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La enseñanza de la filosofía en el aula es importante para desarrollar el pensamiento crítico en los estudiantes. Aunque tradicionalmente se enseña la filosofía solo en la educación secundaria, los niños tienen la capacidad de comprender conceptos filosóficos si se les enseña de manera adecuada, adaptada a su edad. La filosofía en el aula permite a los estudiantes expresar libremente sus ideas, hacer preguntas y resolver problemas de manera autónoma.
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IMPORTANCIA DE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN EL AULA
La enseñanza de la filosofía en el aula es importante para desarrollar el pensamiento crítico en los estudiantes. Aunque tradicionalmente se enseña la filosofía solo en la educación secundaria, los niños tienen la capacidad de comprender conceptos filosóficos si se les enseña de manera adecuada, adaptada a su edad. La filosofía en el aula permite a los estudiantes expresar libremente sus ideas, hacer preguntas y resolver problemas de manera autónoma.
La enseñanza de la filosofía en el aula es importante para desarrollar el pensamiento crítico en los estudiantes. Aunque tradicionalmente se enseña la filosofía solo en la educación secundaria, los niños tienen la capacidad de comprender conceptos filosóficos si se les enseña de manera adecuada, adaptada a su edad. La filosofía en el aula permite a los estudiantes expresar libremente sus ideas, hacer preguntas y resolver problemas de manera autónoma.
IMPORTANCIA DE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN EL AULA
El ser humano desde su existencia concibe el deseo de saber más, de conocer,
descubrir y aprender nuevas cosas, y la filosofía no es la excepción, al escuchar este término uno suele remontarse a los grandes pensadores, filósofos, personas cultas que se dedicaban a pensar, se cuestionaban el ¿por qué?, el origen de las cosas y deseaban contestar preguntas fundamentándolas, así de igual forma hacían uso de la observación para poder documentar posteriormente las respuestas, pero la filosofía no es sólo saber más, y al parecer en la actualidad la filosofía no juega un papel importante en la formación escolar, mucho menos en los grados inferiores de la educación básica en nuestro país, como lo es el preescolar o educación primaria, sino que esta materia se contiene en el currículo de la educación media superior, a partir de bachillerato se ha considerado pertinente impartir estos conocimientos, como si un niño no fuera capaz de comprenderlos, considero que influye la forma en la que se enseña, las estrategias, que pueden adaptarse a edades tempranas, para lograr desarrollar en los más pequeños habilidades que les permitan tener un pensamiento crítico, poder tomar decisiones de forma autónoma y responsable, tener la libertad de expresarse con respeto y defender sus ideas, éste es el propósito de poner la filosofía al alcance de todos los estudiantes de diferentes grados, con el objetivo de llevarlos a pensar y encontrar soluciones a cualquier situación de la vida cotidiana. Es bien sabido que los niños son curiosos por naturaleza, están interesados en lo que les rodea, lo que se mueve, lo que pueden percibir y desean conocer cada cosa que se muestra a su alcance, por lo que es importante que desde edad temprana se estimule y se genere un ambiente en el aula escolar que permita que ellos puedan expresar libremente sus ideas, responder sus dudas, y por este medio permitir que el aprendizaje sea más llevadero y fructífero, lo que trae como beneficios que puedan adquirir, trabajar y desarrollar habilidades sociales, siendo el docente el encargado de planear, aplicar y dirigir, estrategias que les permitan trabajar en ellas, y que propicien la escucha activa de las opiniones de los demás, la capacidad de poder formular preguntas, hacer planteamientos, considerar y evaluar posibles opciones y respuestas, autocorregirse y autoevaluarse, tener la libertad de expresar sus puntos de vista y sobre todo pensar en sí mismos. Es así como la filosofía es parte natural del ser humano, pero es necesario propiciarla y trabajar en ella, siendo el aula un espacio adecuado para generar un ambiente democrático, de confianza, donde sea posible dialogar, observar sin juzgar y escuchar. Los beneficios de poner llevar la filosofía como una forma de trabajo en el aula son, que el docente puede salir de la monotonía, del uso del pizarrón o técnicas de estudio comunes, que el docente deja el papel autoritario y el de sólo impartir conocimientos, sino que dirige y guía al grupo, mientras que este participa para poder dar respuesta, solucionar situaciones y despejar dudas en conjunto, desde su pensamiento autónomo, y puede ser sorprendente todas las opciones posibles que pueden generarse, puede adaptarse para diversas edades y materias, pues solo se necesita de un poco de imaginación y documentarse para desarrollar el pensamiento crítico. Como lo hacían los pensadores en la antigua Grecia, la Filosofía para niños menciona que es necesario realizar preguntas, cuestionarse, específicamente en tres ámbitos, preguntas metafísicas como, por ejemplo: ¿qué es el tiempo?, ¿qué es la vida?, ¿quién soy?; Preguntas lógicas: son las que se relacionan con la razón, por ejemplo las analogías y preguntas éticas, que permitan reflexionar, desarrollar la coherencia y poder aportar soluciones a las situaciones de la vida cotidiana, como por ejemplo, ¿qué es el bien?, ¿la paz?, ¿la esperanza?. Otro de los aportes de este método es que no es exclusivo para el aula, sino que es posible trasladar esta metodología fuera del aula, al contexto del hogar y la vida diaria, ya que permite que el individuo cultive un pensamiento crítico y creativo, dando solución a problemas a través de su inteligencia, con el uso de un correcto razonamiento y la observación, que le brinden la oportunidad de resolver problemas complejos. Dentro del aula es el docente el encargado de promover el diálogo, con ciertos criterios que dicta el uso de esta metodología, como es la disposición dentro del aula, que indica que el acomodo debe ser óptimo para propiciar un ambiente en el que todos se sientan incluidos, como sentarse en círculo o en forma de herradura, ya que así todos pueden ser vistos y escuchados con claridad, seguido a esto, se deben establecer ciertas normas básicas antes de iniciar con el diálogo o el debate, que el grupo junto con el docente establecerán de mutuo acuerdo y que deberán de respetarse al momento de opinar, escuchar y mostrar su postura, posteriormente, se deberá buscar la manera de concentrarse, con alguna técnica que facilite la relajación en los alumnos y así poder estar dispuestos a pensar, como puede ser el uso de los sentidos, la vista, el tacto, ejercicios de respiración que ayudarán a introducirse al siguiente paso donde el docente realizará un estímulo en los alumnos con el fin de obtener una respuesta individual y grupal, es donde entra el detonador o una pregunta que genere curiosidad y ponga a los individuos a pensar, para después poder expresar sus opiniones. Es cierto que dentro del aula el docente en cierto grado puede dirigir o controlar la situación, pero fuera del aula, ¿es posible?, debido a las múltiples distracciones que encontramos en nuestro entorno, principalmente las redes sociales y el uso inadecuado del internet, este proceso en la vida cotidiana se ve mermado por el tiempo que llega a absorber la tecnología actualmente a las personas, sin distinción, desde pequeños que ya manipulan un dispositivo electrónico, hasta jóvenes y adultos que han cambiado libros por momentos de ocio detrás de una pantalla, donde no existe cierto trabajo o desarrollo de ninguna habilidad social, destreza que permita la autonomía, ni el pensar crítico ni creativo, sino únicamente se tiene un papel de espectador, he aquí la importancia de extender esta metodología m{as alla de una materia curricular, sino por los beneficios que puede llegar a aportar en nuestra vida, encausando la curiosidad natural a un estilo de vida que permita formar personas con un pensamiento autónomo, autocrítico, capaz de buscar soluciones y poder tomar decisiones ante las diversos acontecimientos de la vida diaria.
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