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SERVICIO DE ONCOLOGIA
PROTOCOLO DE MANEJO Y
TRATAMIENTO DE CANCER DE OVARIO
TIPO EPITELIAL
Nombre y Apellido Cargo Firma
MEDICO RESIDENTE
DR JAIRO MACAS
ASISTENCIAL DEL SERVICIO
CABRERA
DE ONCOLOGIA
MEDICO POSGRADISTA DE
Elaborado por: DRA DIANA CHAMORRO
ONCOLOGIA CLINICA
Validado por:
Aprobado por
JUNIO – 2023
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN........................................................................................................3
2. OBJETIVO..................................................................................................................3
3. ALCANCE...................................................................................................................3
4. DEFINICIONES...........................................................................................................4
5. GLOSARIO DE ABREVIATURAS..................................................................................4
6. NORMATIVA............................................................................................................. 5
7. DESARROLLO............................................................................................................ 5
7.1. .............................................................................................................................. 5
7.2. .............................................................................................................................. 6
7.3. .............................................................................................................................. 6
7.4. .............................................................................................................................. 7
7.5. .............................................................................................................................. 8
7.6. .............................................................................................................................. 9
7.6.1. .......................................................................................................................... 9
7.6.2. .......................................................................................................................... 9
7.7. .............................................................................................................................. 9
INTRODUCCIÓN
El cancer de ovario es la segunda neoplasia mas frecuente mas común en mujeres, y el que
causa una mayor mortalidad en la población femenina, por su diagnostico insidioso, y tardío, lo
que conlleva a un diagnostico en etapas avanzadas de la enfermedad, la misma que en la
actualidad sigue matando a nuestras pacientes.
El carcinoma seroso de alto grado , es el subtipo histologico mas común del tipo epitelial de
ovario, y este se relación con el carcinoma seroso peritoneal y de las trompoas de Falopio por que
comparten similitudes en el tipo de histología y comportamiento clínico, por lo que el tratamiento
en relación a esto es similar al cancer de ovario epitelial
La mayoría de los neoplasias de ovario mas del 95% son epiteliales y los subtipos de cancer de
ovario epitelial incluyen carcinoma seroso de alto grado , bajo grado , endometrioide , células
claras, mucinoso.
OBJETIVO
Establecer los lineamientos necesarios del personal médico quirúrgico que desempeña su labor en
el servicio de oncología - Cirugía oncológica, para que brinde una adecuada atención, valoración,
y seguridad al realizar cada diagnostico y tratamiento que permitan garantizar la seguridad, y la
atención a nuestros pacientes
ALCANCE
El presente protocolo tiene su aplicación se encuentra dirigido para todos los usuarios
ambulatorios que acuden al hospital Eugenio Espejo, en el servicio de Oncología y Cirugía
Oncológica o paciente hospitalizados de cualquier servicio del hospital
DEFINICIONES
NORMATIVA
LEY ORGÁNICA DEL SERVICIO PÚBLICO. Art. 6: Es responsabilidad del Ministerio de Salud Pública,
3. Diseñar e implementar programas de atención integral y de calidad a las personas durante
todas las etapas de la vida y de acuerdo con sus condiciones particulares”.
A partir del 07 de Noviembre del 2013, el Ministerio de Salud Pública del Ecuador adopta como
normativa para realizar prácticas quirúrgicas seguras las Normas Internacionales de la OMS,
emitiendo bajo Acuerdo Ministerial del MSP el cual expresa lo siguiente.
DESARROLLO
CANCER DE OVARIO
El cancer de ovario es la segunda neoplasia mas frecuente mas común en mujeres, y el que
causa una mayor mortalidad en la población femenina, por su diagnostico insidioso, y tardío, lo
que conlleva a un diagnostico en etapas avanzadas de la enfermedad, la misma que en la
actualidad sigue matando a nuestras pacientes
EPIDEMIOLOGIA:
Existen 3 tipos de cáncer de ovario: carcinoma epitelial, tumores de células germinales, tumores del
estroma.
Carcinoma epitelial: representa el 85-90% de los canceres de ovario y será del que
hablemos en adelante.
Esto es debido, como veremos más adelante, a que la mayoría de pacientes (70-80%) se
diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad. Globalmente representa el 3% de los
tumores en la mujer y es la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres tras el cáncer de pulmón,
mama y colon.
Existen diferencias geográficas en la incidencia de esta enfermedad, siendo más frecuente en países
industrializados.
En cuanto a la edad de presentación, el cáncer de ovario es una enfermedad más frecuente en las
mujeres postmenopáusicas, con la máxima incidencia entre los 50 y 75 años (la media está
alrededor de los 63 años).
La causa del cáncer de ovario continúa sin conocerse. El cáncer de ovario, como otros tumores
malignos, se produce como consecuencia de una acumulación de alteraciones genéticas que causa
un crecimiento y proliferación incontrolada de las células epiteliales, pero continúan sin conocerse
el mecanismo o mecanismos que inducen dichas alteraciones.
Varios estudios epidemiológicos han identificado algunos factores que podrían aumentar el riesgo
de la enfermedad:
Existen algunos estudios que indican que una dieta rica en grasa y la exposición al talco
son factores de riesgo, sin embargo no se dispone de estudios concluyentes.
En cambio si que se conoce la relación del cáncer de ovario con algunos factores
hormonales y factores relacionados con la reproducción. Así, las mujeres que no han tenido
hijos tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. En cambio, el riesgo de padecer
cáncer de ovario disminuye en aquellas mujeres que han empleado anticonceptivos orales.
Alrededor del 20% de los cánceres de ovario son hereditarios, asociados en la mayoría de casos
a mutaciones de los genes BRCA 1 y BRCA 2.
Estos genes forman parte del grupo de “genes supresores de tumores” y contienen la información
para la producción de unas proteínas implicadas en la reparación del ADN y por tanto en el
mantenimiento íntegro del genoma.
Parecen existir otros genes implicados, en mayor o menor grado, siendo considerado aun incierto el
papel que tienen en el desarrollo del cáncer de ovario.
Es importante destacar que no todas las mujeres con mutaciones de BRCA van a desarrollar cáncer
de ovario o mama.
Asimismo, existe la evidencia de que las pacientes portadoras de estas mutaciones tienen una mejor
supervivencia. Entre las razones que se citan está el hecho de que son mujeres con controles más
exhaustivas y que pueden ser diagnosticadas en una fase más precoz de la enfermedad.
Los criterios para el diagnóstico clínico de un cáncer de mama-ovario hereditarios del Grupo de
Trabajo de la Sociedad Española de Oncología Médica son:
Dos o más casos de cáncer de mama, uno de los cuales es bilateral o en menor de 50 años.
Tres casos de cáncer de mama y ovario (al menos 1 caso de ovario) en familiares de primer
o segundo grado.
Un caso de cáncer de mama en varón y al menos 1 familiar de primer o segundo grado con
cáncer de mama u ovario.
Diagnóstico
Una historia clínica completa y una exploración física minuciosa con exploración de la
pelvis y exploración ginecológica realizada por un ginecólogo.
Análisis de sangre que incluya marcadores tumorales.
Otras pruebas que se deben realizar son exploraciones radiológicas, es decir pruebas de imagen.
Las exploraciones radiológicas que se suelen realizar son:
Ocasionalmente se realiza una cistoscopia para conocer si está infiltrada la vejiga o una
rectoscopia para conocer si está infiltrado el recto, antes de programar la cirugía.
También se debe realizar la cuantificación del marcador tumoral CA 125. Esta prueba
consiste en un análisis de sangre por el que se mide dicha proteína en el suero de la
paciente, ya que en general está aumentada en las pacientes que padecen un cáncer de
ovario.
Sin embargo, hay pacientes que no presentan elevación del marcador CA 125, y además,
puede estar aumentado también en enfermedades benignas que cursan con ascitis (líquido
en la cavidad abdominal) o inflamación de la cavidad peritoneal.
En toda paciente con el diagnóstico clínico de tumor de ovario se debe realizar una
laparotomía para la toma de biopsia, pues es la prueba que nos servirá para realizar a la vez
el diagnóstico definitivo y la estadificación de la enfermedad. La laparotomía puede ir
precedida de una laparoscopia exploradora para definir mejor las opciones de una cirugía
óptima.
Estadificación
Ante la sospecha clínica de cáncer de ovario, la primera maniobra diagnóstica y terapéutica debe
consistir en una laparotomía (apertura quirúrgica de la cavidad abdominal) con fines diagnósticos,
de estadificación y terapéuticos. Sin embargo, en ocasiones puede ser recomendable una
laparoscopia previa para determinar si la cirugía recomendada es posible, además de permitir una
biopsia apropiada.
Dicha exploración debe ser realizada por un cirujano-ginecólogo con experiencia en el tratamiento
de cáncer de ovario. La intervención de laparotomía de estadificación es una intervención compleja
en la que se debe realizar una exploración minuciosa de la cavidad abdominal y pélvica, así como
de los ganglios linfáticos con el fin de determinar con exactitud la extensión de la enfermedad.
Tras esta primera aproximación, lo habitual es que el cirujano-ginecólogo extirpe el ovario tumoral
o una muestra de tejido, con el fin de que el patólogo (médico especialista en Anatomía Patológica)
realice un primer diagnostico durante la intervención (diagnóstico intraoperatorio).
Estadios
Como en otros tumores, el cáncer de ovario se clasifica en varios estadios según la extensión de la
enfermedad (Tabla 2 ).
El estadio de la enfermedad (su grado de extensión) es el factor pronóstico más importante. Así, las
pacientes con tumores en estadios iniciales (estadios I y II) tienen una mayor supervivencia que las
pacientes con tumores avanzados (estadios III y IV), y menor probabilidad de recurrencia tras el
tratamiento (Tabla 3).
Pronóstico
Los dos factores pronóstico más importantes son el estadio y el tumor residual tras la cirugía.
Otros factores a considerar como favorables son: edad más joven, buen estado funcional, tipo
celular serosopapilar, tumor bien diferenciado, ausencia de líquido abdominal, presencia de
mutación de BRCA.
La supervivencia global del cáncer de ovario se aproxima al 50%, sin embargo, varía en función de
los distintos factores pronóstico mencionados anteriormente, siendo el principal la extensión de la
enfermedad al diagnóstico. En la Tabla 3 se recoge la supervivencia estimada a 5 años del cáncer
epitelial de ovario en función del estadio. (Las estadísticas en cáncer deben ser valoradas con
cautela.
Las cifras que se expresan se basan en el análisis de miles de casos, pero la supervivencia
específica de una paciente individual puede ser diferente por diversos motivos, por ejemplo: el
resultado de la cirugía.
Una vez confirmado que se trata de un cáncer de ovario, el cirujano continúa la intervención con el
fin de completar la estadificación de la enfermedad para conocer con detalle si la enfermedad ha
podido extenderse fuera del ovario. Dicho proceso de estadificación se realiza mediante un
protocolo quirúrgico que incluye lo siguiente:
En la mayoría de pacientes con estadio I (tumor limitado a los ovarios), la cirugía consigue la
curación de la enfermedad. Sin embargo, existe un 20-30% de pacientes que presentaran recaída de
la enfermedad y que teóricamente se pueden beneficiar de un tratamiento médico complementario a
la cirugía.
El grado histológico: Las pacientes con tumores grado 3 tienen una supervivencia menor
que las pacientes con grado 1.
El estadio: la supervivencia a 5 años tras la cirugía sin tratamiento complementario es
superior al 90% en estadios IA-IB y se sitúa en torno al 70-80% en estadios IC.
Sobre la base de estos factores pronósticos se han dividido a las pacientes en dos grandes grupos
(tabla 4): 1) pacientes de bajo riesgo, que presentan una supervivencia a 5 años superior al 90 % y
no requieren tratamiento complementario tras la cirugía, y 2) pacientes de alto riesgo, que son
aquellas que presentan mayor probabilidad de recaída a 5 años (riesgo de recaída 20-40%) y se
podrían beneficiar de un tratamiento complementario.
Existen datos de ensayos clínicos que demuestran que administrar un tratamiento de quimioterapia
basado en cisplatino o carboplatino aumenta la supervivencia de mujeres operadas de cáncer de
ovario en estadio precoz que presentan algún factor de mal pronóstico.
Lo que suele encontrar el cirujano-ginecólogo al abrir la cavidad peritoneal en las pacientes con
estadios avanzados, es que el tumor se ha extendido fuera de los ovarios y presenta múltiples
implantes de diferentes tamaños en la cavidad abdominal y pélvico.
En estas pacientes, además del procedimiento quirúrgico que se realiza en los estadios iniciales
(extirpación del útero y los ovarios) debe intentarse extirpar, todo el tumor visible existente en la
cavidad abdominal incluyendo, si es necesario, segmento intestinal, áreas hepáticas o de bazo...
El objetivo es intentar quitar todo el tumor visible, puesto que se sabe que en aquellas pacientes en
las que no se deja tumor macroscópicamente visible presentan mayor supervivencia que aquellas en
las que se deja tumor residual.
Esta cirugía (citorreductora) no siempre es posible, considerándose óptima sólo cuando no queda
enfermedad residual. En estos casos, se consigue un aumento de la supervivencia.
Limitada a aquellos casos en los que el cirujano prevé la imposibilidad de obtener una cirugía
óptima. Con ella se busca reducir el volumen del tumor para que el cirujano pueda conseguir una
cirugía óptima.
Los esquemas de tratamiento y los fármacos que se administran son los mismos que en caso de la
quimioterapia adyuvante, que se comenta a continuación. Habitualmente se administran 3 o 4
tratamientos.
Con la quimioterapia neoadyuvante se pretende obtener una reduccion del tumor, suficiente para
que seguidamente se practique la cirugía, con más opciones de conseguir una citorreducción
óptima.
También se puede administrar el paclitaxel en una pauta semanal. Sin embargo, este esquema que
denominamos “dosis densas”. No ha demostrado ser superior al tratamiento estándar.
• Nauseas y vómitos.
• Alopecia.
• Bajada de leucocitos (leucopenia), plaquetas (trombopenia) y glóbulos rojos (anemia), que rara
vez causan episodios de fiebre por bajada de defensas o sangrado por descenso de plaquetas.
• Neuropatía sensitiva, que consiste en alteraciones sensitivas de pies y manos con una distribución
en guante y calcetín caracterizadas por: hormigueo, acorchamiento, dolor, pérdida de
sensibilidad…
Hay dos opciones, el mismo tipo utilizado como neoadyuvante y la intraperitoneal (directamente en
la cavidad abdominal a través de un catéter).
El cáncer de ovario es una enfermedad limitada a la cavidad peritoneal durante casi toda su
evolución.
Los fármacos administrados directamente en la cavidad peritoneal alcanzan un
concentración dentro la cavidad mucho mayor que cuando se administran por vía
intravenosa.
La quimioterapia intraperitoneal atraviesa escasos milímetros dentro del tumor por lo que
este procedimiento sólo se puede usar en pacientes con cáncer de ovario avanzado en los
que se consigue una citorreducción completa (no dejar ningún residuo de tumor) o
implantes residuales de menos de 10 mm.
Perforación intestinal.
El esquema que ha demostrado un beneficio más claro consiste en paclitaxel administrado el día 1º
por vía intravenosa, cisplatino administrado por vía intraperitoneal el día 2º y paclitaxel
administrado por vía intraperitoneal el día 8º, repitiendo los ciclos cada 21 días.
También estos estudios han demostrado que los esquemas de quimioterapia intraperitoneal
disponibles actualmente son significativamente más tóxicos que los esquemas intravenosos.
Esto hace que sólo sean candidatas a este sistema de tratamiento aquellas pacientes que tengan una
buena situación clínica general que les permita tolerar el tratamiento.
De hecho con el esquema anteriormente citado, sólo el 40% de pacientes son capaces de completar
6 tratamientos. El resto ha de abandonar precozmente debido a los efectos secundarios.
Los efectos secundarios que son más frecuentes con la quimioterapia intraperitoneal incluyen:
leucopenia, nauseas y vómitos, dolor abdominal, infecciones, cansancio, neuropatía periférica,
trastornos renales y metabólicos.
FLUJOGRAMAS
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