza. Olía a él, cálido y reconfortante.
"¿Que puedo hacer?" preguntó mientras estaba allí con el torso desnudo y lleno de simpatía, una marcada
partida de hace veinticuatro horas cuando se paró frente a mí con el torso desnudo y lleno de calor
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arrogancia.
No quería volver a casa. No quería arriesgarme a que mi padre me viera así. Ryan me llevaría a su
casa si le preguntaba, pero tampoco quería eso, no quería llorar lastimosamente en su sofá toda la noche.
Mi lista de alternativas era algo limitada y todavía estaba tan alterado que tenía poca fe en mi forma de conducir.
capacidad.
“Mi amiga Cadence,” dije. "¿Me puedes llevar a su casa por favor?"
No vaciló. "Absolutamente."
Ryan me ayudó a bajar de la mesa. Recuperó mi bolso, que había dejado afuera, y lo cerró con llave.
todo bien apretado. Había olvidado por completo que era la mitad de la noche hasta que le envié un mensaje de texto a Cadence y
luego me di cuenta de que era casi seguro que la había despertado tanto a ella como a Tristan. Me sentí mal, pero en ese momento Cadence estaba
alarmada, insistiendo en que tenía que venir ahora mismo y preguntando si ella y Tristan deberían conducir para conseguir
yo en su lugar.
Ryan me ayudó a subir al asiento delantero de su camioneta con tanta cautela como si yo estuviera hecho de vidrio. Le dí
La dirección de Cadence y asintió.
"¿Por qué volviste?" Le pregunté mientras salía del estacionamiento del Dirty Cactus.
"Regresé porque había sido un pésimo capullo", me dijo. Y lo lamenté. No quise decir lo que dije
tú, Leah ".
Toqué su brazo. "Gracias por regresar."
Ryan tragó, me miró y luego volvió a mirar las calles vacías de Emblem mientras yo
se hundió en el asiento de cuero y deseó ser alguien más que yo.
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Capítulo catorce
Ryan
Ya estaba sentado en mi propio camino de entrada cuando puse la camioneta en reversa y regresé rápidamente a la
Cactus sucio.
Con cada segundo que pasaba, me despreciaba un poco más. ¿Quién diablos me creía que era? juez,
jurado e incluso verdugo? Lo que sea que Leah se merecía, no se había ganado la forma en que la había tratado esta noche.
Mi ira la había desconcertado. Los insultos que le lancé la habían dejado confusa, herida y finalmente furiosa. Identificación
la acusé de deshonestidad cuando yo era el puto rey del engaño; yendo a sus espaldas para comprar el bar
de debajo de ella, tratando de hacer que se enamorara de mí con el único propósito de hacerla llorar de la forma en que había llorado
esta noche.
¿Qué clase de hombre hace eso?
Uno que vivía en una casa de cristal mientras arrojaba descuidadamente rocas irregulares en todas direcciones.
Debería haber tenido su número de teléfono celular, pero de alguna manera no lo tenía, así que pensé que la buscaría en el bar.
primero en caso de que no se hubiera ido todavía. Otro vehículo saltó la acera y casi chocó contra mi camioneta cuando
ahuyentaba. Todas las luces estaban apagadas, pero el coche de Leah seguía allí. Me sentí incómodo incluso antes de darme cuenta
algo extraño estaba pasando. Ese coche se alejaba a toda velocidad, la barra oscura, el coche de Leah todavía estaba allí. Es solo
parecía ... mal.
Mis faros la encontraron primero, acurrucados contra el costado del edificio y por un segundo ni siquiera
seguro que era ella. Lloraba tan fuerte que no podía respirar. Cuando la metí dentro, vi que había estado
funcionó de una manera que me hizo adivinar lo peor y todo lo que podía pensar era que lo mataría,
quienquiera que fuera. Realmente lo haría.
Leah insistió en que no fue agredida sexualmente, pero aún así fue atacada por la hermana de Delia Scarpetti.
y un asqueroso llamado Vance. La habían sujetado, le habían abierto la camisa, le habían cortado el pelo y se habían asustado.
la mierda viviente de ella. Tenía cortes y magulladuras en el abdomen y las rodillas de donde había
luchó. Quería las cabezas de esos bastardos en una bandeja, pero ella se negó a presentar cargos. Entonces ella lloró
de nuevo y compartió una historia que no tenía nada que ver con esta noche y que era aún más terrible a su manera.
La habría llevado a casa conmigo. Le habría abierto una vena para protegerla. Yo habría hecho
cualquier cosa que ella pidiera. Sin embargo, ella no quería venir conmigo, no es que la culpara. Ella me pidió que
llevarla a la casa de su amiga. La chica Gentry, la novia de Tristan Mulligan.
Tristan y Cadence estaban esperando en su patio delantero cuando llegamos. Cadence recogió a Leah en
sus brazos y la guió hacia la casa mientras su novio se acercaba sigilosamente a mí, con la mandíbula apretada por la ira,
exigiendo una explicación y dejando en claro que estaba listo para lanzarme algunos golpes en la cabeza si no lo hacía
como lo que tenía que decir.
Se relajó luego de recibir un breve resumen de los hechos e incluso me pidió que entrara a la casa.
lo cual no me hubiera importado hacer si no fuera por el hecho de que necesitaba ver a Leah. Yo no iba
en cualquier lugar hasta que estuve seguro de que estaba siendo atendida.
Cadence demostró ser buena para ser madre de su amiga; limpiando los cortes en las rodillas de Leah mientras
haciendo una pausa para abrazarla, haciéndole palabras tranquilizadoras todo el tiempo. No es de extrañar por qué se había convertido en una
profesor. Y no es de extrañar por qué Leah había querido venir aquí. La gente como Cadence me recordaba a mi
madre, siempre dispuesta a dar un salto y ayudar a los demás sin importar las molestias.
Mientras tanto, Mulligan se había colocado en la pared opuesta de la sala de estar mientras yo permanecía junto a él.
la puerta. Siguió disparándome estos ceños fruncidos de reojo, todavía sin estar seguro de si podía confiar en mí o no. Sus brazos
estaban cruzados como si fuera el padre estricto de alguien a punto de comenzar a aullar sobre el toque de queda, que era un puto
reírme porque lo recordaba como un niño mocoso que seguía a su hermano mayor. Las duras miradas no
aunque me moleste. Incluso si Mulligan solo estaba jugando al tipo duro porque había sido tan claramente un maricón
azotado por el maestro de escuela, no permitiría que Leah sufriera ningún daño mientras estuviera en su casa.
Eso era todo lo que me importaba.
Leah dio un relato claro de lo que sucedió hasta que llegó a la parte donde su cabello se había
ha sido cortado. Luego tocó las piezas arruinadas y se disolvió en lágrimas mientras Cadence sostenía impotente
ella, intercambiando una mirada con Tristan que decía que no estaba segura de cómo mejorar la situación.
Sabía que la razón del trauma de Leah no se debía solo a lo que había pasado esta noche. Mientras yo
vivido Nunca olvidaré cada palabra espantosa que ella había dicho. Recordé haber oído sobre el incidente del corte de pelo.
de mi madre, pero no le había prestado mucha atención en ese momento. Ya ni siquiera vivía allí y yo
estaba demasiado impregnado de culpa por continuar con esa sórdida cosa con Luanne durante tanto tiempo como para preocuparse por lo que estaba pasando.
pasando con Leah. Desde que rompí con Luanne y me mudé, traté de alejarme tanto como fuera posible.
posible, alejándose de cualquier miembro de la familia Brandeis. Incluida Leah.
Después de que Leah dejó de sollozar, Cadence intentó presionarla para que tomara una ruta policial. Leah
todavía se negó obstinadamente. Cadence abandonó el asunto.
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"Leah se quedará aquí con nosotros esta noche", anunció Cadence, mirando en mi dirección como si
esperaba una discusión. No tenía planes de discutir. Leah debería estar con sus amigos. Ahora mismo estaban
mucho mejor para ella que yo.
Me acerqué a la silla de la cocina donde estaba sentada y me arrodillé a sus pies. Sus rodillas estaban cubiertas
con tiritas y su rostro estaba surcado de lágrimas. La mitad de su cabello todavía era hermosamente largo y la mitad
había sido cortado justo debajo de su mandíbula.
"¿Estás bien aquí?" Yo le pregunte a ella.
Ella asintió.
"Nos ocuparemos de ella", dijo Cadence y pude verla relajándose hacia mí cuando se dio cuenta de que me importaba.
sobre Leah. Le di un gesto de gratitud con la cabeza.
"Te veré mañana", le dije y me puse de pie.
Leah me sonrió entre lágrimas. "Todavía tengo tu camisa puesta".
Me incliné y la besé en la frente. "Quédatelo."
"Buenas noches, Ryan", dijo en voz baja. "Y gracias."
Tristan me siguió hasta mi camioneta. Antes de que pudiera ponerme al volante, dijo: "No creo que esto
la mierda debería quedar impune ".
Lo miré a los ojos. "Yo tampoco."
Asintió con aprobación. "¿Necesitas respaldo?"
“Nah. Me haré cargo de ello."
"Está bien." Dio un paso atrás. Nos vemos, Jedson.
"Más tarde, Mulligan".
Estaba demasiado cabreado y emocionado para dormir pronto, así que hice un recorrido en automóvil por el centro de
Emblema y luego a la interminable oscuridad del desierto. El silencio reinó mientras estacionaba a cinco millas de
en ninguna parte de un camino de tierra y me senté en la caja de mi camioneta. Luego me acosté de espaldas, mirando las estrellas
y pensando en la casa de la que había salido Leah.
Daisy tenía mi edad, pero siempre fue un tipo frágil, no mal parecido pero imposible de ser amigable.
Cuando miraba a la gente, tenía la forma de un ceño fruncido. Tenía algunos amigos. Steven Pike fue uno de
ellos. Pero sobre todo le gustaba estar sola hasta el último año de la escuela secundaria, cuando se volvió loca y se puso tan
mucho maquillaje gótico, era casi irreconocible y se paseaba por la ciudad en la parte trasera de las bicicletas
perteneciente a hombres que eran demasiado mayores para ella. A Daisy le importa un bledo la mala opinión de alguien y si
Siempre que había una chica que desprendía el aura de ser inquebrantable, era ella.
¿Pero Leah?
No. Leah no era la misma en absoluto. Siempre andando de puntillas como si temiera que su existencia
molestar a alguien y esforzarse tanto por complacer al convertirse en un estudiante sobresaliente, un modelo a seguir en la clase. La
El cuadro que Luanne pintó de Leah siempre fue muy diferente, insistiendo en que Leah estaba constantemente arremetiendo para obtener
atención. Luanne afirmó que Leah se había cortado todo el cabello y le había costado un centavo en el salón.
suavizar el daño. Luanne pasó incontables horas gritándole a mi madre que no sabía lo que quería
hecho para merecer otra hija loca. Pero aunque era consciente de que Luanne sabía cómo fabricar un
espectáculo convincente. Nunca sospeché que fuera abusiva en la forma en que Leah había descrito. Tal vez de vuelta
entonces debería haber descubierto que algo andaba mal. Cualquiera podría decir por la forma desconcertada que Leah
miró al mundo que solo quería un poco de amabilidad. Leah era como una tortuga luchando por vivir
sin su caparazón. Y a pesar de esas probabilidades, se las había arreglado para soportar la crianza espantosa que había
sufrió a manos de Luanne. No tenía ninguna duda de que la historia del corte de pelo era solo una de muchas.
Había demasiadas cosas que me había olvidado de Leah, demasiadas preguntas que nunca me había esforzado lo suficiente
contestar. Después de tantos años y tanta ira, se había convertido en una caricatura en mi imaginación. La
La imagen de Leah sobre la que me había pasado tanto tiempo tenía poco que ver con la chica que en realidad había sido, la mujer que
fue ahora.
El tiempo lo hará. La amargura hará eso. Distorsiona la verdad para convertirla en algo irreconocible.
Y nunca había considerado todas las cosas que no sabía, todas las cosas que Leah había sufrido. I
Pensé en ella como una desalmada, una mentirosa que había cooperado con una búsqueda para arruinar mi vida.
Nunca me pregunté qué le habrían hecho para convertirla de esa manera.
De hecho, ahora me preguntaba si alguna vez había sido realmente culpable. O si lo único de lo que ella fuera culpable fuera
estar atrapado y tratar de sobrevivir.
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Capítulo quince
LEAH
No me opuse cuando Cadence insistió en que necesitaba pasar la noche.

Después de que terminó de vendar mis cortes y me ofreció una cantidad casi vergonzosa de simpatía,
me prestó un pijama de algodón suave y me llevó a la ducha. Tristan se quedó fuera de la vista una vez
Ryan se había ido y estaba seguro de que la situación estaba bajo control. Yo no lo culpo. Tenía que ser un poco
incómodo para el chico dar la bienvenida a un desastre caliente y lloroso en su casa a las dos de la mañana
Cadence me estaba preparando el dormitorio de invitados cuando le pedí ayuda con algo. No pude
soportar la sensación torcida de mi cabello y quería cortar el resto para que coincida con la parte que descansaba
dos pulgadas por debajo de mi barbilla. Ella me preguntó si quería esperar hasta mañana cuando pudiéramos encontrar a alguien.
que en realidad podría cortar el pelo, pero negué con la cabeza. Mañana me preocuparía por arreglar el daño pero esta noche
Solo quería sentirme menos torcido. Cadence me peinó el cabello mojado y tomó las tijeras con
incertidumbre. Cerré los ojos mientras ella cortaba un trozo gigante. Había mantenido mi cabello largo durante tantos años que
perder tanto a la vez era como perder un brazo.
Después de esa terrible experiencia, asumí que no dormiría, pero dormí sin problemas hasta que escuché voces murmuradas y
el vago ruido de los platos.
Cadence estaba vestida para el trabajo y trató de empujarme de regreso a la cama entre bocados de su panecillo inglés.
Tristan vestía solo un par de franelas y me saludó con un bostezo.
“Tengo conferencias de padres y maestros esta mañana, así que tengo que ir”, dijo Cadence. "Pero habré terminado
al mediodía y Tristan tiene el día libre, así que te hará compañía ".
Por el momento, Tristan no parecía interesado en hacerle compañía a nadie. Parecía que estaba intentando
para no quedarse dormido en su taza de café.
“Oh no,” protesté. “Ustedes realmente no necesitan cuidarme. Me vestiré y estaré fuera de tu cabello
si alguien me lleva al bar para que pueda conseguir mi coche ".
"Tonterías", declaró Cadence. “Te estás quedando aquí. Te dejé un atuendo en el baño. Y
cuando vuelva a casa al mediodía, iremos a Thelma y Louise por todas partes en una excursión especial ".
Tristan levantó la mano. "Cariño, nunca has visto la película Thelma and Louise , ¿verdad?"
"¿Que importa eso?"
"Porque si supieras el final, no estarías tan caliente como para ir a una de sus excursiones temáticas".
Cadence depositó su plato en el fregadero y luego lo besó en la mejilla. "Cuida de Leah mientras estoy
desaparecido ", dijo y luego me guiñó un ojo mientras agarraba una bolsa de tela artística llena con su enseñanza
accesorios y se escabulló por la puerta. Sinceramente, era imposible no adorar a Cadence Gentry en pedazos.
Tristan también lo pensó. Él la miró de una manera que todas las chicas desearían que un chico la mirara, todas
amor y anhelo. Después de que la puerta se cerró, él y yo nos encontramos un tanto incómodos solos.
"Lamento todo esto", le dije.
"No digas eso". Me arrojó una bolsa de muffins. "Aquí, sírvase usted mismo".
Mordisqueé un panecillo de pasas y toqué las puntas romas de mi cabello. No me había examinado en un espejo
aún.
"¿Cómo se ve?" Yo pregunté. "Quiero decir de verdad".
Tristan no era un mentiroso. "Como una mierda", admitió. "Pero probablemente puedas arreglarlo en uno de esos cabellos
lugares."
"¿Te refieres a un salón?"
Llenó una nueva taza de café y me la pasó. “Sí, uno de esos. Harán que parezca menos, ah ... "
"¿Como una mierda?"
Él sonrió. "Exactamente."
Tristan se disculpó para ir a ducharse. Llamé a mi padre, pensando que ya tenía que estar despierto. le dije
Me había quedado en casa de un amigo y también pasaría el día aquí. No sonaba especialmente interesado
en el por qué, así que no compartí los detalles sangrientos. Dijo que la Sra. Albertson vendría dentro de un rato para
ver cómo estaba y ella traía una tarta de frutas, así que necesitaba colgar el teléfono y prepararse.
Tristan todavía se estaba duchando cuando sonó el timbre. Como esta no era mi casa, no tenía idea de si debería
Respondí, pero cuando miré por la ventana vi la camioneta de Ryan junto a la acera.
Estaba seguro de que me veía tan mal como Tristan prometió, pero después de que Ryan me vio anoche con
mocos corriendo por mi nariz, sangre en mis rodillas y mi cabello mutilado, probablemente él no se molestaría.
Y no lo estaba.
Naturalmente, se veía fantástico con jeans oscuros y una camisa de cambray azul claro que podría haber sido
extraído de un estante de Abercrombie esta mañana. Y no sé cómo mantuvo una mirada que
Se las arregló para estar en algún lugar entre afeitado y sin afeitar, pero era una locura sexy.
"Esperaba que todavía estuvieras aquí esta mañana", dijo. "Solo quería pasar y ver cómo estabas
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haciendo."
Mortificado. Cansado." Toqué mi cabeza. "Encendedor."
Ryan estaba desdichado. Mierda, Leah. Siento mucho que te haya pasado ".
"Se acabó. Sobreviví."
Me miró fijamente. Tuve la sensación de que estaba pensando en mucho más que en mi último y desafortunado corte de pelo.
Ojalá no hubiera soltado esa historia sobre mi madre. Sabía que solo me hacía sentir aún más miserable.
"Escucha", dijo. "Puedo manejar la gestión del Cactus hoy".
La oferta me sorprendió. "¿Qué sabes acerca de dirigir un bar?"
“Todo lo que necesito saber”, dijo con pura arrogancia.
"No estoy tan seguro de eso".
"No dudaría de mis habilidades si mirara mi cuenta bancaria".
Resoplé. “Y qué, tienes dinero. ¿Puedes manejar una docena de motociclistas bombeados de testosterona que intentan
se codean entre sí mientras gritan que su bebida debe ser servida a continuación antes de que alguien
se ensangrenta?
Él consideró. “Sí, estoy bastante seguro de que eso cae en mi carril. Y si me meto en problemas, Terry me ayudará.
fuera."
Suspiré, apuñalado por la culpa. Me había olvidado por completo de Terry. "No estoy seguro de que Terry quiera trabajar allí
nunca más."
Seguro que lo hace. Hablé con él esta mañana ".
"Oh Ryan, no lo hiciste".
"Yo también lo hice. Te dije que conocí a su hermano en la escuela secundaria. Terry no fue difícil de localizar. A pesar de la
El hecho de que su primer instinto fue estrangularme con una llave de cabeza se calmó ". Ryan hizo una pausa. "Le dije que
sucedió. Está terriblemente destrozado por eso y quiere ayudar. Creo que incluso podría hacerlo sin intentarlo.
reorganizar mi estructura anatómica ".
Estaba asombrado. "No te lo estás inventando, ¿verdad?"
"No." Todavía estaba de pie en la puerta. Ladeó la cabeza y me miró fijamente. "Deja el
las personas que se preocupan por ti te ayudan hoy, Leah. Tómate la noche libre. Me aseguraré de que el cactus no se caiga
aparte. Terry estará allí. Y llamaré a esa chica Misty porque parece que es buena para mantener
las cosas en orden ".
Me mordí el labio. "Es viernes. Estará ocupado ".
"Afortunadamente no tengo nada más que hacer".
La idea era más que tentadora. No podría afrontar ir al bar hoy, lidiar con lo inevitable
preguntas sobre mi cabello, posiblemente enfrentando el horror de encontrarme con Gina Scarpetti. Además, estaba cansado.
Muy cansado. Estuve cuidando el Dirty Cactus seis días a la semana durante más de seis meses seguidos. Y como
Por mucho que me encantara ese bar, no podría soportar estar allí hoy. Ryan tenía razón. Necesitaba aceptar ayuda cuando
fue ofrecido tan generosamente.
"Está bien", le dije.
Ryan todavía tenía las llaves de cuando cerró la noche anterior. Me dio su número de celular y me dijo que
llame de inmediato si hay algo que necesite.
"¿Qué es?" quería saber cuándo comencé a reír.
Negué con la cabeza, todavía riendo a pesar de que nada era gracioso en absoluto. "Simplemente no estoy acostumbrado a esto".
"¿Qué?"
"Ser atendido por personas".
Una extraña expresión cruzó su rostro. "No apesta, ¿verdad?"
"No, realmente no apesta". Levanté la mano y le di un abrazo impulsivo.
Con qué rapidez nos desviamos entre los extremos, él y yo. Una noche nos estábamos jodiendo los sesos.
fuera. Al siguiente, estábamos teniendo una discusión a gritos. Y ahora esta mañana nos abrazamos como
Mejores amigas.
Suavemente me dio unas palmaditas en la espalda. “Tómatelo con calma hoy. Llámame si necesitas algo."
Lo solté. "Voy a. Y gracias."
Ryan no se movió de inmediato. Agarró mi mano derecha, presionó algo en mi palma, luego
dio media vuelta y regresó a su camioneta.
Acababa de cerrar la puerta cuando apareció Tristan.
"¿Había alguien aquí hace un momento?" preguntó.
Abrí la palma de mi mano y miré la medalla de plata en el centro. Lo había visto rodar por última vez fuera de la vista en Ryan's
entrada. Cerré mi mano y me consolé al sentir la pequeña forma encerrada en mi puño.
"Sí, alguien estuvo aquí", dije, y luego agregué: "Un amigo".
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Capítulo dieciséis
Ryan
No le había mentido a Leah acerca de conocer mi camino en un bar. Poco después de convertirme en Greg Holbrook, mi tío
Me encontré un puesto de barman en un local de lujo en South Beach. Las propinas estaban fuera de lugar y yo estaba
hasta los codos en el culo bronceado caliente. Me quedé allí durante más de un año mientras obtenía mi GED y
completando los primeros semestres de la universidad comunitaria. Por supuesto, la clientela de South Beach era
ligeramente diferente a los clientes de Emblem, pero las personas eran personas y las bebidas eran bebidas.
Terry llegó antes de lo que estaba programado para trabajar para darme un resumen de lo que estaba guardado.
dónde. Estaba un poco rígido al principio, lo cual era completamente comprensible. Pero algunas disculpas y un
Después de un sincero apretón de manos, él estaba dispuesto a dejar de lado nuestras diferencias por el bien de ayudar a Leah. I
respetaba muchísimo al chico por eso. Si la situación se revirtiera, no estaba convencido de que habría
ha sido tan amable conmigo.
Sharon era la empleada de Dirty Cactus que aún no conocía oficialmente. Llegó al mismo tiempo que
Misty y ambos estaban sumamente preocupados por Leah, aunque la de Sharon era más de la mano.
retorciéndose un poco de preocupación mientras que el nivel de preocupación de Misty probablemente no le importaría romperse algunos huesos. I
No le di a nadie una descripción espantosa de lo angustiada que estaba Leah anoche y no compartí lo que
Sabía quién era el responsable, pero Misty me tiró a la oficina de atrás tan pronto como Terry y Sharon
estaban ocupados haciendo otra cosa.
Misty estaba furiosa. "Era una puta mujer", dijo. Lo del pelo. Ningún hombre haría esa mierda ".
“Era una mujer”, dije porque no tenía sentido mentir.
"¿OMS?" preguntó con el ceño fruncido, y luego respondió a su propia pregunta. "No importa, estoy jodiendo
saber quién. Esa perra hortera a la que le echaron el culo de aquí anoche. Leah me dijo quién era ella.
Se remontan a la escuela secundaria. Creo que su nombre era Jenny ".
“Gina,” dije.
"Gina". Misty golpeó una uña larga contra la hebilla de su cinturón de diamantes de imitación. "Bueno, está bien entonces, vámonos
Encuéntrala." Se tambaleó hacia la puerta, lista para iniciar el nuevo deporte de Gina Hunting.
"Esperar." La aparté. “No salgas y hagas algo imprudente. Eso no ayudará a Leah ".
“Oh, no voy a hacer algo imprudente, cariño. Voy a hacer algo violento ".
"Okey." Me nivelé con ella. “Entre tú y yo, ya estoy trabajando en eso. Esto se solucionará.
Prometo."
Misty se apaciguó un poco. "¿Te ocuparás de eso tú mismo?"
"No confiaría en nadie más".
Ella sonrió. "Yo tampoco. Así que cuenta conmigo".
En cualquier otra situación, no habría estado tan ansioso por hacer algo que amenazara un encuentro.
con la policía, no cuando había pasado tantos años escondiéndome de ellos. Pero esto fue diferente. Gina y ella
El compañero tenía que estar sudando en alguna parte, preguntándose si alguien llamaría a la puerta.
de la policía, así que tuve el presentimiento de que no iban a marcar el 911. Estaba dispuesto a correr el riesgo.
Por Leah.
Misty no pudo ser disuadida de acompañarla. La única forma en que estaría de acuerdo en volver al trabajo en su lugar
de lanzar una ola de crímenes de una sola mujer es que si le prometiera que le diría cuando llegara el momento y la dejaría
lidiar con la propia Gina. Eso era realmente preferible. Por mucho que despreciara a Gina Scarpetti por lo que ella
hecho a Leah Sabía que no tenía estómago para poner una mano sobre ninguna mujer. Misty no tenía esos escrúpulos. Como
para el novio, era todo mío.
Misty me evaluó antes de alejarse. "Pensé que podrías ser un saco de mierda mentiroso, pero pareces todo
justo después de todo ".
"Gracias. Creo."
Suspiró y miró sus sandalias rosas. “Estoy acostumbrado a que la gente me mire como si fuera basura. Leah
no me mira de esa manera. Ella es del tipo que se queda con sus amigos, así que apuestes tu dulce trasero a que me voy
para quedarse con ella ".
No podría discutir con esa lógica. Cuando Misty se fue, eché un vistazo a la oficina. Una pila de
las facturas estaban cuidadosamente recortadas sobre el escritorio. Algunos de ellos estaban vencidos. El último banco
ya se habían presentado declaraciones, los saldos lamentablemente bajos. Una carta del banco denegó una extensión.
de crédito. Otro se negó a restablecer los opresivos términos del préstamo que Eddie había obtenido.
La culpa me atravesó mientras evaluaba qué tan profundo estaba el Dirty Cactus y qué tan difícil había sido Leah.
trabajó para tratar de levantarlo de las cenizas. Ojalá pudiera rebobinar el reloj. Le ofrecería un préstamo. Demonios, yo
dale el dinero si no estaba demasiado orgullosa para aceptarlo. Pero esa posibilidad ya estaba perdida. Unas pocas horas
antes recibí una llamada de Rence Corsica. Eddie Brandeis había convocado al notario a primera hora
mañana y firmé el papeleo sobre la venta del Dirty Cactus. Obviamente lo había hecho sin
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hablando con su hija. Las ruedas se habían puesto irrevocablemente en movimiento. El bar me pertenecía. Y
alguien todavía tenía que decírselo a Leah.
Mientras devolvía todo a su lugar, abrí uno de los cajones del escritorio y encontré un
marco de imagen que se había colocado deliberadamente boca abajo. La vista del rostro de Luanne Brandeis me hizo gruñir.
Cuando era niño estaba asombrado por Luanne Brandeis. Pensé que era la mujer más hermosa de
tierra. Luego, cuando era adolescente y ella me hizo señas para que fuera a su cama por primera vez, fue como si
masturbarse la fantasía hecha realidad. Eventualmente aprendí que debajo de la costra artificial de toda esa belleza vivía el
el más malicioso de los corazones.
Todas las emociones repulsivas que albergaba por Luanne amenazaban con abrumarme y empujé la foto.
en el cajón lo suficientemente fuerte como para romper una sección del marco. Nunca había sido realmente feliz de que otro
El ser humano ya no vivía, pero ahora estaba encantado de que Luanne ya no caminara sobre la tierra. I
esperaba que sus últimos momentos hubieran sido dolorosos. Esperaba que se hubiera sentido completamente sola. No solo por lo que ella había hecho
para mí y para mi madre. Por lo que le había hecho a Leah.
Emblem era una ciudad pequeña y los fanáticos de los chismes se extendían como la pólvora en lugares como este, pero la gente no había escuchado.
lo que le pasó a Leah. Estaban perplejos en cuanto a por qué ella no estaba aquí, pero mentí y dije que estaba tomando un
día personal para pasar tiempo con Eddie. Los otros empleados de Cactus habían acordado mantener los detalles de
La terrible experiencia de Leah para ellos mismos hasta que regresó y decidió lo que quería contarle al mundo.
El negocio fue rápido pero nada escandaloso. Nada que no pudiera manejarse entre los cuatro. I
Realmente no había pensado mucho en lo que haría con la barra una vez que la tuviera. No tenía planes de cerrarlo, eso
estaba seguro. Yo me ocuparía de todas las reparaciones obvias que debían realizarse. Pero en cuanto al dia a dia
gestión, ya tenía en mis manos muchos otros proyectos para asumir eso. Leah amaba correr el
bar. Y debería permitírsele seguir manejando la barra.
McGraw mostró su rostro poco después de las once de la noche y me asintió con la cabeza para decirme que tenía algo de información. El habia
se ofreció a darme las respuestas que necesitaba de forma gratuita, pero cuando le entregué una pila de hojas verdes, se alegró de
embolsarlo.
Gina se estaba quedando con Vance Mueller en el mismo parque de casas rodantes de mierda donde Pike vivía con su madre.
Se suponía que Vance iba a participar en un juego de cartas esta noche en la casa de uno de los amigos de McGraw, pero él
no había aparecido, con toda probabilidad porque él y Gina estaban escondidos en casa hasta que descubrieron
si Leah pudo identificarlos. Incluso podrían tener la idea en sus mutuos cráneos gruesos de que
Leah necesitaba que la convencieran de no entregarlos. Tenía la intención de llegar a ellos primero y explicarles por qué
molestar a Leah no era una opción.
Nada de esto le fue aclarado a McGraw. Se le pidió un favor que implicaba averiguar sobre algunos
personas. Entonces se enteró de algunas personas y eso fue todo. Le di un trago gratis de whisky y luego
Se fue a casa para ir en lancha motora a las tetas de Tina o algo así.
Alcancé a Misty detrás de la barra y le susurré algunas frases. Ella sonrió al
perspectiva.
Anoche no había podido evitarle a Leah el terror de su ataque. Llegué demasiado tarde para hacer algo
pero levántala y escúchala llorar. Pero hoy fue un asunto diferente. Hoy hubo algo que pude
hacer por ella y lo estaba haciendo muy bien.
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Capítulo diecisiete
LEAH
Cadence no estaba bromeando sobre una excursión. Entró por la puerta principal justo a tiempo al mediodía,
se detuvo sólo el tiempo suficiente para tirar su bolso y besar a Tristan, luego me estaba tirando del brazo hacia
su coche.
"No estoy realmente lista para el ojo público todavía", murmuré, tímidamente alisando mi cabello.
"No vamos al público".
"¿A dónde vamos?"
"Mi casa." de salir de tu casa".
"Acabamos
“Perdóname, debo aclarar. La casa de mis padres."
"¿No viven tus padres todo el camino en Tempe?"
Ella me sonrió. "Pues sí, lo hacen".
Esto se sentía extraño, estar fuera un viernes en lugar de enfrentar una larga noche en el bar. Seguí revisando mi
teléfono para ver si había ocurrido algo devastador, pero aparte de algunos textos de apoyo de Misty,
Sharon e incluso Terry, no había nada. Parecía que el Dirty Cactus podría sobrevivir sin mí. Tenía la esperanza de
Ryan estaría tan ocupado sirviendo bebidas que no tendría tiempo de echar un vistazo a las finanzas del bar.
Admitirle a Ryan Jedson que mi padre había manejado mal el bar en una mala posición sería
embarazoso. Por otro lado, obviamente era inteligente cuando se trataba de asuntos comerciales. Quizás él
tengo algunas ideas.
"¿Por qué sigues revisando tu teléfono?" Preguntó Cadence. "Estás fuera del reloj esta noche, ¿verdad?"
"Sí, solo quería asegurarme de que Ryan no tuviera ninguna pregunta que deba responder".
"Bien, Ryan." Ella sonrió. “No hemos hablado todavía de Ryan Jedson. Creo que me prometieron algo
detalles tentadores sobre la otra noche y todavía estoy esperando recibirlos ".
“Fui a su casa. Follamos en su sala de estar. Repetidamente. Luego me comí un tazón de cereal y me fui ".
¡Leah! Eres un narrador terrible ".
"No hay mucho en la historia". Esa frase estaba a solo ciento ochenta grados de la
verdad.
"No hay mucho en la historia", se burló Cadence. "Así que este chico muy sexy con el que creciste es acusado
de asesinato, permanece huyendo durante años, y cuando finalmente está libre de todos los delitos, regresa a la ciudad
con dinero saliendo misteriosamente de sus oídos. Luego compra la casa más grande de los alrededores y te invita
para una noche de sexo alucinante. ¿Eso es correcto?
"No. No me invitó. Acabo de llegar. Y luego vine . Mucho."
—Chica asquerosa —cacareó Cadence. "Me encanta."
Podría escribir una miniserie sobre lo que quedó fuera de ese resumen. Pero Cadence había venido de una buena
hogar, una buena familia y una buena infancia. Me estremecí al pensar en cómo reaccionaría a la verdad sobre
mía.
"¿Qué pasa ahora?" Cadence quería saber. "Obviamente, están sucediendo algunos sentimientos
entre ustedes dos ".
"Sí. Nos casaremos mañana ".
"Ahora sé que te sientes mejor porque estás siendo un astuto".
"No sé qué pasa ahora", dije y luego pronuncié la frase de relación más cliché de la historia.
generado. "Es complicado."
Cadence apartó los ojos de la carretera y me sonrió. "Los mejores chicos siempre lo son".
"Hablando de chicos, tengo la sensación de que Tristan y Ryan no se caen bien".
"Meh". Cadence arrugó la nariz. "Esas son solo las reglas de la jungla en exhibición".
"¿Reglas de la jungla?"
"Sí, dos depredadores machos alfa dando vueltas entre sí por temor a que uno pueda intentar orinar en el
territorio de otros ".
Me partí a carcajadas. "Esa es una gran imagen".
Había poco tráfico ya mediados de otoño el aire era agradable incluso en el desierto. Abrimos el
ventanas, canté muy mal junto a la radio y por un rato olvidé que era dueño de un bar que fallaba y
había sufrido un ataque con cuchillo. Acercándome a la autopista junto a mi amigo me sentí joven y no me había sentido
joven desde que regresó a Emblem.
Cuando llegamos a la casa de Cadence, había un montón de autos estacionados en el frente.
"¿Tus padres tienen una fiesta?" Yo pregunté.
“No lo veas como una fiesta. Piense en ello como una celebración de hermandad ".
"¿Qué?"
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Ella rió. “Solo vamos. Están esperando ".
'Ellos' resultaron ser la madre de Cadence, sus hermanas Cami y Cassie, su tía Truly, su tía Jenny,
La prima de Cadence, Izzy, y la novia de su primo Derek, Paige. Al parecer, había incluso más tías.
y primos del establo de la familia Gentry, pero no pudieron llegar con tan poco tiempo de aviso. Como era el
La explosión de mujeres fue abrumadora.
Saylor era la madre de Cadence y me abrazó tan cálidamente como abrazó a su hija. Ellos todos
obviamente me han contado sobre mi terrible experiencia, pero en lugar de insistir en el horror, me recibieron con una
nivel casi vergonzoso de amabilidad, cada uno de ellos tan ansioso por conocerme como si fuera una celebridad y
no una pequeña ciudad callejera de aspecto extraño. Nunca antes había sido el centro de atención de esa manera. Era
desalentador y agradable.
El comedor era el centro de la reunión donde me llevaron a un asiento e inmediatamente me flanquearon
Las dos hermanas de Cadence que me ofrecieron un plato de comida. Cami sostenía a una hermosa niña en sus brazos mientras
Cassie solía acariciar su vientre embarazado. Los dos eran como los dos lados de Cadence; Cami
con una personalidad aguda, ingeniosa y vivaz, mientras que Cassie era todo dulzura y compasión. Verdaderamente fue
de pelo negro, hermosa y claramente sureña. La pareja pelirroja de madre e hija de Jenny e Izzy
estalló en frecuentes carcajadas y ambos siguieron tratando de alimentarme más del pastel de caramelo que habían
horneado. La más tranquila del grupo era Paige, una linda chica universitaria que me sonrió tímidamente y me preguntó
preguntas curiosas sobre cómo era dirigir un bar.
Obviamente, todo esto había sido arreglado por Cadence para hacerme sentir importante y querido. Mi amiga
Entendí que no tenía una tribu como esta en mi vida y ella quería compartir la suya conmigo. me preguntaba
sobre aquellos que no estaban aquí hoy y pensaron lo asombroso que debe ser ser parte de un
extensa red familiar. Inspeccioné la habitación que estaba llena de charlas felices, comida, amor y
Pensé en la suerte que tenía Cadence, rica más allá de lo imaginable. Tener todas estas mujeres increíbles en ella
esquina para llamar cuando los necesitara. Lo que no daría por tener lo mismo.
"Leah". Saylor Gentry envolvió un brazo alrededor de mis hombros y me instó a seguirla con Truly not
muy por detrás de.
Me llevaron al dormitorio principal y me sentaron frente a un tocador con accesorios en el
rincones con fotos de Cadence y sus hermanas y un hombre llamativo que reconocí como el padre de Cadence
porque una vez había pasado por Dirty Cactus con sus hermanos.
Verdaderamente puso una mano suave sobre mi cabeza y examinó los mechones de cabello desparejo. "No soy un
profesional, cariño, pero creo que puedo hacer que esto se vea un poco mejor ".
Tragué saliva. Nunca había sido particularmente vanidosa, nunca había pasado demasiado tiempo frente al espejo. Pero ahora es
era difícil de mirar en uno. Con mi dosel protector de cabello largo perdido, mi cara estaba con los ojos muy abiertos y
expuesto, algunos rasguños visibles en mi mejilla derecha se sumaron a la exhibición del terror de anoche.
Las lágrimas llenaron mis ojos y asentí. Mientras realmente trabajaba cuidadosamente con un par de tijeras rosas, Saylor sostenía
mi mano y me contó historias divertidas sobre las travesuras de la niñez de sus tres hijas y sus exasperadas
padre, Cord. Me encantó escuchar sobre lo que era crecer en un hogar como este con una madre como
Saylor. No podía imaginar un destino mejor.
"Hermosa", declaró Truly, escudriñando sus esfuerzos desde todos los ángulos. Ella creó una parte en el costado para
estilo dramático y usó un rizador para darle más profundidad al look. Aunque tomaría algo de tiempo
solía hacerlo, los resultados no me desagradaron. Mi cabello, que terminaba justo debajo de la línea de la barbilla, ahora parecía un
bob intencional con estilo en lugar de una trágica víctima de un rencoroso Edward Scissorshands.
"¿Te gusta?" Saylor preguntó mientras me sonreía en el espejo.
"Hago." Algo se me cayó de la mano con un ruido sordo y Saylor miró al suelo para averiguar qué era
estaba.
"Es San Cristóbal", le expliqué mientras lo examinaba en su palma. “No soy católico, pero amigo mío
me lo dió. Tal vez sea una tontería, pero cuando lo sostengo me siento un poco más seguro ".
De hecho, lo sostuve porque quería sentirme más cerca de Ryan. Esas emociones aún necesitaban ser examinadas.
En otro momento.
Saylor estaba tan encantada que insistió en pasar una cadena de brazalete de plata a través del bucle de la medalla, así que
Podría usarlo en mi muñeca. No tuve ninguna objeción. Me gustó poder verlo en todo momento.
Truly y Saylor me acompañaron de regreso al comedor y anunciaron una revelación dramática. Hubo un
un montón de exclamaciones e incluso algunos aplausos y aunque la reacción podría haber calificado como
Disfruté de toda su atención excesiva.
El padre de Cadence entró en medio de todo eso y pareció desconcertado. "¿Es hoy un día festivo?
no sabías? "
Su esposa le plantó un beso en los labios. "Reunión del aquelarre".
Cadence corrió a saludar a su padre.
"¿Dónde está tu chico?" le preguntó a ella.
"En casa preparándome la cena".
"¿Tristan puede cocinar?"
“No dije que iba a ser comestible. Probablemente estafaré a mamá con algunas sobras antes de irme ".
Cord aceptó los abrazos de sus otras dos hijas y levantó a su nieta bebé en sus brazos.
Se acercó la noche y los demás invitados comenzaron a partir. Paige tuvo una cita caliente con su novio. Realmente
esperaba una noche tranquila en casa con su familia. Jenny e Izzy estaban conociendo al patriarca de la familia.
en un restaurante de carnes de lujo. Recibí los mismos abrazos al salir por la puerta que cualquier otro miembro de la familia.
Cuando Cami y Cassie anunciaron que también tenían que ponerse en marcha, Cord estaba consternado, pero Saylor
lo tranquilizó con la promesa de que se divertirían aquí, solos, en el nido vacío. Cord y Saylor
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me fascinaba con las muestras abiertas de afecto conyugal que parecían pasar desapercibidas por sus
hijas.
"Estoy robando las alitas de pollo sobrantes", anunció Cadence, apilándolas en un plato y
cubriéndolo con papel de aluminio.
"Y llamo dibs sobre los restos del pastel de caramelo de Jenny", dijo Cassie.
Cami se encogió de hombros. Transmitiré todo. Todavía tengo que perder el peso del bebé ". Ella recuperó a su hija
del abuelo de la niña, que hizo un puchero cuando tuvo que entregarla.
Cuando nos íbamos, Cord Gentry me tendió la mano. "Tu cabello se ve bien, Leah", dijo.
"Nunca sabrías lo que pasó".
Su esposa le lanzó una mirada.
Cord se encogió de hombros. “¿Qué hice? ¿Por qué no puedo decir eso?
"La próxima vez prueba con tacto, papá", dijo Cadence antes de apretarlo en un abrazo.
Dejar la casa de los Gentry no fue como salir de mi casa. Allí siempre inhalé profundamente para respirar
aire fresco sin Luanne tan pronto como estuve más allá de la puerta principal. Aquí miré con nostalgia por encima del hombro a un
casa de la familia y deseaba estar todavía dentro.
"Espero no haberte tomado por sorpresa", dijo Cadence cuando regresamos a su coche.
"Para nada", le aseguré. “Me gusta el mundo del que vienes. Gracias por mostrármelo ".
Ella estaba conmovida. “Todos te amaban. Vuelve y visítanos en cualquier momento ".
Sonreí. "Aceptaré una invitación en cualquier momento".
En el viaje de regreso a Emblem estábamos comiendo alitas de pollo cuando Cadence disparó
me una mirada astuta.
"Te ves realmente sexy", dijo. "Deberías enviarle una selfie a Ryan Jedson para que pueda ver
él mismo."
"De ninguna manera", me resistí, rechazando el agradable aleteo en mi estómago ante la mención del nombre de Ryan.
Realmente complicado.
No había olvidado nuestra perversa discusión en el Cactus antes del incidente de Gina. Yo tampoco podía ignorar
la forma en que mi mente seguía volviendo a la noche salvaje en su casa. O el hecho de que hubo algunos
agujeros en nuestro conocimiento el uno del otro.
No importa lo que hice, Ryan estaba en mi cabeza. Estaba en mi corazón. No había una palabra para lo que éramos
el uno al otro, sin precedentes de la inquietante saga que compartimos.
Pero al regresar a los límites de la ciudad Emblem mientras aún disfrutaba del calor de la familia de Cadence,
maravilló de todas las posibilidades en la vida.
Quizás al final del esquema completamente desordenado de las cosas, se suponía que Ryan y yo íbamos a encontrar
El uno al otro.
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Capítulo dieciocho
LEAH
Mi padre no notó nada. Apenas asintió con la cabeza cuando le dije hola el domingo por la mañana mientras él untaba con mantequilla un
pedazo de pan.
"¿Sabes qué pasó con la tostadora?" preguntó con cierta irritación. "El mango no se pega
la posición hacia abajo ".
"No he tocado la tostadora". Me paré junto al fregadero y empujé mi cabello recién cortado detrás de mi
orejas. Acostumbrarse a ello estaba resultando un proceso lento.
Mi padre me miró entonces y se detuvo, dándose cuenta de que algo era diferente, no estaba seguro de qué
puede ser.
"¿Te gusta mi cabello, papá?" Mi voz se volvió involuntariamente aguda.
“Es más corto”, reconoció. "Se ve bien en ti." Dio un mordisco a su pan antes de moverse
frente a la puerta de la cocina para mirar el reloj de pared.
"Buenos días, hermosa", saludó a una Luanne inmortalizada.
Vomitaría donde estaba si él se arrodillara frente al reloj. El matrimonio de mis padres siempre
me desconcertó con su dolorosamente obvio unilateralidad. Si Eddie hubiera muerto primero, mi madre habría rellenado
sus pertenencias en una bolsa de basura esa misma mañana y se fue volando a Scottsdale para una juerga de compras en el
tarde. En cambio, ella fue la que murió primero y se convirtió en una santa adorada por una congregación de
uno. Muchas veces había estado tentado de arrancar ese reloj de la pared y romperlo con un mazo. Hoy solo
podría ser ese día.
Mi padre acomodó su cuerpo crujiente en una silla de cocina. Se veía un poco más afilado esta mañana, vistiendo
una camisa roja abotonada y un par de pantalones caqui en lugar de una bata vieja o un pijama hecho jirones. Eso me dio un
un poco de esperanza.
"Tal vez podrías pasar por el bar esta semana", le dije. “A todo el mundo le encantaría verte. Todo tu viejo
los cronómetros todavía preguntan por ti todo el tiempo ".
Eso no era del todo cierto. La mayoría de los clientes habían dejado de preguntar por Eddie. El cactus sucio tenía
cambió de gerentes y propietarios en numerosas ocasiones en sus décadas de existencia. La barra fue considerada
permanente pero no lo fuimos.
"Miedo que no tendré la oportunidad de hacer eso", dijo, examinando su rebanada de pan con mantequilla como si fuera el
Rosetta Stone. Esta fue una de esas ocasiones en las que me pregunté cuánto de él se había perdido después de
Muerte de Luanne.
“Bueno, entonces tal vez podamos hacer algo hoy. Solo tu y yo. Podríamos conducir hasta Phoenix o ir
ver una película en Grande ".
Ya me estaba rechazando antes de que terminara de hablar. "Tengo tres episodios más en mi programa
se fue a mirar y luego Nancy pasa por allí con una tarta de manzana ".
"Okey." No debería sentirme herido. Si revisara los recuerdos de mi infancia, encontraría muy pocos que
incluía tiempo de calidad con mi padre. No pude evitar contrastar a Eddie Brandeis con Cord Gentry, quien
resplandecía de orgullo orgulloso al ver a sus hijas mayores y se lanzaba ante cualquier oportunidad de estar con él.
ellos.
"No lo olvides, tienes una cita con el Dr. Hillingham el miércoles a las cuatro y media", le recordé.
él. Yo te llevaré. Sharon ya acordó llevar el bar hasta que yo regrese ".
El Dr. Hillingham era el psiquiatra que había estado tratando a mi padre desde que se negó a comer durante un
semana después del funeral de Luanne.
Pero Eddie no estaba pensando en el Dr. Hillingham. Estaba a punto de lanzar una bola curva en mi dirección.
"He estado considerando vender el Cactus", dijo, tocándose los labios con el dedo.
"¿Venta? ¿De qué estás hablando? ¿Desde cuando?"
Se encogió de hombros, hizo una bola con un pedacito de masa de pan y se lo metió en la boca. Me recordó
de Steven Pike cuando hacía cosas raras con su comida como esa, pero los modales de mi padre en la mesa siempre habían
ha sido insatisfactorio. Luanne solía decir que se alegraba de que no estuviera en casa para cenar seis noches a la semana.
porque verlo comer la ponía enferma.
“Fue solo una idea”, dijo. De repente tiró su pan a la basura y se puso de pie, presionando su
dedos a la cabeza. "Mira, tengo que acostarme un rato".
Tuve la impresión de que estaba tratando de escapar. Su declaración sobre el bar no tenía sentido. Yo Tuve
abordó el tema de la venta del lugar después de la muerte de Luanne, pero Eddie no pudo soportar hablar de ello. Entonces
Hice todo el esfuerzo que tenía para intentar que funcionara. Ahora se despierta una mañana y
comienza a balbucear sobre la venta. No lo entendí.
"Siéntete mejor", le dije.
"Que tengas un buen día, Leah", respondió antes de salir de la cocina arrastrando los pies por el pasillo.
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Ryan se había presentado en el Cactus anoche aunque le aseguré que estaba listo para regresar y que podría
manejar la multitud del sábado por la noche. Tristan y Cadence también habían venido, trayendo a Steven Pike con
ellos. Ryan tomó asiento en su mesa, recordándome la primera noche en que entró por la puerta y
Envió mi mundo a dar vueltas.
Podía sentirlo mirándome, pero no salí de mi camino para hablar con él, al menos frente a Terry. Identificación
se disculpó profusamente con Terry en el momento en que se presentó a trabajar. Le dije que lo sentía, que lo valoraba
como amigo y empleado y odiaba que hubiera sido lastimado.
ya lo"Está bien,
habría Leah",
hecho ". dijo. "Creo que si alguno de los dos quisiera que suceda algo más, entonces
Eso era cierto. No obstante, debería haber iniciado esa conversación mucho antes. Necesitaba alejarme
de esta mala costumbre de evitar temas dolorosos. No solo con Terry. Con mis amigos. Con mi padre. Con
Ryan.
Y sobre todo conmigo mismo.
"¿Puedes perdonarme?" Le pregunté a Terry.
"Ya hecho." Me dio un codazo juguetonamente con el codo de una manera amistosa y un peso se levantó de mi pecho.
Terry no estaba renunciando. Ese capítulo estaba cerrado y podíamos seguir adelante.
En cuanto a Ryan, nuestra narrativa quedó solo a medias escrita.
Mis amigos demostraron ser leales y sensibles a mis deseos. La noticia de lo que me pasó no
viajé y aunque algunas personas exclamaron sobre mi cabello, pude cepillarlo como un deliberado
elección. La idea de todo Emblem mirándome con lástima era demasiado para aceptar. Sin embargo, había decidido
La próxima vez que Gina y Vance fueran lo suficientemente imprudentes como para aparecer en mi bar, me prepararía para lidiar con
Jefe Englewood y llame al Departamento de Policía de Emblem. Cuando le dije eso a Misty, ella puso una mirada divertida en su rostro y
tosió en su mano.
Aunque no nos habíamos dicho mucho, Ryan se quedó hasta la hora del cierre, mucho después del resto.
del grupo se había ido. Incluso se quedó hasta que cerré y me puse detrás del volante, levantando la mano en
un saludo de despedida mientras conducía la corta distancia a casa, dejándome preguntándome a dónde iríamos él y yo
aquí. No tenía ni idea.
El reloj de la cocina me estaba poniendo de los nervios mientras estaba en la habitación vacía y comía una barra de granola. I
Miré a la cara de mi madre detrás de los diales de números romanos. Extendí mi dedo medio, pensando
que una celda en la prisión de la calle probablemente tenía mejor ambiente que la casa de Luanne.
Mi teléfono vibró en mi bolsillo y me sorprendió ver un mensaje de texto de Misty. El bar estuvo cerrado hoy
pero ella dijo que estaba en el vecindario y quería que la encontrara allí. Arrebaté mis llaves y
Se apresuró a encontrar a Misty ya esperando en el estacionamiento.
"¿Podemos entrar?" ella preguntó. Llevaba una bolsa de la compra y seguía mordisqueando una de sus uñas acrílicas.
Después de que la acompañé al bar vacío, pasó un momento mirando en todos los rincones, lo cual fue extraño.
porque aquí no había nadie más que nosotros.
“Solo quería estar seguro”, dijo.
“¿Asegurarse de qué? ¿Qué hay en la bolsa?"
"Algo que no podría darte con un montón de gente alrededor", dijo Misty. Ella retiró una rosa
caja de zapatos, que me presentó con una sonrisa de orgullo. "Abrelo."
Miré en la caja. Parpadeé. "¿Qué diablos es ésto?"
"El cuero cabelludo de Gina Scarpetti".
"¿QUÉ?"
Misty se rió. "Relajarse. Ella no es completamente calva ".
Contemplé fascinado el contenido. El cabello sobre procesado estaba amontonado en una triste pila rubia. I
imaginé cómo debió de aullar Gina cuando se la quitó. Sonreí. "¿Cómo diablos lograste esto?"
“No puedo reclamar todo el crédito. Solo ayudé con la ejecución ".
"¿Qué dijo ella?"
“¿Quién, Gina? Joder, no lo sé. Algo como 'Ayuda, ayuda, sin mi desagradable pelo de culo no me veré tan
basura en mis feos vestidos. Realmente no puedo recordarlo con certeza ".
"Mierda."
Misty se cruzó de brazos. “La perra tuvo que pagar por lo que te hizo. Entonces ella perdió su cabello. Vaya cosa.
Volverá a crecer. Y ese regordete novio suyo perdió algunos dientes. También puede haber perdido un par de
calzoncillos después de que Ryan terminó de asustarlo literalmente ".
"¿Ryan?" Eso me dejó perplejo.
"Si." Ella frunció la boca. "No creo que se suponía que debía contarte esa parte".
"¿Ryan Jedson estaba contigo?"
“Fue el show de Ryan el viernes por la noche. Solo insistí en acompañarme. Ese chico tiene gusto por
venganza. Tengo que admitir que respeto eso ". Misty tomó la caja y la volvió a meter en la bolsa. "Ahora soy
vamos a quemar esto en el basurero más cercano y nunca volveremos a hablar de eso ". Ella sonrió. "Mira, yo
Sé que dije que algo andaba mal con Ryan y sigo pensando que está guardando un secreto, pero tiene algo mejor
puntos y está totalmente loco por ti, así que puedo darle un poco de holgura ".
"Es bueno saberlo, pero no estoy de acuerdo en absoluto con que Ryan Jedson esté loco por mí".
Misty respondió con una sonrisa. "Lo que digas. Por cierto, no sabía si recordabas que yo
tener el día libre mañana. A mi mamá le están arrancando la vesícula biliar en Grande, así que estaré allí todo el día
y planeo quedarme en su casa después de eso ".
"Por supuesto." Le di un abrazo para consolarme. "Estaré pensando en ti y esperando que todo salga bien".
Ella me devolvió el abrazo, luego se apartó para mirarme con una ceja arqueada. "Deberías saber que
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Ryan estará aquí mañana. Los lunes son lentos, pero no estaba seguro de si querías estar solo
después ... bueno, ya sabes. Así que hablé con él y me dijo que vendría ".
Ryan Jedson no necesitaba pasar el rato en el bar en la noche más lenta solo para satisfacer mis miedos. Además yo estaba
seguro que tenía formas más rentables de gastar su tiempo que atender a un puñado de clientes que daban propinas
con cambio suelto.
Misty se marchó y se llevó el pelo de Gina Scarpetti. Traté de imaginarme a Ryan y Misty arrastrándose
alrededor de Emblem la otra noche en una búsqueda de venganza. Era una imagen extraña. Me reí, eché una mirada cariñosa
alrededor del Cactus, y luego encerrado una vez más.
El resto del día transcurrió sin nada en mi agenda. Felizmente hubiera pasado tiempo con
mi padre, si tan solo no se apartara de siquiera una simple conversación conmigo. Tenía su Netflix
espectáculos y sus juegos de cartas ocasionales y sus interacciones diarias con la Sra. Albertson.
Mi estómago rugió, recordándome que solo había comido una barra de granola en el desayuno. El deseo de comer
me recordó las noticias sobre la venta del Emblem Diner. Sería bueno tener un restaurante en
Main Street una vez más. Simplemente no podía adivinar quién habría estado interesado en un restaurante en ruinas en
una ciudad prisionera que se desvanece.
Me congelé y miré hacia Main Street.
Pasó una camioneta de color naranja brillante con una bandera estadounidense asegurada a un poste en la caja. Jarvis Pratt
asomó su cabeza canosa por la ventana del lado del conductor y me saludó con la mano. Le devolví el saludo.
Había alguien con una profunda conexión con Emblem que evidentemente tenía más dinero del que sabía.
qué hacer con. Alguien que ya había mencionado hacer una matanza en el sector inmobiliario. Y la venta del
El restaurante coincidió con las ventas de varios otros negocios cerrados durante mucho tiempo en la ciudad. Si Ryan fuera
detrás de la compra de bienes raíces de las empresas perdidas de Emblem, entonces no entendí por qué él simplemente no
sal y dilo. No podría ser el único en la ciudad capaz de conectar los puntos.
Mientras masticaba esta idea, manejé la corta distancia hasta el Emblem Mart, ya que era el único
lugar cercano que llevaba comida. Excepto por la gasolinera. Y no anhelaba uno de esos recalentados
perritos calientes de hamburguesa con queso por los que el lugar era famoso.
La caja registradora del Mart estaba a cargo de uno de los hijos del propietario. Él fue todo cortesía como
llamó a mi refresco, galletas saladas y salsa de queso. Se parecía a su hermano mayor. Cuando iba a
Emblem High, Raf Rivera era uno de los dioses del fútbol. Ahora estaba en la cárcel por dispararle a un tipo después
una discusión sobre el estacionamiento. Las noticias siempre me molestaban cada vez que me enteré de este o aquel chico que había conocido.
que se había perdido a causa de las drogas o la violencia o devorado por las poderosas mandíbulas de alambre de púas de la prisión.
“Gracias”, le dije al hermano pequeño de Raf Rivera. Traté de recordar su nombre pero me quedé en blanco.
"Que tengas una buena tarde", dijo alegremente. Todavía estaba en la escuela secundaria, lo sabía. Esperaba que encontrara
su camino hacia un camino mejor que el de su hermano.
Comí mi almuerzo improvisado en el auto y decidí hacer algo que rara vez hacía. Conduje a través del corazón
de la ciudad y luego siguió adelante. No hacia Phoenix o Tucson, sino eligiendo la carretera de dos carriles que
se extendía más allá de los límites de Emblem y en el desierto circundante.
De niña, nunca pensé que el desierto fuera bonito. Ryan Jedson fue el que cambió
mi mente, siempre señalando el nombre de un cactus en flor o recitando algún hecho oscuro sobre el
Chuckwallas corriendo para cubrirse. Celeste se preocuparía cuando él desapareciera solo en las caminatas de todo el día, pero
siempre regresaba con algo asombroso como una piel de serpiente de cascabel o un trozo de madera petrificada. Él amó
el desierto. Amaba a Emblem.
"¿No quieres ver qué más hay ahí fuera?"
"No. Me quedaré en Emblem. Es mi hogar ".
Amaba este lugar. Esta ciudad de mierda y este desierto espinoso y andrajoso. Dejarlo debe haber devastado
él.
Conduje por un tiempo, hasta que las sombras comenzaron a cambiar, lo que indica que la altura de la tarde había
Pasó y el sol comenzaba a caer. Y luego me di la vuelta y regresé por donde vine. I
no iba al bar y ciertamente no iba a volver a la casa. Sabía exactamente a dónde debía ir.
Mis nervios decidieron despertar e ir a bailar discoteca mientras escuchaba el eco del timbre de la puerta. I
debería haber llamado.
Respondió una eternidad después y me di cuenta de un vistazo que había interrumpido su entrenamiento. Estaba sudado
vestido sólo con pantalones cortos de gimnasia y zapatillas de deporte y estaba mal que quisiera desesperadamente lamer su reluciente
¿pecho?
"¿Es este un buen momento?" Yo pregunté.
Él ladeó la cabeza. "¿Para qué?"
Comencé a mover mi cabello sobre mi hombro por costumbre. Recordé que no tenía suficiente cabello para voltear
nunca más. Necesitaría un nuevo hábito. "Hacer una parada en."
"¿Es eso lo que estás haciendo?" Esos ojos negros suyos poseían tanto talento. Me podrian desnudar
con un barrido. "¿Detenido por?"
Exhalé con falsa irritación. —Déjame entrar, Ryan. Sin requisitos previos para la entrega de la camisa ".
Se apartó de la puerta y entró en la cavernosa sala de estar. "¿Acabas de ser
¿en el vecindario?"
"Vivimos en un pueblo pequeño." Me detuve y miré la alfombra del área que había albergado una docena de hechos sucios.
"Siempre estoy en el vecindario".
Se sentó en el sofá, su cuerpo largo y musculoso ocupaba dos tercios de la superficie. "Toma asiento".
Me encaramé delicadamente al borde. “Vi a Misty hoy. Quería que la encontrara en el bar. Ella
me mostró algo ".
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Una sonrisa flirteó con sus labios. "¿Qué te enseñó?"
"Usted ya sabe. Ustedes no deberían haber hecho eso. Odiaría que te metieras en problemas ".
"Problemas", se burló. "¿De verdad crees que esos dos risueños van a decirle una mierda a cualquiera?
después de lo que te hicieron Lamerán sus heridas y contarán las bendiciones que no están esperando.
una cita en la corte. Y en caso de que tuvieran alguna duda acerca de la suerte que tenían, dejé en claro que permanecer bajo
en sus mejores intereses porque mi buena voluntad no es infinita ".
"Maldita sea. Recuérdame no ponerme en tu lado malo, Jedson. Lo dije en serio como una broma, pero el comentario hizo
él incómodo de alguna manera. O tal vez no. Se movió ligeramente en el sofá. A veces era duro
leer.
"Por cierto, ¿a qué te dedicas?" Yo pregunté. "Mencionaste algo sobre bienes raíces".
El asintió. “Mientras estaba en el medio de obtener mi título en finanzas, asistí a un seminario de bienes raíces. I
comenzó con la clásica inversión inmobiliaria, aprovechando el volátil mercado inmobiliario de Florida. Movido
hasta oportunidades más emocionantes ".
Recordé cuando Ryan abandonó la escuela secundaria. Me sorprendió saber que ahora tenía una universidad.
grado y estuve a punto de preguntarle si era el santo patrón del Emblem Diner cuando
distraídamente se pasó la palma de la mano por su pecho muy desnudo, muy bronceado, muy tatuado y muy perfecto. Entonces lo encontré
Difícil mantener mi mente fuera de la cuneta adonde pedía desesperadamente ir.
Debería haber traído tu camisa conmigo. Lo lavé ayer ".
El se encogió de hombros. "Te dije que te lo quedaras".
De hecho, esperaba no tener que devolverlo. Me acosté con la maldita cosa anoche, rizándola
contra mi mejilla como una manta de seguridad.
"¿Te dije que me quedaría en tu vieja caravana?" Yo pregunté.
"No." Él estaba sorprendido. "¿Cómo?"
“Duermo mejor allí. De hecho, duermo en la habitación de tu madre ". Quería decirle algo sobre su
madre, sobre la última conversación que tuve con Celeste Jedson. Pero cuando apretó los labios en
dolor y rápidamente me di la vuelta, lo tomé como un rechazo. Ryan dijo que algunos temas estaban fuera de los límites.
"¿Duermes mejor en un remolque congestionado que en tu propia casa?" preguntó, todavía mirando hacia otro lado.
"Es la casa de mis padres". Era la casa de Luanne . "No puedo respirar allí".
Su mano encontró la mía. Nuestros dedos se entrelazaron inocentemente. Notó el brazalete en mi mano derecha, el
La cadena que me había dado Saylor Gentry para que pudiera llevar la medalla de Ryan. Me pregunté qué pasó con el
el original. En este punto estaba seguro de que nunca lo sabría.
"Entonces, ¿qué has estado haciendo hoy?" preguntó, aligerando el estado de ánimo.
“Llevo una vida emocionante. Después de que Misty se fue, comí un delicioso almuerzo de queso y galletas saladas en mi auto. Luego
dio un paseo. Luego vino aquí ".
“Queso y galletas saladas”, dijo y por alguna razón eso lo hizo reír. "Probablemente vino en uno de
esos paquetes de loncheras para niños con esa mierda de color naranja brillante que sabe a plástico salado ".
"Exactamente. Dios, estuvo bien ".
"Tengo una parrilla de gas de primera línea incorporada en el patio trasero", dijo como si eso tuviera algo que ver con
de lo que estábamos hablando.
"Eres afortunado."
"También tengo un par de filetes de costilla de primera calidad que se enfrían en el refrigerador". Arqueó una ceja. "Tú
no decidiste ser vegetariano de repente, ¿verdad? "
"Nunca."
"Entonces, ¿qué tal si me dejas hacerte la cena?"
"¿De verdad, harías eso?" El desenfrenado entusiasmo en mi voz fue doloroso incluso para mí.
Los dedos de Ryan todavía estaban entrelazados con los míos. Gentilmente llevó mi mano a los labios y besó tiernamente la
nudillos a la manera de un verdadero aristócrata de un libro de cuentos.
"De verdad", dijo con toda seriedad.
“Me encantaría quedarme a cenar”, dije. Era la verdad.
Él se paró. "Y para no asustarte con mi hedor a sudor, primero me ducharé".
Mierda, quería ver eso. Habría pagado todo el dinero para ver eso.
Pero Ryan estaba hoy de un humor caballeroso, no sucio. Encendió la televisión de pantalla grande que
se había escondido detrás de un panel de pared de madera. Luego me sirvió una copa de vino tinto, que entregó
a mí con un guiño.
“Relájate y siéntete como en casa”, dijo. "Puedo ser un idiota, pero soy un gran cocinero y cuando
Vuelve, voy a prepararte una cena de perfección incomparable ".
"Suena bien", dije.
Me acomodé en el sofá con el control remoto de la televisión y esperé su regreso. La sonrisa en mi rostro se sintió
extrañamente permanente.
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Capítulo diecinueve
Ryan
Cuando Leah apareció en mi puerta pensé que tal vez Eddie se había confesado. Ella podría estar furiosa, escupiendo
uñas, llamándome todas las palabras obscenas del diccionario. La única razón por la que no le había contado sobre el sucio
Cactus yo mismo era porque no podía soportar acumular sus problemas todavía. Estar aterrorizado por un par de
chiflados con cuchillos y perder el negocio familiar en una semana sería demasiado para cualquiera.
cordura.
Ella y Eddie habrían perdido la barra en primavera de todos modos si yo no hubiera intervenido. Y en el último
cuarenta y ocho horas había estado pensando mucho, ideando un plan que la mantendría allí durante
mientras ella quisiera quedarse. Realmente esperaba que quisiera quedarse por mucho tiempo. Solo necesitaba elegir
el momento adecuado para presentar la idea.
Pero no, ella no estaba aquí para hablar del bar en absoluto. Eddie no le había dicho nada.
Entró de puntillas a mi casa con una sonrisa tímida, vistiendo un atuendo muy típico de Leah de jeans y un
Camiseta del estado de Arizona. Vi como su mano se fue inmediatamente a su cabello porque todavía no estaba acostumbrada,
todavía estaba insegura de sí misma.
Y maldita sea, mi corazón se detuvo.
Mientras me sentaba mirándola inquietarse en mi sofá mientras usaba esa maldita medalla en su muñeca, no pude
conquistar la poderosa conexión entre nosotros. Algo más que amistad y más que físico
y más que el laberinto mutuamente retorcido de nuestro pasado. Algo que nunca había planeado pero que no me importaba
resistir.
Leah no pudo ocultar su placer por que la invitaran a cenar. Ella se asombró cuando le traje un
copa de vino, como si este fuera un tratamiento estrella que nunca antes había encontrado. Ella estaba feliz de ser tratada
bonito. Eso me afectó.
Después de ducharme, planeé vestirme de manera informal y luego cambié de opinión. El estante de etiquetas caras forradas
en mi armario no había tenido ningún uso desde que regresé a Emblem. Elegí un Ralph Lauren atemporal
básico negro de dos piezas. Camisa blanca. Sin corbata. No es el conjunto más práctico para arrojar trozos de sangre
carne a la parrilla, pero que así sea.
Leah estaba claramente impresionada. Ella se sonrojó e intentó sorbos cultos de su vino mientras bromeaba diciendo que
Realmente debería haberme vestido mejor antes de venir. Ella se unió a mí en el patio trasero mientras yo
preparó la comida. Me alegré por el clima otoñal. Asar a la parrilla con un traje en el abrasador verano de Arizona
no habría sido nada divertido.
Comimos en platos de papel en el mostrador de la cocina porque, aunque tenía siete cifras a mi nombre,
no había movido un juego de platos conmigo desde Florida. Leah estaba encantada de todos modos. Ella me permitió rellenar
su copa de vino y tomó bocados delicados de su bistec bien hecho y verduras asadas.
Y mientras la miraba, consideré con qué tipo de hombre soñaría Leah Brandeis. Seguro ella
Disfruté ensuciarme en el piso de mi sala de estar, pero estaba completamente abrumada por este romántico
tratamiento, por un tipo que era capaz de considerarla como realeza. Yo podría ser ese tipo. El que
no solo estaba tratando de satisfacer su propio placer, sino que necesitaba hacerla sonreír, hacerla sentir bien y
seguro y deseado. Y tan hermosa como ella realmente era.
"Tienes una expresión en tu cara", me informó, tocando mi pierna. "¿Qué estás pensando?" Ella
no estaba borracho, pero el vino la había relajado.
"Está oscureciendo temprano estos días".
Ella miró por la ventana. “Ni siquiera me había dado cuenta. Quizás debería irme en un rato. Este vino
el zumbido desaparecerá pronto ".
Cogí su mano. "¿Quieres ir?"
Me vio acariciar su mano pequeña en la palma de la mano grande. "No, no quiero ir".
La puse suavemente en mi regazo. "Yo tampoco quiero que vayas".
Leah se acomodó contra mi pecho como si hubiera sido moldeado para ella. Ella se derritió dentro de mí antes de retroceder
chupando su labio inferior y dándome una mirada extraña.
"Sobre la otra noche", dijo. "La pelea que tuvimos".
Quería estrellar mi cabeza contra una pared cuando recordaba las cosas que le había dicho. Y si no me hubiera ido
ella sola en ese momento nunca habría sido atacada.
Leah, eso fue mi culpa. Lo siento mucho." Lo lamenté muy bien. Lamenté más de lo que ella sabía, más
de lo que podría admitir ahora mismo sin aplastarla.
Ella asintió una vez, pero algo aún la molestaba. "No he estado con muchos chicos", dijo.
respirando hondo. Quiero decir, obviamente estaba Terry. Y algunos novios universitarios. Y bueno, a ti. I
Sé que hablé un buen juego y te dejo pensar que conocía mi camino. Pero no tengo una larga tradición de
casualmente atornillar. Solo ... quería que supieras eso ".
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Leah no me debía una explicación. Me importaría menos si se hubiera acostado con tres hombres o con veinte. Ellos
no eran nada. Viejas noticias. Como cualquier persona con la que había estado antes. Ella estaba aquí conmigo ahora.
"Me disculpo profundamente por hacerte sentir como si tuvieras que decirme eso", le dije. No lo hiciste. Y ya que tu
expuso su vida al desnudo, yo puedo hacer lo mismo. Me recuerdas como era antes de dejar Emblem. No soy la
el mismo bastardo arrogante que era en ese entonces. No fuiste el único que habló bien la otra noche.
Pero te juro que no tengo la costumbre de tratar a las mujeres como si fueran juguetes ".
Ella me examinó durante unos segundos. Luego negó con la cabeza con incredulidad. "Parece imposible."
"¿Que hace?"
“Que esto podría ser real. Que me estarías mirando de la forma en que me miras ahora ".
Fruncí el ceño. "¿Por qué?"
Cerró los ojos con fuerza y se dio la vuelta antes de hacer la siguiente pregunta. "¿Te compadeces de mí, Ryan?"
"Para nada."
"Porque no soy un pajarito herido que ruega que lo recojan".
"No te veo como un pájaro herido, Leah".
Me miró de nuevo, sus ojos me advirtieron que no la tomarían por tonta. "Entonces que ves
yo como?
"Hermosa." Le metí el pelo corto detrás de las orejas. Ahuequé su dulce rostro en la palma de mi mano
y rocé mis labios con los de ella. "Eres hermosa."
Abrí sus labios con mi lengua y la sentí ablandarse en mis brazos. Nunca había sido un gran beso, lo encontré
un aburrido preludio de opciones más emocionantes, pero me perdí cuando besé a esta chica.
No se parecía en nada a las mujeres que me atraían en mi vida en Florida, todas altas, voluptuosas,
confiadamente sofisticado. Y mis relaciones con ellos siempre fueron agradablemente distantes, ancladas por
compatibilidad social mezclada con el sexo. La cruda montaña rusa emocional que acompañó a Leah fue una nueva
sensación, una de la que no podía alejarme. Me negué incluso a pisar los frenos.
Ella gimió en mi boca cuando la levanté en mis brazos. Después de esta sesión de besos calientes y pesados, mi
La polla estaba lo suficientemente dura como para romperme la cremallera, pero no tenía prisa. La llevé por el pasillo hasta mi
dormitorio donde el único mobiliario era una cómoda y una gigantesca cama tamaño king de California.
Dejé a Leah de pie a los pies de la cama y agarré el costado de su camisa, tirando hacia arriba hasta que estuvo
sobre su cabeza. Lo tiré al suelo. Su sujetador era de encaje rosa dulce y se uniría a la camisa en el
piso en unos minutos.
"Recuéstate", le susurré, acomodándola en la cama.
Leah se incorporó sobre los codos y observó mientras me quitaba la camisa. Abrí mis pantalones para exponer el
bóxers negros debajo, pero aún no se deshacen de ellos.
Mis manos se deslizaron por sus piernas, separándolas mientras masajeaba sus muslos, subiendo poco a poco hasta que llegué
la cintura de sus jeans. Abrí el broche, desabroché la cremallera, toqué las bragas de algodón que esperaban
debajo.
"Ryan". Su cabeza cayó hacia atrás mientras gemía mi nombre. Sus brazos se estiraron sobre su cabeza mientras me desnudaba
se quitó los jeans y se unió a ella en la cama, arrodillándose entre sus piernas.
Joder, quería estar adentro. Sin embargo, quería adorarla más.
Mi boca fue a todas partes, explorando la planitud de su vientre, sumergiéndose bajo el elástico de su
bragas, rodando sobre su pecho y destapando un pecho a la vez para ser chupado y celebrado hasta que ella
se estaba volviendo loca, deslizando su propia ropa interior húmeda hacia abajo, luego tratando de empujar mis pantalones. yo finalmente
Ayudé y emitió un gemido profundo cuando mi polla rozó su centro tierno.
Nunca había penetrado en nadie con tanta ternura, con tanto cuidado. La besé mientras poco a poco empujaba profundamente y
sus brazos estaban envueltos alrededor de mis hombros, sus piernas rodeando fuertemente mi cintura. El vínculo entre nosotros era
tan profundo, tan irreversible mientras me movía dentro de su cuerpo y pensamientos locos recorrían mi cabeza.
Pensamientos sobre cómo Leah debería ser mía. No solo por unos minutos en mi cama. Verdadero. Como ella quería
ser - estar. Y como yo quería que ella fuera.
"Quiero correrme dentro de ti", le susurré al oído, empujando lentamente para hacer que el momento dure tanto
como sea posible.
Había visto las píldoras anticonceptivas en su bolso cuando las recogí la noche de su ataque. Entonces el riesgo
no era enorme. Pero nunca tomé uno. La noche en que Leah se paró en mi puerta y desafiante
se quitó la camisa, algo se movió en mí y no pude explicar por qué tocarla me puso del revés,
o por qué mi reacción hacia ella fue tan poderosa y primaria que dejé de lado la actitud cautelosa y cautelosa que
guardé durante años e hice cosas que nunca hice.
"Sí", suspiró, amando esto, sus caderas balanceándose con las mías y casi enviándome al límite.
Me retiré y luego volví a meterme en ella, insoportable centímetro a centímetro. "¿Si que? Dime que tu
quiero de mí, bebé. "
Ella gimió. "Sí, quiero que vengas dentro de mí".
Escucharla decir que me destrozó. Ningún poder en la tierra podría haberme obligado a reducir la velocidad ahora. El paso
acelerado con fuerza. Dejó escapar un grito y hundió la cara en mi hombro cuando alcanzó su límite y se corrió. I
no pude evitar seguir y terminé golpeando la cabecera con un rugido porque la fuerza
de esa explosión fue tan jodidamente fuerte que no pude soportarlo y estaba tan profundo en ella que nunca podría llegar
fuera. No salí de su cuerpo hasta que no quedó nada.
Jadeamos juntos después de lo sucedido y me largué con cuidado para no aplastarla.
"Eso fue ..." Su voz se fue apagando y su brazo cubrió su rostro.
Me incorporé. "¿Eso fue qué?"
Descubrió su rostro y me miró a la luz apagada que brillaba desde el pasillo. "No tengo un
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palabra para eso ".
"Sólo dime la verdad. Eso es lo mejor que has tenido ".
Ella me empujó. Eres engreído.
"No." La abracé. "Soy observador". Y porque no había olvidado mi compromiso de hacer
En esta ocasión romántica la besé con lenta ternura. "Yo tampoco tengo una palabra para eso,
cariño."
"Ryan". Sus dedos rozaron ligeramente mi cara mientras sus palabras se escuchaban entre besos. "Nunca supiste
esto, pero una vez fuiste todo lo que siempre quise ".
"Entonces quédate aquí". Tomé un descanso de besarme para apoyarme en mis codos y acariciar sus sienes con mi
pulgares. Quédate conmigo toda la noche, Leah.
Estaba feliz de deslizarse entre mis sedosas sábanas y permitirme cubrirla con el grueso edredón. Nosotros
no dormí, no de inmediato. La hora no era lo suficientemente tarde. Nos disfrutamos y la próxima vez que ella
me montó mientras nos miramos a los ojos todo el tiempo. Luego la metí en la cama, encendí la televisión y
Le dije que se quedara quieta y se relajara mientras yo daba un paseo desnudo hasta la cocina para preparar un lote de crepes.
Ella aplaudió cuando volví con una bandeja llena y no podía recordar la última vez que me sentí tan
feliz como me sentí al verla ruborizada y esperándome en la cama con una amplia sonrisa. Comimos crepes
destruyó otra botella de vino y volvió a hacer el amor antes de empezar a bostezar.
Cuando finalmente apagué las luces para que pudiera dormir, la oscuridad se burló de mí.
¿Cómo podría decírselo?
Yo tenía que decirle.
Cada hora que mantenía en secreto la venta del Dirty Cactus era lo mismo que mentir. Tendría que ser
mañana. Mañana estaríamos solos en el bar. Mañana tendría todos mis hechos, cifras y planes
listo para mostrárselo.
Esto funcionaría. Nos iba a funcionar.
En cuanto a la razón por la que la perseguí en primer lugar, nunca me había avergonzado más de cuáles eran mis intenciones.
había sido. Había estado guardando un formidable rencor por una situación que estaba lejos de ser blanco y negro. La
Cuanto más tiempo pasaba con Leah, menos me convencía de que ella hubiera sido capaz de cometer semejante traición. Y yo
Me estremecí al pensar en lo que Luanne podría haberle hecho para que hablara en primer lugar. Considerando
La inclinación de Luanne por la crueldad nunca debí haber tomado una sola palabra al pie de la letra.
Leah suspiró en sueños a mi lado. Envolví mis brazos alrededor de su cuerpo mientras mi pecho apretaba un nuevo
manera que sucedió solo cuando estaba con Leah. No sabía cómo llamarlo. Pero estaba empezando a creer
ella no pertenecía a ningún otro lugar más que a mis brazos.
Justo como estaba empezando a creer que esto podría ser cómo nuestro desgarrador, a veces amargo y
Se suponía que la historia siempre complicada iba a terminar.
Conmigo y con ella.
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Capitulo veinte
LEAH
La felicidad era embriagadora.

Eso es lo que seguía pensando durante mi ducha la mañana después de una noche asombrosamente increíble con
Ryan. Me había ido a casa sólo porque no quería volver a ensuciarme con la ropa de ayer. Más
Necesitaba una ducha larga junto con un tiempo a solas para procesar cómo mi mente había estado completamente
impresionado por el lado romántico de Ryan.
Después de un desayuno de panqueques, preguntó si podía bajar al bar más tarde antes de que abriera. pensé
su solicitud parecía nerviosa, lo cual era adorable. Por supuesto que podría. No podía tener suficiente de él. I
le envió un mensaje de texto a Cadence para que me llamara a la hora del almuerzo y ya estaba ensayando todos los puntos más finos que necesitaba
compartir con ella.
Me sequé con la toalla y decidí ponerme un vestido azul que se adaptaba mejor a la primavera y el verano.
pero combinado con un cárdigan negro estaría bien. Me estaba acostumbrando a peinarme el pelo corto e incluso
Trabajó un poco de magia con el rizador para duplicar el aspecto que Truly me había dado. Tomé tanto tiempo
arreglando que perdí algunas llamadas en mi teléfono, que había quedado en mi cama.
Pensé que era extraño que Tristan llamara tres veces y luego me dejara un mensaje de voz diciéndome que le devolviera la llamada.
cuando tuve la oportunidad. Por otra parte, el cumpleaños de Cadence se acercaba pronto. Quizás su novio quería
alguna aportación sobre cómo sorprenderla.
Respondió de inmediato cuando lo llamé. Leah. ¿Estás bien? ¿Donde estas?"
“Uh, estoy bien. Estoy en casa. ¿Por qué, qué pasa?"
Tristan exhaló un profundo suspiro. “Llevé a Pike a desayunar esta mañana. Sabes como el tipo es amable
de deambula en una confusa niebla la mayor parte del tiempo? "
"No, Tristan, eso pasó totalmente desapercibido".
“Espera, voy a algún lado con esto. De vez en cuando, Pike tiene una especie de momento de
iluminación, cuando un recuerdo que había perdido surge de la nada ".
Tristan hizo una pausa, esperando a que reaccionara.
"Ya veo", dije, aunque no estaba seguro de haberlo visto. Entonces una extraña sensación se apoderó de mí al recordar un
conversación de seis años.
"Creen que se lo confesó a alguien".
"¿A quién?"
"A mi."
Maldita sea, Leah.
Respiré, preparándome para lo que Tristan inevitablemente me diría.
"¿Qué tipo de memoria recuperó Pike?"
Tristan tardó mucho en responder. Cuando habló, las palabras salieron lentamente.
Pike dijo que alguien debería advertirte. Dijo que Jedson lo sabe ".
Fruncí el ceño. "¿Advertirme sobre qué?"
Tristan suspiró una vez más. El hecho de que estuviera dudando era alarmante en sí mismo porque normalmente
Tristan Mulligan no tuvo ningún problema en escupir lo que estaba en su mente.
“Esta parte no tiene sentido”, dijo Tristan. "Pero Pike seguía insistiendo en que era verdad".
"¿Qué es verdad?"
“Pike dice que Ryan Jedson sabe lo que hiciste. Y te odia por eso ".
Tristan pensó que eso no tenía sentido.
Oh, pero podría tener sentido.
Podría tener un sentido terrible e incomprendido.
Tristan trató de protestar cuando lo interrumpí y le dije que tenía que irme. Terminé la llamada de todos modos y le dije
él me pondría al día con él más tarde.
Una frialdad floreció en el interior, en algún lugar profundo e intocable, y comenzó a extenderse. Saqué mi
el suéter se cerró sobre mi pecho como si eso fuera a ayudar.
¿Qué fue exactamente lo que Ryan pensó que hice?
Steven Pike había jurado que no se lo diría a Ryan por miedo a lo que Ryan me haría. Sin embargo, ese todo
El torbellino de un intercambio había tenido lugar cuando todavía me estaba recuperando del giro de los acontecimientos y no
incluso tener la oportunidad de explicarle adecuadamente a Pike que no, no fui yo quien puso las cosas en movimiento. Yo no era
el que había ido a la policía.
Eso dejó una pregunta importante sobre Ryan Jedson.
Si asumió lo peor y me odió como dijo Pike, ¿por qué me habría buscado?
No lo habría hecho.
Me habría maldecido y me habría dado la espalda.
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Había sido culpable de no haber logrado hablar con Ryan sobre por qué la policía lo miró cuando estaban
buscando al asesino de Harry Beckett. Tal vez si le hubiera dicho que no hubiera hecho ninguna diferencia en esto.
punto.
Pero si lo hubiera sabido todo el tiempo ...
Giré sobre mis talones y salí corriendo de la habitación. Mi padre no estaba en la cocina ni en la sala de estar ni en su
Cuarto. Lo encontré sentado en una vieja silla de mimbre retorcida en el patio trasero, su tableta apoyada en el
mesa que una vez había sido parte de un costoso juego de picnic mientras miraba con atención absorta a uno de sus
espectáculos estúpidos.
"Padre." Fue un susurro. Aclaré mi garganta para fortalecer mi voz. "Papá, necesito hablar contigo".
Miró hacia arriba. Luego presionó un botón en la tableta y suspiró. "Supuse que lo harías".
"¿Lo hiciste?"
"Si. Traté de contarte sobre la venta. Simplemente no pude encontrar las palabras ".
¿Venta?
Mi sangre dejó de correr por mis venas. "Encuéntrelos ahora, por favor".
Exhaló un par de veces más y movió los pies hasta que estuve tentado de agarrarlo por el cuello.
y hacer que ahogue las palabras.
"Vendí el Dirty Cactus, Leah".
Negué con la cabeza. "No lo hiciste."
"Yo hice. Recibí una oferta y me pareció una buena idea, así que firmé ".
No lo haría. No pudo . ¿Sin decírmelo?
"Espera, ayer por la mañana, cuando empezaste a decir que estabas pensando en vender, estabas mintiendo
porque en realidad ya lo habías decidido ".
Soltó un profundo suspiro, esta confesión lo alivió de una carga. “Sí, ya lo había decidido. En
hecho ya firmé. El trato está hecho ".
"¿Y por qué diablos no me dijiste eso?"
Se estremeció ante la ira en mi voz. Entonces decidió enfurruñarse. "No necesito pedir su permiso para
vender mi barra ".
Había vendido el Dirty Cactus. Detuve el curso de toda mi vida para volver a casa y encargarme de eso.
bar para él y lo vendió directamente desde debajo de mí sin ni siquiera una advertencia de cortesía. Ahora él
Tuve el descaro de estar irritado porque lo estaba interrogando.
No estaba dispuesto a dejarlo libre. Lo había dejado fuera del apuro durante demasiado tiempo.
Déjame explicarte algo, papá. No tengo vida porque he estado muy ocupado gestionando tu bar.
Y ahora dices que lo has vendido por capricho sin siquiera discutirlo conmigo y no crees que lo haya hecho.
un derecho a estar molesto? "
Un destello de culpa rodó por su rostro y luego desapareció. “Pensé que esto sería lo correcto. I
puedo darte algo de dinero. Puedes volver a la escuela. No tienes que quedarte aquí en Emblem ".
“¿Qué pasa con las personas que trabajan para nosotros? ¿Qué pasa con ellos?"
Parpadeó un par de veces. No se le había ocurrido la suerte de los empleados del bar.
“¿Los nuevos propietarios planean siquiera mantener el bar funcionando? ¿O lo van a demoler y construir
¿algo más?"
Eddie estaba pensando. Obviamente, estas no eran preguntas que él había hecho. Acababa de firmar con su nombre.
“¿Y qué quieres decir con que no tengo que quedarme en Emblem ahora? Es cierto que de repente no tengo
trabajo, así que hay que lidiar con eso. ¿Pero se supone que debo dejarte aquí solo, escondiéndote en este Luanne?
santuario de una casa?
Eso lo enfureció. Cuida tu boca, Leah. En cuanto a que yo esté solo en la casa, eso no es nada para ti
de qué preocuparse porque Nancy se mudará la próxima semana. Tendré mucho dinero de la venta del bar.
Vamos a conseguir un lugar de verano. Viviremos allí la mitad del año. Nancy siempre ha querido una casa en
Lago Tahoe."
"¿Nancy?" Luché por mantener el ritmo.
El asintió.
"Señora. Albertson, ¿el viejo vecino de buen corazón que ha estado actuando como su enfermera?
Asintió de nuevo.
Mi voz estaba subiendo. "Así que déjame ver si lo entiendo. Has vendido el bar y estás comprando unas vacaciones
casa en Lake Tahoe con Nancy Albertson? "
La sobrecarga sensorial era demasiado para afrontarla. Tantos nuevos desarrollos para procesar hoy. La
el chico del que me estaba enamorando aparentemente me despreciaba. Mi padre había vendido el Dirty Cactus. Y ahora se iba
vivir en Lake Tahoe con Nancy Albertson, de sesenta años.
"Y ahora puedes irte y volver a la escuela", anunció de nuevo como si debiera ser elogiado por
resolviendo con éxito un gran problema, el problema de cómo empujar a Leah por la puerta y liberarse
de una hija molesta.
"Padre." Tragué. El acto dolió. “Realmente no quiero volver a la escuela. Ya te lo dije ".
"Eh." Él frunció el ceño. "Bueno, tal vez puedas conseguir otro trabajo".
Mordí el interior de mi boca en un intento por aplastar mis lágrimas. "¿Quién es el comprador?" Yo pregunté. "¿Quién compró el
¿bar?"
Apenas podía creer que el Dirty Cactus se hubiera ido. ¿Qué dijo de mí que perder una barra deteriorada?
picada tanto como si hubiera perdido a mi mejor amigo?
"Ryan Jedson", dijo.
"¿Qué hay de él?"
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"Ryan Jedson lo compró".
Pensé que lo había escuchado mal. "¿Ryan Jedson compró el Dirty Cactus?"
"Sí."
"¿De qué estás hablando? ¿Cuándo diablos sucedió eso? "
Eddie tuvo la gracia de parecer vagamente incómodo ahora. "Se detuvo la semana pasada".
Mi corazón latía con fuerza y luché por mantener mi voz tranquila. "Pasó y se ofreció a comprar el bar
¿así?"
Luego se olvidó de mencionar una palabra a pesar de todo el tiempo que pasamos juntos.
Pero, ¿y si tuviera una razón? ¿Y si tuviera un plan?
“Pike dice que Ryan Jedson sabe lo que hiciste. Y te odia por eso ".
Mi padre estaba listo para explicar. “Él trajo el papeleo con él. Le pregunté a Donald Brass, mi patrimonio
abogado, que lo revisara y Don dijo que todo se veía bien. El notario me vio firmar y el dinero
se transferirá directamente a mi cuenta hoy ".
Esto estaba mal, mal, todo estaba muy mal. Me estaba sintiendo sofocado por todas las capas de
engaño. Tuve que dejar de lado la participación de Ryan por un segundo y concentrarme en mi padre. Hace semanas yo
mencionó el regreso de Ryan a Emblem y Eddie simplemente se encogió de hombros. Seis años antes, después de que regresé
de unas vacaciones forzadas a una granja de Idaho para visitar a parientes lejanos, la reina Luanne me ordenó que
Nunca vuelva a mencionar el nombre de Ryan Jedson en su casa. Ryan se había ido hace mucho y para mi sorpresa, Celeste
ya no vivía en el remolque. Y nadie me decía nada. Una vez que arrinconé a mi padre en su
oficina en el bar y exigió respuestas, pero solo parecía asustado, murmurando algunas tonterías sobre
cómo Ryan Jedson era un peligro para todos nosotros. Luego me dio cinco dólares y me dijo que fuera a comprar un refresco a
el Emblem Mart antes de advertir que no debería bajar más al bar porque había
hombres peligrosos acechando.
Desafié a mi padre con la más severa de las miradas. "Vendiste el Dirty Cactus, el bar que más te gusta
de lo que amas a tus hijos, a un hombre que asumiste durante mucho tiempo como un asesino ".
Eddie desvió la mirada. “Es muchas cosas. No es un asesino ".
“Siempre lo supe. Luanne siempre lo supo. ¿Cuándo lo supiste, papá?
Una brisa atravesó el patio, levantando pequeñas nubes de polvo. Eddie continuó observando el
suelo, manteniendo sus pensamientos encerrados dentro. Déjelo intentar. Terminé de vigilar las puertas del castillo.
El golpe de la verdad fue ensordecedor. Necesitaba salir.
"Ella me amenazó, ya sabes", le dije. "Ella me hizo decirle cada palabra que Ryan me había dicho y
luego lo giró y lo usó contra él. ¿Sabes por qué, papá?
"Basta, Leah". La expresión vaga y aturdida que había usado tan a menudo desde la muerte de Luanne había
desapareció. "Ella estaba tratando de protegerte".
"¡Ella no era! Ella estaba tratando de vengarse. Porque la apartó. Porque no la quería
de la forma en que ella lo deseaba ".
Mi padre hizo una mueca. Si mi propio corazón no hubiera estado en proceso de ser devastado, me hubiera importado.
Pero ahora no podía sentir mucha lástima por el hombre que me había fallado tantas veces.
"Necesitaba estar fuera de nuestras vidas", se quejó. “Para que podamos seguir siendo una familia. Por eso ella dijo
él."
¿A quién le dijiste, Ryan? ¿Qué le dijo ella?
Sabía que Luanne había avisado a la policía con su historia de mierda. Ella le había prometido que lo haría. Pero cuando
Luanne me dio permiso para regresar a Emblem. Fui secretamente a la estación. Tuve una conversación
con Mike Englewood, el detective asignado al asesinato de Harry Beckett. Los fríos ojos azules de Englewood
me vio balbucear y vacilar mientras trataba de decir que cualquier afirmación que mi madre había hecho con respecto a Ryan
Jedson no era cierto. Englewood no estaba impresionado. Dijo que había pruebas y que todo el asunto estaba
No depende de mí. Luego dio vueltas alrededor de su escritorio con la facilidad de un cazador natural y me
pared. Disfrutó de mi miedo cuando exhaló aliento de puro en mi cara con una advertencia de que si alguna vez decía
Otra palabra que contradiga a mi madre, encontraría la manera de enviarme a un centro de detención de menores. 'Y flaco, débil
las niñas como tú, Leah, no suelen volver de allí enteras. Me abrí camino libre
mientras reía. Salí corriendo por la puerta, comprendiendo que Luanne había adquirido un aliado importante.
Había trabajado horas extras para asegurarse de que el nombre de Ryan fuera barro.
Pero había algo más que nunca se me había ocurrido. Nunca me pregunté si tal vez antes de que él
Ryan se había enfrentado a ella por primera vez.
"Papi." Usé un antiguo término cariñoso, con la esperanza de molestarlo lo suficiente como para decir la verdad. "Escuchaste
¿Mamá le dijo algo a Ryan?
"Ryan Jedson sabe lo que hiciste".
Las piezas de un terrible rompecabezas encajaron de una manera espantosa.
"Necesito saber. ¿Mamá le dijo a Ryan Jedson que fui yo quien dijo que había matado a Harry Beckett, que yo
planeaba decirle eso a la policía?
Respiraba con dificultad. "No importa ahora".
"A mi me importa."
Los ojos de Eddie se encontraron con los míos y estaban llenos de desafío. "Ella le dio esa impresión, sí".
"Y te odia por eso".
Inhalé bruscamente. Mi mente estaba tan confusa que no estaba preparada para el repentino grito de Eddie.
"¡Queríamos asegurarnos de que nunca más te tocara, Leah!"
"¿De qué diablos estás hablando? Ryan no me habría tocado. Yo tenía quince. Yo tenía un enamoramiento tonto
en él. No fue recíproco ".
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Actuó como si no hubiera hablado. “Estábamos muy preocupados. Nosotros dos. Muy preocupado por lo que
hacer."
“¿Estabas preocupado? ¿Acerca de mí? Tal vez debería haber estado más preocupado cuando su esposa
se estaba aprovechando de tu vecino adolescente ".
Se puso de pie y me abofeteó. Mi padre nunca me había golpeado ni, que yo sepa, a nadie más. El golpe
no fue difícil. Apenas sentí el escozor, pero mi mano cubrió mi mejilla y una lágrima salió de mi ojo.
La cara de Eddie estaba roja. Se sentó de nuevo y cruzó las manos frente a él, mirándolos como
si no podía creer que uno de ellos se hubiera portado tan mal.
"No quise decir eso", susurró. "Me disculpo."
Quería correr en círculos mientras gritaba a todo pulmón, pero necesitaba enderezar algo.
salir primero. "¿Mamá acusó a Ryan de ... hacerme algo?"
Ahora estaba confundido. "¿No le dijiste que lo hizo?"
"¡No! Yo nunca dije eso. Nunca. Y nunca sucedió. Si eso es lo que dijo, se lo inventó, papá. Ella
jodidamente inventado! "
"Oh." No pareció sorprendido. Unas décadas de casado con Luanne insensibilizarían a cualquiera. "Soy
miedo de que tu madre se exagerara a veces —suspiró con indiferencia, como si estuviera hablando de una mujer que
fue culpable de agregar demasiada azúcar al glaseado del pastel.
“Entonces Ryan Jedson cree que la razón por la que tuvo que irse de la ciudad fue porque dije que era un asesino
¿Quién había intentado abusar sexualmente de mí? "
Eddie abrió la boca. Lo cerré.
“Se fue”, dijo mi padre. "No pensé que volvería jamás".
Pero Ryan había regresado. Regresó a Emblem, se infiltró deliberadamente en mi vida, aprendió a
Sedúceme con su atención y su cuerpo y su deshonesta compasión. Volvería en busca de venganza.
Y luego, con la ayuda de Eddie, se las arregló para conseguirlo.
Me levanté tan rápido que volqué mi silla. "¡Maldito seas!"
Eddie Brandeis ya no estaba dispuesto a disculparse. Puso los ojos en blanco con cansancio. "Leah, basta".
Golpeé con la mano abierta la mesa del patio con tanta fuerza que podría haberme roto un hueso. Maldito tú y yo espero
Luanne está ardiendo en el infierno y en cuanto a Ryan Jedson, estoy seguro de que estará muy emocionado de saber que consiguió
exactamente por lo que vino y ahora lo odio tanto como él me odia a mí ".
Mi padre no me persiguió ni siquiera me llamó débilmente por mi nombre mientras yo huía de él. No esperaba que lo hiciera.
Y no tenía planes de regresar.
Fui al único lugar que realmente consideraba mi hogar. Me negué a permitir que mis ojos se llenaran de
lágrimas mientras tomaba asiento en una de las mesas del centro y miraba la puerta.
Aparecería tarde o temprano. E iba a esperar aquí mismo hasta que lo hiciera.
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Capitulo veintiuno
Ryan
Faltaba otra hora para que abriera el bar, pero supuse que Leah ya estaría aquí y tenía razón.
Su coche estaba allí, aparcado de forma torcida en el aparcamiento.
Tan pronto como se fue después del desayuno, comencé a prepararme exactamente para lo que le iba a decir. Ella
comprendió que el bar tenía problemas económicos, más problemas de los que ella podría solucionar por sí misma. Identificación
disculparse profusamente por ir a sus espaldas y asegurar la venta a través de Eddie. Si tuviera suerte, ella
perdóname de inmediato y si no, no dejaría de intentarlo hasta que ella entendiera cuánto lo siento, cómo
cuánto la deseaba en mi vida, cómo me arrastraría por un campo de fútbol de vidrios rotos por la oportunidad de
hacer las cosas bien.
No podía ver a través de la puerta de vidrio con la luz del sol en mi espalda, pero asumí que ella estaba adentro. I
Probé la puerta y la encontré abierta, así que entré.
Leah estaba esperando. Se sentó sola en una mesa con las manos entrelazadas frente a ella. Su rostro estaba mortal
pálido y serio.
"Te dejas entrar", dijo. "Casi como si fuera el dueño del lugar".
MIERDA.
"Leah". Di grandes pasos hacia la mesa y me senté frente a ella. "Dejame explicar."
Ella estaba inexpresiva. “Tú planeaste esto. Lo planeaste todo el tiempo, ¿no? Ella se puso de pie y
gritó. "¿No es así?"
El aire salió de mis pulmones. No le mentiría. Ya no.
"Sí, lo hice."
Ella no esperaba eso, una admisión. Se llevó la mano a la boca y ahogó un sollozo.
"Porque me odias."
"Para nada."
"Me dijo." Ella caminaba de un lado a otro. “Mi papá me dijo lo que ella dijo. Lo que ella te dijo te lo dije.
Pensaste que dije que eras un asesino abusador de niños. Así que, por supuesto, me odiabas ". Ella me niveló con un
deslumbramiento severo. "Por supuesto que sí."
"Estaba equivocado. Me equivoqué al escuchar a Luanne ".
"¿No me vas a preguntar si es verdad?"
“Sé que no es verdad, Leah. Sé que no dijiste eso. Sé que Luanne era una perra mentirosa amargada
que trató de destruir a cualquiera que la desafiara ".
"Pero pensaste que era verdad". Ella siguió caminando, hablando en voz alta como si tratara de mantenerse al día con los suyos.
pensamientos. “Pensaste que era verdad y decidiste vengarte. Para dañarme. Para tomar algo tu
Sabía que amaba porque me culpabas de todo, de la muerte de Celeste, de todo ". Ella giró sobre mí
Demasiado devastado para siquiera llorar todavía. Bien hecho, Ryan. Obtuviste lo que querías. Te llevaste mi barra. Tu tomaste mi
confianza. Te quitaste mi respeto por mí mismo ".
He conocido algunos momentos atroces en mi vida. Ninguno fue peor que esto. No haba nadie en el
mundo que quería herir menos. No había nadie en el mundo a quien pudiera herir más.
"Supongo que debería irme ahora". Arrojó sus llaves sobre la mesa. "Aquí están las llaves. Espero que no lo hagas
despedir a cualquiera de nuestros, perdón, sus empleados. Esto no es culpa de ellos ".
Bloqueé su salida. Leah, por favor escúchame. Hice suposiciones. Fui a tus espaldas para comprar el
bar. Lo siento desesperada y terriblemente. Pero necesito decirte lo mucho que significas para mí. Quiero que hagamos
este trabajo juntos. Nadie sería mejor para manejar el Cactus que tú. Vine aquí hoy con la intención
para contarte todo y para pedirte que por favor te quedes. Con la barra. Conmigo. Por favor, quédese ".
Ella me miró fijamente. “¿Eso es lo que crees que haré? Permanezca aquí bajo su pulgar, trabajando para usted
de día y luego acostarme de espaldas por la noche cuando te apetezca usarme? "
“Joder, no. Eso no es lo que propongo en absoluto ".
Ella rió. Lo siento, Ryan. Nunca necesitaré un trabajo lo suficiente como para convertirme en tu puta personal ".
“Yo nunca querría eso. Yo quiero que seas mía."
Leah estaba congelada en su lugar, así que me atreví a dar un paso en su dirección. Sostuve su cara en mis manos y ella no
deténme. Besé sus labios. Ella permaneció rígida por un segundo y luego me devolvió el beso, tentativamente y luego
duro, con furiosa pasión, presionando su cuerpo contra mí y estirándose para acariciarme mientras me esforzaba
contra mis pantalones.
"Quería conocerte", susurró, apenas haciendo una pausa entre besos calientes, guiando mis manos para empujar
hasta su vestido. “Quería entenderte. Estar contigo."
"Podemos tener eso". La levanté, chupé su cuello, susurré promesas. "Podemos tener todo".
Ella se deslizó hacia abajo, hundiéndose de rodillas, abriendo mis pantalones, bajando la cremallera. Y ayudé
soltando mi polla y apuntándola a la boca porque no pude evitar quererla y nunca
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Rechazarla, especialmente si ella necesitaba esto de mí por alguna razón. Ella me tomó en su boca y yo
Gemí con mis manos en la parte posterior de su cabeza mientras chupaba mi polla hasta la mitad de su garganta. Identificación
dale cualquier cosa a esta chica. Follando con cualquier cosa en la tierra.
Leah se detuvo, dejándome caer de su boca mientras me miraba desde allí en el suelo.
con ojos torturados.
Su susurro fue tan mortal. "Crees que soy terrible".
Acaricié su mejilla. “Bebé, no, no lo hago. Ven aquí."
"No."
"Leah".
"No soy ella."
"Sé."
"¡FOLLATE, YO NO SOY ELLA!" Gritó las palabras y comenzó a jadear con grandes sollozos desgarradores.
Mi respiración se detuvo. Mi corazón se partió.
Cerré mis pantalones y me dejé caer al suelo, alcanzándola, tratando desesperadamente de abrazarla. Ella
se negó a dejarme, corriendo a mi alrededor para llegar a la puerta.
Sollozaba tan fuerte que temí por su seguridad si se sentaba al volante, así que la detuve en el
estacionamiento, envolviendo mis brazos alrededor de ella y a punto de derrumbarme.
“Puedes pensar lo peor ahora mismo, Leah. Pero sepa esto. Tú y yo. Eso es real."
Empujó mi pecho. “Nada sobre nosotros es real, Ryan. ¡Nada!"
Leah, por favor. Sentémonos y hablemos ". Traté de acunarla en un abrazo suelto y ella espetó, arremetiendo
con sus puños, parte de ella que alguna vez había sido pequeña y maltratada ahora se convirtió en un fuego furioso que yo encendí
yo mismo con el partido más cruel del mundo.
Solo se agitó violentamente durante unos segundos y pareció sacarlo todo.
"Tengo que odiarte ahora", gimió, un pequeño puño golpeando cansadamente en mi pecho mientras lloraba.
mi camisa. "Tengo que hacerlo y no sé si puedo".
Cerré los ojos, consciente de que necesitaba dejarla ir. Incapaz de dejarla ir.
Los neumáticos chirriaron al detenerse cerca.
"¡JEDSON!" La voz le resultaba familiar y, sin embargo, no lo era.
Steven Pike lo fulminó con la mirada desde el asiento del pasajero de una grúa. En un instante saltó, tropezando
pero luego recuperándose. La cicatriz irregular en el costado de su cabeza no estaba cubierta con una gorra de béisbol hoy.
y sus mejillas regordetas estaban enrojecidas. El daño hecho a su cerebro lo había reducido a un perpetuo
tonto agradable obsesionado con los hábitos sexuales de otras personas, pero nunca más se enojó, nunca gritó,
nunca cerró sus manos en puños y las sostuvo a la altura del pecho como un luchador de dibujos animados.
"Deja a Leah en paz", exigió. "La dejas en paz y sal de aquí ahora mismo."
Tristan Mulligan salió disparado del lado del conductor, la mirada amenazante en su rostro significaba negocios mientras
Pike levantó los puños en su absurda pose de luchador. La idea de que Pike pudiera desafiarme físicamente en cualquier
día de su vida fue ridículo. Si hacía un movimiento, podría alejarlo como un colibrí.
Mulligan sería mucho más difícil de manejar. Pero tampoco quería pelear con él. Yo no queria
luchar contra cualquiera.
Suavemente solté a Leah y ella siguió llorando mientras retrocedía. Mulligan se movió rápidamente entre nosotros.
silenciosamente diciéndome que si me acercaba a ella de nuevo tendría que atravesarlo primero.
“Lo siento,” dije. "Estás bien. Dejaré a Leah en paz ".
Mulligan me fulminó con la mirada con una amenaza tóxica en sus ojos mientras Pike se acercaba a Leah y le daba palmaditas incómodas.
su hombro como si fuera un cachorro triste.
Me volví hacia mi camioneta porque ya había hecho suficiente daño por un día. La voz de Pike me siguió.
“No necesitas llorar. El se fue. No dejaré que te lastime. Todo está bien."
Nada estaba ni siquiera cerca de estar bien. Todo estaba roto más allá de lo imaginable.
Esta vez lo rompí yo mismo.
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Capítulo veintidós
LEAH
Tristan me hizo ir a su casa. Cuando actué como si pudiera resistirme, bromeó diciendo que Cadence se mantendría
sus nueces en un vicio si no me protegía. Realmente no necesitaba protegerme de Ryan. No sabia lo que yo
necesario. Pero no tenía a dónde ir, así que acepté sentarme en la sala de estar de Tristan hasta que Cadence llegara a casa.
de su trabajo en la escuela secundaria.
Obviamente, ella ya había sido informada por Tristan, quien había regresado al trabajo por la tarde para terminar su
turno en la empresa de grúas después de dejar a Pike en casa. Cadence voló a través de la puerta principal
con los ojos muy abiertos y preocupado y me sentí horrible porque realmente necesitaba dejar de infligir mi mundo de drama en
mis amigos.
Miré mi reloj y me di cuenta de que alguien ya habría necesitado abrir la barra. O no. La
El bar sería el problema de Ryan esta noche. Y todas las noches a partir de ahora.
Cadence preparó algunas tazas de té y luego se sentó en el sofá a mi lado, preparada para escuchar mientras
siempre que la necesite. Luego Tristan llegó a casa. Dijo que Steven Pike parecía olvidar los eventos de hoy.
justo después de que nos fuimos. Él simplemente suspiró y pidió irse a casa para poder ver la televisión porque había
una mujer que apareció en una telenovela a las dos en punto y que había estado pensando en follar.
Su novia le dio una mirada de gratitud y él se detuvo en el sofá para darle un beso a Cadence. Identificación
tomar una decisión.
“Quiero contarles la historia completa,” anuncié. Sobre Ryan Jedson. Sobre lo que pasó seis años
atrás. Quiero decirte que, aunque estoy aterrorizado, pensarás mal de mí después de escucharlo ".
"Leah". Cadence se acercó y tomó mi mano. Irradiaba compasión, comprensión, amistad.
"Las dejaré solas, chicas", dijo Tristan y comenzó a salir de la habitación.
"Tristan". Lo detuve. “No me importa si te quedas. Quiero decir, también somos amigos, ¿verdad?
Parecía inseguro, como si tal vez no estuviera seguro de querer sufrir a través de una mano dura.
festival de sollozos emocionales, pero luego asintió.
"Por supuesto que somos amigos", dijo, tomando asiento al lado de Cadence.
Yo les dije. Sobre Luanne. Sobre Ryan. Sobre Celeste. Sobre esa noche de hace seis años que se alteró tanto
muchos destinos y cómo las mentiras habían ocultado la verdad durante tanto tiempo hasta que me encontré gritándole a Ryan Jedson
frente a la barra que ya no me pertenecía.
Los dos eran excelentes oyentes, una cualidad muy apreciada porque necesitaba urgentemente decir
todo en voz alta para tratar de darle sentido. Excluí los detalles más íntimos de anoche. Yo estaba todavia
furioso con Ryan Jedson, pero no había sido el único en esa habitación que sufría hoy. Él también había sufrido.
Había sufrido durante mucho tiempo, el resultado de una reacción en cadena venenosa que comenzó hace tantos años
primera vez que Luanne lo corrompió con su toque venenoso.
Cuando finalmente terminé de hablar, Cadence inmediatamente me abrazó. Ella me aseguró que había probado que era un
persona fuerte. Dijo que simplemente tenía que ser para sobrevivir a todo eso y seguir siendo la Leah que conocía. No estaba seguro
Estuve de acuerdo con ella sobre mi supuesta fuerza interior, pero fue amable de su parte decirlo.
Tristan todavía tenía preguntas. "Entonces, ¿cuál es el final de Jedson aquí?" reflexionó. "¿Qué cree que es
va a"No
suceder
estoyahora? " dije mientras Cadence mantenía su brazo alrededor de mí. Quizá él tampoco esté seguro. Dios mío, estaba
seguro",
tan enojado con él. Aun lo estoy. Pero ahora que estoy pensando en el pasado, me pregunto si se sentirá tan afligido
como yo lo hago." Tomé una respiración profunda. “Supongo que debería hablar con él. Si no por otra razón que no sea por el bien de la
bar y las personas que dependen de él ".
"No necesitas hablar con él hoy", insistió Cadence. "No si no quieres".
Hice una mueca al recordar cómo me había comportado, las palabras que había gritado, la forma en que me había puesto de rodillas,
la furia en mi corazón. En este momento todavía era una herida en carne viva y sangrante y no tenía energía para Ryan.
Jedson.
“Yo no quiero hablar con él hoy.”
"Entonces no tienes que hacerlo", anunció Tristan. "Y si viene a buscarte, te presentaré
él a mi gancho de derecha letal ".
"¿Tienes un gancho de derecha letal?" Cadence cuestionada.
En respuesta, Tristan se puso de pie y comenzó a golpear con las sombras el aire de la sala. Se veía una especie de
ridículo. Su novia también lo pensó porque se rió a carcajadas.
Tristan se enfurruñó. "Créeme, puedo ser intimidante como una mierda".
"Te creo, cariño", dijo Cadence, aunque luchó por mantener la cara seria.
Cadence me ofreció el uso de la habitación de invitados esta noche y Tristan pensó que también era una buena idea en
caso Ryan intentó confrontarme. No estaba preocupado por Ryan, ni siquiera le tenía un poco de miedo. Pero
tampoco quería tratar con él ahora mismo. O mi padre para el caso. Así que acepté con gratitud y
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bromeó diciendo que su habitación de invitados se estaba convirtiendo en mi segundo hogar.
Cadence sonrió. "Tal vez deberías mudarte entonces".
Tristan pensó que deberíamos salir todos a cenar y, dado que no había ningún lugar en Emblem adecuado para
una comida sentada nos dirigimos a Grande. No miré hacia arriba en el asiento trasero del auto de Cadence cuando manejamos
por Main Street. No quería ver lo que estaba pasando en el Dirty Cactus.
Mis amigos hicieron todo lo posible para mantener el ambiente alegre mientras nos detuvimos durante la cena. Tristan y Cadence habían
una dinámica muy entretenida y era fácil reír en su presencia. Le envié un mensaje de texto a mi padre a
Hágale saber que no estaría en casa esta noche. Me respondió con la palabra "Está bien". Y luego, alrededor de quince
minutos después, 'Lo siento mucho'. Era la única disculpa que probablemente recibiría, por lo que tendría que ser suficiente.
Eran casi las diez cuando regresamos a Emblem. Tanto Cadence como Tristan necesitaban despertarse.
temprano para trabajar mañana. Estaba acostumbrado a ser un noctámbulo gracias al horario del bar, así que no estaba cansado en absoluto.
pero no se lo dije a Cadence o habría intentado quedarse despierta conmigo.
Una vez que estuve solo, mis pensamientos se desviaron de regreso a Ryan y a anoche, cuando por un tiempo
Podría haber jurado que nos estábamos enamorando el uno del otro.
Mi teléfono sonó casi a medianoche y me tensé, pero el nombre que parpadeaba en la pantalla me sorprendió. I
respondió al instante.
"¿Margarita?"
“Oye, Leah”, dijo mi hermana como si habláramos una vez a la semana y no semestralmente. "Pensé que estarías
despierto. ¿Cómo estás?"
"Multa."
"¿En realidad?"
"No."
"Sí, eso es lo que escuché".
"¿De quien?"
—Llamó Eddie. Dejó tres mensajes de voz esta tarde y se puso molesto, así que finalmente lo llamé para
ver lo que quería ".
“Lo que se quiere?”
“Para hablar de sí mismo. Y sobre lo triste que estaba pero que Nancy Albertson estaba atendiendo sus necesidades ".
Ella suspiró. "Y sobre cómo vendió el bar sin decírtelo y ahora estás enojado con él".
Me dejé caer en la cama. "Todo cierto."
Daisy guardó silencio un momento. “¿Es realmente una gran pérdida, el Dirty Cactus? Parece que ha sido
desintegrándose durante una década ".
Perder el listón seguía siendo una herida abierta. Tardaría un poco en sanar. "Lo echaré de menos". Dije sin querer
comparte cada terrible detalle una vez más. "Todavía estás en Los Ángeles, ¿verdad?"
"Seguro."
"¿Que has estado haciendo?"
“Lo que hace la gente en Los Ángeles. Interino."
"¿Interino?" Tuve que sonreír ante la idea de que mi hosca hermana atracara la cámara. Parecía tan fuera de
personaje, entonces Luanne . "¿En qué estás actuando?"
"Principalmente películas".
"No mierda, ¿cuántos?"
"Dieciséis. Dieciocho. Yo olvido."
"¿Qué películas? ¿Dónde puedo verlos?
Ella se rió entre dientes. "No es el tipo de películas que te gustaría ver, hermanita".
"Oh." Me encogi. "Lo siento."
"No soy. Es buen dinero. Y disfruto el trabajo ".
"Entonces, ¿usualmente eres, eh, la estrella?"
"Uno de ellos", respondió alegremente. "Los uno contra uno están bien, pero prefiero el harén inverso".
"Ay Dios mío."
“Oh Leah. No seas tan mojigata ". Ella hizo una pausa. “¿Por qué te molestas con Eddie de todos modos? ¿Por qué te fuiste?
volver a Emblem en absoluto?
"No sé." Solté un suspiro. “Supongo que porque es nuestro papá y a pesar de todo lo que amo
él."
"Por favor. Nos habría arrojado al tráfico si eso le hubiera hecho sonreír a Luanne ".
La franqueza siempre había sido la marca registrada de mi hermana. El comentario dolió porque era correcto.
"Probablemente", reconocí. “Honestamente, no sé por qué me esforcé tanto con papá. Tal vez porque es
tan lamentable ahora que se ha ido. O tal vez porque nunca dejé de querer que alguien en el mundo
Quiéreme."
"Leah". Ella chasqueó la lengua. “¿Vas a hacer que lo diga? Está bien. Te amo. Soy una mierda en
mostrándolo. Siempre he sido. Siempre lo estaré. Pero eres mi hermana pequeña y te amo ".
No volvería a llorar. "Yo también te amo, bonita Daisy".
“Podrías venir a visitarme aquí si quieres un cambio de escenario. Quién sabe, tal vez incluso
decide LA es tu velocidad. Podrías quedarte en mi apartamento. Es un dormitorio, pero tengo relativamente
sofá plegable sin manchas ". Ella se rió entre dientes. "No espere visitarme en el trabajo porque le garantizo
verá algo que no quiere ver ".
Esa fue la oferta más generosa que Daisy le había hecho a nadie. "Me gustaría verte. Yo no
Aunque creo que podría considerar mudarme. Incluso cuando estaba en la escuela, me sentía como un emblema
chica hasta la médula ".
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"¿Cómo están todos en Emblem de todos modos?"
“Algunas buenas historias, otras no tan buenas. Steven Pike todavía pregunta por ti ".
"Ah, Pike", exhaló profundamente. “Odiaba escuchar lo que le pasó. Teníamos una cosa y
fuera de nuevo en la escuela secundaria y era un poco pegajoso, pero era un buen tipo. Recuerda cuando estaba en décimo
grado y Luanne pensó que sería divertido hacer desaparecer toda mi ropa después de que le hablé
demasiadas veces? Uno a uno, una camisa aquí, un par de jeans allá, hasta que pensé que estaba perdiendo la cabeza
y lo único que me quedaba eran estos repugnantes vestidos que solía comprarme cada Semana Santa. Por supuesto
ella negó tener algo que ver con eso y Eddie fue de tanta ayuda como Eddie. Steven
Pike solía escucharme quejarse de Luanne todo el tiempo. Se sintió lo suficientemente mal como para que yo vendiera todos sus
cartuchos de juegos y dame el dinero para comprar ropa nueva. Aquellos que llevé conmigo en mi
mochila a todos lados para que no pudiera encontrarlos ".
"Luanne". Negué con la cabeza. Me pregunté cuántas personas pronunciaron el nombre de su madre como una maldición.
Quizás más de lo que supuse. Sin embargo, no había escuchado esa historia sobre Pike. Él tenía una pista sobre qué tipo
de la vida hogareña que Daisy y yo teníamos. Quizás por eso todavía sentía la obligación de protegerme. Incluso si el
ya no entendía por qué.
Daisy se quedó al teléfono durante casi una hora antes de bostezar y decir que tenía que interrumpirlo.
porque tenía un casting a las siete de la mañana. No estaba seguro de lo que eso implicaba y no planeaba preguntar.
Me instó a que la visitara pronto y me hizo anotar su dirección.
Una conversación con mi hermana había aliviado un poco el dolor de mi corazón. Me cambié a un camisón
suministrada por Cadence y apagó la luz, mirando el techo oscuro en silencio.
Todavía estaba enojado con Ryan.
Y, sin embargo, todavía lo quería, todavía me preocupaba por él, todavía no podía ignorar el susurro de mi intuición de que
la conexión cataclísmica entre nosotros no podía ser sofocada.
En algún momento tendría que ocuparme de él. Pero primero necesitaba resolver el futuro de los sucios
Cactus. Las personas que trabajaban allí me eran leales. Si pensaban que me habían hecho daño, podrían ser
inspirado a renunciar y no había exactamente una gran cantidad de trabajos para elegir en Emblem. Tuvieron que
creo que estaba bien seguir trabajando allí. Y también estaban los clientes, los clientes habituales que
estado viniendo durante décadas en algunos casos para tener la oportunidad de socializar y reír con otros seres humanos.
No había muchos lugares que les dieran esa oportunidad.
Por la mañana abordaría la situación del bar.
Y tal vez por la mañana también sería capaz de enfrentarme a Ryan.
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Capitulo veintitrés
Ryan
Leah me envió un mensaje de texto el martes por la mañana temprano con un mensaje para encontrarme con ella en el Cactus. He mantenido un ojo constante
en mi teléfono todo el lunes por la noche mientras atendía el bar para atender a los clientes, todos los cuales
quería saber dónde estaba Leah. Era muy probable que Leah hubiera ido a la casa de su amiga Cadence desde que yo
vio que su coche no estaba a la vista en Eddie's. Gasté cada gramo de mi fuerza de voluntad sin llamar, enviar mensajes de texto o
marchando hacia allí en pleno modo de gatear sobre mis rodillas.
Entonces, cuando mi teléfono sonó a la mañana siguiente, estaba listo para devorarlo.
Reúnete conmigo en el Cactus. Una hora.
Eso fue todo. Al menos no se incluyó ninguna blasfemia. Me lo llevo.
Asumí que planeaba reunirse a solas, pero cuando llegué allí, encontré que Terry y Misty ya habían
llegado. Sharon apareció unos minutos después. Todos estaban confundidos, sin idea de por qué los habían llamado.
Leah llegó con una sonrisa que logró evitar aterrizar sobre mí. Ella saludó alegremente a los empleados.
del Dirty Cactus y dijo que tenía un anuncio importante que hacer. Después de una pausa dramática
me dio la noticia de que me habían vendido la barra y mientras aún quedaban muchos detalles por planchar
Ella estaba emocionada de que esto solo significaría cosas buenas para Dirty Cactus y las personas que
trabajado para ello.
Los tres estaban confundidos. Sharon se mordió el labio con ansiedad. Terry se cruzó de brazos con un severo
fruncir el ceño. Misty me lanzó una mirada sospechosa que podría haber tenido un impacto más serio si su cabello no fuera
seis colores diferentes.
Sentí como si me acabaran de invitar a decir algo, así que lo hice.
"Por favor, siéntase seguro de que todos tienen un lugar aquí". Técnicamente estaba hablando con todo el mundo, pero
era Leah a quien miré significativamente. A su vez, miró fijamente su teléfono. "El negocio seguirá como de costumbre y yo
felizmente responda cualquier pregunta que tenga en el camino ".
Misty señaló con la cabeza a Leah. "¿Tú que tal?"
Sí, Leah. ¿Y usted?
Ella no respondería a la pregunta. Aceptó una llamada en su teléfono de la que estaba bastante seguro de que no existía.
Luego terminó la conversación fingida, agradeció a todos por pasar con tan poca antelación y dijo
por ahora, las horas de trabajo programadas continuarían con normalidad y que ella y yo teníamos algo de trabajo que hacer, por lo que
necesita excusarse de la reunión.
LeahSharon
con losseojos,
detuvo frente
pero a mí y dijo
los modales nerviosamente
enérgicos que estaba
y profesionales ansiosa
de Leah no por trabajar
ofrecían para mí.
indicios Misty
de que siguió
algo buscando
estuviera mal, así que
finalmente Misty se encogió de hombros, sacudió su cabeza de arco iris y salió. Terry lanzó una mirada perpleja en
Leah, pero ella simplemente le dio una sonrisa vaga, así que él siguió a Misty.
La puerta se cerró con un suspiro, dejándonos a los dos solos.
Leah se sentó en un taburete de la barra y me miró. “Estuve aquí antes. Dejé una memoria USB en el escritorio de la oficina.
con las últimas hojas de cálculo financieras. Y me temo que les dejo algunas facturas sin pagar. Usamos un
programa de contabilidad llamado QuickJob. Es muy popular para las pequeñas empresas, muy fácil y directo.
usar y puede ejecutar la nómina desde allí ". Ella se detuvo y negó con la cabeza. "Espera, olvidé que tienes un
diploma en Negocios. Estoy seguro de que puedes resolverlo ".
“Estoy seguro de que podría. Ahora hablemos de su papel aquí ".
Leah actuó como si no hubiera hablado. "Querías decir lo que dijiste, que los mantendrás todos aquí en el
¿bar?"
"Por supuesto."
Apretó los labios y miró a su alrededor. "Realmente hice una escena ayer, ¿no?"
"Tenías todo el derecho".
"Estaba furiosa. Fui herido." Su voz se hizo pequeña. "Muy dolido".
Tenía que desnudar mi alma si quería ganarme su confianza de nuevo. “Estoy furioso conmigo mismo. Leah, lo haría
cualquier cosa para recuperar el dolor que te he causado ".
Ella se encogió de hombros. "Supongo que pensaste que tenías una razón".
"Estaba equivocado."
La tristeza pasó por su rostro. "Ryan, realmente nunca le dije a Luanne que me tocaste".
"Sé. Debería haberlo descubierto por mí mismo antes ".
Ella levantó una mano. "Pero realmente quiero contarte todo lo que sucedió, así que por favor deja de
interrumpiéndome y déjame ".
Elegí una silla en una de las mesas desvencijadas y me senté, preparada para escuchar.
Leah apoyó los talones en el tramo más bajo de su taburete y juntó las manos en su regazo.
Ella respiró hondo. “Estaba enojado contigo. Tan enojado. Pero no mentí. Y no quise decirle a Luanne
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sobre Harry Beckett pero ella estaba buscando una manera de hacerte sufrir. Ella dejó en claro que me haría
Sufriría también si me retenía algo. Estaba demasiado débil y tenía miedo de desafiarla, así que repetí todo.
me lo dijiste. Ella ideó un plan incluso antes de que yo terminara de hablar. Hizo algunas llamadas y se enteró
que Harry había muerto en el hospital, lo que la encantó. Ella dijo que se aseguraría de que fueras a
prisión. No sé exactamente lo que le dijo a mi papá, pero no importa porque él creía todo lo que
salió de su boca. Ella planeaba despedirme con la excusa de que necesitaba mantenerme a salvo, como
si alguna vez fue una de sus prioridades. Traté de encontrar a Celeste pero ella no estaba en casa o en el refugio y yo
No sabía dónde más buscar. Así que busqué a alguien, cualquiera, que pudiera conseguirte un
Mensaje de que la policía te estaría buscando. Encontré a Steven Pike. Dijo que te encontraría pero
tenía miedo de que vinieras por mí. Me dijo que me fuera a casa y no dijera nada. Y unas horas después estaba
conducido al aeropuerto y empujado en el primer avión a Idaho ".
Hubo una larga pausa mientras miraba a la distancia y ordenaba sus pensamientos. Ella me había preguntado
no interrumpir, así que no interrumpí.
“Cuando llegué a casa te habías ido. Celeste se había mudado. Mis padres no me dijeron nada.
Steven Pike se negó a hablar conmigo. Así que fui a la comisaría para hacerles saber que lo que sea que Luanne
había dicho que era una mentira. Me enviaron a Englewood. Estoy bastante seguro de que en ese momento era el amante de Luanne. Para decir que él
no estaba dispuesto a escuchar es un eufemismo. Así que fui a buscar a tu madre. Luanne y Eddie
no me diría por qué se había mudado. Pensé que podríamos resolver algo, los dos. Pudimos
consiga que alguien que esté por encima de Englewood en la cadena de mando escuche. Podríamos acudir a los medios de comunicación.
Encontraríamos una manera de limpiar su nombre. Ella estaba en el refugio. Ella se sorprendió al verme. Pero yo
No sabía que era allí donde vivía hasta que me enteré del incendio al día siguiente ".
Sí, ella vivía allí. Durmiendo en un sótano sucio, atrapada mientras el edificio ardía sobre ella
cabeza. Ella no debería estar muerta. Ella no debería haber estado allí.
“Mi tío me persuadió para que me mantuviera oculto por un tiempo”, dije. "Así que no me había puesto en contacto con ella todavía para dejarla
saber donde estaba. Mi último día en Emblem fue la última vez que hablamos. Nunca tuve la oportunidad de contarlo
ella tantas cosas. Y nunca supe si murió pensando que su hijo era un asesino ”.
Ryan, mírame.
Bajé la cabeza a mis manos mientras los horribles pensamientos sobre los probables últimos momentos de mi madre se consumían.
yo, pero la voz de Leah me hizo volver e hice lo que ella dijo. La miré y solo detecté simpatía
y honestidad.
“Tu madre creía en tu inocencia. Luanne trató de darle de comer toda la historia de la basura, pero ella
lo vi por la mentira que era. La pelea fue fea entre ella y Luanne. Siempre me pareció extraño que
siguieron siendo amigos durante mucho tiempo, pero por alguna razón Luanne necesitaba a tu madre cerca. Quizás
Luanne incluso se preocupaba por ella de una manera enfermiza codependiente. Lo que no sé es si Celeste se enteró
sobre lo que te había hecho Luanne. No le dije esa parte, Ryan. Lo importante era que ella sabía
eras inocente y ella estaba dispuesta a luchar por ti. Al día siguiente planeamos ir a la policía.
estación juntos. Si no pudiéramos conseguir que nadie de Emblem PD escuchara, iríamos al condado, al estado,
la prensa. Lo que sea necesario para limpiar tu nombre y arreglar las cosas para que puedas volver a casa. Y luego, el
fuego…"
Leah se ahogó por un momento al recordar a mi madre, que había dedicado su vida a la caridad.
y amabilidad. De mutuo acuerdo tácito, compartimos un triste momento de silencio por la mujer que
ambos amaban. Entonces Leah recuperó la compostura y me contó el resto.
“Con Celeste fuera, no podía ver una salida. Sabía que Luanne nunca dejaría esto descansar y demasiados
la gente de Emblem estaba bajo su hechizo. Si volvieras, ella no habría dejado de intentar arruinarte.
Tu madre se había ido. La mitad de la ciudad asumió que el rumor de que eras un asesino era cierto. Luanne
seguía decidido a despojarte de tu libertad como venganza por rechazarla. No habia nada para ti
aquí. Así que esperaba que estuvieras a salvo dondequiera que estuvieras. Esperaba que encontraras una manera de vivir tu vida y ser
contento."
¿Había sido feliz? No había estado en prisión. Todo lo contrario. Gracias a las conexiones de mi tío,
Recibí una nueva identidad y me abrí camino hacia una vida mejor de la que hubiera tenido la oportunidad de vivir.
en Emblem. Pero todo el tiempo había sido un hombre inventado llamado Greg Holbrook. Yo no había sido
me.
“Era lo suficientemente feliz”, le dije a Leah porque no dejaría que mi angustia la agobiara. Ella tenía
suficiente de los suyos.
Ella no la engañó. "Pero querías volver a casa y ser Ryan Jedson".
"Y finalmente lo hice".
"Sí, eventualmente lo hiciste". Se mordió el labio y frunció el ceño. "Tú también compraste el restaurante, ¿no?"
"Sí. Y el edificio que solía ser Acme Insurance. Y la vieja ferretería. Estoy trabajando en eso
adquirir esa ruina vacía en el extremo norte donde un lugar de comida rápida nunca se materializó y con la esperanza de hacer
un trato en el complejo de apartamentos abandonado ".
"Entonces, ¿qué sigue cuando hayas terminado de comprar la mitad de la ciudad?"
"Todos esos edificios necesitan renovación, algunos más que otros, antes de que estén en condiciones de adaptarse
empresas. Ya estoy armando un equipo para el restaurante porque estoy decidido a abrirlo tan pronto
como sea posible. Estoy vendiendo todas las propiedades que tengo en otro lugar para centralizar mis recursos. Mi
El abogado seguirá diciéndome que es una tontería invertir todo lo que tengo en Emblem. Estoy en desacuerdo. Hay mucho
de posibilidad dejado en este pueblo. Hay muchas razones para apostar por Emblem ”.
"¿Entonces planeas ser el héroe de Emblem?" Leah no se estaba burlando de mí. Ella sonrió cuando lo dijo.
Alguien podría verlo como arrogancia. Abalanzándose aquí y tratando de ser el campeón local. Talves esto
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estaba.
"Emblem está atrasado para un descanso, ¿no crees?" Yo le pregunte a ella.
Leah no respondió. Silenciosamente miró a su alrededor, sus ojos se posaron en todos los rincones familiares de su
lugar favorito y me mató ver el amor que tenía por algo que yo ya había tomado.
"Nunca fue mi bar de todos modos", dijo. “Era el bar de papá. Solo me estaba ocupando de eso por él ".
“Es tu bar, Leah. Hiciste todo lo que pudiste para mantener este lugar a flote. Eddie es pobre
las decisiones de gestión no fueron su culpa. Cuando llegaste aquí, la situación financiera ya estaba
agobiante. Eres un buen administrador. Y lo dije en serio cuando dije que quiero que te quedes. Si he destruido
todo lo demás entre nosotros, entonces tendré que aprender a vivir con eso de alguna manera. Pero por favor quédese ".
"¿Te refieres a trabajar para ti?" Ella estaba negando con la cabeza, lista para emitir un pase duro. "No voy a
sé tu empleado ".
“Eso no es lo que estoy preguntando. Conoces el bar mejor que nadie. Y puedes ejecutarlo mejor que
alguien. No quiero ser tu jefe. Quiero ser tu socio ".
"Porque te sientes culpable".
“Me siento culpable. No es por eso que quiero trabajar contigo. No es por eso que quiero estar contigo ".
Ella estaba pensando. “Estaríamos en la garganta del otro, tú y yo, manejando un negocio codo con codo. También
mucho equipaje, Ryan ".
Leah, no te merezco. Yo sé eso. Y pasé tantos años existiendo en una vida manufacturada que
Casi me olvidé de quién era en realidad. Pero estando contigo aquí mismo en Emblem, estoy completo de nuevo. Quiero ganar
el derecho a estar a tu lado. Si me dejas.
Me puse de pie. Se quedó donde estaba, mirándome acercarme.
"Dale una oportunidad", le dije. Gentilmente coloqué mis manos sobre sus pequeños hombros y me incliné para tocarme.
frente a la de ella. “Dar a mí una oportunidad. Por favor."
Ella puso su mano en mi mejilla. Se inclinó hacia mis labios y me besó tan suave, tan tiernamente. Si ella
quería que lo hiciera, le suplicaría. Yo suplicaría. Me arrodillaría. No soportaba la idea de perder lo que
recién encontrado.
"Lo intentaré", susurró y luego se alejó de mí. Se bajó del taburete y se dirigió a la
puerta sin mirar atrás. Entonces ella se fue.
Leah no estaba siendo difícil. Ella me había ofrecido todo lo que pudo hoy. Un beso. Y quizás.
Todo lo que pude hacer fue verla irse y rezar fervientemente para que regresara cuando estuviera lista.
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Capitulo veinticuatro
LEAH
El clima ventoso del sur de California era agradable, pero después de tres semanas estaba listo para irme a casa. La
Las vacaciones se acercaban rápidamente y, además, extrañaba la cruda locura del desierto. Me perdí el
gente de Emblem. Y dormir en el sofá de mi hermana nunca tuvo la intención de ser un escape permanente.
Daisy fue francamente hospitalaria durante mi estadía, ansiosa por mostrarme los lugares de interés de Los Ángeles y acompañarme
yo a la playa. Ella estaba tratando de recuperar el tiempo perdido, creo. Mi hermana era mucho más suave que la
chica enojada con la que había crecido. No nos detuvimos mucho en las viejas heridas. Algunos días sentí que ella era alguien
Solo me acababa de conocer. Daisy y yo nunca podríamos ser tan cercanos como Cadence con su familia, pero aún podríamos
aprender a disfrutar siendo hermanas. Y cuando me fui, sentí que habíamos logrado al menos eso.
Había caído la noche cuando hice la transición al desierto de Sonora que cubría una gran franja de Arizona.
Phoenix estaba iluminado con todos sus kilómetros de centros comerciales y subdivisiones y me sentí como si hubiera recorrido un
una eternidad de expansión urbana antes de que las luces se hicieran menos frecuentes y prevaleciera la oscuridad más rural.
Cuanto más me acercaba a Emblem, más fuerte crecía la sensación de armonía y familiaridad. Cuando vislumbré el
faro de las luces de la prisión Sabía que estaba casi en casa. Eran casi las diez de la noche del sábado por la noche. I
Esperaba ver el estacionamiento de Dirty Cactus abarrotado de autos mientras conducía por Main Street y así fue.
Misty me había mantenido informado sobre los eventos actuales en el bar, así que sabía que Ryan había saltado directamente al
rol de gerencia y comencé a financiar todas esas reparaciones tan necesarias para las que siempre deseé tener dinero.
No había hablado con Ryan desde el día en que le cedí el bar. Esa tarde hice una maleta
y se dirigió a California. Permití que Misty le dijera mi paradero y, aunque ella admitió, él preguntó
después de mí constantemente respetó mi deseo de tener este tiempo fuera. No intervino.
Pero pensaba en Ryan todo el tiempo. Lo extrañe. Estaba más que listo para volver a verlo. Y todavía yo
no se detuvo en el bar esta noche. Ese fue un momento destinado a ser privado, no compartido frente a una multitud.
Hoy temprano le haría saber a mi padre que regresaría. Respondió por mensaje de texto que él y Nancy
estaban muy contentos y no podían esperar a que volviera a casa. Su tono era mucho más entusiasta que yo.
esperado, lo que me hizo preguntarme si él había escrito las palabras o si Nancy había asumido el control de su
teléfono.
Todas las luces del interior de la casa estaban apagadas. Solo la bombilla del porche desnudo se había dejado encendida, probablemente por Nancy,
que se había mudado oficialmente. No podía imaginarme por qué una mujer estaría de acuerdo en residir en una casa que estaba
abrumado por las imágenes de una esposa muerta, pero tal vez ella tenía sus propios planes.
Ni siquiera me sentí tentado a entrar en la casa. Fui directamente al remolque, que se había puesto polvoriento
una vez más en mi ausencia, pero era preferible a la energía digna de vergüenza dentro de la casa. Arrastré mi
maleta adentro sin planes de desempacar nada y se fue directamente a la cama sin experimentar ninguna
sueños o pesadillas.
Llamaron a mi puerta temprano y esperaba ver a mi padre al otro lado, pero era Nancy.
Albertson.
“Leah, cariño, lamento haberte despertado. Vi que su coche estaba aquí y no podía esperar más ".
"Todo está bien." Froté los últimos rastros de sueño de mis ojos y traté de no gruñirle a su brillante
sonrisa.
"Eddie todavía se está vistiendo", explicó. "Pero estamos tan felices de que estés en casa y esperamos que
ven a desayunar esta mañana ".
Nancy Albertson no era ni siquiera un poco glamorosa. Su espeso cabello gris estaba dividido en el medio y
rozó la parte superior de sus hombros, su figura podría describirse amablemente como 'robusta', y líneas profundas
fueron grabadas en la piel que parecía correosa por el exceso de sol. Ella no tuvo hijos, su esposo
había muerto hacía una década y poseía la manera agradablemente callada de alguien acostumbrado a cuidar de
otros. Si alguna vez hubo un anti-Luanne, probablemente se llevó la palma.
De todos modos, me negué a juzgarla por su relación con mi padre. Ambos estaban solos. Ellos
probablemente ambos se necesitaban el uno al otro por diferentes razones.
"Zapatero de melocotón recién horneado", agregó. “Por favor, ven y toma una rebanada. Sé que Eddie querrá
nos vemos."
No podía imaginarme a mi padre estallando de emoción al verme, pero acepté la invitación solo el
mismo. "Déjame ducharme y vestirme muy rápido y estaré enseguida".
Eddie estaba sentado a la mesa de la cocina disfrutando de su rebanada de zapatero cuando entré. Él asintió con la cabeza.
y bifurcó otro bocado hasta que Nancy lo pinchó. Luego se levantó para envolverme en el abrazo más incómodo
jamás inventado.
Nancy fue la que más habló mientras mi padre devoraba silenciosamente su zapatero. Ella me preguntó por Daisy
y sobre lo que había visto en California y si realmente había estrellas de cine en cada cafetería, todos
intentos de conversación bien intencionados, pero más bien forzados.
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Mi padre solo se interesó cuando le anuncié que me mudaría.
"¿Por qué?" dijo con evidente irritación. “No tienes que quedarte en ese tráiler, ¿sabes? Usted tiene un
dormitorio perfectamente agradable ".
“No creo que sea agradable. Odio esta casa. No soporto estar aquí ".
Nuestras miradas se encontraron a través de la mesa. El suyo incluía un poco de tristeza, pero no lo suficiente. No lo suficiente.
"Si eso es lo que quieres", refunfuñó y se sirvió otra rebanada de zapatero.
"¿Dónde vivirás?" -preguntó Nancy, tratando de que la pregunta pareciera alegre.
"Mis amigos Cadence y Tristan me ofrecieron una habitación en su casa". Al principio no me había sentido inclinado a
aceptar. Cadence y Tristan estaban enamorados y acababan de adquirir un lugar propio. Ellos no necesitaban
una chica triste y solitaria en su habitación de invitados. Pero Cadence no permitiría que la idea muriera y
siguió enviándome mensajes mientras estaba en California. Finalmente acepté, con la condición de que les pagara una
Renta mensual justa.
El zapatero de melocotón de Nancy estaba delicioso y aprecié la forma en que ella trató de molestarme, incluso si el
el estado de ánimo general era incómodo. Me disculpé en la primera oportunidad y dije que tenía algunos recados que
correr.
"Leah ..." dijo mi padre y luego pareció olvidar cualquier punto que hubiera querido hacer.
Empecé a salir de la habitación. "Te veré más tarde, papá".
Consiguió sonreír. "Realmente me alegro de que hayas regresado".
Asentí con la cabeza a Nancy. "Gracias por el desayuno".
"En cualquier momento", dijo con entusiasmo y pensé que tal vez la incorporación de Nancy Albertson a nuestras vidas
resulta ser algo positivo. Antes de salir de la cocina, miré por encima de la puerta. El Luanne
el reloj se había ido.
Nancy me alcanzó cuando estaba a unos diez metros de la casa. Llevaba en sus manos un
caja de madera que parecía una cómoda en miniatura con pequeños cajones. Reprimí mi disgusto por
la vista de ella. Joyero de Luanne.
“Empecé a revisar las cosas de tu madre”, dijo. "Eddie no podía soportar hacerlo y me dio la gana
fue tiempo."
“Ya es hora”, estuve de acuerdo.
Ella se puso ansiosa. "Si quieres hacerlo tú mismo-"
"Yo no lo haría".
Nancy asintió y miró la caja antes de entregársela. "No quería que esto se perdiera o
arrojado accidentalmente en una bolsa destinada a Goodwill. Tú y tu hermana pueden decidir lo que les gustaría.
que ver con el contenido ".
No quería la caja ni nada que estuviera contaminado por Luanne. Pero decirle a Nancy tanto
la he angustiado, así que lo acepté y le di las gracias. Esperé hasta estar en mi auto para comenzar a mirar
en los cajones.
Las piezas de joyería en el interior me eran en su mayoría familiares, regalos que había recibido a lo largo de los años de mi
padre, cosas que probablemente estaban fuera de su rango de precios y en parte lo llevaron a hipotecar en exceso su negocio y
casa en un esfuerzo por mantenerse al día con sus hábitos de gasto. De hecho, considerando la hipoteca pendiente de
la barra, junto con las condiciones actuales del mercado, la oferta de compra de Ryan debe haber sido excesivamente generosa
si dejaba a Eddie con tanto dinero de sobra.
No sentí nada mientras revisaba las deslumbrantes joyas. Algo que nunca había visto antes. Pensé en
Jefe de policía Englewood y se preguntó si él, junto con los otros amantes de Luanne, había hecho una contribución a
la caja que ahora estaba examinando.
El día que mi padre me llamó con la noticia de que el final estaba cerca y ella no tenía mucho tiempo, estaba
aquí en unas horas. En algún lugar de mi corazón todavía había una migaja de esperanza de que tal vez tuviéramos la oportunidad de
momento de reconciliación. Incluso después de todo, todavía quería algo de ella. No mucho. Unico amor.
Pero cuando me arrodillé junto a la forma encogida en sus últimas horas, ella sólo me miró con el ojo siniestro que yo
estaba tan familiarizado con.
“¿Por qué estás aquí? ¡Pregunté por Celeste! Ve y tráeme a Celeste.
Ella se había alejado. No tenía nada más que decirme.
No esperaba que quisiera nada de lo que encontré en estos cajones. Más tarde llamaría a Daisy y le preguntaría
lo que debe hacerse. Probablemente se reiría y me diría que lo vendiera todo.
El penúltimo cajón estaba atascado, era difícil abrirlo. Dentro no había joyas, solo papeles.
Tarjetas, fotos, cartas, todas dobladas en exceso para caber en el pequeño cajón. El primero que yo
Había una foto abierta de Luanne y Celeste, tomada cuando tenían aproximadamente once años. Cada uno tenía una rebanada
de pizza y, a juzgar por los antecedentes, parecían estar en la fiesta de cumpleaños de un niño. Fue antes
la pubertad, antes de que los años convirtieran a una en una belleza cruel y a la otra en una dulce leyenda. En el
foto eran solo dos niñas sonrientes. Lo siguiente que saqué fue una tarjeta de cumpleaños garabateada con el
caligrafía redondeada de una colegiala. "¡Para Luanne, la mejor y más asombrosa amiga que haya tenido una chica!" La
el resto del contenido del cajón era más de lo mismo, fragmentos de una amistad desaparecida de toda la vida.
Durante mucho tiempo me había preguntado acerca de esa pelea final entre ellos, qué se habían dicho el uno al otro. Tenía luanne
admitió lo que le había hecho al hijo de Celeste? ¿Había intentado mi madre convencer a la madre de Ryan de que él
fue culpable de una lista de crímenes terribles? ¿O acaso Celeste acababa de ver a través de la fina capa que
protegió la verdadera naturaleza de su mejor amiga?
Nadie lo sabría jamás. Tales detalles murieron con ellos. Cerré ese cajón. Abrí el siguiente. I
Casi dejo caer la caja cuando vi el objeto dentro. Supuse que lo había tirado a la basura. El hecho de que
lo había guardado justo debajo de los recuerdos de su mejor amiga era un testimonio de ella.
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degeneración.
Eso fue lo único que saqué de la caja, lo único que me quedaría.
Arranqué mi coche y me fui, completamente seguro de adónde me dirigía. Hasta que llegué a Main Street y
descubrió el auto de Ryan estacionado solo en el estacionamiento del Dirty Cactus. Aparqué a su lado, pensando
tenía que estar adentro porque no vi ni rastro de él aquí. El letrero de la puerta cambió a CERRADO. Eso
Después de todo, era domingo. Tendría que llamar a la puerta porque le había dado mi llave a Ryan. No tuve otro.
El temblor de anticipación nerviosa cuando me acerqué a la puerta no fue una sensación terrible. Yo lo queria
mal verlo. Mis nudillos golpearon el cristal. No pude ver el interior oscuro dentro, pero
saludó, consciente de que si estaba allí podría ver hacia afuera.
La puerta se abrió de golpe en cinco segundos y me di cuenta de que se había apresurado a llegar. El habia sido
trabajando con sus manos. El polvo cubría las rodillas de sus jeans y su camiseta gris estaba manchada de negro.
manchas. Había al menos tres días de sombra barbuda en su mandíbula y su cabello negro que había crecido.
el tiempo suficiente para revelar su onda natural tenía la apariencia de ser rastrillado con la mente ausente
dedos. Se parecía al Ryan Jedson de antaño, cuando lo acechaba en las calles de Emblem, mi
pequeño corazón enfermo de amor latiendo en mis oídos.
Como si estuviera latiendo ahora.
“Hola,” dije, un saludo para todas las edades.
Su rostro se rompió en una sonrisa. "Estás de vuelta."
"Volví."
Me agarró en un abrazo y lo dejé. Sus manos frotaron mi espalda y me hubiera gustado quedarme en
sus brazos allí mismo en la puerta durante horas, pero fui yo quien se apartó.
Ryan se apartó de la puerta. "Vas a entrar, ¿verdad?"
Ser un visitante aquí se sentía extraño. Sabía por los mensajes de texto de Misty que el bar estaba en transición. La semana pasada
Ryan había cerrado el lugar durante tres días para lidiar con algunos problemas de plomería y también para reemplazar el
piso muy desgastado con una madera rica y profunda que se sumaba al ambiente rústico del campo. Los taburetes viejos en mal estado
que había existido desde antes de que mi padre se convirtiera en el propietario había sido reemplazado, al igual que el inestable
mesas que podrían calificar como antigüedades. Las opciones de Ryan no fueron llamativas ni exageradas. Los muebles de madera
Era obviamente de buena calidad, pero coincidía con el tono tenue de un bar local que simplemente pretendía ser un
lugar cómodo para pasar un rato.
"Has hecho un gran trabajo hasta ahora". Quise decir el comentario, genuinamente agradecido como si alguien hubiera sido
cuidando excelentemente a mi hijo.
"Sí, es increíble lo que puedes hacer con algo de dinero", respondió con un toque de ironía.
Me senté en el bar en el mismo lugar que había elegido para sentarme la última vez que estuve aquí, las palabras de ese
encuentro emocional resonando en mis oídos. Ryan me había pedido que le diera una oportunidad. Lo besé en respuesta.
'Lo intentaré' , le dije.
"Llegué tarde anoche", dije. “Pasé por ahí. Parecía ocupado ".
Ryan se colocó detrás de la barra, lo que significa que tuve que girar en mi taburete para enfrentarlo. "Parecía un
típico sábado por la noche, ¿verdad?
"Sí lo hizo."
Se apoyó en los codos. Entonces hice lo mismo. Estábamos separados solo por centímetros. Y el pasado. Y el
regalo. Y todo lo que habíamos dicho y hecho.
Ryan tragó, claramente buscando las palabras adecuadas. "Te extrañé, Leah".
"Yo también te extrañé".
"Todo el mundo quiere que vuelvas al bar".
A pesar de las muchas y bonitas distracciones de California, había pensado en poco más que en él y en la forma en que
Estabamos juntos.
"¿Sigues ofreciéndome un trabajo, Ryan Jedson?"
Su mano comenzó a arrastrarse hacia la mía y luego se detuvo antes de tocarme. "Te estoy ofreciendo un
camaradería." Exhaló. "¿Crees que podemos empezar de nuevo?"
"No, no lo sé".
Sus hombros se hundieron. Cogí su mano. Abrí la palma y coloqué algo en el centro. "I
no creo que podamos empezar de nuevo. Creo que tenemos que avanzar desde donde estamos ".
Ryan miró hacia abajo, estupefacto. "¿Dónde encontraste esto?"
“Nancy Albertson estaba ansiosa por limpiar algunas cosas de Luanne. Ella me entregó un joyero y yo
encontré esto allí ".
"Deberías quedártelo", argumentó. "Te lo di, ¿ recuerdas?"
Levanté mi muñeca, donde guardaba mi propia medalla de plata, la que había dejado en la barra la primera noche que
detenido por. "Yo tengo mi propio. Celeste te dio este. Estaba destinado a mantenerte a salvo donde sea que estés
viajado, ¿verdad? Has recorrido un largo camino y tu camino no ha sido fácil. Deberías tenerlo de vuelta
de nuevo."
Cerró la mano alrededor de la medalla del santo empañada y la depositó con cuidado en su bolsillo trasero.
Luego tomó mi mano y se la llevó a los labios para un beso mientras yo luchaba con la necesidad de desmayarme de inmediato.
mi maldito taburete. Si seguía haciendo movimientos como ese, era probable que mis defensas se derrumbaran en poco tiempo.
"Es domingo", dijo. “El bar está cerrado. ¿Por qué no vienes a mi casa y podemos sentarnos a una
agradable cena y discutir los términos de nuestra asociación. Entre otras cosas."
Su voz era acalorada y esperanzada y el concepto de "otras cosas" hizo que mi cabeza diera vueltas. quise
nada mas.
Lo rechacé de todos modos.
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“Tengo otra idea. ¿Qué tal si damos un paseo hasta el Emblem Mart y comimos un bocadillo?
galletas saladas con falso queso amarillo brillante mientras planificamos los detalles de nuestro arreglo profesional ".
Estaba a punto de objetar, así que le apreté la mano y le hablé con suavidad.
“Solo por ahora, Ryan. Por ahora. Tú y yo, saltamos directamente a este tren bala de alta velocidad que
Nos agotamos a los dos si seguimos montando en él. Vamos a movernos más despacio y saborear el viaje, ¿de acuerdo?
Arqueó una ceja. "No me importaría agotarme", refunfuñó. Pero esto fue seguido por un
sonrisa. "Por cierto, ¿tienes alguna idea de lo que hay en esa mierda de queso procesado falso?"
"Fosfato de sodio combinado con crack para la lengua humana". Salté del taburete. "Vamos,
jefe."
Caminó alrededor de la barra. “Ya te dije que no voy a ser tu jefa, Leah. Eso no es lo que un
asociación significa ".
"Qué lindo. Te estoy llamando jefe de todos modos, jefe ".
Me sostuvo la puerta. Caminamos lentamente por Main Street y mantuvimos la conversación informal
a pesar de la corriente subterránea de emoción entre nosotros.
No éramos perfectos.
No había tal cosa.
Solo estábamos nosotros.
Él y yo en toda nuestra desordenada, dañada y maravillosa gloria.
Éramos todo lo que necesitábamos.
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Capitulo veinticinco
Ryan
No consideraría cerrar el bar en Navidad. Ella le dio al resto de los empleados el día libre y
atendía el lugar ella misma por el goteo de clientes habituales que no tenían en ningún otro lugar
ser - estar. Cuando asumió que discutiría, levantó un dedo y sonrió dulcemente.
“Compañero silencioso, ¿recuerdas? ¿O tenemos que repetir la terminología de nuevo? "
"No necesitamos repetir ninguna terminología", le respondí, mirando sus labios e imaginando mejores usos.
para ellos que los debates de fabricación. Me lanzó una mirada remilgada, probablemente adivinando dónde estaba mi mente.
Guardar esos pensamientos sucios para mí se estaba volviendo más difícil cada día.
En las cinco semanas transcurridas desde el regreso de Leah, habíamos establecido una rutina. Para mi eterno disgusto, nuestro
La rutina no incluía verla desnuda. Tenía muchas ganas de cambiar eso.
Los martes y jueves, antes de que el Dirty Cactus abriera a los clientes, nos reuníamos en el bar para
discutir negocios y cualquier otro desafío que se avecinaba, ya que Leah también estaba ayudando con
algunos de los otros proyectos con los que estaba haciendo malabares. Los sábados por la noche ayudé con el barman, no porque fuera
necesario, sino porque disfruté estar aquí y molestar a Leah. Los domingos tenía una invitación abierta a
cena en mi casa. Entonces, siempre tenía razón sobre el momento en que mi polla comenzó a recordarme urgentemente que cierta
no se estaban satisfaciendo las necesidades apremiantes, ella anunciaría que había llegado el momento de irse a casa. Entonces yo
Mírala conducir y masturbarse como un loco en la sala de estar. La situación podría necesitar algo
mejora.
Cuando entré la tarde de Navidad, se sorprendió. No le había dicho que planeaba estar aquí
hoy. Por supuesto que planeaba estar aquí. Ella estaba en el centro de todos los planes que tenía.
"¡Eh, tú!" Ella sonrió. "Feliz Navidad."
"Feliz Navidad." Anoche intercambiamos regalos. Le compré una nueva tableta cargada con un montón
de esas historias románticas que tanto amaba. Me consiguió un juego de platos de grandes almacenes, tal vez un
mensaje de que estaba harta de comer platos de papel en mi casa y necesitaba algo más
permanente. Podría tener algo más permanente en cualquier momento que quisiera.
Había exactamente tres personas en Dirty Cactus, incluida Leah. Uno era el Sr. Goldstein, un anciano
compañero que llenaba laboriosamente un crucigrama hasta el final de la barra. Se veía como si
había estado en un lugar durante bastante tiempo, pero la cerveza que tenía frente a él apenas se tocaba. El otro
La ocupante de Dirty Cactus era una mujer de unos treinta años que se sentaba sola en un rincón y cuidaba una especie de
bebida roja afrutada que Leah le había preparado. Parecía estar enviando mensajes de texto a alguien, frunciendo el ceño
tiempo.
Me uní a Leah detrás del mostrador y ni siquiera traté de no mirarla. Llevaba una camiseta ajustada
con el logo de Dirty Cactus creado nada menos que por Cord Gentry, el padre de Cadence Gentry y el
propietario desde hace mucho tiempo de un popular salón de tatuajes en el área de Phoenix. Debajo de la camisa ella vestía apretada oscura
jeans que agitaron algo más que mi corazón.
Abrí los brazos para un abrazo porque era Navidad maldita sea y me iba a explotar la
oportunidad de tomar uno.
Leah estaba complacida, instantáneamente dio un paso en el abrazo y presionó su rostro contra mi pecho, sus brazos
apenas lo suficientemente largo para envolver todo el camino alrededor de mi cintura. Mis manos estaban impacientes por ir a todas partes y
la aceleración de mi pulso no solo fue lujuria sino que definitivamente funcionó como su compañera mientras frotaba su espalda
e inhaló el dulce calor de su piel.
Juntó las manos a mi espalda e inclinó la cabeza hacia arriba. "¿Viniste aquí solo por esto?"
bromeó aunque no hizo ningún movimiento para apartarse.
"No", dije, deslizando mi mano hacia arriba y hacia abajo por su columna antes de apretar ligeramente su cabello en la base de su
cuello, satisfecho por el escalofrío que la recorrió. "Vine aquí por mucho más que esto".
Su respiración se aceleró y sus mejillas se sonrojaron.
"Puede que tengas otro regalo que desenvolver, Jedson, pero tendrás que quedarte hasta la hora de cierre".
Me apreté contra ella. "Puedo quedarme todo el tiempo que sea necesario". Esto se estaba poniendo realmente interesante
rápido.
Ella se arqueó hacia mi polla endurecida, todo tipo de excitación. "No sabes lo que me estás haciendo
ahora mismo ”, murmuró.
Le aparté el pelo a un lado, pasé la lengua por su cuello y chupé la piel ligeramente entre mis dientes.
antes de susurrarle al oído: "Considérelo una venganza, por hacerme esperar".
"Compórtate", advirtió Leah, "o te haré esperar aún más". Pero ella no haría tal cosa
prácticamente moliéndome allí mismo, frente a nuestros dos clientes. Leah estaba tan cerca de ella
punto de ruptura como yo.
"¿Qué es una palabra de cuatro letras para un gallo?" El Sr. Goldstein quería saber.
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"¡Polla!" gritó la señora en la esquina.
Leah resopló de risa y el momento terminó, para continuar más tarde. Ella se volvió para doblar
algunas toallas. Me apoyé en la barra con los brazos cruzados y miré su trasero.
"¿Qué es eso?" Señalé algo que estaba en un estante debajo de la barra.
"Se llama canasta de frutas, Ryan".
"Ya veo eso, Leah."
"Es un regalo."
"¿De quien?"
"Terry y Misty".
"¿Terry y Misty están dando regalos de Navidad conjuntos?"
"Sí. Son una cosa ahora. ¿No lo sabías?
Yo sabía. Lo sabía porque la semana pasada, cuando me ocupé de mis propios asuntos, saqué la basura a
el contenedor de basura presencié una paja muy entusiasta en acción. Ojalá no lo hubiera hecho.
“Bien por ellos,” dije y comencé a pulir los vasos de chupito.
El cielo estaba completamente oscuro y estaba tratando de persuadir a Leah para que cerrara temprano cuando Steven Pike
entró con su madre a cuestas. La Sra. Pike llevaba un vestido que la hacía parecer una
Árbol de Navidad. Por la forma perpleja en que miró a su alrededor, me pregunté si alguna vez había estado dentro de un bar.
antes de. Al parecer, la habían sacado a rastras de una cena tranquila.
"¡Jedson!" Pike gritó, encantado de encontrarme aquí. Había estado invirtiendo tiempo en Pike, sensible a su
discapacidad y al hecho de que algunos de sus recuerdos medio enterrados de mí no eran muy buenos. Lo llevé a
al menos una vez a la semana, pagaba todas las hamburguesas que quería y le daba dinero a su madre
cuando no estaba mirando. Cuando tuviera el restaurante en funcionamiento, le buscaría un trabajo a tiempo parcial.
Pike me dio una palmada en la espalda antes de seleccionar un taburete junto a su madre. Leah llenó rápidamente un par
de vasos del grifo y los deslizó hacia los Pikes.
"Hey Pike", llamó Leah. "Te tengo algo."
"¿Como un regalo?"
"Exactamente como un regalo".
"Oh." De repente se preocupó. “No entiendo que un regalo.”
"Seguro que lo hiciste. Viniste a verme en Navidad. Eso es todo el presente que necesito ".
Le puse los ojos en blanco, pero ella me lanzó una mirada de advertencia diciendo que si quería ser cursi con
Steven Pike, entonces debería reprimir mi sarcasmo porque lo hacía feliz.
Leah desapareció por un momento y la escuché hurgando en el armario de suministros. Ella emergió con el
bolsa de pretzels más grande del mundo.
"Todo para ti", dijo, dejando caer la enorme bolsa junto a Steven en la barra. No pudo tener
Sería más feliz si la bolsa estuviera llena de marihuana.
La Sra. Pike preguntó por el padre de Leah y ella dijo que Eddie estaba pasando la Navidad en Lake Tahoe con
Nancy Albertson.
La pequeña multitud se redujo cuando el nieto del Sr. Goldstein llegó para acompañarlo de regreso a casa. La
Su nieto vestía un uniforme de guardia de la prisión, obviamente acababa de llegar del trabajo, y nos agradeció por
recibir a su abuelo el día de Navidad. Ya no tenían otra familia, solo ellos dos.
Poco después, la mujer con el ceño fruncido en la esquina se acercó a la barra para liquidar su cuenta. "Eso debería cubrir
Eso, cariño, ”ella, deslizando algunos billetes hacia Leah.
Leah le sonrió. "Espero que las cosas mejoren, Brandy".
Brandy resopló. "Posibilidad de grasa. Necesito ver si cambian las cerraduras en caso de que engañar, mentir
Sack of shit cree que puede simplemente volver a entrar por la puerta principal ".
"Me la follaría por completo", dijo Pike con indiferencia, masticando un pretzel y señalando a Brandy con el pulgar.
La Sra. Pike estaba consternada. "¡Steven!"
Brandy, por otro lado, estaba encantado.
"Gracias", le dijo efusivamente a Pike y se abalanzó para darle un beso descuidado en su boca llena de pretzel.
Me reí. Leah me dio un codazo.
Brandy salió por la puerta con una sonrisa en su rostro y Pike disfrutó de sus pretzels y cerveza y yo
descaradamente rozó demasiado cerca del cuerpo de Leah un par de veces detrás del mostrador para que ella entendiera mi
la calentura estaba alcanzando un nivel crítico.
A la madre de Steven no le gustaba quedarse toda la noche. Ella instó a su hijo a despedirse de su
amigos para que pudieran ir a casa y ver películas navideñas. Pike fue agradable siempre que pudo
traer su bolsa de pretzels, que le aseguré que no era un problema.
"Jedson te ama, Leah", anunció Pike y cuando vi el brillo travieso en sus ojos,
entendido que estaba completamente presente en este momento. Él era el viejo Pike.
"Feliz Navidad, amigo", dije, la visión momentánea de mi viejo amigo me dejó un poco ahogado.
arriba.
"Feliz Navidad, Steven", añadió Leah mientras Steven Pike seguía a su madre hacia la tranquila oscuridad.
de Main Street mientras abrazaba su bolsa de pretzel. Aparte de la prisión, el bar era el único establecimiento en
ciudad con las luces todavía encendidas.
Tomé una decisión ejecutiva. Giré el letrero a CERRADO y cerré la puerta.
Leah vino de detrás del mostrador para confrontarme. "Son apenas las nueve de la noche"
"Soy consciente. Te voy a sobornar para que cierres un poco más temprano esta noche ".
Se cruzó de brazos y golpeó con el pie, disfrutando de este juego. "¿Qué planeas usar como
¿soborno?"
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"Mi colosal polla".
Ella chasqueó la lengua. "Eso es tan cliché".
"Quizás." Metí la mano detrás de la cabeza y me quité la camisa. "Pero efectivo".
Ella rió. Luego se cruzó de brazos y su sonrisa se convirtió en algo más serio. "Admito que he
estado mirando la puerta. No tienes idea de lo feliz que estaba de verte atravesarlo ".
No había ningún lugar en el que preferiría estar. Aquí con ella era exactamente donde yo pertenecía.
Sin embargo, algo estaba preocupando a Leah. Suspiró y se puso pensativa.
“Antes estaba sintiendo un ataque de tristeza navideña sin ninguna celebración propia a la que asistir.
Mi papá no está en la ciudad, Daisy está en Hawai, y Tristan y Cadence están en el valle celebrando con
familia."
Eso fue todo. La forma en que dijo la palabra 'familia', llena de nostalgia, me dio una idea de lo que
la estaba molestando. Y sabía lo que podía hacer al respecto.
Los labios de Leah se crisparon cuando me acerqué. Ella pensó que sabía a qué venía. Y ella fue
derecho. Pero eso no es todo lo que quería. Pike, en su raro momento de completa lucidez, había hablado de una manera absolutamente
verdad perceptiva.
Levanté a Leah y la puse encima del mostrador. Sus brazos se deslizaron sobre mis hombros y me coloqué
yo mismo entre sus piernas para poder acercarme lo más posible.
" Soy tu familia", le dije.
Sus ojos se cerraron y su cabeza se inclinó hacia adelante. "Ryan".
Ahuequé mi mano debajo de su barbilla, insistiendo en que necesitaba mirarme para escuchar lo que tenía que escuchar.
decir. Te deseo, Leah. Pertenecemos juntos. ¿Crees que podrías amarme?
Nunca había usado esas palabras antes. Nunca antes le había hecho esa pregunta a nadie. Nunca esperé por el
agonizante paso de segundos para escuchar una respuesta como esta antes.
“Por supuesto que te amo, Ryan Jedson. Eres mi sueño hecho realidad. Eres mi caballero. Eres mi eterno
joda. Eres mi amante y eres mi héroe ".
Había estado conteniendo la respiración. Ahora podía exhalar. "Realmente te amo, Leah".
"Yo también te amo, Ryan". Tocó mi mejilla. "Ahora llévame a casa".
Morir por. ¿Pero de quién es la casa?
"Dondequiera que estemos juntos es el hogar". Ella resueltamente me atrajo para un beso. "¿No lo sabes?"
Página 100
EPÍLOGO
Leah
El siguiente verano
"¿Cómo está tu hamburguesa?"

"Excelente."
"Dame un bocado".
¿Qué es eso en tu plato, Ryan? Parece una hamburguesa ".
Su encantadora sonrisa se volvió traviesa. "Quiero probar el tuyo".
Lo hizo a propósito, me puso nervioso con sus palabras y su sonrisa al recibir satisfacción.
era imposible ahora mismo. Mi única salida era inquietarme con el vinilo rojo y disfrutar de un flashback reciente.
alrededor de esta mañana. Su boca. Mi cuerpo. Cielo.
Le ofrecí mi hamburguesa. Rápidamente mordió, cortando un segmento considerable y masticando mientras el
permaneció un brillo en sus ojos.
"¿Sabe tan bien como esperabas?" Pregunté dulcemente.
El tragó. "Aun mejor."
"Hola chicos, ¿cómo está todo?" Sharon apareció junto a nuestra mesa con el polo rojo que tenía
conviértete en el uniforme Emblem Diner. Cuando abrió el restaurante, ella renunció a su segundo trabajo en el hospital.
personal de limpieza y comenzó a dividir su tiempo entre aquí y el Cactus. El arreglo la hizo
contento. Su pequeña hija estaba ocupada en una mesa cercana con un menú para niños mientras Sharon
madre mordisqueó unas patatas fritas.
"Delicioso", le aseguré a Sharon.
Debajo de la mesa, la mano de Ryan aterrizó en mi rodilla.
"Dale nuestros cumplidos al chef", agregó. El chef de esta noche no era otro que el amigo de Ryan.
McGraw, a quien se le había dado la oportunidad de demostrar su talento para voltear carne y freír. Uniéndose a él en
Esta noche en la cocina estaban otros cuatro miembros del personal recién contratados más Steven Pike. Pike fue contratado como
lavaplatos y parecía disfrutar de su trabajo, ajeno a cómo el resto de nosotros conspiramos para mantenerlo fuera de servicio.
el comedor para que no comience a interrogar a los clientes al azar sobre sus próximos planes sexuales.
Sharon preguntó si teníamos algún interés en el postre y los dedos de Ryan se movieron secretamente hacia arriba para
comunicar su selección personal de postres. Apreté su mano entre mis rodillas. Difícil.
"Gracias, pero no." Le sonreí a Sharon. "Vamos a terminar y salir de aquí para que puedas tener
la mesa libre antes de que llegue la multitud de la cena ".
Sharon se fue. Le robé la hamburguesa a Ryan de su plato.
"¿Qué se supone que debo comer?" preguntó.
Empujé mi hamburguesa, la que ya se había servido él mismo, en su dirección. "Termina lo que
empezado."
"Me encantaría. Pero tus rodillas siguen intentando cortarme la circulación ".
"Me siento en la obligación de recordarles que este es un establecimiento familiar". Hice un gesto hacia la colección de mesas y
cabinas en el Emblem Diner. Los asientos se estaban llenando rápidamente esta noche. McGraw tendría las manos ocupadas
tratando de voltear hamburguesas lo suficientemente rápido.
Ryan se distrajo de sus actividades debajo de la mesa y registró la habitación con satisfacción.
"El lugar se ve bastante bien cuando está lleno".
“Ahora termina tu cena,” ordené. "Tenemos que volver al bar".
"Ah, sí. Es sábado por la noche ".
"Sábado noche." Sonreí. Terry y Misty estaban allí manejando a la multitud de la tarde mientras
nos agachamos para un descanso para cenar y para ver cómo iban las cosas en la calle en el restaurante.
The Emblem Diner había abierto el mes pasado con mucha fanfarria y entusiasmo local. El menú estaba
sencillo, la variedad típica de hamburguesas, papas fritas y alitas de pollo. Pero el negocio había superado nuestra
expectativas más esperanzadoras y me emocionó ver que la actividad aumentaba en Main Street.
Esto fue solo el comienzo. Ryan y yo teníamos grandes planes para Emblem. Uno para el otro. Para siempre.
En primavera me mudé a la casa de la colina con Ryan Jedson. Fue solo una formalidad. Yo bonita
He estado viviendo allí desde Año Nuevo. A Tristan y Cadence no les importó mi partida de su
habitación libre. Tenían una boda que planear ahora. Cadence estaba decidido a casarse aquí mismo en
Emblema. Yo iba a ser dama de honor.
Ryan y yo terminamos nuestra comida, le dejamos a Sharon una propina significativa y nos abrimos paso entre la multitud de la cena para
llegar a Main Street afuera.
Página 101
Ryan agarró mi mano. "Tenemos un poco de tiempo hasta que la barra esté animada", dijo. "Vamos por un
caminar."
"Hace mucho calor".
“Un corto paseo”, corrigió.
Caminamos lentamente, disfrutando de las escenas ordinarias de nuestra ciudad natal. La secundaria. The Mart. La
Cactus. Dejando a un lado todas las demás cosas, Main Street debía renovarse. El ayuntamiento había instalado recientemente
diez bancos de parque pintorescos a ambos lados de la calle. Los fondos fueron obsequiados por un empresario local,
el mismo cuya mano sostuvo la mía.
Ryan se detuvo abruptamente y me levantó hasta que estuve de pie en el banco más cercano. Disfruté de esta ventaja
punto, teniendo la misma altura que él. Mis brazos se envolvieron alrededor de sus hombros. Me incliné hacia adelante hasta que nuestro
cabezas se
Aunque notocaron y mi
permitiría cabello
que cayó amucho
se alargara nuestro alrededor
más. en una
Me gustó estarsuave
libre nube.
de susHabía crecido considerablemente desde el otoño pasado. I
excesos.
Nos miramos a los ojos.
"¿Desearías que lo hubiéramos sabido?" Le pregunté.
Arqueó la ceja. "¿Sabes qué?"
“Que terminaríamos aquí. Habría hecho los años intermedios infinitamente más llevaderos, ¿no crees?
¿pensar?"
Él consideró. "Sí", dijo. "Y sin embargo, al mismo tiempo, no".
Toqué la medalla que ahora colgaba de una cadena en su pecho, la que había sido restaurada con amor y
ahora brillaba como testimonio de su largo y complejo viaje. Mientras lo hacía, el brazalete de plata de mi muñeca se deslizó
unos centímetros hacia abajo, recordándonos que existía como un gemelo del primero.
"Hemos llegado bastante lejos para dos personas que terminaron justo donde empezamos", reflexioné.
meciéndose ligeramente en sus brazos.
Ryan estaba pensativo. "Tenemos. Pero nuestras aventuras están lejos de haber terminado ".
"¿Eso crees?"
"Si." Él me besó. "Solo espera hasta que te haga mi esposa".
Si tuviera un deseo sería que Celeste nos viera ahora. Quizás la suave brisa que de repente se cernió
a través de mi cabello fue su suspiro feliz. Me gustaba pensar eso.
Extendí mi mano izquierda y miré el diamante sustancial en el dedo anular atrapar la luz del sol.
El anillo estaba exagerado, al igual que lo había sido su reciente propuesta. Un día Ryan me llamó a donde
tenía su computadora portátil abierta en la encimera de la cocina y me dijo que eligiera en algún lugar, en cualquier lugar, en el mapa de
la pantalla y me llevaría a ese lugar. Se rió cuando miré el mapa durante quince minutos.
y finalmente decidí que no había ningún lugar al que quisiera ir.
Mi excusa fue simple. No había ningún otro lugar donde quisiera estar excepto aquí en Emblem con él.
El domingo siguiente por la mañana me desperté con el sonido de un violín. Ryan había contratado un cuarteto de cuerdas y él
esperó en el patio de atrás en una mesa rociada con pétalos de rosa. Y allí, impecablemente vestida con un
traje muy costoso y deliberadamente luciendo como si acabara de salir de la trama de una de mis novelas románticas,
se arrodilló y me pidió que me casara con él.
Su esposa. Sí, sería una aventura sin fin.
Ryan me levantó del banco, me hizo girar en un círculo y me besó como siempre me besaba, con
todo el fuego y el deseo con los que alguna vez fantaseé. Luego, suavemente me puso de nuevo en el cemento agrietado de
Main Street y tomé mi mano nuevamente para que pudiéramos seguir moviéndonos.
“Este era mi sueño,” dije, esperando que él supiera lo que quería decir.
Besó mi mano y me miró con innegable devoción. "Es mi sueño también".
"¿Qué piensas de una boda el día de Año Nuevo?"
"Leah, sabes que me casaría contigo en cualquier lugar, cualquier día".
Un grupo de niños corrió hacia nosotros, gritando y riendo, todos de diferentes tonos y diferentes tamaños, y
tuvimos que hacernos a un lado para dejarlos pasar. El chico que iba a la cabeza estaba en su adolescencia y proyectaba confianza.
y osadía. Los otros niños clamaron por su atención. Él era el popular. El rey obvio.
Una niña se quedó atrás, la más joven de la manada. Su cabello negro y rizado se derramaba por su espalda y su mano
cubrió sus labios como si estuviera tratando de evitar que se le escapara un secreto. Pero noté la dirección de ella
mirada. Todos los sentimientos poéticos del mundo estaban empaquetados dentro de sus jóvenes ojos mientras miraba al chico.
luchar de buena gana con uno de sus amigos. Y vi cómo se detuvo, la vio y la presentó
con una sonrisa auténtica que le alegraría el día.
Ryan me conocía lo suficientemente bien como para seguir mi línea de pensamiento y se detuvo, inclinándose para besar la parte superior.
de mi cabeza antes de dejar atrás a los niños.
No habíamos llegado aquí fácilmente, él y yo. La ruta había sido difícil y estaba llena de dolorosos desvíos.
Y cada uno de ellos era indispensable.
Nos tuvimos que navegar todos los desastres y curar todas las ruinas abandonadas de ganar el derecho a caminar por esta misma
camino.
No podría haber sido de otra manera.
Página 102
QUERIDO LECTOR,
Escribir la historia de Ryan y Leah fue un trabajo de amor crudo, emocional, apasionado y tierno y yo
Sinceramente espero que hayas disfrutado cada momento con ellos.
Todo el amor en el mundo,

Cora
Página 103
DATOS DE CONTACTO
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14/5/2021 Intitulado

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© 2019 por Cora Brent

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Hace seis años

significaba que Leah lo había arreglado. Qué amable de su parte.

Me desperté porque estaba seguro de que alguien acababa de gritar mi nombre.

Tenía que darle crédito a esta chica.

dinero del que estás hablando?

No me opuse cuando Cadence insistió en que necesitaba pasar la noche.

La felicidad era embriagadora.

"¿Cómo está tu hamburguesa?"

Todo el amor en el mundo,

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