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Hola Alumnos:
Evasión:
Esta actitud la vemos en algún momento en todos los perros sociales de alguna u otra
forma. Ante estímulos externos el perro puede reaccionar de diferentes maneras,
enfrentándolos con atención y curiosidad o escapando de ellos buscando equilibrio por no
poder soportarlos.
Es decir que los perros, según su temperamento, pueden soportar ”presión” no solo física,
sino psíquica. Es el caso de un cachorro que ante un chasquido de manos se muestra
JAVIER BORACCHIA
el PERRO con MIEDO
Seminario online – Mayo 2023 Psicólogo Social / Educador Canino
Es decir, que:
El perro entra en una situación que le genera molestia, estrés y esto puede
resolverlo de dos maneras: entrando en Evasión o en Agresión.
Estas serían sus dos válvulas de escape, en caso de que una de ellas se vea
obstruida, la presión desencadenará la liberación por la única salida posible.
El ejemplo claro es la de un perro atado; el animal está en un rincón y no puede
escapar ante la presencia de un desconocido que se acerca, siendo un perro que
no acuerda con la cercanía, por lo tanto, llegado a una distancia de conflicto, el
perro buscará la salida agrediendo a la persona.
Esto se debe a que el animal se siente acorralado, quiere entrar en evasión y no
puede, entra en agresión y logra mantener a distancia al objeto que le representa
desequilibrio (la persona).
Disminuyendo así el estrés al que estaba sometido.
Hay que tener en cuenta que el instinto de agresión y de evasión tiene su origen en la
preservación del sujeto.
Digamos que, ante una situación de peligro el animal comprende su riesgo de vida,
queriendo entrar en evasión y si esta se ve limitada, entra en agresión siendo esta una
defensa propia para sobrevivir.
Es importante saber leer este tipo de situaciones ya que nos daría la pauta necesaria en
algunos casos, para quitarle al perro el rótulo de “perro agresivo siempre, bajo toda
circunstancia”. Y podríamos así intervenir sabiendo que el riesgo de ser mordidos
pertenece a una causa específica y no al sujeto en su totalidad de acciones.
JAVIER BORACCHIA
el PERRO con MIEDO
Seminario online – Mayo 2023 Psicólogo Social / Educador Canino
Seguimos dándole continuidad al tema Instinto y en esta clase vamos a tomar dos
aspectos fundamentales para que los mismos tengan su finalidad.
Motivar.1. tr. Dar causa o motivo para algo.2. tr. Dar o explicar la razón o motivo que se
ha tenido para hacer algo.3. tr. Disponer del ánimo de alguien para que proceda de un
determinado modo. U. t. c. prnl.
Estimular. (Del lat. stimulāre).1. tr. Aguijonear, picar, punzar.2. tr. Incitar, excitar con
viveza a la ejecución de algo. U. t. c. prnl.3. tr. Avivar una actividad, operación o función.
U. t. c. prnl.4. prnl. Administrarse una droga para aumentar la propia capacidad de acción.
Según el autor:
INTENSIDAD
En este juego de estímulos y motivaciones hay un catalizador, una figura representativa de
unión entre estos, llamado intensidad y nuestro punto de inicio de esa intensidad lo va a
dar la reacción del animal ante el estímulo presentado así como también del grado de
motivación interna que el perro tenga.
La que nuestro plan de trabajo requiera con los fines que nos hemos propuesto.
La resultante óptima para trabajar entre el perro que tenemos y el trabajo que
queremos formalizar para nuestro perro.
Por lo tanto la intensidad no es única, no es absoluta y va a depender del día a día
de trabajo, de estados de ánimo, de medio ambiente, de la zoonosis del animal y
del guía que trabaje.
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De manera personal ensayo una pequeña organización de estímulos que puede ser
efectiva a la hora de ensayar un plan de trabajo:
Estímulos pasivos:
JAVIER BORACCHIA
el PERRO con MIEDO
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Son aquellos que no exigen ejercicio neto en el animal ni en el guía pero que representan
una fuente de motivación importante que a la hora de manejar intensidades suele ser una
buena opción al trabajo hogareño.
Estímulos activos:
Son aquellos que involucran la actividad física del animal y del guía, representando
muchas veces un alto grado de motivación, su uso requiere experiencia en el lenguaje
canino para poder manejar los drivers (pasaje de un instinto a otro).
A TENER EN CUENTA:
En el manejo de los estímulos muchas veces pecamos de esclavizarnos a recetas
magistrales de efecto rápido, de un estímulo lo suficientemente potente como para que
cualquier perro se entregue a voluntad con el guía.
El uso de “hígado seco” (para dar un ejemplo) indiscriminado puede provocar una
dependencia al estímulo y no al trabajo, por lo que el perro puede desistir de ejercitarse si
el estímulo desaparece.
Abusar de un estímulo puede provocar en un animal los dos extremos de una misma
moneda: o elevamos la motivación y pasa a ser el estímulo el interés del animal y no el
trabajo en sí. (Cosa que sucede con algunas de las especializaciones de perro de trabajoy
para ese entorno no está mal). O inundamos al perro de manera tal que el estímulo pasa a
ser algo más de completo desinterés y perdemos lo construido.
El manejo de los instintos: Van a encontrar muchos autores que llaman “drivers” a estos
para explicar la frontera entre uno y otro en la operatividad, Ejemplo: pasa de un driver a
otro.
Manejar los instintos es manejar la energía que tiene el perro y para eso hay que
estimularlo (o puede leerse “batirlo”) para redireccionarlo a nuestro objetivo.
Manejar los instintos es poder subir o bajar la intensidad de los mismos en un animal para
enseñarle una dinámica que resulte coherente y pertinente con lo planeado.
Evasión:
El perro escapa de una situación desagradable en la que el organismo se encuentra
implicado. Este instinto también puede observarse a partir de los 45 días cuando el
cachorro empieza a explorar su entorno y reacciona ante situaciones desconocidas.
JAVIER BORACCHIA
el PERRO con MIEDO
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Es fundamental saber la jerarquía del perro que se nos presenta a trabajar para entender
de qué manera vamos a manipular sus instintos.
Volvemos a rescatar la pirámide jerárquica que citamos en clases anteriores para refrescar
esta organización social de los cánidos y vamos viendo niveles:
BETA:
Mantiene la Presa: Sabe morder y tolera la presencia de otro durante su mordida,
hay que guiarlo en la misma.
Solo puede dar golpes de dientes: AL proponerle un juego o compartir una presa,
hociquea unos instantes, entre abre la boca pero no muerde, se aleja empequeñeciendo
su cuerpo.
Tiene evasión en su conducta desde temprana edad: Se destaca en su camada y luego en
la manada de ser el descargo de sus compañeros.
Habitualmente este es un perro subordinado: que demuestra signos de extrema
sumisión, evitando cualquier tipo de enfrentamiento
UMBRAL:
Nuestro trabajo de manejo de instintos tiene que tener en claro los límites, para ser más
técnicos, tiene que dibujarse en nuestra mente, permanentemente “el umbral” que nos
pauta a la hora de la acción.
Debemos entender que este umbral es dinámico y está en constante revisión y debe ser
capaz de adecuarse a los cambios que la lectura de nuestro trabajo nos devuelva a cada
momento.
Según el trabajo propuesto, el animal a trabajar y el ámbito de pertenencia, este umbral
debe ser puesto a prueba o debemos manejarnos definitivamente dentro de un umbral
pautado.
A tener en cuenta:
Esta tabla nos da una buena idea para entender que el umbral es el límite del exceso, es
decir; el punto peligroso que nos da la antesala del desborde, de la no comunicación
positiva.
JAVIER BORACCHIA
el PERRO con MIEDO
Seminario online – Mayo 2023 Psicólogo Social / Educador Canino
Antes de llegar al umbral hay que leer constantemente nuestro trabajo y articular una
descompresión del sistema de comunicación, porque este va camino al umbral para caer
de inmediato al desborde incontenible.
Manejemos entonces los instintos dentro de lo que se llama un “equilibrio emocional” y
no lleguemos a límites que no son productivos.